Este film es una adaptación estadounidense de la novela sueca “A Man Called Ove” de Fredrik Backman, realizada por el director Marc Forster y el guionista David Magee.La novela ya fue llevada al cine por un equipo sueco, con el titulo de “Un hombre llamado Ove” esta traslación de 2015 que Suecia presentó como representante para el Oscar de habla no inglesa obtuvo una nominación. La versión sueca opto por darle mayor preponderancia a la transformación de su personaje que a la justificación del mismo a partir de su historia de vida. Es exactamente lo que hace el director, nacido en Alemania, criado en Suiza, pero formado profesionalmente en los EEUU, responsable de “Monster Ball” (2001) y “Finding Neverland” (2004). Otto (Tom Hanks) es un viejo viudo, solitario y gruñón que critica y controla a todos en su calle, haciendo cumplir las reglas de convivencia estipuladas, de estacionamiento y reciclaje de la basura, el cuidado del césped y la atención de las mascotas, entre otros temas. Luego de su ultimo día laboral o en su primer día como jubilado,
Cenicienta no deja de ser Cenicienta en esta re-lectura del clásico cuento de hadas, no pierde su esencia, la historia de la joven huérfana subyugada por una malvada madrastra que la obliga a realizar las tareas domesticas, que se enamora de un príncipe con la ayuda de su hada madrina, (acá ausente) ha sido recurrente en el cine, la televisión, teatro y literatura, claro. La clave en esta versión se encuentra en el empoderamiento femenino, es la joven la que en esos tres momentos, jugados por tres elementos de su propiedad, transformando en deseos que se cumplen, en que nuestra heroína da rienda suelta a su poder para indicarle al príncipe los actos a seguir.
Esta secuela, nunca mejor en este caso que recurrir a la definición original del termino: “Consecuencia o resultado, generalmente de carácter negativo, que sobreviene de un hecho determinado”. Es exactamente eso, comienza en el mismo lugar que termina la primera, con la resurrección inexplicable del personaje, asesinando al forense que estaba a punto de diseccionarlo. Luego los títulos y la presentación de los personajes principales, aquí se termina cualquier tipo de intriga sobre la narración. Siena Shaw (Lauren LaVera) es una adolescente normal,
La síntesis del filme nos cuenta que: Cuando se conocieron, Sara vivía con François, el mejor amigo de Jean. Ahora, Jean y Sara se quieren y viven juntos hace 10 años. Un día, Sara ve a François por la calle, hace años que no lo ve. Él no se da cuenta, pero a ella le invade la sensación de que su vida podría cambiar repentinamente. Al mismo tiempo, François retoma el contacto con Jean por primera vez en tantos años y le propone volver a trabajar juntos. A partir de aquí, todos perderán el control El filme comienza con escenas idílicas en el mar, Jean (Vincent Lindon) y Sara (Juliette Binoche) se muestran enamorados, están de vacaciones, el volver a lo cotidiano parece una continuidad, hasta que Sara ve a Francoise (Gregoire Colin) camino a su trabajo. A partir de ese momento comienzas los planteos íntimos e
El filme intenta encuadrarse dentro del genero de comedia de acción, la comedia es una clara repetición de clises demasiado convencionales y la acción a cuenta gotas, recién se despliega en el último cuarto del filme. En medio se establece el relato con demasiados diálogos explicativos, la ausencia de todos aquello que posiciono al director como innovador narrativo, le falta fluidez a la progresión del relato, junto con una trama predictible, repetitiva, redunda en el bajo usufructo del elenco. El filme termina siendo, en relación al personaje que da el titulo, una rara mezcla de la saga de “Misión Imposible” y la franquicia de James Bond, parodia a Tom Cruise incluida. Es loable el montaje, sobre todo en las escenas de acción y la utilización de la banda de sonido en forma conjunta.
Quince años después de su primer encuentro, Shauna y Pierre se vuelven a encontrar. Ella es una elegante arquitecta retirada. Él es un médico felizmente casado. Opuestos pero hipnotizados el uno por el otro, vuelven a conectar y comienzan una aventura. Sin embargo, les acecha el fantasma de la diferencia de edad, ya que ella tiene 71 años y él 45. Viuda, madre y abuela, Shauna necesita reafirmar que después de todo es una mujer plena. Esto reza la síntesis argumental. El problema del filme se encuentra exactamente quince años antes, cuando se conocen, el filme se establece sin definirse, de forma errática, no termina por focalizar en el tema. Pierre (Melville Poupaud) de 30 años es el medico de la mejor amiga de Shauna (Fanny Ardant) de 56.
En principio hay que precisar que es muy difícil hacer actuar mal a Dolores Fonzi, también cabe la misma apreciación para Daniel Hendler y Cecilia Roth. Vale aclarar que el director no lo logra. Respecto de Ezequiel Diaz no puedo opinar pues es la primera vez que lo veo, por lo tanto no se si lo suyo es producto de su actuación o de la delineación del personaje que encarna. La síntesis argumental nos cuenta que Sergio, Mali y Luz aceptaron a regañadientes ir a pasar la Navidad al campo junto con su madre; un poco por la culpa
Este filme es moderadamente superficial tanto en el humor que plasma, como en las máximas de vida con las que intenta aleccionar. Incluso desde su estilo narrativo en pos de la búsqueda de construir un texto es que esta demasiado trillado. Una secuela que se vuelve en su desarrollo sorprendentemente pesada. Luego de más de una década desde la última película tratando de sacar todo el jugo posible a la franquicia "Shrek", llega esta película derivada de "El Gato con Botas" (2011) utilizando la buena acogida del gato embustero por los fanáticos,
El personaje es iinteresante de ver como una rara representación de una protagonista femenina mayor, es claramente una persona solitaria a la que la vida le pasa de costado. El filme es un ejemplo de bajo presupuesto, construido a partir de planos generales a primeros planos, pasando por planos enteros. No hay música incidental que perturbe o manipule. Respecto de al dirección de fotografía todo esta realizado para que se vea, tratando de ponderar el guión que termina siendo demasiado sencillo. El filme es una coproducción entre México y Argentina, más allá de nombrar a la Universidad de Buenos Aires y a la ciudad misma un par de veces, cuenta entre los personajes, uno muy secundario, que no solo habla como porteño, sino que además esta tomando mate, para que no queden dudas.
Esta producción audiovisual, de alguna manera hay que nominarla, llamarla filme o película sería casi faltarle el respeto a 177 años de cine, no es otra cosa que escenas inconexas. La cámara sigue el recorrido de Lalo, un actor porno gay que encuentra en las redes sociales un pasatiempo con intenciones de ganar dinero. No hay una historia, no hay guión, solo el escenario que dan cuenta de su situación. Sin embargo no hay ningún reparo en mostrar imágenes muy alejadas del buen gusto, algo que se instalo desde siempre, es que el cine además de muchas otras variables, es el arte de la insinuación. Esto acá no existe. No es otra cosa que capturar situaciones porno gay y esa relación que establece el personaje con esas redes sociales. De hecho