Una mañana tranquila en Madrid. Un conjunto de parroquianos desayunan en un bar de la capital española. De pronto un disparo mata a uno de los presentes cuando está por atravesar la puerta. A partir de ese momento el miedo y la paranoia se apoderan de todos los clientes. ¿Quién es el tirador? ¿Están todos los presentes en su mira? ¿Por qué nadie viene a rescatarlos?. Esta es la premisa con la que arranca la cinta de Álex de la Iglesia, una comedia en formato de thriller en la que abundan la tensión, el absurdo y el humor más corrosivo. Al igual que muchas de las películas del director vasco, en esta hay una buena construcción del conflicto, un gran desarrollo dramático (sobre todo en los dos primeros actos) y una buena pintura de los personajes. El problema, se da, en el desenlace, apresurado y previsible. Claro que aquí, la metáfora sobre lo que el ser humano es capaz de hacer en las peores circunstancias, es lo más importante. El monstruo que cada humano alberga en su interior, es algo recurrente en el cine de este director, un retrato que en el metraje se percibe en ámbitos oscuros y cloacales. Si bien la película tiene una estructura coral, y por allí está Terele Pávez haciendo de las suyas, como en La Comunidad, está muy lejos de alcanzar los niveles de solidez de aquella, quizás la mejor de la filmografía del cineasta. Delirante, sórdida y escatológica, El Bar, es una película tan graciosa como brutal, que sin dudas disfrutarán mucho más los ya iniciados en el cine de este autor.
Diana es una amazona que vive en una isla de mujeres concebida y criada para ser una guerrera. Cuando un piloto cae en el lugar, la joven se entera de un conflicto mundial de proporciones: es el momento de que la Mujer Maravilla entre en acción. Ambientada durante la Primera Guerra, esta película retoma el espíritu colorido de las cintas de superhéroes de los ochenta y noventa. El ambiente oscuro y depresivo post Nolan parece haber quedado relegado, dando lugar a un filme en el que la acción es lo más importante. En la historia, saludablemente, se va al grano, por eso el guión no se entrevera en explicaciones, conexiones entre distintas películas o linajes laberínticos para presentar una trama que remite al clásico y efectivo "camino del héroe". Gal Gadot, hermosa y carismática, es una Mujer Maravilla potente, de carácter y de armas tomar. La lente de la cámara la ama y ella lo aprovecha seduciendo en cada plano que le toca jugar. Patty Jenkins, la directora, logra un filme redondo y una mirada elocuente y femenina del Universo DC, sin caer en el feminismo, ni los estereotipos, ni en una fácil mirada sexual del personaje principal. Buenos efectos, una dirección de arte asombrosa y un elenco sólido redondean la mejor cinta de la franquicia iniciada con El Hombre de Acero. Una película con corazón y humor. Merecido opus para un personaje, que como todas las mujeres del mundo, es una maravilla.
La quinta entrega de la franquicia revive a personajes clásicos y los une a una nueva generación de aventureros El pirata más icónico del cine moderno, el Capitán Jack Sparrow (Johnny Depp), regresa en esta historia plagada de aventuras, acción y momentos de fantasía pura. Sparrow deberá enfrentar al Capitán Salazar, un pirata fantasma que junto a su espectral tripulación buscará eliminar a cuanto corsario se cruce en su camino. Para escapar de Salazar, Jack tendrá que hacerse con el Tridente de Poseidón y, para hacerlo unirá fuerzas con una astrónoma Carina Smyth (Kaya Scodelario) y con el hijo de Will Turner, Henry (Brenton Thwaites) Dirigida por los noruegos Joachim Rønning y Espen Sandberg, responsables del galardonado filme Kon-Tiki, la cinta se presenta como un entretenimiento destinado a los fanáticos de la serie (quienes encontrarán varios personajes clásicos) y a las nuevas generaciones de espectadores que se sentirán atraídos por los personajes jóvenes. Johnny Depp se reserva los momentos de máximo humor en el filme, su presencia de clown se complementa con la inquietante y muy bien lograda interpretación de Bardem como Salazar (el mejor villano de la franquicia). En la piel de Sparrow, Depp está en su salsa, cualquier exceso funciona, por lo que la sobreactuación, los gestos y las poses artificiales aquí son un valor agregado, para una caricatura que el actor compone de taquito. También se luce Geoffrey Rush, como el histriónico Barbosa, verlo moverse con su pata de palo y un mono en el hombro es un deleite. Los decorados imponentes, la fotografía, la banda de sonido épica y el resto de los apartados técnicos lucen grandiosos. Los efectos visuales, utilizados tanto para los barcos como para los espectros ayudan a generar una atmósfera fantasmal imponente. Con el espíritu de las cintas de aventuras clásicas y el timing de una atracción en un parque de diversiones, esta quinta entrega funciona, entretiene y resulta mucho más original y divertida que la anterior parte.
Ridley Scott vuelve al universo que él creó en 1979, con una historia que remite a la película original Una nave colonizadora debe hacer una escala técnica en un planeta desolado (al menos en apariencia). Una vez allí los tripulantes deberán enfrentarse al horror que representan las criaturas xenomorfas, entidades alienígenas dispuestas a matar y reproducirse. El filme, es una secuela de Prometeo (anterior visita de Ridley Scott al mundo "Alien"), pero a diferencia de esta, Covenant deja de lado las metáforas existencialistas y los mensajes subliminales para centrarse en el suspenso y horror. Aunque no lo sea, la película, funciona como una remake agiornada de Alien: el octavo pasajero, el largometraje que comenzó todo a finales de los setenta. Scott, vuelve a centrarse en los decorados opresivos, cargados de humo y metal, y construye atmósferas de horror, oscuras y con un buen manejo del "fuera de campo" técnica en la que su filme del 79, fue precursor. Obviamente, aquí los efectos digitales han suplantado a los encantadores muñecos y prótesis originales, pero de todas maneras el espíritu de H.R. Giger aún se mantiene en los "monstruos" y en los enjambres y nidos que sirven de cobijo a la historia. Michael Fassbender en un doble papel de androide, se luce; su frialdad y sus movimientos mecánicos, hacen creíbles a estos dos personajes sintéticos, y además su presencia suma a un efectivo villano a la mitología de Alien. El resto del elenco, remite inevitablemente a la tripulación de Nostromo, y cada uno de los actores tendrá su momento de sanguinolencia explícita, algunas de esas secuencias, no aptas para impresionables. Una tripulación diezmada por un ser alienígena, ya ha sido visto en casi todos los capítulos de la serie, pero sin dudas las nuevas generaciones que no crecieron a la sombra de esta saga, podrán disfrutar de una buena dosis de sci-fi violenta, oscura y depresiva. Para los otros, los que somos fans y temblamos con el "Octavo pasajero", encontrarnos con Scott detrás de cámaras, siempre es un incentivo, aunque esta no sea una de sus mejores performances, su espíritu, su gusto y su experiencia, están allí, en cada rincón inquietante de Covenant.
Una versión moderna que mantiene el espíritu mágico de la historia original Cuando el padre de Arturo es asesinado, y el trono de Inglaterra es tomado por el malvado Vortigern, el legítimo heredero de la corona debe crecer y sobrevivir escondido en las peligrosas calles de Londres. Pero ya adulto, Arturo descubrirá su destino cuando logre sacar "la espada de la piedra". Guy Ritchie es el responsable de esta nueva versión de uno de los mitos británicos más importantes de todos los tiempos. Como hizo con su visión de Sherlock Holmes, el realizador montó la película al ritmo de una banda de sonido estridente y frenética, dotando al metraje de una edición digna de un video clip. La fotografía y los encuadres modernos no desentonan con la estética medieval, aquí condimentada con personajes y criaturas de fantasía. Por supuesto, conviven en el filme las clásicas escenas de "capa y espada" con los enfrentamientos de hechicería que incluyen personajes mitológicos, elefantes gigantescos y magos temibles. Charlie Hunnam es el Arturo ideal de Ritchie. Su postura no es solemne como la de versiones anteriores, es más bien un rebelde pendenciero que debe hacer frente a desafíos que no ha buscado. Jude Law, el villano de turno, disfruta de una sobreactuación muy acorde a su personaje, y junto al resto del variopinto elenco, funcionan a la perfección en el desarrollo de la historia. Con buenos efectos y una dirección de arte prodigiosa, la película avanza a paso firme hasta un climax que es pura acción. Disfrutable de principio a fin, es una tremenda opción pochoclera, que augura el inicio de una nueva saga. Los Caballeros de la Mesa Redonda han llegado a la pantalla para quedarse.
La banda de inadaptados héroes espaciales vuelve en una aventura plagada de acción, humor y música ochentosa Después de salvar (y robar) a una civilización en peligro, el equipo comandado por Peter Quill, se estrella en un planeta desconocido. Allí encuentran a Ego, que no es otro que el padre biológico de Star Lord. James Gunn dirige con pericia esta ópera espacial colorida y pop en donde cada secuencia resulta única y divertida. No es tan original como la primera, pero todo lo bueno que tenía el Vol. 1 aquí está potenciado al máximo. Más psicodélica y lisérgica, también tiene dosis de emotividad y un mensaje familiar muy loable. Así además de la trama clásica, el filme guarda varias revelaciones y presenta muy originales "cameos". El carisma de Chris Pratt se ve agigantado por la presencia de Kurt Russell (excelente incorporación), juntos son dinamita. Todos los personajes son impagables: Gamorra tan sexy como letal, Drax siempre políticamente incorrecto y Rocket eternamente al borde del delito (aunque Baby Groot se va a robar el cariño del público) El diseño visual, plasmado en los distintos rincones de la galaxia, sumado a la selección musical y a la atmósfera retro, hacen de esta aventura galáctica, un cóctel irresistible. Muchos chistes, diálogos ingeniosos, homenajes a la cultura Pop, y acción a raudales. La secuela de Guardianes… es tan grandiosa que hasta se reserva cinco ¡sí, cinco! escenas poscréditos. MARVEL lo hizo de nuevo, ¡Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es de otro mundo!
Pablo Rouviot es un psicoanalista exitoso que se ve envuelto en una trama policial cuando es contratado por Paula, para que oficie como perito de parte y declare inimputable a su hermano, que está acusado de asesinar a su padre. Lo que debía ser una pericia psiquiátrica corriente se transforma en una investigación en donde nada es lo que parece. Benjamín Vicuña se pone en la piel del analista (alter ego inconfundible del propio Gabriel Rolón) en una trama de suspenso, con altas dosis de perversión y truculencia. Su personaje, de tono monocorde, funciona a la perfección (aunque algunos diálogos que parecen poco adaptados suenen demasiado literarios). Maria Eugenia Suárez, en el papel de la hija mayor de una familia "muy particular", se vale más de la mirada que del texto para transmitir la carga emocional que su personaje conlleva. Bella, bien fotografiada, juega algunas de las escenas más provocadoras del filme (incluida una con un "Bestial" Luis Machin). Mas allá del carisma de la pareja protagónica, la fuerza del resto del elenco se ve potenciada por las secuencias que a cada uno de ellos les toca jugar; Nicolas Francella tiene sus momentos de esquizofrenia bien resueltos y Ángela Torres logra meterse en el cuerpo de una nena de 13 para secuencias jugadas, tanto en lo físico como en lo emocional. Ambos jóvenes actores, junto al sólido Osmar Nuñez son los pilares de un filme de género, que nunca reniega del clasicismo. Nicolas Tuozo dota al filme de colores fríos para acentuar la experiencia depresiva y oscura de los personajes. A la vez, se da tiempo de homenajear a algunos clásicos como Ojos Bien Cerrados de Kubrick, en una secuencia orgiástica que combina pasado y presente con gran pericia. Para aquellos amantes de la intriga y del misterio, Los Padecientes puede ser una experiencia cautivante y lograda, sin perder el toque autóctono ni el espíritu de la obra seminal de Rolón.
La película narra los acontecimientos de la Maratón de Boston cuando dos terroristas detonaron bombas caseras Ed Davis (Mark Wahlberg) es un policía de Boston que deberá investigar los acontecimientos de la Maratón en 2013, cuando la explosión de varias bombas provocó un elevado número de víctimas y graves secuelas en los afectados. Así se verá inmerso en una carrera contra el reloj para cazar a los terroristas responsables del atentado. Elaborada por Peter Berg como un thriller de suspenso, esta es una conmovedora e intensa cinta que no solo homenajea a las víctimas y héroes de aquella tragedia, sino que además presenta los hechos con una enorme fidelidad histórica. El director Berg y el actor Mark Wahlberg se han especializado en los últimos tiempos en cintas dramáticas basadas en acontecimientos de la vida real y lo han hecho con estupendos resultados (tanto en El sobreviviente como en Horizonte Profundo). Pero en esté filme, han ido un paso más allá, logrando que la fusión de imágenes verídicas con secuencias recreadas conformen una atmósfera documental muy realista. Otro de los grandes aciertos del filme es no cargar las tintas sobre el terrorismo islámico y centrarse más en las razones y la personalidad de los dos hermanos criminales, responsables de la barbarie. Tensión, momentos de pura emoción y un final esperanzador hacen del filme una experiencia fílmica tan entretenida como sanadora.
Una inquietante cinta en la que dos forenses en medio de una autopsia deben enfrentarse a lo desconocido Un padre y un hijo, ambos médicos, intentan descubrir las causas del deceso de una joven sin nombre cuyo cuerpo ha llegado a la morgue en donde trabajan. Sin signos de violencia, el cadáver oculta un macabro misterio. Esta interesante y modesta cinta de género es una pequeña obra en donde toda la acción se desarrolla en una sola locación (el tanatorio que titula al filme) y es un ejercicio fílmico que no se vale de golpes de efectos gratuitos. El suspenso y el misterio crece a medida que avanza la autopsia, logrando que el espectador descubra cada revelación al mismo tiempo que los protagonistas (impecables Emile Hirsch y Brian Cox). Opresiva, inquietante y original, la cinta es una 'rara avis' dentro del terror cinematográfico. Truculenta, el gore, que lo hay a lo largo del metraje, no es un recurso utilizado para repugnar sino que es parte de una puesta realista. Además, inspirándose en las historias policiales que se desarrollan en 'un cuarto cerrado', la película avanza a fuerza de pistas que finalmente develarán una verdad, una vuelta de tuerca que por fin, no resulta previsible. En su sencillez está su fortaleza. La Morgue es una bocanada de aire fresco en un género con el que cada vez es más difícil sorprenderse.
La octava entrega de la saga contiene una vuelta de “tuerca” que la convierte en una de las mejores de la franquicia Toretto se pasa al "lado oscuro". Cual Anakin tentado por "La Fuerza", el personaje de Vin Diesel se olvida de todo lo que ha pregonado a lo largo de la serie, sobre la amistad, la familia y los lazos de unión y hace equipo con una villana (Charlize Theron) para desatar el caos en el mundo. Claro que esta decisión tiene un por qué, que los espectadores deberán descubrir a lo largo del metraje de Rápidos y Furiosos 8. El histórico "Team" de Dom, encabezados por Hobbs (Dwayne Johnson) y su eterna enamorada Letty (Michelle Rodriguez) deberá apelar a todas sus habilidades al volante para impedir el Apocalipsis. Hace rato ya, que la franquicia de RyF ha dejado de ser una simple película de acción con autos y chicas perreando al ritmo del reggaetón para transformarse en aventuras de "superhombres" haciendo proezas imposibles. Y en ese sentido, esta octava cinta da un paso más, presentado a The Rock casi como un Hulk al que se le ha desteñido el color verde, capaz de lanzar gente por los aires como quien lanza una pelota de beisbol, y sin embargo, estos momentos de "fantasía" no desentonan con el espíritu del filme. Por el contrario, su presencia en pantalla es carismática, fascinante, plagada de humor y lucha. La relación de Hobbs con el villano que encarna Jason Statham (otro de los puntos altos del largometraje) es hilarante. La química entre ambos hace que cada una de las secuencias que les toca jugar resulten tan atrapantes como excitantes. Para los seguidores de la serie, además, hay deparadas muchísimas sorpresas, cameos y referencias (incluido por supuesto, un pequeño golpe bajo final) Diesel, no acapara todo el metraje como ha ocurrido en otros filmes, y eso también se agradece, ya que permite el desarrollo de otros personajes cargados de matices (como la propia villana compuesta por la sudafricana Theron o el asistente torpe pero querible que interprete Scott Eastwood) Los paisajes y locaciones no tienen desperdicio: La Habana es escenario de una picada increíble entre Toretto y un cubano. Una secuencia que hará delirar a los tuercas y fanáticos. Las escenas de acción son grandilocuentes, fastuosas y cortan la respiración. Momentos como el escape en Berlín, o la carrera en el hielo generarán gritos y entusiasmo en la platea. Rápidos y Furiosos 8 es una montaña rusa fílmica, divertida, dinámica pochoclera hasta la médula, arranca a 100 km por hora y no frena hasta el último fundido a negro. ¡Todo lo que el cine de entretenimiento debe ser!