Se encuentra inspirada en hechos reales y su relato va y viene en el tiempo entre 1938 y el 2000, para conocer un poco más cuando era joven Joan Stanley (Sophie Cookson, «Kingsman 1 y 2») quien tenía información sobre la construcción de la bomba atómica. Nos muestra la sensibilidad de una mujer frente a la guerra y por ende a la muerte, con tonos más románticos y novelescos que de espionaje, desaprovecha su relato de investigación y le va sacando tensión y emoción. Una vez más logra destacarse la actriz y escritora británica Judi Dench (ganadora de un premio Oscar por “Shakespeare in Love” y nominada en distintas ocasiones) aunque actué aproximadamente unos quince minutos encarnando a una octogenaria. También se luce la actriz inglesa Sophie Cookson, quien la interpreta cuando era más joven el personaje. En conclusión resulta ser un buen pasatiempo.
Llega este estreno de la mano del director, guionista y productor francés Alexander Aja también director de «Piraña 3D», “Alta tensión” y la producción de Sam Raimi el director, productor y guionista estadounidense de «No respires», «Poltergeist», entre otras. Estos dos cineastas mueven el interés de ciertos espectadores seguidores del terror y el suspenso. Vemos la relación entre Haley (Kaya Scodelario, «Maze Runner»), una dura nadadora de Miami, Florida que no tiene una buena relación con su padre Dave (Barry Pepper, «Rescatando al soldado Ryan”), quien la entrenó, le forjó parte de su carácter y con el cual vienen teniendo algunas diferencias, fuera de eso se quieren mucho y ambos harían cualquier cosa el uno por el otro. Un día Dave no responde sus llamadas y como su trabajo es algo riesgoso, ella se preocupa y decide viajar pese a que comienzan a sentirse los efectos de un huracán categoría 5. Ante tanta confusión un grupo de caimanes están al acecho con la finalidad de devorarse todo. Casualmente hace cerca de dos años el huracán Irma acechó la Florida, y mucho de lo que se muestra en este film sucedió en ese momento. La cinta tiene un ritmo frenético, aunque no posee grandes actuaciones, mantiene la tensión y el suspenso, acompaña una buena puesta en escena que va combinando: escenarios naturales, efectos digitales, mucho nerviosismo, sobresaltos, con todo lo que ocurre bajo y fuera del agua. Además contiene algunas escenas sangrientas, partes humanas desgarradas, por lo tanto hay algo de gore. Aparte nos ofrece una serie de situaciones similares a «Jurassic Park» y «Tiburón», resultando aterradora. Quienes elijan este film es posible que pasen un buen rato y los mantenga entretenidos bajo una estupenda fotografía.
Los protagonistas de este interesante documental son el mar y sus misterios, todo se va conociendo a través de documentos, imágenes de archivo y testimonios, entre otros elementos. Un film que inquieta y emociona, todo bajo una estupenda fotografía. Es un homenaje a los tripulantes de aquel submarino “Macalle”.
Su desarrollo es en Los Ángeles, Estados Unidos, allí vive el joven adolescente Stevie (Sunny Suljic, “La casa con un reloj en sus paredes”, «El sacrificio de un ciervo sagrado») de 13 años junto a su joven madre Dabney (Katherine Waterston, «Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald» ) y su hermano mayor Ian (Lucas Hedges, «Manchester junto al mar») de otro padre pero de la misma madre. Stevie no se siente cómodo en su hogar. Cuando comienza a caminar por las calles conoce a un grupo de skaters y rápidamente logra conectarse con su skate, ahora es admirado y se acerca a vivir otras experiencias. En los 90 Stevie con tan solo 13 años se va mezclando con otros personajes, con las drogas, con el amor y la incomprensión. La cinta contiene buenos diálogos, una buena ambientación de época, donde hay frivolidades y realidades, contiene algunos símbolos, interesantes actuaciones y todo acompañado con una estupenda banda sonora que incluye canciones de The Pixies, Morrissey, Herbie Hancock, ESG, The Mamas and the Papas, Souls of Mischief, Nirvana, y varios artistas de Hip Hop de los 90. Además cabe destacar que el film se encuentra dirigido por Jonah Hill actor y comediante estadounidense, nominado en dos ocasiones al Premio Oscar y que trabajó en películas como Superbad, Moneyball y El lobo de Wall Street.
La trama se encuentra ambientada en la sabana africana donde todos los animales son felices porque quien está a cargo del equilibrio de la cadena alimenticia es el rey león Mufasa (voz original de James Earl Jones, «Rogue One: Una historia de Star Wars») que mantiene el Círculo de la Vida. Luego nace su hijo Simba (Donald Glover, «Han Solo: Una historia de Star Wars») que cuando crezca será el heredero al trono. Pero Scar (Chiwetel Ejiofor, «12 años de esclavitud»), hermano del rey no tarda en matar a Mufasa para quedarse con el trono (algo similar a “Hamlet”). De forma despiadada logra que Simba aun siendo un cachorro desaparezca y así Scar se auto nombra rey, es: tirano, cruel, manipulador, cargado de violencia y maldad. Finalmente la joven leona Nala (Beyoncé, “Soñadoras”) huye en busca de ayuda y se encuentra con su amigo Simba, quien deberá volver a su casa para recobrar su poder y recuperar el orden. La historia es simple y fácil de entender, es la remake de 1994, ahora con personajes reales. Estos animales hablan y cantan, varios son adorables. Todo se desarrolla en escenarios naturales y bellísimos, contiene muy buenos planos y una buena paleta de colores. Te vas a encontrar con distintas situaciones de humor, emoción, algunas de sus canciones son pegadizas, personajes divertidos y temibles como las hienas, hay tensión, peligro, luchas y momentos oscuros. En ciertos momentos tiene un toque shakesperiano y político, con varias metáforas, además demuestra que los valores forman parte de un aspecto muy importante de nuestro espíritu y es una celebración de la vida.
El ritmo de chamamé en nuestro país se lo asocia rápidamente a Antonio Tarragó Ros o al Chango Spasiuk. Pero en este documental que se encuentra dividido en capítulos y un epilogo, nos habla sobre cómo funciona una banda de chamamé psicodélico. La ciudad correntina de Curuzu Cuatia le da origen a este nuevo género musical, ellos se convirtieron en los creadores de un nuevo estilo y ya de niños se vincularon con la música y se sentían atraídos con los ritmos. Con el tiempo van participando de distintas giras hasta llegar a Europa. Intentando innovar utilizan máscaras originales confeccionadas por ellos, se ponen túnicas de colores y utilizan disfraces, entre otros recursos. Se muestra material de archivo, entrevistas y hasta en algunos momentos de la filmación se utilizó una cámara hogareña y en otros una cámara más profesional a través de las cuales vamos viendo las reacciones del público, hay momentos delirantes, divertidos y anécdotas, además tiene un toque experimental.
Nos encontramos frente a una historia romántica ligada dentro del universo de los hombres. La cámara sigue la acción de cada uno de los personajes pero en especial la de los protagonistas Gastón Re y Alfonso Barón, ellos no tardarán en tener una relación gay a espalda de sus parejas. Se va mezclando el deseo, la pasión, la atracción, las trabas, los obstáculos, los mandatos sociales y familiares y ellos no pudiendo liberar sus sentimientos. Pero las actuaciones y sus diálogos no resultan convincentes, sin matices, con situaciones reiterativas, un ritmo pausado, sin sorpresas y poco creíble.
Nos encontramos frente a un cine experimental, en una película dentro de otra, mostrando todos los problemas y tensiones que trae un set de filmación, con fragmentos de películas de Jorge, en un sentido homenaje a Jean Louis Jorge (1947-2000), cineasta dominicano de culto («La serpiente de la luna de los piratas», «Cuando un amor se va»), agraviado por su homosexualidad y que fue asesinado en su departamento. Frente a su desarrollo se encuentra Geraldine Chaplin, quien ya trabajó con la dominicana Laura Amelia Guzmán y el mexicano Israel Cárdenas en «Dólares de arena» – 2014. En un relato apasionante, con un escenario situado frente al mar, un paisaje paradisiaco, se muestran las tentaciones, seguido de imágenes acuáticas pintorescas, una puesta en escena con cuerpos que bailan, se mueven, se desean, se besan y un espectáculo impresionante. Incluyendo tensión, sensualidad, secretos, fantasías y temores. Pero para ciertos espectadores puede resultar un poco soporífera, absurda de un ritmo pausado. Tiene un elenco de lujo, en un film alucinante y cautivante.
En un departamento viven una madre con su hija. La joven Leonor tiene 20 años y trabaja como planchadora en un taller de costuras, su madre Estrella (Lola Dueñas, “Hable con ella”. Nos ofrece una vez más una actuación sublime), se desempeñó como costurera. El conflicto salta cuando Leonor (Anna Castillo, “El olivo”. Muy buena interpretación) siente la necesidad independizarse y buscar otros horizonte, pero el problema está que no puede dejar a su madre viuda, esta mujer se sentirá muy sola y sufrirá el llamado nido vacío. La joven sale con sus amigas, tiene sueños, inquietudes, se siente cansada de respirar siempre lo mismo y su madre siempre está pendiente de su hija, sus días transcurren en un departamento donde las vemos muy unidas sin poder cortar el cordón umbilical pero inevitablemente eso va a suceder y ellas lo saben. El film se encuentra muy bien narrado para hablarnos de los vínculos en este caso entre una madre y su hija. La cinta está llena de matices, detalles, tensiones y buenos planos. Es encantadora, tierna y te lleva a la reflexión y al debate que en definitiva es lo que aporta algo.
El director chino Jia Zhang-Ke nos da una semblanza a través de sus personajes de China desde el año 2001 hasta el 2018. La protagonista es Qiao (Tao Zhao, muy buena composición del personajes, le da matices y se luce en todo momento), hija de un sindicalista y novia de un mafioso llamado Bin (Liao Fan impresionantes actuación). La trama se encuentra muy bien ambientada en una China que comprende desde el año 2001 hasta el siglo XXI con todos sus cambios, culturales, políticos y tecnológicos. Una narración donde los protagonistas ponen en juego al amor, pasando por la traición, el olvido y la desolación. Además el film cuenta con muy buenas escenas y planos, goza de una buena estética y una adecuada paleta de colores. Posee una amplia gama de paisajes y todos los rubros técnicos se destacan, a pesar que le sobran algunos minutos.