Una buena obra incomprendida "Tomorrowland" es lamentablemente una de esas buenas películas que el público masa no entendió demasiado y no le dio el visto bueno en la recaudación. Se habla de una pérdida millonaria para la factoría Disney. ¿Cuál fue el elemento principal al que el público le bajó el pulgar? Sorprendentemente (o no tanto...) de lo que más se ha renegado es de la historia que cuenta Brad Bird ("Los Increíbles", "Misión Imposible: Protocolo Fantasma") y cómo la naturaleza de esta historia derivó en un enfoque en el mundo presente y no en ese mundo futurista que se dejó ver en los trailers promocionales. Muchos de los comentarios de los espectadores disconformes tenían que ver con que esperaban más acción, un mundo futurista plagado de efectos especiales y personajes de fantasía varios. Bird se centró en otra cuestión, en transmitir un mensaje positivo acerca del futuro y contarlo de manera original, pero no a través de un desfile de personajes estrambóticos y efectos especiales, sino a partir de la interacción de un trío de protagonistas que representan lo viejo y cansado, lo actual y lo nuevo y pujante. Hubieron grandes secuencias de acción y buenos efectos especiales, pero claramente estos fueron secundarios y estuvieron a las órdenes de la trama y no viceversa. Se podría decir que le faltó un toque más comercial al director, pero la verdad es que agradezco su búsqueda de un producto más original y personal, que no esté alineado a los cánones de los tanques comerciales de Hollywood. Prefiero mil veces la poca recaudación de un Brad Bird con corazón que los millones de dólares de un Michael Bay descerebrado y al orden de la pirotecnia comercial, pero bueno, claramente no soy de los empresarios que pusieron varias fichas en este estreno. ¿De qué va la historia? Es un tanto compleja, pero básicamente se trata de dos personas elegidas para salvar el mundo del futuro, Casey (Britt Robertson) y Frank (George Clooney), que deben vencer sus propias limitaciones y creencias para descifrar la forma. Al trío lo completa Athena (Raffey Cassidy), una misteriosa niña que los mantiene unidos para enfrentar la adversidad. En su viaje, primero deberán aceptarse unos a otros, luego enfrentar a las fuerzas que quieren mantener el mundo del futuro como está, para llegar al punto culmine de convertirse en los creadores de nuevas esperanzas para un mundo mejor. Suena meloso, y por momentos lo es, sobretodo hacia el final, pero el viaje que nos ofrece Bird es vertiginoso, visualmente magnífico y plagado de momentos que dejan reflexionando sobre hacia donde vamos como sociedad. Los actores cumplen muy bien sus roles, sobretodo la sorprendente Raffey Cassidy que se roba varias escenas. En conclusión, "Tomorrowland" es una película bastante recomendable, que es mejor disfrutarla con mente abierta y dejándose sorprender. Es moderna y se centra en su mensaje, no en el despliegue pirotécnico, pero sobretodo se valora el hecho de animarse a contar con pericia una historia nueva y no seguir con fórmulas pre armadas.
Liviana comedia par disfrute familiar "Sin hijos" es la nueva comedia de Ariel Winograd ("Mi primera boda", "Vino para robar") que tuvo gran éxito en Argentina este año. La verdad es que divierte, tiene buena calidad de realización y es un exponente digno del nuevo cine argentino que cada vez demuestra más que está a la altura de las realizaciones más mainstream del globo. Dicho esto, me parece que se la infló un poco de más y se la quiso hacer pasar como la comedia del año, algo con lo que no estoy de acuerdo. Tiene buenos momentos de humor a cargo de ese todo terreno que es Diego Peretti ("Tiempo de valientes", "Un amor"), la presencia de Maribel Verdú ("Y tu mamá también", "El laberinto del fauno") que le da vuelo internacional y la revelación de una futura buena actriz, Guadalupe Manent ("Signos"), pero todo esto no alcanza para tapar varias falencias en la narración y algunas exageraciones que le restan puntos a la propuesta. Para empezar, hacer que la pequeña Sofía (Manent) de 9 años hable y razone como una adulta, por momentos insufrible, se pasa de rosca. Sí, a veces es divertido verla cambiar de roles con el personaje de Peretti y convertirse prácticamente en la madre del protagonista, pero por otros queda muy forzado e inverosímil. Ni hablar cuando por ejemplo lo trata de pelotudo al padre... literalmente. No resulta divertido, sino de mal gusto. Por otro lado, hay cuestiones de la narración que resultan torpes. Las secuencias que tiene Gabo (Peretti) con su padre (Horacio Fontova) y hermano (Martín Piroyansky), con los que tiene conflictos, sobre todo con su padre que los abandonó de chicos, están como inconclusas y entran y salen de la trama principal bruscamente. Lo mismo sucede con el timing de lagunas secuencias entre Peretti y Verdú. Con esto pareciera que la estoy sepultando a la película, pero no, lejos de eso. Sólo quería dejar en claro que no es tan fabulosa como nos habían contado. Es buena, es divertida y emotiva, por momentos muy inteligente en cómo seducir al espectador, pero no es una comedia a la altura de otros exponentes más grandes como "Relatos Salvajes", "Un cuento chino" o "Vino para robar" del mismo Winograd. En cuanto a los aspectos técnicos, todo está muy cuidado y se nota que se lo puso atención a cada detalle que figura en pantalla. Acá la única crítica puede ser el tema de que se muestra una ciudad de Buenos Aires demasiado pulcra y limpia, algo que sabemos no es real. Buenos Aires está linda, pero no en el nivel de prolijidad que el director mostró en esta comedia. Una comedia liviana y divertida, por algunos breves momentos emotiva, que se las ingenia para mantener enganchado al espectador. El balance, más allá de presentar algunos baches y clichés del género, es positivo.
Vuelta gloriosa de un antihéroe glorioso En plena época de secuelas interminables, remakes de dudosa calidad y pocas ideas originales en la meca del cine, se erige este nuevo trabajo de George Miller ("Mad Max" 1, 2 y 3, "Las brujas de Eastwick") que llega para romper con el molde y demostrar que el problema de fondo no es seguir exprimiendo una franquicia, sino cómo se la exprime, qué ideas nuevas se ponen en el guión y la trama para refrescarla y mejorarla. Entonces, ¿el problema es que haya 7 Star Wars, 4 Jurassic Park, 6 X-Men? No, el tema es ofrecer algo realmente mejor que lo previamente visto y saber detenerse cuando no hay más creatividad en el tintero. Desde la tercera parte de "Mad Max" hasta esta nueva entrega pasaron 30 años y la verdad es que fue una decisión sabia y valió la pena. Esta nueva entrega llamada "Mad Max: Fury Road" viene con grandes elementos, como por ejemplo una estética visual tan hipnótica como áspera, con predominio de los tonos marrones, amarillos, rojos y algunos azules para suavizar de vez en cuando. La calidad de los efectos visuales y sonoros es excelente, en gran parte como resultado de la buena combinación de acrobacias reales con efectos digitales. A diferencia de muchas de las nuevas películas de acción hechas casi en su totalidad con CGI, Fury Road utiliza el viejo método de las coreografías reales y las realza con efectos increíbles. Otra cuestión que la distingue es su sinceridad. No pretende aleccionar ni brindar una historia melodramática. Simplemente se enfoca en ofrecer la locura de un mundo que se fue al tacho enmarcada en una trama original y plagada de personajes únicos. En esta ocasión Max, interpretado por el ascendente Tom Hardy ("Inception", "Warrior"), está bastante trastornado por sus aventuras pasadas y se persigue psicológicamente por las personas que no pudo salvar, entre ellas, su familia. En una persecución es apresado por The War Boys, una pandilla bastante bizarra que trabaja para Immortal Joe (Hugh Keays-Byrne), un tirano que maneja una población a unos kilómetros. Como es su costumbre, queda accidentalmente involucrado en un intento de fuga a cargo de una ex secuaz de Immortal Joe, Imperator Furiosa (Charlize Theron), y se unen para tratar de salvar a las esclavas/esposas del dictador. Lo mejor de la propuesta es sin dudas el ritmo que le imprime Miller a la trama. La acción prácticamente no da respiro y suceden las cosas más espectaculares que he visto en pantalla desde hace un tiempo. Explosiones gigantescas, tormentas de arena y tornados, durísimas secuencias de combate y algunas excentricidades muy divertidas como los ritos kamikazes de los War Boys, la secuencia en la que Max es utilizado como bolsa de sangre para un herido, los nombres absolutamente cool de los personajes y las deformaciones físicas entre otras. Una propuesta 100% entretenida, con muchísima acción, una trama bien pensada que acompaña, sin mensajes aleccionadores y algunas locuras made in Miller que la hacen incomparable. Muy recomendable.
El amor prevalece "El secreto de Adaline" es una película romántica con toques de ciencia ficción que aborda el tema de la inmortalidad y su indefectible choque con las relaciones amorosas. Adaline Bowman (Blake Lively) es una joven mujer, viuda y con una pequeña hija, nacida a principios del siglo XXI que a los 27 sufre un accidente que le cambia la vida para siempre. Al caer en un lago helado durante una tormenta y un rayo alcanzarla justo en ese momento, se produce en su cuerpo un extraño efecto que la preserva físicamente a través de los años tal como se veía en ese momento. Se vuelve inmortal digamos. Los problemas se empiezan a manifestar cuando sus conocidos comienzan a notar que su hija envejece y Adaline se mantiene intacta. Cuando debía parecer de 45 años y es detenida por un oficial de policía, se da cuenta de que debe abandonar su vida actual y comenzar a cambiar de identidad mudándose de un estado a otro para no levantar sospechas. En sus viajes conoce a un chico del cual se enamora profundamente, pero decide abandonarlo para no sufrir y hacerlo sufrir a él cuando se percaten de la dura realidad; que ella tendrá siempre apariencia de una chica de 27 años mientras que él envejecerá como cualquier persona normal hasta morir. El destino la llevará varios años más adelante a enamorarse de otro hombre, por lo que deberá luchar internamente con su conflicto. Los guionistas construyen una historia interesante que, más allá de algunas cuestiones inverosímiles y hasta infantiles, como la resolución final al problema de nuestra protagonista, logra dotar al film de una buena dosis de drama y romanticismo. "El secreto de Adaline" no es una película de ciencia ficción, es una historia romántica con un toque de fantasía, y el que no entienda esto se está rebuscando demasiado. El director por su lado, se encarga de mostrarnos acompañado por un muy buen trabajo de producción el viaje de Adaline a través de las distintas décadas. Buena fotografía y se notó también que hubo un trabajo serio detrás de las escenografías y el vestuario. Los inconvenientes de la trama se presentan sobretodo en algunas resoluciones a los problemas que van surgiendo. Por ejemplo, cuando la protagonista decide contarle la verdad a su actual pareja, éste se toma la noticia con demasiada tranquilidad, lo que le quita fuerza a todo el drama creado anteriormente en torno a este tema. Uno llega a pensar, "¿para qué tanto lío si el flaco se tomó la cuestión de la inmortalidad sin ningún drama?". Por otro lado, como es de esperarse en estos relatos, la historia se va acomodando para que nuestros amantes terminen juntos. El problema es que la resolución de deciden darle al inconveniente de la inmortalidad es un tanto absurda y tirada de los pelos. Lo mismo sucede con la tensa interacción entre Adaline y el padre de su novio actual, que se termina resolviendo de manera muy rápida y superficial, como para que no haya demasiada vuelta de tuerca. En conclusión, "El secreto de Adaline" es un buen entretenimiento del género romance, que ofrece una historia relativamente original para lo que se ha venido viendo en los últimos 10 años. Tiene algunos problemas para cerrar las subtramas presentadas pero se las arregla para mantener interesado al espectador. Recomendada a los románticos incansables.
Le fue bien y se pusieron comerciales de más Luego del éxito de la primera parte estrenada en 2012, vuelve a la carga el director británico John Madden ("Shakespeare apasionado") con su exótico hotel lleno de historias de vida de un interesante grupo de sexagenarios. El problema es que esta vuelta es bastante más superficial y liviana que lo que nos había ofrecido con la película original. Debo decir que me decepcioné bastante cuando terminé de ver esta secuela. Todo lo interesante, profundo y bueno que tenía la primera parte fue disminuido para darle lugar a lo banal, liviano y exagerado. En mi reseña de "El exótico hotel Marigold" había resaltado lo bueno de haber ensamblado a semejante equipo de actores de primera línea, lo cual sostengo, aunque esta vez todos parecen haber perdido gran parte de su carisma. Esto claramente no es un error de los actores que ya son artistas consagrados, sino del director y los guionistas que deberían haberlos exigido mucho más. Parece que los escritores se pusieron mucho más comerciales, y en lugar de ofrecernos historias profundas de descubrimiento personal y redención de los veteranos, se centraron en el hotel mismo y le dieron más protagonismo a un Dev Patel ("Slumdog Millionaire") super afectado e irritante. ¿Por qué lo hicieron más exagerado de lo que era en la primera parte? intentaron hacerlo parecer más divertido para el espectador promedio pero creo que solo lo volvieron más artificial. Por otro lado, se habían presentado historias más fuertes y llenadoras en la primera parte, como por ejemplo la de Tom Wilkinson, o el triángulo entre Bill Nighy, Penelope Wilton y Judi Dench. Acá todo es muy light y bonachón, quitando realismo y emoción a la historia. No hay drama, sólo algunos conflictos muy menores que quieren parecerse al drama, como la intervención de Kushal en la relación de Sonny y Sunaina o la vuelta de Jean Ainslie (Wilton) para incomodar a Douglas Ainslie (Nighy). Se notó claramente la intención de alivianar todo y hacerlo más comercial, lo cual en mi opinión fue un terrible desacierto. Me sorprendería que haya una tercera parte y llegue a tener éxito. Es realmente una lástima como un producto que su inicio era muy bueno pudo deteriorarse tanto. Me quedo con la primera entrega mi veces.
Kevin James imitando a Adam Sandler "Héroe de centro comercial 2" es otra de esas comedias sin ningún tipo de sentido, irrelevantes, que sólo presentan un compendio humorístico de chistes de poca monta. El actor neoyorquino Kevin James ("Hitch", "The king of Queens") sigue los desalentadores pasos de otro comediante que está metido en la mitad de las comedias malas que se estrenan comercialmente, Adam Sandler (no hace mucha falta que les recuerde que películas protagoniza). En esta ocasión vuelve (no entiendo como este tipo de películas logran autorización para segundas partes) a las andanzas el oficial Paul Blart, quien es invitado a una convención de guardias en Las Vegas y accidentalmente descubre que un grupo de criminales organizados está por asaltar uno de los casinos más importantes de la ciudad. A su vez, debe lidiar con el crecimiento de su hija y el hecho que no siempre la va a tener consigo. Un guión cliché por donde se lo vea. Pero bueno, más allá de las pocas ganas que le pusieron a la historia, podría llegar a salvarse por su ejecución... Tampoco es algo a lo que le hayan puesto demasiada gana, o al menos pericia. Todo se presenta muy berreta, con un grupo de villanos totalmente secundario, que no convence para nada. La historia de la hija que se quiere ir a la universidad pero no lo quiere dejar al padre y que en el viaje encuentra el amor... berreta. Por otro lado, el humor de James se queda corto, con algún que otro momento de comedia física divertido, pero en general no hace reír demasiado. Es solamente una excusa pensada a los apurones para tratar de exprimir el personaje al máximo. Con la primera entrega se logró superar ampliamente el presupuesto de 20 millones de dólares que le habían destinado, y con esta secuela están haciendo lo mismo. Comercialmente les está yendo bastante bien, pero en el plano cinematográfico... bien, gracias. Otro film olvidable del género de la comedia, otra mancha más a la carrera en cine de Kevin James y no olvidemos por supuesto, en la de Adam Sandler, que en esta ocasión ofició de productor. Bolsillo abultado, pero cargado de infamia cinematográfica.
Cuando la parodia está muy bien pensada ¡Atención! "What we do in the shadows" es una de las mejores comedias que van a ver en este 2015. Es realmente delirante, bizarra y original. Hace mucho tiempo que no veía una comedia tan pura como esta. La película trata sobre un grupo de vampiros amigos que contratan a un equipo fílmico para que documente su vida diaria y cómo enfrentan a la vida moderna en la lejana Nueva Zelanda. La banda está compuesta por Viago (Taika Waititi), un dandy del siglo XVIII, Vladislav (Jemaine Clement), el empalador, Deacon (Jonathan Brugh) el rebelde del grupo y Petyr (Ben Fransham), el más viejo y monstruoso de los cuatro. Cada uno con su personalidad particular, no tienen desperdicio. Viago resulta muy divertido en un forma un tanto inocentona y fresca, mientras que Vladislav y Deacon son los más zarpados y bizarros. Por último está Petyr, que no habla, pero sólo con sus gestos ya resulta muy gracioso. Con el pasar del metraje se les une un nuevo vampiro, Nick (Cori Gonzalez-Macuer), que resulta ser un inconveniente por su inexperiencia como criatura de la tinieblas pero que es soportado por el hecho de que trajo consigo a un amigo humano, Stu (Stu Rutherford), quien resulta ser muy piola y ayuda a mantener la paz en la casa. ¿De qué trata la trama? Es sólo la documentación de la vida habitual de los vampiros, que más allá de lo que uno pueda llegar a pensar, es bastante parecida a la que lleva cualquier tipo promedio. ¿Dónde está lo divertido entonces? En la forma en que los directores logran combinar los comportamientos y clichés de esas míticas criaturas que nos supieron mostrar otros directores como Francis Ford Coppola, Murnau y Neil Jordan, con la mundanidad de la sociedad moderna. Deacon se convierte en perro para poder tener un rato de sexo, Vladislav hipnotiza minas para levantárselas, Nick le cuenta a todo el mundo que es vampiro porque le parece cool, y así hay un montón de pequeñas combinaciones de lo fantástico con lo mundano que hacen soltar varias carcajadas. Otro gol de media cancha es que tan sólo dura 86 minutos, tiempo suficiente para encantarnos y dejarnos con ganas de al menos media hora más. Una verdadera maravilla moderna para un género como la comedia, que luego del terror, es de los más bastardeados. "What we do in the shadows" reivindica la parodia, pero no la descerebrada de los hermanos Wayans, la parodia pura e inteligente capaz de sacarle una sonrisa al espectador más agrio. Muy recomendable.
El delirio de Haggis Rara esta nueva película del director canadiense Paul Haggis ("Vidas Cruzadas", "In the Valley of Elah"), que expone su lado más conceptual y se termina enredando en un drama por demás complejo y melodramático. A diferencia de otros críticos, no creo que haya sido una película desastrosa para nada, pero sí pienso que en la búsqueda conceptual de las historias expuestas se terminó complicando de más y deliró un poco. Entre las reseñas negativas que leí le dan con un caño a Haggis por ofrecer un film pretencioso, algo con lo que estoy de acuerdo, pero no considero que en este caso esto sea razón de de sepultura, de hecho me parece valiente lo que trató de hacer aunque el tiro no haya salido con la efectividad que seguramente esperaba. Con tanto drama romántico descerebrado dando vuelta, me parece que más allá de las equivocaciones de "Third Person", es para tenerla en cuenta como algo distinto a lo que nos venimos fumando del Hollywood más conservador. ¿Donde se equivoca Haggis? Me parece que trató de contar las 3 historias que se entrelazan "a la Vidas Cruzadas" y darle una vuelta de tuerca extra al final, lo que no resultó muy verosímil y terminó de confundir al espectador más disperso. Para que se ubiquen un poco de lo que estoy hablando, la trama se centra en 3 historias de amor y desamor distintas, una que sucede en París, otra en Roma y otra en Nueva York. A medida que va avanzando la película las historias comienzan a tener algunas conexiones que por momentos resultan confusas y presentan errores tiempo/espacio, algo que sobre el final con la revelación magistral pretende tapar. Por otro lado, le imprimió demasiada oscuridad y densidad a los personajes, algo que con un poco más de equilibrio hubiera dado mejores resultados. Particularmente encontré muy atractivas a la mayoría de sus criaturas, pero las hizo tan retorcidas que terminan cansando un poco. Si tuviera que rankear las 3 historia que cuenta, diría que la que protagonizan Liam Neeson y Olivia Wilde es la más hipnótica pero a la vez la más densa. En segunda lugar está la historia más liviana y simpática de Adrien Brody y Moran Atias, mientras que el tercer lugar sería para el culebrón de James Franco y Mila Kunis. "Third Person" presenta a su vez una narración interesante, que mantiene en vilo, hasta que los malabares deben empezar a acomodarse y todo se torna más inverosímil y poco natural. Como conclusión diría que es un drama amoroso distinto de los que venimos viendo en la gran pantalla, que más allá de los errores creo que suma puntos por intentar algo distinto. Vale la pena experimentarlo aunque el resultado pueda no ser el más satisfactorio.
Otra de acción para la colección de Neeson "el áspero" "Run all night" o "Una noche para sobrevivir" es una buena película de acción, que por su temática y la personalidad del protagonista, está destinada a apilarse junto a otras buenas películas de acción que no trascienden demasiado. ¿Cuál es el problema de la temática? Bueno, se trata de otra historia de venganza y códigos mafiosos old school como ya hemos visto decenas de veces en la gran pantalla. El protagonista en una situación límite mata al hijo de un capo mafioso en Nueva York y la danza de muerte comienza. ¿Cuál es el problema del protagonista? Que vuelven a ofrecernos a un Liam Neeson en las últimas de su vida sin nada que perder. Vendría a ser un mash up de Bryan Mills ("Taken"), Matt Scudder ("A walk among the tombstones") y Ottway ("The Grey"), todos personajes que Liam ya interpretó y que guardan similitudes entre sí. ¿Esto quiere decir que la película es mala? No, pero sí quiere decir que más allá de que está muy bien realizada, con momentos de tensión y acción verdaderos, no ofrece nada nuevo, nada lo suficientemente interesante como para conversar luego de salir de la sala de cine o guardarle un rinconcito en la memoria cinéfila. El director Jaume Collet-Serra ("La huérfana", "Non Stop") vuelve a mostrar que tiene buena mano para crear ambientes tensos y oscuros, pero también demuestra que está encachilado con Liam Neeson como anti héroe de acción y lo pone en roles similares para asegurarse cierto éxito de taquilla. No está mal, pero me gustaría ver que se anime a salirse un poco más de la caja y nos ofrezca un Liam distinto. El trío protagonista hace muy buen trabajo, Ed Harris ("Una mente brillante", "Pollock") y Liam Neeson ("Taken", "La lista de Schindler") con la misma presencia y profesionalismo de siempre, y por otro lado un Joel Kinnaman ("Robocop", "Safe House") demostrando que está para convertirse en un peso pesado del género de acción. En conclusión, una película muy bien ejecutada con reparto de lujo que no se destacará por abordar una temática bastante quemada y que ya hemos visto muchas veces. Para los fans más incansables de Liam y la películas de acción adultas con buena dosis de violencia.
La sinergia se dispersa un poco Mucho esperé esta secuela por lo que me había gustado la primera entrega y las expectativas que se fueron generando eran realmente altas. "Los Vengadores" me había parecido un entretenimiento excelente, bien pensado y ejecutado con mucha pericia. El nuevo camino del cine pochoclero. Con "Los Vengadores: La Era de Ultron" no pude vivir lo mismo y me quedó un gustito un tanto amargo, no porque la película sea mala, sino porque en su afán de involucrar más y más personajes, se descuidó la tridimencionalidad de los protagonistas y se le quitó un poco de alma al guión. Es un entretenimiento bueno, cargado de mucha acción, personajes que nos encantan de los comics y el humor característico de Marvel, pero en su ejecución general quedó inferior a su antecesora. Lo primero a analizar es la incorporación de nuevos jugadores. Ya en la primera entrega podíamos ver el hito de juntar un gran número de famosos superhéroes encarnados por grandes estrellas de Hollywood. Iron Man (Robert Downey Jr.), Thor (Chris Hemsworth), Capitán América (Chris Evans), Hulk (Mark Ruffalo), Viuda Negra (Scarlett Johansson) y Hawkeye (Jeremy Renner). Parecía que con tanta figura se iba a perder la esencia de cada uno, o al menos de algunos a los que le dieran menos bolilla. Whedon se las arregló para hacer que todo fluyera muy naturalmente y no fuera relegado ningún personaje. En esta segunda entrega lamentablemente no sucedió esto, sobretodo con los nuevos personajes, Scarlet Witch (Elizabeth Olsen), Quicksilver (Aaron Taylor-Johnson) y Vision (Paul Bettany). Más allá de la emoción de verlos en pantalla, ninguno de los tres sobresale demasiado y no tienen una relevancia fuerte más allá de que Whedon hizo un esfuerzo para imponerla como parte del guión, al menos con los gemelos. No llegamos a conectar demasiado con ellos, cuestión que sobre el final toma gran importancia impactando de manera negativa en el giro de la trama. Sin empatía, no hay reacción emocional a la suerte que corren los personajes, y eso fue un gol en contra. El único que realmente se destacó desde lo empático, fue Hawkeye. Otra cuestión que no favoreció al film fue la personalidad juguetona que le imprimieron al villano Ultrón, con la voz de James Spader. Sabemos que una parte importante de los films de Marvel es el humor, pero justo concentrar gran parte de él en el malo de la película, simplemente no me pareció correcto. La idea me parece que debió ser aterrorizarnos más con Ultrón, no tratar de hacernos reír con comentarios malévolos y analogías cómicas. Por último, creo que a esta segunda entrega de Los Vengadores le faltó un poco de carisma, de conexión con el público. Si recordamos al villano Loki (Tom Hiddleston) de la primera, su empatía fue excelente. Lo mismo con personajes como Hulk o Iron Man. Acá todo se volvió un poco más automático. Todos cumplen con su función, pero no se destacan demasiado en sus roles. En el apartado de lo positivo, primero debo resaltar el nivel cada vez más alto de los aspectos audiovisuales. La verdad es que es una verdadera fiesta para los ojos y los oídos. Ver hechos realidad al Hulkbuster, a Vision, Hulk y hasta el mismo Ultrón, son maravillas modernas que agradecemos muchísimo. Hay peleas mano a mano, muchas explosiones y coreografías de combate muy copadas. En este aspecto no hay nada que objetar. Por otro lado, creo que el centro de la trama fue mucho más original e interesante que el del primer film, con un villano que nació como parte de un proyecto de buenas intenciones, lo que le dio una cierta dualidad que resultó atrayente. El problema fue el tratamiento que se le dio a esto en la pantalla, sin saber conectar al 100% el personaje de Ultrón con el espectador, algo que sí habían logrado con Loki. En general el balance es positivo, porque "Los Vengadores: La Era de Ultrón" logra su cometido de entretener y continuar con la franquicia millonaria con un muy buen nivel de ejecución audiovisual, aunque en comparación con la primera entrega, el tratamiento de los personajes y la trama resultaron inferiores. Esperemos los hermanos Russo la vuelvan a llevar hacia la sinergia de la primera entrega de Whedon.