Sobrevivir al horror Giorgio Diritti tiene una particular predilección por contar historias que han transcurrido en pueblos de su país. Así, en Il vento fa il suo giro, 2005, una familia francesa dedicada al pastoreo emigra a Chersogno, para crear una industria de quesos, o Piazzati, 2009, donde reconstruye la historia de una feria desarrollada en la plaza del valle de l'Ubaye en Francia, en la cual niños provenientes de los valles de Stura y Maira del Piemonte, eran “alquilados” (hasta la segunda guerra mundial) para el pastoreo y el servicio doméstico. Podría decirse que a Giorgio Diritti le interesa dar a conocer algunas páginas oscuras de la historia de su país, a veces desde un costado más documental, pero siempre con un intenso trabajo de campo. El hombre que vendrá es un ambicioso trabajo sobre la masacre de Monte Sole, cuya historia está contada desde la mirada de Martina, una niña de 8 años que no habla, desde que un hermano muy pequeño muere en sus brazos. El film apela a la memoria mostrando los “matices” de la historia, posiblemente, con la idea de evitar, que 60 años después, no se repitan estas tragedias. Hay un cuidadoso trabajo con documentos y sobrevivientes, con gente que aspiraba a tener una vida normal y de pronto se vio sumergida en algo que le costaba mucho entender. Y que tan bien lo explica Martina, cuando describe con desconcierto e inocencia, al entorno de la violencia: donde aliados, alemanes, partisanos, brigadas guerrilleras del comandante Lupo y fieles a Stalin, finalmente hacen lo mismo: luchar por lo que creen es la verdad y luego matar para lograr sus fines. En este sentido Marzabotto ha sido objeto de muchas polémicas respecto a quienes fueron realmente los que perpetraron la matanza, y en qué medida, si los nazis, si la brigada partisana Stella Rosa al mando del comandante Lupo o si los miembros del partido fascista republicano. Este es también el objetivo de este film, mostrar al entramado que está detrás de toda guerra, que no está hecha precisamente de buenos y malos, sin olvidar de hecho los grados de la perversidad y sobre todo el anonadamiento de aquellos que son tomados por sorpresa y sobre todo los niños, las mujeres y los ancianos. Los que están lejos de medir e impedir la tragedia. En la excelente reconstrucción histórica se destaca la fotografía, la dirección de arte, sumada al acierto de rodar con el dialecto de Bolonia, lo que da como resultado, una mezcla, que contribuye a enriquecer la búsqueda del realismo y a profundizar todo aquello, que dé cuenta de las emociones. Porque a eso apela Diritti. Y el cine y este en particular narra, y muy bien, con la mirada, con los gestos, con esos rostros cargados de creencias, de marcas, de dolores y también de amores. Y a esto se suma la música como elemento dramático, cuya banda sonora (de Marco Biscarini) está armada en base a la mezcla de la tradición de la música italiana, que posee por naturaleza esos elementos basados en la ópera, y aquellos pertenecientes a las canciones tradicionales del lugar, como la canción de cuna. La macacre de Marzabotto se produce en las noches del 28 y 29 de septiembre de 1944, en una redada sin precedentes llevada a cabo por la SS, casi a la misma hora en que nace el segundo hermano de Martina. Ella ahora deberá enfrentarse al miedo, a ver morir a sus seres queridos y a todo un pueblo. Y a pesar de su mudez y de todo el horror que la rodea, deberá enfrentarse al desafío de salvar a este hombre que vendrá. Un crudo relato sobre la realidad, con unas merecidas licencias poéticas, para no dejar de verse y escucharse.
Intentar descifrar alguna señal en el juego de tablero más antiguo del mundo es absurdo. ¿Es posible, que esa señal esté en nuestras manos? "La vida humana es parecida a los dados; si no sale lo que necesitamos hará falta que el arte corrija lo que la suerte nos envió". Terencio Esta es la historia de Alex/Sascha un joven búlgaro, que ha emigrado a Alemania de niño por razones políticas. Acaba de tener un accidente en auto, sus padres mueren, y él queda internado en un hospital, con una amnesia retroactiva. Su abuelo Bai Dan llega de Bulgaria y organiza un viaje espiritual para sacarlo de ese estado, con la decisión de ayudarlo a recobrar su identidad. La propuesta es un viaje de iniciación en un tándem, que no sólo lo transportará a su lugar de origen, sino que a medida que va recobrando la memoria y con ella su pasado, lo hará reecontrarse de a poco consigo mismo. En ese recorrido por el tiempo y el espacio, donde cruzan medio Europa juegan todo el tiempo al backgammon. Dicha práctica, que simboliza su historia y la de su familia lo hará finalmente aceptar, que el destino es el dado que tenemos en nuestras manos, y la vida es un juego a medio camino entre la suerte y la habilidad. El backgammon oficia también como metáfora de la propia vida, un simple juego de azar, que no siempre es tal cosa sino que, de vez en cuando, también se presta a situaciones inverosímiles o a milagros divinos. Seleccionada por Bulgaria para representar al país en los Oscar 2010 en la categoría de film de habla no inglesa, "The World is Big and Salvation Lurks around the Corner", esta adaptación de la novela homónima de Ilija Trojanow comienza con una voz en off, donde por momentos, parece que el relato iniciado a partir de su nacimiento como una chispeante saga familiar, va a ser un retrato de una infancia diferente, disfuncional, quizá más basado en sensaciones, que en hechos puntuales. Pero pronto esa impresión se anula y nos subimos a una suerte de road movie, que alterna drama y comedia, pasado y presente, a partir de la cual, vamos descubriendo la vida de Sascha y la huída de la familia de Bulgaria a Italia, en pleno período estanilista. No obstante la sorpresa es que de pronto, esa cruda descripción de la realidad, se convierte en un relato fantástico. Donde las reglas del juego (del cual Dai Ban es el rey en su pueblo) son las del backgammon. Y esa es la verdadera ruta a seguir. Nada es imprevisible en la historia, no obstante Komandarev se las arregla, para que la misma no se venga abajo durante las casi dos horas de duración. Esta fábula vital a modo de drama intimista y emotivo, muestra al siempre genial Miki Manojlovic ( Underground - Gato Negro, Gato Blanco – La Otra América) y más recientemente en el 25º Festival de Mar del Plata en Entre Nosotros / Just Between Us / Neka ostame medju nama Us de Rajko Grlic, una coproducción de Croacia- Servia y Eslovenia. El personaje del nieto (que en la novela es el sobrino) es Carlo Ljubek, a quien tanto la mirada, como la abundancia de planos fijos favorecen felizmente su actuación. Ambos conforman una dupla de carácter épico, donde deben seguir unidos, para poder salir adelante y darle curso al happy end. Si bien el film está dirigido con solvencia. Es una pena, que no le deje nada librado a la imaginación del espectador. No obstante tiene afortunadamente muchos más aciertos que errores. Vivimos en un mundo al parecer saturado de dificultades donde, dados los avances tecnológicos, la comunicación tendría que ser casi perfecta. Lo cierto es muchas veces quedamos bollando en la superficie, solos, sin atrevernos a bucear un poco, para saber cómo “debemos vivir nuestras vidas”. Los que piensan encontrar en este film un buceo complejo, encuentros inesperados, una compleja psicología de los personajes y mucho trabajo como espectadores para descifrar la historia, están en el camino equivocado. La filosofía a la que adhiere “El mundo es grande..” es a la del juego más antiguo de la historia, el backgammon, típico de la zona de los Balcanes, donde se suma al viaje como elemento histórico de catarsis y cambio. Stephan Komandarev, ha tratado de llevar a la pantalla una historia sencilla, que habla de superar los obstáculos con humor y “donde absolutamente todo es posible”, hasta encontrar un autito escondido casi 20 años atrás detrás de una piedra. ¿Y por qué no? Si absolutamente todos los libros más vendidos de autoayuda están centrados en esa posibilidad, como “el secreto” para conseguir todo lo que deseamos, basta con desearlo y desde ya… ¡imaginarlo e imaginarse! El libro Por su parte, Ilija Trojanow, su guionista publicó en 1966 su primera novela, con grandes rasgos autobiográficos, Die Welt ist groß und Rettung lauert überall (Hanser, 1996; en 1998 se publicó la traducción española con el título de El mundo es grande y la salvación acecha por todas partes). A esta la siguieron otras novelas de viajes, como Hundezeiten (Hanser, 1999), An den inneren Ufern Indiens (Hanser, 2003) y Zu den heiligen Quellen des Islam (Malik, 2004). Autor de El coleccionista de mundos -recientemente traducido al español y publicada por Tusquets-, libro que ha vendido ya más de cuatrocientos mil ejemplares en Alemania desde que fue elegido como la mejor novela del 2006, y galardonada con el premio de la Feria del Libro de Leipzig. Siete años necesitó para escribir la biografía novelada de Sir Richard Burton, famoso explorador inglés del siglo XIX, narrada desde diferentes puntos de vista, también por el africano que guía la expedición. Una acrobacia de la mirada y un desafío del lenguaje, posible para alguien como Trojanow, que habla cinco idiomas, y cuya infancia y juventud transcurrió en Kenia e India. Y a quien se lo considera un narrador contemporáneo en lengua alemana con un gran gusto por la fabulación, y que como pocos han abordado con un espíritu tan lúdico y original los grandes acontecimientos de la historia europea más reciente. Existe por lo tanto una pasión y una experiencia vital en esta temática por parte de su guionista: ”Para mí lo más importante no es el viaje desde casa al extranjero, y luego el retorno, sino la experiencia de ser extranjero en tu propio país, desde el punto de vista lingüístico…” A lo cual agregaría, extranjero, en el modo de percibir y vivir el mundo. Bai Dan realiza con su nieto un viaje de retorno a sus orígenes, por eso alude a un itinerario mítico, como es la Ruta de la Seda, aunque esta no sea la ruta abordada por ambos. Podría ser una justificación pensar en que Stephan Komandarev ha respetado en su adaptación el espíritu del texto literario, lo cual no ha sido una elección muy feliz. Sería algo así como en la Argentina respetar en una adaptación El vestido rosa de César Aira. O la obra de Angélica Gorodischer, como lo hizo acertadamente María Victoria Menis en la Cámara Oscura. Argentina/ Francia ,2008. Cargado de las mejores intenciones y acompañado de una maravillosa fotografía, que invita a viajar “El mundo es grande y la salvación esta a la vuelta de la esquina” es un film de perfecto entertiment, que no casualmente lleva acumulado varios premios del público. ¡Vamos por eso!
A Pablo José Meza le interesan los estados extremos de la vida: la niñez y la vejez. Y en ambos casos se ocupa de hablar tanto de la comunicación, como de la incomunicación entre las personas. Aquello que los aglutina, quizás como una marca para toda la vida, y aquello a lo que sólo la soledad y la necesidad de sobrevivir los acerca, no sabemos por cuento tiempo. Me refiero a la temática de sus dos films, Buenos Aires 100 Kms (2005) y ahora su segundo largo La vieja de atrás o (la vieja del 9 B). Un joven de La Pampa intenta seguir estudiando medicina en Buenos Aires, mientras busca trabajo y reparte volantes. En frente del departamento que alquila vive una mujer mayor con un pájaro. Un desperfecto en el ascensor dará lugar a un ofrecimiento: la mujer canjeará al joven, alojamiento y comida, por un poco de charla al levantarse y un poco más, antes de dormir. Una cámara lenta, morosa muestra la cotidianeidad con inmensos primeros planos, que se detienen en un fuego, una jaula, una pava, mientras el relato avanza (sin música extradiegética) cruzando el ámbito oscuro de lo privado, con el bullicio de la gran ciudad, sumado a un obsesivo trabajo, focalizado en la descripción de la imagen y el sonido. El adentro y el afuera son implacables y ambos dan cuenta, de que la comunicación cuesta y mucho. Que encontrar interlocutores válidos es casi una utopía, y Meza lo hace mostrando estos universos casi irreconciliables, con verosimilitud y un cuidadoso manejo de cámara, pero apoyándose en dos excelentes actuaciones, donde se ve claramente un inmenso esfuerzo, para que el espectador pueda sentir, la sicología de sus personajes. Sus dudas, sus temores, sus resquemores, las sensaciones de asco hacia lo desconocido, su naturalidad y sus necesidades. Marcelo quiere continuar su carrera y Rosa pretende llenar el vacío de su vida con la presencia de éste. Pero la distancia entre ambos deseos se acrecienta. Una familia que espera al joven para ayudar en el campo y una anciana frustrada con demasiadas neurosis, tantas como tiene la vida misma traducida sin artificios, más aún, con una descarnada austeridad. Mientras un televisor permanece prendido con la información de un noticiero, como un modo de hablar de la realidad y de “la realidad” de estos y otros seres humanos con vidas semejantes, Ay Soledad suena y se escucha, que…la vida es un destino sin vuelta…
Ganadora en Mar del Plata hace un par de años, película dura de Amat Escalante sobre los ilegales y las fronteras. Daños Colaterales. “Siento que Los Bastardos formo parte de mi, de ciertas consecuencias de mis experiencias y circunstancias de vida, que estaban fuera de mi control. He vivido casi el mismo tiempo en E.U.A que en México. Mi papá cruzó la frontera como ilegal antes de que yo naciera, y se lastimo las manos. Me ha contado esta historia muchas veces, y de alguna manera me pareció extraño el tener que saltar una valla y arriesgar tanto ¿y para qué? Otro familiar cercano cruzo la frontera arrastrándose por una alcantarilla durante 12 horas. Imagino que estas son las semillas de algo que terminó en Los Bastardos, junto con muchas otras experiencias que he escuchado. El guión fue escrito junto a mi hermano Martín, a la distancia…” Amat Escalante La experiencia de la violencia, no es un hecho neutral, ya que está hecha por individuos o por instituciones. Por lo tanto no es una tara biológica, ya que los hombres no son animales malvados, pero muchas veces, ésta no puede ser tratada, ni interrumpida y allí es donde a veces se produce la tragedia, y los daños colaterales, que ésta genera. Los Bastardos es la historia de un hombre y un muchacho, que interpretan papeles similares. Pero que son sobre todo personas/jes, que se desplazan sobre ese gran escenario de la violencia, que son las fronteras, con esa quietud, esa expectativa de la nada, ancladas en un sin lugar, estático y minimalista, como las tomas fijas de la narrativa de Escalante. De algún modo indirecto una alegoría, parecida a los nombres de sus personajes: Jesús y Fausto. Una dicotomía, que se continúa en los dos mundos que muestra el film. El de la miseria, el hambre, la desprotección y la incertidumbre del mañana representado por los ilegales, y el de una mediana burguesía, que pretende salir del infierno a través de una opuesta estructura económica y social. Pero que realmente sobrevive con la misma soledad y desesperanza, donde lo único que los une es el espanto, la desidia, la confusión y el crack. Su director, co-guionista y co-montajista Amat Escalante vivió indirectamente a través de su padre y un familiar, la experiencia de cruzar la frontera como ilegal. Y eso es una marca, que ha trasladado a su film. Y es también uno de los daños colaterales, que sirvió de motivación a su director para hacer su segundo largo. El film comienza con los créditos iniciales en negrita, despojados, minimalistas, alternados con planos fundidos en rojo y ya aparece la tensión. Aunque la primera escena sigue a dos hombres en lo que parece es una gran cañada, casi en tiempo real, lo cual no molesta, sabemos que estamos en la periferia y que esos dos hombres no van hacia una casa, mucho menos hacia un hogar, en todo caso van a la deriva. Amat Escalante hace un cine, que no es fácil de digerir. Es como esos platos, que una sabe, que pasarán su factura a posteriori, pero que es importante haberlos probado. ¿Por qué? Porque no sólo es un cine diferente, absolutamente despojado de convencionalismos, casi tan brutal, como brutales y humanas son las pulsiones, a las cuales se entregan sus personajes, afectados por sus realidades, y por las consecuencias del consumo de la droga. (Otro daño colateral aunque voluntario). Ocurre además, que Los Bastardos está muy bien hecho. Todo está logrado: Clima, imagen, sonido, guión, fotografía. Lo cual no implica que sea un cine para que el espectador consuma alegremente. Porque afecta… ya que da cuenta de la realidad. De hecho hay al menos una docena de documentales, que tratan este tema, y que son desgarradores. Pero esto es una ficción. Fausto y Jesús entran en la casa de una mujer que acaba de estar sirviéndole la comida a su hijo, con quien se comunica en forma elemental. La soledad, la impotencia, la sumisión y la droga harán que ella interprete la intromisión de ambos, como una venganza de su marido. El poco conocimiento de la lengua extranjera sumada al consumo de crack, dará lugar a que las pulsiones más bestiales se disparen. Escalante no cree que los hombres sean paradigmas de bondad o maldad, sino que a veces dependiendo de las circunstancias que los rodean, pueden interpretar el papel del diablo o de Dios, aunque quizás nunca lleguen a saberlo. Es provable que de allí provenga la analogía de la elección de sus nombres. Lo cierto es, que no puede negársele el mérito de mostrar, que las violencias se remiten una a la otra, y que Siempre una forma de violencia está hecha a imagen de otra. La escena final se detiene en el rostro de Fausto cosechado frutillas, mientras las lágrimas caen en un rostro marcado no sólo por el sol, sino por los daños colaterales e irreparables, que dejan las tragedias. Premios y Festivales Estreno mundial en Selección Oficial Un certain Regard Festival de Cannes Mejor película Latinoamericana - Festival de Mar de Plata. (2008) Segundo premio de la Crítica Internacional - Festival de Cine de Lima. Mejor película - Sección Nuevas Visiones, Festival de Cine de Sitges Mejor película - Sección Largometrajes mexicanos, Festival de Cine de Morelia Mejor director - Festival Internacional de Cine de Bratislava Premio especial del Jurado - Courmayeur Film Noir Italia
El perseguidor es un relato circular, que comienza y cierra con una pareja arrastrando lo que suponemos, es un cadáver, mientras observamos que ambos están llenos de sangre. A partir de allí se van produciendo pequeños raccontos. donde nos enteramos que él es neurocirujano; que un paciente ha muerto en una situación confusa; que ella es arquitecta; y ya de regreso en la ciudad, que tienen una hija, una nieta y que ella tiene un amante. Si bien el filme logra por momentos un muy buen clima, éste no alcanza. Ya que el abuso de la cámara no justifica la falta de enfoque, el fuera de foco o la falta de pulso de “una cámara-rográfo” que está muy lejos actuar como voyeur, ya que éste se supone concentrado en su objeto de deseo. Aunque el director insista en mostrar los dos registros. Al margen de que, contradictoriamente en los diálogos, se mueve muy bien en la zona de la elipsis, de aquello de lo que no se habla. Si hay un flashback, está de más un cartelito que anuncie “tres días antes” (creo). Más si desea mantener un clima de suspenso y de caos. En los años 80, Brian De Palma tocó este tema, aunque desde otra propuesta, en Doble de cuerpo (Body Double), con Melanie Griffith como protagonista. En 1989 el cineasta francés Patrice Leconte mostró a un voyeur enamorado en su film Monsieur Hire; protagonizado por una muy joven Sandrine Bonnaire y Michel Blanc, en el papel de Monsieur Hire. Y recientemente, el director austriaco Michael Haneke mostró su perspectiva en “Caché”, una producción franco-austriaca estrenada en el 2005. Omito las comparaciones con Lars Von Trier y los que se identificaron con Dogma 95. Pero llevar una cámara escondida entre las ropas y perseguir a las personas, para imaginar cómo pueden ser sus vidas o los secretos que esconden, resulta casi un juego que desde niños todos hemos hecho o hacemos. El mirón o el observador, si bien no actúa directamente con lo observado, tampoco acude al vértigo, porque se marea y marea. A pesar de la excelente actuación de Marita Ballesteros y de un muy buen desempeño actoral de Alejo Mango, el espectador termina con un insufrible dolor de cabeza, que no deviene de la persecutoria filmación, ni del misterio a veces logrado, sino desde un innecesario movimiento de cámara. Siguiendo el linaje de Pablo Fendrik, en la búsqueda de tensión, o en la apropiación de algunos elementos del thriller, con menores elementos de violencia, e intentando alejarse de las convenciones de género, Victor Cruz, con ésta, su ópera prima tiene que rever algunas cosas para su próximo filme, que no obstante, logra encontrar bastante de lo que persigue.
Cuatro amantes frente a la muerte Frente al ensordecedor silencio del mar, afloran las preguntas: ¿cómo abordar un duelo? ¿Qué dan por sentado sobre la muerte? ¿Qué diferentes estados se transitan con respecto a un mismo duelo? ¿Qué sentimientos ocultos aparecen? ¿Por qué se creen sentir cosas que no se sienten pero dicen hay que sentir y las hacen propias? ¿Qué vibraciones insospechadas podrían llegar y cambiar de lleno su idea de la muerte? 432 Uno, es el relato de cuatro mujeres, que deciden ir juntas a una playa a la que el amante de todas solía concurrir. La idea que las convoca es esparcir sus cenizas entre la arena. Una producción independiente, con una muy buena fotografía, que trabaja con primeros planos segmentados, casi como un collage en contraste con una imagen de la inmensidad del mar, de su horizonte y con un constante ruido del mismo. Casi como una dificultad sonora, que hace difícil escuchar los casi nulos diálogos que se establecen entre ellas. Filmada en su mayoría en blanco y negro, el color aparece por instantes, y a veces coinciden con la puesta del sol. Del mismo modo, que aparece un niño que juega con una ellas y del cual no hay referentes. Dos visten de negro y dos de blanco y aparecen en la primera escena en cuatro reposeras frente al mar, casi mudas, con sus anteojos negros y sus sombreros. En un intento por dar cuenta del sentimiento de duelo que cada una aborda de modo diferente, un saxo suena, mientras el espectador imagina la historia de Diego con estas mujeres. Hay un juego interesante entre la luz y la sombra y en el modo de captar cada recorte del cuerpo, cruzado a veces entre las ramas de una vegetación seca, que se encuentra a unos metros de la playa. Con actuaciones desparejas y a pesar de un clima que no logra siempre la misma intensidad, este film de Mercedes Farriols es una apuesta valiente a un cine de autor, que remite a dar cuenta de una construcción inusual del género. Y donde su directora al final del film, se da el gusto de cantar un cha- cha- cha de su autoría.
Silvio Soldini posee una particular preocupación, por las relaciones humanas entre hombres y mujeres y sus sueños. Constante, que se da en toda su filmografía, desde Un´anima divisa in due (1993), donde Fabrizio Bentivoglio obtuviera el premio al mejor actor en el Festival de Venecia. Su reconocimiento internacional lo obtuvo con Pan y Tulipanes (2000), su primera comedia, donde Rosalba, una ama de casa de Pesara, que queda olvidada en un área de servicio, se encuentra de repente yendo hacia Venecia (su sueño), quien se atreve a hacer una aventura de su vida, concentrándose en el ahora, tomando una decisión a la cual se animan unos pocos. Tobías, en Brucio nel vento (2002) quien desde una depresión, se refugia en la escritura, mientras sueña con una mujer imaginaria, que luego se materializa en Carolina, una amiga de la infancia, cuyo amor, en un pasado imposible, se transforma en su única razón para vivir. Ágata e la tempesta (2004) donde una mujer de 44 años establece una relación pasional inesperada, con un hombre mucho menor que ella. O la más reciente Giorni e Nuvole, estrenada como Sonrisas y Lágrimas (2007), un drama familiar donde el marido pierde su trabajo, ella acaba de graduarse, su hija acaba de cumplir 20 años y ve la oportunidad de dedicarse a lo que siempre soñó… La tensión reside en que la pareja subsista o se descalabre…finalmente el amor vence a la adversidad. En Cosa voglio di piu esta preocupación y su trabajo crecen. Soldini acentúa la mirada hacia sus personajes, no con fines ni sicológicos, ni sociológicos, sino con una participación afectiva más íntima. Hay muchas maneras de contar una historia de amor. Soldini elige la cercanía de una cámara fija o móvil, en un estrecho contacto, con las caras, los gestos, las miradas, las respiraciones. Dando cuenta de cada una de sus reacciones y acciones; de sus miedos; y de esa fuerza, que siempre se mueve entre el miedo el sexo, que es la Pasión. Una fuerza que arrasa con el sentido común y que contiene una violencia irreprimible, casi como el nacimiento del hijo de la hermana de Anna, la protagonista del film y la segunda escena del mismo. El conflicto económico planteado en Giorni e Nuvole (2007), allí determinante. Acá aparece lentamente, va in crescendo, y está presente no sólo en ellos, sino en el contexto familiar de ambos. El amor es la pulsión fundamental del ser, la libido que empuja toda existencia a realizarse en la acción. El tema es que muchas veces este aparece de improviso, como un juego, una curiosidad hacia ese objeto donde luego se posa el Deseo, imposible de mover. Territorio, que se parece a un puente que todos quieren cruzar, donde se puede perder el alma o encontrarla. Es que los puentes unen y a la vez separan. Y los límites, no son sólo los límites de nuestros cuerpos y de nuestras almas. ¿Y cómo son esas almas? Algunas veces armonía de los contarios y otras, unión de los semejantes, pero siempre y en todos los casos deseo de la unidad. Lo cierto es que esto que podría analizarse desde la metafísica, pasando por la sicología, hacia la física. Es algo que felizmente les ocurre a los mortales, que es enamorarse. El inconveniente de este sentimiento, que muchas veces se parece a una enfermedad, por el grado de obsesividad que genera, puede lastimar a los que los rodean. Las relaciones amorosas paralelas, suelen ser difíciles, más aún cuando se tienen problemas económicos. Caída brusca hacia una realidad, que muchas veces los determina. Anna es una buena persona, que vive con su pareja en una cálida armonía, hasta que aparece Doménico, un hombre casado con dos hijos pequeños y con una apretada situación económica. Ambos se debaten entre la pasión y la tortura que genera la culpa. Acontece, que aquello con lo que se ha fantaseado toda una vida irrumpe de pronto… y no siempre es el tiempo adecuado y los amantes no se juegan del mismo modo. Anna y Doménico atraviesan una profunda crisis, donde las certezas de sus vidas tambalean. Sus vidas juntas son dos horas por semana en un hotel, y la angustia de ambos crece, hasta que Anna decide que se merece algo más… Cosa voglio di piu es un film bello y conmovedor, sobre un universo pequeño y cotidiano, que habla y muestra la intimidad de una pareja en ese momento mágico, que es conocerse y reconocerse en el otro. Pero da cuenta también del dolor, que causa precisamente en los amantes, cuando ambos se corren, de lo que suponen es el centro de sus vidas, al mismo tiempo que reconocen la imposibilidad de dar curso a sus sentimientos, porque no pueden armar un proyecto común. Porque el verdadero drama lo viven sus protagonistas con su estremecimiento; exaltación; pasión y su deseo de fusión imposible, de catástrofe y contradicciones. Dos excelentes actuaciones para destacar, y dos instantes, dos miradas para subrayar, que prefiguran el final, (en todo caso siempre es la mirada, la que determina el giro del personaje) la de Domenico (Pier Francesso Favino) cuando emerge del agua en la pileta y mira a Anna, que lo observa desde la grada. Y Anna (Alba Rohrwacher) en el balcón mirando a dos mujeres sacudiendo unas alfombras, pasando de la tristeza, al recuerdo, luego esbozando una sonrisa, mientras sus ojos se corren lentos y seguros hacia el horizonte. “Fui inspirado a hacer este film por dos cosas diferentes: “El deseo de tener una mirada real de las personas, y relatarlo desde el interior, desde un ángulo acerca de lo que puede sucederle a la gente común; y el deseo de taclear la historia de un amor apasionado en el sentido más directo posible, siguiendo a los personajes ensu viaje emocional, estar bien cerca de la verdad en cada momento.” “Todo comenzó cuando una amiga mía,que trabajaba de secretaria me contó acerca de lo que estaba viviendo, por primera vez en su vida”.
Che un hombre nuevo le permite al espectador acercarse, tanto a la vida como a la obra, de una de las más importantes personalidades contemporáneas: Ernesto “Che” Guevara, un mito perteneciente a la historia de nuestra querida y vapuleada Latinoamérica. “Seamos realistas... Soñemos lo imposible... Che Guevara... La lucha de un hombre, por hacer realidad el sueño de un hombre nuevo. En una entrevista que le realizó Carmen Guarini en 1995 (Revista film Nº 14), Fernando Birri recordó que en ocasión de una visita de Francis Ford Coppola a San Antonio de los Baños (Cuba), el director dejó un graffiti que decía: “Art Never Sleeps” (el arte nunca duerme) y él agregó: “Pero sueña con los ojos abiertos”. Soñar, sí, es una condición propia del cine, pero con la mirada puesta en el entorno. Porque el cine es también, testimonio y documento, aunque a veces nos duela. Las imágenes, que nos ofrece Bauer en este film, no sólo ofician de pruebas, en beneficio de una argumentación, que yace en el imaginario político- social de la humanidad, y, que reconoce en el Che, algo más que un ícono, sino a un modelo de hombre, al que millones de seres humanos aspiraron, aspiran y aspirarán convertirse. Sino que además nos ofrece el testimonio político y la ética de su creador, quiero decir, su medida política e ideológica. Bauer construye un film ante todo poético, que nos muestra al Che por el Che, que da cuenta de un Che culto, apasionado, un teórico de la revolución y al indiscutido “revolucionario” del siglo XX. Indiscutido desde su entrega total a un ideal. Y lo hace con una inocultable tendencia épica. El documental aborda un espacio historiográfico, que los llevó a filmar en Argentina, Perú, Bolivia y Cuba, tras doce años de investigación. Donde se muestran por primera vez materiales pertenecientes al orden de lo privado, (de Aleida March, esposa del Che), tales como películas caseras, cintas magnetofónicas, textos, cartas y fotos familiares, los cuales habían trascendido, solamente en ámbitos muy cerrados. Materiales militares facilitados por el presidente de Bolivia, Evo Morales, sumados, a una recopilación sin precedentes de lo existente. La imagen que se construye no es la de un soñador utópico, ni la del héroe legendario, menos obviamente, la de un aventurero listo para la lucha, por la lucha. Por esto Bauer elige para narrar su historia, la forma de una biografía personal, donde el relato es abordado a través de la propia palabra del Che inscripta en los innumerables textos, que escribió durante toda su vida, aún en las circunstancias más adversas. En ellos esta presente su necesidad de escribir, de leer, de reflexionar, su pasión por la poesía y su coherencia entre el pensamiento y la acción. El objetivo de presentar al Che por el Che a través de su propio discurso escrito u oral, remite a mostrar no sólo al hombre de acción, ni al joven de la aventura iniciática, sino que da cuenta de un hombre con un pensamiento profundo, de una persistente búsqueda intelectual, y de una aguda percepción de la realidad pasada, presente y futura. Martí aspiraba a que con la cultura, la educación, la inteligencia y la bondad el hombre fuera más feliz y pudiera alcanzar los planos más altos de la condición humana. ¿Se trataba de una utopía? Utopía fue y es también, la larga evolución de la historia natural que nos condujo a ser hombres y mujeres, y todos llevamos con nosotros, la aspiración utópica, que nos hace a veces ceñirnos a aquella estrella, que nos ilumina y nos mata, y eso es absolutamente humano y puede aplicarse no sólo al ámbito de lo político La idea de alcanzar a ser un hombre superior – que el Che lo formula como el hombre nuevo– tiene fundamentos científicos. Hay que basarse en lo que existe y en lo que se aspira a que exista para confirmar la certeza de lo que podemos alcanzar. Hay que situarla como germen esencial de las ansias de mejoramiento universal del hombre; ha de fundamentarse tanto en su carácter ideal como en el análisis de sus posibilidades. Ciencia y utopía, he ahí la dialéctica que no suele entenderse por los metafísicos, ni tampoco por los pragmatistas anclados en los aspectos más superficiales de la práctica humana. En América Latina y el Caribe existe una tradición intelectual que exalta la utopía. Esto está presente en nuestros próceres y pensadores desde Simón Bolívar en adelante. Y sin lugar a dudas el Che pertenece a ese linaje. Lo que hacen Bauer y Carolina Scaglione, (como co-guionista e investigadora del mismo) es deconstruir la figura mítica, para construir al hombre: niño, adolescente, hijo, padre, marido, compañero, aquel que susurra versos de Los Heraldos Negros de Vallejo y Neruda o aquel que cuenta, que sólo lleva consigo, el pañuelo de gasa de su mujer y el llavero de su madre. A diferencia de una ficción, que siempre nos ofrece el espacio conjetural de la metáfora, en el documental tenemos constancia de cómo ven o miran los realizadores a sus congéneres, ya que éste es: el registro de esa mirada. El estilo de Bauer, que vuelve al mejor Bauer posee también la cualidad ética de dicha perspectiva.
Una consigna histórica con poca prensa Ni Dios, ni patrón, ni marido es una historia generada a partir de un personaje real: Virginia Bolten, la mujer que realiza el primer diario feminista del mundo, denominado “La voz de la mujer”, que da cuenta en 1985, desde una perspectiva feminista- anarquista, de una defensa de los derechos elementales de la mujer. En él contribuyeron no sólo obreras argentinas, sino italianas y españolas, ya que estamos en un momento de auge de la inmigración, en nuestro país. Es el sexto filme de Laura Mañá (Barcelona, España, 1968), cuyo guión escrito en conjunto con Graciela Maggie y Esther Goris puede resultar un buen punto de arranque para reflexionar sobre la condición de la mujer y sobre sus luchas siempre acalladas no sólo en el momento de los hechos, sino a través del silenciamiento de la Historia. No es casual pensando en la filmografía de Laura Mañá como en sus participaciones como actriz, que se hayan unido, tanto con Graciela Maggie, como con Esther Goris, para la construcción del mismo. Ya que hay un trasfondo, desde diferentes espacios, de reflexión sobre las prácticas y roles del género femenino. Sus elecciones profesionales dan cuenta de ello, incluso, desde esa excelente sección, que fuera “La mujer y el cine”, perteneciente a nuestro querido Festival Internacional de Mar del Plata. Virginia Bolten, hija de un vendedor ambulante alemán. Encabeza el 1 de mayo de 1890, la primera manifestación en conmemoración de los Mártires de Chicago enarbolando una bandera negra, con una consigna en letras rojas: 1 de Mayo: Fraternidad Universal. A posteriori de pronunciar un discurso revolucionario de corte anarquista es detenida, por atentar contra el “orden social”. Su militancia en la Argentina y en el Uruguay fue muy intensa, tanto discursivamente, como en el terreno de la acción, no sólo por la defensa de los derechos de las mujeres en particular, sino de los trabajadores en general, siempre desde una perspectiva basada en los postulados del anarquismo. Su historia fue lo que disparó el deseo de realizar una ficción con el nombre de la consigna con que aparece el periódico “La voz de la mujer”, primero en reunir las ideas comunistas, anarquistas y feministas en Latinoamérica. Con un elenco talentoso, lleno de grandes figuras tanto argentinas como españolas y con un gran despliegue de producción, donde se destaca la reconstrucción de la época, la dirección de arte y el vestuario. Ni Dios, ni patrón, ni marido es sin dudas un filme con buenas intenciones donde se cuentan dos historias paralelas: la de Virginia Bolten, (Eugenia Tobal) y la de Lucía Boldoni (Esther Goris) en quien, a sus circunstancias personales, se suman a las vivencias de este grupo de mujeres militantes, a las cuales se acerca, desde otro lugar de exclusión. Lo más valioso del filme, lo cual es una pena, no radica en la verosimilitud de los dramas que se narran, que no llegan nunca a la nota precisa, sino que es posible, que éste le permita al espectador reflexionar sobre un contenido con muy poca prensa que habla de un grupo de mujeres, que supieron combatir… Sabemos que el género es y ha sido una construcción social y cultural y que los valores éticos, estéticos y religiosos de cada época han incidido en dicha construcción histórica. El tema del imaginario social, en tanto universo de significaciones, que constituyen una sociedad, es inseparable del problema del poder. Y en este sentido, la historia de cómo han sido repartidas las jerarquías, las prácticas,y los sistemas de valores legitimados por la sociedad siguen siendo actualmente, asuntos para reflexionar y accionar. Pensando en el Bicentenario, si nos remontamos a estos últimos doscientos años es una realidad, que estos modelos sociales han ido mutando, aunque no del mismo modo en todos los niveles socioeconómicos. Estos son más profundos en las capas pertenecientes a la clase media mientras que los polos de éstas, (la clase alta y la baja) ambas conservan mayores resabios, ya sea por la tradición en un caso y en el otro por la consabida desprotección. Los temas de los embarazos adolescentes, las condiciones de trabajo precario y la violencia doméstica fueron y siguen siendo, el pan nuestro de todos los días. Entrevista Esther Goris, a propósito de “Ni Dios, ni patrón, ni marido” -¿Como surge este proyecto, cuando y porqué? -Surge en 1998, cuando la Universidad de Quilmes publica los números de “La voz de la mujeres”, primer diario que reivindica los derechos de las mujeres en la Argentina. Estas publicaciones salieron durante un año .El tema me atrae y lo leo junto a Enrique Estola (quien se ocupa actualmente del tema de las víctimas del Padre Grassi). La investigación no es muy productiva, ya que los datos que se conocen son pocos en realidad, además de que los originales se encuentran en Ámsterdam. Eso me demuestra, que se sabe muy poco sobre el rol que desempeñaron las mujeres en la Argentina afines de S.XIX, que sin duda tuvieron una militancia muy grande. Donde si bien en un primer momento tuvieron un apoyo de sus compañeros anarquistas, a posteriori también recibieron sus críticas. Virginia Bolten, la protagonista en la cual está basado el film tenía alrededor de 18 años cuando dio el primer discurso sobre el 1 de mayo, en la ciudad de Rosario. -Hablame de la escritura del guión y de sus tiempos. Al guión comencé a escribirlo en 1998, lo tomaba y lo dejaba. En principio tenía un carácter más humorístico e irónico, quería hacer algo más parecido a lo que hacía Mario Monicelli, como un modo de dar cuenta de la realidad mezclando el humor y la ironía. Luego se sumo al proyecto Graciela Maggie, con quien trabajamos entre 6 y 7 meses y finalmente Laura Maña, fue de algún modo su tercera autora, aunque se modificó bastante. - ¿Porque este filme rodado en 2007 se estrena a fines de 2010? -La verdad no tengo ni idea, sólo sé, que conseguir los fondos para realizarlo costó mucho, y que tuvimos que recurrir a dos subsidios de España. -Pensando en tu filmografía y de hecho, en las interpretaciones de mujeres relevantes de la historia, como de la literatura, caso Evita o Doña Bárbara, al margen de haber escrito la biografía de Agata Galiffi. ¿Creés que la historia de las mujeres sigue siendo importante para relevar? Claramente que sí, esta es una ficción que oficia de homenaje a estas mujeres. Me interesa hablar de aquello de lo cual no se conoce de sus vidas. -¿Que relación existe entre lo que actuás en la pantalla y lo que actuás en la vida? Creo que ningún actor puede dar aquello que no tiene, siempre se trabaja con aquello que tenemos dentro de nosotros. En mi caso todas las representaciones sobre mujeres, que son muchas, han tenido que ver, con un grado de admiración hacia ellas y con todo aquello que han logrado dejarle a la sociedad. -¿Cuáles son tus expectativas con este estreno? Más que nada me gustaría, que se pudiera tomar conciencia de las cosas que se debatían en esos tiempos. Pensar en esas consignas y comprobar, que algunas están muy cerca de nuestra realidad, caso el aborto que se plantea en el film, y tema del cual poco se habla. -¿Qué pensás de la crítica en Argentina? Pienso que sufre el mismo desgaste que sufre todo y cada vez hay menos gente preparada para realizarla, a eso lo vemos a diario. Esto era muy diferente hace 20 años. Había una exégesis, una fundamentación, al margen de si la crítica estuviese a favor o en contra. -¿Creés que existe un cine de mujeres, como una categoría? Sí, cuando una mujer hace cine tiene otra mirada y eso se nota en muchos aspectos. En el erotismo es mucho más evidente, por citar algún caso, el de Nora Ephron, quien saltó a la fama internacional cuando escribió el guión de la aclamada comedia When Harry Met Sally...; más tarde también fue reconocida por sus trabajos como guionista y directora en Tienes un e-mail (1998) y Sintonía de amor (1993). -Desde tu posición como mujer frente a la vida, que te ha tocado vivir… y desempeñarte. ¿Creés que el género te ha generado dificultades… ¿ En lo profesional no, por el hecho mismo de dedicarme a la actuación, actor, actriz es más o menos lo mismo, al menos en la Argentina. En Hollywood una actriz en igualdad de condiciones con un actor gana una cuarta parte de lo que gana el hombre. El tema se complica en lo cotidiano, ya que hemos sido educadas para desempeñarnos en ciertas áreas mucho mejor, que en otras. -¿Los modelos sociales instituidos por la sociedad han cambiado mucho en estos 200 años? No lo suficiente aún.
Una ventana que irrumpe en el ámbito de lo privado Luego de El artista, inteligente film que explora las paradojas del sistema del arte contemporáneo, sus personajes y las dificultades para definir conceptualmente al arte y a sus actores directos e indirectos, caso relevante: la figura del "curador". Esta vez, sus directores Gastón Duprat y Mariano Cohn volvieron a sorprendernos con un nuevo trabajo, El hombre de al lado, rodado íntegramente en la casa Curutchet, en La Plata, que tuvo su avant premier en el 2009, dentro del marco de la Competencia Argentina en el 24º Festival de Mar del Plata. En ese estreno estuvieron presentes Gastón Duprat, y los dos actores protagonistas, Daniel Araoz y Rafael Spregelburg, donde Duprat planteó que: “La idea de hacer está película venía gestándose desde hace tiempo, que era anterior a El artista, y surgía de una historia real que le sucedió al guionista, su hermano (Andrés Duprat), y que luego ambos recrearon”, contó además que “Salvo el final, la mayoría de los episodios son muy parecidos a los que en realidad vivió Andrés”. Un detalle para tener muy en cuenta es que los hermanos Duprat eligen el argumento de sus filmes aprovechando sus experiencias de vida, las actividades, el ámbito en el cual desarrollan su trabajo y las relaciones que los rodean. El hombre de al lado fue filmado en la Casa Curutchet, una obra de Le Corbusier, la única en Latinoamérica del destacado arquitecto suizo-francés, construida entre 1949 y 1955, reconocida como una joya de la arquitectura mundial. A lo largo de 110 minutos,el film muestra los distintos espacios internos y externos de esta propiedad ubicada en la ciudad de La Plata, sobre la calle 53, frente a la Plaza Rivadavia. “La casa es el primer gran personaje de esta película, en cualquier lugar que pusieran la cámara era muy fácil actuar”, contó el actor Rafael Spregelburd. Sobre la locación donde fue realizado el film, Duprat dijo que se les ocurrió hacerlo en la casa Curutchet (declarada de interés provincial, turístico y Monumento Histórico Nacional en 1987) porque “es una obra de la arquitectura moderna y eso servía para multiplicar el efecto del hecho principal, no sólo se arruinaba la vista de una casa sino de una obra de arte como lo es ésta en particular”. Los directores plantearon una obra de arte dentro de otra obra de arte, una película filmada dentro de la Casa Curutchet. “Tener una sola locación, la casa, nos permitió todo tipo de bambalinas teatrales, como ensayar las escenas y filmar en tiempo cronológico", agregó el actor Daniel Araoz. La medianera de esta casa es la real protagonista de la película. Leonardo (Spregelburg) es un destacado diseñador industrial que compró la casa Curutchet para vivir con su esposa y su hija. En la casa de al lado vive Víctor (Araoz), un rústico, prepotente y absolutamente desenfadado hombre (cordobés él), que empieza a romper la pared lindera a su vecino para poner una ventana, y de este modo captar “un poquito del sol” que a Leonardo “le sobra” en su casa. Un agujero en la pared para hacer una ventana, que desata situaciones de todo tipo. A partir de allí no sólo sale a relucir un conflicto entre vecinos, sino también la pintura de dos mundos en contraste, a partir de una situación un tanto inverosímil, pero provable. La película narra un conflicto entre vecinos, basados en un humor corrosivo, y en una violencia contenida, que hace de éste film una propuesta diferente con varios niveles de lectura. Los vecinos en la ciudad generalmente se ignoran, pero hay otros, que se introducen por la fuerza en la intimidad de los otros. De hecho, si dentro de lo que llamamos “Hogar” conviven personalidades, muchas veces diametralmente opuestas. Una medianera puede dividir dos mundos, dos maneras de ver y vivir en el mundo, que pueden resultar irreconciliables y pesadillescas. A partir de la rotura comienza un diálogo forzado, por momentos hilarante, inconsistente: donde cada uno toma conciencia de la existencia del otro, a través del comportamiento invasivo de este vecino, que se mueve con un discurso, que pretende ser racional, pero donde subyace una violencia enmascarada, lo que genera a la vez una tensión, respecto de las reacciones que pueden desencadenarse, en base al absurdo de la situación en sí. El film por momentos resulta cómico, otras irónico y en algunos momentos patético, con algunos tonos de comedia, sin dejar de señalar mas o menos explícitamente las miserias que portan y comportan sus protagonistas. Y que se harán manifiestas con un final claro pero abierto, en cuanto al nivel de responsabilidad de las acciones, que se producen en cadena. Queda una ‘conflicto moral’, en el espectador, que esta relacionado tangencialmente con varias aristas, donde una espera que la película le otorge una solución a dicho conflicto, pero la misma se hace a un lado, y le deja ese problema, y su posterior reflexión al espectador”. De hecho, El hombre de al lado está lejos de ser una comedia, porque el humor incomoda, desasosiega, generando en el espectador una reflexión ética, estética y moral, sobre los límites de los derechos de los otros, y sobre cual es el modo menos arbitrario de realizar esa acción de poder límites, sin acudir a la violencia. También están implícitos nuestros miedos cotidianos, nuestras mentiras a los otros y a nosotros mismos y los juegos de poder, que se esconden detrás de éstas. El tema de los cuestionamientos alrededor de las representaciones artísticas y de sus poses también se hace presente. Así, como las actitudes de ciertos estereotipos familiares donde parece que todos se encuentran acompañados, cuando la realidad es que todos se sienten solos e incomprendidos. Hay todo un muestreo de un recorte de la sociedad, que de hecho sus directores conocen a fondo, donde nuevamente los bienes simbólicos y sus efectos en la vida de las personas ocupan un espacio considerable. Y que hacen de El hombre de al lado, que se estrenará comercialmente el 2 de septiembre de 2010, una cita ineludible para conocer otra interesante obra de la dupla Duprat-Cohn. - Mejor Película – Festival Internacional de Cine de Mar del Plata (2.009) - Premio Moviecity Mejor Película Argentina – Festival Internacional de Cine de Mar del Plata - Mejor Fotografía – Festival Sundance (2.010) - Mejor actor – compartido por Daniel Aráoz y Rafael Spregelburd – Festival de Lleida - Mejor Director – Mariano Cohn y Gastòn Duprat – Festival de Lleida - Premio del Público – Festival de Cine de Toulouse - Selección oficial – New Directors New Films del MoMA y el Film Society de NY Dijo The Hollywood Reporter: “- Un film incendiario, disruptivo y poco complaciente, con una trama que se mueve en direcciones sorpresivas e inesperadas”. Dijo John Nein, programador del festival de Sundance: “- Un film con el verdadero espíritu de sundance, innovador, agudo, verdaderamente independiente, autoral”. Según indieWIRE “El hombre de al lado” es un film “cáustico y filoso, meticulosamente diseñado, enamorado de la arquitectura, con una puesta en escena de gran calidad plástica”.