El cine sonoro... me dejó mudo! Corre el año 1927. Los protagonistas de las películas de la pantalla grande son las megaestrellas de un cine que es el espectáculo por excelencia, época dorada del cine mudo y en un radiante blanco y negro, tiempos tantas veces referenciados por Hollywood y por los grandes directores. George Valentin (Jean Dujardin) es una de esas celebridades, un ícono de la época, amado por la crítica pero principalmente idolatrado por el público. Más preocupado por seguir sosteniendo un rotagonismo y con sus aires de "divo" de la época, Valentin jamás hubiese pensado que el negocio del cine iría mutando... y menos aún pensaría que él no ellegaría a encontrar un lugar, un espacio, una posibilidad dentro de ese cambio veloz e intempestivo. Su productor, Al Zimmer (en una excelente participación de John Goodman) vislumbrará más rápidamente el cambio dentro del negocio, pero por más que trate de advertirle y hacerlo entrar en raoznes, de convencerso para aggiornarse a los nuevos tiempos que corren, no cualquiera puede convencer a una mega estrella. Paralelamente, una bailarina que actuó con él en un papel mínimo en una de sus películas, comienza a cautivar al público y convertirse en la nueva "niña mimada" hasta llegar a oponerle una fuerte competencia. Y el director nos acompaña también a vivenciar el proceso que va desde la portada del Variety preguntándose "Quién es esa chica?" hasta el espaldarazo y llegar a convertirse en una estrella absoluta del cine sonoro, acompañamos a Bérénice Bejo (uno de los rostros más hermosamente filmados en el radiante blanco y negro del cine actual) en la piel de Peppy Miller, haciendo el camino completamente inverso al del desdichado Valentin. El ciclo se repite, los nuevos tiempos "fabrican" nuevas estrellas dejando de lado a las estrellas del viejo paradigma. No solamente la llegada del cine sonoro impactará en la vida profesional de Valentin, sino que conjuntamente a esos cambios, comienza a desmoronarse su vida afectiva y como ha sucedido ya en otros retratos tanto en relatos ficcionales como por ejemplo "El ocaso de una vida - Sunset Boulevard" o en algunos biopics sobre estrellas del cine de todos los tiempos, aparece la oscuridad de ver se generará una sombra personal proporcional al fulgor de su momento de gloria. Una reflexión que si bien Hazanavicius aplica al cambio cine mudo-cine sonoro, perfectamente puede ir en el mismo sentido de cómo el cine apagó a la radio, para luego ser avasallado por la televisión, como nuevas olas van imponiendo cambios en el arte y en la vida de los artistas. De cómo algunas corrientes cinematográficas que tuvieron su tiempo apogeo, luego se fueron empalideciendo (quien intenta filmar con un aire de Nouvelle Vague o sigue los designos del Dogma de Von Trier en el Hollywood de hoy?, por sólo poner un par de ejemplos). Y de cómo, por ejemplo, la tecnología (efectos especiales, cine 3D, salas equipadas con sonido y sistemas especiales) fue abriendo la posibilidad de un cine diferente, menos artesanal, más implicado con las grandes producciones, en donde muchos artitas no pudieron encontrar su lugar y quedaron sepultados bajo las nuevas corrientes. Como un gran tributo al cine mudo, a los filmes de acción de ese momento -una clara referencia a los seriales- y a las estrellas de la época más dorada, "El Artista" se constituye como un espacio para que el cine reflexione sobre si mismo, sobre la posibilidad de deconstruirse y construirse nuevamente que puede brindar el arte y fundamentalmente sobre lo duro del ocaso una vez conocida la fama y el glamour. No solamente cuenta con un elenco de secundarios importantes como James Cromwell en el papel del chofer del protagonista, una brevísima aparición de Malcolm McDowell y la reaparición de Penelope Ann Miller sino que acierta fundamentalmente en ambos protagónicos. Jean Dujardin tiene el phisique du rol adecuado y necesario para el papel. Se desenvuelve perfectamente bien tanto en la primer etapa de esplendor como en la segunda mitad donde incursiona más en el terreno del drama, con la dificil tarea de manejarse con una gestualidad más marcada y no poder expresarse con el apoyo de las palabras. Bérénice Bejo, como ya fuera dicho, irrumpe con este papel protagónico seduciendo a la cámara con un rostro y una sonrisa intensamente particulares e irradia simpatía y gracia en todas sus apariciones. Y sobre todo logra con Dujardin una excelente química. En plena temporada de premios y Oscars por venir, "El Artista" cuenta con 10 nominaciones a los premios y sinceramente no deja de ser una película de muy buena factura técnica, un espectáculo en si mismo que brinda ese sabor de homenaje autorreferencial que atrae y ha cautivado a la crítica y también al público, pero en mi opinión personal no tiene el perfil de la gran película del año. Sin embargo, tanto en los círculos de los críticos como en el BAFTA ha sido muy bien recibida, tuvo también el premio del público en el Festival de San Sebastián y la Palma en Cannes como mejor actor... es altamente probable que a la hora de los Oscar pueda aparecer con más de una sorpresa.
Verne también come pochoclo Como un gran entretenimiento concebido para el disfrute de toda la familia, es siempre bueno abrevar en las novelas de famosos escritores, sobre todo si se trata de Julio Verne, con sus fabulosas narraciones que siguen siendo grandes motores para el desarrollo y la estimulación de la imaginación (aún con los grandes avances tecnológicos y con toda la invasión de lo electrónico que existe hoy en el mercado) y que producen fascinación y nos dan la posibilidad de darnos una inmersión en el terreno del relato fantástico. Sólo queda de Julio Verne algún puntapié inicial, algunos guiños y básicamente algunas de sus más famosas creaciones (como el Nautilius y las referencias a sus escritos) en "Viaje 2: la isla misteriosa": una gran producción de la Warner apuntando básicamente al gran pasatiempo familiar y que aún enfrentada a grandes películas nominadas al Oscar y que vienen coronadas de grandes premios, sigue arrasando en la taquilla local. El héroe de nuestra historia tiene nombre y apellido: Sean Anderson (Josh Hutcherson quien ya habia aparecido en "Viaje al centro de la tierra" -la primera entrega de la saga- y con una consagrada actuación en "Mi familia - The kids are all right"). Él será quien recibda una señal codificada asegurando, mediante un crípitico mensaje que deberá descifrar, la existencia de la isla misteriosa que él tanto buscaba y en la que piensa indudablemente que se encuentra su abuelo paterno (valiosa participación de Michael Caine en un papel completamente descontracturado). Su padrastro Hank (Dwayne Johnson, masa de músculos dispuesta a la aventura al que no le vendrían mal un par de clases extra de actuación, aunque impone al menos su simpatía y su destreza), lo acompañará finalmente en esta búsqueda llena de aventuras, misterios y descubrimientos asombrosos ya que comparte junto a Sean el fanatismo por las historias de Verne, Stevenson y Swift. Para llegar a la Isla, sólo Gabato (Luis Guzmán en un papel divertido y muy a su medida) será el unico piloto que por una suma de dinero impensada para el tipo de viajes que hace en su helicóptero desvencijado, se preste a internarse en un terreno donde nadie se anima a penetrar. Lo acompañará su hija (Vanessa Hudgens, la bonita morocha de High School Musical y que hace una buena pareja adolescente con el protagonista) y así formarán un equipo dispuesto a sobreponerse a las más diversas situaciones de peligro que les propondrá la misteriosa isla del título. Con un dejo del cine que amaba ver en mi niñez -sin ir más lejos mis hijos la disfrutaron muchísimo-, hay que dejarse llevar desde el inicio con la propuesta del director Brad Peyton (el mismo de "Como perros y gatos 2" que evidentemente conoce el divertimento para el público masivo, pero que ganaría mucho más en una propuesta de dirección más creativa y menos amparada en los efectos especiales) para poder creer las soluciones que propone a cada una de las vueltas inverosímiles que propone la historia. Dentro de selvas que respiran a la vista el dejo de decorado artificial "plantado" dentro de un lujoso estudio, con imágenes digitales pegadas no muy sutilmente en algunos casos como fondo; las aventuras de estos intrépidos seguidores de Verne encierran desde encontrar elefantes enanos y gigantes mariposas, internarse en la cueva del Capitán Nemo para hallar la vitácora del Nautilius hasta enfrentar una especie de iguana-dinosaurio gigante decidida a despedazarlos al instante, cabalgar en abejas enormes -que luego serán perseguidas por unos pájaros multicolores, de hermosa apariencia pero muy peligrosos- o cuidarse de no ser electrificados por una anguila de increibles dimensiones. Como más de uno podrá preveer (sin que esto signifique que les estoy contando el final de la historia) todo saldrá más que bien para que pueda dejarse abierta la posibilidad de que puedan continuar con esta temática con una pizca de Verne. Sobre el final un plano del libro "De la tierra a la Luna" nos invita a seguir escuchando narraciones extraordinarias plenas de efectos especiales, mucho ritmo y acción que dejen satisfechos a todos los integrantes de la familia y que por supuesto rinda su tan esperado objetivo en la taquilla. Más allá de todo, se disfruta y mucho.
Fragmentos desde mi Alzheimer Phyllida Lloyd y Meryl Streep ya habían trabajado juntas en el boom musical recreando los grandes éxitos de Abba "Mamma Mia!". Para Lloyd ése era su debut cinematográfico y aún sin tener una gran trayectoria cinematográfica se animó a encarar a una de las figuras más importantes y controvertidas de la historia reciente: Margaret Thatcher, ex primera ministra británica, ícono en los '80 e inolvidable en nuestro país por su participación dentro de la Guerra de las Malvinas. Con un retrato similar al que habia planteado en su momento Stephen Frears con "La reina", el film de Lloyd, al igual que el de Frears, tienen como eje central la fuerte figura de sus protagonistas. Básicamente son retratos de personalidades importantísimas encuadrados dentro de un par de hechos políticos relevantes. Pero también, y aún superando a la figura que representan, son filmes que se han apoyado en el enorme trabajo de sus actrices. Asi como en su momento, la impecable Helen Mirren se alzó con el Oscar y el gran reconocimiento de cuanto premio se haya dado durante ese año, es ahora Meryl Streep la que parece que este año arrasará con cuanta estatuilla y premio le pongan en su camino. Y obviamente que es otro reconocimiento más que merecido ya que ha probado más que fehacientemente que es una actriz absolutamente capaz de abordar cualquier tipo de trabajo, desde sus momentos más dramáticos como en "La decisión de Sophie" "La duda" "Los puentes de Madison" o "Las Horas" hasta sus momentos de comedia en "Enamorándome de mi ex", la reciente "El diablo viste a la moda", la muy recordada "La muerte le sienta bien" o malvadamente genial en "La Diabla". Se divierte prestando su voz en "El fantástico Mr. Fox" y juega a la comedia musical, cantando y bailando en la ya nombrada "Mamma Mia!" demostrando que no hay género que se le resista (y si no lo creen, con sólo mirar el trailer quedarán cautivados por su gigante actuación). La narración de este biopic arranca retratando a Mrs. Thatcher en sus 80 años, devariando, hablando con su esposo ya fallecido (otra gran actuación de Jim Broadbent, ganador del Oscar por "Iris" y a quien vimos recientemente en el ultimo trabajo de Mike Leigh "Un año mas") y recordando fragmentos de su historia personal. De esta manera, cuando su hija la convence de deshacerse de las pertenencias de Dennis, su marido, comenzarán a dispararse vivencias y recuerdos que la directora alterna con algunas mínimas imágenes de archivo, que básicamente utiliza para contar en forma resumida, los momentos más relevantes del paso de Thatcher por el poder, las diferencias existentes dentro de su ministerio y fundamentalmente la manera en que una mujer logró abrirse un lugar tan importante dentro del Parlamento británico. Confundida entre las esquirlas de su pasado que aparecen demasiado vívidas y una figura omnipresente de su marido al cual no puede hacer desaparecer de su cabeza por más que lo intenta profundamente, la figura de Thatcher pivota entre una pintura de mujer fuerte e intempestiva y la fragilidad con la que la encontramos en el presente de la narración. Básicamente lo que cuenta en un puñado de anécdotas "La dama de hierro" es una historia bastante conocida y no tiene demasiado artificio en su manera de contarla. Lloyd se afinca en una forma sencilla y directa, mientras que el gran peso y desafio, recae en la actuación de Streep para sacar adelante un papel complejo y que representa todo un desafío, del que por supuesto, sale airosa y con todos los honores. Meryl Streep es creible en un 100%, tanto en las escenas donde se la ve como la mujer luchadora que no dudará en su empuje y sus convicciones para llegar al poder, como en la anciana senil invadida por sus memorias y confundiendo permanentemente presente y pasado, atrapada por sus recuerdos. Es otro gran trabajo para una gran actriz, lleno de matices, miradas, inflexiones en la voz (es asombrosa en sus parlamentos como primer ministro y lo diferente de su voz como una anciana desolada ante la presencía de su difunto esposo como visita fantasmática) y sus posturas y señales corporales. Lloyd elige también hacer pie y relatar desde la ancianidad de Margaret, lo que hace a Thatcher una figura mucho más querible y vulnerable, por más que siga presente en nuestro imaginario colectivo la época fulgurante de la Dama de Hierro durante la guerra de Malvinas. Cinematográficamente, la película no tiene demasiados méritos ni tampoco la directora se esfuerza por plantear un retrato más allá de las convenciones y los lugares por los cuales no debía dejar de pasar. Por el contrario, toma una postura muy determinada desde el inicio del film y peca justamente por no aprovechar todos los elementos para construir un retrato más sinuoso y menos lineal, para una figura tan controvertida como la de Margaret Thatcher. Asi todo, el filme muestra un fragmento de la historia reciente muy interesante y por sobre todas las cosas es un absoluto festival Meryl Streep que se disfruta de principio a fin.
Grupo de Familia "Mi familia parece un archipielago, todos parte de un todo, pero separados y solos ... y siempre alejándose lentamente" (el personaje de George Clooney, Matt King, en un momento del film) En esta época del año, como ya se adelanta en varios de los posteos, es la gran temporada donde se presentan todas aquellas películas que vienen ganando cuanto premio se cruza por su camino e irrumpen en la carrera de los Oscar. Siempre aparecen también algunos productos muy bien hechos pero que si no tuviesen el marketing propio de los Oscar, hubiesen pasado más desapercibidas como "Historias Cruzadas" o las ya estrenadas en su momento sin una gran repercusión como "El juego de la fortuna" y "El arbol de la vida". No es precisamente el caso de la brillante "Los descendientes”, la última realización de Alexander Payne, el director de "Entre Copas" y "Las confesiones del Sr. Schmidt" y que había llamado poderosamente la atención con la excelente comedia independiente "La Elección". En este caso Payne traza un retrato minucioso pero simple, profundo pero sin grandes pretensiones, de los vinculos que se establecen en una familia tipo (madre-padre-dos hijas) en el medio del paisaje paradisíaco de Hawaii. Como dice el protagonista en un pasaje del film, por más que el lugar sea paradisíaco, ellos también tienen problemas y no viven de vacaciones y felices todo el tiempo, por más que pasen sus días en un lugar soñado. Es en este entorno de belleza natural absoluta donde se cuenta la historia de Matt King (George Clooney), casado y padre de dos hijas de 10 y 17 años. Su universo de seguridad y aparente solidez se ve completamente derrumbado cuando su esposa sufra un terrible accidente que la deje en coma con peligro de muerte. Y es en este momento donde Matt tratará de "surfear" las peores aguas cuando su pequeño mundo familiar se desmorona estrepitosamente. Se pone en evidencia que Matt tiene serios problemas para vincularse con sus hijas, la mayor de las cuales es prácticamente una desconocida para él, al no poder acercarse a su mundo adolescente y es justamente Alexandra (magnífica Shailene Woodley en este papel de hija mayor que hubiese merecido que se la considerase en las nominaciones para el Oscar) quien hará detonar un secreto desconocido para Matt que hará cambiar profundamente su visión del pasado y del presente de su pareja y de su familia. Paralelamente al relato de su nucleo familiar, Matt atraviesa un momento de lazos endebles y complicados con familia de origen, tomando el rol de la voz cantante del grupo de primos que ha heredado unas tierras de sus ancestros y están precisamente decidiéndose en el proceso de venta a alguna de las corporaciones que proyectan hacer emprendimientos turísticos en la zona. Con un personaje central tironeado entre sus lazos con el pasado y su presente caótico, el guión del propio Alexander Payne basado en la novela de Kaui Hart Hemmings -cuya edición pocket acaba de ser publicada en el mercado local- maneja sutilmente cada una de las diferentes lineas argumentales sin abandonar en ningún momento el registro de comedia aún en las situaciones más dramáticas. Sin sobrecargar las tintas y apoyándose en diálogos completamente creíbles y situaciones que logran empatía directa con el espectador, somos testigos del doloroso proceso de Matt y su familia para ir encontrando su lugar y su recomposición atravesando un momento sumamente complicado. En la máscara de Matt King, a George Clooney se lo siente como pez en el agua después de "Amor sin Escalas" y "Secretos del Poder". Tan preciso y conmovedor en los momentos más introspectivos del film como gracioso en los pasos de comedia que juega ante la sorpresa y las decisiones colaterales que toma cuando su hija le devela ese secreto desagradable, entregando una vez más un gran trabajo. Como Alexandra, Shailene Woodley logra ese perfil de la adolescente rebelde y contestataria sin trazos gruesos y anclando en su necesidad de afecto y de poder vincularse con su padre. El resto del elenco acompaña, cada uno en su personaje, de una manera impecable ayudados también por un guión inteligente que plantea, aún en situaciones dificiles lidiando con temas de vinculos familiares, enfermedades, desencuentros, rupturas, despedidas, poder contarlo siempre con una mirada honesta y verdadera, cargada de sinceridad y sencillez. Una verdadera perla dentro de las comedias de Hollywood que muchas veces no logran encontrar el mix perfecto entre temas serios y una mirada más desplazada hacia el humor que hacia la tragedia, sin dejar de darle la seriedad exacta que cada tema necesita. Es evidente que Payne maneja estos mecanismos, sabe lo que hace y en el producto final, como espectadores, le quedamos inmensamente agradecidos de habernos paseado durante casi dos horas por hermosos paisajes, maravillas naturales increibles e incluir dentro del tour, un viaje interior a la reconstrucción de cada uno de nuestros vinculos más primarios. Un viaje hacia ese archipiélago complejo y entrañable que es la familia.
Peter Capusotto: Demasiado Chico para la pantalla Grande... Y finalmente Diego Capusotto logró llevar a los personajes más famosos de su programa televisivo a la pantalla grande, y a partir de ese momento, por supuesto, asume el riesgo que ésto implica. Todos sabemos que no son muchas las adaptaciones o traspasos de formatos que pueden sostenerse dentro del esquema cinematográfico ni es todo tan fácil como parece... no siempre lo que funciona bien como producto televisivo asegura que ese mismo rendimiento se pueda lograr en su trasposición cinematográfica. En este caso, previo a un auspicio delirante, "Peter Capusotto y sus 3 dimensiones" tendrá en el personaje de Violencia Rivas a la que guie de alguna u otra manera la narración del film. Ella se convierte en una suerte de hilo conductor del relato, a través de la lectura de una carta con una serie de reflexiones acerca del entretenimiento y sus vinculos actuales con la televisión, las redes sociales, internet y el espectáculo como entretenimiento en general. Si bien mediante esta serie de reflexiones, lo que el guíón de Saborido y el mismo Capusotto pretende, es darle una cierta idea de guión y de historia para constituirse en un producto cinematográfico más típico, la gran disparidad de los "sketches" que pretenden vincularse es justamente lo que subraya la falta total de coherencia en el relato. Relato por cierto inexistente y que hubiese tenido una mayor naturalidad si no se lo hubiese pretendido ajustar a nigún tipo de formato preestablecido. Quedan de esta manera cada una de las partes, de esas piezas, como muy presionadas a responder a la consigna del debate sobre el entretenimiento que plantea el personaje de Violencia, aunque algunas de ellas sólo están vinculadas demasiado tangencialmente. Dentro de la galería que despliega Capusotto no solamente estará Violencia Rivas sino también Micky Vainilla, el cantante pop nazi en un reportaje sobre el contenido y la realización de su nuevo film; Jesús de Laferrere y Bombita Rodríguez que da vida al relato que logra tener un eje temático sumamente creativo, con mucho humor y acertado en la sorpresa de incluir fuertemente la imágen de Perón y Evita dentro del fragmento, siendo éste, lejos, lo mejor del film. Sin solución de continuidad aparecen personajes, tandas comerciales, auspicios, y dentro de los desniveles que presupone cualquier relato fragmentado, habrá algunos que logren mejor que otros su cometido. Habiendo ya aclarado que no se trata de una película sino que podría definirse más acertadamente como un programa televisivo más extenso (ni siquiera aprovecha demasiado el tema de que en el cine podría tocar alguna temática diferente a la televisiva por restricciones propias que se imponen en el medio y en la difusión masiva) y con una producción en 3D que no suma ni resta a lo que se pretende mostrar -aún cuando sobre el final logra un par de efectos más divertidos- lo que "Peter Capusotto y sus 3 dimensiones" logra finalmente mostrar tiene desniveles realmente importantes que sólo serán "perdonados" por sus fans más acérrimos y un público que parece dispuesto ya desde el inicio a divertirse desenfrenadamente y que festeja sobrecargadamente cada gag. En ese desnivel, aparecen después de algun fragmento muy efectivo y sumamente risueño otro con una falta completa de timing y que se termina alargando innecesariamente, totalmente contrapuesto al anterior que aniquila estrepitósamente la situación graciosa y el ritmo generado por el anterior. Incluso en algunos fragmentos la idea se resuelve en una forma demasiado precaria, en apariencia como si faltase un trabajo de pulido del guión o de buscar una forma más inteligente o creativa para rematar la situación. Pareciera, a simple vista, como si de movida se hubiese apostado al éxito del producto televisivo, sin medir un desfio estético y un planteo más acabado que presupone el guión de un film. Obviamente que ninguna de las fallas apuntadas hará que los seguidores no disfruten de la película porque realmente tiene momentos muy graciosos, pero a pesar de la gracia natural, los queribles personajes y el humor delirante ilimitado "Peter Capusotto y sus 3 dimensiones" huele más a estudiantina y programa televisivo que a una película que merece ser vista en los cines (y abonando el precio de una entrada 3 D !!!!)
Stiller y Murphy: modernos Robin Hood's Brett Ratner es el director de la saga de "Rush Hour" y, entre otros productos, de la comedia con Nicholas Cage "Hombre de Familia". Es productor de exitosas series televisivas, por lo que tiene más que claro el ritmo que hay que imprimirle a un guión para que pueda ser una receta apetecible para el público en general. "Robo en las alturas" ("Tower Heist" en el original) obviamente no se escapa de esta regla y Ratner sabe como manejar los hilos para que la película esté narrada siempre en un tono liviano de comedia y sobre ese tono poder sostener algunos apuntes de acción, suspenso y que todo el elenco pueda lucirse, cada uno en su justa medida. Josh Kovacs (Ben Stiller) es el gerente a cargo de uno de los edificios más lujosos y seguros de Nueva York y lleva a cabo esta inmensa tarea desde hace más de diez años. Dentro de este edificio, en el piso más alto y más lujos que pueda imaginarse, vive Arthur Shaw (otro trabajo interesante de Alan Alda) que tras ser acusado de una estafa mutilmillonaria con los fondos de sus inversores, este magnate de Wall Street debe permanecer por orden del FBI bajo arresto domiciliario. La historia se complica un poco más aún cuando Josh le termine confesando a todos los empleados del edificio que están a su cargo, que los fondos de pensiones de todos ellos estaban en manos de Shaw, quien les había dado la promesa de triplicarlos en la bolsa... pero con todos los sucesos recientes queda más que claro que lo han perdido todo. Ante las decisiones que toman los empleados, sobre todo de ellos que estaba muy cercano a jubilarse, Josh reacciona y quiere hacer justicia por sus propias manos. Y como el plan "A" para salvar todo -que incluía una charla personal con el Sr. Shaw- sale mal, e impensadamente Josh pierde su trabajo, deberán rapidamente armar un plan "B". Un plan muchísimo más osado, incierto, casi imposible, pero divertido. Basándose en la famosa historia de Robin Hood de robarle a los ricos para repartir entre los pobres, ha llegado la hora que, en nombre de todos ellos, Josh tome revancha sobre el multimillonario estafador. Con una primera parte en donde el guión se toma el tiempo de irnos presentando a cada uno de los personajes centrales que confluyen en el plan de Josh, la película toma un ritmo más interesante en la segunda mitad ya cuando este plan comienza a ponerse en acción, aunque no pierde en ningún momento ni el suspenso ni el ritmo de comedia. Quizás como espectador se hubiese agradecido que el guión se "jugara" con trazos de humor un poco más delirante y desenfrenado porque las situaciones daban para ese registro. Sin embargo, opta por algo más convencional dentro de los cánones de la comedia para todo público y conduce un elenco coral en donde cada uno en su momento tiene su lucimiento. Acompañan a Josh / Ben Stiller en el plan, Eddie Murphy como el ladrón "profesional" al que requieren ayuda (una vez más Murphy haciendo un papel que remite permanentemente a "De mendigo a millonario" o más aún a "Un detective suelto en Hollywood"), su cuñado Charlie (Casey Affleck de "Gone baby Gone" y "La gran estafa") y el recientemente desalojado del edificio por problemas financieros Mr Fitzhugh (Matthew Broderick, si! el de las ochentosas "Juegos de Guerra" y "Un experto en diversión"). Serán también de la partida, algunos empleados y ex-empleados de la torre (la nominada al Oscar por "Preciosa" Gabourey Sibide, el ascendente Michael Peña) y completa el elenco la Agente Especial e investigadora del FBI que persigue al estafador y termina involucrada en los planes de esta pandilla interpretada por Téa Leoni (de "Spanglish", "Las locuras de Dick y Jane" con Jim Carrey y la mencionada "Hombre de Familia"). Un guión dinámico aunque poco novedoso, entretiene y permite que cada uno de las estrellas del elenco pueda mostrar lo que sabe hacer. Aún cuando para que el plan "B" del equipo pueda ir saliendo airoso, el guión plantea demasiadas convenciones a las que tenemos que pasar por alto (en este importantísimo edificio lleno de cámaras todo el mundo parece "distraido" y poco atento a su trabajo, como detalle mínimo...), "Robo en las alturas" termina constituyéndose en un producto bien hecho y que logra cumplir con el objetivo del mero entretenimiento. De todos modos, si no fuera porque cortaron la luz en casa y fue la excusa para tener un par de horas de aire acondicionado, se puede esperar a verla en DVD y juro que no pasaría nada...
Telaraña Después de su debut en la dirección con "Confesiones de una mente peligrosa" y de la destacada y multipremiada "Buenas noches y buena suerte", Clooney no solamente carga en sus espaldas la dirección de este nuevo proyecto que es "Secretos de Estado" sino que también es el actor principal y tiene participación en la adaptación de la obra teatral "Farragut North" de Beau Willimon en el guión para la pantalla grande. En este caso, se sumerge por completo en el complicado mundo de la política y los intereses de los candidatos y sus oposiciones. Nos introduce en este mundo a través de la mirada de su protagonista Stephen Meyers (Ryan Gosling, en otra de sus excelente actuaciones pero que de todos modos nos sorprenderá dentro de un par de semanas en la demoledora "Drive") quien como secretario de prensa y comunicaciones de un importante gobernador, ahora candidato a la presidencia (George Clooney). Stephen se verá poco a poco envuelto en un juego cuyas reglas son claras pero que evidentemente hay que tener muchas aptitudes para poder jugarlas sin salir lastimado. Y en ese derrotero personal, es que la cámara de Clooney acompaña a Stephen cuando ante la búsqueda de su lugar profesional y sus ambiciones ponga a prueba su escala de valores. Y dentro de este juego, aparecerán distintos personajes, cada uno disputando y sacando ventajas de los intereses notoriamente contrapuestos. Aparecen como elementos fundamentales del juego: el jefe de prensa de la campaña (Philip Seymour Hoffman), el que cumple idéntico puesto pero para el candidato contrario (Paul Giamatti) -quien va a tenderle diferentes "trampas" en las cuales Stephen puede llegar a caer-, el poder y el peso de los medios (introducidos en el guión a través de la figura de la periodista encarnada por Marisa Tomei)... Pero una pieza fundamental dentro de este juego estará dada por la presencia de una jóven que trabaja dentro de la campaña (hermosísima y con un brillante desempeño de Ewan Rachel Wood a quien vimos en "A los 13" ,"Que la cosa funcione" de Woody Allen y que fue la hija de Mickey Rourke en "The Wrestler") que con el devenir de los sucesos terminará siendo utilizada por varios de los personajes para ir sacando ventaja de su situación y desencadenando el conflicto más fuerte de la historia. George Clooney como director se maneja perfectamente para poder contar la historia en una forma compacta y que comienza a interesar sobre todo en su segunda mitad, después de una presentación algo morosa e intrincada, pero que una vez puestos en juego todos los personajes, comienza a desarrollarse armónicamente y con un interés que crece sin perder tensión. Justamente sabe, conoce y tiene por sobre todas las cosas un muy claro manejo de los actores, y aún con ciertas desprolijidades del guión, Clooney logre reunir un elenco completamente compacto que es como una especie de "dream team" del que se nutre para contarnos esta historia de ambiciones desmedidas, traiciones, bandos enfrentandos, encuestas, corrupción, inmoralidad, falta de códigos y búsqueda de poder. Dentro del elenco sumamente homogéneo, cada uno en su papel logra generar un personaje creible, compacto, bien actuado y todos forman un equipo consistente sin que ninguno de ellos ni sobresalga ni desentone. Nuevamente la máscara de Ryan Gosling es única y transmite toda la gama de sensaciones por las que atraviesa el personaje desde sus inicios en los que tiene una mirada más comprometida con su trabajo, hasta en las escenas finales donde su frialdad se pone de manifiesto en mover las piezas a su conveniencia sin ningún tipo de escrúpulos. "Secretos de Estado" quizás sea una de estas películas que la carrera de las premiaciones y los Oscar hace que estén en el candelero y quizás se espere mucho más de lo que realmente son, pero alejándonos de esa tendencia del momento anual de los premios, sabe sostener un relato interesante con buenas actuaciones. Y con una elección de Clooney desde la dirección, mucho más abocada a los matices, las miradas y las insinuaciones que por las obviedades y los comentarios explícitos, lo que hace crecer a la historia tejiendo lentamente una telaraña donde cada uno de los personajes, y a su turno irá cayendo con diferentes consecuencias.
Recuerdos de la infancia I: Manha Manha! James Bobin (en su debut en la pantalla grande) toma las riendas, dentro del imperio Disney, para volver a traer al cine a quienes fueran un super exito durante la década del '80 y aún antes, la genial creación de Jim Henson: "Los Muppets". El argumento se detiene en Walter, el fan número uno de los Muppets quien sueña con conocer en algún momento el gran Teatro de Los Muppets en Los Angeles. El ha crecido junto a su hermano mirando las desventuras de estos personajes y han formado desde siempre, desde sus recuerdos más entrañables, parte de su vida y no hay cosa más importante en el mundo para él que conocerlos en persona, en sentirse parte de ese universo. Su hermano Gary (Jason Segel el de "I love you, man", "Forgetting Sarah Marshall" y de la serie de televisión "How I met your mother", quien además asume el rol de guionista de la película) planea un viaje con su novia Mary (Amy Adams, quien ya había trabajado para la factoría Disney por ejemplo en "Encantada") para ir de su pueblo de Smalltown a Los Angeles. Una pareja que destila un surbarayado corte naif casi parafraseando a las parejas Disney y Gary piensa que ese viaje puede ser la gran oportunidad de que Walter conozca a sus ídolos, aún cuando Mary planeaba un romántico viaje a solas. Finalmente logran llegar a lo que queda del antiguo teatro de los Muppets, hoy completamente abandonado, siendo la sombra de lo importante y esplendoroso que alguna vez supo ser. Hoy por hoy, sólo le interesa al petrolero Tex Richman (Chris Cooper en un papel de villano de caricatura que le sienta muy bien). Según algunos estudios que realizó su empresa, sabe casi a ciencia cierta que debajo de este teatro podrá extraer petróleo con lo firma un convenio comprando el teatro con un supuesto ánimo de restaurarlo cuando en realidad planea demolerlo. Apenas se enteran de los planes del petrolero, surge la idea de Walter y de Gary de montar un gran show. Para eso, tiene que volver a reunir a todos los personajes de los Muppets -quizás el fragmento donde van en busqueda de cada uno de ellos y nos enteramos qué camino tomó cada uno es el pasaje más irónicamente autoreferencial del film y muy disfrutable para los más grandes- e intentar recaudar, de esta forma, la suma de U$S 10 millones que son necesarios para re-comprarle el teatro a Richman. Planteado así el argumento, sólo resta decir que toda la película exhuda un aire completamente "ochentoso" -hay un personaje del robot que es delicioso-, nostálgico, de vuelta a las raíces, de que hemos tenido una infancia hermosa y que dentro de la candidez que mostraban estos personajes, nos han divertido y nos han acompañado haciéndonos reir con sus desventuras. Lo más interesante del guión y del planteo general de "Los Muppets" es que aún cuando ellos mismos se sienten que ya no son un producto posible dentro de un mercado tan canibal como el actual y piensan en algún momento que el mundo los ha olvidado casi por completo, tienen la posibilidad de ver en Walter y en él, a tantos otros fans que son el génesis de su posibilidad de volver a ser estrellas. Pero el plus más fuerte de la idea es el de volver a las raíces sin necesidad de hacer ningún tipo de concesiones con el sistema, un sistema que de por si resulta expulsivo a este tipo de productos tan fuera de órbita con los que acutalmente existen para el público infantil. Todo por el contrario Kermit (nuestra adorada Rana René), Fozzie (nuestro adorado Oso Figaredo), la inolvidable Miss Piggy, Animal -el loco de la batería- y Gonzo, entre tantísimos otros, volverán a reunirse para producir un show que respeta en forma absolutamente fiel el espíritu original y distintivo de los Muppets. Justamente una de las canciones principales del film "Man or Muppet" plantea y condensa el mensaje del film en cuanto a no renegar de lo que uno es, de la escencia de cada uno y de las decisiones de no traicionarse y seguir lo que indican nuestras percepciones y nuestros sentimientos. Brillantemente, sin traicionarse a si mismos pero si riéndose de ellos -uno puede divertirse encontrando una catarata de chistes autoreferenciales- juegan con humor a sus momentos de esplendor de antaño y a la pérdida de vigencia que han tenido entre los más menudos (el protagonista de "Modern Family" confunde a la Rana René -o Kermit- con una tortuga Ninja!). El guión se nutre con guiños a todo Hollywood (referencias a "Kill Bill", a "La guerra de las Galaxias", a los grandes musicales de Hollywood, a "El diablo se viste a la moda" entre tantas otras) que se festejan desde la platea y cuentan, como ha sido marca registrada en su programa, con la participación de importantísimas estrellas del showbizz. Una hermosa fábula donde los Muppets luchan para volver a tener un lugar, y apelando exclusivamente a reflotar su espíritu original, lleno de candidez, de humor sano, de los mejores gags haciendo uso del slapstick y generando un clima de comedia blanca familiar, notablemente alejados de tanta violencia y humor grosero que hay actualmente en los productos televisivos. Y confirman de esta manera, que siguen siendo una marca registrada de nuestros recuerdos y que tienen plena vigencia para hacer reir a toda la familia, un placer que hoy, butaca con butaca, podemos comenzar a compartir con nuestros hijos. Y es emocionante ver que tanto ellos, como nosotros, nos estamos sonriendo o riendo a carcajadas con los muñecos más adorables que uno guarda en su memoria. Gracias Muppets!
Poniendo todo en blanco y negro Quizás sea prudente comenzar diciendo que "Historias Cruzadas" tiene todos los condimentos que los miembros de la Academia adoran, razón por la cual pareciera prácticamente inevitable que se hable de ella a la hora de las apuestas por las nominaciones al Oscar y que empiece a circular como una gran nominada nominada y que hasta llegue, posiblemente, a ser ganadora en múltiples rubros, en todos los premios que empiezan a repartirse por esta época del año. Hecha esta aclaración, "Historias Cruzadas", basada en el best seller que tuvo un éxito completamente arrollador en los Estados Unidos ("The Help" de Kathryn Sockett), tiene un sabor a todo lo conocido y todo lo ya contado sobre esa Mississippi de los años '60 en donde el conflicto racial estallaba en cada una de las casas de familia que contaban con una criada, a la que prácticamente trataban como a una esclava. Partiendo de ese punto y habiendo existido grandes películas en torno a este tema como "El color Púrpura", la miniseria televisiva "Raices", la brillante película de Alan Parker "Missisipi en llamas", o "The Long walk home" con Woopi Goldberg y Sissy Spacek y otras que han tratado los conflictos raciales fuera del entorno de los años sesenta como la extensa filmografía de la primer época de Spike Lee -subrayando sobre todo a la magistral "Haz lo correcto"- o los filmes de John Singleton, todo lo que sucede en "Historias Cruzadas" suena a repetido, reiterativo y tratado con poca creatividad. La que lleva la voz cantante de la historia es Skeeter (Emma Stone), una chica de la high class sureña que quiere ser escritora. Al volver a su casa natal en el descanso de la Universidad ve que las mujeres negras que están trabajando en las casas de familia, tienen muchas costas interesantes para contar. Y todo lo que estas mujeres tengan para decir, va a sonar verdaderamente escandaloso en los oídos de las amigas de Skeeter que dar forma a esa sociedad tan acartonada de la época. Estas voces de las clase más oprimida, de los lugares más olvidados, de los derechos más ignorados, son las que van encontrando un caudal y un lugar para expresarse, cuando Skeeter les vaya dando forma en su libro a cada una de estas expresiones y de estas historias. A pesar de que la extensión se hace notablemente excesiva y que el guión revisita todo los lugares comunes posibles, son los personajes de Viola Davis (actriz nominada al Oscar por su brillante papel el "La prueba", que es quien será la primer mucama que pondrá la voz en el libro) y de Octavia Spencer (simpática y genial en su composición, a quien vimos últimamente en la versión americana de "La Cena de los tontos" y en "Flypaper" con Ashley Judd y Patrick Dempsey) los que amenizan y dan un mayor interés a la historia. En contrapartida, los personajes de las mujeres americanas se construyen como demasiado prototípicos de una clase social elevada, subrayan hasta el mayor grotesco la diferencias raciales y de clases sociales durante esa época, sin el menor atisbo de sutileza de parte del guión para darle fuerza sin perder la credibilidad. Lamentablemente Bryce Dallas Howard (quien aparece en otro reciente estreno cinematográfico "50/50" que si vale la pena -ver reseña-), Jessica Chastain (insoportablemente sobreactuada) y Anna Camp componen el grupo de amigas de Skeeter que se ven completamente alteradas ante las ediciones y las noticias sobre el libro con un nivel de obviedad que llama la atención, transformándose prácticamente en caricaturas estereotipadas de lo que quieren representar. Emma Stone navega entre dos aguas, tratando de hacer que su criatura suene sensible, comprensiva pero a la vez sin perder de vista el éxito editorial que cree tener entre sus manos para su primer gran novela y de esta forma, poder cumplir su sueño de convertirse en escritora. Como puntos a favor, por suerte, en toda buena producción siempre hay lugar para unos buenos roles secundarios que eleven medianamente el nivel de la propuesta. Es placentero encontrar en este caso a Allison Janney, Sissy Spacek y Mary Steenburgen en tres roles pequeños pero interesantes, las tres por igual irradiando talento en la pantalla. Adocenada, transitada, poco novedosa, todo lo que "Historias Cruzadas" intenta contar no sorprende ni aporta nada mejor de lo ya visto.
Ardillas a la parrilla Llama la atención que habiendo tenido dos entregas anteriores relativamente dignas dentro de lo que se espera de este género, los productores hayan tenido la necesidad de hacer naufragar -en sentido figurado y literalmente- a estas simpáticas ardillas. Y lo han hecho en el peor de los sentidos, forzando con esta tercera entrega, un producto completamente alejado del espíritu del cartoon original y de las ediciones anteriores y que se encuentra absurdamente fuera de las expectativas que generan estas pequeñas estrellas del pop americano. La excusa para traerlas una vez más a la pantalla grande, que tampoco queda del todo clara, arranca con estas simpáticas ardillas disfrutando de sus vacaciones a bordo de un crucero de lujo que nos remite directamente a "El crucero del amor". Ya desde las escenas iniciales Alvin está con muchas ganas de hacer travesuras y merced a una de ellas terminan todos como náufragos en una solitaria isla que entre otras sorpresas, esconderá un tesoro. El guión ya desde esta primera parte en el crucero, es completamente deshilvanado y apenas entreteje algunas escenas en forma de "sketches" que no guardan demasiada coherencia entre sí, que presentan una narración episódica y con pequeñas ideas que no logran una cohesión en ningún momento. Además de esto, pasadas las escenas inciales del crucero, se borra completamente el espíritu de comedia que suele rodear a las ardillas para pasar con una ruptura bastante fuerte, a una historia que tiene mayores condimentos de película de acción y de aventuras... algo quizás, un poco inesperado para estos personajes. El guión incluso, presenta ciertos guiños que difícilmente el público más menudo pueda captar, con "homenajes" a películas como "Náufrago" con Tom Hanks y su inseparable compañero Wilson, "Indiana Jones" en su primera entrega y la típica escena de la bola persiguiendo al protagonista y hasta con un toque de la serie "Lost" con los náufragos varados en la isla y un toque de escenarios selváticos. Nada tiene demasiada coherencia, nada tiene demasiada gracia y aunque las que salvan las papas del fuego son las simpáticas ardillas, lamentablemente la cuota de humor esperado faltó completamente a la cita y el director Mike Mitchell (quien también fue director de "Shrek para siempre" "Gigolo por accidente" y "Superescuela de Héroes") no encuentra el camino para conducir a estas ardillas con su propia impronta y guardando fidelidad al espíritu "ardilleril". Jason Lee ya hasta parece demasiado maduro para este papel completamente insulso y sólo la película gana un poco de ritmo en el clip final donde realmente las ardillas explotan lo que más saben hacer: un par de covers de los que el público menudo está esperando para abandonar la sala con un poco de ritmo. Justamente el ritmo que vino faltando durante todo el resto de la película...