LA PARADOJA RIZZUTO En 2013 Nada es lo que parece, una película menor pero de ritmo sostenido y elenco eficiente, se transformó en un éxito de taquilla bastante sorpresivo. El grupo de magos que eran convocado para llevar adelante un acto justiciero era además una especie de puesta al día de la historia de Robin Hood, un relato que mostraba una buena cantidad de trucos y un elenco altamente carismático encabezado por Mark Ruffalo, que contaba con la participación de un par de veteranos venerables de esos que te hacen creer todo lo que pasa en la pantalla, Michael Caine y Morgan Freeman. Tres años después de aquel éxito llega la segunda parte, que retoma la historia un año después, nuestros héroes están en el exilio, los villanos de la historia cumplen su castigo pero algo está por pasar que va a poner en movimiento de nuevo a Los Jinetes. Sobra decir que como corresponde a una buena segunda entrega, se trata de volver a contar a la misma historia porque Hollywood sabe la gente quiere ver una y otra vez lo que ya conoce de memoria. Lo cierto es que lo que en el primer film resultaba fresco y novedoso, en esta resulta más de lo mismo. Una de las cosas que no funciona en Nada es lo que parece 2 son las historias personales, que dicho sea de paso tampoco funcionaban demasiado en la primera, solo que si esperan sostener lo zaga lo más lógico sería que los guionistas se preocuparan por darle a los personajes algún desarrollo, pero no, el foco está centrado en la parafernalia, con mucho ritmo y nada de sustancia. Mientras miraba a Los Jinetes llevar adelante su historia me puse a pensar en cuál era el problema de una película que teniendo la magia como tema carece de ella. Es que ademas de la famosa suspensión de la incredulidad que pregonaba Samuel Taylor Coleridge, la magia necesita cierta honestidad del mago. Y eso no aparece por ningún lado. También me acordé mientras veía la película –¿se nota que daba para perderse en disquisiciones varias?- de la historia del mago Rizzuto que solía contar Alejandro Dolina. Rizzuto andaba con una galera en distintos escenarios tratando de sacar una paloma de ella. No tenía ninguna cosa preparada, ningún doble fondo, ningún artilugio y por supuesto, ninguna paloma. El resultado de sus presentaciones era que la gente lo abucheaba porque cuando llegaba el momento, no salía ningún ave de su galera. Una noche, después de que varios magos hicieran sus gracias, Rizzuto salió a escena y esa noche sí salió una paloma de su galera, había ocurrido el hecho mágico real pero el público apenas le dedicó un aplauso tibio y desganado. La conclusión de Dolina era que las muchedumbres prefieren un arte hecho de trampas aparatosas que los milagros puros. Tal vez eso explique la existencia de películas como Nada es lo parece 2. NADA ES LO QUE PARECE 2 Now You See Me 2. Estados Unidos, 2016. Dirección: Jon M. Chu. Intérpretes: Mark Ruffalo, Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Dave Franco, Morgan Freeman, Michael Caine, Lizzy Caplan y Daniel Radcliffe. Guión: Ed Solomon. Fotografía: Peter Deming. Música: Brian Tyler. Edición: Stan Salfas. Diseño de producción: Sharon Seymour. Duración: 129 minutos.
HAY QUE PASAR EL INVIERNO Si, es un film más de parejas desparejas. Otra vez la historia de dos sujetos puestos a trabajar juntos cuando su relación es forzada por la circunstancias y de resultados improbables, bha, buddy movie, una de verano para los Estados Unidos. En principio digamos que nadie espera nada de estas comedias e incluso podría decirse que todos esperan que sean una más. La buena noticia es que Un espía y medio está bastante por arriba de la media de estas películas. Dos compañeros de secundario, uno víctima del bullying de sus compañeros, humillado en la ceremonia de graduación de una manera que pocos seres humanos sobrevivirían, el otro era la estrella de la secundaria, el alumno de más futuro de su generación con una novia que era la reina del colegio. Así empieza Un espía y medio, con Bob (Dwaybe Johnson) siendo humillado ante una multitud y con Calvin (Kevin Hart) saliendo en su defensa. Veinte años después Bob es un letal agente de la CIA, que se encuentra en el medio de una misión y Calvin está atascado en una oficina donde no siente que haya algún futuro y su matrimonio con la reina del colegio está envuelto en una rutina que se parece a un callejón sin salida. Los dos ex compañeros vuelven a verse en los días previos a la reunión de veinte años de egresado y lo que empieza con un reencuentro supuestamente casual desemboca rápidamente un una aventura con corridas, peleas y el desenlace con ambos comprometidos en salvar al mundo. La película tiene ritmo y gracia porque sus dos protagonistas se meten de lleno en sus personajes y no es que Hart haga su numerito de comediante (que lo hace y muy bien) y Johnson ponga solamente el cuerpo para la escenas de acción (que también lo pone, por supuesto). Los momentos en que el personaje de The Rock se muestra como fan de las películas de John Hughes son dignas de verse. Entonces, Un espía y medio es una de las películas del verano (de ellos), sí y acá llega justo para ayudarnos a pasar el invierno con bastante acción, humor y un dúo que da gusto ver en la pantalla. No es poco UN ESPÍA Y MEDIO Central Intelligence. Estados Unidos, 2016. Dirección: Rawson Marshall Thurber. intérpretes: Dwayne “The Rock” Johnson, Kevin Hart, Amy Ryan, Danielle Nicolet, Aaron Paul, Jason Bateman, Ryan Hansen. Guión: Ike Barinholtz, Dave Stassen y Rawson Marshall Thurber. Fotografía: Barry Peterson. Música: Ludwig Göransson y Theodore Shapiro. Edición Brian Scott Olds y Michael L. Sale. Duración: 107 minutos.
EL SCREEWBALL ESTÁ VIVO Y ES ARGENTINO Un chiste al pasar en una cena de parejas enciende el motor de historia. La idea la tira en la mesa una amiga de la protagonista y es la siguiente, existen famosos, estrellas del espectáculo o de la música, con los que se puede tener sexo estando uno en pareja sin que el encuentro pueda ser considerado una infidelidad. Cuando Camila (Lali Espósito) escucha la teoría le dice a su novio Mateo (Martin Piroyansky) que si él logra tener sexo con su permitido ella lo aplaudiría. En la escena siguiente Mateo se cruza accidentalmente con Zoe del Río (la extremadamente bella Liz Solari) y comienza una historia disparatada en la que se ponen en juego distintos conceptos de pareja, sobre la vida, sobre los medios. Para sumarle confusión a la cosa Camila se va a topar con su permitido, el actor Joaquin Campos, interpretado por Benjamin Vicuña, que se carga al hombro una auto parodia desopilante y se luce además porque uno de los mejores chistes de la película. Todo esto sin que baje en ningún momento el ritmo infernal del relato. El quinto largometraje de Ariel Winograd (Sin hijos, Vino para robar, Mi primera boda, Cara de queso -mi primer ghetto-) tiene destino de éxito popular y la buena noticia es que las herramientas con que lo construyó son nobles y están vinculadas a lo más clásico del cine. En los años treinta nació un género en Hollywood que se conoce como películas de re matrimonio o screewball. Son comedias alocadas, con personajes femeninos fuertes, con tramas disparatadas y que terminan generalmente con el reencuentro de la pareja protagonista. Permitidos es claramente un film que pertenece a ese género, lo homenajea y lo respeta. No es la primera vez que en la filmografía de Winograd se refleja su amor por el cine clásico o por el imaginario de ciertos grandes directores como Blake Edwards en Vino para robar. En este caso, claramente el referente es Billy Wilder. Pero si Permitidos funciona como funciona es porque todo está en armonía y los interpretes de lo que Winograd cuenta saben de comedia tienen un ritmo envidiable para el asunto. Lali Espósito y Piroyansky son la pareja ideal y de ahí para abajo todos están bien y se lucen como corresponde a esas historias que siempre envidiamos en las que hasta el último de los personajes es interesante y tiene un mundo propio. Pasa con Pablo Rago y el médico inescrupuloso que interpreta y con Maruja Bustamante, una figura del under y del off Corrientes transformada en una fan a la que el galán que interpreta el galán Vicuña le mete una orden judicial que le prohíbe a la desquiciada acercarse a menos de quinientos metros. Permitanse ver Permitidos, que la van a pasar bomba. PERMITIDOS Permitidos. Argentina, 2016. Dirección: Ariel Winograd. Guión: Gabriel Korenfeld y Julián Loyola. Elenco: Lali Espósito, Martín Piroyansky, Liz Solari, Benjamín Vicuña, Guillermo Arengo, Anita Pauls, Gastón Cocchiarale, Maruja Bustamante, Abel Ayala, Pablo Rago.Producción: Ricardo Freixa, Joana D’Alessio y Nathalie Cabiron. Duración: 116 minutos.
PRUEBA SUPERADA Los cazafantasmas tenían más para perder que para ganar. Desde que empezaron los rumores de un regreso, se instalaron diferentes polémicas que arrancaron desde la participación o no de su elenco original y la sorpresa cuando se supo que esta vez las protagonistas serían mujeres. A la hora de la verdad, con la película ya está en los cines de todo el mundo, se acabaron las especulaciones y las poelémicas prematuras porque hay que decir que las chicas sortearon con dignidad la dificil prueba. La selección de comediantes como Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Leslie Jones y Kate McKinnon, es inobjetable, sin duda son el motor de la película y a algunas ya las vimos lucirse en otros trabajos, solo para mencionar un ejemplo, ahí están Melissa Mc McKarthy y de Kristen Wiig, que con la dirección de Paul Feig en Damas en guerra volvieron a confirmar que sin ninguna duda sonestrellas dentro del género. Lo cierto es que el relato está asentado sobre un conjunto de buenas decisiones, como la de no hacerse mucho cargo del pasado de la franquicia -aunque respeta a la original dirigida por Ivan Reitman y claro, deja abierta la puerta para una nueva etapa en la zaga-, algo que queda muy marcado con los cameos en los que aparecen los actores originales. Todo en la Cazafantasmas versión 2016 funciona bien, hasta el espacio para verduguear a los galanes actuales como el papel que le reservan a Chris “Thor” Hemswort como hombre objeto, algo así como un “rubio tonto”. Sin embargo, más allá de los aciertos, la apuesta fue bastante a lo seguro y está claro que lo mas revulsivo de lo que se conoce como Nueva Comedia Americana quedó para otra ocasión. Habrá que ver si los números ayudan y la gente acompaña. Para los viejos seguidores de la marca que se animen a vencer la nostalgia, se van a encontrar que se mantuvo el espíritu, habrá que ver si se suman nuevos fans. CAZAFANTASMAS Ghostbusters. Estados Unidos, 2016. Dirección: Paul Feig. Intérpretes: Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Leslie Jones, Kate McKinnon, Chris Hemsworth, Charles Dance, Michael Kenneth Williams, Ed Begley Jr. y Andy Garcia. Guión: Katie Dippold y Paul Feig. Fotografía: Robert Yeoman. Edición: Brent White y Melissa Bretherton. Música: Theodore Shapiro. Diseño de producción: Jefferson Sage. Duración: 117 minutos.
Cuántas sagas puede uno seguir a lo largo de la vida? ¿Cuántas veces está uno dispuesto a ver la misma historia con apenas unas pocas variantes a largo del tiempo? Han pasado catorce años desde que los integrantes de este grupo de animales a punto de extinguirse apareció en la pantalla grande y desde ese día, vienen escapándose del apocalypsis y desde hace catorce años la ardilla Scratt persigue a su bellota. Bueno todos tenemos una bellota que perseguir y eso forma parte de la vida, así que la ardilla se ha transformado a lo largo de los años en uno de los personajes del cine de animación con los que uno puede sentir cierta empatía. Pero lo cierto es que en esta saga, cada nueva entrega es más pobre y más ñoña, aunque sí, la secuencia inicial de la ardilla y su bellota esta vez alcanza niveles planetarios y es de una efectividad aplastante. era-hielo-5-655Esta vez la película se centra en la familia de Mamuts y en una lluvia estelar que amenaza con extinguir la vida tal cual la conocen los protagonistas. Hay mucha acción física y hasta un breve momento lisérgico de inspiración hippie, ráfagas de imaginación de un relato plano, adocenado. Las buenas escenas musicales son atractivas, pero claro, no vamos a descubrir ahora la excelencia de esta clase de productos que nos llegan con cierta periodicidad y que estas vacaciones de invierno convocaran cientos de miles de espectadores, aunque los críticos les digamos al público que es un poco mediocre esta entrega y que por ahí ya está bien con La era del hielo y que quizás ya sea tiempo de pasar a otra cosa. 2ojookmedio.jpgLA ERA DE HIELO: CHOQUE DE MUNDOS Ice Age: Collision Course. Estados Unidos, 2016. Dirección: Michael Thurmeier y Galen Tan Chu. Guión: Michael Wilson, Michael Berg y Yoni Brenner. Fotografía: Renato Falcão. Música: John Debney. Edición: James M. Palumbo. Dirección de arte: Michael Knapp. Duración: 94 minutos.
Apenas unos días después de que un par de generaciones cinéfilas sintieran que una parte de su niñez se iba junto a Bud Spencer, se estrena esta película que recupera el espíritu de las películas con parejas improbables, pero lo más importante, recupera la década del setenta para una historia donde el cruce de géneros no parece acabarse nunca. Dos detective privados, uno como tipo que se gana la vida golpeando gente para hacerle llegar mensajes explícitos (interpretado por un desopilante Ryan Gosling) y el otro que trabaja en el cuidado de jovencitas (Russel Crowe), se unen para buscar a una joven actriz porno con ideales ecologistas. La búsqueda se hace a través de Hollywood mientras se entrecruzan la mafia de Las Vegas, el mundo del cine porno, la industria automotriz de Detroit y en suma, los intereses de los Estados Unidos de América que ya sabemos que hoy pueden estar representados por la United Fruit y mañana por la producción de autos. A todo esto, la madre de la chica que buscan los protagonistas es una importante funcionaria de Justicia de los Los Angeles, nada menos que Kim Bassinger. dostiposA lo largo de la película, Crowe y Gosling se divierten y divierten al espectador con una aglomeración de golpes, persecuciones, muertes al paso y grandes momentos de comedia. Las referencias de época y los chistes cinéfilos alcanzan hasta para que Gosling muestre su veta de comediante, homenajeando a Lou Costello. El director Shane Black ya demostró como director con títulos como Entre besos y tiros o como guionista de Arma mortal y El último Boy Scout, entre otros títulos, que definitivamente sabe cómo entretener. Quizás al espectador de gustos más selectos estaría más cómodo si el film se definiera como una parodia de aquel cine conspiranoico de los setenta o en todo caso, la mirada un cínica hacia todo aquello. Pero no importa, porque Dos tipos peligrosos hace que uno salga del cine con una sonrisa, como cuando terminaban aquellas películas menores en las que Bud Spencer hacia de Bambino y repartía piñas de manera contundente. 4ojookDOS TIPOS PELIGROSOS The Nice Guys. Estados Unidos, 2016. Dirección: Shane Black. Elenco: Ryan Gosling, Russell Crowe, Matt Bomer, Kim Basinger, Angourie Rice y Margaret Qualley. Guión: Shane Black y Anthony Bagarozzi. Fotografía: Philippe Rousselot. Edición: Joel Negron. Duración: 116 minutos.
El último chiste de Shyamalan Dijo en estos días el colega Gustavo Noriega, que uno nunca termina de entender si Shyamalan no nos está tomando el pelo con sus películas. La frase no es aplicable a todas, pero es cierto que para sobrellevar alguna de los últimos títulos del director norteamericano de origen indio se necesita suspender la incredulidad hasta límites imposibles. Pero en este caso Shyamalan no es del todo el responsable del gigantesco chiste, porque la historia de El último maestro del aire no es de él sino que proviene de un popular dibujo animado para niños. No tiene mucho sentido tratar de explicar la base del relato porque es un galimatías que oscila entre lo obvio y lo ridículo. La película, que es grandota y se hace pesada aunque no es tan larga, no se sostiene ni siquiera por los espectaculares efectos especiales en 3D. Diálogos forzados y ampulosos, gravedad, trascendencia de pacotilla y todo lo que una película de aventuras no debe tener, se acumula en El último… Da pena ver mezclados en este sin sentido a Kathleen Kennedy y Frank Marshall, que supieron ser productores de grandes películas del género. El final amenaza con una segunda parte, que si Dios existe, no se filmará.
Asomándose al infierno Puerta 12 fue el primer filme de Pablo Tesoriere y en él el director miraba hacia el pasado tratando de desentrañar las razones de la tragedia ocurrida hace años en la cancha de River. El paso inmediato debía ser si ó sí este estudio de la violencia en el fútbol. Futbol violencia S.A. es un descenso a los infiernos del negocio del deporte, ese espectáculo cada vez más caro, que obliga al hincha a vivir incómodo los partidos, a ser esquilmado por los trapitos que rodean las calles aledañas de los estadios, a los vendedores de los patys y los panchos más caros del mundo, de los policías malhumoradas que palpan de armas pero que además los carajean, les tiran los caballos encima, y que en suma, maltratan a todo el mundo. Las entrevistan del film cubren todo el espectro de los involucrados en el tema, desde periodistas a funcionarios y ex funcionarios, directivos, pero sobre todo los familiares de las víctimas de la violencia en las canchas. Esos familiares son junto a los dirigentes de Newells Old Boys, un caso que el director tuvo la suerte de poder seguir paso a paso, el centro de este documental que se abre a un tema que uno sabe que es más amplío, incluso de lo que aparece en pantalla. El fútbol es un gran tema ausente en la historia del cine argentino y de alguna manera, los documentales de Tesoriere empiezan a subsanar ese vacío.
Comedia fumeta El cine marihuano no tiene mucha historia en nuestro país y acaso Pájaros volando sea una película destinada a abrir ese camino. José (Diego Capusoto) y Miguel (Luis Luque) son primos y fueron estrellas de rock, bueno en realidad pegaron con un hit en los ochenta y eso no les alcanzó ni para ser Miguel Mateos. Hoy, José atiende el teléfono en una remisería, vive con el padre que es tanguero y sale con chicas que tienen menos edad que José. Miguel está en Córdoba en un poblado entre hippie y esotérico, vendiendo muñequitos de extraterrestres y esperando que los extraterrestres se lo lleven de viaje. En el comienzo se ve la miserable vida de José que sigue con una banda de rock tocando en boliches de mala muerte por lo que cuando es convocado por su primo para que vaya a Córdoba con él, luego de una noche particularmente desastrosa, José acepta el convite y se va en busca de los extraterrestres. Las películas de culto se toman o se dejan, no hay nada que uno pueda decir que penetre la caparazón del fanático que es incapaz de encontrar una falla en el objeto a adorar. Pájaros volando es para fanáticos del ¿género? marihuano, y de Capusotto. Los fanáticos de ambas cosas estarán de parabienes. Los cameos que se han contado ya por todos lados, la participación de Victor Hugo Morales, los efectos digitales berretas, las citas a distintas películas de culto, que a veces funcionan y a veces no, son un regalo para los espectadores. No hay mucho más para decir, solo resta tomar el morral y entrar en el juego.
Autoridad y moral Nada peor que perder la fe y el sentido de lo que uno hace en la vida. Ese es el problema de Cristi, un joven policía que en el medio de una misión pierde el norte, se empieza a preguntar que está haciendo y siente que su misión está mal y que carece de sentido. La misión de Cristi es seguir a un adolescente que supuestamente fuma marihuana algo que según la ley rumana se castiga con una cantidad de años de cárcel que a Cristi le parecen demasiados. Los días van pasando y Cristi va plasmando en el informe que debe escribir para su jefe las impresiones que le causa el seguimiento del adolescente. Pero poner en duda esa parte de su vida afecta el resto de la vida de Cristi. Todo se va desarrollando hasta llegar a un increíble debate dialéctico con su jefe que le hace traer un diccionario a su secretaria para discutir con Cristi aspectos morales, legales y linguísticos que se disparan a partir de las dudas que lo asaltan al policía. Dudas que introducen el germen del caos en la sociedad rumana. Hay que ver la película para enterarse que decisión toma Cristi. El cine rumano hoy es toda una garantía de novedad y de rigor y el director de esta notable historia es Corneliu Porumboiu, el mismo que hace un par de año nos deslumbró con Bucarest 12:08 y este año se llevó todos los elogios posible en el Bafici por ésta películas.