Animalada en clave...familiar? Tengo sensaciones encontradas con Kevin James. De a ratos, mi hija y mi esposa lo aman (aún no entiendo el porqué) y varias noches me torturan cada tanto viendo "Mall Cop" y "Grown ups", aunque yo solamente lo soporto cuando lo veo por cable haciendo "The king of Queens", esa sitcom americana simpática que veía en Sony ET. Siempre me pregunté que le veía el público del gran país del Norte, porque más allá de tener cara de bueno, nunca terminé por sacarle la ficha al hombre. Así es que con mi hija a cuestas, me dispuse a ver "Zookeper". Cuando miré la gacetilla de prensa, algo me tranquilizó, detrás de las cámaras estaba el director de una de mis comedias románticas favoritas de los 90': "The wedding singer". El hombre en cuestión es Frank Coraci, director que habitualmente trabaja con Adam Sandler, su gran amigo, a quien dirigió en "The Waterboys", y "Click" también. Experiencia en comedias familiares había, actores de renombre? Bueno, está Rosario Dawson... Y también Ken Jeong (el famosísimo Mr Chow de la saga "The hangover") y la blonda Leslie Bibb (ya vista en "Law abide citizen" y "Iron Man 2"). Se podía esperar algo que valiera la pena. Básicamente, que entretuviera a la platea menuda, por lo menos. No, no fue así. La historia nos presenta a Griffin (James), quien arranca la historia proponiéndole matrimonio en una solitaria playa a su novia Stephanie (Bibb). Ella lo rechaza de mala forma y le rompe el corazón (pobre! frente a los mariachis que preparaban una canción!), por lo que el hombre entra en una profunda depresión. Su trabajo es ser guardián de un zoológico. Ahí el transita sus días, llorando su separación a todo el reino animal, contandole la historia uno por uno. Cinco meses más tarde, decide dar un vuelco a su vida y replantearse que quizás sea bueno volver a intentar reconquistar a su novia, aunque muchas ideas no tiene al respecto. Es entonces cuando descubrirá que los animales a quienes él tanto cuida y protege, hablan. Si, así, de una. En realidad, ellos no hablan para no asustarnos, se imaginarían que pasaría si lo hicieran? Hay un...pacto? por el cual ellos guardan silencio pero... teman porque hablan y su concepción de nuestro mundo es... bastante particular... Luego de la sorpresa inicial, todos sus nuevos amigos parlantes del zoo, comenzarán a sugerirle líneas de acción para recuperar a su novia. Claro, relacionadas con el mundo animal...Se suma al concierto una veterinaria simpática, Kate (Dawson), quien siente cosas por Griffin pero pondrá lo mejor de ella para ayudarlo a volver con Stephanie. Hay una fiesta en ciernes (un casamiento) y ahí apuntará el guardián para recuperar a su ex. La película tiene un corte familiar esperable dentro de lo que se espera de este comediante. James nunca se caracterizó por hacer otra cosa que de gordito bueno y aquí repite su estereotipo sin ninguna gracia. La fauna que lo rodea lo supera en carisma y llegada, como por ejemplo, el gorila, quien compone la mejor escena del film en la hora feliz de TGI Friday's (la única que vale la pena a lo largo de todo el metraje). El guión (cinco escritores para esto?) busca establecer un correlato entre las reglas del mundo animal y las del nuestro, en una comparación, no sólo forzada, sino deslucida a la luz de los diálogos que se escuchan. Lo absurdo e ilógico busca ser el ariete humorístico pero falla por su poca profundidad y la pobreza interpretativa del cast. Una animalada. Los chicos más grandes, la soportan como pueden. Los más pequeños no son un público muy exigente y alguna risa escucharán en la sala. Serán las únicas. A los adultos, dudo que se los escuche, ya que la cinta es por demás aburrida. En algún lugar leí que hasta Rob Schneider (en "Animal", aquel legendario bodrio casi de culto del 2001) supera a Kevin James libra por libra. Es preocupante que nuestro otrora "Rey de Queens" no pueda encontrar gente que le escriba buenos libros y le proponga buenos productos. De mediocre para abajo. Evitarla, apenas un alquiler si hay peques en la casa. Nada más.
Drama chico en pueblo chico Matanza cine, la productora de Pablo Trapero, siempre se caracterizó por hacer films potentes, crudos y estupendamente actuados. Son un grupo de gente talentosa, que no empuja hacia lo independiente y lo celebra sino que busca volverse popular y accesible, ofreciendo historias atrayentes con sello nacional y marca registrada. "La vida nueva" es el segundo largo de Santiago Palavecino, esperado con ansiedad por la crítica especializada ya que se daba en él un hecho extraño. Un famoso escritor, Alan Pauls, encabezaría elenco, cosa novedosa para quienes seguimos su trayectoria literaria. Además, dentro de los guionistas que trabajaron en este proyecto se encuentra nada menos que el encumbrado segundo Santiago de la historia, Mitre, director de la exitosa "El estudiante". Pero para reforzar más sus chances de llegada, Trapero puso a su esposa, una de las actrices top del cine argentino, Martina Gusmán, como ariete del cast. Palavecino, además contó con un presupuesto más holgado que en su trabajo previo así que todo estaba dado para esperar algo interesante. Restaba ver entonces, cuánta química y entendimiento lograban como grupo tantos buenos elementos y que tipo de material podrían ofrecerle al público local en su historia. Filmada íntegramente en San Pedro, "La vida nueva" es un drama con leves tintes de suspenso que se apoya, primordialmente, en un triángulo amoroso atravesado por una circunstancia policial que contamina y diversifica el relieve de la trama. Laura (Gusman) y Juan (Pauls) son un matrimonio en crisis. En la primer toma, ya sabemos que ella está embarazada y en la entrevista con un ginecólogo, no está convencida de tener la criatura. Enseña piano, vive en un pueblo pequeño junto a su marido, veterinario, hombre de pocas palabras con aparentes problemas laborales. Suponemos que Laura tenía otros horizontes en su juventud, pero ahora la letanía del lugar parece haber sepultado no sólo sus sueños sino a su pareja con ellos. Una noche, Juan recorre la ciudad buscándola (ella salió sin razón ni rumbo aparente) y se da con una situación inesperada. Un grupo de adolescentes está golpeando a alguien y él los reconoce, en especial a Nicolás porque lo veo apuñalando a César, otro chico del lugar. Ante el cuadro, los agresores se desbandan y Juan se queda solo : asiste al herido y lo lleva al hospital. Allí, el diágnostico no será favorable: perdió mucha sangre y entró en coma. Resultado, la policía local intervendrá en el asunto. Claro, el padre del principal agresor, Martínez, tiene mucho dinero e influencias y presiona a Juan para que no declare incriminando a Nicolás. Lo extorsiona con ofertas laborales y le instala una fuerte cuestión al desconcertado veterinario, el hacer una declaración falsa para proteger al hijo de un poderoso o hacerse cargo de los costos (en un pueblo chico) de acusar a alguien importante, en este momento crítico de su matrimonio. A todo esto, el tío de César, Benetti (Germán Palacios), volverá al pueblo después de muchos años, vendrá a ver su sobrino y apoyar a su hermana. El fue el gran amor de Laura, pero decidió irse y hacer otro camino. Pudo triunfar como músico, por lo que algo de la relación entre ellos parece no haber quedado resuelta en aquella oportunidad y el cruzarse nuevamente casi diez años después profundizará las dudas que ella tiene con respecto a su maternidad y su futuro... Lo problemático de la realización es que, como alcanzan a ver, juega con dos subtramas poderosas, la cuestión del atentado y la investigación pseudo policial, y el desarrollo del triángulo amoroso entre Juan, Laura y Benetti. Hay un problema con los tiempos de narración, más cuando el film dura escasos (desde mi punto de vista), 75 exactos minutos. No se pueden articular las dos miradas con intensidad si la atención se diversifica tanto. Además, el nivel actoral es desparejo, mientras la escena la domina Gusmán, todo fluye, pero cuando Pauls tiene el control de las acciones, algo se pierde. El escritor no alcanza a dar profundidad a su Juan, el hombre más dominado por las presiones de la historia y eso tiene un precio que la cinta debe pagar: un desequilibrio marcado en una de las patas del triángulo. Palacios, por su parte, juega su rol con oficio, pero las escasas líneas del guión no lo dejan progresar en el desarrollo de su personaje. Estos desniveles, sumados a una tendencia a jugar con el esquema de dedicar largos tiempos a caminatas solitarias (que subrayan las características de la vida pueblerina) y secundarios sin peso, dejan a "La vida nueva" como una realización que no termina de cerrar para el espectador. Quiero dejar en claro que admiro profundamente a los que participaron en esta cinta, individualmente, son de lo mejor del cine nacional (y Pauls, de nuestra literatura) pero esta vez el camino y las herramientas (el guión y la dirección, fundamentalmente) que eligieron para contar una historia, no llegaron a buen puerto. Despareja, local apuesta de Matanza cine que podría haber tenido un par de vueltas de tuerca que la hubiesen dejado más redondita...
Lautener juega a ser un nuevo Jason Bourne Lo primero que me llamó la atención en la sala en la que ví "Abduction" era que no estaba repleta de adolescentes en llamas. Esperaba eso, sinceramente. Pero no, público mezclado, expectante, con la idea de ver un buen thriller de acción, eso era. Lo cual, me pareció una señal interesante, todos sabemos que esta cinta es vehículo exclusivo de consolidación de Taylor Lautener como estrella, más allá de "Twlight". La oportunidad, se la dimos. Fuimos a ver que tenía por ofrecer su último trabajo y salimos con un gesto adusto en el rostro. No es ni la mitad de lo que esperaba con el nivel de gente que trabajó en el proyecto, sólo cumple los estándares mínimos para... un lanzamiento en DVD? Si, eso sí. Ideal para algún domingo en que no haya fútbol y el la tevé por cable se haya caído. Por ahí anda esta "Abduction"... En cuanto abrió la cinta, miré el reloj... Pensé: "¿Cuántos minutos pasarán hasta que Lautener se saque la remera y muestre su privilegiado físico?"... si tenés buena carne hay que venderla ¿no?... diez minutos y el hombre lobo de "Crepúsculo" y "Luna nueva" volvió a aparecer con sus cuidados pectorales al aire. Lo que los fans esperaban, estaba. Ahora, el resto del público, tendría chances de ver una buena película? Yo creía que sí. Mirando que detrás de las cámaras se encontraba el respetable John Singleton ("Boyz n´the hood", recuerdan?) y que en el cast aparecían nada menos que Maria Bello, Alfred Molina, Sigourney Weaver y Michael Nyqvist (el actor de la versión original de "Milenium"), me dije: "a este pibe lo rodearon bien, no puede fallar". Pero bueno, hasta los mejores equipos equivocan el camino si no tienen claro el objetivo que persiguen. Este es el caso, "Identidad desconocida" tenía a priori, mucho potencial para destacarse por la calidad de sus intérpretes, pero un guión chato (del pseudo debutante Shawn Christensen) y las ya sabidas limitaciones de Lautener en lo actoral lograron transformarla en un producto mediocre, de los que comunmente llamamos "de relleno" en los estantes de videoclubes bien surtidos. La historia es bastante simple e inspirada en "The Bourne Identity". Un joven llamado Nathan (Lautener) recibe la asignación de un trabajo práctico en su escuela sobre internet. El profesor de su curso quiere que trabajen en grupo y le ubica como compañera al gran amor de su infancia (y vecina), la deliciosa Karen (Lily Collins), por lo que ámbos, que se hablan poco y se atraen mucho, deberán juntarse a resolver la tarea. Nathan tiene problemas para dormir y ataques de ira desenfrenada, problemas que trata con la doctora Bennet (Weaver). Se siente raro junto a sus padres (María Bello y Jason Isaacs) y no sabe bien porqué. La cosa es que junto a Karen, deciden explorar sitios webs que hablan de personas desaparecidas para hacer su ensayo. Ahí es cunado Nathan entra en crisis .Esto dispara (con gran velocidad) una serie de acontecimientos inesperados ya que él se dará cuenta que no conoce la verdad sobre su origen y que el precio de conocerla puede ser fatal. Cuando se conecte a la red y suba su foto, la CIA y terroristas serbios vendrán por él, sin darle mayores explicaciones. Nathan entonces deberá escapar de ámbos grupos y además, descubrir la verdad sobre sus padres antes de que sea demasiado tarde. El relato está pensado para el lucimiento de Taylor Lautener a todas luces. El siempre está en el centro de la escena y participa activamente (no usa dobles) en las escenas de peleas y persecusiones, donde hay infinidad de balas y explosiones por doquier. Digamos que en ese aspecto, el hombre se defiende. El problema es que tiene limitaciones actorales serias: asesinan a sus padres , destrozan su hogar, amenazan su mundo y él... casi ni lo percibe, si no fuera por algún llorisqueo corto, el público no notaría la gravedad de los eventos. Se nota que a Lautener le cuesta. Lo más preocupante es que le falta expresión en el rostro. Matt Damon, por ejemplo, sufría una circunstancia parecida en la saga Bourne, pero siempre lo veíamos creíble y en control. Esa madurez, el joven actor de "Twlight", aún no la tiene, y el film sufre su protagónico: carece de intensidad dramática. Pero bueno, hay otras cosas. Belleza en Lily Collins y algunas buenas escenas de acción. Una respetable banda de sonido y un metraje justo. Y eso es todo. Indudablemente la industria apostó por este muchacho y su desarrollo como primera figura. Lo cierto es que todavía está lejos de poder sostener una película sobre sus hombros, incluso aunque lo acompañen actores prestigiosos. Asignatura pendiente entonces, adivinar cómo será el futuro para este Lautener cuando la saga "Twilight" llegue a su fin... El tiempo para reinventarse se acaba y sería bueno ver qué otras cosas puede hacer más allá de lo que ya sabemos que hace bien...
Apatow inaugura el género "Vom com" Todos sabemos del impacto en cifras del fenómeno "The hangover I y II" en la taquilla. La "nueva comedia americana", se viene nutriendo de éxitos repitiendo más o menos la misma fórmula (recordemos, la línea es contar historias donde hombres entre 30 y 40 inmaduros -losers- se enfrentan a algún ritual social de impacto y viven situaciones divertidas donde prima lo escatológico, con alto contenido sexual y alguna secuencia bizarra como estandarte) y ya era hora de que las mujeres se subieran a la tendencia. Judd Apatow produce "Bridemaids" con esa intención: juega a traspolar el cine predominantemente masculino que le da rédito, en el género femenino. El resultado, un pastiche denso y sádico que abruma por duración y lo pobre de su naturaleza: intenta ser una romcom (romantic comedy) pero casi nunca hay romance y ni hay comedia (y si me preguntan, por ahí leí que podríamos definirla como una "vom com" con todas las letras!!). "Damas en guerra" es un ejercicio de reflexión sobre la condición femenina de un grupo de chicas con problemas. En eso coincidimos, y hasta le dimos la derecha cuando el film se presentó bajo esa premisa y buena crítica internacional, antes de caer rendidos con su soporífera trama. Lo que no le perdonamos a Paul Feig (su director, un hombre de la tevé americana) es que no sea divertida. A nadie le dejo pasar eso en un producto de este tipo y no hay excusas. No me reí en ningún momento de la cinta a lo largo de los eternos 125 (!!!!!!) minutos de duración, lo cual es preocupante. Que quede claro que a mi me gusta el género. Y hasta me cae bien Kristen Wiig, a quien seguía en aquellos delirantes episodios de "Saturday Night Live" allá por mediados de la década pasada. El problema aquí, es que estas mujeres no tienen gracia alguna, sus vidas son miserables y la cadena de eventos que viven son desagradables. Todo gira sobre un evento importante que nunca parece llegar y al que marchamos consiguiendo abundante quitamanchas para nuestro vestuario, porque el film se salpica todo amigos. Ya se, ustedes dirán..."pero no es así en otras cintas de este estilo e igual funcionan?"... Es cierto! Creo que Apatow y Feig quisieron imitar algo de la fauna de "The hangover" (perdón por volver a esta referencia pero la veo clara y es útil para entender la comparación) y hasta generaron "caracteres mellizos" como el del personaje jugado por Melissa McCarthy que es, increíblemente, el alter ego del gordito retardado que hace Zach Galifianakis en la otra franquicia... Pero aquí, no tiene nada de gracia. "Bridemaids" es la historia de una chica que se casa, Lilian (Maya Rudoplh) y que organiza a sus damas de honor de cara a su compromiso. Dentro de ese grupo, seguimos con atención a Annie (Wiig), quien es la histórica mejor amiga de Lilian y debe ocupar (según ella cree) un lugar de decisión a la hora de la planificación de los eventos que anteceden a la gran fiesta. Sí, Annie es una rubia simpática que no tiene suerte en la vida. Bue, digamos que sus decisiones no la ayudan mucho (se hace camino al andar), está sola (su novio la dejó), quebrada económicamente (invirtió sus ahorros en un negocio y se fundió), tiene problemas de vivienda (vive con dos hermanos freaks que pretenden desalojarla todo el tiempo) y odia su único y actual empleo en una joyería donde le ladra a los clientes delante de sus propios jefes. Esta en la mala, pero siente que su amiga del alma la necesita e intenta liderar a este raro grupo de mujeres (cada personaje tiene su tema!) compitiendo con la nueva "buddy" de la novia, la impecable y delicada Helen (Rose Byrne) quien choca social y afectivamente con ella de mala manera todo el tiempo. Veremos varios eventos en los que las "damas de honor" participan antes del casamiento y en cada uno de ellos sufriremos una tanda de fuertes gags escatológicos de diversa intensidad. Porque en el medio de todo esto, Annie encima va a enamorarse. Algunas mujeres dicen que lo bueno de "Bridemaids" es que explora la amistad femenina. No lo creo. Durante más de dos horas solo verán vómitos, ruidos nauseabundos de origen estomacal, fluidos corporales que van y vienen, mujeres borrachas y agresivas en distintos planos y un puñado de escenas donde los golpes bajos se hacen presentes con fuerza (al final, especialmente). Ni hablemos de cómo se presenta a las mujeres desde el punto de vista del género. En pocas palabras, lo que los varones hacen en propuestas similares, las chicas pueden recrearlo y subir la apuesta (!!!). Una enorme decepción. Más de dos horas de mi vida en la sala... Desaprobada, lisa y llanamente.
Colmillo desafilado (pero sexy eh!) Seguimos con la moda de remakes sostenida con la que Hollywood nos inunda este año. Una tras otra y sin pausa. Esta vez, le toca a aquella cinta del 85 llamada "Noche de espanto", cuyo protagonista era Chris Sarandon. Clásica y de alguna manera, pionera en eso de mezclar el terror con lo absurdo y bizarro, aquella "Fright night" fue transformándose en objeto de culto para las generaciones siguientes hasta llegar a nuestros días, donde es hora de barajar y dar de nuevo. Bah, de refritarla, lisa y llanamente. Esta bien, hay muchas cosas cambiadas, digo, los roles principales. Ha sido "aggiornada" a nuestra época: nerds, ilusionistas, antagonista musculoso y sexy... Pero debajo de esa pátina que eligió su director, Craig Gilliespi (que hizo cosas muy buenas como "Lars and the real girl" y otras malas como "Mr Woodcock"), la esencia sigue siendo la misma. Es una película clase B de principio a fin. La ví en 3D y hasta diría que es innecesario, más allá de algunas secuencias aisladas donde los vampiros explotan ante la luz solar...Esta "Noche de miedo" es una película apenas correcta cuyos mayores méritos son el trabajo de un par de secundarios y no mucho más. La historia comienza cuando Charlie Brewster (un deslucido Anton Yelchin), joven y popular chico de la preparatoria local en una pueblito cercano a Las Vegas, se pelea con su amigo de la infancia, Ed (Chrispother Mintz-Plasse, de "Superbad"). De chicos, ellos dos eran inseparables, pero ahora, para poder ganar nuevos amigos, Charlie evade la compañía de su ex compañero de juegos y se niega a hablar con él de algo grave: hay chicos en el vecindario que están desapareciendo. La hipótesis de Ed es que algo tiene que ver el nuevo vecino de Charlie, el fibroso y atlético Jerry (Colin Farrell). Al parecer, es un vampiro. Y responsable de lo que está pasando en el lugar: todo comenzó con su mundanza. El hombre en cuestión trabaja de noche, se lo ve nada durante el día y atrae todas las miradas de las damas del pueblo, elemento que lo ayuda a la hora de alimentar su sed de alimento y diversión. Charlie comenzará a notar con el tiempo que la idea que Ed tiene puede no ser tan loca y deberá proteger a su madre, Jane (Toni Colette) y a su bellísima novia, Amy (Imogen Poots) de la influencia de Jerry y su apetito por la sangre humana... Decía antes que dos son los actores de reparto que se lucen aquí, Mint-Plasse hace un rol muy divertido (ya verán porqué) y más tarde aparece el ilusionista y showman Peter Vincent (alusión exacta a Criss Angel) quien parodia a esos espectáculos enormes que hacen los magos de jerarquía en los grandes hoteles de Las Vegas con acierto... Por su parte, Colin Farrell luce un poco esquemático, firme y simpático... pero el problema es que seduce mucho y asusta poco... Y quizás por ahí vaya la reflexión final sobre los valores de esta remake... "Fright night" es una mirada desde nuestros días, al tiempo en que el terror y el humor negro se comenzaban a dar la mano. Entretiene, tiene ritmo y está bien editada, pero no aporta mucho más que eso: si la intención era revitalizar la historia y ponerle nafta al tanque, se quedaron ahí. Quizás sea muy exigente mi posición, pero espero que cuando uno recrea un original de tanta envergadura, sea sobre las bases de cambios originales y profundos que aporten una nueva visión a su antecesora. De lo contrario, sólo termina por convertirse en una anécdota para la estadística de los fanáticos del género...
Encuentro con una pareja histórica Indudablemente Juan Domingo Perón es un personaje controversial en la historia argentina. Muchas veces ha sido recreado en el cine con dispar suerte. En algunas oportunidades, casi caicaturizado y reducido a un puñado de gestos ampulosos y en otros elegido como estandarte en documentales pro-justicialistas. Para variar, esta vez siento que el registro viene por otro lado. Paula Luque, cineasta nativa y guionista, se preocupa en este primer trabajo importante (en su CV encontramos "El vestido" como el más reconocido por el público especializado) por contar una historia de amor. Claro, no deja de lado hacer una prolija investigación para encuadrar lo histórico en su justa dimensión y desnudar algunas cuestiones sobre la relación íntima de Juan Perón y su esposa. Es importante decir que para los que pintamos canas (o tenemos ya poco pelo), hay poca sorpresa. Arranca la historia con el devastador terremoto en San Juan hacia mediados de los 40' y su impacto en la oficialidad "revolucionaria" que dominaba al país. Entre el grupo de oficiales de segunda línea que lideraban ese movimiento (Luque pone en boca del militar decir que hicieron ese golpe "para terminar con el fraude"), Perón (Osmar Nuñez, de gran parecido físico con el General) se destacaba por sus ideas y su compromiso social, hecho extraño en esos días. El hombre tenía carisma (tres veces Presidente terminó siendo) y enseguida en aquel festival del Luna Park para recaudar fondos para la hermana provincia en ruinas, queda prendado por Eva (Julieta Díaz). Ella era actriz de radioteatros, de gran belleza y juventud buscando su lugar en el mundo del espectaculo. Al conocerlo, Eva queda impactada por su porte y llegada, lo cual preludia un romance complicado. En ese momento nuestro protagonista estaba ocupando la Secretaría de Trabajo e impulsaba muchas medidas que a ciertos sectores de la sociedad no le gustaban. Advirtiendo esto, el gobierno norteamericano envía un embajador llamado Braden (Alfredo Casero!!!) a poner las cosas en orden y liderar la oposición a dichas acciones. Veremos que sucede entonces en la vida de esta pareja hasta el famoso 17 de octubre de 1945, fecha crucial para este tiempo que vivimos. La película muestra paralelamente, los vaivenes de la relación (comienzan a convivir al poco tiempo) y el marco político en el que estaba inserto el entonces Coronel Juan Perón. El problema mayor de la cinta, es que nunca termina por definirse si volcarse de lleno al terreno amoroso (aunque Díaz le pone bastante el cuerpo a las escenas de cama) o profundizar en las intrigas palaciegas del corazón del poder. Su Eva es bastante sexy pero tiene poco fuego en la arena de la discusión. Eso, le juega en contra al film, ya que desperdicia a una intensa Julieta Díaz que por momentos parece no dar la talla de su personaje. No por falta de capacidad, sino de dirección, seguro. No vemos en Eva casi ningún rasgo que alumbraría lo que ella sería para el pueblo, nada menos que "la abanderada de los humildes". La carga mayor de los diálogos queda entonces en poder de la oficialidad que acompaña a Perón y a algunos secundarios interesantes, que podrían merecer más líneas (la asesora que escribe discursos, el hermano de Eva, etc) y eso hace que el film se deje ver pero no represente un trabajo sobresaliente. Donde hay mayor lucimiento es en el cierre de la película, cuando se funden lo narrativo con las imágenes de archivo en un simple pero eficaz recurso para dotar de emoción el cierre. Si me preguntan seriamente, más que una historia de amor, la sentí como un thriller político... Pero no se, he visto tanto cine en estas horas que quizás no sea justo rotularla en estas horas. Si se que es un producto interesante, con cierto valor histórico y prolijo. No creo que pase a la historia como si lo han hecho Juan y Eva en el corazón de nuestro pueblo...
Mujer soltera busca? Cuando entré a la sala para ver “The resident”, estaba convencido de que iba a ver una buena película. En general, me gusta Hilary Swank y valoro mucho sus trabajos, es una actriz premiada por la Academia y tiene el prestigio suficiente elegir qué roles tomar. Es por eso que salí un poco desconcertado de la proyección, creo que “Invasión a la privacidad” es de los peores productos en los que esta actriz participó. Si, ya sé, hizo comedias mediocres (no son su fuerte) pero en general el suspenso y el drama le sientan bien, así es que habrá que analizar que salió mal. Detrás de las cámaras encontramos a un director relativamente novel, un finés llamado Antti Jokinen, quien junto a Robert Orr escribieron el guión de esta cinta. Este caballero nórdico viene de los videos musicales (trabajó para Nightwish, si mal no recuerdo), y también fue el responsable de la segunda unidad en la nueva versión de "The exorcist" (aquella que dirigió Renny Harlin en 2004). Pocos antecedentes buenos para dirigir a una actriz clase A. En su favor, digamos que por lo menos su casting tuvo un acierto: la elección del coprotagonista de la historia, Jeffrey Dean Morgan ("Watchmen", "The Losers" y la serie "Greg's anatomy") ya que los escasos momentos de tensión se lo debemos a su interpretación. Un poco rudimentaria, pero convincente al fin. Volviendo a Swank, es raro verla en esta cinta haciendo de mujer sexy. No da el “psique du rol” , por muchos camisones cortos y baños de espuma que se de en cámara. No es que sea una poco atractiva (es un toque fibrosa no?), pero se la ve forzada y en un registro que no la favorece. Pero vayamos a la historia. Juliet (Swank) es una médica que acaba de separarse después de muchos años de convivencia con su pareja, Jack (el insipido Lee Pace). Recién llegada a la Gran Manzana, busca lugar donde alojarse ahora que está sola y con un presupuesto menor para afrontar sus gastos. Es solitaria y nueva en el hospital donde trabaja, pero rápidamente da con un apartamento muy económico en Brooklyn, con una maravillosa vista al puente, por módicos 380 dólares al mes. A mi me encantaría conocer a su agente inmobiliario! Dirige el lugar, el extraño Max (Morgan), un hombre de unos cuarenta y pico, bien parecido y laborioso que administra varios edificios de la zona. Enseguida pega onda con Juliet y comienzan a verse, aunque ella está bastante confundida con su separación y no está convencida de involucrarse afectivamente con otro hombre que no sea Jack. La acción transcurrirá mayoritariamente en el edificio donde vive Juliet, dado que Jack desarrolla un afecto especial por ella que parece no tener límites en el ámbito en el que ámbos se mueven… Mientras la cinta transcurría recordaba “Sliver”, aquella película de Sharon Stone de los 90 que justamente se tituló aquí como esta “The resident”. Comparten algo, sin dudas, torres o edificios con secretos y gente que los administra que tiene aficciones muy particulares. También me vino a la memoria "Pacific Heights", porque es muy similar el tratamiento... El arranque de la película promete y la intriga está bien planteada en los primeros minutos, pero cuando el director decide poner una serie de flashbacks rápidos para explicar la historia, nos miramos desconcertados: no llegamos a la mitad de la historia y tira por la borda todo lo bueno en un giro poco feliz. Dilapida el suspenso creado hasta ese momento y rifa el destino de la cinta. Nos dice que pasa y devela el misterio (!!!) así que lo que sigue, se vuelve previsible, por muy bien filmado que esté y pierde interés hasta desdibujarse en un largo y aburrido final. No hay mucho más por decir, Hilary se da el gusto de hacer tomas en poca ropa y fotografiarse su bella dentadura y… Listo. Esto ha sido todo. “The resident” necesitaba, a gritos, varias vueltas de guión más. Tirón de orejas para los productores y para la propia Swank quien tiene que leer mejor antes de aceptar este tipo de papeles en otra oportunidad...
Jugando a ser Dios A Vicenzo Natali, el director de "Splice", lo conocemos por "Cube". No se si la recuerdan, fue una gran película de ciencia ficción y suspenso a fines de los noventa. Ya en aquellos lejanos años, Natali había pensado el guión de esta historia. En este tiempo, decía él, las condiciones no estaban dadas (desde el punto de vista de la tecnología) para abordar al personaje principal de la trama, como esta se merecía. Así es como en 2009, con libro y presupuesto listo, se dispuso a traernos esta producción donde un par de científicos juegan a ser Dios, dando a luz a un ser mutante de condiciones únicas. Los genetistas de este tiempo (y seguramente del pasado inmediato también), juegan a combinar diferentes secuencias de ADN para lograr nuevas características en seres vivos con diferentes fines. Por ejemplo, en "The rise of the Planet of Apes", aparece como la búsqueda de antídoto para enfrentar el Alzheimer. Digamos que hay una tendencia a fortalecer y mejorar la inmunización de ciertos especímenes. También, porqué no, de lograr vacunas y tratamientos para enfermedades de larga data que no tienen cura entre los humanos. Aquí, se aborda el hecho de procurar crear un individuo partiendo genéticamente de sujetos ya afectados por químicos. No nos vamos a asustar de la idea, pero sí de cómo se la trabaja en esta cinta. Clive (Adrien Brody) y Elsa (Sarah Polley), son la pareja de investigadores sobre la cual girará la historia. Llevan varios años juntos y se desempeñan en la misma sección, compartiendo algunas visiones del mundo y otras no. De hecho, Elsa tiene inquietudes de integrarse en una familia y Clive rechaza la idea (esto juega bastante en el film y ya verán porqué). Cierto día, luego de una serie de eventos fallidos serios en el laboratorios, la compañía para la cual trabajan decide cerrar el experimento que venían haciendo para crear híbridos animales. Conmovidos por la noticia, los dos decidirán rescatar a la criatura nacida de la unión de dos especímenes y llevársela a vivir con ellos. Será bautizada Dren (el nombre de la rama en la que se desempeñan los dos sería Nucleic Exchange Research & Development - NERD, pero al revés) e inciará un camino de evolución muy extraño donde madurará hacia formas complejas y desconocidas para la ciencia hoy en día. Los tres vivirán un triángulo de peligrosas aristas en el cual se mezclarán emociones intensas, asombro y traición. La película buceará sobre las motivaciones intrínsecas y creencias de Clive y Elsa, enfrentadas a los cambios que Dren tendrá y que nadie podrá anticipar. Habrá debate filosófico y también suspenso, en el marco de un clima inquietante en el que cualquier cosa, puede pasar. "Splice" parte de una premisa interesante y cuenta con prestigiosos actores para sostenerla. Durante gran parte del metraje, el film se deja disfrutar dado que Natali dosifica bien la progresión de eventos y da tiempo al espectador para que construya sus propias representaciones sobre lo que realmente sucede. El problema es que al llegar al clímax, la resolución del conflicto parece demasiado tosca y rudimentaria, como si se desentendiese de la línea cientificista que venía construyendo pacientemente desde el inicio. Ese esquema hace que el resultado final no sea todo lo satisfactorio que podría haber sido. De hecho, le resta bastante a la película. Entendamos que esta es sólo una impresión (la mía) y que quizás no suceda lo mismo con ustedes. Me inclino a pensar que "Splice" es un producto aceptable pero que no supera la media por su deslucido y descalibrado final. Veremos si su demorado estreno concita la atención de nuestro público entonces...
La hora de los "geeks" Hay que saludar el estreno de "Paul" en la Argentina. Segunda tarea titánica para un distribuidor independiente (Sir Chandler, de cinesargentinos.com) quien viene de un gran hit ("Back to future digital 2D") y se anima al desafío de presentar una muy buena película, que si no la traía él, iba a parar directo a DVD. Si no escucharon hablar de "Paul", es porque no son "geeks" ni "nerds", así que es bueno saber un poco de su público potencial... Estos sujetos ("geeks", sorry) son una tribu global amante de la tecnología, los comics, el desarrollo de la imaginación, los lenguajes con códigos propios y se caracterizan por amar las computadoras y todo lo referente a la informática. Tienen algún costado anti-social (chicos, asumirlo...) y hasta hay un día del "Orgullo Geek" (el 25 de mayo, día que se conmemora el lanzamiento de la primera "Star Wars" en 1977), hecho que marca que la integración con la sociedad no es uno de sus fuertes. ¿Por qué les cuento esto? "Paul" es una road movie "geek". Algunos dirán que es una "buddy movie", pero creo que se quedan cortos. De principio a fin esta película es una fiesta para quienes coleccionan muñequitos, leen historietas y se fascinan con el mundo de lo fantástico. No es que su guión sea genial, para nada, pero su ambientación y diálogos la colocan a la altura de las mejores películas en su género en décadas. ¿Tan así? Sí amigos, "Paul" es capaz de abducirte, así que prestá atención y no vayas desarmado a verla. Graeme (Simon Pegg) y Clive (Nick Frost), son dos amigos ingleses que se van de gira a Estados Unidos en un tour especial. Llegan a la famosa Comic Con (prestigiosa convención al estilo americano del género) a recrearse un poco y disfrutar de su pasión en tierras extrañas. No contentos con esta parada, deciden hacer un recorrido por lugares que son referencias clásicas de OVNIS. Tienen una casa rodante (RV) y se lanzan a la ruta sin vacilar, pensando en terminar su recorrido en la legendaria área 51... pero el destino les tiene preparada una sorpresa. De noche, un auto los sobre pasa y vuelca en sus propias narices. En este accidente automovilístico encuentran a Paul (la voz de Seth Rogen) un extraterrestre que llegó a la tierra hace muchos años (1947 para ser exactos) y ahora está escapando de sus carceleros. Las autoridades lo quieren recuperar a cualquier costo para seguir con sus investigaciones sobre sus habilidades pero él sabe que su tiempo en este plano terminó: debe irse. Así es que los amigos ayudan a Paul a encarar su fuga y conectarse con sus semejantes de manera de encontrar un lugar seguro donde preparar su regreso al mundo del que vino. Esa es la historia. Simple. Efectiva. Lineal. ¿Por qué sobresale? Bueno, primero, esta bien escrita. La pareja protagónica (Pegg y Frost), son los responsables del guión y son tipos que saben mucho del tema. Hacen reír pero su fuerte es crear climas absurdos y cruzar diálogos delirantes. Y lo hacen en dosis sutiles! encima, son especialistas en detonar los resortes narrativos en los momentos adecuados. La tienen clara: su "Paul" es carisma en estado puro. El hombrecito fuma, hace bromas sobre las drogas, conduce (mal) y es todo lo que nunca te imaginaste que un alienígena podría ser. Rogen hace un gran trabajo, logra que su ET sea creíble (de alguna extraña manera) y nunca pierde de vista que la gran foto es para el trabajo de equipo. Sus intercambios con los terráqueos a la hora de desmitificar su presencia en nuestro planeta son imperdibles, pero ellos no serían posibles sino contara con un formidable grupo de secundarios. Todos están en el registro correcto, desde Jason Bateman a Bill Hader, pasando por las adorables Kristen Wiig y Blythe Danner. Hay química y conexión en el cast y eso beneficia las escenas más absurdas, siempre bien resueltas y singulares por donde se las mire. Sí, es cierto que si la analizamos siendo muy críticos podemos pensar que es "ET" riéndose de sí misma (se parafasea también todo el tiempo y hasta Spielberg hace un cameo!). Lo cual no está mal, dado que no es un tema al que se le anime mucha gente. "Paul" es una película que entretiene con nobles armas. Nada es dejado al azar (tiene todos los guiños a los clásicos que puedas esperar), la banda de sonido acompaña (y, es David Arnold!), la animación de Paul es correcta (esos ojos!) y la edición, precisa. Quizás la duración sea un poquito mayor a la deseada, pero está correcta. Si la sala estalla al final, no se extrañen, sólo esta película es capaz de hacerlo. Me encantó. No se la tienen que perder de ninguna manera. Gran cine de humor y aventuras. Hace tiempo que no disfrutaba tanto en un sala. Simplemente genial.
Vértigo criminal y deportivo (?) Había oído hablar de esta película cuando se estrenó en el festival de Berlin, el año pasado. La prensa internacional le auguró una interesante carrera global y la destacó, no sólo por su interesante tema (es una biopic), sino por la precisión y espectacularidad de sus escenas de persecución. Antes de entrar al cine me dije..."no van a superar lo que Hollywood hace de memoria y bien"... Pero si, esta coproducción austríaca-alemana hace gala de un tratamiento visual destacado y tiene el plus de traer una historia basada en hechos reales que en su tiempo fue noticia en los grandes medios. "El ladrón" es la biografía de un atleta austríaco de los ochenta (Johann Rettenberger) que tenía una peligrosa compulsión delictiva (asaltar bancos, principalmente) y una doble vida donde amaba competir en maratones y vivir a alta velocidad. Su personalidad llamó la atención del periodista Martin Prinz quien escribió un best seller en el que está basada esta cinta. Rettenberger era un hombre tan particular que incluso alguno de sus records no han podido ser sido batidos por otros deportistas años después (carrera en los alpes austríacos, por ejemplo). Esa dualidad parecía un fecundo campo para abordar y en ese sentido trabajaron juntos el director Benjamin Heisenberg y el autor del libro para lograr una adaptación que haga justicia al personaje. El resultado es interesante, aunque no completo. Lograron un thriller veloz y llamativo aunque no lograron descubrir el velo que se oculta los relieves de tamaño hombre... "Der Räuber" es puro ritmo. La historia presenta a Johann (Andreas Lust), quien luego de cumplir una condena de seis años, se prepara a salir al mundo. Lo vemos entrenar y parece alienado. Sus ojos, inexpresivos, están fijos en la nada, no es un sujeto común. Cuando sale, inicia una carrera criminal sin freno. Algo le pasa que no puede controlar esa pulsión. Desde el minuto cero de la cinta, Johann corre. Corre en la prisión (de donde está a punto de salir de su condena), corre en maratones, corre para robar autos, corre de la policía escapándose tras sus robos (tres cuartas partes de la película por lo menos... Corre. Johann corre.. Su vida está atravesada por esa necesidad. En realidad, el disfruta que lo persigan, no le importa el dinero ni la fama, su psiquis está distorsionada y sólo lo satisface la adrenalina que recorre su cuerpo cuando comete ilícitos. Johann retomará una carrera criminal exitosa. Usará una máscara y un arma y se lanzará a robar bancos y autos. Claro, en el medio, competirá en una maratón y será la revelación de la misma, venciendo a prestigiosos corredores en un raid imperdible. Y con la misma velocidad, se enredará físicamente (no alcanzo a definir a esa relación como "amorosa") con una trabajadora social, Erika (Franziska Weisz), quien no casualmente caerá rendida a sus pies. Pero Johann no puede involucrarse emocionalmente con algo que no sea escapar. Su recorrido final es previsible (matará y lo que parecía una enfermedad mal tratada definirá su destino) pero no deja de llamar a reflexión algunos cuestionamientos:¿ él roba por vocación o por compulsión? ¿Es un ladrón que corre, o es un corredor que roba?. ¿Las dos cosas?. No me queda claro y ese es el aspecto más flaco del film, la profundidad lograda por el actor principal. El relato es gráfico aunque austero en palabras. La máscara del protagonista se mantiene incluso cuando no la usa: Johann parece inexpresivo y lejano. Es un ser frío y esa cualidad lo hace impenetrable. Desde ese punto de vista, creo que Lust muestra buen lenguaje corporal para subrayar la condición física del sujeto pero pocos recursos para que conozcamos sus motivaciones intrínsecas. No es que como espectador quiero todo resuelto, pero si me parece que siendo un hombre tan singular, es difícil permanecer largas secuencias esperando elementos que nos permitan armar el rompecabezas de sus inquietudes, sueños y esperanzas. No se hacen presente. Su psiquis es una incógnita y creo que hubiese sido un acierto, lograr una composición que sea más abierta al público en general. Tengo que decir que me quedaron ganas de saber más sobre su mente, mucho más de lo que pude percibir en la trama. Es una cuestión de preferencias, quizás eso me pasa por ser un espectador latino. Quien sabe. Lo cierto es "El ladrón" es una muy buen thriller centroeuropeo. Tiene valores que ameritan descubrirlo. Leí que estaba en rodaje la versión Hollywoodense para dentro de un tiempito. Si no tienen tiempo para verla, en unos meses estará la versión mainstream americana, aunque siempre hay que preferir la original...