En Martirio Satánico tras escapar de su cautiverio, la pequeña Lucie es internada en una clínica. Terriblemente traumatizada y sin querer recordar nada de lo sucedido, encuentra su único consuelo en la amistad con otra interna, Anna. Quince años después, Lucie buscará venganza. Estamos ante una de las películas de horror más transgresora y polémica de los últimos tiempos. Los hermanos Goetz son los responsables de esta pesadilla fílmica, remake de una extrema producción francesa, una historia con un nivel de crueldad y saña pocas veces vista en la pantalla grande. La violencia es tan impactante como la puesta en escena es impecable. El guión es flojo, casi básico, pero la acción es trepidante y las imágenes horrorosas, por lo que apenas si dan tiempo a analizar el pobre argumento. Las actuaciones, tan creíbles, no hacen más que agudizar el suplicio al que nos someten los realizadores, una verdadera obra macabra que pese a lo explícito de la trama mantiene un halo hipnótico que apela al morbo. Por momentos pornográfica, por momentos obra maestra, es agobiante, oscura, incómoda y sangrienta por lo que resulta difícil quedarse indiferente ante su visionado. Solo para espectadores valientes, no impresionables y en búsqueda de experiencias cinematográficas macabras.
Capitán América: Civil War nos presenta al grupo de héroes conocidos como "Los Vengadores", cuestionados por los constantes daños colaterales que sus acciones dejan. En ese marco Steve Rogers y su equipo se enfrentarán a un conservador Tony Stark decidido a ayudar al gobierno, mientras un malvado villano planea cómo aprovecharse de la situación. Los hermanos Joe y Anthony Russo dirigen esta cinta plagada de acción, efectos, adrenalina y humor, la mejor de la saga, sin dudas. Es todo lo que una película de superhéroes debe ser, el enfrentamiento entre Iron Man y el Capitán América tiene varios niveles de emoción, un conflicto bien desarrollado y jamás pierde el colorido espíritu de las viñetas. Pochoclera hasta la médula, cuenta además con la participación de algunos de los personajes más carismáticos del Universo Marvel: impagable la presencia de Ant-Man, lograda presentación de Black Panther y para aplaudir la recuperación del estandarte del estudio: Spiderman, brillante, locuaz, empático, necesario. La trama inteligente, permite el lucimiento del numeroso reparto de superhombres. Un filme que se disfruta y que tiene la gran virtud de estar dirigida a los fanáticos acérrimos como a los no iniciados. ¡Es para Batman y Superman que lo miran por TV!
El bosque de Karadima relata el caso real de un sacerdote chileno abusador, Fernando Karadima, un párroco protegido por la clase alta en el país trasandino desenmascarado por un adolescente decidido a enfrentar sus miedos y traumas. Más importante por lo que narra que por sus cualidades artísticas, es esta una película correcta, prolija, con actuaciones parejas de un elenco en el que Benjamin Vicuña es la figura principal. Una trama que se vale de recurrentes flash-backs para presentarnos el entorno y la forma de moverse del repulsivo cura abusador. Sin el impacto ni la calidad artística de la reciente ganadora del Oscar, En primera plana, es esta una obra que se pretende de denuncia, pero que al tratarse de un tema poco conocido por estos lares, puede perder cierta fuerza. Mi calificación: 6 puntos
Goodnight Mommy es una cinta de horror distinta. Dos niños sospechan que la mujer que ha regresado del hospital tras ser intervenida en el rostro, no es su madre. Si esta duda es real ¿quién se esconde tras el inquietante vendaje? Narrada desde los ojos de los niños protagonistas, esta fábula oscura y minimalista, apela a los climas para generar una atmósfera de tensión y terror que hiela la sangre. Horror psicológico, suspenso extremo, una sensación constante de locura y de que cualquier cosa puede ocurrir. Notablemente "europea", es una verdadera gema de horror moderno que no necesita de imágenes explícitas para calar hondo en el ánimo de los espectadores. Terror de autor. Una experiencia fílmica surrealista y escalofriante.
¡Salve, César! es un homenaje de los hermanos Coen al cine épico de la época dorada de Hollywood. En medio del rodaje de un filme de corte bíblico, el actor principal es secuestrado, desencadenando el caos en el Estudio Productor. Apelando a sus actores fetiches: George Clooney (deliciosamente sobreactuado), Josh Brolin (en una gran performance), Frances McDormand y estrellas como Scarlett Johansson y Ralph Fiennes, los hermanos más mimados de la Meca del Cine construyen una historia sólida, entretenida, clásica, con momentos de comicidad absurda y ciertos toques de nostalgia. Una película coral imprescindible para los cinéfilos, que hallarán además, infinidad de guiños y referencias a todos los géneros clásicos. Aunque puede resultar un tanto elitista para los espectadores más tradicionales, es una gran muestra del "cine dentro del cine". Su estreno comercial, aunque tardío resulta gratificante.
En Avenida Cloverfield 10 nos encontramos con Michelle una mujer que despierta en un bunker bajo tierra después de sufrir un terrible accidente automovilístico y teme haber sido secuestrada. Su captor, un hombre preparado para el día del Apocalipsis, le dice que ha salvado su vida y le advierte que un terrible ataque con armas químicas ha dejado el mundo exterior inhabitable. Ahora la mujer deberá decidir si le cree a su inquietante samaritano, o se arriesga a escapar. Este thriller inquietante, producido por J.J. Abrams, es un claro heredero de la mítica serie La Dimensión desconocida, un filme que arranca como un claustrofóbico e inquietante ejercicio fílmico sobre la confianza que tras un giro argumental extremo deriva en una situación sorprendente. Impresionante labor de John Goodman, un gigantesco monstruo que no necesita de maquillaje ni efectos para resultar amenazador. Es un filme sorprendente que dejará a muchos espectadores con la boca abierta. No es poca cosa.
Un Darín distinto en Kóblic Kóblic es un capitán del ejército renegado, que en plena dictadura huye del horror buscando refugio en un alejado paraje: la Colonia Helena. Allí, deberá hacer frente al acoso de un comisario déspota y desagradable. Entre medio de ellos, una mujer que también quiere escapar. Sebastian Borensztein dirige su película más adulta y arriesgada, un western clásico en donde no hay héroes ni buenos, solo algún personaje menos malo que su antagonista. Y eso es lo que hace poderosa la actuación de Ricardo Darín (en un registro distinto a sus trabajos más populares), un ser detestable que termina logrando ser empático. Párrafo aparte para Oscar Martínez, un villano a la vieja usanza, una interpretación digna de aplaudir. No estamos ante una película testimonial, el contexto es casi una anécdota, es una historia de redención y venganza, tan opresiva como atrapante.
El libro de la selva toma la clásica historia escrita por Kipling que nos presenta las aventuras de Mowgli, un niño abandonado en la selva y criado por una manada de lobos que debe hacer frente a la amenaza de un gigantesco tigre que quiere acabar con su vida. Jon Favreau dirige con maestría esta adaptación que se nutre tanto de la novela original como de la cinta animada del '67. Es probablemente la película live-action más lograda de toda la factoría Disney. Los efectos especiales han logrado darle humanidad a todos los animales que interactúan con "El Niño de la Selva", el único humano de carne y hueso en el filme, que se vincula con las bestias con una naturalidad asombrosa. En su idioma original, los espectadores podrán disfrutar de Bill Murray dándole la voz al querible Baloo, a Scarlett Johannson interpretando la hipnótica serpiente Kaa y sobre todo a Idris Elba como el temible Shere Khan, un villano de antología. Estamos ante una aventura fílmica atrapante, entretenida, emocionante, para disfrutar en familia y dejarse cautivar por la magia del cine.
Londres bajo fuego es la secuela de Ataque a la Casa Blanca y traslada la acción a la capital Inglesa. Al funeral del primer ministro del Reino Unido asisten los líderes mundiales más importantes. Un ataque terrorista convierte la ceremonia en una masacre de la que el presidente de los Estados Unidos deberá escapar con la ayuda de su jefe de seguridad, el guardaespaldas que ya lo ha salvado en varias oportunidades. Con un argumento un tanto anacrónico, cercano a los filmes de acción de los ochenta, en plena guerra fría, la cinta funciona como un producto de propaganda contra los nuevos villanos del mundo: los extremistas islámicos. Más allá del dudoso gusto de la premisa, funciona como una película de acción pura y dura. Con un montaje de cortes rasantes, secuencias cargadas de adrenalina y un héroe de acción, Gerard Butler, que se ha aprendido todos los clichés y se mueve a sus anchas en las secuencias más extremas. El guión, los diálogos elementales, en realidad son lo de menos para esta producción que apuesta fuerte a los efectos, las explosiones y las secuencias de alto impacto. En ese sentido, el filme cumple con lo que promete: entretenimiento pochoclero para espectadores sin pretensiones artísticas ni intelectuales.
La Bruja se desarrolla en la Nueva Inglaterra del 1600, cuando una familia devotamente cristiana se ve amenazada por las fuerzas de la brujería y la magia negra. Esta sin dudas no es una típica película de horror, aquí no se apela a los lugares comunes del género para hacer saltar al espectador de la butaca. Robert Eggers, el director, construye un ambiente sobrenatural minimalista e inquietante. Sin necesidad de grandes dosis de hemoglobina ni efectos espectaculares, la atmósfera de realidad del filme, narrada con tiempos largos y climas cercanos al "dogma" puede atentar contra los fanáticos del terror extremo y más explícito; pero la realidad es que esta cinta perturbadora es una bocanada de aire fresco entre tantos zombies, vampiros y poseídos recurrentes de la pantalla grande.