Comienza con un prólogo e imágenes de Jesús arrojando a los cambistas fueras del templo. Varias escenas se encuentran relatadas de principio a fin por su protagonista Humberto Brause (la voz en off de Daniel Hendler, que por primera vez trabaja con su compatriota el director Veiroj) y que dice: «Los cambistas somos el origen de todos los males, los culpables de todos lo que se malogra y pudre en este mundo», haciendo una referencia a las personas que realizan actividades como Humberto Brause en distintas épocas y sus explicaciones son bastantes filosóficas, además de tanto en tanto libera sus pecados en el coro de la iglesia. Su desarrollo comienza en Montevideo en 1975, Humberto relata su inicio en el mundo de las finanzas, ahí le da inicio al flashback y pasamos a 1956. Siendo más joven su mentor fue Schweinsteiger (Luis Machín, de impecable actuación), un reconocido hombre de negocios, para lavar capitales era muy astuto pero tenía ciertos límites, ya que se negaba a trabajar con dinero sucio de la política. Pero como suele suceder el alumno supera al maestro y también en algo más. Humberto Brause conquista a la hija del maestro, Gudrun (Dolores Fonzi, excelente interpretación) y se casa con ella, tienen dos hijos y muchas diferencias. Con los años comienza a crecer en los negocios, él se vuelve ambicioso, sin escrúpulos, mujeriego y opera con dinero que viene de secuestros, de la mafia o de la corrupción política, no le importa nada, se transforma en un ser oscuro y se aprovecha cualquier situación. A pesar de todo le toca estar tres años en la cárcel. La acción transcurre en distintos años (1975, 1956, 1962, 1966 y 1970) y lugares, pasando por el Amazonas en Brasil, Montevideo, Buenos Aires y Europa, está bien su música, la recreación de épocas, su estética y la fotografía con una interesante paleta de colores. Tiene un toque a ciertas películas norteamericanas relacionadas con los gánster. Dentro de los personajes secundarios cuenta con actores uruguayos, argentinos, brasileños y el chileno Benjamín Vicuña. Se encuentra dirigida por el uruguayo Federico Veiroj (“La vida útil”) se estrena en nuestro país y en Uruguay, después de pasar por los festivales de Toronto y San Sebastián, además participará en breve en Festival New York. Fue preseleccionada por Uruguay para representar a su país en los Premios Oscar en la categoría “Mejor película de habla no inglesa”.
Esta es una historia de amor y de amistad. Todo comienza en la ciudad de Hong Kong donde viven tres amigos en el mismo edificio: el adolescente Yi (en versión original la voz de Chloe Bennet), el niño solitario Peng (la voz de Albert Tsai) y el primo de Peng, Jin (la voz de Tenzing Norgay Trainor). Una noche en el techo de ese edificio Yi se encuentra con un Yeti que está muy asustado y herido. A partir de ese momento intenta ayudarlo y no tarda en descubrir que está huyendo de unos cazadores: el anciano Mr. Burnish (la voz de Eddie Izzard) y su ayudante la doctora Zara (la voz de Sarah Paulson). Esta gran aventura resulta entretenida, es infaltable la lucha entre el bien y el mal, representada por una villana y mensajes ecologistas, la gran apertura es cuando estos tres jóvenes emprenden el gran viaje al Everest para que Yeti se reencuentre con su familia y su lugar de origen, pero en todo momento se encuentran perseguidos por los cazadores, eso le da dinamismo y diversión. Los actores que les dan vida a estos personajes a través de sus voces les otorgan matices, personalidad y todos lo que necesitan en su desarrollo. Resulta ser un film ideal para toda la familia. Se pueden apreciar las relaciones familiares y de amistad y va invitando a los espectadores a un increíble viaje al Himalaya, lleno de acción, emotivo, tierno y con varias metáforas.
La historia gira en torno a Magalí (Eva Bianco, es un gran actriz que le da matices, sabe ponerle el cuerpo y el alma al personaje) nombre que le da título al film. Magalí regresa a sus orígenes, dejo todo por un trabajo en Buenos Aires y ahora debe restablecer los vínculos, el conectarse no solo con el lugar sino con su hijo Félix con el que vivieron separados y con distintas costumbres. Un film que intenta generar climas, con momentos emotivos bien marcados, entre silencios, leyendas, costumbres, creencias, rituales y una búsqueda en su interior, entre metáforas y coplas y un paisaje increíble retratado con maestría por Lucio Bonelli («No te olvides de mí», «Séptimo»).
Este thriller intenso va mezclando temas relacionados con las drogas, la prostitución, la corrupción política, el delito y los ajustes de cuenta y su estructura narrativa se va alternando con el flashback. Tiene mucho de investigación que se va perdiendo, acompañado por un destacado elenco que constituye uno de los ganchos principales para el espectador. Pero su desarrollo a medida que pasa el tiempo se diluye, con personajes que desaparecen sin explicación, con tanto pasado y presente, tantas explicaciones, momentos confusos y que terminan fastidiando, cansando y dejando cierto sabor amargo.
La gran protagonista de este documental es Agnés Varda (1928-2019), en un gran recorrido por su carrera como artista y cineasta, resulta ideal para los amantes del cine, ofreciendo una clase magistral cinematográfica, con interesantes reportajes, diálogos, fotografías, videos, audios, anécdotas y un imponente material de archivo, además de sus pensamientos y reflexiones.
Acá el protagonista es Sergio Garcés (Diego Peretti, “Mamá se fue de viaje”, “Casi leyenda”) que trabaja como extra en las películas, inclusive de las porno, ya tiene cerca de 50 años, no le está yendo bien, circula por la ciudad en bicicleta sin casco y por esa imprudencia, tiene un accidente en la calle. Es algo malhumorado y ante ciertos hechos reacciona mal eso lo lleva a tener problemas con la justicia. Es bastante inmaduro, en decadencia, se cree un ganador con las mujeres, no se queda a dormir con ellas después de tener relaciones sexuales, no quiere relaciones estables, huye al compromiso, él cree que su suerte se relaciona con todo lo que le sucede a la Selección Argentina de Fútbol que justo está disputando la Copa Mundial de Fútbol en 2014 en Brasil. Otro dato es que hace unos años Sergio grabó un disco con canciones de Serge Gainsbourg, de ahí el título del film “Iníciales SG” y que sus amigos lo apoden “Francés”. También consume droga y circunstancialmente se encuentra ligado a una mujer que ve algo que no debía. Esta es una coproducción entre Argentina, Estados Unidos y Líbano, escrita y dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García. Su desarrollo intenta mezclar humor absurdo, la comedia, la sátira y el policial negro con toques costumbristas. Tiene como protagonista a Diego Peretti que se atreve a todo y logra lucirse con creces y está bien acompañado por la actriz y modelo estadounidense Julianne Nicholson (“Monos”, “Yo, Tonya”). La trama muestra personajes que son perdedores, están en decadencia, son antihéroes, además cuenta con un buen ritmo y música, con la voz en off de Daniel Fanego, que no le suma demasiado, tiene personajes secundarios que no aportan mucho, un final caído y que deja sabor a poco.
Todo gira en torno a Theodore Theo Decker (de niño por Oakes Fegley, «Peter y el dragón»/Ansel Elgort «Baby Driver», «Divergente) quien vive tratando de sobreponerse al dolor, a la angustia y a la pérdida de su madre en una terrible explosión. Luego es llevado a un hogar sustituto del Señor y la Señora Barbour (Boyd Gaines y Nicole Kidman) allí parece encontrar cierta paz. Hasta llega a tener una relación muy linda con el dueño de un anticuario Hobie (Jeffrey Wright, «Los juegos del hambre: Sinsajo – Parte 1 y 2») con quien aprender un oficio y recibe su afecto, pero todo cambia cuando llega Larry (Luke Wilson) su padre alcohólico para llevarlo junto a su novia de turno al desierto de Nevada y juntos comenzar una nueva vida. Viendo a este padre que aparece de la nada y su novia, uno percibe que nada nuevo se traen entre manos por lo tanto su narración está ligada al flashback y se va armando un paralelismo entre el preadolescente a causa de una tragedia y al mismo tiempo un joven que fue aprendiendo la manera de sobrevivir ante la traición y la culpa. El film cuenta con un sólido elenco tanto de los adultos como cuando el protagonista es más chico interpretado por Oakes Fegley, entre otros. Contiene un tono melodramático y a través de su director de fotografía Roger Deakins («Blade Runner 2049»), logra crear interesantes ambientes y con los contrastes de la luz hasta lugares claustrofóbicos. Su director es el irlandés John Crowley (“Brooklyn” de 2015) quien se basó en la novela del mismo nombre escrita por Donna Tartt, donde le da vida a este joven que se cruza con la tragedia y el arte, todo a lo largo de dos horas y media que en conclusión no logra sostenerse, al ir mezclando tantos problemas que no termina de resolver y tanto pasado y presente a un ritmo lento por momentos puede llegar a aburrir.
Esta historia de ciencia ficción llega de la mano del cineasta James Gray (“Z La ciudad perdida», «Los amantes») y tiene como protagonista al actor y productor de cine estadounidense Brad Pitt (ya han trabajado juntos) quien además participa en este film como productor. Una vez más se destaca en su interpretación, le pone matices (esta estupendo y pasando un gran momento desde la actuación) y muchos de los comentarios en off resultan bastante reflexivos, inquietantes y muy conmovedores. Todo gira en torno al astronauta Roy McBride (Brad Pitt, “Erase una vez en… Hollywood”) quien se encuentra a cargo de una misión muy importante, que hasta pueda afectar a toda la humanidad y un viaje a partir del cual podría descubrir que le sucedió a la tripulación anterior que estaba liderada por Clifford McBride (Tommy Lee Jones) padre de Roy McBride y que desapareció hace varios años y fue dado por muerto en esa búsqueda de vida extraterrestre. Su desarrollo tiene situaciones muy tensas, de misterio e intriga, su ritmo tiene momentos lentos pero justificados y que se relacionan con la trama, siendo intimista y hasta asfixiante. Están los conflictos entre padre e hijo y momentos muy profundos, y hasta con él mismo, pasando además por los obstáculos que vive un astronauta en un viaje increíble en el espacio, un universo repleto de estrellas y en esa inmensa soledad que te lleva a analizar. Junto al protagonista, el espectador llega a sumergirse en un viaje increíble en algo que el hombre anhela, un viaje a lo desconocido y encontrarse quizás con otras vidas, dado que se supone que no somos los únicos en este universo. La cinta resulta visualmente poderosa, con secuencias virtuosas, la fotografía a cargo de Hoyte van Hoytema (“Interstellar», Dunkerque»), los rubros técnicos impresionantes y fascinantes (ideal para ver en una sala acorde a su dimensión). Además cuenta con un elenco secundario de lujo: breves apariciones de Liv Tyler, Ruth Negga, Tommy Lee Jones y Donald Sutherland.
sta es una película de aventuras que nos embarca en un increíble viaje. Los personajes están bien desarrollados y en un primer momento la relación entre Sir Lionel Frost y el Sr. Link no es del todo buena pero a través de la convivencia todo comienza a funcionar mejor,uno termina aprendiendo del otro y la amistad y la bondad florece entre ambos. Contiene varios mensajes e interesantes climas, también enseña, es visualmente atractiva, los personajes logran buenos movimientos y texturas, sus colores animados en stop motion y los escenarios resultan muy bellos. Ideal para los más chicos de la familia, técnicamente impecable, posee un humor sutil, entretiene y resulta bastante predecible. En las funciones con subtítulos se pueden disfrutar las voces originales de Zach Galifianakis, Hugh Jackman, Stephen Fry, Zoe Saldana, Emma Thompson, Timothy Olyphant y Matt Lucas.
Comienza cuando vemos ingresar al historiador Hernán Camarero en el archivo general de la Nación y a través de una caja que contiene documentos con la lucha de los años 20, fotos de 1910 con una presencia de banderas rojas de la izquierda muy significativa, en la sociedad ya había una presencia de la izquierda, una adhesión genuina y natural surge una inspiración por los acontecimientos en Rusia, no solo se analiza esto sino que también se muestran imágenes de esa época. El relato continúa con datos sobre el obrero municipal y dirigente sindical argentino Pedro Milesi con fotos de 1911, al que se le suman imágenes de video, el retrato de Marx, hasta distintas situaciones se representan por actores, también se cuenta sobre la vida de otros personajes: Mateo Fossa, Mika Etchebéhère y Liborio Justo. En distintos momentos siempre está presente la lucha femenina, la narración va desde 1919 hasta situaciones de la actualidad. El documental es muy didáctico, con muy buenos planos, impecable fotografía, contiene un muy buen material que incluye: fotografías, fílmicos, testimonios, escritos, grabaciones, hojas de diarios, un análisis de una época, también se entremezcla con hechos de la actualidad. Aquí participan y dan su aporte los historiadores: Hernán Camarero, Alicia Rojo y Roberto Pittaluga; investigadoras militantes: Andrea D’Atri y Susana Fiorito y hasta la misma Mónica Justo, entre otros.