UN CUENTITO CHINO Complot internacional es una coproducción entre Australia y China que derriba nuestras expectativas velozmente. Si por un lado cuando pensamos en cine australiano imaginamos algo desbordante y con cierto desparpajo, cuando pensamos en cine chino de género suponemos cierta maestría formal que se impone a fuerza de una puesta en escena imaginativa. Pero la película de Xue Xiaolu está lejos de cumplir con todos estos requisitos, y se convierte en un thriller mediocre, de esos abundan en la segunda línea del cine norteamericano. La película sigue a Mark, un ejecutivo chino que trabaja para una empresa australiana involucrada en el tema de la energía y en los negociados a alta escala. Hay un emprendimiento que relaciona a esta compañía con el gobierno de China, y nuestro protagonista se convierte en un personaje clave para cerrar el trato entre ambas partes. Pero un accidente aéreo en el que mueren algunos integrantes de la empresa y la aparición una antigua amante del protagonista, reconvertida en una suerte de femme fatale, comienzan a empantanar el panorama y Complot internacional amaga con convertirse en una de Hitchcock con el famoso recurso del inocente metido en situaciones que lo superan. Claramente Xiaolu no es el británico (ni tendría por qué serlo) y el misterio no solo resulta leve -y hasta algo confuso- sino que se concina a una temperatura demasiado baja. La película dura 134 minutos y ocupa su primera hora (por lejos lo mejor) en una suerte de melodrama, donde Mark trata de ocultarle a su mujer el reencuentro con su vieja amante. Cuando Complot internacional quiere volverse thriller de acción, lo hace con un disimulado espíritu de Clase B: en verdad es Clase B pero pareciera que le da un poco de vergüenza y se quiere mostrar como un gran espectáculo internacional. Sin embargo no hay imaginación en la puesta en escena de la acción, todo es demasiado regular y los giros tienen como único objetivo marear al espectador. En los créditos finales aparecen unas leyendas que explican cómo la figura del denunciante (en inglés la película se llama The whistleblower) resultó fundamental para que la Justicia china descubra casos de corrupción a nivel empresarial. Es como si intentara, por la vía del dato veraz, hacer más interesante su relato. No lo logra, e incluso parece más un manotazo de ahogado que no tiene demasiada relación con lo que vimos a lo largo de sus excesivas más de dos horas. Eso sí, no ofende, es apenas una película discreta.
Todos los lugares comunes de los thrillers conspirativos pueden encontrarse en esta gigantesca superproducción china que hace extrañar los tiempos en que directores como John Woo y Ringo Lam, y productores como Tsui Hark, hacían grandes películas policiales que influían en Hollywood a pesar de no contar con enormes presupuestos. Eso era en los años del cine de Hong Kong , que no tiene nada que ver con films como éste, que hasta logró un estreno simultáneo en Occidente con su lanzamiento chino. Un intento mejor de lograr una superproducción china destinada al publico internacional fue “La gran muralla”, claro que era un film que contaba con Zhang Yimou en la dirección y Mark Whalberg como protagonista. En cambio este “Complot internacional” está dirigido por una especialista en comedias que depende casi enteramente del director de segunda unidad y escenas de acción, que son muchas e impactantes, lo que apenas podría justificar la visión. El guión sobre un terremoto que podría estar provocado por una gran empresa de energía no se sostiene, y lo mismo pasa con las actuaciones.
Un misterioso terremoto inunda de fuego y terror el territorio de Malaui en el desierto africano. Una corporación energética australiana resulta la benefactora elegida para la reconstrucción. Un delicado acuerdo comercial entre China y Australia se tiñe de sospechas, se enreda en delirantes persecuciones, accidentes aéreos, falsos funerales y un complot de titánicas proporciones. Todo ello trascurre justamente en Complot internacional , una coproducción chino-australiana heredera del espíritu de Misión Imposible pero con aspiraciones de conciencia social. Nada funciona del todo bien en la película. Las escenas de amor entre un ejecutivo chino de la firma australiana y su ex amor de juventud se tornan cursis y enredadas, el trasfondo político se hace disperso y esquemático, la historia se agota en infinitas vueltas de tuercas previsibles. Quedan las escenas de acción, filmadas con la estética del videojuego, con explosiones y caídas espectaculares, todo con demasiado ralenti pero con la necesaria desatención por lo verosímil. La guionista y directora Xue Xialou ( Finding Mr. Right ) ensaya una persistente acumulación de elementos: crisis familiares, sospechas de corrupción, engaños maquiavélicos. Todo lo extiende de manera obsesiva y anticlimática, manipula a sus personajes caprichosamente, quitándole el poco interés dramático que podía haber conseguido bajo el paraguas de una acción enloquecida. Finalmente extravía las virtudes del thriller, diluyendo sus momentos más irresponsables en pretensiones de seriedad que la vuelven absurda.
Drama chino con suspenso y emoción The Whistleblower (2020), película de acción dramática china, dirigida por Xiaolu Xue y protagonizada por Jiayin Lei y Wei Tang. La historia sigue a un ingeniero chino que, luego de un accidente fatal, descubre una peligrosa red de corrupción y su búsqueda por esclarecer y hacer justicia sobre ello. Con un inicio tranquilo, y carga dramática, y si bien su ritmo es algo lento, consta de una lograda resolución. Se observan interrelaciones entre los personajes y sus respectivas historias y características. La trama interpela al espectador con una vuelta de tuerca interesante, con un giro argumental, dando espacio al suspenso y acción con rasgos oscuros y tensos. Además, con un ferviente toque de misterio y una sucesión de enredos y aspectos que nos mantendrán activos hasta el final. Una verdadera lucha constante por descifrar la verdad y también por sobrevivir. Por otro lado, la cinta deja ver una historia de redes de negocios fraudulentos e ilegales, atentando vidas inocentes con asuntos agrios y engañosos. El guion está muy bien construido; escenas muy diversas y didácticas pero con coherencia. Técnicamente movimientos de cámaras acertados y muchos planos especiales que le dan otro toque al mismo. La música es muy agradable y acertada, acompañando perfectamente cada escena. Además posee unos escenarios muy diversos y magníficos, con una importante y apasionante fotografía. Las actuaciones, por otra parte, son muy respetables, destacando principalmente la dupla protagonista que se conecta muy bien. "En mi opinión, la película nos entrega una historia cargada de acción criminal, adrenalina y drama. Un conjunto de escenas interesantes y una trama muy bien ideada. Explora también distintas culturas, costumbres y clases sociales. Profundamente, nos entrega también un mensaje social sobre la lealtad, la familia y el amor. Una propuesta intensa que se deja disfrutar."
Entre los estrenos por streaming, la coproducción chino-australiana Complot Internacional, dirigida por la directora china, Xue Xiaolu (Ocean Heaven; Finding Mr. Right I y II) presenta un thriller que deja al descubierto un entramado de denuncia ambiental y corrupción en relación con una empresa de carbón. Mark (Jiayin Lei), un ingeniero chino a cargo de un nuevo proyecto en una compañía minera australiana, comienza a descubrir una peligrosa trama de corrupción y mentiras relacionadas a un accidente fatal, sucedido recientemiente. Una hecho que lo vinculará a una ex pareja Zhou (Tang Wei), quien actualmente está casada con un empresario vinculado a la empresa. Mark presiente que la nueva tecnología desarrollada por la compañía puede causar un desastre natural, como sucedió al inicio en Malawi, África. La joven Zhou, aprovecha la circunstancia para seducir a Mark, quien no presiente la mentira que esconde, ni el plan futuro que le depara. En busca de la verdad, comienza una investigación que pone en riesgo su vida y la de su familia. Lo que comienza siendo un enigma a resolver con una dosis de suspenso y acción en medio de bellos paisajes autralianos, la historia va abriéndose paso hacia múltiples entramados que subrayan los manejos y negociados empresariales frente a la ingenuidad de un personaje sometido a sus mandatos. Un hombre que, asimismo, no se detiene ante las irregularidades que nota. Y que tampoco se frenará, ante ese antiguo amor “recuperado”, que aparece sorpresivamente. Xue Xiaolu se aleja del género romántico y del drama con problemática social, como hiciera en sus orígenes, para adentrarse en un cine con alta dosis de acción, efectos especiales y persecuciones, que se enmarca en un claro ejemplo del cine mainstream occidental, donde lo inverosímil y la acumulación juegan en contra del relato. Complot Internacional, título comercial de The Whistleblower (El delator) intenta retratar el conflicto que implica “delatar” hechos de corrupción empresarial, y cómo el sistema judicial de cada país, debió ampliar su jurisprudencia para proteger a los sujetos denunciates, bajo el marco legal correspondiente. Si bien la intencionalidad de la historia es dar luz a esas denuncias y, digamos que funciona durante casi la primera hora, luego se extiende, innecesariamente, dando cuenta de un guion fallido, que ante la ambición de expandirse y complejizarse tanto, termina perdiendo el rumbo. COMPLOT INTERNACIONAL The Whistleblower/Chui shao ren. China, 2020. DIrección y guion: Xue Xiaolu. Intérpretes: Lei Jiayin, Tang Wei, Qi Xi, Ce Wang, John Batcheior. Música: David Hirschfelder. Fotografía: Marc Spicer. Duración: 134 minutos.
“Complot Internacional” de Xue Xiaolu. Crítica. Artimañas corporativas intercontinentales. Bruno Calabrese Hace 21 horas 0 6 El 10 de julio en las plataformas iTunes y Google Play se estrena la nueva película de la exitosa “Finding Mr RIght”. Por Bruno Calabrese. Xue Xiaolu ha sabido ganarse el reconocimiento dentro del universo cinematográfico chino gracias a películas como “Ocean Heaven” con Jet Li, un emotivo drama sobre un padre que debe hacer frente al autismo de su hijo. La buena recepción por parte de la crítica y del público le valió poder filmar su siguiente película, “Finding Mr. Right” en Estados Unidos, más precisamente en Seattle. Fue tal el éxito que al film le siguió una secuela en el 2016. Pero esta vez la directora decide arriesgar y salir de la zona de confort de los melodramas, para meterse en un thriller de acción con artimañas corporativas y muchas vueltas de tuercas. Nuestro héroe es Mark (Jiayin Lei), un empresario chino que trabaja para una empresa minera en Australia, que está felizmente casado pero una noche se encuentra con un viejo amor Zhou (Tang Wei). Luego de pasar una noche de sexo en un hotel ella se marcha raudamente ya que corre riesgo de perder el vuelo que la llevara de nuevo a su casa. Al llegar a su hogar Mark se entera que el avión se estrelló sin que se encuentren sobrevivientes. Cuando se presumía muerta Zhou reaparece en la vida de Mark, ahí el descubrirá que ella posee información que ciertos intereses empresariales desean mantener en secreto. A partir de ahí comenzará un rally de escape intercontinental de la pareja que cubrirá Australia, China y países de África. En un principio, la directora parece no querer salir del lugar del melodrama romántico. Para eso construye una historia de amor ilícito entre los protagonistas que aparece representado con una fotografía de fondo de un atardecer en un elevado de muelle australiano, pero ese pequeño romanticismo se transformará inmediatamente en un thriller de conspiración empresarial, con elementos de ciencia ficción apocalíptica. A pesar de que los cambios de marcha impredecibles nos mantengan atrapados hasta el final, “Complot Internacional” es una película despareja. Tiene momentos de acción y suspenso interesantes pero los diálogos forzados, las actuaciones de actores que parecen no sentirse cómodos dentro del género y algunas situaciones ridículas (la escena del autito a control remoto parece salida de la serie “Brigada A”) hacen que el producto pierda la seriedad que la historia requería. Puntaje: 60/100. Actuación Arte Fotografía Guión Música "Complot Internacional" es una película despareja. Tiene momentos de acción y suspenso interesantes pero los diálogos forzados, las actuaciones de actores que parecen no sentirse cómodos dentro del género y algunas situaciones ridículas (la escena del autito a control remoto parece salida de la serie "Brigada A") hacen que el producto pierda la seriedad que la historia requería.
La directora y guionista china Xue Xiaolu vuelve a reunirse con Tang Wei y se vuelca a un thriller con acción basado en un caso real. Se estrena en VOD en iTunes y Google Play. Después de dirigir a Jet Li en su primera película dramática, Ocean Heaven, y de sus películas románticas Finding Mr. Right y Book of love (ambas disponibles actualmente en Netflix), Xue Xiaolu se torna ambiciosa con una historia con acción e intriga. Complot internacional empieza con una impactante secuencia: un terremoto devastador azota Malawi. Una poderosa corporación australiana acepta hacerse cargo y ayudar a los necesitados. Pero no todo es lo que parece y, pronto, un ingeniero chino se ve dentro de una trama de corrupción y secretos. Por supuesto, no falta la historia de amor. La mujer que se cruza en la vida del ingeniero es alguien de su pasado que reaparece, ahora que él es un hombre de familia, casado y con un hijo. Después de pasar la noche juntos, esta mujer (interpretada por la actriz fetiche de la directora, Tang Wei) sale apurada para no perder el vuelo y luego él recibe la noticia de un accidente fatal que sufrió el avión y no dejó sobrevivientes. En Complot internacional pasan mil cosas. Esto es sólo durante los primeros minutos de las dos horas y cuarto de película. Hay muchos personajes y detalles que fácilmente pueden pasarse por alto entre tanta parafernalia así que, cuando sucedan vueltas de tuercas o revelaciones bruscas, se apela al flashback recordatorio y explicativo. Aunque la película tenga sus fundamentos en un caso real, Complot internacional apuesta a tramas y resoluciones increíbles que muchas veces no tienen demasiado sentido. Estamos ante un guion recargado y forzado que, aunque no apele a un tono realista, no consigue ser verosímil durante muchos momentos. Algo parecido pasaba con las comedias románticas que la directora realizó previamente: el destino terminaba jugando un papel tan importante que era fácil resolver encuentros. Aunque acá no sea tan evidente esa noción, como cuando dos personajes se encuentran del otro lado del mundo en el mismo lugar en el mismo momento, todavía queda algo de esa idea dando vueltas. En cuanto a la dirección, la acción es uno de los puntos que el film sabe aprovechar. Así, hay persecuciones entre las vías del tren, o en la planta de gas, o entre automóviles, explosiones. Cualquier excusa es buena para mostrar lo que se puede hacer con un poco más de presupuesto y en ese sentido la directora se demuestra capaz. Complot internacional es una película que sabe hacer uso de su notable presupuesto y no escatima a la hora de mostrar acción. Sin embargo, cuando se trata de generar suspenso y abrir historias impactantes se termina enredando en su espectacularidad. Los personajes tampoco son su punto fuerte, están plagados de clichés.
Se está dando en el mercado chino, una suerte de fenómeno que motiva la realización de mega coproducciones entre diversos países, digamos Estados Unidos-China, o Australia-China (como en este film). Es bien conocido el potencial económico del mercado asiático. Incluso, hoy en día, tanques hollywoodenses como “Terminator”, se terminan salvando del fracaso taquillero gracias a la masiva audiencia asiática. Así que no es nada extraño -o inesperado- lo que está ocurriendo. Matt Damon, Willem Dafoe y Mel Gibson, son solo algunos ejemplos de actores que aceptaron formar parte de megalómanas producciones chinas. El salario es exorbitante, pero, además, la inclusión de mitad del equipo norteamericano, es una obligación. Bajo esa premisa aparece “Complot internacional” (su título en inglés: “The Whistleblower”), dirigida y escrita por Xue Xiaolu. Una coproducción con Australia, país que aporta locaciones y reparto, en esta historia de gran escala en la que un expatriado chino que trabaja en una compañía minera de Australia, descubre negociados turbios y una nueva tecnología que pone en peligro la vida de las personas. El pecado de estas películas chinas es siempre el mismo: tan grande empaquetado y tanta disposición de dinero para nada, y peor aún, falla donde no debería, en calidad de efectos visuales y en ofrecernos por lo menos una trama entretenida que haga valer los 135 minutos. Hay poco vuelo en la dirección de Xiaolu, el argumento desprende subtramas por doquier, pero ninguna de ellas termina de encontrar el funcionamiento deseado. Los personajes quedan muy desconectados entre sí, y reaparecen solo cuando “Complot internacional” los necesita. La primera hora al menos es atractiva, pero luego cae en un insólito enredo argumental del que nunca puede terminar de salir. Se pierde en el frenesí, y la torpeza de unos diálogos ridículos, e inverosímiles incluso dentro de su universo. La película es plástica, artificiosa, y expone demasiado la obligación de su parte coproductora, Australia, que obliga a que la historia de giros y saltos de espacio que nos alejan demasiado de lo que se narra. Una película lanzada para explotar la taquilla china y poco más, no entretiene ni es interesante de ver.
¿Qué pasa cuando el cine asiático se occidentaliza? La respuesta en este abarrotado thriller sin pies ni cabeza que juega con viejas fórmulas y pierde la esencia y posibilidad de construir una idea propia y original.
Un expatriado chino que trabaja para una compañía minera en Australia descubre que la nueva tecnología que está desarrollando la empresa puede ser un riesgo para la salud de los trabajadores, por lo que decide comenzar a investigar para destapar las conspiraciones que se esconden tras la verdad. Una serie de eventos inesperados lo exponen a él y a sus colegas a una intriga terrible donde sus vidas correrán peligro. La película no pretende ser en ningún momento un film dramático realista y su descontrolado afán por escenas de acción lo sumerge en un número insólito de persecuciones, choques de autos y escenas de acción no del todo logradas. Las vueltas de tuerca no son interesantes y además son demasiadas. La película se hace demasiado larga para terminar en un film demasiado sencillo y gastado. Su clara inspiración en las películas de Misión: Imposible no la hace quedar también porque la comparación se hace inevitable y en eso también sale perdiendo por mucho.
Intriga incoherente La nueva película de Xue Xiaolu (Finding Mr. Right) es una historia de conspiración, llena de adrenalina y acción, ideal para aquel que busca tan solo esa cuota de entretenimiento para pasar el momento. Un hombre se ve envuelto en una encrucijada cuando descubre que la empresa en la cual trabaja pone en riesgo la salud de sus empleados. A partir de allí todo consiste en una investigación frenética, explosiva y que no da respiro. Sin embargo, aunque Complot Internacional (Chui shao ren, 2019) mantiene un ritmo que te logra llamar la atención, la trama resulta confusa y el guion choca contra su propia inventiva. Poderosa primera mitad de esta obra coproducida por China y Australia que logra denunciar la contaminación y la corrupción de los poderosos. En su segunda hora notarás que varias acciones carecen de sentido, por lo que este thriller corporativo pasa a convertirse en un intento mal desarrollado de una especie de Misión Imposible (Mission: Impossible, 1996). El vértigo no da tregua como así tampoco las líneas argumentales que confunden. Las escenas de acción no se limitan y este es el motivo por los cuales los amantes de esos blockbusters llenos de explosiones la disfrutarán. Pero, así y todo, el contenido dramático surfea los límites de la conciencia social de manera absurda. Las dos horas de duración resultan agotadoras: tras varios giros previsibles pasa a convertirse en un trompo que no para de girar. Plan que funciona solo para distenderse y ver acción originada en tierras alejadas de Hollywood. Complot Internacional es de esas películas que abarcan tantos temas y géneros en su estructura narrativa que pierde el eje de la coherencia por no saber como hacerlo.
Una coproducción australiana y china, dirigida por Xue Xiaolu, la misma directora de “Finding Mr. Right”, que aquí repite su estrella Wei Tang, pero se adentra en un largo recorrido ( 134 minutos) que incluye corrupción corporativa, turbios manejos políticos, y un romance que incluye demasiadas vueltas de tuerca. En realidad lo vertiginoso del film no logra ocultar una confusión general en el comienzo y la utilización constante de lugares comunes del género. Que un administrativo de una gran empresa se transforme en un hombre de acción al estilo misión imposible es lo menos llamativo de una producción que no aporta ninguna sorpresa. Terremotos en Africa, manejos turbios en China, directivos demasiado sucios en Australia, mas una supuesta “femme fatale” que induce a un ingenuo “galán” a poner en riesgo toda su vida por el recuerdo de un gran amor. Extensa en un recorrido que confunde un guión sin originalidades y una compaginación nerviosa para otorgar un ritmo del que carece. Un entretenimiento a medias.