Un toro salvaje latino Las películas de boxeadores siempre representaron una buena repercusión en pantalla, ejemplos hay de sobra: Rocky o Toro salvaje e incluso la comedia más resiente Ajuste de cuentas donde Stallone y De Niro encarnaban a dos boxeadores veteranos. Ahora, con Manos de piedra, tenemos una biopic al igual que Toro Salvaje, pero esta vez quien está al frente es el boxeador panameño Roberto Durán, quien fue para muchos el mejor peso ligero de todos los tiempos.
La última producción nacional Inspirada en exitosas comedias estadounidenses como la trilogía ¿Qué pasó ayer? o Proyecto X (2012), La última fiesta (2016) sigue con esta misma fórmula con personajes típicos del género: el loser, el freak y el ganador. Aquí es cuando comienza el conflicto, Dante (Alan Sabbath) es abandonado por su novia por no ver un futuro con él y sus amigos de la infancia Alan (Nicolás Vázquez) y Pedro (Benjamín Amadeo) deciden organizarle una fiesta sorpresa en una mansión que pertenece a un hombre peligroso.
Catástrofe histórica Horizonte Profundo (Deepwater Horizon, 2016) está basada en la desaparecida plataforma petrolífera que explotó en 2010, en el Golfo de México, que tuvo como saldo la muerte de 11 trabajadores pero un alto impacto ambiental que repercutió en gran variedad de la fauna marina. Afortunadamente, de los sobrevivientes, Mike Williams se destacó al lanzarse de clavado durante la explosión para luego ser rescatado y no es casualidad que el rol se centrará en él para esta adaptación cinematográfica. La magnífica interpretación de Mark Wahlberg en la piel de Williams llevaron adelante el filme durante la catástrofe. Mención aparte para un avejentado Kurt Rusell, que dejó en evidencia su enorme trayectoria actoral. El resto de los actores estuvieron muy bien en sus roles, que supera con creces el fiasco de lo que fueron Los 33, otro film basado en un hecho real que se destacó por la carga emotiva. Acá, la cosa cambió radicalmente y el nivel familia-catástrofe estuvo muy bien equilibrado, lo cual permitió al espectador estar en un lugar a la vez y mostrar una mayor empatía con los sobrevivientes. Si bien hoy con el 3D justamente se sumerge al espectador en el filme, el director Peter Berg logró un excelente enfoque con respecto a la historia que no necesita de esta tecnología para envolver al espectador. Sus manejos de cámara desde los ojos de los sobrevivientes, como la escena en la que Williams se lanza al agua es brillante. Deepwater Horizon es de esos films que mantienen en vilo al espectador durante la catástrofe, aunque en la introducción no se aporte demasiado en términos argumentales teniendo en cuenta lo prolongado del metraje.
Alimentando el mito Seguramente habrás escuchado aquella historia donde las cigüeñas se encargaban de traer a los bebés. Bien, el filme parte de esta premisa, aunque posee un giro inesperado: hace años que las cigüeñas ya no entregan bebés y hoy se dedican a las entregas de compras online. Aquí es donde entra en escena Junior, una de las cigüeñas que está a punto de ascender en su empleo después de mucho tiempo, a quien le piden despedir a Tulip, la única humana que trabaja junto a las cigüeñas.
Mike y Dave, los busca novias: Buscadores de historias Quien vaya a ver Mike y Dave: Los busca novias (2016) buscando la sorpresa va a toparse con una comedia más del repertorio de Zac Efron, quien en los últimos años cayó en la comedia exagerada donde el sexo y el alcohol son lo único presente. Pero lo que muchos no saben y tal vez sea el atractivo es que la película se basa en una historia real desde su premisa: Dos hermanos deben buscar a dos citas ideales para ir al casamiento de su hermana.
Escalofríos. Los 80 fue una década que marcó el origen de muchos clásicos: Volver al futuro, Terminator y Los Cazafantasmas, solo para citar ejemplos. Bajo la idea de Dan Arknold, que fue delineada junto a Ivan Reitmann, Bill Murray y Harold Ramis, Los cazafantasmas captaron al público con su primera película, sus efectos especiales adelantados a su época, un puñado de fantasmas, pero más que nada por su desarrollo concentrado en un cuarteto al que pudo haberse sumado Eddie Murphy, quien finalmente fue desplazado por Ernie Hudson.
Una gran rareza. En los 90 era habitual ver un film de Steven Spielberg año tras año, donde sorprendía con su despliegue visual y calidad en las historias. Pero iniciado el siglo XXI, uno de los directores más influyentes de la industria cinematográfica decidió dar un paso al costado para dedicarse a la producción ejecutiva y dejar el lugar a nuevos realizadores.
Cowabunga!, una secuela muy superior Voy a reconocer que renegué un poco cuando debía ir a la ver la película… No tenÍa las mejores expectativas tras la anterior entrega de Las Tortugas Ninja, estrenada en 2014. La imagen que tenía de las tortugas en los 90 se había distorsionado por completo con las del 2014, más monstruosas y con un look más rapero. A eso habría que sumarle los “cambios” que implementó Michael Bay como productor que no favorecieron. Esa era la sensación que tuve antes de ir, pero la película corrigió muchas cosas y sentí que vi una parte de una película larguísima, que seguramente finalizará con la tercera entrega ya confirmada. Vayamos por partes. A ver: nuevos personajes, el villano, la película. Esos son los aspectos a evaluar. Desde el primer film esperaba la inclusión de Casey Jones y tuvo su debut aquí, interpretado por Stephen Amell. Un personaje que funcionó como presentación, me gustó Amell como Jones y no sentí haber visto a Arrow haciendo de Jones. Por otro lado, esperaba un poco más de desarrollo, tal vez lo tenga en la siguiente entrega, pero seguramente tenían otras prioridades. Luego, tenemos a los villanos y ésta es la parte que más se disfrutó, porque un villano contribuye en más de la mitad de una película de superhéroes, presentando un conflicto. Admiro realmente cómo el director Dave Green (Tierra a Eco) hizo un balance entre el regreso de Shedder junto al par de tontos Bebop y Rocksteady. Este par de villanos, que había tenido su debut en la serie (con la excusa de vender más juguetes) le dieron a las tortugas ese toque de comedia que tanto caracteriza a esta historia. Pero al verlos, lo que más me preocupó fue el origen y me pareció un poco rebuscado el giro. Sin embargo, destaco que sus momentos son fabulosos, la persecución en Brasil o durante el clímax, son de lo mejor. Y por ultimo y no menos importante, el icónico Kang. La introducción de este personaje deja pistas sobre lo que veremos en la tercera. Para destacar de la película, presenta un aire diferente ante la saturación de superhéroes que vimos en los últimos años. Me gustó mucho como encararon la relación entre las tortugas y eso acaparó gran parte del film, dejando a los personajes humanos un poco de lado. Las discusiones entre las tortugas y sus personalidades bien definidas están bien llevadas, pero esperaba que hubiera un poco más de equilibrio con April y Casey. Algo que me molestó mucho fue la decisión de sacar de la película un cameo de Judith Hoag (la April O’Neil del primer filme de las tortugas realizado en 1990; en la secuela y la tercera parte fue reemplazada por Paige Turco); es de suponer que lo utilizarán como estrategia marquetinera cuando salga en DVD y Blu-Ray. En definitiva, esta entrega supera ampliamente a su predecesora; me olvidé por completo del diseño y ya algo me acostumbré, pero esperaba que arriesgaran un poco más y no especulen tanto con los personajes.
Más allá de enojos Antes que nada voy a aclarar una cosa: si bien tengo conocimiento del juego e incluso hasta lo he jugado no me considero un fan. Por ende no esperen la crítica de uno. Zanjado este tema a continuación les diré mi parecer. Angry birds se estrenó en un gran momento donde las adaptaciones de los video juegos vienen mucho mejor que años anteriores. La gran ventaja de esta película es que es animada y eso muchas veces posibilita una mayor fidelidad a la fuente. Ese es un punto clave en el filme que empieza con la premisa ¿por qué están enojados estos pajaritos? Esta pregunta se pierde por completo pero en cambio nos brindan otras facetas de los personajes que ya habíamos podido ver en sus respectivas series animadas, y que sirvieron como prueba piloto para su salto a la pantalla grande. Angry Birds amplía ese universo y dota a los personajes de buenas personalidades que van más allá de los sentimientos de enojo que se reflejan en el juego, y realmente reconozco que me quedé con ganas de ver más. Los clásicos villanos, el Rey Leonard y sus esbirros, esos cerdos verdes, tuvieron sus momentos y me sacaron una sonrisa; pero sin duda, Águila Poderosa se lleva todos los premios. Su primera aparición es memorable y representa al arquetipo de héroe que resulta ser otra cosa totalmente distinta. Su rol es fundamental para la evolución de los protagonistas y tal como se expresó en muchos medios, ¿tiene algo malo enojarse? Digamos que nos deja una enseñanza sobre estar enojado y ese mensaje me gustó bastante. Seguramente podrán verla doblada en español pero si tienen suerte de verla en idioma original se las recomiendo también. Es una excelente propuesta infantil que muchos adultos disfrutarán en menor medida y no considerarán que fue una pérdida de tiempo.
Duro de rodar Al final del túnel es la viva prueba de cómo el cine argentino mejoró en los últimos años. Si a ello se le suma un buen aparato de publicidad y un lanzamiento bien cubierto por la prensa -donde se brindan datos que muchas veces pasamos por alto o no sabemos- el saldo sólo puede ser positivo. Centra en los protagonistas, Leonardo Sbaraglia y Pablo Echarri, este último estrenando su rol de productor de cine luego de algunas incursiones en televisión. Sumado a un equipo con profesionales de la talla de Vanesa Ragone y Axel Kutchevatzky, el olfato nos vaticinaba que estaríamos ante una gran producción. Y así fue… El director Rodrigo Grande (Cuestión de principios, 2009) nos trae aquí un género totalmente diferente como lo es el thriller, en el que Sbaraglia interpreta a Joaquín, un lisiado que perdió a su familia y vive solo hasta que a su casa llega Berta (Clara Lago) junto a su misteriosa hija para alquilar una habitación. Pero el eje central es un atraco que tienen planeado en la propiedad contigua, la cual podría afectar a Joaquín, por lo que sin poder moverse, usará su ingenio para frustrar el robo y enfrentar a la banda de ladrones liderada por Galereto (Pablo Echarri). Al igual que Kóblic, esta también es una co-producción con España, por lo que nuevamente destaco a la protagonista femenina, Clara Lago, ya que debió adaptar su acento español a uno argentino, mientras que Javier Godino debió hacer lo mismo pero a la inversa. En cuanto a los personajes, tanto Sbaraglia como Echarri estuvieron brillantes, el primero totalmente creíble y rico en sí, una especie de Punisher argentino, mientras que Echarri tuvo mayor libertad debido a que producía y brindó un personaje poco habitual en su carrera. Si bien la película dura dos horas, es increíble como el trabajo en equipo detrás de escena y el filme en si obliga a mantenerse en la butaca hasta que se resuelva el conflicto que avanza conforme a la trama. Un dato de color: Walter Donado participa en el film como un integrante de la banda de Echarri; por si no lo recuerdan, es su tercera participación junto a Sbaraglia, luego de Relatos Salvajes (2014) y un comercial de Peugeot donde nuevamente busca romperle el auto. Aquí no vamos a spoilear que ocurre.