El film, que tuvo su presentación mundial en la Competencia Internacional en el último Festival de Mar del Plata, en donde ganó los premios a Mejor Dirección, el de La Mujer y el Cine y el de Argentores, se sumerge en un universo de preguntas que buscan respuestas sobre la identidad, los vínculos y las mirada de los otros.
Inspirada en hechos reales sucedidos al director y su familia, la película narra la vida de Bego, una mujer de mediana edad que pasa sus días de forma monótona realizando tareas domésticas, hasta que un día, un curioso grupo de meditación llama su atención y decide concurrir con gran expectativa. Allí, la protagonista será advertida de la llegada de un enorme cataclismo, donde la tierra entrará en otra dimensión provocando la quietud del universo durante tres días de oscuridad.
El film bucea entre el documental y la ficción, borrando límites e intercambiando ciertos códigos pertenecientes a los distintos géneros. Una forma de narrar, que no cambia necesariamente el contenido referencial, sino más bien la posición del espectador a la hora de procesar las escenas y su posterior interpretación. Característica que ya se puede observar desde el inicio del relato, cuando una escena filmada de forma excepcional insta en decirnos mucho con poco. Allí observamos a un hombre (Lalo Santos), en plena calle, que tapa su rostro y comienza a llorar, mientras un sin fin de personas pasan caminando a su lado. Todas parecen llevar a cuesta sus propios problemas y no tienen tiempo para detenerse ante este individuo que expone su angustia incontenible, a la vista de la gente, que sin embargo transita indiferente como si fueran tan solo un reflejo.
Lori es un maestra de unos treinta años de edad que vive sola en una espaciosa casa en Río de Janeiro, frente al mar. Ese hogar demasiado grande para ella refleja esos espacios vacíos que persisten en su Interior más profundo y que a pesar de sus continuos encuentros amorosos parece no completar. Porque si bien la soledad le provoca angustia, solo puede relacionarse con otras personas ocultándose bajo una máscara invisible que la muestra irreconocible hasta para si misma.
Ambientada en la segunda guerra mundial, más precisamente en 1941 en Paris, la película se desarrolla casi íntegramente en la joyería del Sr. Haffmann (Daniel Auteuil), un reconocido y habilidoso joyero. Quien posee su casa debajo del local comercial, donde vive con su mujer y sus tres hijos. Un día, alguien pega un cartel en la puerta de su negocio. Este indica que todos los judíos deben presentarse en la comisaría local para la realización de un censo, situación que el comerciante intuye terminará mal. Motivo por el cual decide enviar a su mujer y sus hijos a un sitio más seguro, con la idea de ir a su encuentro una noche después.
El film instala el foco en una grave denuncia, que recae sobre el exagente de inteligencia del Ejército Teodoro Aníbal Gauto, quien está acusado de haber cometido delitos de lesa humanidad en el centro clandestino de detención “La Cacha”, que funcionó en La Plata durante la última dictadura cívico militar.
El próximo jueves 17 de noviembre llega a los cines de Argentina, el primer largometraje dirigido por el cineasta italiano Filippo Meneguetti, “Nosotras”. Una cautivante historia de amor entre dos mujeres mayores, interpretadas de manera sublime por las actrices Barbara Sukowa y Martine Chevallier. Dos niñas, Nina y Madeleine, juegan a las escondidas en un parque. Una de ellas se tapa los ojos con su brazo, mientras la otra se esconde imperceptible detrás de un árbol. Sin embargo, cuando parece que será descubierta, la niña escondida, como por arte de magia desaparece. Así, se inicia esta hermosa película. Ahora, esas dos pequeñas amigas que se entretenían ocultándose, de adultas deberán esconderse, ya no como algo divertido, sino como algo sofocante defendiendo su amor en secreto y buscando evitar los comentarios ajenos de individuos, con cerebro medieval.
Un coche que viaja a toda velocidad no se detiene en un cruce y embiste de lleno a otro vehículo que transitaba por allí. Simone Segre (Alessandro Gassman) un cirujano que, en ese preciso instante, navegaba con su kayak en un río de la zona escucha el terrible impacto entre los dos autos y de inmediato corre hacia al lugar del accidente. El coche que provocó el siniestro ha huido y allí solo permanece el auto destrozado de un hombre con graves heridas y con riesgo de morir. Es entonces, que Simone se apura para socorrerlo. Sin embargo, al momento de realizar un torniquete para detener la hemorragia, descubre debajo de la camisa del malherido varios tatuajes de simbologia nazi que lo paralizan.
“La víctima no necesita ser buena y pura para ser comprendida como víctima, solo necesita ser persona”. Rita Segato El film se inicia con el primer plano de una mujer, de unos sesenta años, que por momentos es tapada por un humo violeta que luego se aleja para dejarla sola frente a cámara. Su rostro refleja cansancio, dolor y tristeza, pero a la vez, su mirada irradia la fuerza interior de una persona que luchará hasta las últimas consecuencias en busca de justicia.
El film narra la historia de Zew, un hombre nacido en 1941 durante la segunda guerra mundial en un campo de prisioneros de la Isla de Rodas. Lugar donde desembarcaron sus padres Jaime y Ruth luego de escapar del pueblo polaco antes de la invasión nazi.