Buenos Vecinos 2 vuelve a presentarnos al matrimonio que componen Mac y Kelly, ahora esperando su segundo hijo y lidiando con una nueva fraternidad, en este caso de chicas, que se muda junto a su casa. Para deshacerse de estas estudiantes ruidosas la pareja acudirá a Teddy, el antiguo vecino, para que con su experiencia pueda volver a traer paz al hogar. La primera película resultó original y divertida. Esta, al repetir la fórmula, carece de gracia y frescura. Seth Rogen y Rose Byrne funcionan muy bien como pareja, incluso cuando deben jugar escenas muy escatológicas (algunas de dudoso gusto) y Zac Efron sigue burlándose del estereotipo juvenil que construyó en sus primeros años de carrera. Pero no es suficiente. Algunas bromas generan risas, pero la trama se cae cuando los personajes intentan bajar línea sobre el sexismo y otros lugares comunes. Pese a esto, quienes busquen un entretenimiento liviano y admiren la clásica comedia norteamericana irreverente, podrán encontrar en los 90 minutos de metraje un producto pochoclero y efectista.
La querible pez Dory que conocimos en Buscando a Nemo se encuentra viviendo feliz en un arrecife cuando repentinamente recuerda que tiene una familia en algún lugar que puede estar buscándola. Así, la pez azul junto a Nemo y Marlin se aventuran en una búsqueda plagada de peligros, nuevos amigos y muchas aventuras. Esta segunda entrega del clásico de PIXAR está a la altura de la original y de las mejores producciones del estudio. Andrew Stanton construye un relato con mucho de viaje iniciático, valiéndose de flashbacks que sirven para conocer más del pasado de la protagonista y unir una historia redonda, que fluye como el agua corriente, y apela al humor más clásico. La animación, tradicional, recrea el fondo del mar de manera majestuosa, un azul profundo que contrasta con los colores estridentes de los peces protagonistas. Es además una fábula sobre el amor incondicional de padres e hijos, la superación de los miedos y el poder de la amistad. Claramente además de ser muy entretenida, contiene un mensaje hermoso que emocionara a grandes y chicos por igual.
En El poder de la moda, Tilly Dunnage (Kate Winslet) es una hermosa modista en la Australia de los años cincuenta que, tras muchos años de trabajo en exclusivas casas de moda de París, regresa a su hogar para corregir los errores del pasado. Armada únicamente con su máquina de coser y su excepcional estilo, conseguirá transformar a las mujeres de su pueblo natal además de lograr una dulce y ansiada venganza. Jocelyn Moorhouse regresa a la dirección tras casi 20 años alejada de las cámaras para firmar este melodrama con aires de western, una excéntrica película que va del humor negro más brutal al romanticismo edulcorado sin ningún tipo de coherencia ni formalismo. Una verdadera locura fílmica, con imágenes pictóricas y momentos totalmente lisérgicos, más cercanos al cine de autor que al género. Salvado por sus intérpretes, que hacen lo que pueden con un guión imposible, este intento de filme surrealista resulta tan disparatado como confuso.
En El Conjuro 2, Vera Farmiga y Patrick Wilson interpretan una vez más el papel de Lorraine y Ed Warren, quienes, en una de sus investigaciones paranormales más aterradoras, viajan al norte de Londres para ayudar a una madre soltera que vive sola con sus cuatro hijos en una casa plagada de espíritus malignos. Así como en la primera película el prólogo nos contaba la historia de Annabelle, aquí es el turno de la posesiones de Amytiville, uno de los casos más famosos estudiados por los Warren. Esta intro, terroríficamente climática y filmada con maestría por James Wan, sirve de anticipo para lo que vendrá: dos horas a puro sustos. Un metraje cargado de clima de horror setentoso que eriza la piel en cada fotograma. Bien actuada, excelentemente rodada, es una experiencia fílmica destinada a generar pesadillas, para espectadores valientes. Un nuevo opus del mejor cine de horror.
En El vecino, tras ser el único y desafortunado testigo de una pelea doméstica que termina en un asesinato, Sandu Patrascu deberá convivir en la misma comunidad con quien él cree es el asesino. Un muy interesante thriller rumano, en el que el director Radu Muntean apela a encuadres claustrofóbicos y planos cortos para generar climas asfixiantes. Hay una buena utilización de los planos secuencia (un clásico del cine rumano actual) y una estética minimalista casi documental que aporta un toque de realidad inquietante. Con algo del primer cine de Polanski, la película explora varios géneros, pero nunca de manera explícita, dejando al espectador la libertad de sacar sus propias conclusiones. Alejada del ritmo y la estética del cine industrial, es esta una obra de autor que se nutre de silencios para contar lo que es imposible con palabras.Cine de calidad para espectadores exigentes.
George Clooney y Julia Roberts juntos George Clooney encarna a Lee Gates, un egocéntrico conductor de TV cuyo popular programa de economía lo ha convertido en un gurú para Wall Street. Pero, después de recomendar un valor tecnológico que se desploma misteriosamente, un desencantado inversor irrumpe en su programa y lo toma como rehén junto a su equipo y a su productora estrella Patty Fenn. Jodie Foster detrás de cámaras de El maestro del dinero, marca el ritmo de este thriller en tiempo real sobre la irresponsabilidad y falta de transparencia de algunos medios de comunicación. Para eso no se anda con medias tintas, ni datos secundarios, va directo al grano y nos mete en la acción, generando a medida que pasa el metraje un clima de tensión creciente que hace imposible querer apartar la mirada de la pantalla. Clooney se mueve perfecto en un personaje tan cínico como inescrupuloso, sin embargo su mutación en un periodista responsable y con conciencia social suena poco creíble. Correcta Julia Roberts en su papel de productora controladora, una especie de "Pepe Grillo" de Clooney, aunque es Jack O'Conell quien termina opacando con su performance a las dos estrellas del filme. Simple y directa, técnicamente impecable, resulta entretenida, llevadera aunque muy previsible.
Mente Implacable nos presenta un argumento muy original: las memorias y habilidades de un agente muerto de la CIA le son implantadas a un convicto peligroso e impredecible. Mitad thriller de acción, mitad cinta de ciencia ficción, con referencias a clásicos como Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, y filmes modernos como Contracara, la película está filmada con gran pericia por Aril Vrones, plagada de escenas de alto impacto, suspenso y hasta cierto humor negro. Kevin Costner en el papel principal retoma la senda de sus mejores trabajos, y lo hace acompañado de un elenco de ensueños: Gary Oldman, Gal Gadot, Tommy Lee Jones y Ryan Reynolds. Con cierto tono cercano a las películas de acción ochentosas, es esta una noble muestra de cine 100% pochoclero, montado de manera vertiginosa, resulta directo, entretenido y osado.
Alicia a través del espejo es la secuela de la película de Tim Burton basada en la obra literaria de Lewis Carroll. En esta segunda parte Alicia debe viajar al pasado para rescatar a un deprimido Sombrerero Loco e impedir que El país de las maravillas se transforme en un mundo estéril. Versión muy libre de la obra literaria original, el guión está construido para el lucimiento de cada uno de los actores: la Alicia de Mia Wasikowska, el Sombrerero Loco de Johnny Depp, la Reina Roja de Helena Bonham Carter, la Reina Blanca de Anne Hatheway y el Tiempo, un villano muy logrado encarnado por Sacha Baron Cohen. Un diseño visual grandilocuente, una puesta onírica, por momento lisérgica nos permite disfrutar de fotogramas plagados de color y detalles que son un deleite para los sentidos. La historia puede resultar confusa, sobre todo para los más pequeños, sin embargo el compendio de extravagancias y personajes bizarros resultan irresistibles. El director James Bobin hizo bien los deberes, estudio Burton I y II y le dio una continuidad estética que nunca desentona con la cinta predecesora.
Apocalipsis, el primero y más poderoso de los mutantes del Universo X-Men de Marvel, vuelve a la vida tras miles de años de letargo. Con un grupo de poderosos "jinetes" y un descorazonado y resentido Magneto, esta especie de Semidiós se propone purificar la raza humana y crear un nuevo orden mundial. Mientras el destino de la Tierra pende de un hilo, Raven con la ayuda de Charles, tendrá que liderar un equipo de jóvenes X-Men para salvar a la humanidad de la destrucción total. Bryan Singer demuestra que es un erudito en el tema y utiliza varios Comics como fuente para esta historia que de alguna manera se erige como cierre de la trilogía iniciada con X-Men: First Class. Las versiones más jóvenes de los mutantes funcionan, tienen carisma, son creíbles, empáticos y fieles al espíritu de las viñetas (salvo Jennifer Lawrence que cansada de someterse al proceso de maquillaje, aparece mucho más como Raven que como la azul Mistique). Oscar Issac es un Apocalipsis imponente aunque las grandes capas de maquillaje en su rostro no nos permitan disfrutar de todo su histrionismo. Aprovechando la ambientación ochentosa, el director eligió una banda de sonido contundente que en algunos momentos, empatada con el montaje vertiginoso, nos regala secuencias dignas de un videoclip. Momentos de humor, explosiones para todos los gustos y algunas escenas muy logradas en las que cada mutante tiene su momento de lucimiento. De todas formas, está claro que a la hora de juzgar la interpretación, Michael Fassbender se roba todos los aplausos, su Magneto es tan cruel como sensible, una interpretación cargada de matices para uno de los personajes más emblemáticos. James McAvoy se mueve cómodamente en la silla de Charles Xavier, presentando además en este filme la imagen más iconográfica del líder mutante. Guiños para fanáticos, acción trepidante, intriga, efectos impactantes, una película muy entretenida que se disfruta de principio a fin.
En Mi gran boda Griega 2, Ian y Toula la pareja que conocimos en la primera entrega catorce años atrás, deben lidiar ahora con una hija adolescente a punto de ingresar en el mundo de los adultos y a la vez participar de un nuevo y más bizarro casamiento familiar. Recordada como una de las más originales comedias románticas de la década pasada, esta secuela apela al elemento nostálgico y a la buena química entre la pareja protagónica, una siempre graciosa Nia Vardalos y el galán maduro John Corbette, actores solventes, creíbles que logran traspasar la pantalla. El séquito de familiares griegos que los rodean, conforman un variopinto grupo de personajes muy graciosos y queribles. Además de la semblanza sobre el amor en las distintas generaciones de la vida, el filme hace hincapié en los valores familiares y la importancia de las raíces. Una comedia sin pretensiones, sencilla, sin un argumento rebuscado que funciona y logra hacer reír y emocionar.