Cuentan en España que Antonio Banderas, productor y alma máter de "Autómata", no gastó más de 5 millones de euros en esta película de ciencia ficción. ¿Por qué comienzo a hablar de números? Hoy en día, animarse al género con un presupuesto limitado es un gran desafío y lo primero que hay que decir aquí es que la fotografía y la dirección de arte se las arreglaron muy bien para las posibilidades económicas de la realización (tuvo nominaciones en rubros técnicos en los últimos premios "Goya"). La recreación "física" de la atmósfera del film y los "fierros" (robots), lucen reales. Ojo, a veces, ser independiente también significa volver a los clásicos diseños. Pensemos que esta es una coproducción entre Bulgaria y la Madre Patria. No está el dinero de los grandes estudios. Pero hay ideas y eso también cuenta. Quizás, las mayores fallas de "Autómata" se encuentren en un guión irregular, donde sus primeras aristas son atractivas, pero donde una vez establecido el encuadre y la dirección, no logra sostener la tensión de los primeros minutos. Tiende a prologar escenas con diálogos no muy ingeniosos y termina convirtiendose en un producto extraño al que hay que decifrar bajo sus mismas reglas. Eso sí, si no aceptas esas convenciones, te costará engancharte con la propuesta. ¿Es "Autómata" una cruza de ideas "indie" de "Blade Runner", "I,robot" y "Sector 9"? Absolutamente. Lo cual no la define como discreta. Sí, hay que decir que no logra aunar diferentes enfoques sobre la gran cuestión de fondo ("alguna vez los robots lograrán pensamiento independiente puro?") y se queda en un guión pseudo-detectivesco, más colorido que intenso. Banderas es Jacq Vaucan, un agente de seguros que conoce bastante de robots y se encarga de reparación y casos donde el comportamiento no sea protocolar (recuerden que hay dos leyes que gobiernan este funcionamiento). Estamos en el futuro, y todo se ve, feo. Eso si, los pocos que quedan en la Tierra tienen sus autómatas. Así es que Jacq un día da con un robot armado con partes de otros (lo cual está sumamente prohibido) y eso lo lleva a pensar que puede estar sucediendo algo con respecto a la violación de estas premisas (digamos que se reversiona a Asimov: "un robot no puede dañar ninguna forma de vida" y "no puede modificarse a sí mismo o a otros robots"). Así planteada la tarea, Jacq investigará hasta dar con revelaciones que podrían cambiar el destino de la humanidad. Gabe Ibañez (el director) hacía tiempo que tenía ganas de trabajar con Banderas y se nota. Hay determinación en el cast para hacer creíble una historia en la que los efectos especiales no deslumbran. Ese es quizás un punto a favor de "Autómata". Puede parecer demasiado "indie", pero siempre se toma a sí misma en serio. Lo cual se justifica porque es honesta en sus recursos siempre.
Néstor Sánchez (1935-2003) fue un escritor sumamente controversial. En la época prolífica para la prosa y poesía latinoamericana, él logra no sólo de hacerse un nombre por sus méritos literarios, (incluso volverse un protegido de Cortázar), sino que logra ser reconocido como un espíritu transgresor, (a veces mal llamado marginal) en los ámbitos académicos más importantes, por la profundidad y agudeza de su pluma y su visión. Llega "Se acabó la épica" (una de sus frases de cabecera favorita), documental centrado en su figura que nos permite un interesante acercamiento a su obra traído por Matilde Michanie (en su 4to documental luego de "Judíos por elección"). El recorrido que se propone, ofrece un pasaje por algunos terriorios que albergaron a Sánchez en una etapa complicada de su vida (estuvo en Estados Unidos entre 1978 y 1986 en condición precaria y casi nómade), entrevistas con la terapeuta que lo trató durante mucho tiempo, testimonio de amigos y escritores. Lo llamativo de Michanie es que logra mostrar algunas facetas llamativas del escritor, siendo que no contaba con mucho material a priori (con poco archivo fílmico) y en cierta manera era un gran desafío acercarse a alguien de las letras que además, no es muy popular en nuestro tiempo. Bien estructurada, clara y con pasajes de la obra de Sánchez, "Se acabó la épica" se vuelve un patchwork que muestra distintas aristas de un revolucionario de su medio. Y las expone de manera poética y cuidada. Esto ayuda al espectador a conectarse con el hombre detrás de la pluma, el montaje de la propuesta es atrayente (hay que convenir que el autor es de los que hay que conocer) y las palabras del escritor, únicas. Un redescubrimiento de su obra se impone, una vez que el espectador curioso se adentró en este recorrido. En ese sentido, el trabajo cumple. Abre los sentidos y corre el telón para que abordemos a Néstor Sánchez con otra mirada. La que se merece, por la calidad de su obra literaria.
Seguramente cuando veas mi calificación para esta película pienses: "por qué este documental tiene la máxima posible?","¿Tan bueno es?" y la respuesta será quizás un poco extraña pero honesta: no lo sé. Lo que sí se es que toda persona que ama al cine, no tiene que perder la oportunidad de conocer y emocionarse con una vida auténticamente de película, esta, la del crítico más importante de los últimos años en EEUU, Rogert Ebert. ¿Y por qué la vida de un crítico sería tan interesante? Supongo que en este caso particular, Ebert (quien ganara un Pulitzer por su trabajo como crítico de cine, algo que ha sucedido muy pocas veces) tuvo una carrera que posee todas las aristas que puedas imaginar. Por un lado, fue objeto de admiración entre la gente común por la claridad y estilo de su lenguaje a la hora de transmitir sus ideas y por otro lado, fue un ícono de la lucha contra el cáncer, llevando con enorme dignidad sus problemas físicos, sin renunciar a su tarea como periodista. Pero tienen que ver este film para entender lo que tuvo que atravesar, a todo nivel. Steve James (el director de "Hoop dreams") fue convocado por Martin Scorsese para una tarea muy costosa emocionalmente: registrar a Ebert, en estado de salud bastante deteriorado, en su convalecencia en un hospital de su ciudad, Chicago. El famoso crítico sufría de un tipo de cáncer que hizo que le extirparan la tiroides (con el resultado de la deformación de su rostro) y a pesar de que luchó contra la enfermedad a lo largo de diez años, la misma lo venció en 2013. Roger (un maestro), seguía escribiendo reseñas aún en sus últimos días. Siempre se mantuvo optimista y bregó por sostener su nivel de trabajo a pesar de sus tremendas limitaciones. Eso pudo darse por el cuidado y sostén de Chaz, su esposa, quien lo acompañó y sostuvo en estos tiempos tan díficiles. Lo que verán en este gran documental es una reconstrucción de la carrera de Ebert, desde sus inicios (a muy temprana edad), pasando por la etapa donde se convirtió en el crítico más importante de los últimos veinte años en USA y su paso por la televisión en un show junto a otro colega de la misma ciudad, Gene Siskel. Los dos conformaban un dúo increíble, eje de poder que podía sentenciar a una película con sólo un par de expresiones. Ebert también fue de los pioneros en constituir blogs de cine, y el suyo es fantástico. Tiene un banco de datos excelente y si saben algo de inglés, pueden bucear en su material (sigue activo y en movimiento). "Life itself" brilla porque logra mostrar con acierto las dos facetas de Roger Ebert: su trabajo como crítico y la forma en que siempre encaró esa responsabilidad y su gran corazón, hecho que le valiera el reconocimiento de toda la industria. Directores, productores y periodistas desfilan en este documental trayendo anécdotas que definen el amor que Ebert tenía por quienes hacían cine entregados a la tarea. Es un doc fuerte, pero emociona e inspira. Eso basta para convertirlo en una experiencia que hay que vivir. "Al cine con amor" es una película que no se te puede escapar. Para apasionados, obligatoria.
Salía de sala y me preguntaba el porqué a los latinos nos cuestan tanto los musicales. "Annie" es un título popular, tradicional que desde 1977 viene presentándose con distintos elencos en todo el mundo y la intención de llevarlo otra vez a la pantalla grande me parecía muy interesante. Para los que vivimos en el sur, ver este tipo de producciones es raro ya que son costosas y no estamos dentro de la primera línea de destinos para estos productos. Así que comprobar la vigencia de la historia de "Annie" (aquella que comenzó cuando Martin Charnin hace muchos años se deleitó tanto con el comic "Little Orphan Annie" que decidió transformarla en un musical hecho y derecho) era el desafío para las audiencias de este lado del mundo. ¿El mensaje familiar que cautivó tanta audiencia seguiría intacto en este formato? Supongo que esa cuestión será develada en horas en cuanto a nuestro país se refiere, en Estados Unidos (y más allá de los problemas que tuvo Sony con este y otros títulos en diciembre), hizo un aceptable papel en la taquilla. Lo que sí es importante subrayar (en caso de que el lector quiera bucear en las anteriores, o las recuerde) que esta es la tercer vez que hay una versión de "Annie" en largometraje. Tuvimos una en 1982 y otra en 1999, ámbas muy atractivas, aunque no memorables. La idea del director Will Gluck (de discreta actualidad, digamos) era la de aprovechar el carisma natural de la protagonista de "Beasts of the Southern Wild" y "12 years a slave", Quvenzhané Wallis, para acercarnos una Annie renovada y mediática, pero a la vez muy tradicional y respetuosa del espíritu de la clásica atmósfera de la historia. La trama es bastante simple y nos presenta a una húerfana dulce y simpática (esta vez, de color, detalle a tener en cuenta) quien vive bajo el cuidado de una mujer (Hannigan, jugada por Cameron Díaz) a quien sólo le interesa el dinero que el Estado le da por albergar niñas en su hogar. Annie vive con un grupo de amigas casi de la misma edad que sueñan con encontrar un hogar y una familia para modificar la realidad que viven. La casualidad hará que nuestra protagonista sea salvada de ser atropellada en la calle por el millonario empresario telefónico Will Stacks (Jamie Foxx) y comience con él una relación padre-hija extraña y novedosa para ámbos. Como el hombre se está postulando para alcalde, sus asesores de imagen le recomiendan pedir la tenencia provisoria de la niña para así fortalecer su llegada al electorado. La adaptación del musical es bastante moderna, están presentes el poder de los nuevos medios digitales (con YouTube y Twitter a la cabeza) y la película no aburre, pero elige transitar lugares comunes. Las canciones son un mix de las clásicas con algunas nuevas pero los cuadros musicales son desparejos: hay algunos muy buenos (los de Wallis son los mejores) y otros fácilmente olvidables. Foxx (quien debería ser el otro polo de las miradas) luce acartonado y sus líneas no ayudan a captar el favor del público. Entre los secundarios, Bobby Cannavale hace de un inescrupuloso empleado y Cameron Díaz caracteriza con oficio a una ex cantante venida a menos y cansada de perder, Byrne aporta la nota correcta como siempre. Sin lujos, con algo de eficacia, la fotografía también suma con bellos paisajes de New York. "Annie", por cierto, es una historia muy "blanca" y estructurada y esta versión refuerza esos valores. No hay muchos momentos para destacar y deben saber las generaciones actuales que su visionado no es algo que se produzca en forma natural. Creo que faltó trabajo en el guión y una cierta ruptura con el clásico de Broadway, de manera de aceptar que la pantalla grande demanda otro ritmo y explora otro tipo de público. Su falta de fibra y colorido conspiran contra el resultado final. Discreta a todas luces.
Es difícil supongo, ser original en el enfoque de una película tan debatida por la crítica mundial. "Birdman" es sujeto de discusión en todos los estratos de la industria. Para muchos, es una cinta sin imaginación, que abusa de algunos tecnicismos (la cámara cenital y el plano secuencia con el que acompaña la acción, por ejemplo), rígida e incapaz de despegar de su espíritu "teatral". Eso, sin contar que no todos están de acuerdos con su cosecha en la temporada de premios de enero... Se opina en algunos círculos que Alejandro González Iñárritu es un director sobrevaluado por sus colegas y que sin su guionista estrella, Guillermo Arriaga (peleados después de un duelo de cartel en la presentación de "Babel", hace tiempo, en Cannes), sus propuestas carecen del delicado equilibrio que él podía lograr con sus diálogos...No lo se. Realmente no me parece tampoco importante. Desconocer el talento del director de "Amores Perros" (una de las mejores películas lationamericana de los últimos 20 años) es, cuanto menos, temerario. Este tipo sabe de cine y cuando filma, da gusto verlo. Y si, con nuevos escritores, vienen ideas distintas. Aunque el mexicano conserve su intenso arsenal hay otro estilo aquí, neurótico y desenfrenado. O sea..."Birdman" podrá gustarte o no, pero discutir su calidad cinematográfica es ir por el camino equivocado. Para los que no lo saben, Iñárritu se agenció un par de grandes guionistas (Nicolás Giacobone y Armando Bo, argentinos!) y se lanzó a explorar el mundo del espectáculo y el ego de los actores a través de este nuevo proyecto. La historia (que trae la emocionante reaparición de Michael Keaton en un papel que lo devuelve a los primeros planos después de años) es la de un actor que alguna vez fue famoso (Riggan Thomson) por interpretar a un superhéroe llamado "Birdman" y que intenta volver a los primeros planos sobre las tablas en Broadway, con una obra de Carver. Hace tiempo que no goza del favor del público y eso se nota. Pero además (y más importante), su ego le juega una dura competencia: nuestro protagonista sufre de un desorden psicológico que ha dado vida (fantaseada, por supuesto) al mismo Birdman en persona. Con él, discute diariamente los pormenores del accidentado montaje de su obra (él la produce además) y otros aspectos de su vida personal. Digamos que a su particular visión de las cosas (con esta dualidad inflamable), se le suman los problemas naturales de sostener la cohesión de su grupo de actores, dentro de los cuales se encuentran algunos secundarios lujosísimos (Naomi Watts y Edward Norton encabezan este grupo) y encauzar la complicada relación con su hija, Sam (Emma Stone), entre otras cuestiones, todas muy importantes y urgentes. Iñárritu le imprime a la cinta un trato vertiginoso, desperdiga escenarios móviles y personajes nerviosos, irritados y eufóricos. Invita al espectador a sostener un ritmo de acompañamiento, casí físico diría, por los pasillos y camarines del teatro donde se prepara la obra. Discusiones económicas, de cartel, odios, amores y decepciones desfilan a ritmo veloz, mientras Riggan intenta sacar a flote su resurgimiento como actor de primera línea, a cualquier precio. "Birdman" habla de los sinsabores del ocaso, la complejidad de trabajar con las emociones (el rol dramático) una vez que te volves popular y la lucha de egos que hay en el show business de cualquier actividad creativa. No, no es perfecta. Sí es intensa, adrenalínica y voraz. Hay en "Birdman" una preocupación por conmover, afectar y comprometer afectivamente a su audiencia como pocas veces en estos últimos tiempos. No se trata sólo de la vida de Riggan y su destino, sino de como se abordan y desarrollan las emociones que aquí convergen. Fracaso? Exito? Doble personalidad? Dolor? Angustia? Desarrollo personal? Muerte? Legado? Aparecen todas ellas y se juegan en cada línea, en cada cruce de escaleras o arriba del escenario. Keaton hace, seguramente, el mejor papel de su carrera. Y los guionistas se llevan los laureles al entregarnos 119 minutos de feroz entretenimiento. Comedia y drama en partes iguales, no es un viaje para estómagos delicados, desde ya. Tampoco para melancólicos. Polémica y visceral, despareja y discutible (sobre todo por las escenas de ensoñación y el cierre post-climax), "Birdman" es un plato artificioso que rara vez se encuentra en el menú. Así que ir por él. Está a un precio justo y su calidad está probada. Merecidas nominaciones a su elenco y equipo. Para alentar debates y discutir sus valores, hay que verla.
Fui el responsable de hacer todas las reviews de la saga Tinkerbell y tuve la oportunidad de verlas más de una vez por tener a una hija pequeña fan de las haditas. Era natural que fuera sin expectativas a la quinta entrega de una franquicia de Disney que se estrena en cine, sólo en algunos países. En USA este lanzamiento (como los anteriores) va directo a DVD / BR. Temas comerciales al margen, esta nueva aventura de Tink no aporta nada nuevo a lo ya conocido y explorado, ratificando los exponentes clásicos de la propuesta: ternura, algunas canciones, hadas valientes y un universo a medida de las nenas. Ya tuvimos a las fairies enredadas con piratas, encontrando hermanas en otras tierras, relacionándose con humanos escépticos, luchando por sostener el equilibrio de su pequeño mundo, etc... Llegó el turno de ver cómo les va con un animal no doméstico, y la protagonista no es la sino justamente el hada encargada del mundo de los animalitos: Fawn (en la versión en inglés, la voz la pone Ginnifer Goodwin, nada menos). Habituada a meterse en problemas, Fawn será el eje de la historia esta vez. Habiendo dado por accidente con un animal muy particular (hay una caída de un cometa que tendrá relación con esa aparición), ella irá contra las reglas y no avisará de su existencia, que parecería ser peligrosa a priori. Hay un grupo de hadas "exploradoras", especializadas en esta clase de problemas que se encarga de la seguridad de su poblado y su líder, capturaría a la bestia sin dudar, cosa que no es prioritaria para Fawn quien comienza a desarrollar una relación con el aparecido, no autorizada por el reino. Pero la Bestia de Nunca Jamás (de ella se trata), tiene una historia detrás (que no vamos a anticipar) y cuando Tink y sus amigas comiencen a darse cuenta de ello, tendrán que actuar en equipo para mantener el control de su comunidad y proteger a sus semejantes. En esta oportunidad, los temas giran sobre los valores que rigen el trato con los animales, el sentido de la responsabilidad (todas las entregas hacen este planteo), el vínculo con el diferente y la solidaridad como valor que debe estar siempre presente. Siempre digo que Disney le presenta a las nenas chicas de la familia, un compendio de ideas detrás de sus fairies que son una versión... simplificada? de sus guiones para producciones más amplias e importantes. Los aspectos técnicos son discretos pero efectivos y la banda sonora, cumple, como en otras oportunidades. Se deja ver. No hay nada aquí que no hayan experimentado antes, si siguen la saga. Destinada casi exclusivamente para las chicas chicas de la familia, "Tinkerbell y la Bestia de Nunca Jamás" es una nueva entrega que sólo complacerá a las seguidoras de las haditas. No esperen sorpresas.
Nuevamente para la época de las Oscarizables, llega un título inspirado en una obra de Broadway. Algo probado, que funcionó bien desde su salida en 1987 y que Rob Marshall, especialista en la materia ("Chicago", ganador del premio de la Academia), eligió para ofrecerle a Disney, que aceptó gustosa. Nadie mejor que ellos para desestructurar esa tradicional posición detrás de los clásicos en esta etapa de renovación de la compañía. Hay que reconocer que parte de una idea original, simpática pero sombría sobre una serie de clásicas historias infantiles recreadas de una manera distinta. Unica? Seguramente. No del todo lograda pero que llama la atención de aquellos que no están familiarizados con el musical. ¿De qué va "En el bosque"? Digamos que parte de los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm instalando la acción en el mismo campo de acción. Hay una bruja (Meryl Steep) quien hace un ofrecimiento a un matrimonio de panaderos (James Corden y Emily Blunt) para tentarlos con un embrujo que embarace a la mujer. Ellos no tienen hijos y escuchan la propuesta, que implica conseguir una serie de objetos de varios personajes muy conocidos (Cenicienta-Anna Kendrick; Caperucita-Lilla Crawford; Jack -Daniel Huttlestone; Rapunzel-Mackenzie Mauzy) y entregarlos antes de los tres próximos días. Ellos (los personajes originales) viven su camino, de manera similar a los cuentos de los que provienen, pero la interacción con la pareja va a modificar algunas cosas, ofreciendo ciertos giros entre divertidos y lúgubres que se producen entre canción y canción. Porque como ya anticiparon, la trama avanza, y las canciones también. Es bueno saber que los chicos que van a sala a verla, tengan en claro que hay una gran cantidad de hits en inglés y los mismos no estarán interpretados en castellano. Aunque podrán leer dicho subtitulado, desde ya. La película es un musical simple cuya mayor fortaleza es el crossover de historias. No la música (perdón por decirlo, pero es una impresión estrictamente personal), sino la manera en que va entrelazando a los diferentes personajes. Hay algunos roles destacados (el de Chris Pine, arriesgo), otros deslucidos (Johnny Depp, sin dudas) pero nada fuera de lo común. Las actuaciones son las esperables para este nivel de producción (y un poco debajo también) y el film, se extiende un poco más de lo esperable, en todo sentido. "Into the woods" ofrece un rato largo de canciones en un ambiente oscuro pero conocido a la luz de los relatos que poblaron nuestra infancia. Es una rareza. Sólo por esa razón, le daría la derecha a este musical. Aceptable, con lo justo.
Es bueno decir que no soy fan de la serie, a pesar de que mi hija y mi mujer eventualmente la ven en sus ratos libres. Nunca me atrajo en particular y tampoco ví el primer largo que presentara Nickeolodeon allá por 2004, así que no tenía muchas expectativas cuando entré a sala a ver lo nuevo de la esponjita amarilla... Pero el trabajo es el trabajo y allí marché junto a mis colegas a adentrarme en lo desconocido... La experiencia, les digo, fue satisfactoria. Siempre digo que es muy bueno poder reirse con ganas en una sala, siempre, cualquiera sea la forma en que nos aborden. Quizás por eso la pasé tan bien aquí: "Bob Esponja 2" es una película divertida, incluso para aquellos que no estamos familiarizados con su mundo. ¿Las razones? Habrá que encontrarlas por el lado del libro, que enfatiza un humor tosco pero a la vez, sutilmente ingenioso. Y por supuesto, un argumento predecible pero interesante que hace centro en las relaciones sociales (aunque no lo parezca), el liderazgo y el trabajo en equipo. Ustedes saben que la vida en "Fondo de Bikini" es ideal para sus habitantes. Pasan su tiempo devorando las increíbles (?) hamburguesas de cangrejo que prepara el abnegado Bob Esponja (Tom Kenny) para saciar el hambre voraz de los clientes de su local. Detrás de él, Don Cangrejo (Clancy Brown) cuenta billetes y mantiene la fórmula secreta para la elaboración de sus cangreburgers guardada celosamente en una caja fuerte. Lo cierto es que según los manuales de empleados, no se puede memorizar ni recordar, ni copiar... Todo se complica cuando Plancton (Mr. Lawrence) intenta robar ese documento (como una suerte de sabotaje industrial entre restaurants) y la receta, desaparece en forma misteriosa y sin dejar rastros. Es ahí cuando Bob deberá armar un equipo para recuperar ese precioso instructivo, dado que su ciudad, ha entrado en una amonia alarmante: sin esos sandwiches (que funcionan como control social se ve), nada vale la pena y el caos se apodera de todo. La historia viene enmarcada en un relato previo que hace el pirata "Burgerbeard" (Antonio Banderas) sobre un libro que encontró en una isla remota y que será la clave para entender que sucedió con la dichosa receta. La mayor parte del relato, estaremos bajo el mar, excepto el último tramo donde Bob y sus amigos (Calamardo y el resto) saldrán a la superficie y mostrarán sus formas, en un 3D no muy inspirado. Seguramente los detractores harán foco en la escasa originalidad de la propuesta (lo cual quizás sea cierto) y además, lo limitado de la técnica de animación. Eso es innegable. Pero como dije al principio, una película que hoy te haga reír no tiene precio. Ese es el fuerte del film y donde Bob Esponja gana. Su visión psicodélica (bien setentosa), el corrosivo humor plagado de ironías y algunos gags realmente locos, bastan para hacer pasar al espectador un buen momento. Recomendada, incluso para aquellos que no conocen al personaje por su lisérgica atmósfera y la inocencia que contrasta con esa imagen. Es para pasar un buen momento, despreocupados y en el fondo del mar. Loco no?
Tenía muchas expectativas por el debut detrás de las cámaras de Angelina Jolie. En serio. Mi aproximación hacia "Unbroken" fue sincera y con mucha expectativa. Mucho más, si el guión era una adaptación de los hermanos Cohen, junto a los prestigiosos LaGravenese y Nicholson (sobre el libro original de Laura Hillenbrand que cuenta la vida del legendario Louis Zamperini). Prometía y mucho. Sin embargo, debo decirles que los resultados, no fueron positivos, más allá de las nominaciones al sonido y a la fotografía que obtuvo el film para el Oscar, siento que "Inquebrantable", es un film pretencioso, repetitivo, denso y sin ideas originales. Desgraciadamente, "Unbroken" es la clásica biopic que sale para la época de los premios de la Academia. Historia previsible de superación, resilencia, perseverancia, protagonizada por un hombre/mujer que generó admiración con su recorrido. Aquí tenemos la historia de Zamperini, atleta olímpico, ganador de varias medallas de oro en atletismo en la década del 30', quien llegada la Segunda Guerra Mundial se enlista para ser oficial de aviación y es enviado a combatir en el Pacífico. Pero allí, la nave donde presta servicio se desplomará del cielo (accidentes pueden suceder) y él deberá luchar por sobrevivir una vez que pasó el impacto. Junto a dos compañeros se encontrará en un gomón en el medio del océano, asediado por los tiburones y sin agua ni provisiones para soportar semejante situación. Luego, (ya habrán visto el trailer) su odisea continuará en un campo de detención japonés (no si el pibe no tenía suerte), porque la trama, les anticipo, es muy árida y extensa. Los 137 minutos que dura se hacen... casi eternos. Hay una increíble obstinamiento del guión para repetir situaciones que sólo extienden el metraje sin aportar nada a la historia. Es alarmante pensar que los Cohen hayan desarrollado un libro tan básico y plano. Sorprende. Pero además, creo que el principal problema que tiene el film es la falta de carisma de Jack O'Connell, quien no trasmite una emoción a lo largo de la atribulada vida del personaje central. Si la idea es mostrar la capacidad para enfrentar la adversidad, su elección fue un error. Inexpresivo e insípido, no hay en él tela para cortar: su Zamperini no da la talla, cuestión grave siendo una leyenda del deporte y la paz. El resto del elenco apenas cumple sin dejar mucho para destacar. Los rubros técnicos son lo esperable en este tipo de producción pero no alcanzan a compensar la alarmante falta de empatía que la cinta provoca. Ojalá esta haya sido sólo una apresurada elección para lanzar la carrera de directora de Jolie y nada más. Habrá que plantearse que no siempre un buen equipo termina por generar un buen film. Lejos de lo esperado.
Indudablemente no hablaríamos de "St. Vincent" sino fuera Bill Murray su protagonista. En sí, el film llegó tan lejos, como lo permitió el carisma y oficio del increíble y veterano actor. Porque no puedo decir que este segundo largo de Theodore Melfi (una apuesta de la industria, más productor que otra cosa) sea redondo ni mucho menos, pero su valor radica en la potencia de Murray para exprimir una historia simple y volverla una película amena y atractiva. No vamos a descubrir que es un actor que está de vuelta, sí decir que papeles como el que hace en "St. Vincent", le quedan perfectos, a medida. Ya saben...Humor ácido, corrosivo, lenguaje gestual extremo, aire de "la vida es esto, y hay que vivirla hasta donde dé" (I wanna be a Rolling Stone, no?) elementos que utiliza el viejo Bill para empujar el film hacia arriba. A ese arsenal, sumale un niño para establecer esta complicidad de edades que da lugar a escenas tiernas, y estás adentro: seguro la vas a pasar muy bien aquí. La historia es la de un hombre mayor, bastante deteriorado, jugador, con problemas económicos y bastante particular. A su vecindario llega una mamá con problemas, Maggie (Melissa McCarthy) con su hijo Oliver (Jaeden Lieberher), escapando de un matrimonio complicado. A nadie le sobra un dólar y ella rápidamente se ve forzada a establecer una relación con el vecino de al lado. Al trabajar muchas horas, no tiene medios para dejar al pequeño y no le hay más alternativa que "contratar" a Vincent como "babysitter" como medida de emergencia. Claro, el juego, las bebidas alcohólicas, las malas compañías y los incidentes estarán a la orden del día, dado que el adulto "mayor" es un sujeto que no se priva de nada. Hasta tiene un pseudo romance con una prostituta rusa (jugada por Naomi Watts, bastante difícil de reconocer) para completar una vida bastante intensa dada su avanzada edad. Es así que Oliver y Vincent se harán amigos, y compartirán divertidas aventuras juntas (un poco de todo, por supuesto). Todo terminará (más allá de algunas vueltas de tuerca) de manera previsible y placentera. El guión de Melfi no ofrece muchos matices, pero el magnetismo de Murray, su impresionante dominio de cuadro, hace que a la película no le sobre un fotograma. Absolutamente adorable por donde lo mires, el hombre vuelve a hacernos reír en forma con su estilo personal. Si te van las pelis de Wes Anderson o viste mil veces "Lost in translation", no te la tenés que perder. Muy buena.