Memorias de una guerrillera El documental de Daniela Castro y Nicolás Ordoñez, Alias Yineth: La Mujer de los Siete Nombres (2017), sigue la narración de una mujer colombiana sobre sus peripecias desde la vida campesina en la selva hasta su reclutamiento por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuando adolescente, para llegar a su escape y su supervivencia posterior en Bogotá hasta llegar a la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), organismo público que se ocupa de la reinserción de ex integrantes de lucha armada en la sociedad colombiana. De esta forma el film construye un cuadro sobre la juventud campesina en Colombia, las dificultades para la reintegración de los ex guerrilleros en la vida social y laboral colombiana y los abusos a los que son sometidas las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad colombiana, realidad que se repite en la mayor parte de Latinoamérica. En un relato desgarrador, Yineth narra siete etapas marcadas por siete nombres que comienzan con el abandono de su madre, los abusos de todo tipo, incluso sexuales, por parte de su padrastro, el cuidado de sus numerosos hermanos pequeños, su reclutamiento por parte de las FARC en la época de las fallidas negociaciones de paz entre el Estado bajo la presidencia del conservador Andrés Pastrana y las FARC a fines de la década del noventa, el escape, el hambre, la desocupación, un trabajo como bailarina en un bar y el posterior trabajo en la ACR intentando concientizar a los empresarios y a la sociedad colombiana sobre la necesidad de contratar ex guerrilleros para facilitar su encuadramiento en la vida civil. Sin romantizar ninguna de sus vivencias, Yineth recorre su vida con gran congoja, analizando sus traumas, reencontrándose con su madre y recuperando su pasado para cerrar las heridas, transformarlo y convertirlo en una fortaleza, reinventándose para afrontar el presente en pareja y la maternidad. Así la protagonista del documental relaciona su vida con los acontecimientos de su país, las nuevas negociaciones de paz y desarme tras la muerte del histórico líder de las FARC, Manuel Marulanda, apodado Tirofijo, y el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, quien recibió el Premio Nobel de la Paz por el acuerdo logrado con la guerrilla más importante de Colombia, las FARC, un ejército creado a mitad de la década del sesenta a partir de los distintos ejércitos rebeldes surgidos de los levantamientos productos de la represión conservadora y los conflictos partidarios entre conservadores y liberales durante los años cuarenta y cincuenta. Alias Yineth narra así la historia de Colombia desde la mirada de una valiente mujer que debió enfrentarse a los abusos y atropellos de una sociedad marchista, una guerra que no entendía, una vida en la ciudad para la que no estaba preparada, las amenazas de cárcel de unas leyes que no la amparaban y finalmente la decisión de la propia sociedad colombiana de rechazar los acuerdos de paz firmados en La Habana por las FARC y los representantes del Gobierno de Colombia en el plebiscito de 2016 de baja participación y escaso margen de diferencia. El documental de Daniela Castro y Nicolás Ordoñez es parte del proyecto transmedia Alias, iniciado José Luis Rugeles y Diego Vivanco con el film Alias María (2015), que narra el conflicto armado colombiano desde los ojos de una joven soldado embarazada. Alias Yineth es distribuido en todo el mundo con la ayuda de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como intento de concientizar sobre lo que ocurrió en el periodo entre los procesos de paz, dejando como incógnita que es lo que ocurrirá en Colombia a partir del rechazo de los acuerdos de paz por parte de la ciudadanía, el dialogo fallido con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla más poderosa de Colombia, pero poniendo en énfasis en encontrar una salida a la violencia a partir del perdón como conjuro para cierre de las heridas y la apertura de un nuevo comienzo para una parte de la sociedad colombiana.
Identidad arrebatada Alias Yineth, la mujer de los siete nombres, es un documental coproducido entre Argentina y Colombia que cuenta con el apoyo de la ONU para ser distribuido. Está dirigido y escrito por Daniela Castro Valencia junto a Nicolás Ordóñez. La película participó en el Marché du film del Festival Internacional de Cine de Cannes – sección Guadalajara Goes to Cannes, 2016. La película nos invita a conocer la dura vida de Yineth Trujillo Verján, mujer que desde muy joven fue reclutada para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) solo por pertenecer a una familia con bajos recursos. Al escapar, ya que la organización guerrillera no cumplió con su palabra de devolverla a su hogar, Yineth trató de volver a encajar en la sociedad pero la situación estaba muy difícil: no tenía donde dormir, qué comer, de qué trabajar. En la ciudad de Florencia consiguió empleo dentro de un club nocturno en el que debía vender alcohol y bailar. Años después llegaron los hijos, un hombre bueno del que se enamoró y “una nueva oportunidad de vivir” gracias a la Agencia Colombiana de Reintegración. El documental logra ser interesante por la manera en que está armado: a Yineth desde pequeña y con el transcurso de los años le cambian el nombre (o ella misma lo hace para subsistir). Así es como cada identidad que toma se convierte en un nuevo capítulo, una nueva etapa llena de cambios complicados a los que no le queda opción que adaptarse como puede. El film contiene diversas entrevistas a la protagonista, tanto de cuerpo entero como primeros planos. También videos de archivo del ex presidente Andrés Pastrana e imágenes de paisajes verdes como de viviendas desoladas. Además nos adentraremos en la infancia de Yineth (“Alias Yinan”), una niñez llena de violencia física y psicológica, abusos, abandono y un grado de responsabilidad que en esa edad no se debería de tener. Los temas que se abordan, contados en primera persona, consiguen que empaticemos con Yineth, siendo uno de los momentos más crudos el que ella cuenta la diferenciación que le hacían sus compañeros en el colegio por ser de una clase social baja, así como los términos horribles que usaban para llamarla. En el último tramo la película decae al centrarse en el casamiento y no tocar más temas profundos como los de su primer tramo (ya sea lo que vive una persona luego de la guerra, los recuerdos imposibles de borrar, los miedos y vulnerabilidades). Sin embargo sobre el desenlace, donde se muestra la votación para el plebiscito por la paz, se deja un mensaje esperanzador que incentiva a buscar la sanación y el perdón. Alias Yineth, la mujer de los siete nombres es una buena opción para entender más sobre la historia de Colombia desde un caso puntual. El documental consigue su mayor objetivo: nunca deberíamos olvidar lo que sucedió, desde el arrebato de la identidad y los derechos hasta los castigos.
Lo que vive una persona durante y después de un combate es duro, deja marcas muy negativas, que resultan positivas a la vez. Según el punto de vista de Alias Yineth, la guerra en Colombia sucede “desde que tengo uso de razón… Incluso desde antes de nacer ya estaba en guerra… Nos moldean como quieren. A mí me enseñaron que Dios no existía y que entonces matar no era malo porque nadie nos juzgaba”. Una vida marcada por la tristeza y el dolor, que logró transformar toda esa aflicción. Quizá no haya país en el mundo en que la palabra guerrillero no sea simbólica de una “aspiración libertaria para el pueblo”. El concepto de estas tropas ligeras es que la consolidación de la paz es fundamental para la estabilidad de una región, pero esta revolución libertadora, en todos sus extremos, ¿representa una lucha política legal, pacífica y democrática? Hoy hay miles de combatientes, mujeres y hombres, dispersos por toda la geografía con una historia para contar. “Actualmente cuento mi historia, viajo dentro y fuera de Colombia dando conferencias sobre paz y reconciliación, y lucho para que otras guerrilleras desmovilizadas -sin estudio, sin autoestima, con un pasado tan lleno de dolor- puedan tener una oportunidad dentro de esa sociedad que me acogió. Colombia necesita saber que los guerrilleros somos humanos y que merecemos comenzar de nuevo”. “Alias Yineth – La Mujer De Los Siete Nombres” es una co-producción entre las compañías Aramos Cine (Argentina) y Rhayuela Cine (Colombia). Este documental es un retrato íntimo que se centra en Yineth, una niña campesina, reclutada por la guerrilla a los doce años. Una mujer que a través de la reinvención encuentra la manera de sobrevivir a un país que constantemente le dio la espalda, y las múltiples transformaciones que tuvo dentro de un período definido de guerra y dos procesos de paz diferentes en Colombia. Quince años después, trabaja para el gobierno en programas para la desmovilización y reinserción de combatientes de la guerra. La última época ha significado un enorme cambio, desde su vida pasada en la selva, hasta el logro de un lugar en la sociedad civil. El film, basado en hechos reales y narrado por su protagonista, explora de forma certera el conflicto y el drama, logrando mantener viva la historia a medida que se desarrolla. Existen secuencias adicionales (procesos interesantes y acontecimientos históricos) que sostienen la fluidez visual, garantizando un ritmo enérgico. Un relato que logra persuadir, sorprender y cuestionar. En resumen, “Alias Yineth” es un gran documental que consigue cautivar, al mismo tiempo que educa y concientiza, iluminando sobre un problema social a menudo ignorado. Una narración cruda y estremecedora de lo que es ser parte de una guerrilla, los miedos, las incertidumbres, las controversias y el después. El proceso de resiliencia ante una sociedad en la que han estado ausentes. Una crónica de carácter biográfico plasmado de forma auténtica, que invita a la reflexión.
Transformación hacia la libertad. El comienzo de este documental de Daniela Castro Valencia y Nicolás Ordóñez impacta por el vuelco que toma la historia de la protagonista tanto en lo simbólico como en lo real. Yineth es una joven que empieza compartiendo en cámara algo que podría sintetizarse como metamorfosis desde los vestuarios que exhibe frente a nuestros ojos. Cada vestido o uniforme civil, cada caracterización comparte un común denominador: ella y su presente. Sin embargo, basta con la última pasada de vestuario para verla completamente transformada en guerrillera, los característicos atuendos militares, botas y la impostura de una joven soldado de las FARC, rehén desde el punto de vista de la nulidad de un pensamiento propio y en definitiva fugitiva de un modo de vida condenatorio, donde la palabra libertad ni siquiera se palpa en el accionar selvático cuando la muerte parece la única salida para dejar de sufrir. Así se configura un testimonio intenso y desgarrador que se estructura desde las etapas en que Yineth fuera reclutada a los 12 años por las FARC, decidiera escapar a Bogotá cinco años después a riesgo de ser recapturada y lo más importante una vez alejada de ese nefasto panorama intentar reinventarse, proyectar hacia adelante una vida siempre que estuviesen allanados los caminos de re integración de guerrilleros a la sociedad civil. Siete etapas, siete nombres para resguardar la única identidad, la misma piel y el mismo cuerpo trazan la dialéctica que transita este documental, donde la protagonista asume el control de la situación en su rol confesional. Hay un único punto de vista en esa cartografía que se ve atravesado por un contexto, por la historia más reciente de Colombia y sus vaivenes en busca de una solución pacífica al conflicto con la guerrilla para generar un lento pero perdurable proceso hacia la pacificación entre los bandos guerrilleros y una sociedad que expresó en 2016 su descontento ante la insistencia de llegar al acuerdo definitivo entre las FARC y el gobierno de Santos, una indulgencia de sus crímenes a cambio del cese de fuego, que la mayoría del pueblo colombiano recibió con descontento por heridas del pasado que aún no cicatrizan. Los directores no hacen de su obra el puente o herramienta didáctica para adoctrinar a los más jóvenes sobre el pasado y las innumerables tragedias provocadas desde los enfrentamientos, donde el tendal de muertos se cuenta tanto de un lado como del otro. Es evidente que la salida hacia la paz podía modificar y corregir enormes errores políticos, pero así como existe un tiempo para la paz también lo existe para el duelo o la reparación histórica de una injusticia de carácter mayor. Aquello que trasluce de la épica personal de Yineth es la convicción de la importancia de elegir; de transmitir una experiencia de vida para que muchos recapaciten ante discursos sesgados, o que al menos no reparen en aspectos de carácter mundano, empaticen con su dolor cotidiano, ni valoren el esfuerzo por querer cambiar el rumbo de las cosas.
Un documental colombiano-argentino de Daniela Castro y Nicolás Ordoñez que muestra el derrotero de una mujer, “la de los siete nombres” que cuenta una historia singular muy fuerte, de sobreviviente eterna, con una sinceridad pasmosa. Yineth su último alias nos cuenta un pasado terrible. Habitante de un pueblo campesino, territorio dominado por las FARC pasa de ser abandonada por su madre, de ser abusada sexualmente por su padrastro y vecinos y luego ser entregada a la guerrilla por ser la mayor de la familia, que no tenía nada mas para contribuir a la causa. Obligada al uniforme y la guerra en plena selva, se acostumbra a vivir sin confiar absolutamente en nadie. Es que su historia transcurre durante una guerra y dos procesos de paz. La huída, la muy difícil reinserción en una ciudad que nunca conoció, os trabajos que la fueron transformando. Una historia impresionante que permite una reflexión profunda no solo sobre ese destino individual, sino sobre la invisibilidad de muchas mujeres.
La dupla Castro/Ordoñez encuentra en la mujer del título el material para hablar de conflictos que atraviesan Colombia desde hace años y de los que Yineth, con conocimiento de causa, habla a viva voz. Por momentos la línea del documental de entrevista se traiciona al incorporar el discurso gubernamental como voz autorizada, una voz que hizo poco o nada para que esa mujer pueda encontrar la libertad.
Trabajando como asistente de dirección en Alias María, un film presentado en Cannes en 2015 que enfoca el conflicto armado colombiano desde el punto de vista de una niña guerrillera de 13 años, Daniela Castro se topó con Yineth, una campesina reclutada por la guerrilla que más tarde terminó trabajando para el gobierno colombiano en programas para la desmovilización y reinserción de combatientes de la guerra. Los recuerdos de la protagonista, que también revela que fue abusada en su propio entorno familiar, mezclan "orgullo, tristeza y dolor", como ella aclara en este documental dedicado a reflejar su mirada personal sobre el conflicto.
Cuéntame tu historia El documental ALIAS YINETH - La Mujer de los Siete Nombres (2017) forma parte de un proyecto transmedia “Alias” que comienza con Alias María (2015), la película de José Luis Rugeles que participó del 68 Festival de Cannes. Como en aquella obra, este trabajo se centra en una de las tantas víctimas de la guerra entre el Gobierno Colombiano y las FARC. Accediendo a su realidad y los procesos que le tocó vivir, se busca concientizar al espectador del horror de dicho conflicto. Yineth es la protagonista de esta película. Mujer campesina absorbida a los 12 años por las FARC que hoy en día forma parte de un programa de reinserción social del Gobierno Colombiano para concientizar a otros de las aberrantes vivencias sufridas. Yineth tuvo que reinventarse una y otra vez para llegar a ser la portavoz de sus propios recuerdos traumáticos y así, rehacer su vida en una sociedad que siempre le dio la espalda al conflicto. Es notable la actitud de esta mujer para salir adelante en situaciones adversas, cambiando su identidad según el momento y las circunstancias. Su espíritu de supervivencia sorprende e invita a escuchar su testimonio. Daniela Castro, asistente de dirección de Alias María, dirige junto a Nicolás Ordóñez esta película que busca expandir el discurso concientizador del programa del Gobierno Colombiano más allá de sus fronteras. De ahí que en varias ocasiones aparezcan los intentos de paz impulsados por dos Gobiernos diferentes como leiv motiv de la historia. Los discursos resuenan como contexto de lo vivido por Yineth, alias Tania o alias Yinan, según la ocasión. Este documental cuenta con recursos narrativos y de puesta para enriquecer el relato de su protagonista. Cada identidad se presenta de manera inteligente con un uniforme en el inicio: de promotora del programa social, de novia, de soldado. El traje la invita a recuperar sus experiencias traumáticas, para la película y para el programa del Gobierno. Tal vez, el precio que debe pagar para ser aceptada por esa sociedad que no quiere ver del todo la gravedad del asunto. Esta coproducción colombiana argentina tiene entonces su punto máximo en su protagonista, con quien es imposible no empatizar, mientras que peca por momentos de apegarse demasiado al discurso gubernamental sin necesidad.
Alias Yineth, de Daniela Castro Valencia, Nicolás Ordóñez Por Ricardo Ottone Yineth Trujillo es el nombre de la protagonista. Pero es uno de los nombres, el último nombre, o más bien el que sintetiza todos los anteriores, el que marca cierta llegada a un destino que, de todos modos, sigue abierto. Yineth nació, con otro nombre, en un pueblo rural de Colombia, de una familia numerosa y pobre, y a los 12 años fue reclutada a la fuerza por las FARC que controlaban ese territorio. Su ingreso a la guerrilla fue el tributo que tuvo que dar su familia por ser pobre. Como no tenían para contribuir económicamente, lo hacían entregando una de sus hijas. Con un nuevo nombre empuñó las armas y se fue a combatir como guerrillera durante unos cuantos años hasta que logró escaparse. Así pasó por diversos trabajos de supervivencia con nuevas y diferentes identidades hasta desembocar en su presente, ahora como Yineth y como integrante de un programa gubernamental de reinserción social de ex combatientes. Si los siete nombres a los que alude el título son identidades en tanto que definen momentos o períodos en la vida de Yineth, el documental de Daniela Castro y Nicolás Ordóñez los toma como capítulos para estructurar su relato. Un nombre definiendo una etapa aunque, en cualquier caso, las importantes son cuatro: La de niña pobre (y después sabemos, abusada), la de guerrillera, la de fugitiva de la guerra sobreviviendo con diferentes trabajos y la de trabajadora gubernamental hoy casada y con dos hijas. Alias Yineth forma parte del proyecto Alias que arrancó con el film Alias María (2015) del cual Daniela Castro fue asistente de dirección y fue donde conoció a Yineth. Este proyecto transmedia del gobierno colombiano, que en su anterior entrega también trataba de exponer la realidad del conflicto entre el gobierno y las FARC, marca la agenda del film. Yineth es un caso testigo, alguien que fue víctima de la guerra, que estuvo en ambos lados, como guerrillera y como empleada del gobierno, cuya vida entera está marcada por el conflicto. El film no es neutral ni ambiguo en este sentido y apuesta al proceso de paz, lo cual se ve claramente en la incertidumbre que se plantea ante el resultado negativo del plebiscito donde ganó el No. Su motivación, al igual que las charlas que da Yineth en diferentes contextos contando su historia, es la de concientizar acerca de la necesidad del éxito de este proceso. Este compromiso con la posición gubernamental también presenta cierta limitación. Cuando fue reclutada por las FARC, Yineth no tuvo posibilidad de elección y esto se remarca. Cuando entra en contacto con el gobierno, si bien dice que fue la decisión más fácil de su vida, también cuanta que la opción era “45 años de cárcel o la ruta de la integración”. No parece una elección muy libre y cuando se menciona el hecho el documental sigue de largo sin profundizar en el tema. La realidad política de Colombia está como marco y como tema, pero lo que está en primer plano es la historia de vida, donde lo emotivo toma un carácter relevante aunque sin caer en la manipulación emocional. El documental es bastante sobrio, lo cual es destacable teniendo en cuenta lo que su protagonista tuvo que atravesar. Contando su historia Yineth más de una vez se quiebra y la cámara se queda con ella pero no la invade, la espera y no la persigue, logrando una empatía genuina sin necesidad del golpe bajo o el subrayado lacrimógeno. El documental presenta además algunas ideas interesantes como cuando hace a Yineth desfilar con los trajes que, al igual que los nombres, representan una parte de su vida, el de funcionaria, el de bailarina de club nocturno o el de guerrillera, y desde un principio logra interesar en un personaje con una historia tan rica como su personalidad y su capacidad de reinventarse y salir adelante. ALIAS YINETH, LA MUJER DE LOS SIETE NOMBRES Alias Yineth, la mujer de los siete nombres. Colombia, Argentina. 2017. Dirección: Daniela Castro Valencia, Nicolás Ordóñez. Intérpretes: Alba Yineth Trujillo Verján. Guión: Daniela Castro Valencia, Nicolás Ordóñez. Fotografía: Mauricio Vidal. Música: Alejandro Kauderer. Edición: Alejo Santos, Juan Soto. Duración: 71 minutos
Cuenta la historia de una mujer Yineth trujillo quien sufrió el período de la guerra en Colombia, contando un pasado difícil y muy duro. Cuando los habitantes de un pueblo campesino fueron dominados y marcados por las FARC. Bajo un paisaje casi paradisiaco, vivían familias numerosas, envueltas en la pobreza, con poca educación, niños abusado, los habitantes los que podían aportaban dinero, objetos, otros como no tenían nada debían entregar a sus hijos sean hombres o mujeres, estos se quedaban sin derechos, solo debían obedecer y así partieron unos 43 niños. Yineth Trujillo se convirtió siendo una joven de 12 años en un soldado guerrillero, fue muy dura su experiencia, combatió, sufrió hambre, paso mucho miedo, pánico cuando los helicópteros sobrevolaban, varias situaciones la marcaron a lo largo de su existencia. La violencia para ella comienza desde su hogar, violencia física y psicológica. Vivió el maltrato, las botas que debió utilizar lastimaron los dedos de sus pies, sus manos dañadas por esa mala experiencia, entre otros momentos terribles. Es un documental interesante del cual el espectador puede tomar partido o no.
"Esta es otra de las 7000 Yineth que existen... Aunque tanto el vestuario como los nombres han cambiado pero la esencia sigue siendo la misma pecosa", estas son las palabras con las que comienza este documental de Daniela Castro y Nicolás Ordóñez que describe el recorrido de vida de una mujer que desde niña fue secuestrada por la guerrilla en Caqueta, Colombia y puesta a luchar en los conflictos armados desde muy temprana edad. Yineth hoy en día trabaja procurando la integración de quienes participaron de la guerrilla y buscan ahora integrarse a una vida ciudadana con paz y sin guerra. Para quienes no están familiarizados con el conflicto en el hermano país, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) han enfrentado a los gobiernos durante mucho tiempo y aprovechando la naturaleza geográfica del terreno, han ofrecido gran resistencia militar en su lucha contra los líderes de turno. No es tema de debate el porqué del conflicto, aunque sí el documental deja que Yineth caracterice y ejemplifique las condiciones en que se produce su ingreso al ejército revolucionario, sin emitir opinión y mostrando imágenes de archivo para enmarcar la naturaleza de los conflictos. El proceso de paz no fue sencillo y sus consecuencias siguen hoy en día dividiendo opiniones en la sociedad colombiana. La película está estructurada en base a relatos de Yineth sobre diferentes aspectos de su vida. Pero más allá de lo escalofriante de su narración de su experiencia militar, lo que impresiona es cómo tuvo que cambiar de nombre y profesión en muchas oportunidades para poder sobrevivir. Ella huyó de las FARC y la supervivencia no fue sencilla. La construcción de su identidad es el sostén del film y se integra con los recursos justos para entender su realidad. Yineth (su séptimo nombre) es una mujer intensa, de una gran fortaleza, pero que cuando vuelve a su historia, se quiebra, y nos muestra el dolor de cada paso de su recorrido de vida. Castro y Ordoñez siguen a Yineth con atención y concientes de la potencia de su mensaje, dan mucho lugar para su palabra. Esta elección creemos que se apoya en el análisis del personaje principal, más que en el contexto en que se dio su camino de vida. "Alias Yineth" es una herramienta potente para graficar la situación pos-guerrilla de quienes han participado del conflicto armado en Colombia. Ofrece un retrato personal complejo e interesante, que lo hacen un documental necesario para entender la realidad de ese conflicto en el hermano país.
Documental colombiano centrado en la vida de una mujer que fue niña campesina y criada como guerrillera de las Farc. A través de su voz, testimonios e imágenes de archivo, que dan cuenta del desarrollo del conflicto político y militar, se arma el perfil de quien debió reinventarse, una y otra vez, utilizando diferentes nombres/identidades, para salir adelante.
DESMITIFICANDO COLOMBIA, RELATOS DE UN PAÍS FRAGMENTADO Desde hace muchísimos años sabemos que Colombia es un país asediado por la guerra civil que divide a su sociedad en dos grupos enemistados: las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo) y el resto del pueblo y/o gobierno colombiano. Mundialmente se las caracteriza de violentas y extremas, tal como lo hace el reciente documental Alias Yineth – la mujer de los siete nombres, de Daniela Castro y Nicolás Ordóñez. El film se centra en contar, desde la primera persona, la historia de Yineth, una niña secuestrada por las FARC a la edad de 12 años. Mezclando el relato en primera persona desde el primer plano y/o acompañando imágenes de la guerrilla o su realidad actual, la voz de Yineth ensalza todo el relato. Los recuerdos, las sensaciones, el llanto y la motivación de contar su experiencia llenan de emotividad su discurso. El documental imbrica imágenes de archivo, secuencias retratadas del actual trabajo de Yineth dando conferencias sobre la realidad colombiana y las FARC, discursos presidenciales y postales de la vida cotidiana de nuestra protagonista, intentando demostrar lo difícil que es insertarse social y culturalmente luego de haber podido escapar del cautiverio del ejército rebelde. El documental se muestra sólido y coherente. La mostración de la reticencia social de la Colombia actual a reinsertar a quienes estuvieron involucrados con las FARC cubre a la película de una nostalgia y una oscuridad que solo una guerra tan sombría y duradera como esta podría transmitir. Es un documental que le habla al mundo, que intenta explicitar no solo el estado de guerra constante que vive esta sociedad, sino también los vaivenes que existen pos conflicto, para quienes han sido obligados a participar, y que, aun así, han logrado escapar.
Colombia queda en Sudamérica, cerca de la Argentina, pero muy lejos de nuestra idiosincrasia social y política. Por ese motivo cuesta entender el tema que trata éste documental y generar empatía con el personaje retratado porque, en este caso, la distancia no es geográfica sino socio cultural, y comprender el duro pasado que padeció Yineth Trujillo, que se asemeja más a un cuento de ficción y no a una historia real, es una tarea que bien vale la pena reflexionar por parte del espectador. La realización de Daniela Castro Valencia y Nicolás Ordóñez, nos muestra un tema muy caliente y vigente que sufre la sociedad colombiana desde hace décadas: la organización guerrillera FARC que domina grandes territorios de aquel país a sangre y fuego, especialmente en zonas selváticas y montañosas, donde es difícil encontrarlos y combatirlos. Ellos lograron tener más fuerza y poder que cualquier gobierno, y se convirtieron en su peor pesadilla. El film se centra en narrar la vida de Yineth, una muchacha que, para llegar a ser lo que es hoy, utilizó siete nombres distintos con el objetivo de que no la reconozcan y poder así moverse con cierta tranquilidad. Ella no la tuvo nada fácil. Al ser de una familia pobre la entregaron como recluta a las FARC con tan sólo 12 años. Su único objetivo fue ser lo más fuerte posible y sobrevivir, porque estuvo ahí 5 años, hasta que se pudo fugar una noche. El derrotero que le siguió no fue un lecho de rosas. Pero pudo salir adelante. La protagonista cuenta con detalles cada momento de su vida, de una manera cruda, que la hace quebrarse emocionalmente en varias ocasiones. Los directores acompañan con la cámara a la protagonista a los lugares difíciles en los que estuvo, como además en los salones donde da charlas públicas para contar su historia y en las tareas hogareñas también. Ella tiene una entereza admirable y una claridad mental única. Es un ejemplo de resiliencia formidable. Porque pudo resurgir de las cenizas, reinventarse y construir una nueva realidad, mucho más feliz y amable que antes.
El texto de la crítica ha sido eliminado por petición del medio.
Los cineastas Daniela Castro y Nicolás Ordóñez presentan Alias Yineth, un documental que profundiza -desde una perspectiva más bien emocional/sentimental- el conflicto armado que aún afecta al pueblo colombiano. Para entender la historia de Yineth, protagonista de este documental, es importante contextualizar un poco con la historia de Colombia. Hace poco más de un año, el presidente Juan Manuel Santos llegó a un pacto con las FARC: ambas partes firmaron un acuerdo de paz. De esta manera, el pueblo colombiano le puso fin -aunque no del todo- a un medio siglo que estuvo atestado por las ciento de miles de matanzas, secuestros y desapariciones. El documental en sí se centra en la historia de vida de Yineth, una mujer que cuando tenía sólo 12 años fue reclutada por la guerrilla colombiana. En la actualidad, luego de 17 años de aquel acontecimiento, la protagonista dejó de lado las armas. Ahora trabaja para el Gobierno en programas para la desmovilización y reinserción de combatientes de la guerra. Yineth cuenta su historia: nació en Remolino Alto Porte Orteguaza, un pueblo ubicado en el departamento de Caquetá, pero que ni siquiera aparece en el mapa. Ella cambió el uniforme de combate por las remeras y los jeans; las botas de combate por los zapatos. Ahora estudia contaduría pública e inglés. Yineth ya no tiene miedo. Se abre frente a la cámara. Permite que conozcamos cada parte de ella. Nos brinda un relato conmovedor donde deja al descubierto sus miedos, sus sueños, sus alegrías y, sobre todo, sus recuerdos. El documental recorre la vida de la protagonista: desde que era una joven combatiente hasta su figura actual. Las imágenes y videos de archivos acompañan el relato, permiten conocerla, que uno se acerque a su historia. Probablemente uno de los puntos cruciales sea el comienzo cuando se prueba diferentes prendas de ropa. Se deja ver con los vestidos que pertenecían a su madre, hasta con el uniforme militar que se vio obligada a llevar. Alias Yineth no es sólo una historia sobre la guerrilla en el pueblo colombiano, también lo es sobre la superación. Los acontecimientos no afectaron a los involucrados solamente desde un lado físico, sino que también lo hicieron en lo mental. El documental muestra la historia de Yineth, cómo logró hacer frente a aquellos acontecimientos para seguir con su vida.
El trágico “conflicto” colombiano que se ha extendido a lo largo de décadas ha generado un sinfín de historias, algunas de las cuáles han llegado al cine. El caso de Yineth es muy particular. Se trata de una mujer que, siendo niña, fue forzada/reclutada por las FARC y fue parte de la organización guerrillera durante años para luego iniciar un complicado proceso de “readaptación” social que la ha convertido hoy en una vocera del tema a partir de su historia. La identidad cambiante de esta mujer es el tema central de este documental colombiano, coproducido por la Argentina, que deriva de un filme de ficción de similar temática llamado ALIAS MARIA. Cambiando tanto de nombre como de “oficio” (la niña soldado pudo salir de aquello, luego trabajo como bailarina en bares nocturnos, luego fue madre, se casó y así), Yineth cuenta su historia, una que se va uniendo con la del plebiscito que se hizo en Colombia para votar a favor de los acuerdos de pacificación etre el gobierno y las FARC. Estructuralmente se podría definir a la película como un relato/retrato en primera persona, con “Yineth” contando muchas veces a cámara su historia. La vemos, además, en su ocupación actual –ligada a contar su historia en diversos lugares de trabajo y escuelas– y en su vida familiar, hoy mucho más optimista y positiva de lo que fue en una época. Sin negar, de todos modos, los traumas de años de violencia (bélica, sexual, etc) que la acompañarán por siempre.
EXCESO DE EMPATÍA Pantalón y blazer, vestido semejante a los de la madre, uniforme sensual de mucama y traje de soldado no son sólo prendas significativas para Yineth, sino alusiones de los siete nombres que debió adoptar para reinventarse y mitigar el pasado; una mixtura entre recuerdos y simbología que busca complementar la historia de la protagonista y reforzar el componente emotivo. El inconveniente de la película es el foco: el título plantea el desarrollo y profundización de todos o, al menos, los momentos más relevantes de la mujer que tuvo que unirse a las FARC durante cinco años cuando era una niña, huyó y tuvo que constituirse como individuo y agente social sin ayuda. Sin embargo, los directores Daniela Castro y Nicolás Ordoñez priorizan el tono efectista para generar empatía con el espectador descuidando la construcción del relato. La aparición de cada nombre intenta reponer fragmentos importantes de ese momento pero no ahonda en ellos ni tampoco produce climas o matices. Más bien la muestran como alguien que repite algunos detalles de su vida en el ejército en las charlas a las que asiste –nunca se sabe bien qué funciones llevó a cabo–y hasta parece una suerte de instrumento político de campaña del programa de reinserción del gobierno, mientras que los discursos de algunos presidentes para llevar a cabo un acuerdo de paz con la organización guerrillera o la votación del 2016 funcionan más como elementos de contexto que como puntos de inflexión o de debate. Por otro lado, la aparición de las hijas marca el comienzo de la exhibición de la vida familiar y del futuro casamiento pero tampoco se explora cómo conoció al marido o tuvo a las niñas cuando detestaba a los hombres. Entonces, el intento de poner en circulación un tema tan delicado y de interés internacional se desdibuja en un personaje que termina por quedar plano y maneja un discurso un tanto esquemático. De la misma forma que se hace hincapié sobre la violencia que sufrió a causa del padrastro que abusaba de ella y de sus hermanos física y sexualmente, y después se la muestra conversando con la madre que la abandonó. Si bien Alias Yineth intenta visibilizar una problemática de la cual se conoce muy poco y que, desgraciadamente, se encuentra vigente, se vuelve necesario que quiebre las estructuras y el abuso emotivo para hallar su propio nombre. Por Brenda Caletti @117Brenn