Formalmente errática y vacía de contenido La secuela del film del pasado año intenta llevar a un nuevo escalón el cine found footage apoyándose en la tecnología GoPro y otros tipos de cámaras de hiperportabilidad. El desarrollo de ese tipo de subjetividad en el cine de terror es sin dudas el paso natural que sigue al found footage que pasa por un alto nivel de agotamiento. En este sentido el terror parece ser el género que mejor se amolda a las nuevas tecnologías y esto se debe a que desde hace un tiempo sigue de cerca al otro arte creciente que es el videojuego. Sea por compartir en este momento el mismo target de público o por una necesidad de experimentación formal para subsanar una clara falta de contenido e ideas argumentales. En este punto se me hace necesario decir que esta innovación formal no necesariamente termina dando buenos resultados. Pareciera ser que la falta de ideas no sólo en lo narrativo y argumental sino también en la puesta en escena de estos elementos formales le juega constantemente en contra al subgénero relegándolo a poco menos que un entretenimiento de pre adolescentes que disfrutan más de las peripecias para poder entrar al cine que de los films en sí. Holocausto Caníbal de Ruggero Deodato continúa siendo la mejor película de este género a pesar de tener más de 30 años y eso es porque este buen hombre tenía muy claro lo que quería y creo una estructura en donde la técnica era el mejor para contar lo que deseaba y no al revés como pasa hoy día. Ese era un camino más que posible a seguir luego de la nueva ola found footage de El Proyecto Blair Witch y sobre todo teniendo en cuenta el salvajismo que se pretende en los últimos films del género, terreno en donde intenta tomar fuerza esta nueva V/H/S (y en el que pierde por goleada comparándola con la película de Deodato). Las Crónicas del Miedo 2 (V/H/S 2) obviamente continúa con la misma línea que la anterior sólo que trata temas con menor profundidad y en algún que otro caso muy poco interesantes intentando solucionar todo con el aspecto formal. En cuanto a esto último resulta por un lado muy tedioso ver como el argumento se mueve sólo para justificar la ubicación de una de las cámaras. Esas cosas resultan muy notorias y afectan severamente la inclusión del espectador en el relato. En cuanto a los argumentos es necesario separar las historias; "Phase I Clinical Trials" es el primer video y su premisa me recordó a la genial "Mi ojo izquierdo ve fantasmas" del maestro Johnnie To. La historia tiene sus baches argumentales y sus sinsentidos pero en principio resulta interesante de ver aunque todo se desmorone antes de llegar a la mitad y Adam Wingard, su director, no sabe en el final cumplir las expectativas que genera. La segunda historia, "A Ride in the Park", está dirigida por Eduardo Sánchez y Gregg Hale (El Proyecto Blair Witch) y presenta la visión en primera persona, GoPro mediante, de un hombre que se convierte en zombi. Esta que debería ser una de las historias más divertidas del film se niega a avanzar quedando en una circularidad bastante aburrida y terminando en un sentimentalismo bastante torpe. "Safe Haven" dirigido por Gareth Evans y Timo Tjahjanto (este último, director de Rumah Dara) tiene lo mejor y lo peor de la cinta; es donde más se nota la estructuración del argumento en base a las posiciones de cámara que se van a adoptar pero también es la que tiene las imágenes más pregnantes y la que explota más la idea de fiesta gore; también tiene uno de los peores finales. "Slumber Party Alien Abduction" a cargo de Jason Eisener, director de la simpática Hobo with a Shotgun encara el humor bizarro al estar registrada por una GoPro colocada en la cabeza de un perrito y plantea una historia de invasión (con alienígenas de aspecto no menos bizarro); la pieza es sumamente divertida pero cuando la acción se intensifica el maldito perro no deja de moverse y no se entiende absolutamente nada de lo que está pasando; cuando cumple el tiempo estipulado simplemente termina. La suprahistoria que contiene a todas estas vuelve a ser como en el primer film la más floja por la falta total de coherencia y la poca intensión a la hora de desarrollar a los personajes. En definitiva Las Crónicas del Miedo 2 no termina de funcionar. Si se la toma aún con más ligereza que la debida podemos divertirnos en algún que otro momento pero en general la totalidad del metraje hace que más de una vez nos mordamos el labio inferior.
Cuando Argento conoció a la Hammer Hacia bastante tiempo que no me sentía tan desconcertado al terminar de ver una película. No puedo pensarme defraudado porque el tráiler de este Dracula 3D del legendario Dario Argento era bochornoso, sin embargo, creo que alguna parte de mi estaba esperanzada con la idea de que el film sea una parodia o tenga al menos algún grado de autoconsciencia. ¿Es necesario hacer una película de vampiros después de Drácula, de Bram Stoker de Coppola y Vámpiros de Carpenter? Creo que la comparación (tan indecente como irrefrenable) con estos dos films se da por ser ésta la primera película sobre vampiros no edulcorada que se realiza desde aquella de 1998. Dario Argento había estado en su última etapa más cerca de lo hermético y lo mágico como foco de maldad que de aquel genero de salvajismo físico y psicológico que fue el Giallo. Sin embargo, ninguna de esas dos etapas encuentra lugar en este film que en algunos momentos parece realizado "en homenaje a Argento" y en la mayor parte del metraje se diluye en la impersonalidad absoluta. Esta su hija, están los códigos de colorimetría que impulsaba la psicología de sus mejores films y en dos o tres planos está su mano en la cámara, nada más. No termino de comprender las razones por las cuales decidió subrayar tanto el existencialismo barroco de la Hammer para los decorados de esta película. No entiendo tampoco la razón por la cual los actores y diálogos están tan pasados de registro todo el tiempo pero sobre todo, nunca pero NUNCA voy a entender en qué estado estaba cuando se le ocurrió la idea de transformar a Drácula en una Mantis Religiosa gigante y no burlarse de eso. Intento entender que pasó entre su debut en el cine con la maravillosa El Pájaro de las Plumas de Cristal y este, su último film. La respuesta más liviana será "pasaron los años" pero no creo que sea del todo cierto. Dario Argento se desarrolló como director en un contexto histórico que influencio directamente su obra, tal vez no pueda adaptarse al nuevo contexto e intente hacerlo de modo torpe, utilizando decorados CGI pobres y 3D. La realidad es que el film no funciona en ninguno de los contextos en donde se lo coloque y eso habla de un gran director que perdió el pulso, la coherencia y la originalidad que lo caracterizaban. Drácula 3D retoma el clásico de Bram Stoker tomándose algunas licencias literarias que no la favorecen, su realización es torpe y resulta más disfrutable si se la toma con humor aunque esa no haya sido la idea de su concepción. De cualquier manera lo que resulta mínimamente rescatable es que no aburre.
Causas y consecuencias de un film tibio Causas y Consecuencias es lo nuevo de Robert Redford. En este caso el realizador dirige y se dirige protagonizando el film junto a Shia LaBeouf (en un muy buen momento) para este thriller político basado en la novela epistolar The Company You Keep de Neil Gordon. El film parte de una premisa interesante. La visión del presente de aquellos activistas políticos que lucharon (de forma más o menos extremista) contra la guerra de Vietnam. Este punto de partida en la óptica de un cineasta tan político como Redford y además encarnando el mismo el paso de esos 30 años como metáfora también de su carrera me resultó un gancho atrapante. Lamentablemente el desarrollo en cuanto a guión, dirección y montaje no pudo mantener esa sensación inicial. El problema de Causas y Consecuencias (traducción poco feliz y con postura ideológica incluida para The Company You Keep que es el título original) es que se queda a la mitad entre un thriller de acción y films en donde la cosa pasa por el dialogo como las recientes El Precio de la Codicia (Margin Call) y El Topo (Tinker Tailor Soldier Spy). El film tiene los condimentos de ambos estilos, por un lado, un fugitivo escapando de la ley para limpiar su nombre, por otro lado una trama política que reflexiona con la responsabilidad, la culpabilidad, la oxidación de los ideales y el cambio de paradigma que representa la consolidación de una familia. Entre ambas cosas, Redford parece no jugarse por ninguna dando como resultado largos y lentos diálogos que si bien se sostienen por la calidad de los actores con los que cuenta el film (además de los nombrados están Julie Christie, Nick Nolte, Richard Jenkins y Susan Sarandon) no generan la llegada emocional que deberían, transformando de esta manera el mensaje en un simple "rebeldes eran los de antes" y "ser padre te cambia la vida". En cuanto a la acción, la misma está ausente. Los momentos de mayor acción son en los que vemos a Redford corriendo y esa imagen realmente no funciona. Otro de los defectos del film radica en la forma en que está por momentos estructurada la narración. En este aspecto el montaje termina revelando en todos los casos los giros argumentales que da el guión cuando no debería hacerlo. Esos puntos que deberían desarrollarse paulatinamente para luego sorprender son revelados previamente por la elección en la unión de las secuencias. Luego, en el "momento de la revelación" cuando el dialogo se pone tenso, la cámara privilegia los primeros planos y comienza a sonar la música efectista, la revelación, que ya había sido dada, resulta redundante. Ese método de armado de la narración que resulta por momentos aleatorio le resta bastante al potencial de suspenso que tiene la trama por sí misma. El resultado de la suma de estos factores es una película despareja que por momentos resulta muy lenta por la falta de contenido emocional en los diálogos y cuya dirección excesivamente sobria no puede potenciar un argumento que a priori resultaba interesante.
Nostalgia En El Conjuro (The Conjuring) hay mucho de nostalgia y no sólo es la ambientación de los 70´s el medio elegido para transmitir esta añoranza. Ya desde los créditos, el párrafo introductorio sobre la labor de los Warren y el texto que afirma que el film está basado en una historia real se deslizan hacia arriba en una imagen continua que finaliza con el título del film. Ese título encierra una de las claves fundamentales. Su color amarillo rabioso trae a la memoria el color que comparten Janet Leigh y el título en uno de los posters color de Psicosis, así como también el del póster de El Baile de los Vampiros de Polanski. Su tipografía trae a la memoria a El Exorcista y La Profecía. Ese título remite a todos ellos pero al mismo tiempo es diferente, es actual. En ese devenir transita el film. James Wan sorprendió en el 2004 con Saw o El Juego del Miedo, una película que si no está entre los clásicos modernos del terror es pura y exclusivamente gracias a sus desgastantes secuelas. A pesar de ese prometedor debut recién en el 2010 con La Noche del Demonio (ninguna brillantez) comenzó a perfilar el terror que se nota decantado en El Conjuro. Wan sabe sobre el cine de terror y lo demuestra volviendo al cáliz sagrado del horror que bien supieron explorar (y explotar) los maestros. Me refiero a la sugestión. El Conjuro tiene la pausa necesaria, un desarrollo sin apuros y todo dura lo que debe para generar el efecto deseado. El film le da aire a las actuaciones. Otro aspecto destacable que se reconoce en esta organización clásica del terror es el uso del espacio a través de la cámara. La transformación del espacio real (decorado, casa, como prefiera) a través de la circulación que la cámara hace de ese espacio y la articulación del sonido en el mismo. Lo comúnmente llamado "espacio fílmico". Los planos secuencia, la progresión de los tamaños de plano (por corte o con zooms) y algunos movimientos de cámara poco comunes contribuyen a la construcción de la sugestión junto con la banda sonora y el trabajo de todo el departamento de sonido que resulta impecable. Una vez creada la sugestión, Wan se despega y sobresalta a la manera "moderna". Al acercarse el final y habiendo tenido desarrollo de sobra llega al clímax y hace lo que tiene que hacer sin escatimar a la hora de mostrar lo que sucede en campo. El Conjuro puede no ser una obra que se meta en la historia grande del cine pero tiene dos enormes cosas a favor: Su guión no tiene grietas (parece simple pero eso la convierte casi en un animal en extinción) y es una de las películas de terror mejor logradas de este último tiempo que nos tiene algo secos.
Animación de autor Metegol lleva a un nuevo terreno el universo Campanelliano. Para algunos esta afirmación será suficiente para pasar de largo la oportunidad de ver el film, para otros será todo lo opuesto. Lo cierto es que los condimentos ambientales de ese mundo por donde transita la filmografía del autor son recuperados y ampliados por tratarse de un film animado. La creación de los ambientes, del pueblo y de sus habitantes, de la plaza y del bar pueden ubicarse geográficamente próximos al universo de Luna de Avellaneda. El bar en Metegol es el corazón del espíritu del pueblo, expresa la vida de sus parroquianos y es el último foco de resistencia contra un "progreso" que no se puede detener. De eso también trata la película, de todo el anclaje ideológico que acompaña a la modernidad y su avance. El conflicto no es el progreso contra el clasicismo sino lo que este progreso representa en cuanto a valores: el egocentrismo, el avance de la ciencia a niveles ridículos y su impacto en la naturaleza (este punto ejemplifica una de las secuencias más extrañas del film). Frente a él, mano a mano, todos los valores idílicos relacionados a la nostalgia del "todo tiempo pasado fue mejor". En este punto es interesante remarcar lo obvio, se utilizaron las nuevas tecnologías (para nuestro país claro está) para contar un relato cuya estructura y mensaje se encuentran en varios puntos con una tradición de producciones como las de García Ferré. En esta estructura los adultos notarán estos mensajes como también las referencias cinéfilas a 2001, una Odisea del Espacio o Apocalipsis Now (en dos ocaciones), pero más allá de eso se trata de una película orientada a toda la familia y es ahí donde aparece el humor para unir las generaciones de los que jugaban al metegol con personajes con piernas, los que jugaban al metegol de naranjas y amarillos con una pala en vez de pies y los que jamás en su vida metieron una pelotita tratando de empujarla con el dedo para el lado de su equipo, o sea, los que jamás jugaron al metegol. Los chistes funcionan, todos y cada uno, y el acento lejos de molestar (como me había pasado en el tráiler) se convierte en la esencia de la comedia. Los personajes, por su parte, están muy bien construidos. Los juguetes que cobran vida, con sus personalidades más estereotípicas, y los "humanos" que tienen (sobretodo Laura) una naturalidad a la que la animación no nos tiene muy acostumbrados. Son justamente los personajes los que salvan al relato cuando la narración a cargo de Juan José Campanella se hace difusa en ciertos pasajes que cortan el espíritu inicial de la película y se hacen notar. Estos pasajes forman el punto más flojo y restan por apostar a la grandilocuencia. Para ejemplificar, cuando la narración demanda potrero la película da estadio. Sin darle mayor importancia al hecho de que esté realizada en nuestro país, Metegol es una película de animación que entretiene y divierte. Su factura técnica es impecable y el contexto de las vacaciones de invierno es una oportunidad inmejorable para verla.
Algo muy grave va a suceder en este pueblo Thomas Vinterberg fue uno de los fundadores de DOGMA 95 que podría resumirse como un conjunto de directores que, como tenían ganas de autolimitarse y hacerse los distintos, escribió un montón de leyes sobre como tenía que ser un film para captar el realismo de forma casi mística, acto seguido hacer películas bajo esas normas y acto seguido escribir manuscritos explicando porque habían violado sus propias leyes. Esa idea no prosperó pero dejó algunos films muy interesantes (incluido uno argentino) y directores que siguieron su labor desprendidos de esa carga. El film fundador del movimiento fue La Celebración de Viterberg y a pesar de que entre aquella y La Cacería hay una distancia temporal y estilística importante tienen mucho en común. El film desde el comienzo no intenta plantear ningún tipo de duda sobre la inocencia del protagonista y esa sabia decisión va a mantenernos en vilo durante todo el film. La razón es en realidad simple, como apuntaba Hitchcock el suspenso depende más de lo que sabe el espectador que de lo que desea saber. La narración va a mantenernos suspendidos entonces en la lógica maldita del film, la casualidad. Este factor (casi siempre mal utilizado) lo tiñe de un profundo pesimismo no sólo respecto a la sociedad actual sino hacia la naturaleza misma del hombre. El hombre que no cree en las casualidades es por definición una persona de pensamiento positivo. No es el caso de Vinterberg. Es por conocer la verdad que miramos con desconfianza cada nuevo factor que creemos puede implicar más al protagonista, la claridad de expresión del director y la estructura mecánica del guión aprovechan estos recursos y los explotan al máximo a pesar de trabajar con un argumento tan delicado que no permite errores. Habiendo cumplido estas reglas lo que necesitaba el film para terminar de ser efectivo era una buena actuación. El protagónico de Mads Mikkelsen parece ser la mejor de las decisiones ya que realiza un trabajo excelente. Brinda la actuación sutil y contenida que el film necesita para dar en el tono y generar contraste al mismo tiempo ya que el film es directo y crudo pero maneja en su iluminación, ambientación y cámara una frialdad que parece estar todo el tiempo a punto de estallar. Vinterberg vuelve como en La Celebración sobre el fantasma del abuso, pero también vuelve sobre el patriarcado y sobre la hombría como construcción simbólica y ritualística. El film abre y cierra con un ritual de afirmación de la hombría, la lucha por mantener este valor va a llevar a que entre un momento y el otro nada vuelva a ser igual. Lo que hace hombre al hombre es la protección y esta, sea o no cierta la acusación, fue vulnerada. En Algo muy Grave va a Suceder en este Pueblo de Gabriel García Márquez el motor de la falsa verdad era la superstición, en este film es la necesidad de validar un lugar social en peligro de extinción.
El film justifica los medios "El cine no procede de la pintura, literatura, escultura, teatro, sino de la antigua magia popular. Es la manifestación contemporánea de la historia evolutiva de las sombras, el disfrute de las imágenes que se mueven, la creencia en la magia." Jim Morrison, The Lords. El cine de Louis Leterrier tiene pulso. Uno rápido y que siempre parece estar a punto de colapsar. El montaje y la cámara al igual que las coreografías de peleas que componen sus obras parecieran tener el ritmo más rápido que permite la lectura. Esta vez el director de El Transportador y Danny The Dog elige como excusa un argumento que combina dos tradiciones en principio más que atrayentes para el cinéfilo: La Magia y el Cine de Robos. Las relaciones entre estos dos factores son tan evidentes como lo es su irreconciliable diferencia y es justamente esa uno de los errores que privó a Nada es lo que Parece (Now You See Me) de ser una joya memorable. En el Cine de Robos hay un momento crucial en donde el film expone al público "la revelación", o más precisamente, expone como se llevó adelante el atraco que por definición siempre parece imposible (o perfecto). Este tipo de revelación dentro de la magia es imperdonable. A pesar de este punto y de lo subrayadora que se pone la película en varios momentos Leterrier sigue manteniendo lo que son sus dos virtudes más destacables como realizador. Sabe entretener y elegir elenco. En cuanto a lo primero la cinta dosifica magníficamente los giros que estructuran el género haciendo que estos tres actos marcados por los tres shows de "Los Cuatro Jinetes" no dejen de atraer en ningún momento. En cuanto al segundo apartado el film nos presenta sobre todo dos duplas que en los momentos en que comparten escena derrochan química. Me refiero a un Jesse Eisenberg tan verborrágico que en más de una oportunidad se hizo imposible subtitular literalmente lo que decía y un Woody Harrelson que hace reír sólo con una mueca. Ambos repitiendo la fórmula de Zombieland que aún no pareciera estar agotada. Por otro lado, la gran dupla entre Morgan Freeman y Michael Caine en cuyos diálogos se percibe la maestría actoral que permite que cuando la discusión se caldea en vez de elevar la voz, la bajen cada vez más. El film de Leterrier nos propone ampliar la barrera del verosímil (algo que si somos sinceros siempre hizo el director) para dejarnos fascinar. Al final, un antiguo carrusel servirá como invitación formal para no olvidar que al igual que el ilusionismo, ir al cine es dejar que nos engañen por algunos minutos para recibir a cambio un entretenimiento. En este sentido Nada es lo que Parece cumple con esta noble premisa.
Otro motivo para valorar aún más el film original Masacre en Texas 3D es la séptima entrega del universo Leatherface. Muchos directores han pasado pero pocas fueron las ideas que intentaron aportar luego de la primera entrega y los estilos para hacerlo variaron dependiendo del contexto histórico de los respectivos estrenos. En este caso la novedad venía por el lado de que iba a tratarse de una secuela directa de aquella joya de 1974 dirigida por Tobe Hooper. Con esas esperanzas fui a ver el film. Inmediatamente después de una maravillosa secuencia de créditos comienzan los primeros problemas conceptuales de este apartado. ¿De dónde salieron tantas mujeres en la familia del querido Leatherface? ¿Se basaron realmente en el argumento del film original? Sigamos, el film recién empieza y todavía queda tiempo para explicaciones. La secuencia de la cacería me recuerda a Devil's Reject y me doy cuenta lo que hubiese sido sino la dirigía alguien de la talla de Rob Zombie. Luego de eso, una elipsis, calculo que habrán pasado unos 20 años de los incidentes del primer film. Puedo notarlo en la edad de la chica dark que seguramente es la descendiente del clan porque... es dark. ¿Pero que veo? Los protagonistas que estaban en esos incidentes parecen muy jóvenes. Ya va a haber tiempo de explicar. ¿Y eso? Podría jurar que es un iPhone. ¿Están usando celulares con cámara? ¿Si los hechos de la primera pasaron en 1974? Lo dice la voz off al comienzo de aquel film, ¿No habían pasado 20 años? ¿En el 94 había celulares con cámara en Estados Unidos? Pasemos a otro apartado, la coherencia espacio temporal no es el fuerte de esta película. En Masacre en Texas 3D hay varias líneas argumentales o mejor dicho, el film cambia el rumbo varias veces al avanzar el relato. En un comienzo seguimos a Heather (Alexandra Daddario) en su descubrimiento acerca de su identidad. Ella descubre básicamente que es adoptada y que tiene una abuela, recientemente fallecida, que le dejó una casa como herencia. El camino hacia esa casa reelaborará entre otras, la secuencia de la Van. En la casa tarde o temprano van a encontrarse con Leatherface y se van a dar secuencias dignas de cualquier Survival. Ese es un punto muy positivo, se abandona el Tortureporn, ya más que agotado, para volver a la esencia del terror de supervivencia. En ese momento la película va a cometer el error de no terminar y cambia la trama haciendo un corte a 90 grados en la curva dramática de la protagonista principal. Prefiero no revelar este movimiento que más que giro es un derrape violento por como esta armada toda la secuencia en donde se desarrolla. Un bloque argumental con una ideología que todavía me resulta dudosa. Para hacer una revisión completa tengo que hablar de otro de los factores de esta película, el 3D. En este aspecto las escenas que lo explotan me recordaron a Viernes 13 Parte 3 de 1982. El 3D no es nada nuevo (Hitchcock filmó en 3D), aunque es obvio que se mejoró ese precario sistema anáglifo con un sistema muchísimo más flexible y eficaz. Sin embargo el recuerdo de aquel film de otro gran Movie Maniac vino por la intensión más que por la técnica. En las escenas en donde se podía (o puede si la consiguen en dvd y se compran los anteojitos bicolor) disfrutar el efecto óptico en aquella película del 82 el director se limitaba a acercar a la cámara algún objeto filoso (y en un momento con un porro, una idea todavía no robada) como si se tratara de una madre acercándole un sonajero a un bebé para entretenerlo. Este film de 2013 hace lo mismo sólo que se limita a la motosierra. Creo que ya pasó ese boom infantil por el sistema y habría que llevarlo por otro lado si se quiere seguir respetando al espectador como tal. Masacre en Texas 3D es un film que abre muchas subtramas, muchas de las cuales terminan en nada, que intenta innovar pero lo hace de manera equivocada. Con algunas referencias a la saga, algunas más inteligentes que otras, pero que a pesar de jactarse de ser una secuela directa del clásico de 1974 no tiene de aquel más que la secuencia inicial de títulos y la figura del "Cara de cuero".
Policial amargo Rouge Amargo tiene mucho de policial ochentoso, de esos que en el apogeo del Vhs uno compraba o alquilaba y que de tanto en tanto daban sorpresas. Bueno, este film va por ese lado salvo que no da sorpresas. Su estructura es simple y concreta, a los 10 minutos ya se nos presentó "la chica" y su desnudez (que en este caso es Emme), el antihéroe o personaje que está por la senda de la redención (en este caso Luciano Cáceres), el malo sin medias tintas (Cesar Vianco quien tiene el perfil perfecto del hombre rudo made in 80´s) y el conflicto. Guión Ok. Cuando el malo malo se encuentra por primera vez con el redimido se da el primer enfrentamiento coreografiado como aquel cine nos enseñó. Como es de prever el malo malo en realidad responde a otro que es aún peor que él ya que funciona con una maldad intelectual y no física, o sea, es el que da órdenes y además ocupa un lugar político. Habrá un enigma y habrá también un giro sorpresivo. Guión Ok Ok. Esta simpleza podría haberse trabajado para tener suma claridad desde el comienzo y luego habiendo armado el universo del film explotar recursos argumentales o narrativos que empiecen a torcer ese esquema o aunque sea elevarlo a otros niveles. Eso no sucede. Si bien la película no aburre los lugares comunes se hacen cada vez más... comunes, entonces el submundo que se intenta construir; la corrupción, el narcotráfico, la prostitución, los bares de mala muerte, la política sucia, se desfigura quedando bocetos que no transmiten nada emocionalmente. La decisión estilística consta de un montaje con gran cantidad de elipsis temporales, un manejo de cámara televisivo y una interesante banda sonora. En cuanto a los FX, es llamativo como tanto para los fogonazos, el rebote de las balas como para la sangre se usó un conocido programita de postproducción casi amateur. Este apartado no sólo le saca bastante verosimilitud sino que en más de una ocasión parece un chiste mal contado. Rouge Amargo usa una estructura de manual a la hora de afrontar el género policial, eso de por sí no está mal, el problema es que en esa búsqueda se toma a sí misma demasiado en serio. Por este motivo la estructura maquetada se convierte en sucesión de clichés y se pierde el núcleo emocional de la historia.
Por favor... BASTA! Finalmente lo que se preveía desde el trailer de esta Scary Movie 5 se confirmó. Lo que fue el peor trailer en lo que va del año anticipó lo que es el peor estreno en lo que va del año (y eso que competía en este galardón con ¿Y Dónde está el Fantasma?). La fórmula de la saga Scary Movie se agotó hace rato, más precisamente luego de la primera, sin embargo, aún las anteriores contenían algo tan básico como una historia. Más allá de resultar divertidas o paupérrimas, con referencias paródicas logradas o vergonzosas, tenían un hilo conductor que de alguna manera cosía las escenas que hacían referencia a las películas elegidas. Acá la historia no aparece, todo parece un zapping entre parodia y parodia. La cartilla de films usados en este caso deja ver el tiempo de pre-producción que tuvo el film sobretodo en cuanto a guión. Parodiar a Mamá (sería en este caso el argumento troncal si es que lo hay) siendo que se estrenó en Enero de este mismo año y hacer referencias a Posesión Infernal estrenada hace menos de dos meses en Estados Unidos da cuentas que hicieron el escrito en tres días e inmediatamente salieron a rodarla en digamos, cinco días más. Los resultados están a la vista, nada cierra por ningún lado. Si dentro de todo este sinsentido la película aunque sea resultara graciosa tal vez podría defenderla desde algún punto pero la realidad es que los gags hablan de un grado de subestimación intelectual hacia el espectador que resulta ofensivo. Es increíble que este film exista y por otro lado es difícil de comprender que se haya gastado dinero en realizarlo. En este malogrado collage hay lugar para chistes sobre estereotipos que incluyen chistes sobre negros, chistes sobre latinos y chistes sobre lesbianas, todo con el grafismo más absoluto y el asesinato total y definitivo de la sutileza. También hay situaciones en cámara rápida y con fotogramas faltantes a lo Benny Hill. "Debe ser en cámara rápida, al público le gusta porque es divertido" sentenciaba Homero Simpson cuando editaba una película junto a Mel Gibson. Creo que se entiende hacia dónde va la referencia. Decir que Scary Movie 5 es una película que debería haber ido directo a DVD sería una falta de respeto al formato hogareño de mi parte. Scary Movie 5 es un insulto al cine y como amo el cine pido a los responsables, por favor... Basta!