Rascacielos: En llamas pero en pie. The Rock salta a un edificio en llamas para probarle al mundo que puede ser el nuevo Tom Cruise. Rascacielos promete una base más que tentadora: The Rock buscando rescatar a su familia en el edificio más alto del mundo mientras mercenarios invaden y comienzan un incendio. Aunque con una premisa así, e incluso con tan buen protagonista, son muchos incontables los ejemplos de decepciones que año a año le hacen mal al ya baqueteado nombre del género de acción. Lo que hace un tanto particular a Rascacielos, es que se trata de un proyecto de The Rock que no intenta combinarse con una comedia, sino que apunta a exprimir su carisma en el papel de héroe puro de acción que a pesar de estar en aprietos encuentra los momentos para tirar algún que otro one-liner. Aparte de protagonizar, el luchador convertido en actor se encarga de estar muy metido en la producción de la película, y seguramente sea una declaración de su parte para avisarle al mundo de que no solo es la estrella de cine más rentable de la actualidad sino que esta listo para ser el nuevo Tom Cruise. El resultado es una película que entrega estúpida y entretenida acción pero que va más allá no dando el último paso hacia la completa ridiculez, sino que es un honesto intento por entregar una sólida película de acción clásica. El film tiene un arranque incierto, donde se siente lo serio que es comparado con los proyectos de The Rock que agregan comedia sin pudor, pero por suerte la acción no se hace esperar demasiado. Además, Johnson es el único protagonista actual de acción que puede sostener con su carisma un comienzo que intenta verdaderamente establecer personajes. Porque aunque no van mucho más allá, la realidad es que la película logra establecer otros personajes más allá de su protagonista. No llegan a desarrollarse a tal punto, pero ciertamente las escenas sin Johnson igualmente se sienten como su propia película de acción sobre una familia atrapada en una guerra de mercenarios multimillonaria, un mérito gigantesco siendo que es usual en los films del género que el interés baje a cero cuando no esta su protagonista en pantalla. La película juega con las expectativas y tiene en mente satisfacer incluso a los fanáticos del género, afortunadamente Rascacielos cuenta con muy buenas secuencias de acción, bien distribuidas y sobre todo tan entretenidas como inventivas. La decisión de que el personaje de The Rock tenga una prótesis en la pierna podría haber sido algo superficial que no tenga peso real pero prácticamente todas las escenas de acción tienen en mente las dificultades y posibilidades que trae la pierna ortopédica de su protagonista. Mientras trata de salvar a su familia, el personaje principal va a volverse una mezcla entre John McClane, Tom Cruise, algo de Schwarzenegger y hasta McGyver, todo dentro de un The Rock tan carismático y gigantesco como siempre. Comedia o no, el público definitivamente va a encontrarse con unas cuantas risas, algunas por lo ridículas que son las secuencias de acción, pero todas calculadas y buscadas por la mente creativa del director Rawson Marshall Thurber (Pelotas en Juego, con Vince Vaughn y Ben Stiller). Logra mantener en todo momento un tono de seriedad que de todas maneras se sabe irreverente, y no tiene miedo alguno de moverse dentro de esa delicada área entre la tensión y el entretenimiento pochoclero puro. Es una cinta recomendable para cualquiera que se vea tentado por la propuesta de el edificio más alto del mundo como arena para una película de acción pura con un The Rock como protagonista. Si nada de eso te llame la atención seguramente esto no sea para vos, mientras que si uno se encuentra en la duda puede estar tranquilo que Rascacielos se encarga de estar a la altura.
Te Atrapé: La amistad se trabaja jugando. Un grupo de amigos juega el mismo juego de la mancha durante el mes de Mayo desde hace más de 20 años para mantener su cercania. Que una comedia encuentre las risas que busca en el espectador suele ser algo independiente de la calidad de la producción, y depende mucho de cada uno. Por eso siempre ayuda que venga acompañada de otro género. La ruta mas transitada suele ser la de las comedias romanticas, pero en este caso Te Atrape decide centrarse en la amistad más que en el romance, mojando además sus pies en otro de los grandes aliados modernos de la comedia: la acción. La película comienza sin tiempo que perder, con una introducción rápida y superficial del asunto, sabiendo que profundizara sus personajes durante el desarrollo de la trama. Los protagonistas son un grupo de amigos que desde hace más de 20 años juegan todos los meses de Mayo un mismo juego de “la mancha”, usandolo como excusa para mantener una presencia relativamente constante en la vida de los demás a pesar de que todos vivan en estados diferentes, y este año parece ser el último: uno de ellos anuncia que esta por casarse y que este Mayo será el último que juegue. El apuro con el que introduce su idea básica es también bastante ambicioso en querer introducir a la audiencia en poco tiempo y con pocas palabras no solo una práctica tan particular, sino también a un grupo de personajes que estan dispuestos a llevar a cabo algo asi año tras año. Se trata de una estructura narrativa que recuerda a la serie Community, en la que el creador de Rick & Morty se las arreglaba para crear escenarios ridiculos con reglas precisas en los que soltar a un grupo de personajes lo suficientemente realistas como para desarrollar dramas personales pero apropiadamente locos como para meterse en algo así en primer lugar. El elenco es un rejunte de nombres destacados de la comedia estadounidense como Ed Helms (la saga Hangover y The Office U.S.) o Isla Fisher (Now You See Me), combinados con cameos un poco más substanciales de lo usual (Thomas Middleditch de Sillicon Valley y Rashida Jones) y dos nombres fuertes no particularmente destacados por su, siempre buen, trabajo en comedias: Jon Hamm y Jeremy Renner. Aunque Hamm esta impecablemente casteado y realiza una labor más que correcta, es Renner quién toma esta oportunidad para brillar en el rol del ser humano que mejor juega a la mancha en la historia. Otro punto en común con Community es en la combinación de acción y comedia que ofrece. Ahora que la gran mayoria de las comedias son grabar actores improvisando continuamente hasta armar algo semejante a una película en post-producción, Te Atrape decide controlar la improvisacion para utilizarla en momentos puntuales y concentrarse en desarrollar personajes bien definidos con una trama sostenida en su guion. Esto le permite crear escenas con actuaciones casi coreografeadas, sumandoles también secuencias en la que la coreografia ya cruza hacia el lado de la acción. Escudado por un gran elenco que trabaja en los papeles justos, el guion mantiene un buen ritmo intercalando flashbacks, introspección de sus protagonistas y acción que va avanzando la trama. A pesar de que es notable que se trata del debut de su director Jeff Tomsic, también se ve una intención y visión muy puntuales. Se trata de un proyecto timidamente comparable con el trabajo del director inglés Edgar Wright (menos el brillante montaje) aunque definitivamente con algunos vicios del sistema de estudios hollywoodense. La poca experiencia de su director y un equipo tecnico acostumbrado a las comedias de improvisación constituidas enteramente por visuales estáticas seguramente hayan conspirado para que la ambición este con correa. Aún cuando por momentos la producción logre liberarse un poco, termina revelando algunos pasos en falso como varias escenas de bosque que parecen grabadas en el set de un sketch sobre la jungla. La persecución con cámara en mano por los departamentos cerca del principio del film sirve como ejemplo perfecto: sin la preparacion extenuosa de un director experimentado era imposible que un equipo técnico alimentado a base de fotografía televisiva y planos-contraplanos logre llevarla a cabo de forma satisfactoria. Quizás la cinta pueda resumirse en dos de los actores de los que aún no hemos hablado: Hannibal Buress (The Eric Andre Show y Spiderman: Homecoming) y Jake Johnson (New Girl, Jurassic World). Dos actores relativamente nuevos con varios años de experiencia y tonos verdaderamente particulares que hacen exactamente lo que saben hacer. Johnson interpreta personajes que realmente parecen imposible de interpretar de forma tan justa por otros comediantes, mientras que Buress le da a cada uno de sus papeles una cualidad monotona y rozando lo hipnotico. Diría que esta película puede describirse casi de la misma forma que ellos: son precisos, particulares y que su humor te termine enganchando esta bastante librado al azar. En los momentos finales el film toma unos riesgos que podrán sentar bien o mal, pero que terminan siendo adecuados y sobre todo estando justificados por el espíritu en general de la cinta. Es una película sobre la lucha de la amistad y el espiritu de juventud por resistir todos los golpes de la adultez. Una gran propuesta, con buenos actores y una historia que merece todo el aprecio que consiga.
Sicario 2 – Soldado: Vivir para perder otra batalla. Benicio del Toro y el guionista nominado al Oscar Taylor Sheridan vuelven a convertir la lucha de E.E.U.U. contra los carteles mexicanos en una batalla mitologica. La gran mayoría de las secuelas son recibidas con instantáneas negativas. Aún cuando forman parte de una planeada trilogía no terminan salvándose de esa sensación popular de que tan fácil puede terminar siendo la mejor como la peor de las tres. No hay porque dudar más de la calidad de un film solo porque se trata de una continuación, aunque es verdad que a una segunda parte se suma el reto de retomar una trama y personajes ya establecidos para otra historia diferente. Justamente las secuelas que logran hacerlo satisfactoriamente y asimismo recontextualizarlos para crear algo valioso terminan siendo especialmente celebradas por haber conquistado un reto tan mayúsculo. Lamentablemente este no es uno de esos casos. Lo mejor que alguien puede sacar de Sicario 2 es verla como un buen ejemplo de como no realizar una secuela. Regresamos a dos de los personajes principales de la Sicario original, interpretados por Josh Brolin y Benicio del Toro. El mayor cambio es que a pesar de su importancia, solían ser personajes satelitales girando alrededor de nuestra protagonista mientras que en este caso toman la batuta y se convierten en definitivos protagonistas del film. Los carteles mexicanos comienzan a ingresar terroristas del medio oriente a Estados Unidos por medio de la frontera del sur (el guion decide justificarlo con una frase al voleo que pregunta retóricamente si sabemos lo que se disparo el precio de la cocaína tras el ataque a las torres gemelas), dándole al gobierno norteamericano la excusa para poner a los carteles en su lista de terroristas y autorizar a Brolin a darle rienda suelta a cualquier método para combatirlo, no importa lo peligroso, ilegal o destructivo que sea. Eso solo significa una cosa: Benicio del Toro. Como rápidamente podrán sospechar, durante la película habrá varias instancias en las que la audiencia debe renunciar a todo semblante de cuestionamiento para con los hechos en pantalla, no importa lo difícil que sea tomarlos en serio tan fácilmente. El guionista Taylor Sheridan, actor de televisión (Veronica Mars, Sons of Anarchy) devenido a escritor nominado al Oscar (Hell & High Water, Wind River), regresa al mundo que creo en su primer guion y da el primer paso en falso en su carrera como guionista. Aunque por momentos hay destellos de su calidad, en lineas generales y puntualmente en momentos claves, este es un guion que pide demasiado del espectador sin terminar dándole mucho a cambio. Pide que hagamos vista gorda a los tantos detalles cuestionables cuando ni siquiera los aprovecha para contar una trama que logre general más que un relativo entretenimiento. Se trata de un film que buscan tensión y sorpresas, pero más fácilmente encuentre cuestionamientos decepcionados e incluso alguna que otra risa incrédula. En esta segunda parte ya no esta la intrigante inventiva de Villeneuve en la dirección, la tensión del soundtrack de Johannsson ni la bella profundidad de Deakins en la fotografía, por lo que la frágilidad de la trama esta desnudada por una dirección y fotografía que luchan por mantenerse a flote de lo decente. En cuanto a la banda sonora, parece evidente por la extrema similitud que el nuevo compositor se encontro respetando en demasía el trabajo del fallecido Johannsson, pero ciertamente no ayuda el hecho de que el estruendoso bajo se repita una y otra vez (no extrañaría que se utilice más de 10 veces durante la película). ¿Quién podría culparlos? La derivativa banda sonora es el único elemento capaz de generar algún tipo de tensión en el espectador, algo letal para una producción que apunta a la tension como su mayor arma de entretenimiento. Por todo esto es que Sicario 2 falla no solamente como secuela, sino como película. Se queda corta en todas sus bondades y ofrece muchísimas debilidades para soportar durante sus poco interesantes dos horas. Lo mejor que podemos sacar de esta secuela es utilizarla para recordarle a la gente ver la original, merecidamente una de las películas más aclamadas del año 2015. Esta segunda parte, aunque no es terrible, sufre uno de los peores pecados cinematográficos: la mediocridad.
Jurassic World 2: Redención y Diversión Jurásica. Después de un decentemente mediocre reinicio de franquicia, el director de “El Orfanato (2008)” devuelve la saga al constante entretenimiento y ocasional excelencia que la caracteriza en nuestra memoria. La opinión de la primera Jurassic World varía dependiendo de que tan necesitado estaba uno de la nostalgia que llevó a Chris Pratt y Los Clonosaurios a recaudar más de un billón y medio de dólares, coronándose como la segunda película más taquillera de 2015. Esta vez la secuela dista bastante de su mediocre original, reuniendo toda la habilidad que su director J.A. Bayona mostró en cada una de sus anteriores películas (El Orfanato, Lo Imposible e incluso A Monster Calls) y, llevando a su máximo potencial, un guion bastante más ambicioso que el de su paupérrima primera entrega, aunque definitivamente igual de irregular. La trama enfrenta y lleva más allá las consecuencias no solo de la primera entrega sino de la tecnología que permite llevar a cabo una propuesta tan ridícula como la clonación de dinosaurios. No importa que tan cerca o lejos quieran estar del tema sus protagonistas, rápidamente todos volverán a esa isla a poner sus vidas en riesgo. Esta vez no solo estarán acompañados de los dinosaurios: la misma Isla Nublar se encuentra a punto de hacer erupción. Al comprender las herramientas y técnicas propias de “Jurassic Park”, y por lógica también de la mente maestra de Spielberg, el director logró no solo referenciar o recordar exitosamente sensaciones de los mejores momentos de la franquicia sino también permitirse recontextualizarlas efectivamente. No solo es una excelente secuela, se trata efectivamente casi de un reboot (en el mejor de los sentidos) de toda la franquicia, incluyendo la primera “Jurassic World (2015)”, al mismo tiempo que sirve como continuación de la misma. Si la anterior buscaba recordarnos la magia de la original, esta se envalentona y apunta a aplicar todos los hechizos propios del tomo mágico Spielbergiano. Es una cinta que se permite ser muchas cosas, con humor e incluso terror en su justa aunque ambiciosa medida, y que acaba sostenida casi totalmente por la habilidad de su director. No hay prácticamente escena o secuencia que no se encuentre ejecutada a la perfección, con los pocos puntos flojos siendo consecuencia de un irregular montaje y cuestionables decisiones creativas por parte del guion escrito en parte por el director de la primera, Colin Trevorrow. Otro gran nombre que regresa es el del gran compositor Michael Giacchino (colaborador de Pixar, J.J. Abrams, Star Wars y Star Trek, entre otros), que realiza con esta banda sonora uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Pero por supuesto los regresos más importantes son los del elenco: a Chris Pratt y Bryce Dallas Howard se les suma Jeff Goldblum, con un breve cameo más substancial que lo que uno podría sospechar en un principio. La cinta logra sacarle a Pratt casi todo el jugo posible, entregando casi todo el potencial cómico y protagónico con el que se lo suele asociar (algo que no termina concretándose en casi ninguna de sus películas), mientras que el personaje de Dallas Howard vuelve a ser el centro de una trama que los tendrá siempre en el medio de la acción, aún cuando se vean relegados en pos de la trama en general a manos de un protagonista inesperado. La primera parte de la película apuesta por el espectáculo monumental, mostrando una épica de lava y dinosaurios, mientras que la historia va evolucionando a lugares más pequeños hasta encontrarse en un último tercio siendo prácticamente una cinta de terror minimalista con nuestros protagonistas encerrados con el dinosaurio más letal hasta ahora. Dispone de la diversión que la primera ofrecía a cuenta gotas y la lleva a un punto de ebullición para luego cambiar completamente y entregar un desenlace adrenalínico e íntimo a la vez, con los suficientes giros y planteos que hacer anticipar de gran manera la espera por una eventual tercera parte. Entre el excitante espectáculo del principio y las tensiones finales definitivamente hay un lamentable medio de película que deviene en algo tan poco interesante y mediocre como la Jurassic World original, pero incluso eso tiene las incógnitas y los condimentos suficientes para que sea fácil enfocarse en todo lo bueno que es el resto. Sin dudas una de las grandes opciones para disfrutar al máximo lo que puede ofrecer una sala de cine, con bondades que superan por mucho a sus defectos. Se trata de dos horas de puro entretenimiento con la excelencia suficiente por parte de su director como para olvidarnos de lo que vino antes y dejarnos emocionados por lo que va a venir después.
Crimen en el Cairo: Un noir egipcio con sabor argentino. Basada en hechos reales, una deliciosa ficción que coloca a un corrupto oficial encargado de resolver un misterioso asesinato mientras el país se encamina a las protestas civiles más importantes de su historia reciente. Crimen en el Cairo ya resulta una experiencia ajena a nosotros al tratarse de una colaboración entre Suecia y Egipto, pero aunque los símbolos de los créditos introductorios nos indiquen lo realmente lejana que resulta la cultura egipcia, inmediatamente esta ficción basada en hechos reales encontrará muchas maneras de resultar demasiado familiares para nosotros en Argentina. Es complicado de transmitir de forma simple, especialmente si uno cuida los ejemplos para mantener íntegros muchos de los detalles que forman algo tan especial, pero este es un trabajo con bastantes paralelos al cine nacional en su mejor forma. Sacando que trata hechos históricos estrictamente egipcios, llegaría al punto de decir que para hacer una remake argentina bastarían cambios mínimos. Para ver esto claramente basta con sentarse a verla, y afortunadamente vale la pena hacerlo. Una joven es asesinada en la habitación de un lujoso hotel, y pronto el oficial a cargo del caso se irá dando cuenta que poco les interesa a sus superiores que el mismo sea resuelto. Usando como disparador un crimen real y utilizando el marco de la protestas revolucionarias que tuvieron lugar en Egipto durante el 2011, es una historia ficcional que se asegura de retratar fielmente un país a punto de hacer ebullición utilizando una trama neo-noir que de a poco va mostrando la extensión de sus secretos. Es un mundo sin demasiada cualidad cinematográfica o hollywoodense, aunque tenga su apropiada porción de calidad técnica. Se trata de un relato que se siente brusco, sucio en el mejor sentido y cuya producción logró imbuir con una personalidad muy fuerte. Distintivamente literaria, como directo de una novela de detectives poco escrupulosos. Pero es mucho más que eso, un mundo con todas las bondades de una ficción con la profundidad necesaria para llegar a disfrutar incluso de los pequeños detalles pero que refleja fielmente un momento en la historia reciente de un país con heridas que nunca terminan de sanar. Se nota un esfuerzo consciente del guion y la dirección de mantener toda secuencia lejos de lo estático. Aún cuando nuestro protagonista llega a su casa para cenar solo esta acompañado de una televisión cuyas noticias nos adentra más en la realidad de Egipto en 2011. Ni siquiera los planos desde el interior de un vehículo se salvan de algún tipo de detalle que sirva para desarrollar (aunque sea mismamente) el mundo de la cinta, por ejemplo es raro ver uno de ellos que no muestre a personas cruzando mal la calle o con algún incidente casual que ocurre en la vereda. Los pequeños detalles abundan, y aunque en ningún momento descanse demasiado en ello, el film tiene un cuidado visual acorde con el trabajo en animación que venia realizando hasta ahora su director Tarik Saleh. Cada escena busca transmitir un mundo que se encuentra vivo y constantemente en movimiento, contrastandose con muchos trabajos de un noir más clásico dónde muchas secuencias se contentan en llenar largos momentos de silencio con su protagonista acompañando la soledad de su oficina solo con el humo de su cigarrillo. Aunque el protagonista en este caso este tan decidido a destrozar sus pulmones como todo detective clásico, sabe acompañarlo con un poco de todo. Lo más destacable de esta trama no tan especial es que fue construida alrededor de eventos reales pero cuenta también con suficientes condimentos como para interesar incluso a los menos interiorizados con el género, aún cuando los fanáticos del mismo sepan encontrarle algo más de gusto al film. El actor Fares Fares posee una postura fotogénica envidiable que crea inmediatamente un protagonista digno del género, con pocas palabras que dicen muchas cosas. Aunque sin dudas es este protagonista lo que convierte al film en un trabajo definitivamente noir, la historia esta repleta de elementos que, con su debido giro exótico, se encargan de cumplir excepcionalmente todos los requisitos necesarios: femme fatales, jóvencitas en aprietos, traiciones, poderosos que sirven como obstáculo, cigarrillos en la oscuridad e incluso un trasfondo de complejidad sociopolitica que le da a todo una textura por demás rica en detalles. Por demás curioso es que el extraño humor que de a poco se va tornando más oscuro y menos gracioso mediante avance la cinta, junto a la dinámica social retratada, dota a la realidad presentada con un carácter ineludiblemente similar a lo que idealmente encontramos en el cine nacional. Crimen en el Cairo es una producción egipto-sueca que tiene mucho más que ver con Argentina que con Suecia. Un mérito fascinante que termina de cerrar una fuerte recomendación, sustentada definitivamente por tratarse de un sólido policial que realiza exitosamente la difícil tarea de servir como un recuento histórico y un ejemplo perfecto del cine neo-noir.
Un Viaje Extraordinario: Una imposible historia real. El director de La Teoría de Todo y Man On Wire nos ofrece una desgarradora e increíble historia real, protagonizada por un trágico Colin Firth. Aunque el nombre de James Marsh estará siempre asociado al mejor documental de los 00s (Man On Wire), es realmente difícil ver está película sin pensar en el último trabajo de su director: La Teoría del Todo. Obtuvo casi 20 nominaciones entre Oscars, BAFTAs y Globos de Oro, con una lluvia de halagos coronados por un Eddie Redmayne que conquistaría todo premio por haber gracias a una soberbia actuación. Seguramente todos los involucrados en este nuevo proyecto esperen algo similar por todas las similitudes de este nuevo film, empezando por su protagonista ganador del Oscar. Colin Firth protagoniza la increíble historia real de un navegante amateur que se propone competir en la primer carrera en barco alrededor del mundo sin detenerse y con un solo tripulante a bordo. Lo que empieza como un hermoso sueño para probarse a si mismo, dar a conocer su empresa de accesorios de navegación y ser un ejemplo para sus hijos se transformara en una condena que lo obligara a enfrentar un reto imposible, poniendo un peso inconmensurable tanto en sus propios hombros como en los de su familia y esposa, interpretada por Rachel Weisz. Sin entrar en más detalles de la trama para mantener desenlaces desconocidos para aquellos que no estén tan familiarizados con la epopeya que tuvo lugar en la vida real, hay que decir que tal y como el viaje de su protagonista, la misma película se encargara de dar un par de fuertes timonazos inesperados cuando lo que parecía es que iba a mantenerse en el camino de lo normal y aceptable. Aunque en aspectos técnicos como por ejemplo la fotografía se mantenga en la ruta de lo seguro, el guion resulta tan encantador pero indomable como las aguas (y temáticas) que decide explorar, y queda en las manos de su director lograr sobrevivir su tormenta. El guion, junto a la mano más que capaz de Marsh, nos lleva junto al personaje de Firth por una aventura que a pesar de sus comienzos terminara convirtiéndose poco a poco en una pesadilla. Una vez en alta mar, lo fragmentado de la historia finalmente habrá impactado negativamente el ritmo del film pero afortunadamente la calidad de su director se asegurara de que, al menos en la mayoría de sus secuencias individuales, uno pueda disfrutar a pleno de un concepto tan bien realizado y con tremendo talento actoral. Firth en el papel protagónico logra entregar su ya familiar profundidad, dotándole a su personaje tormentas interiores que podrían tranquilamente haberse perdido en manos de un actor de menor calibre. Y aunque el elenco posea otros nombres destacables, es Rachel Weisz quien logra brindarle a su rol de “esposa esperando en el muelle” toda la vitalidad y solides que se asegurara de que un film tan centrado en su protagonista de todas maneras se sienta como la lucha de una familia y el impacto que los sueños condenados pueden tener en las personas. A pesar de todos los galardones, La Teoria de Todo se encontró con muchas críticas apuntando a lo artificialmente idealizado de aquel romance. Pueden verse síntomas de esa condición que termina aquejando a todos los proyectos de su director (y que en el caso de Man on Wire, termino significando su aporte más valioso al proyecto), ya que este film también sufre por varios momentos el ser una historia cómoda que apunta a lo seguro y rentable. Pero en este caso, el director James Marsh entrega un film increíblemente valeroso que demuestra estar a la altura de una historia tan temible y peligrosa como el mar mismo. Los problemas abundan, pero la esencia de la película es tan potente que seguramente alcance para que la mayoría pueda encontrar lo precioso y valioso en este relato.
El Enemigo Interior: Enfrentando al mundo en familia. Tras 27 años de servicio militar, un hombre debe reintegrarse a la vida de civil con su familia. Pero a su esposa y sus dos hijos adolescentes les es tan difícil acoplarse al mundo moderno como a él. Usualmente, el cine internacional se nos presenta con trabajos que tratan particularmente problemáticas o contextos con los que estamos poco relacionados. Llega a suceder incluso en Hollywood, aún cuando toda producción procura ser consumible fácilmente por todo el planeta, con algunos ejemplos recientes como Get Out o Handmaiden’s Tale que terminan siendo respuestas a problemáticas que muchos solo experimentan de forma indirecta. Una de las facetas negativas de esto es que por más que uno intente conectarse con un trabajo, puede resultar en definitiva imposible lograrlo, y que proyectos a los que se les puede perdonar algunos detalles terminen pareciendo menos valiosos que lo que corresponde. Luego de un servicio militar de casi 3 décadas, un hombre regresa a su hogar definitivamente para iniciar una vida como civil y padre de familia. El problema es que quizás a su esposa e hijos adolescentes termine costándoles tanto como a él integrarse sin conflictos a la Israel contemporánea. El protagonista del film no es el padre sino toda la familia. Los cuatro, de forma mayormente equitativa, sirven para explorar tanto unas cuantas situaciones particulares de la Israel moderna, como de la sociedad humana en general. Superficialmente la historia cuenta con puntos común para todos, pero con respecto a las temáticas más de fondo, la gran mayoría solo podemos relacionarnos a una distancia con las problemáticas exploradas. Aún cuando sus protagonistas se encuentran bastante bien interpretados, gracias a la labor de un elenco que logra imbuir a sus personajes con varias dimensiones, los mismos terminan una y otra vez mostrando comportamientos erráticos y sin fundamentados. Muy transparentemente, el guion, solo prioriza la comodidad de manejar a sus personajes como más le conviene en cada momento dado, sin molestarse en otorgarles las justificaciones necesarias para sus decisiones. Tampoco es que ese sea el único problema narrativo: si todo guion arranca con una hoja en blanco, El Enemigo Interior parece haber continuado el suyo dejando unas cuantas igual de vacías. Consistentemente las situaciones y los diálogos de prácticamente todas las escenas de la película terminan siendo conversaciones inconclusas, interacciones entre personajes que por conveniencia narrativa eligen la comunicación más limitada y conveniente para el progreso de la historia. La película parece ocurrir en un mundo alternativo en el que las personas no tienen conversaciones completas, sino que comparten fragmentos incompletos de ideas poco claras, como si estuviesen pensando mucho como terminar lo que venían diciendo pero terminan rindiéndose sin concluir nada. Cuando una producción esta considerablemente estilizada puede permitirse diálogos inconexos o intercambios inconclusos, jugándosela a como quedará en el productor final, pero el film mantiene siempre un tono extremadamente realista que hace resaltar negativamente estas situaciones. Los momentos en los que convenientemente para la trama los personajes dejan de comunicarse entre si aún en el medio de una conversación. Por suerte lo que rodea al guion es otro tema. La realización nunca baja de lo decente, y combinada con actuaciones bastante corpulentas logran regalar un puñado de secuencias bastante valorables, pero esas lagunas siguen apareciendo constantemente a lo largo de toda la película. Hacia el final (cuando las historias van llegando a su climax) importa cada vez menos, pero es una característica particularmente irritante e injustificable que plaga la hora y media que dura la cinta. Ya todos estamos acostumbrados a la comodidad que ofrece el cine hollywoodense, donde todo esta servido para que a nadie le cueste consumirlo y que trate de gustarle a la mayor cantidad de gente posible. Lamentablemente en este caso no vale la pena el esfuerzo de encontrarse a mitad de camino con la película. Pero si uno logra identificarse seguramente termine apreciando más un film que, independientemente de la receta, cuenta con ingredientes suficientes como para interesar y generar una buena sobremesa.
Huracán Categoría 5: Acción de la buena. La tormenta perfecta es el compañero perfecto para realizar el robo de 600 millones de dólares, y el director de Rápido y Furioso se encargara de que todo sea perfectamente estúpido. Huracán Categoría 5 tienen el nombre original en inglés “The Hurricane Heist“, que podría traducirse a “El Asalto Huracán“. Porque no es solo un film de acción sobre el huracán más grande jamás registrado, sino que se trata de una película sobre un robo que vale cientos de millones de dólares que aprovecha el impacto de una tormenta casi apocalíptica en un pequeño pueblo perdido en Alabama. Todo el pueblo se evacuó por la tormenta, así que la mesa esta servida para que el huracán, los maleantes y nuestros protagonistas destrocen todo a su paso. La única agente de tesorería que se salvó del golpe terminará reclutando la ayuda de dos hermanos para detener el robo, afortunadamente uno de ellos esta ahí por ser experto en meteorología y tiene la camioneta más increíble del mundo para resistir todo evento climático o todas las balas que hagan falta. En la era de las películas de acción que esconden su incompetencia tanto detrás como delante de las cámaras, una simple cinta del género hecha y derecha resulta extremadamente refrescante cuando esta realizada de la mejor manera. Más aún cuando cuenta un despliegue de efectos tan bien realizados. Eso no solo significa que los efectos se ven bien, sino que se escuchan y sienten de la forma correcta, además de que se encuentran utilizados apropiadamente. Como pequeño ejemplo, no solo insiste en ofrecer secuencias de acción que aprovechan por completo el escenario tan metereológicamente ridículo sino que se encarga de crear el ambiente apropiado incluso en escenas de dialogo bajo techo, colocando apropiadamente elementos en el fondo o interactuando con el escenario actual. Además de que un excelente trabajo de sonido se encargara de que tengamos muy cercanos los vientos de la tormenta y todos los destrozos que este ocasiona. Esto totalmente realizado con un presupuesto relativamente minúsculo comparado con los grandes tanques de la cartelera moderna. Otro buen indicio de que la película esta realizada con el criterio correcto es que prácticamente nunca recurre a la excusa de que la tormenta esta afuera y el tiroteo esta ocurriendo bajo techo para tener una secuencia barata y sencilla: todas las secuencias son directamente debajo o están influenciadas por el desastre climático que tiene lugar en el pueblo, y todas son elevadas, se nota el duro y dedicado rodaje por parte de los protagonistas (delante y detrás de cámaras). Hablando de criterio, es un requerimiento vital cuando realizar una película de acción efectiva y entretenida es algo tan complicado. Esta en particular encuentra un balance ideal realizando una película completamente seria, donde cada situación es tomada con extrema seriedad por sus personajes. También un aspecto muy bienvenido en esta era post-Marvel en el que todo film siente que debe ser un sinfín de chistes y humor. Justamente por el hecho de que sus personajes no estén forzando humor en cada situación es que podemos encontrarnos con mucha facilidad sonriendo frente a la pantalla cuando una secuencia entiende lo que el fanático del género busca: acción tan impresionante como ridícula. Lo segundo es importante, si una franquicia demostró que lo ridículo vende es Rápido y Furioso que ya paso los 5 billones convirtiéndose en la sexta franquicia más taquillera de la historia, pero lo primero es algo vital que lamentablemente ya ha sido olvidado por los exponentes modernos del género en la gran pantalla. El concepto de esta película ya es por demás ridículo, pero además las secuencias de acción logran explotar casi al máximo el potencial de esta idea. Sin hablar de que gracias a un guion y montaje aceptables, nunca tenemos que esperar mucho para la próxima escena de muertes estúpidas. Sus personajes no serán memorables, pero si son extremadamente efectivos y serviciales para una trama personal que aunque decente siempre se mantiene, gracias a lo breve de sus desarrollos, por sobre la peligrosa linea de lo aburrido que usualmente otros exponentes del género tan fácilmente terminan cruzando. Hoy en día la acción es escudada por el humor y los efectos especiales, la mayoría de las películas de superheroes (incluimos aquí a la filmografía de The Rock) son sus más obvios exponentes: Robert Downey Jr. puede ser una estrella de acción moderna gracias en partes iguales al talento humorístico que posee y a realiza todo dentro de un traje hecho por computadora. Eso no tiene nada de malo (lo único malo es el cine nefasto que esconde la acción para entregar Abuelo Frente a Explosiones 4) pero todas esas prácticas señalan lo especial del hecho de que, aún con todas sus fallas, Huracán Categoría 5 cuenta con todas las bondades necesarias para una gran película de acción: ostentando secuencias tan impresionantes como ridículas, rodeadas de un impresionante e inmersivo despliegue de efectos especiales. Como era de esperarse, a esta cinta no le fue para nada bien con la crítica. Pero siendo un género particularmente para fanáticos esto no extraña, por el simple hecho de que los matices entre algo que no esta tan bien y lo verdaderamente excelente usualmente parecen muy similares para los desentendidos. Huracán Categoría 5 es una hora y media en un oasis para todo fanático del género en este desierto moderno de acción. Para todos los demás: no sean tan aburridos, seguramente muchos de ustedes terminen pasando una buena tarde de domingo cuando en unos años empiecen a dar esta película hasta por canales de aire.
El Motoarrebatador: Maleante arrepentido. Una de las películas argentinas que nos representó en el Cannes 2018 explora la vida de un motochorro arrepentido que busca un lugar para cuando su hijo se quede con él los fines de semana. Sin ser una comedia, es una película que fácilmente encuentra la risa en sus situaciones. Siendo las risas en los dramas uno de los aspectos más autóctonos de nuestro cine nacional, estamos en condiciones de asegurar que El Motoarrebatador fue un más que apropiado representante argentino en el festival de cine más prestigioso del mundo cuando compitió en la Director’s Fortnight de la edición de Cannes de este 2018. Un ladrón arrepentido logra ubicar el hospital en el que reside su última victima. Afortunadamente para él, la señora perdió la memoria, aunque más propicio es que su casa ahora se encuentre vacía y disponible, para que él un motochorro sin techo, reciba las visitas de su hijo los fines de semana. Un relato crudo y realista que por momentos se ganara alguna sonrisa, pero que se encarga de retratar apropiadamente a una persona que esta atrapada en un submundo criminal a pesar de sus intentos por salir. Su director, Agustín Toscano, esta formado en la escenas tanto de cine como de teatro en Tucumán. Un valor evidente cuando vemos la cualidad natural de los diálogos y escenas de este, su primer esfuerzo como director en solitario tras su co-debut en Los Dueños (2013), que le valió su primer presencia en Cannes. Siempre caminando sobre la linea entre la improvisación y un guion trabajado aunque realista, en la que afortunadamente la mayoría de las secuencias son evidente resultado de una combinación de ambos procesos que termina por entregar un guion tan autentico como cautivante. Mostrando una evolución de un estilo (quizás excesivamente) naturalista y teatral, la cinta muestra más que ocasionalmente detalles técnicos que logran darle un color más cinematográfico. Movimientos de cámara, planos compuestos al detalle e incluso algún plano secuencia condimentan a la perfección una película en la que la prioridad siempre la tienen sus personajes. Podrá tomar un desvío por momentos, pero siempre tiene en claro que se trata de una persona sin las herramientas para cambiar su vida como le gustaría. Aunque la historia definitivamente se centra en el arrepentido motochorro, también es evidente que la película termina rindiéndose ante el dúo protagónico de Sergio Prina y Liliana Juarez casi por igual. La labor del elenco en general resulta más que destacable, pero son ellos quienes terminan de darle el alma a la cinta. Un film que logra juntar todo tipo de sensaciones enmarcadas históricamente en los saqueos que sufrió la provincia de Tucumán en 2013. Lejos de llevarse puesta la trama, el contexto solo sirve como percha para colocar un relato valioso y exhaustivo que se encarga de entretener mientras lleva al espectador por el viaje de una persona cansada que busca desesperadamente un cambio que terminará encontrando de la forma menos pensada
Amante Doble: Divide y sucumbirás. Un thriller erótico francés que juega con las obsesiones de una frágil muchacha dividida entre sus amantes, dos psicólogos gemelos. El director François Ozon (8 Mujeres, Frantz) es considerado uno de los nombres importantes de la historia más reciente del cine francés. Sus trabajos cuentan usualmente con protagonistas femeninas, siguiendo un particular estilo llamado “cinema du corps“. En este caso no solo por lo carnal del film, sino que el thriller psicológico alcanza a asomarse por los terrenos del body-horror, e incluso trascendiendo todo lo corpóreo para tratar cuestiones sobre la identidad más allá de nuestros cuerpos. Una verdadera montaña rusa de sensaciones que, desde un primer plano que shockeó y provoco aplausos en su estreno en Cannes, se encargará de que la audiencia afronte cada nueva escena con la suficiente confianza como para hacer de esta una experiencia tan peligrosa como lo es para su protagonista. Luego de no encontrar nada en los exámenes regulares, su doctora le recomienda a Chloé que busque en la terapia las soluciones a los inexplicables malestares estomacales que viene sufriendo hace ya un tiempo. Es entonces que se encuentra de repente a los servicios de un apuesto e introvertido psicólogo. Luego de un breve tiempo en el que tanto la terapia como su vida laboral empiezan a enderezar su día a día, deciden por mutuo acuerdo terminar con las sesiones e iniciar casi inmediatamente una relación personal. Pero aunque su cuerpo ya no sienta dolores, su mente empieza a generar extrañas obsesiones debido los secretos que él guarda acerca de su pasado. Rápidamente descubrirá un hermano gemelo que él decide esconder, y se encontrara cayendo estrepitosamente en un juego psicosexual tan peligroso como sus más surrealistas pesadillas. El Amante Doble es un film protagonizado por una victima de sus obsesiones, y un extraño mundo que al contrario de castigarla continua recompensando su curiosidad con nuevos y estimulantes descubrimientos. Un thriller psicológico con toda la personalidad y profundidad innata del cine europeo. Aunque definitivamente cruza de manera firme al lado del cine erótico, también lo hace planteando una película en la que la desnudez y sexualidad son aspectos tan mundanos como cotidianos. Lejos del pudor de Hollywood, lo sexual es una faceta más de la relación entre nuestros protagonistas y termina en el centro de un triangulo amoroso que ira escalando hasta asegurarse de terminar en tragedia. Esperemos que termine atrayendo al público de 50 Sombras de Grey, que definitivamente terminaran satisfechos con ese aspecto del film mientras se encuentran con facetas tan intensas como inesperadas que provocaran respuestas cuanto menos apasionadas. Desde el primer momento, la audiencia se encuentra a la merced del director. Ozon demuestra a los pocos minutos de iniciar la película que planea manipular tanto el tiempo como el espacio de la manera más adecuada para transmitir una historia con un ritmo tan nocturno como onírico. Cuando Chloé se sienta a hablar con su psicólogo por primera vez, la conversación continuara enlazando lo que deben haber sido semanas o meses de consultas, y para cuando se levante de la silla estaremos tan sorprendidos como ella del paso del tiempo. Aparte, como si de cuerpos desnudos se tratase, queda totalmente de lado el pudor por los planos que llenan de temor a los directores temerosos y faltos de personalidad. Combinaciones de planos, transiciones repetitivas o poco estéticas, un montaje con ritmo irregular, el film esta repleto de decisiones tan cuestionables como fructíferas para mantener al espectador al borde del asiento y cada vez más confundido e intrigado. El tono particular del guion tiene la suerte de contar con muy buenas actuaciones por parte de sus dos protagonistas, especialmente un Jérémie Renier que de forma natural logra interpretar dos papeles que piden ser tan idénticos como completamente diferente. Aunque Renier logre mostrar un rango tan impresionante en su doble papel, no hay dudas de que (como el género, o uno de ellos al menos, lo indica) todas las luces están puestas en Marine Vacth. En su segunda colaboración protagónica con Ozon (tras Young & Beautiful), muestra definitivamente que tiene esa presencia tan particular para inspirar a los cineastas europeos. Con una historia que llega a lugares esperados solo para dar volantazos que se encargaran de satisfacer a los fanáticos del género de forma lo suficientemente fresca, la polémica El Amante Doble se asegura de que (sea positiva o negativamente) todos tengan algo de que hablar. Tiene unas cuantas sorpresas incluso para los veteranos de este tipo de cine, pero terminen o no sorprendidos no tengo duda de que van a encontrar muchísimo que disfrutar.