La última película de Sofía Coppola representa una simple pero efectiva situación de vida, la soledad, llevada a un grado tan desesperante que el ritmo de la cinta juega, en muchas oportunidades, con el innecesario alargamiento de las escenas y el aburrimiento.
EMPEZAR A VIVIR: DISNEY LO HIZO OTRA VEZ En el 2009 Disney nos deleitó con la vuelta a la animación tradicional y con los toques musicales que caracterizan a la productora con "La Princesa y el Sapo". En el 2010, al productora apostó una vez más a la calidad musical y a la perfección técnica que muestra muchas veces y estrenó "Enredados", una película con una historia que logra darle una interesante vuelta de tuerca al clásico cuento y que desarrolla, con excelentes canciones, un mensaje y una felicidad muy destacable. Rapunzel vivió toda su vida en una torre, dejó crecer su cabello mágico y obedeció sin problemas a su "madre", hasta que un día un ladrón se topa con ella y junto a él va a tratar de salir al mundo exterior y descubrir una nueva y maravillosa, pero también dolorosa, vida. La cinta logra darle un giro argumental muy interesante y atractivo a la historia de Rapunzel. Aquí no solo se cuenta cómo ella hizo para vivir tantos años sola en la torre, sino que se le agrega un elemento de fantasía muy bien planteado y que eleva muchísimo la originalidad y el disfrute de la película: el largo pelo dorado de la princesa es mágico y para que sus poderes comiencen a aparecer ella le tiene que cantar. Es así, como desde un principio, la película introduce a la protagonista muy correctamente, se hace mucho énfasis, con una primera canción, en cómo ella pasa el tiempo haciendo siempre lo mismo, tratando de evitar el aburrimiento, y se presenta a la villana de la historia, la madrastra mala y egoísta que la encerró y le impide conocer su verdadera identidad. Este personaje es perfecto, no solo porque en todo momento funciona como el típico estereotipo de la malvada de la película, sino porque dice muchas verdades y posee uno de los mejores momentos musicales del relato (la segunda parte de la canción "Mother Knows Best ", en el bosque por la noche). Siendo esta una historia común dentro de las tantas que Disney realizó en el pasado y que desarrolla una historia sencilla (una muchacha encerrada que se quiere encontrar con su verdaderos padres), la película se las ingenia para ser diferente y para brindarle al espectador una experiencia muy entretenida y original. Para lograrlo "Tangled" se basa en dos increíblemente bien logradas cuestiones: Por un lado en el planteo de personajes con identidad propia, muy distintos entre sí, divertidos e histriónicos. La princesa es muy bella e ingenua, desconfía de todo pequeño animal, sonido, movimiento y persona que se le cruza por el camino; Flynn, el ladrón, compañero de Rapunzel y a la vez el narrador de la historia, es entrometido, no entiende ni se preocupa por entender a la muchacha de larga cabellera y es el galán que frente a un problema mayor se esconde (escena en el bar), y la madrastra, que es anciana, desarrolla un suspenso y una identidad malvada espectacular y, cumpliendo con su cometido, es detestable en muchas oportunidades. A su vez, hay personajes secundarios muy graciosos: un camaleón que funciona como el pensamiento de la princesa, muy bien aprovechada la cualidad física del animal; un caballo blanco con actitudes humanas y caninas muy divertidas, y una gran cantidad de enormes vikingos con diversas personalidades que aportan mucho entretenimiento (el mimo es el mejor de todos). Por otro lado, se encuentran los musicales, marca de casi toda producción animada de la productora y que aquí funciona como principal fuente de expresión de los sentimientos de los personajes. Todas las canciones tienen un alma, todas mezclan belleza y divertimento, pero hay una que supera ampliamente al resto y, con una animación hermosa, logra emocionar al espectador. La misma se titula "I See The Light", el mejor momento del film, perfectamente interpretado por los artistas y a su vez, la situación que más aprovecha los efectos en tres dimensiones. "Tangled" es otra gran película de Disney. Divertida, original, con personajes entrañables y muy bien aprovechados, con un mensaje emocionante y bien planteado y con canciones muy entretenidas. Una cinta muy bien interpretada por sus protagonistas (el trabajo de Mandy Moore y Zachary Levi en la versión en inglés es muy destacable). Colorida, hermosa y técnicamente inmejorable. UNA ESCENA A DESTACAR: la canción con las lámparas en el cielo
LA ABURRIDA NIEBLA Aunque parezca extraño, se extraña en la serie cinematográfica de Narnia ese intento por parte de Disney por hacer de la historia una aventura mágica, no solo visualmente, sino desarrollar esa luz o chispa que reina en las obras literarias de C.S. Lewis. Lamentablemente esta tercera parte, ahora de la mano de Fox, no solo es la más floja de la serie, sino que presenta una historia que no hace honor a la novela y que fue llevada adelante con una calidad narrativa sorpresivamente inferior a sus antecesoras. Lucy y Edmund, junto con Eustace, un primo, descubren que en su dormitorio hay un cuadro que tiene un estilo que se asemeja al visto en Narnia. Ellos entran por el mismo al fantástico mundo para poder salvarlo, una vez más, de las garras del mal. ¿Qué es lo que sucede aquí que desmerece el disfrute y brinda una decepcionante experiencia cinematográfica? La respuesta es muy sencilla: esta película presenta y desarrolla personajes protagónicos y secundarios poco atractivos, que luchan por una causa que no posee acción alguna y brilla por el aburrimiento narrativo; que introduce el conflicto ya pasada la media hora de duración; que no posee un villano interesante y temerario; que no tiene un planteamiento argumental que se aleje de lo que fueron las demás entregas (los chicos vuelven a Narnia, luchan contra el mal, ganan, un personaje deja el grupo, y vuelven a su vida normal) y, principalmente, que no muestra en ningún momento la magia que en las hojas de los libros de C.S. Lewis predomina. No solo parece que no se va a ningún lado en la historia, ya que no avanza cronológicamente, sino que las decisiones al llevar adelante la realización se ven poco fluidas en la película. El film comienza y se remata sin plantear correctamente qué es lo que sucede, porqué ellos están haciendo lo que hacen, quién es la persona o criatura que está apoderándose poco a poco de Narnia y, principalmente, sin darle mayor importancia a cada uno de los sentimientos encontrados en los personajes, principalmente en el duelo de personalidad de Lucy y Eustace (su cambio es muy poco creíble y emocionante). Visualmente la película es muy buena, hay unas tomas generales muy bellas al barco y a cada una de las navegaciones por los mares que aportan hermosura y calidad a la historia. Los efectos especiales son muy buenos, en especial la última media hora, el único momento de acción de la cinta. El diseño artístico es muy elaborado y desarrolla una gran cantidad de matices, cada uno perfectamente homogeneizado con el relato y muy bien planteados visualmente (hay muchos cambios de colores, una muy buena elección de las locaciones y una correcta, aunque no sorprendente, utilización de la tecnología en tres dimensiones). Las actuaciones son pobres. Georgie Henley (Lucy) sobreactua en muchas oportunidades, no solo en movimientos o en frases que no son fluidas, sino también en muchas de sus expresiones y en la falta de profundidad al mostrar las emociones de su personaje. Skandar Keynes (Edmund) tiene un momento que no va acompañado de un buen guión ni de una correcta utilización del primer plano, la discusión con Caspian, que está muy sobreactuada. Ben Barnes, es quien desarrolla con mayor fluidez su personaje. Will Poulter (Eustace), correcto al principio, pero sin desarrollo ni énfasis en los minutos finales. Con un desarrollo de casi dos horas aburrido, sin el planteo físico ni moral de un villano (más allá de la niebla verde, mal planteada, desarrollada y presentada), con dos mensajes o pensamientos bien logrados (la belleza interior y la religión), con un correcto uso de los efectos especiales, con una historia que no avanza y con una carencia de interés ni de misterio en el conflicto, esta tercera parte de "Las Crónicas de Narnia" no mejora los errores pasados y no hace justicia ni honor a los libros escritos por C.S Lewis. UNA ESCENA A DESTACAR: la última media hora.
Un relato sobre las injusticias de la vida, sobre las vueltas y la miseria humana en su máximo exponente, una película con tintes tristes, pero que demuestra que las ganas de vivir son mucho mayores pese a los problemas. Esto es lo que es esta maravillosa obra de Sylvain Chomet, una joya cinematográfica que desborda cualidades artísticas y con un planteo argumental muy preciso y emocionante.
El debut en la dirección de Marcus Dunstan, y aunque son películas distintas, se ve totalmente influenciado con las cintas de "El Juego del Miedo", ya que posee una gama de colores muy similar, una edición rápida, litros de sangre y un argumento que se basa principalmente en la tortura y las trampas. Este es quizás el principal error de esta película, ya que nunca encuentra el rumbo y no se preocupa en buscar un estilo propio que la identifique y la aleje de los trabajos realizados con los guiones de las últimas secuelas de "Saw".
Llevar a la pantalla grande ideas del director M. Night Shyamalan es el objetivo de lo que se hace llamar "The Night Chronicles", cuya primer película, "Devil", es una grata sorpresa que satisfacerá a los seguidores de dicho realizador y brindará una interesante propuesta de suspenso a quienes vayan en busca de una atractiva propuesta sobrenatural.
Con el estilo propio de animación que destaca a Dreamworks, manteniendo su identidad con respecto a la forma física de sus personajes, esta producción se aleja, por suerte, del humor torpe que caracteriza a la productora y se brinda una entretenida propuesta, con giros narrativos y un personaje muy carismático, muy bien lograda.
En la historia del cine se han producido películas sobre invasiones extraterrestres de todos los tipos, y las que han triunfado le han encontrado al género algún giro de originalidad que las distinga de las demás ("District 9" es el claro ejemplo), pero también se pueden apreciar cintas de la misma temática que no desarrollan una idea clara, diferente, entretenida y bien lograda, ese es el caso de "Skyline", un film sin sentido que demuestra que los efectos especiales no hacen a una película sino que deben acompañar al relato.
Esta película dirigida por Robert Rodriguez es una cinta que va a dividir la opinión del público, por el simple hecho de ser muy directa en sus intenciones y, aparte de todo interés de entretenimiento, posee pocas virtudes cinematográficas.
La historia de Harry Potter llega a su fin y para todos aquellos que han disfrutado y sufrido con la lectura del último libro de la saga, por suerte, se puede decir que esta penúltima parte es, aunque no una de las mejores películas de la serie, una de las que más respeta cronológicamente el desarrollo de la novela, algo que muchos fanáticos pedían y que, gracias a la división en dos partes, se pudo cumplir.