Drama irónico sobre el accionar y deber de la política que, con un elenco bien elegido y aprovechado, y con un guión que explora en círculos un planteo de importancia y con consecuencias sociales con humor e inteligencia, se convierte en una propuesta correctamente dirigida, con un destaque de la fotografía y con un sinsentido que le aporta sorpresa y profundidad al relato.
Basada en la novela francesa publicada en 1885 de Guy de Maupassant, esta es una cinta que posee un destaque escenográfico, pero que carece de la intensidad del material original, desaprovecha a los intérpretes secundarios y presenta una actuación protagónica, por parte de Robert Pattinson, sobreactuada y poco creíble, convirtiéndola en una deslucida propuesta dramática.
Agotadora, tediosa, cerebral, sofocante y apasionante, son algunos de los adjetivos que le quedan perfectos a esta propuesta de David Cronenberg, que posee todas las características de su filmografía, solo que algo descuidadas.
El resultado de esta remake no es solo una impecable adaptación del material original, sino una reinvención, un viaje por la extravagante infancia del director, una crítica a la sociedad norteamericana y un tributo a los grandes clásicos del cine de terror.
El estudio de animación Laika, responsable de "Coraline", vuelve a producir con la técnica que la caracteriza, el stop-motion, para brindarle al espectador una propuesta detallista visualmente, con un trabajo artesanal que se combina muy bien con la digitalización por computadora, pero que desarrolla un relato regular en su planteamiento y que se siente repetido por cómo toca las diferentes temáticas.
Luego de dos interesantes películas ("Gone Baby Gone" y "The Town"), Ben Affleck se consagra aquí como uno de los mejores directores de su generación, al aportarle suspenso, vértigo, intensidad, humor y mucho entretenimiento a esta particular y absurda historia basada en hechos reales.
Luego de "Fantastic Mr. Fox", propuesta de animación en stop-motion, Wes Anderson eleva la apuesta estética y nos ofrece con "Moonrise Kingdom" no solo una de las más sólidas películas de su filmografía, sino una obra exquisita visualmente, con una historia con iguales dosis de entretenimiento, de poesía, de realismo y de fantasía, que invita al espectador a soñar y a sumergirse en una particular expresión sobre el amor y la imaginación.
Luego de la sorpresa que fue "Buried" ("Enterrado"), cinta minimalista muy sencilla y efectiva, Rodrigo Cortés eleva la apuesta y plantea aquí una historia mucho más ambiciosa, con sucesivos golpes de efecto y con un guión que por momentos se preocupa más por sorprender al espectador que por relatar una buena narración de suspenso.
Opera prima de Genndy Tartakovsky, creador de "El Laboratorio de Dexter" y de "Dos Perros Tontos", entre otras series animadas de televisión, que, siendo fiel a su estilo visual y a su humor, propone una cinta muy entretenida, estéticamente inmejorable y con personajes muy bien aprovechados, pero con una narración que lamentablemente no está a la altura de la imaginación visual desarrollada.
La saga de "Resident Evil" se caracteriza por ser una adaptación muy libre de los videojuegos que llevan el mismo título principal, y Paul W.S. Anderson le inyectó un estilo visual y narrativo que, además de ser desordenado y poco coherente, se repite constantemente, lo que produce una curiosa sensación de estar viendo lo mismo una y otra vez, sin importar de qué película de la serie se hable. Por supuesto, "RE5: Retribution" no es la excepción.