Una película de acción efectiva con el corazón en el lugar correcto. Dominic Torretto y su equipo creen haber dejado atrás su vida criminal. Luego de detener al terrorista internacional Owen Shaw cada uno se fue por su lado esperando llevar una vida normal y tranquila. Pero Deckard Shaw, un peligroso mercenario y hermano mayor de Owen, tiene otros planes y comienza a llevar a cabo su venganza asesinándolos uno por uno. Al mismo tiempo, un grupo de terroristas somalies se hace con el control de un programa llamado Ojo de Dios, que permite espiar a la población a través de cualquier aparato tecnológico. Una agencia secreta del gobierno de Estados Unidos le encomendará a Torretto y su gente recuperar este programa y rescatar a su creador, para de esta forma poder encontrar Deckard Shaw y eliminarlo, antes que él los encuentre a ellos. Entre lágrimas y gasolina La saga de Rápido y Furioso recorrió un largo camino hasta convertirse en una de las franquicias de acción más exitosas de la historia. Película tras película la apuesta se fue redoblando. Los autos se hicieron más rápidos, la explosiones fueron más fuertes y las escenas de acción cada vez más imposibles. Y todo comenzó con una despareja pero divertida primera cinta que le debía mucho, MUCHO, a Point Break. Pero de allí en adelante supo construir su propio camino. Camino rocoso sin lugar a dudas, pero que terminó llevando a buen puerto. Luego de una segunda parte de dudosa calidad en donde Vin Diesel ni siquiera aparecía por asomo, la tercera entrega de la saga intentó pegar un volantazo hacia otra dirección que, por suerte, no funcionó. Sería recién con la cuarta parte donde la saga tomó un giro todavía más pronunciado hacia la acción sin sentido de la lógica, pero con un gran sentido del entretenimiento. Esto llegaría a su punto máximo con Rápidos y Furiosos: 5in Control y se repetiría con algo menos de suerte en la número seis. Rápidos y Furiosos 7 llega a los cines después de un retraso de casi un año. Retraso que se dio por la trágica muerte de Paul Walker el 30 de Noviembre del 2013, cuando todavía le quedaban un puñado de escenas por filmar. Siendo el co-protagonista de (casi) toda la saga, su personaje simplemente no podía desperecer de un momento a otro, por lo que había que darle una salida. Para eso se reescribieron algunas escenas específicas, y gracias a distintos trucos (pueden leer ACA como hicieron los realizadores para completar el film sin Walker), se lo mantuvo en la película. Esta decisión hace que inevitablemente estemos más pendientes de su personaje y, por consiguiente, le notemos algunas de las costuras al film. Algunas escenas que se sienten incompletas por falta de contra planos y con parte de la acción sucediéndose fuera de campo, peleas en la oscuridad donde no distinguimos a su personaje u otros momentos que figuran en la película pero que pareciera no sumar a nada más que la memoria del fallecido actor. Pero todo esto difícilmente se interponga en el camino de una cinta que tiene un objetivo tan claro el de entretener. Si entras a una película como Rápidos y Furiosos 7 esperando cosas como lógica o profundidad, estás en el lugar equivocado. El cerebro hay que dejarlo afuera de la sala. James Wan, Vin Diesel y compañía saben exactamente lo que su publico quiere y eso es exactamente lo que nos dan, una película pochoclera hecha y derecha. Con escenas de acción exageradas, autos que desafían las leyes de la gravedad y personajes que sobreviven sin rasguños a accidente mortales. Todo está enmarcado dentro de una ridiculez consciente, porque desde el primer plano en la primera escena (imposible mejor presentación para el personaje de Statham) la cinta se encarga de dejarnos bien en claro que todo lo que veremos a continuación no debemos tomárnoslo en serio. A lo largo del metraje se dan algunas de las escenas más increíbles que hayan sido plasmadas en la pantalla y también algunos de los enfrentamientos más esperados por los fanáticos de la acción. Jason Statham se despacha con dos peleas mano a mano con Dwayne Johnson y Vin Diesel, mientras que Paul Walker tendrá el suyo con Tony Jaa (Ong-Bak), y Michelle Rodriguez se medirá contra Ronda Rousey (Los Indestructibles 3). Es bienvenida la adhesión de Kurt Russell al elenco como un simpático y divertido agente que trabajará junto a Toretto y su equipo. Pero a su vez, personajes como el del recién mencionado Jaa o Djimon Hounsou terminan siendo desaprovechados y se pierden en una trama que pareciera no tener lugar para ellos. El guión de Chris Morgan una vez mas tiene como eje central a la relación casi familiar entre Dom y su equipo. Esto es algo que se viene trabajando muy bien desde Rápidos y Furiosos: 5in Control, y que le viene como anillo al dedo a la película ya que logra alcanzar su máximo potencial cuando es momento de despedir al personaje de Paul Walker. Por otro lado las ideas y vueltas de la historia central, el exceso de personajes y algunas sub-tramas que se van abriendo y nunca se cierran, hacen que el guión poco a poco vaya perdiendo fuerza. Conclusión Rápidos y Furiosos 7 es una película que tiene como único objetivo el de darle a su público lo que vino a buscar. Es una cinta de acción cargada de adrenalina y testosterona donde sus 137 minutos de duración apenas se sienten, aunque por momentos se enreda en su confuso guión. Para sorpresa de muchos, también logra ser una efectiva despedida para el personaje de Walker, con un emotivo adiós por parte de Vin Diesel a su amigo y compañero. Si sos un fiel seguidor de la saga, no te la pierdas. Porque todo lo que amaste de las películas anterior lo vas a encontrar tambien acá. Pero si nunca disfrutaste de Rápido y Furioso, quedate en tu casa, no hay nada nuevo para vos acá.
Una cinta de horror que, aunque transita caminos conocidos, se las ingenia para divertir. Un grupo de cuatro estudiantes de medicina, liderado por Frank y su novia Zoe, descubren un suero capaz de volver a la vida a los recién fallecidos. Trabajando en forma clandestina lo prueban con éxito en animales, hasta que la decano de la universidad que financia el proyecto los descubre y termina por apartarlos de su creación. Pero con la intención de reclamar lo que les pertenece, los cuatro científicos y una joven documentalista irrumpen en el laboratorio por la noche para duplicar el experimento. En medio de esta prueba algo saldrá mal y Zoe muere en un confuso accidente. Consumido por la ira y el dolor, Frank obliga a su equipo a probar el suero en Zoe. El experimento será un exito, pero rápidamente desubrirán que la Zoe que volvió no es la misma persona que murió pocas horas atrás. Levántate y anda Desde su génesis, Resucitados es una cinta que despierta curiosidad. Para empezar, la película está dirigida por David Gelb, un hombre cuyo único crédito como director hasta el momento es Jiro Dreams of Sushi, un documental (excelente, debo agregar) sobre uno de los mejores y más longevos sushimen del mundo. Otra de las cosas que llama nuestra atención es su elenco, conformado por Mark Duplass (uno de los reyes del cine indie norteamericano y creador de la nueva dramedia de HBO Togetherness), la bella Olivia Wilde (quien hoy tambien pasa sus días trabajando en pequeñas producciones independientes), Donald Glover (ex Community hoy dedicado a la música) y Evan Peters (Quick Silver de X-Men: Días del Futuro Pasado y parte del elenco de American Horror Story). Son quizás estos diferentes trasfondos que presentan el realizador y sus interpretes lo que termina por volver a Resucitados en una cinta que, si bien no es la más original ni va a reinventar el género, logra presentar las cosas de tal manera que nos asusta y divierte por igual, manteniendo nuestra atención durante sus 90 minutos. Tal como acabo de decirles, Resucitados no se caracteriza por su originalidad, es más bien un rejunte de unas cuantas películas de terror que los fanáticos del género podrán descubrir a simple vista. Hay elementos de cintas como Linea Mortal, Re-Animator, Carrie, Frankenstein y hasta -acá cambiamos de género- la reciente Lucy. La película inicia como muchas otras con los científicos jugando a ser Dios. De casualidad estos descubren un suero que puede traer a la gente de la muerte. Luego de probarlo con éxito en animales, un accidente en el laboratorio hace que se presente la oportunidad de probarlo en un ser humano: Zoe, el personaje de Wilde. Acá llega el primer punto de giro y es el momento clave donde la predisposición del espectador para con el film es puesta a prueba. Aclaro esto porque, para decirlo lisa y llanamente, la película se va al carajo. Por un lado la historia comienza a tornarse cada vez más extraña y, si entraste medio desprevenido, te puede sacar de la trama que te enganchó inicialmente. Pero por otro lado, esto termina por volver a la película en algo impredecible. Hay muertos en el medio y muy probablemente puedas adivinar quien se va a ir primero y de que forma, pero cuesta mantenerse al frente de la película y mucho menos saber para que lado va a terminar agarrando la historia. Conclusión Resucitados es una película que funciona en sus propios término. No es ni la más original ni la más inteligente, pero sabe disimularlo. Al mismo tiempo la cinta se hace preguntas difíciles de responder y, aunque sea a su manera, nos dará las respuestas, algo que no siempre podemos decir con el cine de terror. Las interpretaciones son creíbles y están por encima de lo que suele ofrecer el género, mientras que el director David Gelb se despacha con un puñado de interesantes propuestas desde lo visual, cosas que terminar por transformar a este pequeño film de pocos actores y pocas locaciones en un divertido exponente en la linea de las clásicas cintas de horror clase B que colmaron los videoclubes durante la década del 80. Algo que los fanáticos del género sabrán apreciar mejor.
Una elegante película de estafas que pierde el foco de su historia Nicky (Smith) es un estafador experimientado que conoce a Jess (Robbie), una novata a quien comenzará a entrenar en el arte del engaño y con quien pasará a tener una relación que va mucho más allá de lo profesional. Luego de un exitosa estafa, Nicky decide cortar repentinamente la relación entre ambos y desaparece. Tres años despues Nicky viaja a Buenos Aires contratado por un magnate del automovilismo internacional para perpetrar una nueva trampa, pero el plan cambia cuando Jess aparece nuevamente en escena. Fuera de foco focus_ver4Focus -también conocida como la película que Will Smith filmó en Argentina- es una historia de estafadores y estafados. Pero donde las estafas quedan relegadas a un segundo plano para, en su lugar, concentrarse en la relación amorosa entre dos artistas del engaño que carecen de química alguna. Cuando los guionistas y directores Glenn Ficarra y John Requa planearon Focus, lo hicieron con los actores Ryan Gosling y Emma Stone en mente para los papeles principales, con quienes ya habían trabajado juntos en la comedia romántica Loco y Estúpido Amor y tenían una buena química asegurada. Evidentemente las conversaciones no llegaron a buen puerto, ya que en su lugar terminamos ligando a Will Smith y Margot Robbie, la Loba de Wall Street, extraña dupla si las hay. Ambos componen una pareja de estafadores que se conocen en medio de un engaño. Aquí comienza a darse una una relación maestro/aprendiz que, gracias al carisma de Smith y la frescura de Robbie, resulta muy eficaz. Pero lentamente esta relación profesional comienza a mutar y se transforma en una relación amorosa, lo que termina por desperdiciar todo lo que tenía a favor la película hasta ese momento. Nunca nos interesa lo que le suceda a Smith y Robbie como pareja, por el simple hecho de que pareciera que ni a ellos les importara. La relación entre ambos es un fiel reflejo del problema que aqueja a la película: la falta de chispa. Falta de chispa entre sus protagonistas y falta de chispa en su historia. Que al igual que un petardo con pólvora mojada, se apaga cuando en realidad debería explota. Constantemente la cinta nos recuerda que, a la hora de engañar, es importante no perder el foco. Pero justamente la película es la primera en perderlo. Pero no todas son pálidas en Focus. Aunque está muy lejos entrar al panteón de las grandes películas sobre estafadores junto a otras obras de gente como David Mamet o nuestro propio Fabián Bielinsky, la cinta nos regala varios buenos momentos, como una escena de apuestas descontroladas durante un partido de fútbol americano, por ejemplo. Se mueve de manera rápida y con estilo, mostrando a la Ciudad de Buenos Aires de tal manera que parece salida de un folleto turístico. Y aunque Smith y Robbie no son convincentes como pareja, cuando la película no está centrada en su relación amorosa es cuando mejor funciona. Sobretodo para Margot Robbie, ya que si alguien sacará provecho de esta película, sin dudas será ella ya que le abre las puerta a futuros roles protagónicos que serán bien merecidos. Conclusión Focus es la clásica cinta que se disfruta mejor una tarde de fin de semana lluviosa. No tiene grandes aspiraciones ni ideas novedosas, pero entretiene manteniendo un buen ritmo narrativo con una elegante puesta en escena. Me encataría poder decir que Smith y Robbie se sacan chispas en una historia que nos mantiene al borde del asiento y adivinando sus giros, me encantaría. Pero es justamente ese el gran fallo de la película.
Naturaleza Muerta es el primer largometraje de Gabriel Grieco, de quien ya vimos una gran cantidad de cortos a lo largo de los años en este mismo festival. Parte película de suspenso o misterio y parte slasher (de otorgarle un porcentaje podríamos decir que es 60/40), la cinta fue filmada en las provincias de La Rioja y Neuquen y cuenta en su elenco con gente como Luz Cipriota, Amin Yoma, Juan Palomino, Nicolás Pauls y Mercedes Oviedo. El film parte de una premisa tan interesante como difícil de obviar ¿Que sucedería si alguien, en modo de venganza, comienza a asesinar a sangre fría en nombre de los animales? Mediante un prólogo a-la-Scream, Grieco nos pone en clima. Julia Cotonese (Oviedo), hija de un empresario de la carne, es acechada en su casa por alguien que interrumpe su cena (obviamente, un plato de carne y achuras), y luego de una breve persecución por el bosque, es historia. Rápidamente el foco pasa a Jazmín Alsina (Cipriota) una periodista que luego de una re estructuración en el programa para el cual trabaja imagina que quedaría al frente del mismo. Pero las cosas no salen como lo planeado, y así Jazmín no solo no se queda con el puesto que deseaba, tambien la mandan al interior del país a cubrir una nota sobre la relación entre el excremento de las vacas y el efecto invernadero. Tanta suerte tiene Jazmín (o no en realidad) que junto a su camarógrafo van a parar el mismo pueblo en el que desapareció Cotonese y donde un maniático asesina a seres humanos carnívoros. Mientras Jazmín cubre la noticia que le asignaron, comienza a interesase tambien en la desaparición de esta chica, que podría resultar una noticia más interesante y que le daría algo de prestigio como periodista. Pero metiendo la narices en donde no debe, se terminará viendo envuelta en este espiral de sangre, muerte y venganza animal. Grieco no se anda con medias tintas y nos entrega una película que desde ya puedo asegurar que dividirá las aguas. Con un fuerte y marcado mensaje en contra del maltrato animal, la cinta busca impactar para concientizar. Más allá de nuestro hábitos a la hora de comer, el mensaje llega y es difícil de obviar. Olvídense de las sutilices, la cinta nos manipula descaradamente y nos obliga a cuestionarnos la doble moral que gran parte de nosotros tenemos respecto a este tema. El tratamiento que se le da es muy similar al que sucedía con las cintas slasher de los años ochentas, en la que (muchas veces injustificadamente) se las tildaba de moralistas porque todos los personajes que tenían sexo, consumían drogas o realizaban actos impuros, eran asesinados a sangre fría por algún loco enmascarado. Bueno, aquí imaginen algo similar solo que en lugar de sexo o drogas, lo que te lleva a la tumba es tu hábito alimenticio. En ese sentido, Naturaleza Muerta es directa e impactante, y logra que nos resulte imposible ignorarla. Como dije previamente, gran parte de la película se desarrolla como una cinta de misterio con Jazmín intentando develar que hay detrás de la desaparición de Julia Cotonese. Más allá de algunos altibajos en la narración en donde la cosa se puede tornar un poco monótona, quizás lo más llamativo está en ciertos comportamientos del personaje de Cipriota, quien a pesar de ser una periodista seria en busca de prestigio ni siquiera titubea a la hora de quedarse con evidencia clave del caso o en llamar a su camarógrafo en lugar de la policía cuando encuentra el cuerpo de alguien que fue brutalmente asesinado, y para ese entonces la cosa ni siquiera había empezado a ponerse difícil. Es durante el último acto cuando Naturaleza Muerta se transforma en un slasher propiamente dicho. Si pensaban que hasta el momento la película carecía de la sangre y violencia característica del género, durante los último minutos tendrán más que suficiente. También tendrán lo que probablemente sea la escena más impactante dentro del terror nacional en toda su historia, escena que si sos de impresionarte con facilidad te costará mucho trabajo digerir. La resolución muy difícilmente nos tome por sorpresa más allá de algún intento para persuadirnos, pero para ser honestos es el mejor camino por el que podrían haber optado ya que así la película termina por cerrar su tesis. Como extra tenemos un epílogo tan genial como divertido que es tambien uno de los puntos más altos del relato. Conclusión Con un paisaje vistoso y exótico para el terror nacional y buenas interpretaciones de todo su elenco, Naturaleza Muerta es una interesante, y a veces impactante, propuesta de género que tiene sus errores y sus virtudes. Quizás, para algunos, su mensaje salga de manera directa y agresiva sin sutilezas de por medio, aunque creo que esa es la intención de Grieco y su equipo. Pero escucharlo o no depende enteramente del espectador.
Un drama romántico bien interpretado por Annette Bening y Ed Harris que nunca alcanza su máximo potencial. El amor después del amor La Mirada del Amor es el segundo film del director y guionista Arie Posin, quien presentó su opera prima, The Chumscrubber, con mucho éxito en la edición 2005 del Festival de Sundance. Diez años después nos llega este nuevo trabajo, un drama romántico encabezado por Annette Bening y Ed Harris que si bien es correcto en todo momento, pareciera siempre quedarse a un paso de conectar con el espectador. La premisa que nos propone Arie es intrigante y por momentos -como todo en esta película- bastante bien aprovechada. Nikki Lostrom (Benning) perdió a su esposo Garret (Harris) cuando este se ahogó durante unas vacaciones en México. Cinco años después, durante una visita a un museo, conoce a Tom (también interpretado por Harris), un profesor de arte divorciado que resulta ser el doble físicamente exacto de su marido y con quien comenzará una relación. Nikki nunca logró superar la muerte de Garret, por lo que usará la relación como Tom como una suerte de segunda oportunidad que lentamente se irá volviendo más enfermiza cuando comience a confundirlos. Es sobre el personaje de Benning donde reposan los conflicto más interesantes de la película. Después de enviudar, Nikki pone su vida en pausa durante cinco años hasta que conoce a Tom, lo que termina por devolverle la alegría de vivir. Pero aquí nacen tambien algunas dudas, Nikki quiere mantener a Tom en secreto de sus conocidos y al mismo tiempo le oculta a este el enorme parecido físico con su difunto esposo. Uno pensaría que esto es un combo explosivo, que tarde o temprano alguien se va a dar cuenta o que la pobre cabeza de Nikki no va a aguantar la confusión. Pero no. Los conflictos desaparecen tan fácil como aparecieron. Los momentos en que hay que confrontar la verdad y requerían una escena poderosa que busque algún tipo de emoción en el espectador, están mostrados de una manera tan tibia que ni siquiera con la buena labor de Annette Bening y Ed Harris es suficiente. Arie claramente pretende armar un relato al rededor de la pena y el luto, y aprender a dejar ir a nuestros seres queridos. Pero carece de la emotividad necesaria para causar algún tipo de impresión. Más allá de un puñado de escenas muy especificas, la pasividad con la que avanza el relato acaba con todo el potencial de la historia. El film contiene una de las últimas interpretaciones del desaparecido Robin Williams. Aquí el actor interpreta a un vecino de Bening quien fuera amigo de su esposo. Al igual que ella es viudo y siente una atracción por su vecina. Por desgracia Williams está completamente desaprovechado en un pequeño papel que termina por influir en nada en la historia y con una sub-trama que no va para ningún lado. Conclusión La Mirada del Amor es una película que abre conflictos prometedores y hace preguntas interesantes, todo sostenido por las buenas labores de Benning y Harris. Pero aunque crea interrogantes que logran mantener nuestra atención hasta el final, nunca encuentra la mejor manera para resolverlas.
Un musical aburrido y obsoleto. Annie es una pequeña huérfana de Nueva York cuya vida cambia de la noche a la mañana cuando queda a cargo de Will Stacks, un magnate candidato a gobernador de la ciudad. Cortame la música Basada en la tira cómica creada por Harold Gray en 1924 y, más tarde en 1977, adaptada como un musical de Broadway, Annie (1982) fue uno de los últimos trabajo del histórico director John Huston (El Halcón Maltés, El Tesoro de Sierra Madre). A pesar de resultar una película extraña para su filmografía, y con algunas opiniones lapidarias de por medio, el film logró hacerse un lugar entre los musicales más queridos del cine. Lo hayan visto o no es muy probable que conozcan algunas de las canciones, y el personaje de Annie (esa simpática e inocente huérfana pelirroja que se viste haciendo juego con su cabellera) les suene familiar. Pero más allá de todo lo bueno que podamos decir de aquella película, difícilmente la podamos catalogar como un clásico imprescindible del género, sino que más bien es un simpático musical de una época en que la Hollywood lentamente dejaba de producirlos por los indiferentes resultados artísticos y de taquilla. Esta nueva versión nos llega de la mano de los productores Will Smith y Jay Z, quienes aseguran que no es tan solo una simple remake. Es en realidad "una re-imaginación moderna del querido musical". Al parecer, para ellos, moderna implica simplemente cambiar a la protagonista pelirroja por otra afroamericana, porque ni siquiera se molestaron en actualizar la historia para hacerla sentir más cercana a nuestros tiempos. Aquel robo homenaje que fue Chiquitias de Cris Morena en la década del 90 se siente tan actual como este film. Si hemos de darle la derecha en algo a los señores productores, es que encontraron en la pequeña Quvenzhané Wallis una protagonista con el carisma y la simpatía suficiente para llevar adelante la película. Pero desgraciadamente nada ni nadie la acompaña. La historia podría haber funcionado perfectamente hasta hace dos o tres décadas atrás, pero hoy se la siente obsoleta. Los personajes secundario son uno más insufrible que el otro, con Jamie Foxx y Cameron Diaz entregando lo que muy probablemente sean las peores actuaciones de sus vidas. Y los números musicales están horriblemente coreografiados, pero mucho peor filmados y montados. El resultado final es una versión "pogre" de Annie pero solo en apariencia. Es una película sin energía, aburrida, que a pesar de durar algo menos de dos horas se hace interminable. Probablemente los más chicos, entre tantas canciones y baile, encuentren alguna razón para disfrutarla, pero les aseguro que encontrarán muchas más en la versión original. Conclusión Como espectador y ferviente seguidor de los musicales, honestamente creo que estamos ante la presencia de lo peor que dio el género desde La Mejor Casita de Placer o, más cercano en el tiempo, Noches de Encanto con Cher y Christina Aguilera en el 2010. Pero mientras que en esos casos, si las vemos con ojos permisivos, podrían funcionar por las razones equivocadas, Annie ni siquiera eso logra. Es una película sin encanto, predecible y fuera de su tiempo, donde lo único rescatable es la interpretación del personaje homónimo y un puñado de canciones, algo que tambien podrán encontrar en el film original de 1982 y que termina por volver a esta versión en una atrocidad que nunca debería haber existido en primer lugar.
Una película que lo que carece en originalidad lo compensa en entretenimiento. Gary "Eggsy" Unwin (Egerton) es reclutado por Kingsman, la misma agencia de espionaje ultra-secreta en la que sirvió su padre hasta el momento de su muerte. Mientras Valentine (Jackson), un magnate de la informática, amenaza al mundo con su nueva creación, Eggsy deberá completar su difícil entrenamiento y detenerlo con la ayuda de Galahad (Firth), su mentor, antes de que sea demasiado tarde. Todos los hombres del Rey El 2015 será el año de los espías en el cine. Kingsman, El Servicio Secreto es el primer estreno de una lista que incluye nuevas secuelas de Misión: Imposible y James Bond, como también la remake de la serie The Man from U.N.C.L.E. a cargo de Guy Ritchie, casualmente ex socio de Matthew Vaughn, responsable del film que aquí nos compete. Si crecieron durante la década del 90, quizás recuerdan una serie de dibujos animados de corta duración llamada James Bond Jr.. Esta contaba las andanzas del sobrino del mítico 007, un joven que buscaba seguir los pasos de su tío y junto a jóvenes versiones de viejos conocidos (había algún familiar de Q por ahí) luchaba contra villanos que se asemejaban mucho a los de las viejas películas, pero con una vuelta de tuercas todavía más caricaturesca. Kingsman bien podría ser una versión de carne y hueso de aquella desaparecida serie de animación, ya que los puntos en común abundan. Pero en realidad está basada en el comic The Secret Service, publicado por Dave Gibbons y Mark Millar. Vaughn demostró desde el comienzo cierta facilidad para moverse de un género a otro. Su carrera como director dio el puntapié inicial con la cinta de gansters Layer Cake, para luego pasar a un film de fantasía y aventuras como fue Stardust. Luego vendrían dos películas de superhéroes muy distintas entre sí: Kick-Ass (también basada en un comic escrito por Millar) y X-Men: First Class. Y es justamente esa rebeldía que le imprimió al cine de superhéroes con Kick-Ass la que traslada ahora al cine de espías. Cosa que termina por volver a Kingsman en un divertido entretenimiento tanto para los fanáticos de la intriga y como de la acción. En Kingsman se quejan del rumbo que tomaron las películas de espías. "Ahora son muy serias", coinciden los personajes del héroe (Colin Firth) y el villano (Samuel L. Jackson). Es por eso que la película vuelve el género a las raíces pero sin olvidar los tiempos en que vivimos. A si mismo es auto-consciente, permitiéndose desdoblar algunas reglas y regalándonos algunos giros en el guión que tomarán por sorpresa al espectador. Pero, en el fondo, Kingsman es una historia que ya vimos varios veces, desde el dibujo animado previamente mencionado hasta Alex Rider: Operación Stormbreaker. En ese sentido no so nos ofrece ninguna novedad, pero cual Stacy Malibú con nuevo sombrero, hay tantas secuencias de acción de extrema y gráfica violencia, filmadas con estilo y buen humor, que son suficientes para hacernos olvidar que Vaughn y compañía están navegando por aguas previamente exploradas. Si bien hay mucho mérito del director en hacer funcionar de buena manera una historia conocida, quizás el mayor de sus aciertos está en el elenco que logró reunir. El joven Taron Egerton es Eggsy, el nuevo recluta de Kingsman. A través de él nos sumergimos en este mundo de espías del nuevo milenio que todavía mantiene algunas viejas costumbres. Harry Hart (a.k.a. Galahad) es su mentor y está interpretado por un Colin Firth como nunca antes vimos. No solo vuelve a demostrar sus buenos dotes para la comedia, ahora resulta que también puede hacer acción y sin perder clase. Samuel L. Jackson es Valentine, el villano de turno, y aunque su personaje nunca tiene el desarrollo que merece, hay unos cuantos detalles que lo vuelven muy divertido. Michael Caine y Mark Strong acompañan en papeles que irán ganando protagonismo con el correr de los minutos y, aunque correctos como siempre, al igual que sucede con Jackson, algo más de desarrollo (sobre todo en el caso de Caine) los hubiera beneficiado tanto como a la historia. Mención aparte para Mark "Luke Skywalker" Hamill, quien tiene una pequeña pero entretenida aparición. Conclusión Si bien en el fondo no es nada que no hayamos visto antes, Vaughn termina por entregarnos una muy divertida cinta de espías con una pizca de rebeldía, y quizás hasta un tanto subversiva. Logradas escenas de acción, buen humor y un elenco de primera linea deberían ser razones suficientes para disfrutar de esta película que lo que carece en originalidad lo compensa en entretenimiento.
Benedict Cumberbatch brilla en una biopic de manual. Alan Turing (Cumberbatch) fue famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis que contenía la máquina Enigma, hecho que dará por finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) con victoria de los Aliados. Pero lejos de convertirse en un héroe, Turing fue acusado y juzgado por su condición de homosexual. La película está co-protagonizada por Keira Knightley, Mark Strong, Charles Dance y Matthew Goode. Una Mente Enigmática ¿Quien fue Alan Turing? Después de ver El Código Enigma seguro podemos responder unas cuantas preguntas sobre su vida, sus logros y sus secretos, pero la de quien fue realmente quedará inconclusa. Esto se debe a que la biopic del matemático, criptólogo y pionero de la computación pareciera estar más preocupada en cerrar viejas heridas que en indagar un poco más allá de lo que se ve en la superficie. En los últimos años las biopics (o películas biográficas) se volvieron algo así como una plaga. Las hay buenas, las hay malas y las hay irrelevantes. Y si El Código Enigma zafa de entrar en cualquiera de estos últimos dos grupos es por obra y gracia de Benedict Cumberbatch. El actor de Sherlock y Star Trek En la Oscuridad se luce en el rol protagónico y eleva él solo el nivel de una biografía que tranquilamente se podría haber emitido en el viejo canal Hallmark, especialistas en historias de vida difíciles. El Código Enigma es lo que podríamos llamar una “biopic de manual”. Es correcta en todos y cada uno de los aspectos. Una fotografía bien cuidada, un acertado diseño de producción y reconstrucción histórica, actuaciones secundarias acordes y una partitura original que se intensifica en los momentos justos. El director Morten Tyldum y su guionista Graham Moore eligieron centrarse en los años que Turing trabajó para el ejército inglés descifrando códigos secretos nazis. Todo esto está contado a través de un largo flashback en el que no faltarán otros flashbacks. Esta vez todavía más lejanos en el tiempo mostrándonos la difícil infancia del personaje. El problema con esto es que dichos flashbacks no aportan absolutamente nada. O mejor dicho, aportan dándonos información que ya conocíamos o habíamos dado por sentado, lo que aparte de innecesarios los vuelve redundantes. Cuando llega el desenlace no sabemos mucho más sobre Alan Turing que cuando empezamos, más allá de algunos datos de color. Pero lo que sí sabemos -y la película se encarga de recalcarlo con una leyenda antes de los créditos finales- es lo mal que el gobierno inglés se portó con él y otras miles de personas por esos años. Algo que sin dudas no es un hecho menor, pero termina por hacer sentir a la película como un pretexto para pedir perdón y limpiar los pecados cometidos por el estado en aquellos tiempos. Conclusión El Código Enigma es una biopic que si bien tiene sus buenos momentos no le aporta aporta nada nuevo al género y hasta termina funcionando mejor como una simple cinta de suspenso. Elevada por una gran actuación de Benedict Cumberbatch y algunas escenas o diálogos que sorprenden por su humor, no busca raspar más allá de la superficie y la bajada de linea final termina por confirmar que los realizadores estaban más preocupados en pedirle perdón a Alan Turing que en contarnos su vida y dejarnos sacar nuestras propias conclusiones. Una biografía con gusto a poco.
Una despareja aunque visualmente deslumbrante aventura espacial a cargo de los hermanos Wachowski. Jupiter Jones nació en un barco en medio del océano, bajo un cielo estrellado que predecía un futuro brillante. Pero hoy su realidad es otra, debe trabajar de sol a sol junto a su madre limpiando las casas de otras personas. Hasta que aparece en escena Caine, un ex militar genéticamente modificado que llega a la tierra en su búsqueda y le revela su verdadera identidad: Jupiter es una de las personas más importantes del universo y deberá reclamar su herencia para restaurar el balance del cosmos. Acenso y caída de Júpiter El Destino de JúpiterLos hermanos Andy y Lana Wachowski demostraron con la saga Matrix (especialmente la primera) que son capaces de crear nuevos y originales mundos con una mitología y reglas propias. Quizás por esta mismo razón uno todavía no terminaba de descartar por completo a El Destino de Júpiter, una película que los avance no hicieron demasiado por vendernos y que con su retraso de seis meses solo alimentó nuestros peores temores. Oficialmente este retraso fue para pulir los efectos especiales, mientras que la versión extra-oficial habla de los Wachowski siendo relegados de la mesa de edición. Viendo el productor terminado la versión no oficial toma mayor fuerza en mi cabeza, ya que me resulta difícil entender como dos directores que nos entregaron algunos de los trabajos más complejos dentro de la ciencia ficción moderna, harían una película tan grande en escala y a la vez tan simple y efímera. Hay una película más grande (y hasta me animaría a decir que mejor) tratando de salir a la luz en El Destino de Júpiter. Hay momentos brillantes seguidos de otros que nos dejan rascando la cabeza mientras intentamos entender el porqué de su existencia. Hay un mensaje y una temática clara, hay hermosos paisajes espaciales, hay escenas de acción que nos quitan el aire, hay sátira, hay humor absurdo y hay mucha pero mucha imaginación. Pero la película nunca llega a funcionar realmente. Todo se siente como un interesante conjunto de ideas pero sin conexión. El film pareciera buscar recorrer un terreno similar al de otras aventuras espaciales como Star Wars, pero siempre algo sucede que la hace retroceder y volver a empezar. Hay, por ejemplo, una secuencia de humor sumamente absurdo y satírico que pareciera salida de La Guía del Viajero Intergaláctico y que termina siendo un claro homenaje a Brazil de Terry Gilliam, con el propio director teniendo una breve aparición. El Destino de Júpiter es una película de extremos, y se pasea de uno a otro frente a los ojos déjanos desorientados por momentos. Channing Tatum hace lo que puede y pone lo que mejor que tiene en su personaje de Caine que -debo decirlo- resulta un tanto ridículo. Desde sus orígenes hasta su apariencia, algo nos da la sensación de que no encaja del todo en el relato. Mila Kunis tiene la difícil tarea de ser, en muchas oportunidades, el descanso cómico de la película, pero desgraciadamente Mila está muy lejos de ser Amy Poehler o Tina Fey. Aunque un poco desaprovechados, quizás los mejores trabajos sean los de Sean Bean y Eddie Redmayne en papeles secundarios. Bean como un aliado de Caine y Redmayne como el villano de turno, tienen entre ambos algunas de las escenas mejor logradas de la película. Pero a pesar de estas fallas los Wachowski mantienen el film de pie y siempre en movimiento. La duración (un poco superior a las dos horas) es la justa, y aunque no puedo decir que se pasan volando, tampoco llegaría al extremo de decir que aburre. El buen uso del 3D, sobre todo en escenas de acción, el espacio y otras en donde el tiempo se congela, está en verdad muy bien logradas y demuestran que a veces el formato, aunque no sume a la historia, le agrega espectacularidad a la imagen. Conclusión El Destino de Júpiter tiene todos los ingredientes para ser una divertida aventura de ciencia ficción, pero nunca logra que funcionen todos juntos. A diferencia de Guardianes de la Galaxia, donde el humor estaba integrado a la historia y fue en gran medida parte de su éxito, aquí parece ajeno al relato y por momentos hasta incómodo. Pero a pesar de que el resultado final se siente diluido y rebajado para que pueda ser disfrutado por jóvenes o adolescentes, a grandes rasgos se puede apreciar lo que los Wachowski estaban intentando. Y tampoco podemos dejar pasar el hecho de que esta es una historia completamente original pensada por los directores, algo que en esta época tan adicta a las adaptaciones, remakes y secuelas es digno de valorar.
Una divertida y emotiva comedia dramática que descansa sobre los hombre de un inspirado Bill Murray. Maggie (Melissa McCarthy) y su hijo Oliver (Jaeden Lieberher) se mudan junto a la casa de Vincent (Bill Murray) un veterano de Vietnam malhumorado y corto de dinero. Maggie acaba de divorciarse por lo que no le terminará quedando otra opción que dejar al niño a cargo de su nuevo vecino. Así comenzará a gestarse una extraña pero sentida amistad entre ambos, y Oliver comenzará a ver en Vincet algo que nadie más ve: que debajo de su difícil persona hay un gran corazón. Rezale a San Bill Murray St. Vincent es una película que probablemente ya hayas visto alguna vez. No esta misma específicamente, pero si alguna similar. El concepto no es nuevo. Un joven o niño con algún tipo de problema entra en la vida de un adulto o persona mayor con algún tipo de problema, inicialmente este último rechaza la idea pero finalmente se terminarán ayudando mutuamente para hacer de sus vidas algo mejor. Sin ir más lejos, la trama de Un Gran Chico o más cercano en el tiempo Un Camino Hacia Mi, abordaron temáticas algo similares. Si bien el material no derrocha originalidad, el director y guionista Theodore Melfi supo tomar unas cuantas buenas decisiones que hacen de su ópera prima una película que fácilmente puede ser disfrutada por todo su publico. La principal de ellas es el casting. El joven Jaeden Lieberher (a quien pronto veremos en lo nuevo de Cameron Crowe otra vez con Bill Murray) es una verdadera revelación. Lieberher interpreta a Olvier, un chico cuyos padres acaban de divorciarse y a pesar de demostrar una gran madurez, todavía está aprendiendo a manejarse por la vida. Su madre está interpretada por una medida Melissa McCarthy quien lejos está de los papeles en los que la solemos ver. Si bien la comedia pasa a través de muchos de los personajes de la película, justamente el de ella no es uno. En cambio, Naomai Watts entrega lo que muy probablemente sea su más divertida actuación hasta el momento como la stripper y prostituta rusa embarazada Daka. Pero con todo lo bueno que podemos decir con respecto a ellos, la realidad es que este es un show pura y exclusivamente de Bill Murray. El actor de SNL y grandes comedia como Caddyshack, Los Cazafantasmas y Groundhog Day es el Vincent del título. San Vincent. Un viejo cascarrabias veterano de Vietnam que completará la educación de Oliver y que en el interior no es una persona tan difícil como lo aparenta ser por fuera. Este es un personaje que le calza como anillo al dedo a Murray ya que puede explotar tanto sus dotes para la comedia como para el drama. Pero son justamente los momentos en los que entra en terreno lacrimógeno los que terminan por jugarle un poco en contra a St. Vincent. Melfi no puede evitar exprimir al máximo cada escena que pretende transmitirnos emoción hasta dejarla seca. Pero aunque notamos la mano del director ordenandos a emocionarnos, debemos admitir que por obra y gracias de Murray y el pequeño Lieberher ,resultan efectivas. Conclusión Divertida aunque quizás emotiva en exceso. Es difícil hacer una comedia dramática redonda y bien balanceada, pero St. Vincent resulta un digno acercamiento en el género. Un guión que presiona las teclas correctas y un elenco brillante liderado por un intratable Bill Murray deberían ser suficientes razones para transformarla en una película que merece ser vista.