Blanca Nieves y El Cazador llega a las salas de cine en medio de la "guerra de las blancanieves" con la aparente competencia del estreno de Espejito Espejito de Tarsem Singh. Aunque la segunda es más una especie de comedia romántica tomando como pretexto el cuento clásico de 7 hojas de los hermanos Grimm, la versión un poco más oscura, a cargo de Rupert Sanders (ópera prima), es la que nos ocupa en ésta "reseña". Y hay que empezar con el peor error que ésta película pudo cometer: Kristen Stewart. No voy a poner en tela de juicio sobre si tiene o no capacidad actoral, ni discutiré su poca expresividad facial frente a las cámaras. Lo que quiero pedirles, queridos lectores, es que me saquen de una duda existencial: ¿A quién le echamos la culpa de la elección de la protagonista? ¿A la gente encargada del casting, que seguramente le vieron potencial, considerando que la horda de fanáticos de la tan gastada, sobrevalorada (por fans) y mal adaptada saga de Crepúsculo podría aportarles muchos miles de dólares a su exhibición, o al director que consideró que tenía capacidad de actuación y que calificaba por encima de muchas otras actrices juveniles?. Creo que la crítica debería venir en otro sentido: la premisa del cuento es que Blanca Nieves es más hermosa que la "malvada" reina; entonces yo pregunto: ¿A quién se le ocurrió la brillantísima idea de juntar a Charlize Theron con Kristen Stewart? Es decir, ¿En qué universo la un-solo-gesto Stewart es más hermosa que Theron? Obviamente esto se comprueba conforme avanza la película, con la impecable actuación de Charlize. Y junto con el excelente diseño de vestuario a cargo de la dos veces ganadora del oscar Colleen Atwood, es lo que logra capturar medianamente nuestra atención en las casi dos horas en las que desperdiciamos nuestro dinero en el cine. Y si las chicas esperan atractivo visual por la presencia de Chris Hemsworth (a.k.a Thor) en el papel masculino, ni una sola vez se quita la camisa (¡lo siento chicas!) y demuestra que su papel sólo era para (una vez más) sacar dinero. Y lo más triste es que lograron su objetivo, a tal grado que ya autorizaron una secuela (es en serio, y no pregunten de qué se va a tratar, no tengo idea). Sin pena ni gloria, hay escenas que rayan en lo ridículo (el "discurso" para animar a la gente, el "ataque" del Troll), por no mencionar lo innecesario de otras y la falta de explicación y motivación de muchos personajes y situaciones. Lo único memorable es Theron y la escena del trailer donde sale desnuda de un baño de leche (y hasta creo que quedó a deber también). Si alguno de ustedes se atreve a visitarla, es bajo su propio riesgo. No se quejen de que no se les advirtió.
De la línea de juguetes y juegos de mesa de Hasbro, que anteriormente nos trajeron Transformers, películas que visualmente nadie puede negar que son impresionantes (hasta nominaciones al oscar tuvo), pero que en cuanto al guión quedaron mucho a deber, llega ahora Battleship: Batalla Naval, dirigida por Peter Berg (Hancock), y estelarizada entre otros, por Taylor Kitsch (John Carter), Liam Neeson, y Brooklyn Decker y Rihanna en el "atractivo visual". Si la nota dice "transformers a nadar", es porque, literalmente, nos encontramos con más robots, sólo que ahora en el mar. La premisa es sencilla: en medio de unos juegos navales (como una especie de olimpiadas pero para la Marina), se encuentran con una nave en medio del océano que resulta ser el inicio de una invasión alienígena. Y aunque la película se tarda mucho (mucho) en despegar, cuando lo hace, se agradece que el componente cursi quede a un lado, centrándose exclusivamente en la batalla, por dos frentes. Con situaciones inverosímiles como corresponden a este tipo de películas, llega el momento en que se justifica el nombre: se ponen a jugar en pleno tablero intentando adivinar en dónde está la nave enemiga para matarla. Y la verdad es que está entretenida. No va más allá de intentar entretener al público, con una historia sencilla y el mero pretexto de lucir efectos especiales bastante impresionantes, que ayudados por la inmensa complejidad y al mismo tiempo, sencillez del mar, tienen una profundidad muy diferente. Tenemos la batalla en primer plano, con barcos y fuerzas armadas; aunque yo me pregunto, ¿cómo es que Rihanna sale sin un rasguño? Al final, termina dando un giro, si no inesperado, por lo menos bastante fuera de lo común, pero al mismo tiempo, innecesario. Y sobre todo, el final decepcionante. No quiero dar spoilers, pero pues ya sabemos como acaba la mayoría de estas películas: los buenos siempre ganan. Solo que en este caso, la forma en la que lo hacen es bastante... inverosímil. No sé si su intención fue hacer un tributo a la marina, o algo parecido, pero el final me pareció bastante fuera de lugar. Eso, si, otra cosa que es bastante recomendable, es el soundtrack. Canciones de Creedence Clearwater Revival, Rolling Stones o los Stone Temple Pilots, hacen una delicia la parte auditiva. Cumplidora en efectos, aunque con actuaciones bastante planas. La edición y la fotografía es lo que más sobresale. Si quieren llevar a los pequeños de la familia o a los adolescentes que disfrutan de un espectáculo visual, al menos, por ese lado, no defrauda.
My week with Marilyn (2011), dirigida por Simon Curtis y basada principalmente en el libro "El Príncipe, La Corista y Yo" de Colin Clark, quien es al mismo tiempo el co-protagonista de la cinta, es de las películas que tardíamente nos llegan y que estuvo nominada a mejor actriz y mejor actor de reparto en la pasada edición de los Oscares. Finalmente ha llegado a las salas de México y a pesar de la tecnología que nos inunda en estas épocas donde ver una película aun no estrenada es pan de todos los días, ir al cine siempre será especial, ya sea por el olor a palomitas, la pantalla con sonido y simplemente el disfrute de una película tal y como fue concebida. Michelle Williams nos entrega una actuación simple y sencillamente magistral. Y me atrevo a decir que el oscar que le dieron a Meryl Streep solo fue porque la academia no podía ya negarle una segunda estatuilla ante su brillante carrera. Pero acá, Williams, a pesar de no tener mucho parecido físicamente con uno de los primeros sex symbols que existieron en Hollywood, la personalidad y la interpretación que nos regala es simplemente sublime, sencilla, como dicen que debía de ser Marilyn: con su simple presencia opaca a los demás, sin importar si se trata del mismísimo Kenneth Branagh, quien interpreta a ser Lawrence Olivier. Menos mal la reconocieron con un Globo de Oro. La película se centra en Colin (Eddie Redmayne) , un chico de pueblo que aspira a trabajar en el cine y encuentra su oportunidad de la mano de Olivier quien está apunto de empezar la filmación de una nueva cinta con Monroe de protagonista. Y tal como la película lo indica, es sencillamente una semana intensa, una semana en donde Marilyn quiere ser alguien más y Colin, como tantos hombres, se enamoran de ella. Más que una biopic o un homenaje, es un poco de ambos, es una cinta romántica, de amor y desamor, de los sueños, de una cuestión de moral. ¿Vale la pena vivir felices complaciendo a los demás o solo complaciéndonos a nosotros mismos? ¿Vale la pena vivir de sueños, o vale la pena cumplirlos aunque nos duren un suspiro?. Porque como lo dice el gran Pedro Calderón de la Barca: "Somos del mismo material con que se tejen los sueños". Y por cierto, también es válido cuestionar la figura de la famosa actriz/cantante. ¿De verdad era lo que ella quería?¿De verdad era así o es solo una figura exaltada por los ojos del amor y la admiración? Saque cada quién sus conclusiones. Grandísimas actuaciones, dirección sencilla pero cumplidora, fotografía y edición maravillosa. Simplemente una película para disfrutar en pareja. Habrá a quien le parezca lenta, y si buscan un film de homenaje o de Biografía, mejor absténganse. Básicamente es una película romántica y de reflexión sobre a dónde nos llevan nuestros anhelos y sobre qué es realmente la felicidad: un instante o toda la vida.
Hablar de cintas tan comerciales como lo son las películas de cómics siempre resultará un poco injusto, pues aunque la mayoría de las veces resultan ser productos atractivos para los consumidores, al mismo tiempo resultan en gasto excesivo de dinero que no siempre refleja la calidad de la película; y peor aún, siempre será difícil complacer a los miles de aficionados a las historias impresas que buscan fidelidad al momento de la adaptación a la pantalla grande. El ambicioso proyecto de Marvel comenzó allá por el año 2008 con la producción de Hulk e Iron Man, que, a pesar de ser producciones "independientes", es decir, no tenían nada en común mas que el productor y la casa de estudios (Paramount), las escenas post-créditos de ambas películas nos anunciaban que algo grande se venía: en Iron Man, la aparición de Nick Fury (Samuel L. Jackson) presentando la iniciativa "vengadores" y en Hulk, con el mismo Robert Downey Jr (Tony Stark a.k.a. Iron Man) presentando la misma iniciativa al hombre verde (en ese entonces Edward Norton y reemplazado este año por Mark Ruffalo). Y de ahí nos iríamos con Iron Man 2 (2010), Thor (2011)interpretado por un acartonado Chris Hemsworth y finalmente Capitán América: El Primer Vengador (2011) con un polémico Chris Evans, pues mucha gente se oponía a verlo con el traje rojo y azul al haber interpretado previamente la fallida 4 Fantásticos; donde ya era una completa realidad el ambicioso crossover de todos estos personajes, hablando incluso de un teaser trailer en la escena post-créditos del Capitán. Muchos creíamos este sueño algo completamente utópico, no por los efectos, porque hemos sido testigos de como la tecnología avanza día a día por la misma creación de estas películas, sino porque, hablar de una película con tantos héroes (X-Men, La liga extraordinaria) siempre termina por convertirse en un filme que no desarrolla por completo a los personajes, que no presenta muchas veces un reto que justifique la unión de tantos héroes, y sobre todo, que el líder siempre termina acaparando toda la atención y los secundarios parecen más de relleno que otra cosa. Sin embargo, Marvel planeó bien cada paso, justificando orígenes y problemas en cada filme individual para llegar al clímax anticipado que hoy nos llega a las salas de cine. Hay que destacar que, teniendo directores de la talla de Kenneth Branagh en la silla (Thor) o Jon Favreau (Iron Man 1 y 2, y el productor detrás de todo), hasta Louis Leterrier y Joe Johnston; decidieron dejar todo el paquete grande al casi inexperimentado Joss Whedon, que si algo tenía a su favor era ser el fanboy deseoso de participar en algo grande. La cinta, básicamente es un mero pretexto de ver reunidos a los personajes más populares de la casa de cómics, y muchos esperaban simplemente una película al estilo de Michael Bay: explosiones por doquier sin un guión convincente. Pero nada más lejos de la realidad. La película empieza con adrenalina, para relajarnos un poco mientras nos presentan una verdadera causa que requiera el ensamble de los "héroes más poderosos del planeta", encabezada por un brillante Loki (Tom Hiddleston, quizá el tercer mejor villano en cintas de cómics, el número uno de Marvel por su actuación), cuyo plan es simplemente apoderarse de la tierra con un ejército de aliens (Chitauri) que a cambio piden un precio alto. Es así como, siguiendo el fiel estilo de una película de héroes, empiezan bien, tienen un conflicto interno que resuelven para terminar siendo los que salven el día. Y hasta ahí esperamos una película mediana. Pero cuando llega el segundo acto es cuando todos nos convertimos en niños de nuevo. Los efectos son simplemente espectaculares, batallas en primer plano sin rayar en lo ideal (nada que no hayamos visto en otras películas) y con una total justificación de actuaciones, explosiones, amenazas y el ensamble de un equipo de gente "disfuncional" con la correspondiente dosis de humor (casi siempre cortesía de un inigualable Robert Downey Jr.) a la que nos tienen acostumbrados. No necesitamos el dramatismo de Nolan para lograr, a mi parecer, la mejor película de Marvel hasta la fecha y la segunda mejor de superhéroes (solo detrás de The Dark Knight, y a la espera de The Dark Knigh Rises). Entretenida, cómica, espectacular, con un 3D que sirve a la historia y le da, si se puede, un mayor asombro ante la complejidad visual que resulta de la presencia de tantos héroes. Se nota que los actores pusieron de su parte y el director solo tenía que decir acción para que cada uno supiera que hacer en equipo y en sus momentos de gloria (porque todos tienen uno donde lucirse), y que cualquier error de continuidad o incluso en efectos, pase desapercibido. Quizá la única crítica que podríamos encontrar se la dejamos a los puristas sobre todo con lo relacionado a Hulk, Hawkeye (un Jeremy Renner en crecimiento), Black Widow (Scarlett Johansson) y la formación del equipo. Y también a esa falta de liderazgo de Chris Evans que se ve completamente opacado ante Downey Jr. que, por más que lo intentó, Iron Man sigue siendo más genio y figura que el Capitán. Pero cumple, para entretener no solo a los más pequeños de la casa, sino a cualquiera que se jacte de ver una buena película, sea del género que sea.
Hablar de Rec y Rec 2 es hablar de un género de terror que se había olvidado hace algunos ayeres, y cuya fórmula copiaron muchas películas como actividad paranormal, o de las más recientes con el diablo adentro; por no hablar del remake americano, Quarantine, que no tuvo tanto éxito como la fórmula original. El estilo found footage cautivó al mundo entero al hacer una película que empezaba como un trabajo rutinario de una reportera hasta transformarse en un sitio de cuarentena absoluta en un edificio plagado de entes deseosos de carne humana. Sosteniéndose al principio como si de un documental o un video real se tratara, Rec se ganó reconocimientos por igual de la crítica y el público, generando una ola de terror como pocas veces se ha visto en éste tipo de películas. Aunque Rec 2 no generó el mismo entusiasmo por parte de sus fanáticos, sobre todo por ese final controversial en el que (spoiler) los zombies no eran sino meras posesiones demoniacas investigadas en secreto por la iglesia y salidas de control debido a la negligencia del padre investigador (spoiler), aún continuábamos entusiasmados por la tercera parte que, ante un trailer prometedor, parecía que tendríamos una nueva entrega de sustos. Dirigida por Paco Plaza, quien formara mancuerna con Jaume Balagueró para la primera parte, pero quien ahora se encuentra en la pre-producción de Rec 4 (si, habrá una cuarta parte), empieza lenta, incluso confundiendo a muchos sobre un posible error en el proyector del cine (yo también caí), como el video de una boda (lo que se nos promete desde el trailer) y seguimos con la cámara en mano, para después pasar a la acción en una primera media hora cansada, convirtiéndose en un filme real. Y esto lo menciono porque se abandona el recurso del aclamado found footage que añade mucho suspenso, y aunque entre sus ventajas podemos destacar que la acción se aprecia de una forma mejor y ya no marea tanto como en las primeras dos entregas, lo cierto es que se extraña el recurso, pues ese suspenso adicional, se pierde; de ser un personaje más en la historia, se abandona y nos deja un extraño sabor de boca, como si estuviéramos ante una película de terror tan mala como la que más. Clara y Koldo, los novios, se convierten en los protagonistas, tratando de encontrarse uno al otro en medio del apocalipsis zombie. Pero esta dualidad termina por convertirse en un romanticismo completamente fuera de lugar, dando origen a situaciones tan cómicas que uno se pregunta si lo que planeaban era seguirnos asustando o hacerla mucho más ligera para un público más amplio.Cualquiera que haya sido su intención, lo que en las primeras dos partes de la saga nos parecía lo suficientemente real y terrorífico, se convierte en un producto de juguete, endeble, sin pies ni cabeza, como si fuera una mala parodia americana de esas que están de moda en los últimos años. Y peor aún, con un final que realmente no deja con ganas de más, tan sobreactuado (considerando que toda la película es bastante sobreactuada), con añoranzas o referencias, como uno prefiera verlo, a películas como Resident Evil, o hasta cierto punto Zombieland, pero sin definirse si su intención era hacer una verdadera continuación de la saga, o contar sólo una historia paralela con algún detalle con el que podamos hacer la conexión con las precuelas. Es más, el título génesis ni siquiera es por referirse al verdadero origen de la plaga, dejando esto como un misterio y tener un pretexto para seguir sobreexplotando la saga (porque con esta última entrega pareciera que es lo que pretenden: sacar dinero gracias a la buena fama de las dos primeras). Si le regalo la segunda estrella es porque los efectos todavía siguen teniendo calidad y hay un par de escenas de asesinato que siguen valiendo la pena (mención especial para la escena de la sierra que no defrauda). Pero en general, una película que sólo recomendaría si su acompañante es lo bastante asustadizo o intolerante a la sangre para hacerle pasar un rato de sustos. No más.
Los juegos del hambre es una trilogía de libros creados por Suzanne Collins por allá de 2008, (increíble, pero cierto) y que ha alcanzado una gran popularidad debido a su estilo ágil, entretenido, absorbente y juvenil de las novelas, que a mi parecer, aunque realmente son muy buenas, quizá debió haber exprimido la historia para más de tres libros, o en su defecto, hacer los tres volúmenes más largos. Hoy se llevó a cabo el estreno en varios países de latinoamérica la adaptación cinematográfica del primer libro que lleva por título Los Juegos del Hambre (para leer la reseña del libro en mi blog aquí), y vamos a experimentar un poco. Les dejo dos reseñas: la del no fan, centrándose exclusivamente en la película, y la del fan, para aquellos que ya han leído los libros. Reseña de un no fan. Los juegos del hambre ha creado expectación desde que los libros han sido vendidos en varios países teniendo ventas increíbles. Y si bien es cierto que el trailer no genera muchas expectativas, la verdad es que la película es bastante entretenida. Teniendo a Jennifer Lawrence en el papel protagónico, acompañada de Josh Hutcherson y Liam Hemsworth, la película se centra exclusivamente en Katniss. Quizá necesitaríamos un poco más de escenas con Peeta (Hutcherson) o con Gale (Hemsworth), pero es bastante agradable que, después de tanto romance con crepúsculo, todo esto pase a un segundo plano y nos enfoquemos en lo que realmente nos importa: Los juegos del hambre. Hay que mencionar que toda la historia antes de entrar a la verdadera acción, puede sentirse cansada, sin embargo, es bien llevada debido a que explican todo lo necesario: por qué fueron creados, con qué propósito, la relación entre personajes y un atisbo de la personalidad de cada uno, aunque faltó tiempo para ello. El sentimiento está presente cuando debe de estar, y la acción no está mucho más allá de una película juvenil: ni llega a los extremos de una especie de película gore, pero tampoco tan escasa como para una película infantil; está en la justa medida para hacer de la cinta algo entretenido. Con uso quizá excesivo para algunos de la cámara en mano, nos asfixia, nos hace sentir la tensión, la felicidad, la tristeza de la propia protagonista, convirtiéndose en nuestros ojos y oídos. Se agradece el uso medido de efectos especiales (nada fuera del otro mundo) porque al fin y al cabo, aunque futuro apocalíptico, sigue siendo el mundo real con personas reales, que no están exentas de las ataduras humanas, tanto en fortalezas como en debilidades. Y como todo el peso de la actuación recae en Katniss, se agradece que le hayan dado el papel a alguien como Jennifer Lawrence que ya alguna vez fue nominada al oscar a su corta edad por Winter´s Bone (Lazos de Sangre o Invierno profundo, según el país), y que demuestra que puede expresar con su rostro la mayor parte de los sentimientos que son necesarios en la película. La dirección no sobresale demasiado debido a que, como ya se mencionó, la película es centrada en un sólo personaje, por lo que no requerimos muchos esfuerzo, sin embargo, hay que darle una mención especial por las secuencias bien logradas desde la cosecha hasta el baño de sangre de la cornucopia. Quizá lo que falla es el soundtrack, que si bien no es lo espectacular o lo memorable que un pudiera esperar, es bastante para acompañar a la película. Ampliamente recomendable para los que no son fans. Reseña de Un fan (Contiene Spoilers) Desde que Lionsgate anunció la adaptación de la primer novela de Collins, y le pusieron fecha de estreno de 23 de marzo, muchos de nosotros ya esperábamos ansiosos a que la fecha esperada llegara. Y no nos ha defraudado. Con Lawrence al frente de la película, ésta es un fiel retrato del libro. Siempre es bastante complicado que una novela presentada en primera persona logre su cometido de ser fiel, pues la actriz en quien recae el rol principal debe ser bastante expresiva y debe lograr capturar en un par de segundos una o dos hojas de los libros llenos de pensamientos entre angustia, felicidad, tristeza y cualquier otro sentimiento humano. Y Lawrence lo logra. Y no hablemos del casting, pues a decir verdad tenía mis dudas, principalmente por Lenny Kravitz como el siempre fiel Cinna, pero sin embargo, cada actuación da en el clavo. Desde el despreocupado Haymitch (Woody Harrelson), Effie Trinket (Elizabeth Banks), el Presidente Coriolarius Snow (Donald Sutherland), Caesar Flickermann (Stanley Tucci) y el tiempo extra en pantalla de Seneca Crane (Wes Bentley), todos y cada uno tiene la actuación perfecta que cualquiera de nosotros imaginábamos. Y todos los tributos también, desde Cato hasta Peeta, cada uno tiene la importancia justa. Sinceramente, desde La Comunidad del Anillo (2001) no veía una adaptación de una novela tan fiel al libro que dejara satisfechos a todos los fans. Es cierto, hay personajes y escenas omitidos, y otras tantas extras, pero todo tiene el ritmo necesario y su justificación precisa para lograr que alguien que no sea fan lo entienda, y obviamente para quienes somos fans veamos reflejado en la pantalla lo que llegamos a imaginar del libro. La muerte de Rue es lo suficientemente sentimental, así como la desesperación y la tristeza presente en la cosecha; ya no digamos la dosis de romanticismo que muchos de nosotros temblamos al pensar que tomaría el papel principal ante la salida de Crepúsculo. Pero Gale tiene el tiempo en pantalla suficiente para darle su importancia debida y no llevarlo más allá de lo que es: una trama secundaria. Quizá haya secuencias que no son precisamente como nos imaginamos, pero cumplen. Y aquí mencionaría la escena de los trajes de Cinna, que si bien no son tan espectaculares como lo describe el libro, la verdad es que la entrada en carruajes es simplemente espectacular. No sé ustedes, pero a mi me encantó. Si consideramos que la clasificación fue PG-13, la violencia está presente también en la cantidad justa. No es de sorprenderse si consideramos que la propia autora colaboró en el guión y estuvo al pendiente de la producción. Con adaptaciones como esta, realmente son bienvenidas las franquicias de libros llevadas a la pantalla grande. Hay ciertos detalles que pueden fallar, claro, pero todo lo necesario para crear una película entretenida y satisfactoria para fans está presente. No por nada rompió récords de preventa. Esperamos que la segunda parte (a mi consideración el mejor libro de los 3) sea tan buena como ésta.
La Dama de Negro (The Woman In Black), protagonizada por Daniel Radcliffe (Harry Potter) y dirigida por James Watkins (Eden Lake, 2008) es la nueva cinta de terror que nos llega esta semana. Basada en la novela escrita por Susan Hill, pero con algunas libertades editoriales típicas de cualquier adaptación. Sin necesidad de ser muy críticos, nos enfrentamos a una película de terror que se llena de los mismos clichés una y otra vez y repite la tan gastada fórmula de: viajero + casa abandonada + pueblo con historia = misterio que seguramente incluye fantasmas y muertes. Toda la película es terriblemente oscura, y no lo digo en el sentido de que existan entes paranormales, sino que la mayor parte de la trama se desarrolla en lugares cerrados y de noche, por lo que, obviamente, los juegos de sombras, movimientos imperceptibles y apariciones de la nada son la principal arma de la que se sirve la película. Si a eso le agregamos la típica edición de recorrer un lugar con la cámara y los sonidos que de la nada suben de intensidad, tenemos algunos brincos garantizados y no necesariamente porque en verdad estemos asustados. Salvo un par de escenas que sí logran sacar un buen susto, no hay nada que no hayamos visto en películas como Los otros, La profecía, Poltergeist, o por hablar más reciente, Actividad Paranormal. Los sustos están premeditados, así como la resolución del caso, aunque ésto hay que ponerlo aparte, porque difiere mucho de la obra original y creo que es lo que ligeramente rescata la hora y media de bostezos que me pasé dando en el cine, y el que por cierto, es hasta cierto punto filosófico: ¿Gracias? La fotografía es bastante buena, y Radcliffe entrega una sólida actuación, aunque le costará muchísimo trabajo que la gente deje de identificarlo con el mago Potter. Las actuaciones secundarias son transitorias, salvo Ciarán Hinds, que es quien lo acompaña la mayor parte del tiempo, la película se centra exclusivamente en el personaje de Daniel, Arthur Kipps quien es un joven abogado viudo que viaja a una casa abandonada para poner en orden los papeles y poder vender la propiedad, pero comienzan a sucederse asesinatos de niños y él tendrá que descubrir la historia y dar con la clave para que todo termine. La dirección, en ese sentido, no se compromete mucho al tener la mayor parte del tiempo uno o dos personajes en pantalla y no abusar de los efectos. Si quieren llevar a una chica asustadiza al cine para sentirla pegada a ustedes, háganlo, o si tienen por ahí a una hija adolescente es una buena opción para pasar un fin de semana. Pero si lo que buscan es cine de calidad, mejor ni se acerquen. P.D. Se los dejo de tarea a quienes la vean. ¿Alguien sabe que pasa con la perrita?
Permítanme que ponga mi segunda calificación "perfecta" del año. Tinker Taylor Soldier Spy (El espía que sabía demasiado, o simplemente El Topo) es una película excelente, una más que se suma a mi lista de sorpresas ante su ausencia en las nominaciones de los oscares a mejor película, aunque Gary Oldman lucha por Mejor Actor, en donde Clooney y Dujardin llevan la delantera, en soundtrack y en guión adaptado donde espero que se lleve la estatuilla. Es un thriller apasionante, de espías en plena guerra fría y al más puro estilo de los años '50s o '60s. No esperen ver explosiones, efectos especiales al por mayor o tecnología de punta. Acá lo que cuenta es la intuición, el intelecto, el análisis, la capacidad para trabajar y la inteligencia, como debe de ser, sin necesidad de artilugios extraños. Gary Oldman nos entrega una actuación sólida, como George Smiley, ex agente secreto de un grupo de élite inglés llamado "El circo" que trabaja contra los espías rusos, principalmente contra el nombre clave Karla. Sin embargo, después de una fallida misión, Control (John Hurt) y Smiley son echados del grupo. A pesar de ello, Smiley es contratado por el primer ministro Inglés ante la advertencia de la existencia de un espía en el grupo, que pasa información a los rusos. Es así como lentamente se va develando el misterio, en medio del drama y la tensión necesarios para mantenernos al borde del asiento durante las 2 horas que dura el filme. Y con un reparto tan excelso como Colin Flirth, Tom Hardy, Ciarán Hinds, Michael Fassbender y Mark Strong complementan la brillante puesta en escena. Dirigida por Tomas Alfredsson (Let The Right One In, 2008, otra hermosa adaptación literaria), y ganadora de dos premios BAFTA (algo así como los oscares versión Inglaterra) a Mejor Película Inglesa y Mejor Guión Adaptado. Sin duda, una excelente opción para quienes gustan de las buenas películas de espías y de drama y busca alejarse de los efectos tan sobrecargados en estos últimos tiempos.
Conocida como "Historias Cruzadas" o "Criadas y Señoras", dependiendo de la distribuidora del país donde vivas, The Help llega con la fuerza de su nominación al Oscar como mejor película y de mejores actrices por parte de Jessica Chastain, Viola Davis y Octavia Spencer quienes ya ganaron hace poco su premio del SAG (Screen Actors Guild Awards), y ésta última un globo de oro incluído, además del premio al mejor elenco en los SAG que es equivalente a mejor película. Así que por lo menos por este palmarés no deberían perdersela. La historia se desarrolla en un pueblo pequeño de Mississipi, Jackson, en los años 60s, en plena movilización social por la defensa de los derechos de la gente de "color", se cruzan las historias de varias criadas, principalmente Aibileen Clark (Viola Davis) y de Minny Jackson (Octavia Spencer), quienes alzan su voz a través de una jóven periodista, Eugenia Pheelan (Emma Stone, quien se luce en su papel), para denunciar los abusos y los sentimientos encontrados ante el trato de la gente a quienes dedican gran parte de su vida y sus cuidados. La historia a algunos les parecerá un poco lenta, sin embargo, debo advertir que, aunque llena de clichés, es una historia completamente humana, que te hace sentir empatía no sólo por los personajes principales (y las grandísimas actuaciones que brindan), sino por las situaciones que calan en lo más profundo, que hacen cuestionarse una y otra vez sobre la necesidad de los seres humanos por ser tan frívolos y sentirse superiores a algo aunque sea tan solo por que "nos educaron así" y sin detenerse a cuestionar la profundidad de nuestras acciones y su repercusión en otras personas. escena cine the helpSi eres alguien sensible, probablemente hasta te molestarán muchas de las actitudes, pero hay que recordar que así de cruda era la situación para la gente afroamericana en los estados unidos debido a la segregación racial, y que alguien se atreva a contar una historia así, con situaciones tan extremas como hilarantes, nos hace reflexionar un poco sobre la condición humana y sobre la integridad de las personas que trabajan haciendo lo que sea necesario por mantener su dignidad y al mismo tiempo ser buenos seres humanos. Es un hecho que no ganará el oscar a mejor película, pues incluso hay momentos en el que el guión se siente flojo o con huecos, hay que recordar que es adaptación de la novela homónima escrita por Kathryn Stockett que incluso ha sido acusada de ser racista en su misma novela y de no reflejar de una manera más exacta históricamente hablando con el apartheid americano, pero es un hecho innegable que las actuaciones son notables, justificando tantas nominaciones y premios otorgados. Una película para ver en pareja y disfrutar enteramente.
The Girl With the Dragon Tatoo es una obra más en la filmografía de David Fincher, genio que nos ha entregado thrillers tan buenos como Se7en y Zodiac, y otras exitosas como Red Social y El Curioso Caso de Benjamin Button. Sin embargo, muy al contrario de lo que mucha gente está comentando, me parece que esta película no debería sumarse como un éxito más, y les voy a exponer mis razones. No planeo compararla con la versión sueca (que sin embargo, es algo necesario), sino con el libro del cuál se sirve de fuente. De entrada, el cineasta usa el país natal del autor, Stieg Larsson, Suecia, como marco del filme, y usando casi las mismas locaciones que su homónima sueca. Y aquí yo me pregunto, si están en suecia, y los personajes son suecos, ¿Cómo es que todos hablan inglés?. Para seguir con los elementos erróneos, aunque de esto no culpo al director, sino a la editorial americana, el título "La Chica del Dragón Tatuado" poco o nada tiene que ver con la verdadera trama de la película. Uno de entrada, por el título y el póster aquí expuesto, pensaría que la película trata íntegramente sobre una chica que por alguna razón tiene un tatuaje de dragón. Y sin embargo, el título original Man Som Hatar Kvinnar, cuya traducción literal seria Los hombres que odiaban a las mujeres, es mucho más adecuado a lo que la historia intenta contar. Y no es que Salander no sea la protagonista, porque entre ella y Blomkvist intentan resolver la desaparición de Harriet Vanger, sobrina de un empresario poderoso, y cuyo asesinato quedó sin resolver desde hace cuarenta años. Pero insisto, de esto hay que culpar a la editorial estadounidense que por alguna razón le cambió el título al libro. Fincher nos entrega un filme narrado desde dos perspectivas: la de Mikael Blomkvist, periodista obligado a un retiro temporal al ser acusado de difamación por Wennerstrom, poderoso empresario que tiene negocios sucios pero que sin embargo se sale con la suya, y que posteriormente es contratado por Henrik Vanger, al sentirse cerca de la muerte para investigar la desaparición de su sobrina Harriet hace 40 años. Y por otro lado, Lisbeth Salander, investigadora independiente que se enreda en el caso por haber sido ella quien llevó a cabo el seguimiento de Blomkvist para que el grupo Vanger lo contratara.Sin embargo, es necesario que transcurra una hora entera del filme para que medianamente nos introduzca de lleno en el caso, y sin embargo, nunca lo hace de una manera completa, nunca hace que tengamos empatía por la víctima, ni tampoco por los investigadores. La trama es lenta y plana en un principio y sin embargo termina exactamente igual, y uno sale de la sala pensando si la verdadera trama de la película era el romance Salander-Blomkvist, la resolución del crímen o la vida por separado de Mikael o de Lisbeth. Fincher se toma un par de libertades creativas, probablemente en un afán de hacer más ágil la trama, sin embargo, hay escenas totalmente fuera de lugar, que contrastan peligrosamente con el libro. Es comprensible que una adaptación literaria siempre cambie cosas para agilizar su traslado a la pantalla grande, que ciertos detalles sean agregados o desaparecidos, asi como personajes intrascendentes. Pero aquí funciona muy poco. Si alguien ha leído la novela (Y si no lo ha hecho, corra a hacerlo, pues es una de las más grandes obras del último siglo, les dejo la reseña del libro en mi blog), estará de acuerdo en que, aunque el libro también empieza muy lento y la resolución del crímen se alarga por toda la novela de modo que no hay un sólo cílmax, sino varios, la película se pierde totalmente entre las varias tramas que les menciono y no se define sobre si el clímax es el descubrimiento del asesino, el paradero de Harriet o la "apertura" al mundo de Salander. Y si, también creo que Fincher debería estar nominado a los oscares como mejor director, y que la película también se merece alguna nominación a su edición, fotografía o maquillaje; no tanto al soundtrack, porque al igual que Red Social que también fue musicalizada por la pareja Trent Reznor y Atticus Ross, funciona de maravilla con la película, pero por separado no tiene mucha armonía. Pero si alguien me dice que The Girl With The Dragon Tatoo merece una nominación o un premio a los oscares, globos de oro o cualquier otro premio como mejor película, Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres (Suecia, 2009) debió haberlo ganado. Y si alguien más me dice que Rooney Mara se mereció una nominación al globo de oro a mejor actriz y que se merece una más al oscar en la misma categoría, entonces Noomi Rapace (versión sueca) debió haber ganado uno de esos premios. Porque en general, la versión sueca, es más fiel al libro, y con eso, es más dinámica, más envolvente y respeta de una mejor manera la escencia de los personajes, especialmente de Salander, quien por cierto, es uno de mis personajes literarios favoritos. Es un buen filme, que sin duda disfrutarán muchisimo más si no han leído el libro o no han visto la versión sueca, a mi gusto mucho mejor en términos generales. Pero de cualquier modo es un buen filme que puede ganar algún premio en varias categorías.