Según los créditos finales de Ruido, desde que en México comenzó la denominada guerra contra el narcotráfico -impulsada por el entonces presidente Felipe Calderón en 2006- se encuentran hasta el momento unas 90 mil personas desaparecidas. En su tercera película, Natalia Beristain toma como referencia un caso particular para retratar, en clave de ficción, una lucha colectiva: la de los familiares que unen fuerzas para encontrar a sus seres queridos ante la inacción -y la responsabilidad- del Estado.
Dijo en alguna oportunidad el escritor Ítalo Calvino que cuando uno lee por primera vez un clásico en realidad lo está releyendo, por todo el conocimiento previo que se tiene acerca de esa obra aún sin haberse aproximado a ella. El tiempo dirá si Argentina, 1985 tiene destino de clásico, pero el runrún generado en torno a su estreno la convirtieron sin dudas en el acontecimiento cinematográfico local del año. Las distinciones internacionales (la nominación al Oscar, el premio del público en San Sebastián), el recorte de salas de exhibición -que tampoco fueron tantas- por el acuerdo con Amazon Prime y su inevitable conexión con el presente de nuestro país (el cuestionamiento hacia la Justicia, el reverdecer de la derecha) hacen que la película se vea casi "de postre". Así y todo, valen la pena algunas consideraciones:
Las dudas, inquietudes e impulsos de esa etapa fermental que es la adolescencia son temas habituales en el cine de Inés Barrionuevo, pero es en ésta, su cuarta película, donde la directora cordobesa los aborda en un aquí y ahora contundente. Se trata de Camila saldrá esta noche, que integra la Competencia Latinoamericana del Festival de Mar del Plata.
Mercedes Gaviria Jaramillo tiene 30 años, estudió dirección y sonido en la FUC y es hija de Víctor Gaviria, realizador colmbiano que supo retratar la violencia del Medellín de los 80 y 90, por lo que se infiere que buena parte de su vida transcurrió entre cámaras y rodajes. Su ópera prima Como el cielo después de llover, que pasó por Rotterdam y Mar del Plata, entre otros festivales, confirma esta presunción. Se trata de una propuesta tan personal, que Mercedes no solo estuvo a cargo de la dirección, el guión y el sonido, sino también del montaje y la fotografía.
La provincia de Entre Ríos ha ganado presencia como escenario del cine argentino contemporáneo a través de directores como Celina Murga, Eduardo Crespo, Iván Fund y Maximiliano Schonfeld, éste último enfocado en la descendencia alemana asentada allí. En Jesús Lopéz, cuarta película de Schonfeld, que integra la Competencia Latinoamericana del Festival de Mar del Plata, la acción vuelve a situarse en una comunidad de "gringos" de pocas palabras y atmósfera enrarecida.
Primero fue el balneario de La Pedrera (La Perrera), luego la ciudad de Salto (El lugar del hijo) y ahora una estancia en Rivera, casi en el límite con Brasil: parece que Manuel Nieto Zas puede filmar en Uruguay y prescindir de la centralidad de Montevideo. Y es en el interior del país donde el director desarrolló una temática presente en sus tres películas: las tensiones entre el campo y la ciudad, más precisamente, como explicita el título de su último trabajo -El empleado y el patrón, coproducción con Argentina, Brasil y Francia que integra la Competencia Latinoamericana del Festival de Mar del Plata-, entre patrones timoratos (o herederos que les cuesta asumir responsabilidades) y empleados que aprovechan esas vacilaciones.
El perfecto David transcurre prácticamente en penumbras: atardeceres, cuartos con persianas bajas, gimnasios sombríos, alguna fiesta nocturna. Esos claroscuros parecen una metáfora del David del título (Mauricio Di Yorio), un chico de 16 años cuya vida no tiene demasiada luz. Por motivos que la ópera prima de Felipe Gómez Aparicio irá develando de a poco, su madre (Umbra Colombo) lo somete a una impiadosa rutina para mantener un cuerpo digno de un físicoculturista.
Tras pasar por la Berlinale y el Festival de Mar del Plata del año pasado, tiene su estreno en salas Isabella, sexta entrega de la saga que su director Matìas Piñeiro denominó "Las Shakepeareadas". Se trata de una serie de ficciones cuyo eje es un grupo de actores intentando adaptar al teatro una pieza del autor inglés. Al igual que en sus anteriores trabajos, volvemos a ver castings, ensayos, escenarios, recelos entre compañeros y demás situaciones del ambiente de las tablas, solo que en esta oportunidad Piñeiro se vale de una puesta visual que enriquece -y mucho- a la película.
¿Hay una trama en Desterro? Podría ser ésta: Israel y Laura, una joven pareja brasileña con un hijo pequeño, parecen haber llegado a un punto muerto en su relación: poca conexión, largos silencios, sensación de hartazgo. De pronto, Laura desaparece inesperadamente y, al poco tiempo, a Israel le avisan que encontraron su cuerpo en Argentina y debe ir a reconocerlo.
Por una de esas piruetas del destino, Nuevo orden, acaso la película más desmesurada y caótica de Michel Franco, el (ya no tan) enfant terrible del cine mexicano, ve la luz este 2020 desmesurado y caótico como pocos años. Y como si de una ironía de calendario se tratase, el film llega nuestro país -a través de Cinemark Hoyts- un día de paz y recogimiento como es el de Nochebuena.