La música tiene diferente significado para distintas personas, son los sentimientos del alma hechos canción, una forma de sentir, existir y expresar, un impulso más que vital que mueve y conmueve, la cantinela nos vincula a todo un mundo emocional. Las calles de Chuquis (La Rioja) hablan de las canciones de Ramón Navarro, pueblo que lo vio vivir más que nacer. Una canción puede inducirnos a un estado melancólico, mientras que otra proporcionarnos unos minutos de felicidad. Así de estrecha es la relación entre la música y las emociones. En 2014, cuando el cantautor cumplió 80 años, Chuquis le ofreció un regalo único: las calles del pueblo llevarían, de ahí en más, los nombres de sus canciones. “Un pueblo hecho canción”, dirigida por Silvia Majul es una película sobre Ramón Navarro, tan hondas sus raíces como larga su trayectoria de escritor, cantor, autor y compositor dentro de nuestro folklore. El documental registra un hecho sin precedentes en la historia universal: las calles de un pueblo son bautizadas con el nombre de las canciones de su hijo más amado, en este caso Ramón Navarro, uno de los imprescindibles del cancionero popular. Mientras se descubren las calles de Chuquis, en La Rioja, y de la mano del propio Navarro y de una nueva camada de músicos que lo homenajean, la película recorre también los sonidos, imágenes y recuerdos de la propia historia musical y personal de Navarro. Sus primeras canciones, sus pasos por Los Cantores De Quilla Huasi, por “Los Caudillos” (obra integral de Ariel Ramírez y Félix Luna), su cruce con poetas como Ariel Ferraro y David Gatica y la vigencia que lo une con los jóvenes del nuevo cancionero como La Bruja Salguero, Raly Barrionuevo y Ramiro González. Como ícono de la música popular argentina, el documental transita por más de 60 años de un gran legado trascendental para los corazones… “Encontrémonos en ‘Chaya de los pobres’ y ‘Patios de la casa vieja’” Un viaje turístico por las memorias de un de los mayores referente del folklore, mediante una serie de entrevistas al propio Navarro y terceros dando testimonios de su vida y el nacimiento de sus obras, un entrecruzamiento mágico con su tierra, historia y herencia de un gran disfrute magistral por nuestras raíces, escoltado por una hermosa fotografía, una estética visual que engalana esta historia musical, un relato biográfico plasmado de forma muy certera tanto para aquel venerador de este artista riojano, como aquel desconocedor del mismo, siendo una invitación exquisita para adentrarse en un recorrido por nuestra música a través del túnel del tiempo de forma muy pintoresca y sentida. No habrá alguien a quien no se le piante un lagrimón. “Sé que tu pueblo será como mi pueblo tal vez sé que también sentirás esa vieja añoranza que te hará volver” – Ramón Navarro En resumen, un pueblo y una estrecha relación con sus canciones, de paisajes coloridos y melodiosos, un viaje reconfortable por nuestra historia, poemas hechos canciones que retratan un pedazo de nuestro corazón como forma de identidad. Donde cualquier persona que tenga un lugar y un pueblo, se sentirá identificado con los gestos en común que tiene Chuquis con cualquier lugar en el mundo y con Ramón, que es un patriarca, un abuelo y un referente. Sin duda alguna tras ver este documental te puedo asegurar querrás visitar el pueblo riojano de Chuquis. “Un pueblo que es retrato de todos los pueblos del mundo”.
“Los cometas son como los crotos del cielo” se van lejos nadie los puede seguir… Largas andanzas de un hombre en busca de la libertad, caminos que llevan por sendas insospechadas, aventuras que traspasan el navegar de los mares verdes, el encuentro con el albedrío y la valoración de la autonomía, vivir sin ataduras materiales y emocionales, que lo llevan a un rumbo de revelaciones internas que lo embarcan hacia lo desconocido, encontrándose con lo inesperado. Elegir entre la libertad, el amor, seguir huyendo o enfrentar el encuentro consigo mismo y aquellos recuerdos quedaron atrás. Argentina, 1935. Mussolini y Hitler avanzaban en Europa. El régimen de Agustín P. Justo perseguía a los anarquistas. En medio del campo, los crotos fueron íconos de la búsqueda de la libertad. “Bepo”, dirigida por el director y docente Marcelo Gálvez y protagonizada por Luciano Guglielmino, es un drama ambientado en los años 30’, con un buen reflejo del marco de la época, en donde las ideas anarquistas que llegaron con los inmigrantes europeos sacudieron los estamentos de un orden político, económico y social que oprimía a los trabajadores y empujaba a miles de personas a la vida de constante búsqueda de los crotos, detrás de los arduos trabajos que les aseguraban una comida o un lugar donde poder instalarse y pasar la noche en paz, lejos de la persecución policial y la demonización que sufrían, pero también del hogar y sus memorias. “Cada cual es artífice de su propia aventura”, lee Bepo al costado de las vías del tren, y ese es el lema que se hace presente en esta road movie sobre crotos que transitan el paisaje pampeano entre trenes de carga, changas, mujeres, soledades, y compañerismo. José Américo “Bepo” Ghezzi (Luciano Guglielmino) es un auténtico propietario de la libertad con un ideal arraigado de un mundo más solidario y menos egoísta, además de sobrevolar sobre uno de sus tantos dilemas, el regreso a su hogar natal Tandil. Basada en el libro “Bepo, vida secreta de un linyera” de Hugo Nario y rodada en doce pueblos de la provincia de Buenos Aires, la película es una especie montaje documental con un abordaje cinematográfico que va más allá. No solo son las travesías de un linyera adepto a la total libertad sin amarres, sino que plantea a la soledad como un compañero difícil de tratar y llevar, donde a la par es su gran compinche. Esto da como resultado un vínculo, que lo vuelve reacio al amor, con la paradoja a su vez de andar en la búsqueda inconsciente de él, y aún así siempre optando adentrarse en un continuo escape de la vida misma. Es un protagonista muy singular, con una historia narrada como pasajes de un libro audiovisual donde cada página es un aprendizaje de valores morales y emocionales. Además presenta una estética visual que escolta cada parte de la trama, mediante un ambiente natural de gran connotación. Se destaca la interacción de los personajes con quienes se topa el protagonista, otorgándole relevancia al simbolismo de la cinta –“no hay que asentarse en ranchada fija existen dos formas de vivir la vida, es juntar los desperdicios que caen o caminándola”. En síntesis, “Bepo” es un film con gran profundidad de acentos importantes en lo que respecta a los valores de vida y las consecuencias de la libertad sin límite. Si bien los laureles se los lleva su protagonista, presenta faltantes de la connotación emocional en los demás personajes para así conectar con la historia. Tiene algunos pasajes incongruentes, que en definitiva no deja plasmar con claridad una obra tan rica como lo es “Bepo”.
El tiempo pasa…cada movimiento del reloj determina decisiones, genera reacciones, marca consecuencias… Transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables pero pasar, pasa… La conciliación de la vida personal se convierte en uno de los mayores desafíos que se nos pueden presentar. “Tigre” cuenta la historia de Rina (Marilú Marini), de 65 años, quien regresa a su antigua casa en el Delta después de años de haberla abandonado, para decidir sobre si se vende o no el lugar. Llega con un grupo de personas dispares con quienes convive durante cinco días, mientras va tratando de recuperar su pasado, su lugar y volver a reconectar con su hijo Facundo (Agustín Rittano). Ambos, madre e hijo, descubrirán que todo cambió. El Delta, envolvente, se infiltra lentamente en todos los personajes, y los perturba. En la película se ven distintos paisajes de Tigre y cinco niños que son de la zona y participan activamente de la misma. En paralelo, se presentan situaciones de misterio y peligro que son inconexos entres las historias, pero que le da un margen llamativo al film. Ambientado en el paisaje del Delta del Tigre en Argentina, dirigida por Silvina Schnicer (argentina) y Ulises Porra Guardiola (español), la cinta presenta conflictos familiares, historias desvinculadas, ambos elementos que resaltan y alimentan el film, la forma en la cual es llevada la trama de modo uniforme lo hace interesante. El escenario natural es aprovechado a la perfección, escoltando muy bien la narrativa que le da un gran marco a la cinta, resaltando emociones y sentimientos de los personajes. Sobre todo una brillante interpretación de Marilú Marini, encarnando a una mujer que se mueve entre la tristeza, melancolía del ayer y en la esperanza del hoy. Es una película que deriva la mayor parte de su poder en el claro planteo de relaciones familiares complejas. A medida que se va desarrollando, va agregando personajes que tienen sus propios conflictos, la descomposición existente de los vínculos, como Ana (la cuidadora de la casa) y su hijo o Elena (María Ucedo) junto a su hija y dos amigos, quienes ayudan a Rita para que la casa sea habitable. Un drama interpersonal, con un guion conciso llevado de forma elegante, en que el aire tenso debido a la falta de comunicación define cada movimiento de los protagonistas y cómo el pasado invade el presente. El regreso y la reconciliación nunca son fáciles. “Tigre” está teniendo su estreno mundial como película de apertura de la Sección Oficial Discovery en el Festival Internacional de Toronto, donde realizó funciones a sala llena y cosechó buena repercusión entre la crítica. Y a fines de septiembre participó en la Competencia Nuevos Directores del Festival de San Sebastián.
La cotidianidad de la que somos espectadores constantes, de destinos a la intemperie en busca de…“Los Amantes Indigentes” es un film de Pablo Oliverio, centrado en dos personajes que viven su amor en las calles, que muestra la subsistencia diaria. Un único escenario, la noche y las calles de Buenos Aires, el hogar de una joven pareja, se abordan mediante un contenido audiovisual sin intervención de diálogo alguno e incluso sin charlas de relevancia, solo se muestra la situación presente que les toca transitar. Durante gran parte se los puede ver deambulando en busca de refugio, un trabajo temporario, revolviendo la basura y pidiendo dinero a la gente, mientras que a la par se puede contemplar los perfiles de otras personas y parejas que se van ensamblando dentro de este análisis visual de “Los Amantes Indigentes”. Destinos escritos y otros que van naciendo en el marco de la noche, un fenómeno natural en que podemos apreciar la crudeza de esa cotidianidad de la que somos espectadores. Un documental que retrata la supervivencia, vitalidad, resistencia del ser humano, pero por otra parte muestra una realidad sin volcar la emoción que amerita, donde podría haberse desmenuzado con mayor profundidad hasta lograr empatía con sus protagonistas, si supiéramos qué los motivó y llevó a la situación en la que se encuentran. Entrando hacia a la trama final, en un breve pasaje logramos saber la aspiración y anhelo de uno de sus protagonistas, aún así, en su totalidad el film no logra dejar un mensaje con contenido certero, mediante la temática presentada, debido a carencias del mismo. Un amor que vive en las calles, pero que no puede percibírselo como tal. Lo que se denota en esta cinta es el instinto de supervivencia, algo natural, una capacidad que cualquier ser vivo posee a la hora de sobrepasar circunstancias específicas. Rige en la observación ante lo mencionado anteriormente y cómo se desarrolla de modo espontáneo. La situación de calle una lucha para sobrevivir. “Los Amantes Indigentes” se puede ver los días 5, 12, 19, 26 de octubre a las 21hs. en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543)
Durante décadas, las historias de casas encantadas fueron el tema más recurrente en el cine de terror, algo que siempre consigue llamar la atención en el horror clásico o en las leyendas populares donde las apariciones o los fenómenos paranormales, como fantasmas, espectros, poltergeist o incluso demonios son el argumento principal. El cine no ha sido ajeno al fenómeno de la intervención de entidades del mundo espiritual. Amityville se hizo mundialmente famosa por sucesos paranormales, que tiempo después hizo que se convirtiera en una redituable saga de terror en la industria cinematográfica. Con esto hacemos un viaje en el tiempo y te contamos la historia real que dio lugar a varias cintas, el 14 de noviembre de 1974 en 112 de Ocean Avenue vivía la familia DeFeo, la cual fue asesinada por el hijo mayor, mientras todos dormían plácidamente en sus camas. Durante el juicio, aseguró que unas voces que procedían de la casa le habían empujado a hacerlo. (Y hoy cumple cadena perpetua en el correccional Green Haven de Beekma, en el mismo estado de Nueva York). Posteriormente, el 18 de diciembre de 1975, la familia Lutz decidió comprar la casa para mudarse a vivir allí, sin embargo, tan solo 28 días más tarde, tuvieron que abandonar la morada precipitadamente a causa de extraños sucesos que les atormentaban. Esto tomó tal trascendencia que se convirtió en epicentro de investigaciones y fue el motivo para que el escritor estadounidense Jay Anson publique un libro en 1977 sobre las experiencias del matrimonio Lutz que había vivido en el 112 de Ocean Avenue, “The Amityville Horror: A True Story”. En él, relata que, donde luego se edificó la casa, los indios Shinnecock aprisionaban a los enfermos y a los moribundos en la tierra para dejarlos morir allí. Y que luego un tal John Catchum, que había sido acusado de practicar la brujería nada menos que en la localidad de Massachusetts, llamada Salem a finales del siglo XVII y, por ello, expulsado del lugar, había llegado a Amityville, había construido la casa y había continuado con sus rituales y sacrificios impíos; y tras su fallecimiento, lo habían enterrado en el sótano antes de incendiar la casa. Toda esta información recabada le da procedencia a este film basado en hechos reales, la decimosexta película de la saga “El Origen Del Terror en Amityville”, haciendo hincapié en el inicio del mal. Nos muestra un remake de la película de 1979, basada en la novela “Horror en Amityville” de Jay Anson y en los hechos ocurridos en Amityville en la calle Ocean Avenue 112. La trama de la historia es totalmente secuencial y está ligada a la anterior producción de la saga, que está basada en el comienzo de la maldad e infortunio que azota esta localidad, donde se dan a conocer muchos de los detalles claves y estratégicos que en la película pasada parecían quedar abiertos. “El Origen Del Terror en Amityville”, escrita y dirigida por Sheldon Wilson, cuenta que en 1997 la familia Anderson desapareció, sus cuerpos nunca fueron encontrados. Años después el mal despierta o tal vez siempre estuvo allí… Durante 17 años la casa se había mantenido intacta, hasta ahora, cuando Jeannie (Pascale Hutton) se muda junto a su hijo Adrián (Sunny Suljic). Angela (Jodelle Ferland), una solitaria joven que, desde la muerte de su madre, vive sin amigos y sometida a la intimidación de un grupo de jóvenes que trafican drogas. Ella acepta el trabajo como niñera de Adrián, quien debe tener atención especial, es un niño tímido y callado. No es casualidad hayan elegido a Angela para el cuidado del niño, ya que era hija de la única persona que no desapareció en el suceso que aconteció en esa casa en 1997. Un día, el grupo de chicos malos que la acosa, llegan a la casa para recuperar un paquete de drogas que escondieron ahí. Sin embargo, los intrusos desconocen la misteriosa fuerza sobrenatural que reside en la vieja casa junto a sus nuevos ocupantes. “El Origen del Terror de Amityville” tiene el espíritu clásico del género con algunos clichés como crujidos, golpes (raps), desaparición o cambio de lugar de objetos, logrando ser efectivo. A lo largo del desarrollo, las historias se entrelazan y son descubiertas o referenciadas a elementos que rodea a la franquicia. Un trabajo convincente con sustos regulares y algunos elementos del cine gore, que, si bien es carente de originalidad, y presenta una confusa narrativa con altos y bajos en el guion, aún así es una cinta que indudablemente transita bien el terror y suspenso logrando ser entretenida.
En la actualidad existe un consenso general sobre lo que ocurrió en la última dictadura militar, sobre todo con las graves violaciones a los derechos humanos… ¿Cómo se lee este acontecimiento desde la coyuntura política actual? ¿Hacia dónde se dirige este proceso de revisión histórica? En el año 2008, como parte de la nueva política de derechos, el Ministerio de Defensa firmó una resolución para cambiar los programas de estudio en los Institutos Militares. El fin fue transformar la construcción cultural e ideológica de una institución signada por los golpes de Estado y los delitos de lesa humanidad. El documental realiza un seguimiento del dictado de las clases de Derechos Humanos en el Colegio Militar de la Nación. Dirigido y guionado por Andrea Schellemberg, el film está construido bajo las preguntas de la misma, quien se pone en el papel de espectador durante todo un ciclo lectivo en el dictado de las clases que reciben los alumnos que pronto obtendrán la graduación militar. Un viaje entre el exilio y la memoria, particularmente hace hincapié en los vínculos, lejos de negar o invisibilizar, sino abocando a la controversia de los sucesos de la última dictadura militar en relación a la formación académica militar, donde podemos percibir el ángulo del documental, que es una toma de consciencia de lo que establece la institución y la influencia de esos hechos, un hilo delgado entre el ser y el deber bajo ciertas circunstancias del mismo, por la magnitud de entidad que posee o en este caso que poseerá el futuro miliciano. “Cada uno puede interiorizarse, pero no está dentro de la currícula”, dice un estudiante. El liceo militar forma en cuanto tácticas, estrategias, combates y da un marco general de conflictos regulares, simétricos, que no tiene que ver con la simetría con el terrorismo, sino con combates irregulares. Ahí es donde la documentalista trata de crear la correlación de lo mencionado anteriormente, para que a futuro esta nueva generación de soldados del siglo XXI puedan desenvolverse conscientemente en su actividad. Y así lo hace introduciéndose en una institución que no le gusta ser observada, ni cuestionada, para indagar en las contradicciones que surgen. Si bien el concepto que se toca está correctamente planteado, no genera un atrape en cuanto al modo de su desmenuzamiento sobre la temática. “Palabras Pendientes” aborda la importancia de que el personal militar tenga conocimientos sobre los derechos humanos ¿por qué? para que no vuelva a suceder lo que pasó anteriormente… un documental de conciencia.
En la ciudad de Villisca en Iowa, Estados Unidos, la noche del 9 de junio de 1912 ocurrió un hecho macabro, el múltiple asesinato perpetrado en contra de la familia Moore: Josiah (43 años), su esposa Sarah (39 años) y sus cuatro hijos: Herman (11 años), Katherine (10 años), Boyd (7 años) y Paul (4 años) y dos menores que fueron invitadas a pasar la noche en su casa, Ina (8 años) y Lena (12 años) Stillinger. 8 personas fueron asesinadas con un hacha, propiedad del patriarca de la familia, que fue encontrada en la escena del crimen. Tras seguirse diversas líneas de investigación y, aunque se señalaron a varios posibles sospechosos e inclusive se celebraron un par de juicios, nunca se halló al verdadero culpable y el caso quedó sin resolverse. En el 2016, dos amigos Caleb (Robert Adamson) y Denny (Jarrett Sleeper) comparten la búsqueda de fantasmas, junto con Jessy (Alex Frnka), la chica nueva de la escuela, quienes visitan la casa de los asesinatos de Villisca. Tras el recorrido turístico, se cuelan por la noche al lugar para realizar su propio recorrido en busca de actividad paranormal y lograr registrarla. Su estancia se complica cuando sucesos inexplicables comienzan a suceder y descubren que no están solos en el lugar, sumado a que dos de los matones de la escuela buscan cobrarles cuentas pendientes. Vemos lo clásico de las películas de terror, la lucha del bien y del mal, cuánta luz y oscuridad hay en nosotros, cómo estos seres sobrenaturales pueden aprovechar nuestra debilidad, nuestra tragedia y arrepentimiento, manipulando para así alimentar su poder. “La Casa De Las Masacres”, dirigida por Tony E. Valenzuela, creador de BlackBoxTV, el canal número uno en YouTube para ver Horror y Ciencia Ficción, es una película que logra ser muy entretenida, si bien la explicación de lo que sucedió aquella noche se basa en varias leyendas que rodean a los hechos, seguramente si se relataba como ocurrió en verdad, sería el doble de terrorífico. Presenta un guion confuso e inconsistente en ciertos pasajes del desarrollo de la historia e incluso en su estética, pero aun así presenta virtudes muy destacables, sobre todo en el último tramo de la cinta. El lugar ya ha sido objeto de diversos programas televisivos de caza fantasmas, psíquicos que han sido parte de dicha investigación, para poder entender lo ocurrido esa noche de 1912. Lo que indudablemente no podemos negar es que esta película hará que te intereses por el acontecimiento de Villisca que sigue atrayendo a muchos turistas al lugar. Los investigadores creen que todas las víctimas, excepto Lena Stillinger, estaban durmiendo en el momento de los ataques. También sospechan que Lena intentó defenderse, ya que se encontraba tumbada transversalmente en la cama y tenía una herida defensiva en el brazo. Además, Lena fue encontrada con su camisón largo empujado hasta la cintura (no llevaba ropa interior), lo que lleva a la especulación de que el asesino la abusó sexualmente o al menos lo intentó. A lo largo de la investigación surgieron muchos sospechosos posibles, incluyendo el reverendo George Kelly, quien realizó una confesión poco firme, ya que se decía que estaba un poco desequilibrado y quizás era un pedófilo, y que aparentemente tenía una relación con quien era un ministro ambulante que pasó a ser profesor en los servicios del Día del Niño, el 9 de junio, donde la familia Moore asistió a la iglesia. Él y su esposa salieron de la ciudad temprano el 10 de junio, el día en que los cuerpos fueron descubiertos. Otros de los sospechosos fueron Frank F. Jones, William Mansfield, Loving Mitchell y Henry Lee Moore. George Kelly fue juzgado dos veces por el asesinato. En la primera ocasión terminó con el desacuerdo del jurado, mientras que el segundo juicio terminó en un veredicto de no culpable. Otros sospechosos en la investigación también fueron exonerados. Hoy día la casa de los Moore está abierta al público como museo con fotografías y toda la evidencia que se logró reunir en aquel entonces esperando ser descifradas… Según se informa, la casa está súper encantada y te podes quedar en la casa para hacer tu propia caza de fantasmas. Advertencia: no es para los débiles de corazón. Un enigma que envuelve a esta antigua casa de madera blanca sigue siendo materia de investigación con registro de actividad paranormal activa en el presente. Sin ir más lejos, durante el 2014 un cliente se quedó a dormir y se apuñaló a sí mismo en el pecho. A más de 104 años del Asesinato del hacha de Villisca, como se lo conoce, que azotó a un tranquilo pueblo de EEUU, es un caso aún sin resolver y continúa rodeado de misterios. Así que… ¿Qué tan real fue la experiencia de este grupo de adolescentes? ¿Solo Leyenda urbana? Te lo dejamos a libre interpretación.
El ser humano es vulnerable, hebra frágil y quebradiza, una condición básica del mismo. Puede constituir una prisión o un encanto en cada uno. La fragilidad algo propio de la vida misma y debe ser aceptado así. Reconocerlo solo nos hace conscientes de lo frágil de nuestra existencia. A nadie le gusta sufrir y todos llevamos un poco de sufrimiento dentro, el dolor necesariamente duele, el sufrimiento hay que sufrirlo, vivirlo en toda su profundidad para poder rescatar su potencial de crecimiento, la capacidad de hacer al ser humano más humano, o tal vez más divino. “Hay realidades que no tienen respuesta, sino que han de ser vividas y que pueden ser compartidas en medio de la duda y la incertidumbre” (Bermejo). “La poética de la fragilidad” es un documental de Nicolás Grandi (Argentina) y Lata Mani (India), filmado en el área de la Bahía de San Francisco, USA, y en Buenos Aires. Presenta “una exploración caleidoscópica de la textura, vitalidad y estética de la fragilidad”. Fue pensado y guionado por Lata Mani, además cuenta con la reconocida académica Angela Davis, la aclamada dramaturga y crítica Cherrie Moraga, Nora Cortiñas, inspiradora fundadora de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el actor-bailarín Greg Manalo, y la feminista artista de performance Thao P. Nguye. La palabra “fragilidad” es asociada normalmente a la debilidad, en un mundo donde se sobrevalora la prisa, la fuerza, la competitividad y un objetivo único: superioridad sobre el resto para encontrar mayores beneficios. Fragilidad no es sinónimo de inferioridad. El proyecto busca reclamar a la fragilidad como algo intrínseco a la existencia, no algo para sobreponerse o quejarse. El film se desarrolla con una formalidad plural y una visualidad deslumbrante, la cual entrelaza historias de fragilidad que se amplifican entre sí. Los momentos de intensidad emocional alternan con la calma especulativa, la narración dramática con la poesía y la investigación crítica sobre la comprensión predominante de la fragilidad. Una video contemplación, “La poética de la fragilidad” como un acto de la naturaleza misma, recibirlo así, comprendiendo que somos uno y parte del ser. Una obra magistral contada de forma lírica e inspiradora, acompañada de hermosa sonoridad y pasajes visuales exactos, escoltando a la perfección la naturaleza, vida y la relación que conlleva la experiencia del ser humano en esta condición normal que todos poseemos. Una perspectiva expuesta desde lo amplio y profundo de esta cualidad de valiosa particularidad, como la vivimos y respondemos ante eso. “No hay fortaleza sin fragilidad. No hay gestos inconsecuentes. Ninguna vida sin sentido. Ninguna muerte final. Tanto en nacimiento, muerte, crecimiento, evolución, en cada proceso de vida, fragilidad y fortaleza son íntimos, inextricablemente. Cada experiencia deja su suave toque sobre la capa más profunda de nuestro ser” – “The poetics of fragility”
Todos de vez en cuando sentimos tristeza, aflicción, angustia, cómo afrontar ese dolor cuando el desconcierto te invade sobre ¿cuál es tu lugar?, ¿tu propósito? y debes buscar revertir la amargura que llevas en el alma, pararte frente a tu ventana y mirar a través de ella. “Por La Ventana”, escrita y dirigida por la cineasta brasileña Caroline Leone y coproducida por Dezenove Som e Imagens (Brasil) y Rizoma Films (Argentina), cuenta con los protagónicos de Cacá Amaral y Magali Biff. La película tiene una estética que se acerca más a la línea de un documental, debido a su simpleza y a los lugares, además del cómo se desarrolla la historia. Rosalía (Magali Biff) es una operaria de 65 años, que dedicó su vida a trabajar en una fábrica de reactores eléctricos en las afueras de San Pablo y cuidar a su hermano José. Tras 30 años de servicio, es despedida, su mundo se derrumba y la abraza una gran depresión, no sabiendo qué rumbo tomará. Ante esta situación, su hermano José (Cacá Amaral), quien trabajó como chofer, decide llevársela con él en un viaje que tiene designado por la carretera a Buenos Aires. En el viaje, Rosalía ve por primera vez un mundo desconocido y distante de su vida cotidiana, comenzando un recorrido que sutilmente transformará una parte esencial de ella y la forma en que percibe el mundo a su alrededor. Una persona rutinaria, sin más matices en su vida que solo colores grises, sin sueños, ni esperanzas, comienza a vivir, o mejor dicho tomar conciencia de su vida ya como adulto, mediante el quiebre que reluce al ser desplazada de su trabajo, situación que la toma de forma inesperada, generando replanteos sobre el aquí y ahora. Con pocas palabras pero con una gran expresión corporal fascinante, Magali Biff se corona con una excelente actuación logrando conectar con el espectador. Junto a la actuación de Cacá Amaral que le otorga frescura y calidez. A partir del suceso que recorre, comienza a mirar hacia fuera desde su ventana por primera vez, esas pequeñas grandes cosas que ha estado dejando pasar de largo, simples disfrutes de lo cotidiano donde mediante un viaje introspectivo logra ver con claridad. Una gran idea planteada, pero con una historia llevada adelante de forma poco certera. Presenta un desarrollo lento en donde se van denotando cambios paulatinos en el personaje principal, una narrativa nada atrapante con diálogos de nula profundidad, así como con las distintas personas con las que interactúa en dicho viaje. Por otra parte, cabe destacar que los escenarios que presenta la película van de la mano de la protagonista, acompañan el crecimiento interno de Rosalía, cambiando esa paleta de colores apagados por una gama amplia de colores llamativos, que evidencian en el tramo final de la cinta. Pero sin definir hacia dónde se enfocará la nueva perspectiva de vida con este viaje, transformando a Rosalía luego de pasar y superar la depresión. ¿En qué desencadenará toda esa luz y colores adquiridos que le han vuelto la vida y alegría?¿ Hacia dónde será canalizada tras esta nueva mirada ante la vida? Una historia que refleja realismo, la autenticidad de la complejidad de los seres humanos con un gran significado en torno a la vida, pero de poco impacto mediante el desacierto sobre el ángulo de desarrollo en que fue planteada la temática. Puntaje: 3/5
“The Shack”, o como llega a nuestro país “La Cabaña”, es la adaptación del best seller de William Paul Young, una película que hace ver más allá. Aunque al nombre y a la trama se las asocie a un pasaje bíblico, apela a quienes son de mente amplia y profunda, porque no evoca a personas cercanas a la Iglesia, sino que aborda a la espiritualidad, el ojo interno que enlaza todas las condiciones de la vida con certeza interna. Ante acontecimientos desgarradores, la crisis de fe se hace presente, hace revisar y cuestionar tus creencias más íntimas. Una búsqueda de qué es la fe, la confianza, la convicción, si lo que crees en tu corazón te seguirá ayudando en los momentos difíciles. ¿Dónde está Dios en un mundo lleno de indescriptible dolor? Si se supone que el todo poderoso nos ama y está lleno de amor, ¿por qué permite que sucedan hechos tan atroces? La historia comienza con Macken Phillips (Sam Worthington), con una infancia marcada por el dolor de un padre alcohólico y golpeador, quien acude a un representante de la Iglesia para ser albergado, comprendido. Pero éste traiciona toda convicción de Mack, impulsandolo a tomar una decisión sobre los hechos de violencia que sufría, dejando así una huella imborrable sobre su fe. Con el correr del tiempo logra una buena vida, un hogar encantador; una hermosa esposa Nan (Radha Mitchell), que a pesar de su corta aparición juega un papel fundamental; tres hijos Kate (Megan Charpentier), Josh (Gage Munroe) y la pequeña Missy (Amélie Eve), con una sabiduría singular en diferentes pasajes del film. Pero el sufrimiento vuelve a tocar a Mack cuando en un viaje familiar Missy desaparece. Ante la evidencia del asesinato de la niña, el padre reaccionará rebelándose frente a Dios, ante lo que considera una radical injusticia. Cuatro años después en medio de su desolación, recibe una sospechosa nota, al parecer procedente de Dios, invitándolo a regresar al lugar donde sucedió todo, durante un fin de semana. Contra toda la razón, acude al encuentro, en busca de darle sentido a la gran tristeza. En sus horas más oscuras, llega al borde de perderse, mediante la presencia de la Santísima trinidad, en destacadas actuaciones de Padre/Elouisa (Octavia Spencer) “la elegida”, Hijo/Jesús (Avraham Aviv Alush) y el Espíritu Santo, Sarayu “Río sagrado o tiempo ventoso” (Sumire Matsubara). Allí surge la reconciliación y el perdón que llevan a comprender y sanar La Gran Tristeza. Una gran obra literaria llevada de forma audaz y certera a la pantalla grande. Los escenarios idénticos de la historia, sus personajes y modo de ser causan un inmenso impacto. Los simbolismos tomados del libro están excelentemente plasmados y oportunamente ubicados en la trama, respetando el espíritu de la novela. En esta travesía se muestra que tras el inmenso dolor siempre se descubre algo bueno, que reflexionar es trascender, y que a pesar de que la vida no puede estar ajena de dolor y sufrimiento se puede tener una mirada misericordiosa. Una muerte siempre es la antesala de un nuevo nacimiento. Dios da libre albedrío, las cosas malas no pasan porque las merezcamos, sino por malas decisiones que toma el ser humano. Estamos en un mundo donde existe la maldad, y el solo hecho de estar vivos estamos expuestos a él. “ Missy – Pero si Dios ya está con nosotros, qué le importa si llegamos tarde a la iglesia?” Nuestros pensamientos deben ser retados, cualquiera sea nuestra creencia o religión. Muchas veces las respuestas de la gente se basa en temor, por eso la cinta nos lleva a dejar que nuestro corazón salte los abismos que crea nuestra mente, rompiendo convicciones estructuradas en uno, y mostrando un entendimiento más hondo entre la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre. Un camino de dolor, perdón y redención, tres palabras en el orden exacto para la transformación personal. “Nunca estás tan solo como piensas”. Una llamativa puesta en todo sentido, un drama que sin duda alguna hará que salgas de la sala con una perspectiva de la vida distinta a la inicial y que quizá te transformen tanto como a Mack. Puntaje: 5/5