Una vez más se meten con la familia del protagonista Liam Neeson como sucedía en “Taken”, un grupo de hombres matan a su único hijo Kyle Coxman (Micheál Richardson) por sobredosis, su matrimonio con Grace Coxman (Laura Dern, no participa demasiado en la historia) comienza a tambalear y su mente tiene un único propósito, venganza. Su desarrollo es bajo un terrible clima invernal. Se relaciona con su remake “In Order of Disappearence” (Kraftidioten, 2014) película noruega protagonizada por Stellan Skarsgård dirigida por Hans Petter Moland. Ambas películas utilizan el humor negro, la acción y el absurdo. Esta es una comedia negra, llena de acción, sanguinaria y que tiene una violencia brutal. Hay ironía, diálogos claros, dinámicos, enérgicos, posee un buen elenco secundario, ligeramente entretenida y con una fotografía maravillosa, aunque le sobran algunos minutos. Tiene un toque a las películas de: Tarantino y los hermanos Cohen.
El director brasileño Eduardo Albergaria, anteriormente dirigió un documental y series televisivas, esta es una coproducción entre Brasil y Argentina, filmada en Río de Janeiro, gran parte de su desarrollo es con voz en off y muestra a un argentino que se hace una serie de preguntas viviendo en ese país vecino. Todo comienza y continua en varios pasajes con voz en off, ante un hecho en una noche de lluvia, el espectador a través del flashback va conociendo a una pareja con 15 años de convivencia Horacio (Pablo Echarri, “Al final del túnel”, Papeles en el viento”) y Vera (actriz brasilera Leticia Sabatella, “El clon” - Televisión), padres de un niño pequeño. Ella es una importante diputada, con la posibilidad de ser Alcaldesa de la ciudad, está viviendo ciertas presiones políticas y se le suma la de su marido Horacio, un profesor universitario de literatura y un poeta frustrado. Le plantea que tiene deseos que reprime de estar con otras mujeres. En medio de todo esto aparece Ricardo (Luciano Cáceres), un argentino que recién llega a Rio, amigo de Horacio y que le da ciertos toques al relato. Su relato muestra la crisis de pareja después de varios años de casados, plantea la idea de “dale espacio a tu deseo”, a los permitidos, con ciertas diferencias ya se planteó en: “Permitidos” (2016), y “El amor menos pensado” (2018), entre otras. También toca otros temas menos desarrollados, sobre la política, los medios, las mentiras y los engaños, dan un lugar a la reflexión y al debate. Algunos de los personajes no progresan demasiado, cae en el cliché y no convence, tal vez uno de los problemas es que tiene cuatro guionistas: Ana Cohan, Carlos Arthur Thiré y Fernando Velasco. Nos ofrecen planos más interesantes, hermosa la fotografía de Río de Janeiro.
Un film inspirado libremente en hechos reales sucedidos en el 2007. Aborda el conflicto que plantea el hecho de seguir o no las costumbres de una familia paquistaní cuando una joven de 18 años es obligada a aceptar un matrimonio arreglado y condenar su felicidad y sus deseos por los de su familia debiendo continuar la tradición. El director belga Stephan Streker va detallando las tradiciones, costumbres y mandatos de una familia paquistaní que vive en Bélgica. A la joven protagonista Nahira (interpretada por la actriz francesa Lina El Arabi esta es su primera interpretación en cine, gracias a un rostro angelical, se luce en su personaje) le muestran tres jóvenes a través de fotos, esa es la forma para elegir a su marido, la familia recibirá prestigio y 2 millones de rupias como dote. Zahira desde el comienzo de la historia se cuestiona situaciones que le toca afrontar, está embarazada, decide abortar y sus padres y hermano lo saben, demuestra cierta preocupación ante este hecho. Zahira está obligada a casarse con un joven que solo conoce vía Skype. Ella tiene otros sueños y eso aumenta cuando conoce a Pierre (Zacharie Chasseriaud). Las personas que la contienen hasta donde los dejan son su amiga Aurore (Alice de Lencquesaing) y el padre de esta, André (Olivier Gourmet). Aquí se plantea las tradiciones y el amor, el choque de culturas esta a lo largo de la historia, pero también está la hipocresía, su hermana mayor le dice que ellas no tienen muchas opciones para decidir que ellas son mujeres y con el tiempo terminan aceptando al marido elegido y que el himen no es un problema ya que se reconstituye, de hecho ella lo hizo. Después están los planteos que hace el resto de la familia. Un testimonio fuerte y la cámara es testigo de cada detalle y el espectador percibe cierto sabor amargo y un desenlace trágico.
La directora libanesa Nadine Labaki ("¿Y ahora a dónde vamos?"; "Caramel") realiza una fuerte crítica social y de denuncia mostrando la dura infancia de los niños libaneses. Resulta muy interesante su desarrollo porque hace una comprometida lectura de estos seres, que continúan con sus costumbres que existen hace muchos siglos. Comienza con la imagen de Zain esposado y caminando dentro de un tribunal, a través del flashback conocemos a su familia (que podría ser cualquier otra) cuyo protagonista es este niño Zain (joven actor sirio Zain Al Rafeea, en una lección magistral de actuación pese a su corta edad), sumergidos en la pobreza extrema, prácticamente vive en la calle, trabaja allí, roba, no va a la escuela, está obligado a buscar unos comprimidos en una farmacia para llevarlos a su casa molerlos, ponerlos en agua y que estos sean absorbidos por unas prendas que luego entregan en la cárcel, cuidar a su hermana que no la descubran porque cuando tenga su primer ciclo menstrual será entregada a un hombre mayor y los niños que subsisten como puede. Este es un film potente, desgarrador, fuerte, intenso, conmovedor, que no escapa de la realidad, con niños removiendo la basura, bebés llorando por hambre, violencia, las drogas, la falta de escolarización, la explotación infantil, la inmigración ilegal, la infelicidad y el abuso, entre otras situaciones. Esta historia se encuentra basada en hechos reales y posee momentos muy crueles, con niños que sufren, seres marginados, situaciones que disgusta y llegan al corazón. Se desata la polémica cuando el protagonista demanda a sus padres porque él no pidió nacer, al igual que sus hermanos. Pero a pesar de todo deja un halo de esperanza. Esta película fue ganando algunos premios y aplausos de los espectadores, debería ganar el Oscar a la Mejor película Extranjera.
Su desarrollo nos trae a una mascota perdida que obviamente va a emocionar y conmover a todos los espectadores que la elijan. Este tierno perrito para regresar a su casa deberá vivir una travesía más de 600 kilómetros de distancia todo para reencontrarse con Lucas (Jonah Hauer-King) quien lo encontró y lo adoptó cuando era muy pequeño a este Pitbull y nos encontramos frente a una especie de road movie canina entretenida. En esta trama sencilla y previsible, la estrella es Bella (se escuchan sus pensamientos en off), la perra protagonista se luce en cada escena, en ese largo camino que le lleva 2 años y 6 meses se encuentra con distintos personajes: varios lobos hambrientos, un ser egoísta Kurch (Chris Bauer), vive una encantadora amistad con un puma, una pareja amable Gavin (Barry Watson) y Taylor (Motell Foster), un veterano de guerra Axel (Edward James Olmos), entre otros. Además toca temas relacionados con los valores, la amistad, la familia y la importancia de tenerla, de los veteranos de guerra, la comprensión y la tolerancia. Se desarrolla acompañada por un impresionante paisaje, una bella fotografía y banda sonora.
En este documental un grupo de personas van contando sus experiencias, anécdotas, testimonios, mitos y su parecer de quien fue para ellos este personaje y como murió. Se recrea la figura del Gauchito Gil bajo un bello paisaje, acompañado por su música y un digno homenaje al santo milagroso. Para algunos espectadores le puede llegar a molestar su ritmo tan pausado y hasta un poco tedioso. Recordemos que casualmente se estrenó en noviembre de 2018 “Gracias gauchito” de Cristian Jure, pero su relato es diferente.
Todo transcurre en un garage, donde los espectadores van viendo la vida cotidiana de un empleado llamado Bernardo “Nardo” Talavera que se encuentra día y noche trabajando en ese lugar, un ambiente cerrado por momentos asfixiante, vamos conociendo los distintos personajes que van pasando por el lugar y la rutina de trabajo de este hombre (Manuel Vicente, una buena interpretación a pesar de un guion austero). La película se encuentra llena de detalles y otras explicaciones que se brindan a través de la voz en off de Marcelo Cohen. Tanto relato ante una historia que podría resultar poco atractiva, a medida que corren los minutos se va perdiendo el interés y puede ser aburrida.
Este film se encuentra basado en hechos reales, es una road movie ambientada en 1962, donde este “Green book” te indica los hoteles y restaurantes donde podían concurrir los negros. Esta historia aborda temas humanos, hablando de la amistad y el amor, entre un italoamericano y un músico negro. Los personajes principales son Tony Lip (Viggo Mortensen, su preparación física, inflexiones de voz, pero tiene algo de caricatura) un padre de familia que trabaja de lo que puede, un hombre rudo, sin modales y cuya vida cambia cuando termina aceptando un trabajo como chofer y asistente de un prestigioso músico negro Dr. Don Shirley (Mahershala Ali, brillante interpretación y se merece varios premios como mejor actor secundario) este necesita realizar una gira por el sur de Estados Unidos en épocas de racismo. Los protagonistas tienen muy buena química, aborda temas relacionados con el racismo, la discriminación, los negros que no podían ingresar a comer a un restaurante donde iban los blancos, no podían ir al cine, ni usar sus baños, entre otros hechos. Resulta una película emotiva que muestra esa amistad que va más allá de los conflictos raciales que existían en esa época, con toques de humor, es disfrutable, con una música agradable, mensajes positivos y esperanzadores. Lo que le falta es mayor profundidad, es previsible, se encuentra repleta de clichés, cae en ciertos estereotipos, se toca poco sobre la vida de Dr. Don Shirley, le falta profundidad, es algo ligero aunque le sobran unos minutos y finaliza con un desenlace emocional. La dirección está a cargo de Peter Farrelly (“Proyecto 43”, “Los tres chiflados”, “Matrimonio Compulsivo”) y como coautor Nick Vallelonga (“El Riesgo Del Vértigo”, “Choker”), quien basó la historia en la experiencia de su padre al conducir a Shirley, era Tony Lip personaje interpretado por Mortensen en el “Libro verde”. Recibió 5 nominaciones a los Oscar 2019 que incluyeron las categorías: Mejor película, actor (Viggo Mortensen), actor de reparto (Mahershala Ali), guión original y edición.
Este film se encuentra dirigido por Federico Sosa y escrito por Máximo Reca, protagonizado por Paula Reca, Andrés Ciavaglia, Maria Canale y Miguel Ángel Solá. La historia es sencilla: Lola Willfog (Paula Reca), se entera que su padre ha fallecido cuando ella hasta ese momento creía que había muerto hace algunos años atrás, al mismo tiempo su madre le hace saber que tiene 30 años y no 29 (le confiesa que había nacido seis meses antes), en su trabajo las cosas no están bien, se encuentra envuelta entre mentiras y engaños, ante tantas variantes se reencuentra con su ex novio, Teo Firpo (Andrés Ciavaglia), quien la termina acompañando a Mar del Plata junto con su hermana Rita Firpo (María Canale) para solucionar el tema de la herencia que le dejó el padre de Lola. Pero todo no termina ahí porque su padre mantuvo una relación de 27 años con Natalio (Miguel Ángel Solá). Una comedia dramática y clásica, divertida, fresca, en una road movie en la cual los protagonistas se lucen en algunas escenas, tiene buenos diálogos, con toques de humor y unas pinceladas que apelan a la emoción, todo el elenco demuestra buena química, la banda sonora acompaña bien, a pesar de caer en el cliché y que es bastante predecible, te llega al corazón.
Recordemos que Robert Rodriguez, Guillermo del Toro y James Cameron son amigos. Un día le presenta Guillermo del Toro una novela grafica de “Manga gunnm alita ángel de combate” a Cameron a él le interesa allá por el 2000 pero se encontraba lleno de proyectos entre ellos aparece Avatar y actualmente está preparando la secuela 2, 3, 4 y 5, y pasaron varios años hasta que la termina dirigiendo Rodriguez (Sin City: Ciudad del pecado, Machete) y Cameron forma parte de la producción. La historia no es del todo novedosa. se encuentra ambientada en el Siglo XXVI y al principio comienza un poco acelerada, uno de los personajes es el Dr. Dyson Ido (Christoph Waltz) un especialista en cibernética que encuentra los restos de un ciborg con cerebro humano, y le da un cuerpo para volverlo a la vida (algo similar como el carpintero Geppetto, de Pinocho, salvando las diferencias) esta luego tomará el nombre de Alita (Rosa Salazar, realiza una buena interpretación, todo lo físico, con esos ojos grandes tipo de anime y bien actuada. A muchos les gustaría ser alitas por un día, quien tiene un corazón de oro). Alita vive en un mundo post apocalíptico, no tiene recuerdos, intenta saber de dónde viene, quiere recuperar su identidad mientras se muestra un mundo devastado, en el cual la gente de clase media baja vive en la basura y más arriba se encuentra el mundo al que todos aspiran que es donde está la clase alta, los adinerados (algo similar vimos en “Elysium, 2013“, entre otras). Los actores secundarios están bien interpretados: Christoph Waltz, Jennifer Connelly, Mahershala Ali, Ed Skrein, y un personaje sorpresa (le vemos su rostro) que lo conoceremos en la próxima entrega. La película tiene algunas referencia a otros films como “Ghost in the Shell – El alma de la máquina”, “Ready Player One”, entre otras. Visualmente resulta majestuosa a la largo de su desarrollo, con un buen ritmo, nos encontramos con villanos, buenas batallas, grandes luchas bien coreografiadas, por momentos bien épica, incluye el deporte ficticio “Motorball, la imagen es imponente, de gran estética, su ambientación contiene guiños a distintas películas de ciencia ficción, hasta hay peleas con cierto toque de humor, está presente el buen uso de la cámara lenta, de buen montaje y entretenida. No tiene sorpresas, con situaciones predecibles, no marcha del todo el personaje de Hugo (Keean Johnson), no convence, en un romance con Alitas, cae en el cliché, también se observan algunos personajes desaprovechados, un final algo precipitado y abrupto. El film contó con un presupuesto de 200 millones de dólares.