Ni héroe ni villano. Koblic (2016) tiene un enfoque diferente con respecto a un hecho histórico como lo fueron los “vuelos de la muerte”, que tuvieron lugar entre 1976 y 1983 en Argentina. Un hecho desgarrador en el que los militares secuestraban gente (por lo general militante u opositora) y desde avionetas los arrojaban al mar para luego darlos por desaparecidos.
El fantasma noventero. En 2013 el estreno de Ataque en la Casa Blanca logró un éxito sorpresivo en los Estados Unidos. Tiros, explosiones y persecuciones por parte de Gerard Butler, junto a Aaron Eckhart, lograron hacer una gran dupla. No es este el caso
Al infinito y más allá Una historia inspiradora que trasciende lo que es el sky como ocurre en este largometraje. No sólo es una biopic de Eddie “The Eagle” Edwards -Taron Egerton- sino que es un ejemplo de vida. A veces cuando alguien estudia una carrera difícil, o tiene un objetivo más complicado, ser animado por el resto no es una característica frecuente. Por lo que hay dos vías: o uno hace lo que el resto quiere o sigue intentando hasta llegar al objetivo. Ese es el argumento central del film Volando alto. Cuesta creer que originalmente iba a ser una producción independiente, que incluso tardó sus años en gestarse, pero finalmente no sólo pudo ver la luz sino que contó con un gran respaldo luego de que Hugh Jackman se sumara al proyecto. Dicho todo lo que generó el film en contexto a los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988, es de destacar la excelente fotografía y los planos utilizados de forma inteligente en las escenas del salto. Sumado a la emotividad que genera, en esos planos se siente la experiencia de estar ahí, junto al protagonista a punto de hacer una maniobra que podría costarle la vida. Muy buena interpretación la de Egerton, a quien pudimos ver en Kingsman -2014-, el parecido con “The Eagle” y las motivaciones son interesantes, ni hablar del momento cuando quiere participar en el torneo. Ese es su punto máximo que se amplifica cuando llega a ser un objeto mediático para luego ser tomado en serio. Ver la vida y trayectoria de Edwards es interesante. Mientras que el personaje de Jackman juega un rol secundario en el que pudo haber opacado al protagonista pero estuvo bien la labor del director en relegarlo al “entrenador”, del que luego se desvelan más características sobre su personalidad. Es difícil encontrarle un defecto a esta película, podría argumentarse que pasa demasiado rápido y que repite muchas tomas de saltos, sin embargo sería poco justo señalar ese punto débil porque la carga emotiva que hay detrás es mucho más importante en comparación. Volando Alto tal vez no sea considerada por La Academia para el año próximo pero no por eso es una película regular. Fue un placer ver esta película y para quien sienta la falta de apoyo de amigos o familia para realizar proyectos difíciles esta es una película energizante.
El regreso de Michael Bay. Luego de haber destrozado films como Transformers, Pesadilla (desde la producción) y recientemente Las tortugas ninja, Michael Bay regresa a lo que mejor sabe hacer: explosiones. Esta vez optó por dirigir un film bélico, donde los tiroteos y persecuciones están a la orden del día. Sin la presión sobre lo que el público quiere ver sobre una adaptación, esta vez su proyecto se basa en un hecho real.
Girl Power Como si no tuvieran originalidad, la película transcurre en New York, locación que se usa frecuentemente en el género. Sin embargo, el hecho que actrices como Leslie Mann (una de las mejores de la actualidad), Dakota Johnson (mejor que en soltera 250 sombras de Grey -2015-), Rebel Bilson (la más osada) y Alyson Brie (protagonista de la serie Community). Componen un cuarteto donde sus momentos de gracia no aportan nada nuevo y simplemente el espectador no debería analizarlo demasiado. Christian Ditter, su director, quien había trabajado con Los Imprevistos del amor (Love Rosie), logró una buena comedia para chicas. Con una paleta de personajes donde cualquier chica puede encontrar empatía e identificarse con situaciones: está la que recientemente corta una relación y busca nuevos horizontes; el personaje desaforado; aquella que se niega a ser madre y, por supuesto, la que siempre busca relaciones por cualquier vía. soletra 3Un buen guión, bastante simple, que se vio opacado por el montaje. Aunque con ciertas inconsistencias, como por ejemplo ¿Qué es lo que pasa con los personajes de Dakota Johnson y Damon Wayans Jr? Es una incógnita se resuelve con un inexplicable salto en el tiempo. Mujeres: si buscan entretenimiento van a encontrarlo seguro acá y si van con sus chicos, tal vez estos se aburran un poco y prefieran ver Deadpool.
Una nueva adaptación de Nicholas Sparks llega al cine, esta vez se trata de su novela homónima publicada en 2007: The Choise (En nombre del amor).amor 2 Con romanticismo por doquier, The Choise se centra en Travis -Benjamin Walker-, quien es un veterinario, amante de las fiestas y que le escapa al compromiso. Las cosas se le dan vuelta cuando se muda su vecina, Gabby -Teresa Palmer-, junto a su novio Ryan -Tom Welling-. Desde ahí ambos vecinos se amorsentirán atraídos y por primera vez el amor surgirá en Travis. Hasta la primera hora se respeta este argumento, ya que luego, la segunda hora el conflicto es diferente y parece que estamos hablando de una miniserie que se ve de corrida. La escenografía cuidada y los tiempos van demasiado despacio, con respecto a la primera hora, y tal vez el film podría haberse resuelto en una hora y media. Besos que van, besos que vienen, escenas de sexo y dudas del personaje ralentizan el film y lo hacen demasiado empalagoso. Pero de todos modos no existe una película mala del todo y cabe destacar la química entre Walker y Palmer. Con Walker, podría objetarse la economía de gestos expresivos. En cuanto a Palmer, ella sí logró un personaje más atractivo, desde una mujer provocadora hasta la novia que todos quisieran tener. Pero también tiene un defecto y es lo que ocurre con ella en el primer acto. Mención aparte para los personajes de Alexandra Daddario, Maggie Grace y Tom Welling, este último, parece que poco a poco va desprendiéndose del Clark Kent en la serie Smallville. Los tres logran acompañar muy bien a los personajes y sus pocas apariciones aportan muchísimo valor a las decisiones de los protagonistas. Realmente no se entiende qué le paso a los guionistas, es de reconocer que algunos aspectos en el libro suelen quedar bastante mal a la hora de pasar a la gran pantalla, y eso ocurre hacia el clímax. Ahí, se ve que el personaje parpadea amor 3cuando está en coma pese a que los pronósticos no son los mejores. Pero luego ¿qué pasó? Un milagro y con un elemento totalmente fuera de la novela, que parece sacado de una historia de ciencia ficción. Como si nunca hubiese pasado nada. Así de simple: el film del novato Ross Katz finaliza con extraño coctel, donde todo parece demasiado fácil, previsible y el conflicto en sí no queda del todo definido.
Puro paisaje Dirigida y co protagonizada por Angelina Jolie junto a Brad Pitt, este filme se destaca por su estética y paisajes naturales de la Isla de Gozo, Malta, que a su vez fue aprovechada por el matrimonio Jolie-Pitt para pasar su luna de miel. Pero dirigiéndonos a la película en sí, Frente al mar se ambienta en la década de los 70, donde Brad Pitt es Roland, un escritor que viaja con su esposa a la isla en busca de inspiración para escribir su nueva historia. En la primera hora parece que el conflicto va por ese lado, el hecho de haber sido en el pasado un exitoso escritor y ahora no encontrar la inspiración. Para los que son escritores van a sentirse identificados en estos bloqueos y ver cómo repercute no sólo cómo personas sino en quienes los rodean. Pero sorpresivamente, Jolie narra una subtrama que poco a poco toma forma: las relaciones. El personaje que hace la directora es digno, al principio nos lo presenta como ambiguo pero luego nos interioriza mucho más a sus motivaciones. Mención aparte para la pareja que interpreta Mélanie Laurent y Mervil Poupaud, su aparición paulatina llega a tornarse demasiado cursi en algunos momentos, donde los instantes que no están juntos son los que mejor son aprovechados. La escena frente al mar 1del clímax realmente es brillante, cuando Roland (Pitt), se enfrenta al personaje de Poupaud. Estéticamente, la fotografía es brillante. Su director, Christian Berger, conocido por El pianista hizo un trabajo excepcional, que adorna al filme por sobre la inclusión de Jolie y Pitt. Pero que lamentablemente no termina de convencer en los últimos minutos donde la trama es dispar y parece que no le encontraron la vuelta para hacer un cierre. Hubiese sido mejor para el film en su conjunto que Jolie se enfocara en una trama precisa y no dejar desdibujado a Brad Pitt a lo último. En Estados Unidos, la película cosechó muchísimas críticas negativas por diversos motivos. Dentro de todo por momentos se hace pesada, por lo que quitándole unos 15 minutos de los 136 hubiese estado genial. Se dice que este sería la última inclusión actoral de Angelina Jolie. Consejo: no sería recomendable que este filme sea su último trabajo.
Una fórmula indestructible Hoy en día es una rareza que Steven Spielberg dirija una película, ya que últimamente lo hemos visto en innumerables proyectos como productor ejecutivo. Si hay una fórmula es la que no falla con Tom Hanks, cuando de películas bélicas se trata. En esta ocasión, Puente de espías, Spielberg nos muestra la labor en la que se enfrenta el abogado James Donovan al defender a un hombre acusado de ser espía ruso, en plena Guerra Fría. Esta producción es apta para aquellos que no quieren saber la trama de entrada; para aquellos que no son ansiosos, ya que la película avanza de a poco y nos revela las tramas hacia el final. Esta estrategia la vuelve imprevisible y fascinante a la vez, algo que muy pocos directores pueden hacer y salir airosos. La cuarta colaboración de Spielberg con Hanks no defrauda y mantiene en vilo al espectador, no se centra en la guerra, sino que nos muestra la psicología del personaje. Este punto es fundamental para una buena historia, ya que representa el corazón del film. Sumado a las decisiones de su protagonista, estamos ante muchos momentos de tensión que, minuto a minuto, el espectador desconoce el rumbo que pueden tomar los personajes. Los 144 minutos de película no se resienten, al film no le sobra nada y tampoco presenta fisuras desde el guión o en los rubros técnicos. Spielberg demuestra seguridad en cada plano, en cada escena y eso no se ve todos los días. Todo director tiene a su actor fetiche, así como Scorsese rara vez ha fallado con Leonardo Dicaprio o Burton con Johnny Depp. La pareja reseñada aún no ha pasado por un trago amargo, pero a juzgar por los productos brindados parece que están muy lejos de hacerlo.
Star Wars mágica En una época donde los orígenes de los personajes de cuentos están siendo re versionados, era imposible que Peter Pan no llegará. Blancanieves, Caperucita roja, La bella durmiente (Malefica), entre otras habían tenido sus reboots mucho más oscuros. En este caso hay que destacar que Peter Pan no va por ese lado, sino que explora los orígenes del niño del Nunca jamás, pero de forma mucho más suave. Está claro que John Whright, un director que ya había tenido experiencias previas en adaptaciones literarias como Orgullo y Prejuicio (Pride and Prejudice, 2005) o Ana Katerina -2012- tuvo una fuerte influencia en la miniserie de SyFy, Neverland. El argumento es similar: un joven Peter Pan situado en un orfanato de Londres antes de ser secuestrado y llevado a Nunca Jamás, con un destino de convertirse en el mesías de ese mundo, plagado de criaturas extrañas, magia y hadas. Además de tener a Garfio –O Hook, como se lo llama en la versión original – quien es su amigo. Olvídense de Wendy o Campanita (quien tiene sus breves segundos en pantalla) porque esta historia de origen relata cómo un tímido y abandonado Peter Pan -Levi Miller- se convierte en ese intrépido niño que todos conocemos. El director arriesgó darle el protagónico a este joven actor, que brinda un tierno Peter Pan y se lo ve evolucionar. Y como toda historia tiene su villano, es esplendida la actuación sobria y por momentos infantil de Hugh Jackman como Barbanegra, en los trailers parece no verse tan malvado como es pero conforme avanza la trama se evidencia que realmente tiene maldad. Ese enfoque es el que vuelve esta reversión diferente al resto de los cuentos, donde la línea entre el bien y el mal es bastante delgada, mientras que acá los héroes y villanos están bien definidos. Con respecto a Garrett Hedlund, en el papel de Garfio, es difícil imaginar que este personaje se convierta en el peor enemigo de Pan. Su interpretación por momentos parece al de un Indiana Jones, aunque con tintes de Han Solo. Creo que faltó un poco de química con Rooney Mara (Tiger Lily) quien constantemente se mostraba durante todo el film reacia a cruzar palabra con él. Aunque sobre el final deja evidenciar que después de todo sentía algo, hasta incluso parece que el director no se permitió que haya beso entre ambos. Con el cambio de etnia de Tiger Lily, donde se eligió que fuese caucásica en vez de mestiza, cabe mencionar que Wright lo hizo como respuesta por volver de color a personajes caucásicos. Ejemplos hay de sobra como en el caso del género de superhéroes, donde actualmente muchas veces son puntos de debate. El de Rooney Mara no fue la excepción, aunque en el metraje no pareció ser un problema. Los personajes no tendrían su encanto de no ser por la excelente fotografía colorida que el film nos brinda por escena, aunque el 3D no es más que un gasto adicional y no aporta prácticamente nada. Si hay tres escenas es mucho, para aquel que quiera verlo en formato tradicional, que lo haga, ya que no se pierde de nada. En conclusión, hay que ver cómo avanza la historia y si se animan a una secuela. Parece que el director apenas quiso arriesgarse, aunque al final le hubiese agregado algún otro conflicto. Faltó eso: un final abierto.
Los protagonistas no se oxidan Finalmente pudimos ver a Tom Cruise en serios aprietos, ya que en las entregas previas las misiones eran mucho más sencillas y hasta previsibles en muchos casos -no significa que no son buenas películas, todo lo contrario-. Simplemente que su director, Chistopher McQuarrie encontró la forma de hacer evolucionar la saga hacia una misión mucho más peligrosa y no caer en la fórmula repetitiva que muchas sagas de esta magnitud suelen tener. Con Misión: Imposible, Nación Secreta cumplió y eso se puede ver a simple vista. No hay que ser muy crítico para notar lo cómodo que se siente Tom Cruise haciendo las escenas de riesgo, donde no requirió de dobles, denota su excelente estado físico y agilidad. Con eso logró su cometido: transmitir ese entusiasmo al espectador, incluso aquel que no es amigo del género y eso ayuda en el film. Desde el inicio hasta el final el espectador no sabe cómo sigue la cosa, ya que los giros inesperados lo hacen imprevisible. Una excelente escena al comienzo donde puedo verse por medio de los trailers, además de los excelentes paisajes cada vez que cambian de destino, muy típico de la saga haberse respetado eso pese a que cada film cambió de director. Con respecto al argumento, introducir una organización antagónica como el Sindicato puede ser un arma de doble filo, donde no existe término medio: o sale bien o fracasa. No es este el caso, pues representó uno de los más grandes desafíos de la saga. Lo interesante es que las misiones del equipo del FMI tienen sus fallas mientras que el Sindicato muestra sus fortalezas y eso hace al film mucho más armonioso. Además, las situaciones parecen mucho más verosímiles que los films previos, incluso la persecución de las motos. En cuanto a los personajes como punto a destacar es que esta vez no fue la película de Tom Cruise, sino que el protagónico se repartió entre el equipo. Muy bien por el regreso de Ving Rhames como Luther y destaco la química entre Rebecca Ferguson y Tom Cruise. Sin duda es equilibrada entre ambos y ella representa uno de los personajes más interesantes que podría estar a la altura del protagonista. Propio de la saga, incluir bellas mujeres sin grandes atributos, Ferguson no fue la excepción en esta nueva entrega. Creo que es la primera vez que un personaje femenino tiene tanto peso como en este film. Ni Tandie Newton ni Paula Patton llegaron a tener tanta importancia como lo hizo Ferguson. Si miramos atrás, es habitual de Tom Cruise darle lugar a actrices desconocidas tales ejemplos pueden ser Emily Blunt en Al filo del mañana -Edge of Tomorrow, 2014- o con Olga Kurylenko en Oblivion: El tiempo del olvido -Oblivion, 2013-, entre otros films. Con respecto a Simon Pegg, si bien siempre fue el gracioso del equipo, este film tiene un tono mucho más serio que su predecesor, por lo que las risas son muy escasas. Jeremy Renner simplemente quedó relegado a un agente de la CÍA y la inclusión de Alec Baldwin es una de las grandes novedades, que recuerda a la de Kurt Rusell en Rápido y furioso 7 -Furious 7, 2015-. Escasa, pero agradable y con peso. Todo film de acción debe contar con un villano y Sean Harris representa uno de los mejores de la saga. El hecho de no hacerse presente e incluso organizar todo casi sin moverse lo hace completamente letal, misterioso e interesante. Me gusto que su destino no fuera como los de sus predecesores. Hasta acá todo va bien pero hay un factor que le resta puntos: los últimos 10 minutos. Todo el film tiene un guión sólido pero sobre el final quedan más preguntas que respuestas. Decae en generalizaciones y parece más un corte abrupto que un final abierto. Tal vez el director quiso dejar esa puerta en pos de una sexta entrega, pero si esa fue su intención no fue la mejor elección. En resumen Misión Imposible: Nación secreta es uno de los films que mejor sabe hacer Tom Cruise y que ningún fan debe dejar pasar por alto.