La mejor saga de superhéroes de la historia del cine. X-MEN es, a mi criterio, la mejor saga de superhéroes de la historia del cine, no sólo por sus virtudes cinematográficas en lo técnico, sino y fundamentalmente por su complejidad narrativa. Es muy difícil adaptar un cómic plagado de personajes a la pantalla grande y lograr desarrollar sus múltiples personajes en forma profunda. X-MEN lo ha logrado, gracias a las sólidas bases creadas por Bryan Singer, este gran director que ahora retoma la posta para terminar lo que ha comenzado tan bien. Days of future past es un delirio absoluto, una incursión creativa dentro de la trama cronológica de los X-MEN que refresca la premisa original. Probablemente esté plagada de inconsistencias, sí, pero la verdad es que no importa. Bryan Singer regresa para hacer lo que mejor sabe hacer: contar una buena historia sin descuidar a los personajes y los vínculos que existen entre ellos, apelando a una cinematografía envidiable. El resultado vuelve a ser genuino, entretenido y por momentos sorprendente. El espectador ya conoce a los personajes, sus historias personales y sus motivaciones. Siempre es un placer reencontrarse con ellos en aras de una nueva aventura. X-MEN, a pesar de pertenecer a un género popular entre los adolescentes, sigue siendo una película de ciencia ficción que se toma muy en serio a sus protagonistas, y por eso quizás continúe cautivando a la audiencia del modo en que lo hace. A la audiencia, y al reparto también. Ésta debe ser una de las pocas sagas de la historia del cine que luego de 5 películas y 15 años continúa convocando con entusiasmo a sus actores originales, lo que habla a las claras del compromiso que todo el equipo tiene con el proyecto. Days of future past es de visión imprescindible para quienes disfrutan del género y en especial de la saga. Cualquier otro también la pasará bien, aunque tal vez se pierda un poco en los detalles de la historia. Para los amantes de la fotografía y la técnica cinematográfica, promediando la cinta hay una escena sinceramente fantástica, que será recordada y comentada por mucho tiempo en la industria. X-MEN sigue sin defraudar, y se consolida como la saga de superhéroes mejor realizada de la historia del cine.
Godzilla, el súper héroe El cine-entretenimiento norteamericano -o megaproducción pochoclera- es un género estigmatizado, y con razón; la gran mayoría de las propuestas que responden al mencionado estilo suelen subestimar a la audiencia, relegando lo argumental a un plano casi inexistente. Godzilla también es cine comercial, pero dentro de su esencia cinematográfica logra escapar con éxito del estereotipo para proponerle al espectador una muy buena experiencia. La clave del éxito radica en el respeto que el director ha tenido por la historia. Las muy buenas secuencias de acción y suspenso han sido puestas al servicio del argumento y no al revés, como suele ocurrir con este tipo de propuestas. Godzilla es una película bien ideada que invierte tiempo y recursos en contar una historia, al tiempo que presenta y desarrolla a sus protagonistas con gran eficacia. Claro que hay giros inverosímiles y agujeros argumentales, pero del tipo que uno está dispuesto a dejar pasar en aras del entretenimiento. Lo cierto es que la película engancha, impacta y por momento asusta, y mucho. Hay tramos de suspenso excelentemente ejecutados que recuerdan a joyas del género como Jurassic Park. Godzilla es cine pochoclero del bueno. Está bien guionada, bien protagonizada y sublimemente realizada en lo técnico. Seguramente, para los fans del monstruo, ésta sea una obra maestra; para el resto de los cine-aficionados, es una propuesta de ciencia ficción muy entretenida, que no defrauda.
Fuera del horno, pero caliente. Out of Furnace no es una película original, sino apenas otra variante narrativa de la típica historia de venganza. Pero no es el argumento en sí lo que hace de esta propuesta un gran exponente en su género, sino todo lo demás; y al decir todo lo demás, literalmente me refiero a todo lo demás: actuaciones, cinematografía y guion. Los personajes de Out of Furnace son vívidos, creíbles y logran que el espectador se sumerja en una historia magníficamente guionada, que derrama tristeza, violencia y oscuridad. La ambientación del filme es también impecable y logra capturar la esencia de la problemática social norteamericana con un notable despliegue visual. La fotografía es muy buena, sobre todo en los planos que se han elegido para contar ciertos pasajes cruciales de la historia. La música, por otro lado, está a cargo de Pearl Jam, lo que sin dudas magnifica la experiencia. Entre todas la virtudes técnicas y narrativas, en la película se destaca su reparto. Hay seis protagonistas de primer nivel, que se reparten el guion y le sacan a sus personajes el máximo jugo posible, pero entre Bale, Affleck y Harrelson, uno verdaderamente no sabe con quién quedarse. Los tres logran, cada uno a su modo, transmitir sus miedos, frustraciones y odios, a través de interpretaciones magistrales. Out of Furnace no es nada nuevo, pero está muy bien lograda. Siempre da gusto ver una película tan minuciosa en su trámite narrativo y tan bien caracterizada por sus protagonistas. Habrá quienes no encuentren nada espectacular en ella, pero dudo que pueda defraudar a cualquiera que sepa por dónde viene su género y no busque una película pochoclera.
Una telaraña argumental Toda saga que comienza bien encuentra su gran oportunidad en la segunda parte, cuando los personajes principales ya han sido presentados exitosamente. Sin ir más lejos, la no tan lejana Spiderman 2, de Sam Raimi, ha sido para mí una de las mejores películas de súper héroes de la historia del cine. Esta temprana remake, a cargo de Marc Webb, es una buena película, aunque quizás no tanto como su antecesora, y lejos está de ser comparada con la obra maestra de Raimi. The Amazing Spiderman 2 es una telaraña argumental, y allí radica su debilidad. A diferencia de la entrega original vista en 2004, donde el guion era llano y simple, pero contundente, la narrativa de esta propuesta es altamente compleja. Quizás de forma muy pretenciosa, Webb quiso componer una obra épica con múltiples protagonistas y no sólo contar la historia de Peter Parker, sino la de otros 3 personajes. No sólo eso. En esta entrega, la propia historia de Peter Parker es infinitamente más entreverada de lo que supo ser una década atrás, lo que consume recursos narrativos y tiempo de filme. El resultado, por lo tanto, es un desbalance. The Amazing Spiderman 2 brilla por momentos, sobre todo en las secuencias de acción, pero no logra consagrarse en su totalidad, dada la desproporción existente entre la narración y el entretenimiento. De alguna manera, esta entrega del hombre araña incurre en los mismos errores que la caótica Spiderman 3 de Raimi, aunque en esta oportunidad el resultado haya sido mucho mejor, gracias a un quion más elaborado y mejor pensado. Es una buena película, entretenida y por momentos impactante, que no alcanza la consagración por ser excesivamente pretenciosa en materia argumental. No será tan buena como la primera, pero sin dudas merece verse.
Ciencia ficción divergente Las similitudes entre Divergent y The Hunger Games son evidentes. Ambas son adaptaciones cinematográficas de best sellers de ciencia ficción, con escenarios distópicos de posguerra en el que los sobrevivientes intentan cambiar las reglas de convivencia social. También tienen en común el perfil de sus protagonistas: jóvenes promisorios en rebeldía con el sistema. Divergent empieza bien. Es una película que está encarada con seriedad desde lo técnico y lo dramático, con buena cinematografía y, en principio, buenas intenciones argumentales. Los personajes y la historia están bien presentados, despertando el interés del espectador durante al menos media película. Pero luego llega el nudo, y lo que aparentaba ser una muy buena propuesta en su género, cae irremediablemente en una trama inocua y adolescente que destruye todo el encanto. Divergent hace agua por donde se la mire pasada la primera hora y pico de duración. El desarrollo de la historia se torna errante y extremadamente trivial, con giros y resoluciones propios de una película infantil. Las secuencias de acción, por otro lado, dejan muchísimo que desear también. Divergent hace honor a su título y diverge de su premisa inicial. Es precisamente en ese punto cuando cualquier comparación con The Hunger Games queda descartada. Esta película, destinada a convertirse en franquicia, no posee ni por asomo la solidez narrativa de la saga protagonizada por Jennifer Lawrence. Posee lo conceptos, pero carece de relato y contundencia. Es apenas una propuesta pasatista destinada a adolescentes.
Epopeya atípica Tuve mis dudas cuando Darren Aronofsky surgió como el encargado de llevar este proyecto a la pantalla grande, porque no es el tipo de director que hace una película épica por encargo, sino todo lo contrario; es un cineasta sensiblemente comprometido con el estilo y el mensaje de sus filmes. Mi escepticismo duró poco, quizás los 15 o 20 minutos que me llevó darme cuenta de que, llamativamente en esta industria, a Darren los productores no han podido modificarle el gusto. Noah no es una película épica comercial, sino otra pieza oscura y siniestra de un director que no se cansa de explorar la naturaleza humana con una profundidad inaudita. ¿Qué mejor que el antiguo testamento como fuente de inspiración? La huella del director está intacta, tanto en lo técnico como en lo narrativo. La edición es, por sobre todas las cosas, lo que sin dudas define a un filme de Aranofsky visualmente; esas secuencias de imágenes rápidas y superpuestas de alto impacto sensorial en el espectador. Hay, entre todas ellas, una secuencia de la creación del universo que sinceramente lo deja a uno con la boca abierta de comienzo a fin. En cuanto a lo narrativo, Noah es una película con un mensaje violento y poco esperanzador, cuyo epicentro argumental radica en la oscura naturaleza humana. Lo escatológico, si bien está presente en todo momento, es más bien circunstancial y atmosférico. La historia se enfoca en cómo su protagonista interpreta la voluntad del creador, y no tanto en el creador en sí, lo que me ha parecido fascinante. Los diálogos de la película son sustanciosos y contundentes, como parte integral de un guion muy bien pensado. Noah no es la epopeya bíblica que quizás los religiosos estaban esperando, sino más bien una adaptación con muchísimos grados de libertad. Es una película íntimamente comprometida con la esencia humana desde la misma creación, cuyo mensaje es tal vez sombrío, pero realista. Es una película difícil de recomendar, que seguramente con el tiempo será más valorada por el público. El arca de Noé es una historia que despierta pasiones en mesa, pero el cine de Aronofsky no es para todo el mundo. Quienes disfruten de Aronofsky y no tengan paradigmas religiosos inflexibles, van a saber apreciar Noah.
Superhéroe alla Jason Bourne. Voy a comenzar la crítica con una aseveración que puede sonar exagerada, pero no lo es: la continuación de Capitán América tiene algunas de las mejores secuencias de acción que he visto en el cine. Me atrevo a decir, de hecho, que las coreografías de combate cuerpo a cuerpo superan a las observadas en la trilogía de Jason Bourne, gracias a la soberbia e inesperada dirección de los hermanos Russo. La acción en Captain America: The Winter Soldier merece improvisar un adjetivo: es desfibrilante. Las piñas y las patadas rozan el rostro del espectador, al tiempo que las balas silban a su costado. Hay también alguna que otra persecución automovilística que corta el aliento, y dos o tres momentos sublimes de suspenso, brillantemente ejecutados. No hay muchas vueltas que darle; esta segunda entrega del emblemático superhéroe norteamericano es técnicamente perfecta, y su impacto sensorial es envidiable. De eso se trata la película y en eso se destaca, aunque en otros aspectos tampoco defraude, como ser su trama y estilo narrativo. The Winter Soldier invierte en un tipo de relato inusual en el género, más vinculado al mundo del espionaje que al de la historieta. No voy a decir que es un gran thriller político como he leído por ahí, porque sinceramente no me parece que lo sea y porque tampoco creo que intente serlo; pero sin lugar a dudas el guion presenta una sólida base argumental para conducir la acción y el suspenso con mayor eficacia y verosimilitud, al tiempo que le permite también desarrollar y humanizar más a sus personajes. Difícil de superar lo que han hecho los directores. La variedad, creatividad y precisión de las tomas utilizadas en las escenas y su posterior edición alcanzan los más altos estándares cinematográficos. Ésta no es la típica película de superhéroes, sino algo así como una mezcla entre Jason Bourne y Misión Imposible protagonizada por el Capitán América; un deleite visual con muy escasas comparaciones. Ha arrollado a su predecesora y para mi gusto, se ha ganado un lugar entre las mejores exponentes en su género. Para ver muchas veces.
Gajes de un oficio difícil. Uno podría caer rápidamente en la tentación de decir que Lone Survivor es apenas otro filme-propaganda que busca sobresaltar el heroísmo de los soldados estadounidenses, pero la película es mucho más que eso. Es cierto que rescata lo mejor de las fuerzas armadas norteamericanas, pero lo hace de forma artística y seria, sin incurrir en cursilerías y evitando recetas harto conocidas. Lone Survivor está basada en una historia verídica, lo que le aporta una gran intensidad a la propuesta. Los protagonistas están inspirados en soldados verdaderos y las situaciones de conflicto también. No se trata de un comando de Rambos, sino de seres humanos con preocupaciones y ambiciones, como cualquiera de nosotros, cuyo trabajo es verdaderamente particular. La película muestra con realismo la rutina laboral de personas que arriesgan sus vidas para ganarse el pan, y funciona, gracias a un muy buen despliegue narrativo que acierta en la presentación de los personajes, sin apresurar los tiempos. Los tiros llegan más tarde, pero para quedarse. A partir del primer disparo, Lone Survivor se convierte es un espiral de acción y vértigo que no se detiene hasta arribado el final. Quienes recuerden Black Hawk Down, encontrarán en esta propuesta grandes similitudes, sobre todo por el crudo realismo de sus imágenes. Ésta no es una película de guerra en la que los protagonistas esquivan balas, sino todo lo contrario, y su director ha realizado un excelente trabajo de fotografía para encauzar la historia a través de secuencias visuales magníficamente logradas. Lone Survivor es un acierto en el género, gracias a su reparto y a una dirección impecable que ha sabido orquestar lo narrativo y lo técnico, rescatando la humanidad de los protagonistas, pero sin atenuar su capacidad de entretener a una audiencia ávida de acción.
La pareja perfecta. Her es ciencia ficción próxima, fácil de proyectar. No se trata de un futuro lejano, sino tan solo de unos cuantos años hacia adelante, en los que la tecnología continúa avanzando sobre nuestro estilo de vida, modificando las costumbres y los hábitos. No es ciencia ficción distópica, al contrario de lo que muchos puedan sospechar. Her no es la versión dramática de Terminator, sino una película íntimamente comprometida con la naturaleza social de las personas, enmarcada dentro de un escenario futurista y creativo. Se trata de una propuesta original, excelentemente escrita, dirigida y actuada, que explora las relaciones humanas con una profundidad inaudita, al tiempo que expone en la pantalla una visión sumamente interesante de un futuro cercano. Her es algo nunca antes visto, una entrega que fusiona géneros con una sutileza increíble, al tiempo que despliega un desfile de imágenes exquisito, gracias a su fotografía y edición de primer nivel. Una vez cada tanto surgen este tipo de sorpresas en la pantalla grande. Para mis estándares cinematográficos, Her es la película perfecta.
Una gran historia que no supo contarse. Yo considero que George Clonney es un muy buen cineasta, y reconozco en sus cualidades como director el saber contar historias y desarrollar personajes. The Monuments Men, sin embargo, es una pieza de alto contraste en su cinematografía, que falla en la narración de la historia y en la composición de los personajes. El trasfondo histórico es sumamente interesante. The Monuments Men está inspirada por un suceso verídico que da mucha tela para cortar, pero un relato altamente deficiente atenta contra el encanto natural del filme. La presentación de los personajes y del conflicto es escueta y banal, al igual que el posterior desarrollo. La película salta de una escena a la otra y de un protagonista a otro de modo aleatorio, evitando generar un clima propicio para que el espectador se familiarice con el hilo argumental. Hay un anticlima constante en The Monuments Men, que fastidia y aburre, al punto de perder el interés por la trama. Probablemente haya faltado tiempo y esmero en el desarrollo del guion. En lo cinematográfico, la película cumple, pero la parte narrativa deja muchísimo que desear. The Monuments Men posee una historia que vale la pena ser contada, pero bien. Esta propuesta, lamentablemente, no lo ha logrado.