Con amigo como éstos… Para qué quiero enemigos. A juzgar por la escena con la que comienza el film, debo decir que ya me imaginaba todo lo que iba a pasar. Eso sin contar que los creadores son los mismos que hicieron ¿Qué Pasó Ayer? y que la película se basa prácticamente en la misma premisa. En la ya conocida y exitosa The Hangover, tres amigos llevan a otro de despedida de soltero a Las Vegas y se emborrachan tanto que al día siguiente no sólo perdieron al anfitrión y protagonista de la velada sino que además deberán lidiar con un montón de situaciones hilarantes y bizarras para poder encontrarlo y regresarlo en condiciones al día de su boda. En la nueva apuesta, y ahora sí hablando de la película en cuestión, dos jóvenes universitarios llevan de bar en bar a su mejor amigo que está cumpliendo la mayoría de edad y debe presentarse al día siguiente a una importante entrevista para la escuela de medicina. Como se imaginarán, el joven pierde la conciencia de tanto alcohol y sus dos amigos deberán regresarlo a casa antes del importante momento; pero esperen… ¡Ellos ni siquiera recuerdan dónde cuernos vive el pobre chino! Creo que 21, La Gran Fiesta’ (21 & Over, 2013), está dirigida a un target mucho menos amplio que su prima hermana. Se trata de jóvenes en edad aún ‘escolar’ que tendrán una noche de descontrol; cosa bastante normal si no tenemos en cuenta las consecuencias del hecho. No me gustaron los actores, ninguna de las actuaciones me parece que se destaque, aunque sí puedo decir que están medianamente correctas. Los chistes, o mejor dicho, las situaciones alocadas, no tienen prácticamente ningún elemento que no hayamos visto antes. Confieso que no soy ninguna fan del género, pero me parece que el film hará reír más a los hombres de entre 15 y 30 años. Sí, así de exacto el rango etario, como buena publicitaria que soy. Dejemos a un lado por un ratito el hecho de que el padre del inconsciente protagonista sea el jefe de la iniciativa Dharma en Lost y sentémonos a analizar el guión mientras bebemos un par de tequilas… Okay, no hay mucho para decir. Bueno en realidad nada… Cientos de veces hemos visto a personajes de la ficción embriagarse y hacer locuras en juergas que involucren a algún chino que se apellide ‘Chang’. Así que el que no haya aprendido de una vez por todas la valiosa lección de lo que te puede pasar si el alcohol invade descontroladamente tu noche, es porque todavía no vio la suficiente cantidad de películas con moralejas cerveceras. Conclusiones tan profundas como el guión: el final es de lo mejorcito que pude rescatar, gracias a que nuestro amigo asiático toma una decisión adulta, haciéndole honor a la mayoría de edad recién adquirida, que ahora figura en ese pase libre llamado identificación; pura kriptonita para todo aquél patovica que se cruce en su camino. Por otro lado, puede resultarles entretenido que el tipo sea cargado por su par de amigotes cual bolsa de papa durante toda la película. Y no faltarán por supuesto las situaciones desagradables e incómodas que van de la mano de una resaca. Escenas que podrían haber resultado mucho más jugosas se quedan a mitad de camino, mientras debemos soportar cientos de tomas apretadas entre la gente que salta con sus vasos de bebida apuntando al cielo. En fin, yo que vos, hago mi propia fiesta de bienvenida antes que ver este pastiche borrachero. Namasté. @CinemaFlor
A ver si disimulan un poco más chicas. Encontrarse en un momento de la vida en que ya no se tienen metas claras y en que uno siente que la edad le pide a gritos madurez y responsabilidades adultas, es algo que sucede muy a menudo. Eso es lo que le va a pasar a George (Gerard Butler) en esta nueva película ‘familiar’ que no se aleja demasiado del estilo ‘Disney’ para un domingo a la tarde. George es un escocés, ex estrella del fútbol europeo que tras una grave lesión se ve obligado a retirarse antes de tiempo. Su desafortunada condición lo obliga a abandonar todo sueño no alcanzado regresando a épocas pasadas, y lo hace volviendo a Virginia (Estados Unidos), lugar de origen de su ex esposa que vive junto al hijo que tuvieron 10 años atrás. George se culpa a sí mismo cada día de su ahora miserable vida, y lejos de los lujos que gozaba en su juventud deportiva, vive un presente endeudado hasta el cuello que lo obliga, incluso, a vender sus más preciadas preseas futbolísticas. Para colmo de males, la joven y bella Stacie (Jessica Biel) aparenta tener una vida ya resuelta, con una nueva pareja, nueva casa, nuevo auto… Y pese a que su hijo le obsequia un suspiro de alivio frente a tanta adversidad, George no sabe siquiera cómo ser un buen padre y se encuentra totalmente perdido en cada aspecto de su vida. ¡Pero! Cuando menos creía que lo que iba a conseguir era una oportunidad laboral, el equipo de fútbol escolar en el que se desempeña su pequeño Lewis necesita de un buen entrenador. Y allí comienza entoncesla carrera por el oro. Gerard es un tipo 10 para ayudar a estos niños a ganar el campeonato y, ni lentas ni perezosas, las madres que asisten a los partidos enseguida intentarán sacar provecho del gran ejemplar. De repente, el tipo se ve rodeado de situaciones incómodas que envuelven diversos intereses, mientras intenta encontrar unequilibrio adecuado que deje a todos contentos. Falso amigo que va, falso amigo que viene, Jugando por Amor (Playing for Keeps, 2012) es un film que entretiene gracias al aporte de frescura del protagonista, pero que no se puede destacar más que en eso. Sorprendentemente, los nombres que completan el cartel de actores secundarios son interesantes; UmaThurman, Catherine Zeta- Jones, Jessica Biel, Dennis Quaid, entre otros. Sin embargo, el reparto conocido no basta para que la historia no caiga en lugares comunes y sea absolutamente predecible. Quizás desde el plano visual hay un par de detalles interesantes, pero también hay situaciones que quedan a medio resolver, enfocando la película en el lugar más básico que tiene el relato, y es por eso que no pasa de un film ‘del montón’ con una calificación apta para mayores de 13 años. Si te interesan los deportes, en especial el fútbol, te va a gustar ver el espíritu competitivo que tiene el film… No mentira, en realidad te va a gustar ver a Gerard Butler patear pelotas con un simpático acento escocés y a Jessica Biel cabecear y hacer tacos un par de veces. También vas a obtener una cuota de autos deportivos para el infarto y alguna que otra situación que hará incomodar al protagonista pero sonreír al espectador. Ya viendo el título de la película uno puede anticipar cuán original será el guión de la misma y cuán viciosamente repetitivas pueden llegar a ser las escenas. En fin, yo apuesto a que Gerard Butler puede marcar goles mucho más interesantes y es por eso que le saco una tarjeta amarilla de advertencia. Ya saben, a la quinta no juega el próximo partido. @CinemaFlor
¿Problemas gigantes? Llamalo a Jack que los acaba como a moscas. Si llegaste hasta acá y estás leyendo esta Review, significa que crees que una persona común y corriente como vos o como yo puede estar predestinada a algo especial. Cuenta la leyenda, que hace cientos de años atrás existió un reino que fue asediado por gigantes que bajaron de una larga planta nacida de una habichuela mágica y que atravesaba los cielos. También en ese tiempo existió un rey, que con la sangre del corazón de uno de esos gigantes, logró forjar una corona que mantenía a éstas criaturas a los pies de quien la portara. Así fue como tanto el rey como la historia se transformaron en un cuento de hadas que viajó de generación en generación hasta llegar a las manos del pequeño Jack y la pequeña Isabelle, dos niños de diferentes estratos sociales pero con la misma sed de aventura. Pasó el tiempo y una noche, en medio de una tormenta, los dos ya jóvenes adultos unieron sus destinos para hacerle frente a hordas de gigantes que en verdad existían en el reino de los cielos y no sólo en las páginas de libros polvorientos. Según mi criterio, la nueva película de Bryan Singer tienepoco para ofrecer. Si bien la trama se torna por momentos entretenida, no comulgo con la estética que se le ha dado al film. Conocemos esta historia como a la palma de nuestra propia mano, y por más vuelta de tuerca que se le pueda dar, siempre se puede pensar en algo mucho más sombrío y acorde a las circunstancias como lo están haciendo muchas producciones en este último tiempo. Soy consciente de que el público al que ha sido apuntada es más infantil, pero no deja de repetirse el pecado que este director está cometiendo con algunas historias y personajes que todos conocemos y apreciamos. Hablo por ejemplo del caso de su Superman Regresa, de 2006. Desacuerdo aparte, creo que lo interesante del reparto como lo son Ewan McGregor y Stanley Tucci, queda opacado por una cantidad gigante de clichés. La desagradable estética de los ‘monstruos’ me pareció exageradamente absurda; ni asusta a los niños, ni divierte a los grandes. Nicholas Hoult y Eleanor Tomlinson no desentonan con sus inocentes rostros incapaces de aplastar siquiera a una hormiga. Eso hasta que el instinto de sus antepasados los obliga a luchar contra grandulones en una guerra que parece no tener fin, según el pobre final que se le ha dado a esta película en particular. En resumen, Jack el Cazagigantes (Jack the Giant Slayer, 2013) puede tomarse como una suerte de oda al famoso cuadro del pintor Goya: ‘Saturno devorando a sus hijos’… Bueno, quizás no tanto. Lo cierto es que el asesino de gigantes que nos trajo este año nuevo es un inocente plebeyo que a fin de cuentas se queda con la damisela en peligro, léase la princesa y futura reina de Inglaterra, por tan sólo haberse cargado a un par de gigantones enfurecidos y hambrientos de carne humana asustadiza. La lección más valiosa que aprendí con esta película es que no merece la pena correr, gritar e implorar por tu vida cuando sabés que en dos pasos agigantados vas a ser devorado cual canapé de boda por una criatura a la cual, lo que más le interesa es mantener su higiene personal lo más descuidada posible. Comete un plato de frijoles bien pesado y preparate para escalar algo más alto que cualquier maleza verde y espinosa que te hayas cruzado en tu vida. Pero hagas lo que hagas, no confundasa esas habas con las semillas mágicas de Jack, o serás carnada fácil de bichos grandes y feos que ‘nacieron de la lluvia’. A cuidar esa coronita que todos tanto desean o el poder trepará rapidísimo hasta tu cabeza. Hazme caso; no me plantes.
¡Al fin la modernidad llegó a la prehistoria! Con las voces de Nicolas Cage, Emma Stone y Ryan Reynolds, Dreamworks lanzó su nueva aventura animada. Esta vez, la imaginación vuelve a trasladarse siglos y siglos atrás para traernos la historia de una familia llena de pulgas. Papá y mamá Crood, los jóvenes hermanos Crood, la pequeña Crood y hasta la abuela viven juntos en una apretada cueva resguardados de la, según el jefe de familia, peligrosa oscuridad. Ellos son una familia común y corriente, sólo que menos avanzada que Los Picapiedras, pero con los mismos conflictos que cualquier clan puede tener puertas adentro. La adolescente y curiosa ‘Eep’ (Stone) sabe que hay algo interesante más allá de lo que toca la luz y se rebela contra esas ‘tontas ideas’ que tiene su padre Grug (Cage), preocupado tan sólo por la caza y la comida. Esto hace que se produzca un choque familiar que, como es de esperarse, va a causar que todos estén mucho más unidos de lo que creían estar. Y es que en uno de esos actos de rebeldía la joven conoce a ‘Guy’ (Reynolds), un chico mucho más cool y ‘adelantado’ que ellos. El no cavernícola le enseña a Eep un montón de cosas nuevas y hasta le cuenta la historia del fin del mundo. Guy logra eclipsar a toda la familia, menos claro a Grug el gruñón, que orgullosamente continúa conservando sus ideales y sus instintos más primitivos. Sin embargo y más allá del padre protector en desacuerdo, Los Croods y el nuevo integrante emprenderán un viaje en el que la sorpresa y las aventuras estarán a la vuelta de la roca. Lo que más destaco de este nuevo film animado, es la infinidad de criaturas extrañas y coloridas que se han elaborado. Es difícil imaginar cómo eran todos los seres que habitaban en aquél momento, pero por fortuna siempre llega una película que nos deja una imagen mental un poco más clara,enseñándonos de paso que humanos y animales somos prácticamente lo mismo. Bah, creo que nosotros ganamos en salvajismo. A mi parecer cada nueva creación que sale tanto de Dreamworks como de Pixar, Fox, etc., toma elementos de sus antecesoras, dejando en claro la mutua influencia que se tienenimpresa en la gran pantalla. Mirando con mucha atención pueden encontrar miles y miles de similitudes con personajes y detalles de otros films, lo que hace que la nueva odisea dibujada digitalmente no sea la excepción a la regla.La buena noticia es que cumple con su finalidad: entretener. Y cuando no dejar una linda enseñanza para toda la familia… Personalmente recomendaría verla en idioma original para que los ‘gags’ no resulten tan predecibles a sus entrenadísimos oídos pochocleros, con lo cual no quiero decir que van a escuchar demasiados chistes originales, sino más bien de la prehistoria cinéfila. Pero qué más da si lo importante es trasladarse por un rato a otra era y esbozar alguna que otra sonrisa traviesa. Así que, a preparar esos pieces planos porque se les vienen 98 minutos de caminatas y corridas casi sin descanso por duros caminos de tierra y al rayo del sol, mientras los paleolíticos y el neolítico discuten sus diferencias alrededor del recién nacido fuego sagrado. Los Croods (The Croods, 2013) compite por ser elegida la familia más divertida y actualizada de este año que recién comienza, gracias a haber sobrevivido a más ‘dientes de sable’ seguidos en un solo día y por pasar más cantidad de horas sin desenmarañar esos pelos en la ducha. Dale tu ‘Me Gusta’ si encontraste alguna diferencia con tus modales a la hora de almorzar, glotón. @CinemaFlor
Chicas: prepárense porque se vienen los zombies lindos. Se acaba el mundo. Tan sólo unos pocos sobreviven. Un virus se está apoderando de nuestra carne. Los muros dividen a las personas. APOCALIPSIS NOW. Ya hemos visto infinidad de películas acerca del final de los tiempos, y ni que hablar de ataques zombie masivos, pero nunca un ‘devora cerebros’ se había dignado a pensar en cuánto apesta su condición. Hasta ahora. Mi Novio es un Zombie (Warm Bodies, 2013) es un film contado en primera persona por un joven que se ha convertido en este tipo de criatura. Desde el primer minuto, la película es un auto replanteo del protagonista; por qué todos caminamos tan lento, arrastrando las piernas, murmurando y chorreando un líquido negro… Ni siquiera recuerda su nombre y cómo es que llegó a ser un muerto viviente. Sólo sabe que quiere cambiar. Su alimento es la carne humana (preferentemente los sesos gracias a su nivel nutritivo) y su mejor amigo es un pelado gruñón. Vive en un avión abandonado decorado con suvenires que va recolectando en sus ataques. Su hogar es un viejo aeropuerto por donde vaga toda la plaga y también los ‘bonies’, o zombies malos que ya no tienen vuelta atrás. Todo marcha como de costumbre, hasta que una rubia llega a su vida y se transforma en su debilidad. Julie es la hija del general que está a cargo de la operación ‘Z’, es decir, el ejército que protege a los pocos sobrevivientes y lucha contra los zombies. Un buen día, Julie y compañía parten hacia una misión al otro lado del muro en busca de medicamentos. Entre ellos se encuentra su novio (Perry) y su mejor amiga (Nora). Todos serán testigos de un ataque en el que Perry morirá en manos del zombie protagonista y donde aquellos que lograron escaparverán cómo Julie es arrastrada hacia el interior de la comunidad de los muertos. Algo pasó… El zombie se enamoró a primera vista de la joven y también absorbió unos muy lindos recuerdos al comerse a su ex novio. A partir de ese momento todo dará un giro inexplicable, cuando el cuerpo del chico deje de ser frío como un hielo y comience a sentir el calor del amor. Si bien el argumento de esta nueva película puede sonar totalmente bizarro, tiene mejores condimentos que varias de sus primas hermanas sobre criaturas anormales que se enamoran de humanos. El ‘zombie love’ podría transformarse en una tendencia si nos olvidamos por un rato de los clichés que arrastran este tipo de films. Por momentos, la actriz protagonista (Teresa Palmer) me recordó a Kristen ‘Bella’ Stewart, y eso me dio miedo. Por suerte hace una mejor labor (tan difícil que es) acompañando al tomuer de Nicholas Hoult. Con personas como ‘R’ (el zombie) es posible lograr lo imposible. Ser distinto nos hace ver la realidad de otra manera y arriesgarnos sin importar las consecuencias; basta con creer que se puede. ¿Acaso no aprendimos ya que el ‘weird guy’ del grupo es siempre el triunfador? Me gustó la película, en especial la música que, gracias a que ‘R’ es fan de los vinilos, es muy buena. Tiene un poco de humor, algo de acción, suspenso y sin duda: AMOR. Aprendí que ser una persona no es nada fácil, pero que el corazón es quien manda en nuestro cuerpo. Cosas tan banales como ver un atardecer o entablar una conversación se vuelven todo un curso acelerado y los zombies le ganan al prejuicio. ¡Algún día los humanos asumiremos que somos los peores primitivos! “God, we are so slow”. @CinemaFlor
Bienvenidos a la tierra de las segundas oportunidades. Antes de que Dorothy y Toto fueran arrastrados por el tornado desde Kansas hacia la tierra de Oz, tuvieron que establecerse los límites que ‘Emerald City’ necesitaba para vivir en paz. Dos malvadas brujas fueron expulsadas para que todo un pueblo volviera a sonreír, pero ¿cómo fue que sucedió todo eso? Está más que claro que el negocio cinematográfico ha ingresado en una etapa de readaptación de famosos cuentos a la gran pantalla. Desde las tierras de Narnia hasta el país de Alicia, a todos les llega su momento. Y no me van a decir que no les gusta ver a todos esos personajes cobrar vida… Personalmente, los proyectos que tienen a James Franco como protagonista, no suelen desilusionarme ya que este actor me transmite una frescura inmensa. Además de comprarme desde el primer minuto con su sonrisa. Oz: El Poderoso (Oz the Great and Powerful, 2013) no ha sido la excepción y junto a un elenco femenino de primera, se convirtió en una gran aventura visual para comenzar este año con la más colorida energía. Michelle Williams (Glinda), Mila Kunis (Theodora) y Rachel Weisz (Evanora) se baten a duelo desde el momento en que un tal Oscar aterriza en sus tierras. El joven de la galera es, al parecer, el salvador que dictaba la profecía del reino, pero el pobre Oz no está ni convencido, ni enterado de ello. Él es tan sólo un mago de segunda mano que es arrastrado por una tormenta hacia una región que jamás divisó en el mapa; siquiera en sus sueños. Sin embargo, algunos de sus habitantes harán lo posible para que el hechicero se convierta en el más grandioso y respetado de todos los tiempos. “I don’t want to be a good man… I want to be a great one”… Y sus deseos fueron órdenes… Personalmente, leí el libro y vi el film de 1939. Esta nueva apuesta me dejó una sensación muy linda por la convicción con la que fue realizada. En cuanto a calidad es un deleite para los ojos, similar a lo que se vivió con la reciente Blancanieves y El Cazador (Snow White and The Huntsman, 2012). Las actuaciones son más que respetables; Michelle Williams tiene el rostro angelical perfecto como para creerle todo lo que dice. Mila Kunis siempre esconde algo detrás de esos intimidantes ojos y Rachel Weisz… Bueno también es muy linda y con eso le basta, sin desmerecer su desempeño claro. La historia es, básicamente, una precuela de su antecesora que nos devela cómo es que esa misteriosa tierra se volvió propiedad de un gran mago y por qué hay dos brujas malas y una buena. Se respetaron los detalles originales y se añadieron condimentos. Y pese a que pasaron más de 70 años, se conserva una estética irrevocable. Me encantó ver una misma historia desde otro punto de vista y realizar el pensamiento inverso que hice cuando vi aquella película centrada en la niña Dorothy. Descubran ustedes mismos quiénes tienen una segunda oportunidad en esta tierra y por qué el señor Oz se transformó en leyenda. Quizás (y apenas) hubo algunos detalles que me hubiera gustado se hilaran mejor para que este nuevo relato terminara de hermanarse con su vieja pariente, pero igualmente les van a sobrar enanos, caminos de ladrillo, flores somníferas y rubíes. Por si a alguien le preocupaba el hecho de que el film cuente con momentos musicales empalagosos, nada de eso. Al mismo personaje que encarna James Franco no parecen gustarle mucho las parafernalias, y menos aún si no dejan una recompensa. Relájense y déjense llevar por ese viento revoltoso que es la imaginación, donde todo puede verse con la misma claridad que el ojo a través de una esmeralda. Piensen con claridad, tengan un buen corazón y por favor, no sean cobardes. Que la magia de Oz los acompañe. O por las dudas mejor no.
Nadie es experto en amor, hasta que en verdad lo siente. De vez en cuando, está bueno descansar un poco del humor y el romance ‘yankees’ y entregarse a lo europeo; cine que tiene muchas cosas buenas para ofrecernos. El director italiano Giovanni Veronesi, comenzó en 2005 con esta propuesta sobre ‘manuales de amor’ relatando historias de gente común que se entrecruzan gracias a cupido. Hoy ya tiene una tercera entrega de la serie, bajo el nombre de Las Edades del Amor (Manuale D’amore 3, 2011) que finalmente ha aterrizado en salas argentinas y con un elenco quizás en su mayoría anónimo para el público pochoclero, pero con la incorporación de Robert De Niro y Monica Bellucci en dos geniales participaciones. La historia se desarrolla enteramente en la bella Italia, donde se nos mostrarán tres etapas del amor: juventud, madurez y una última que va más allá de todo eso. El hilo conductor de estas tres historias, es un joven taxista que hace las veces de cupido uniendo gente corriente de a montones. Quizás ese personaje haya sido el que mayor ruido me ha causado durante la película, pero no lo voy a utilizar como objeto de crítica. Entonces, volviendo a lo nuestro, tenemos en primer lugar a una pareja joven a punto de casarse que se ve sorprendida por la infidelidad de uno de sus integrantes; típica incertidumbre y miedos de un amor naciente. En segundo lugar, tenemos a una pareja de edad madura y aparentemente estable tentada por el demonio del amor adolescente. De nuevo la infidelidad. Por último, el mejor de los tres: el amor imprevisto. Dos personas en circunstancias de la vida muy distantes pero que se ven unidas por sus temores y sus creencias de que ya no hay posibilidad de rehacer una vida feliz. En todos los casos, las historias están abordadas con muchas situaciones hilarantes que dejarán conforme al espectador y con un sabor muy dulce. Eso sí, los tanos, lo que tienen de jodones lo tienen de cabrones y disculpen la vulgaridad de mi comentario. Destaco por sobre todo, el desempeño de los actores y actrices italianas; muy convincentes. De todos modos, me sorprendió De Niro que si bien hace de un profesor oriundo de Boston, parla enteramente como uno de ellos y sólo utiliza el inglés cuando piensa. No cabe duda de que los directores provenientes de la tierra de Leonardo DaVinci son muy talentosos (ya lo han demostrado muchos de ellos) y este caso no es la excepción. La película está muy bien lograda y creo que resultará agradable para todo aquél que la elija ya que, si somos realistas, no es el tipo de film que más atrae al público cuando aparece en cartelera. A no ser tan prejuiciosos y a darle una oportunidad a esta romántica que obligará a reírse a más de uno. Y si tengo que elegir una de las tres etapas, voy por la segunda, pero no porque la prefiera como ‘edad del amor’ sino porque es la más ‘simpática’ de toda la trama. No sean holgazanes y juzguen por ustedes mismos con cuál de las historias de sienten más identificados. Amor. Digo, Amén. @CinemaFlor
Un alcalde con bronceado artificial y cabello de dudosa procedencia no es buena señal. La corrupción política es un factor que afecta prácticamente a todos los gobiernos y pueblos, y si encima le sumamos época de elecciones, las cosas se ponen aún más turbias. Sabemos que todos los candidatos manipulan a los posibles votantes con acciones que pocas veces van más allá de las semanas previas al sufragio. Todo esto tiene mucho peso en la trama de Broken City (2013), el nuevo film de Allen Hughes, director de El Libro de los Secretos (The Book of Eli, 2010). Billy Taggart (Mark Wahlberg) es un ex policía que, según entendemos en el comienzo de la película, debió dejar su puesto luego de que su corazón le ganara a su instinto profesional y saliera a hacer justicia por mano propia. En ese contexto, Billy mató a sangre fría a un joven acusado de violar a una chica. Todo esto sucedió en un barrio latino en las afueras de New York y a los ojos de la hermana de la víctima. Taggart se transformó en un héroe, hecho que provocó el comienzo de una sólida pareja. Pasaron los años y los daños, y el ex policía deviene investigador por orden del alcalde Nicholas Hostetler (Russell Crowe), tipo falso si los hay. Sus trabajos detectivescos incluyen cámaras fotográficas y arduos seguimientos. Billy hace su trabajo y recibe su paga, pero la cosa se complica cuando Hostetler le hace un encargo que va más allá de su ‘juramento’ laboral; quiere que persiga a su esposa y descubra con quién lo está engañando. Billy cumplirá con su labor, pero desde el preciso instante en que el alcalde tiene en su poder esas acusadoras fotografías, las cosas se volverán confusas y podridas para el protagonista. Broken City es un thriller con demasiadas vueltas de rosca pero que no aburre. El guión es bueno (sobretodo teniendo en cuenta que es uno de los primeros trabajos del guionista) y las actuaciones coherentes. Tiene un ritmo bastante activo, constituyendo una de las principales virtudes de la película. Completa el elenco Catherine Zeta-Jones, que parece haberse relajado últimamente en cuanto a protagónicos respecta. Para que ya se entusiasmen y vayan pensando en verla como plan de domingo a la tarde, enseguida muere alguien importante, lo cual causa toda la paranoia, emoción, acción y sorpresas que rodean a la película. Russell Crowe construye un personaje interesante, que se manda un par de chistes irónicos que están buenos a la vez que le hace agua a los planes de vida de más de uno. Wahlberg en cambio está correcto, en un personaje que no se aleja demasiado de sus anteriores incursiones cinematográficas, salvo cuando tira un par de palabras en español…Y si bien el film padece de ciertas escenas que ya hemos visto en numerosas ocasiones en otras películas, tiene buenos momentos para ofrecer. En resumen; no esperes ver una de Scorsese, esperá ver un dramático thriller repleto de engaños y vaivenes que no va a terminar bien casi para nadie y que te va a recalcar que cuando se trata de dirigentes políticos o autoridades similares, todos mienten para caer bien parados. @CinemaFlor
Con Disney todo es posible, incluso un hijo hortaliza. El conglomerado Disney tiene tantas ideas en su haber que en alguna, de vez en cuando, le tiene que salir mal. Y con esto no hablo de fracaso ni mucho menos pero sí de una historia que no tiene nada nuevo para aportar. Está bien, los estándares se han cumplido: una película tierna con una linda e importante enseñanza y el mensaje esperanzador ¡Y no me pidan más! Cindy y Jim Green (Jennifer Garner y Joel Edgerton) son una pareja estable cuyo mayor deseo es el de tener un hijo. Por más que lo intentan, las respuestas de la naturaleza son todas negativas, hasta que una noche en medio de una tormenta algo inesperado sucede y llega a sus vidas el pequeño Timothy (CJ Adams). El niño es hermoso, perfecto a los ojos de sus padres como lo es cualquier hijo y trae consigo un pequeño secreto: sus piernas tienen pequeñas hojas, como si fuera una planta que está naciendo. La nueva ‘apuesta’ de Disney va a ser disfrutada por niños y padres, el resto abstenerse, ya que si bien es una historia tierna como un oso de felpa, debo confesar que hay momentos que me dieron vergüenza ajena, sobretodo de la mano de Jennifer Garner (protagonista del film). Todo bien, pero ¡vamos! Disney lo puede hacer mucho mejor y lo sabemos bien porque la firma nos ha entregado otros títulos de índole similar pero con muchos mejores condimentos. Lo más lindo y destacable es el nene, que con esa carita se compra a cualquiera, pero no es excusa para darle puntaje alto a una historia que cae en todos los lugares comunes posibles. No me malinterpreten, tampoco es que tengo un corazón de piedra que no se ablanda ni con las películas del tío Walt, sino que sencillamente la vi… sosa. Como siempre, hay un final feliz o al menos que conforma. Tengan en cuenta que la película comienza con la pareja ‘Green’ presenciando una entrevista en un centro de adopciones y contando una historia que vuelve atrás en el tiempo. ¿Qué significa esto? Que de arranque nomás ya sabemos que Timothy ha sido un niño muy especial pero que, por alguna razón, ya no está con ellos. La primera vez que escuché sobre esta película creí que iba a ser algo parecido a Descubriendo el País de Nunca Jamás (Finding Neverland, 2004), una película que me hizo llorar casi los 100 minutos que dura, sin embargo me encontré con algo mucho más superficial y por debajo del nivel de aquel film. Ya sé, las comparaciones son horribles, pero no pude evitar pensarlo. Lo que sí queda claro es que los seres humanos somos animales tan prejuiciosos que ni siquiera nos merecemos que nos llamen animales. Por suerte hay gente que lo ve desde afuera y nos lo pone en frente de los ojos con esos mensajes esperanzadores de que ser diferente no tiene nada de malo, al contrario, de eso salen muchas cosas buenas. Sí a la esperanza. No a la arrogancia. Viva la diferencia.
Mal augurio. Qué arriesgado ponerle ese nombre a una película… Si es buena, tu título dirá todo lo contrario y si es mala; bueno pues agárrate. De todos modos, mi reflexión es muy subjetiva, como lo es la opinión personal de cada miembro del público. Sin desmerecer el esfuerzo de los directores por realizar cine ‘de género’, homenajeando a veces a sus directores predilectos, creo que para hacerlo hay que tener los pies bien enraizados en la tierra. No sirve hacer un collage de escenas de sexo, violencia, sangre, sudor y lágrimas casi sin hilar los acontecimientos, como para completar toda una película que podría ser una interesante apuesta en el cine local, el cual además crece constantemente en lo que a terror, ciencia ficción y demás sucesos paranormales respecta. Eso si obviamos el hecho que su director, Adrián Caetano, es uruguayo. El film trata básicamente sobre una asesina a sueldo que se encarga de los hombres que maltratan a las mujeres. Por ende, la contratan para que haga el trabajo sucio. Ella es una mujer que carga con un duro episodio que marcó su pasado y que ahora cobra venganza haciendo este tipo de ‘proezas’. Aparentemente la asesina (Florencia Raggi) sufre de algún tipo de enfermedad psicológica, pero en ningún momento de la historia queda claro ese detalle. La gravedad del caso empieza a crecer cuando es contratada por una mujer que busca que el hombre que la traicionó, sufra o se enferme antes de morir. El problema es que ninguna de las dos sabe los intereses personales y fuera del plan que tienen la una y la otra. Igualmente acceden a negociar y a partir de allí se desencadenan una serie de situaciones tan bizarras como confusas, plagadas de muy malas actuaciones, muy feos cortes, silencios interminables, exagerados clichés y escenas de relleno sin sentido alguno. Para que quede claro, en ningún momento nos encontramos con una historia coherente. La selección del casting me pareció pésima, con mis disculpas hacia los profesionales del medio. Liz Solari, Brenda Gandini, Juana Viale. No sé a quién elegir para el ‘Razzie’, pero creo que me quedo con la última, ya que sus interpretaciones sólo las festeja su fanática número uno, o sea su abuela. Muchas de las escenas fueron filmadas en el campo… Yo no sé cómo es el campo en Uruguay o cómo se lo ‘interpreta’ en Buenos Aires, pero por nuestras Pampas la gente del campo no es así ni usa esas expresiones forzadas, que presupongo los guionistas seleccionaron en un profundo estudio ‘de campo’, justamente. A ver, Florencia Raggi no es mala actriz, pero no todos los papeles le sientan bien, o al menos necesita estar bien dirigida. No descarto la filmación y la musicalización (aunque la película transcurre prácticamente en silencio), que tienen algún que otro buen momento, sobre todo cuando el suspenso y la acción se apoderan de la película. Si es que se puede decir eso. El director afirmó en una nota algo así como que él cuando filma está en otro mundo. Bueno ya lo creo, porque se olvidó de hacer que el elenco dijera bien sus líneas y de hilar varias cositas. Creo que no soy la única que salió desconforme de la proyección, al parecer el resto del público presente en la sala también se levantó confuso y aburrido. Y es que no hace falta una escena de 3 minutos viendo el horizonte, o incomodando a la gente con excesos ‘de pasión’,o mostrando objetos aparentemente importantes en la trama pero que no sabemos bien de donde salieron. Conclusión, la película no me gustó de principio a fin y hasta me dio vergüenza ajena diría, casi permanentemente y al punto de mirarme con el de al lado a ver si él pensaba lo mismo que yo. Y sí coincidimos… MALA no: malísima. @CinemaFlor