Cruella, el origen del mal Ha llegado Cruella, que se estrena mundialmente de forma simultánea en la plataforma de streaming Disney plus (con premier Access) y en las salas de cine que se encuentran abiertas. En esta ocasión Cruella es una precuela, es decir una película de génesis de la villana y diseñadora de modas. Por Denise Pieniazek Esta crítica está dedicada a la memoria de Anahí García, mi querida profesora de Vestuario (UNA, Artes Visuales). Se ha estrenado una de las películas más esperadas de los Disney Studios para este año, Cruella (2021) protagonizada por la joven y talentosa Emma Stone. Cruella es una precuela que narra la génesis de una de las villanas más destacadas de Disney, Cruella de Vil. Por esta razón es pertinente recordar las relaciones intertextuales que posee con algunas obras previas. En primer lugar, la adorable animación de Walt Disney Animation Studios, La noche de las narices frías (One Hundred and One Dalmatians, 1961), es una transposición de la novela de Dodie Smith The Hundred and One Dalmatians (1956). En los´90 Disney Studios comenzó con las versiones live action de sus añoradas animaciones que han formado parte de la niñez de múltiples generaciones, así se realizó posteriormente 101 Dalmatas (101 Dalmatians, 1996) y su secuela 102 Dalmatas (102 Dalmatians, 2000), ambas protagonizadas por la magnífica Glenn Close en el papel de Cruella de Vil, quien en la versión actual participó como productora ejecutiva del filme. Respecto a Cruella hay que reconocer que a diferencia de otras live action de Disney recientes que son una réplica plano a plano de las animaciones, esta versión cuenta algo distinto de sus predecesoras, justamente porque ya existían versiones live action de este relato y tenía que llevar a la pantalla algo distinto. En consecuencia, el largometraje en cuestión, es un viaje de autoconocimiento de la joven Estella devenida en Cruella, que logra construir el estatuto del personaje que se definirá a sí misma como “brillante, malvada y loca”. La película comienza con la voz off de Cruella (Emma Stone) quien narrará en primera persona los acontecimientos, es decir, que todo será bajo su punto de vista. La ambientación de la película se sitúa en Inglaterra, respecto al periodo podría pensarse que, si bien comienza en 1964, es atemporal ya que hay una gran mezcla de estilos y objetos de distintas épocas como los automóviles o cámaras fotográficas, decorados, y lo más relevante aquí: el vestuario. Este hibrido resulta interesante, puesto que según avanza el relato encontraremos que algunos personajes poseen elementos sobresalientes de una determinada década histórica de acuerdo con la psicología de cada uno de ellos. De ese modo, mediante la secuencia casi inicial que presenta el conflicto del filme, en la mansión de La Baronesa (interpretada por la convincente Emma Thompson) la pequeña Estella/Cruella, una niña representada como rebelde con su look punk y calzada con unas All Star, se inmiscuye en un evento de élite ambientado como el rococó europeo. Contraste de estéticas que, salvando las distancias, remite a María Antonieta, la reina adolescente (Marie Antoinette, 2006), en la cual Sofía Coppola astuta y sutilmente colaba como transgresión unas zapatillas All Star color pastel entre los zapatos barrocos, para representar la juventud y el espíritu por fuera de la norma de la protagonista. Esta cuestión de la irreverencia y rebeldía de Cruella será sostenida durante toda la película, así como también la idea clásica del “artista-genio” a la par de la locura creativa concerniente a la tradición artística occidental. Asimismo, un aspecto interesante de Cruella es incorporar al relato la representación de una familia compuesta por una “madre soltera” y su hija. Y también la expresión del no deseo de la maternidad por parte de otros personajes femeninos. Es decir que Cruella realiza una crítica a la institución familiar tradicional, proponiendo distintos modelos de familia, cuestión que cobrará fuerza en el desenlace del filme. Por otro lado, en sintonía con el recurso del cine clásico de utilizar un objeto que se destaca a través de planos detalle, un lujoso collar, trabajará por acumulación condensando todo el sentido dramático del largometraje y develando un gran secreto. Dicho elemento trabaja en sintonía con la carga dramática de la pérdida maternal, lo cual es propio del estilo melodramático de los clásicos de Disney Studios. La película posee varias referencias directas a sus predecesoras tanto animadas como live action, que no resultan para nada forzadas, sino que se resignifican e integran de forma orgánica. Por ejemplo, el disfraz al pequeño perro de mapache que molesta al personaje antagónico, al igual que lo hacía un verdadero mapache al personaje de Glenn Close. Así mismo, la escena en que Cruella (Stone) maneja como loca, igual que las versiones previas o el justificar la presencia de los ladrones y secuaces de Cruella o incluir personajes como Anita y Roger. Al respecto, Anita en esta ocasión es interpretada por una actriz afroamericana con una caracterización propia del “black power” de los ´60/´70 (en contraste con los cánones de belleza blancos y rubios de las anteriores), en sintonía con el actual mensaje superfluo y supuestamente inclusivo que vienen reiterando los Disney Studios en sus producciones. En adición, la “corrección política” actual también se evidencia en Cruella en el descarte de poner en escena el maltrato animal por parte de la protagonista. Incluso, una frase que era pronunciada por Glenn Close (1996) con malicia acerca de convertir a los dálmatas en prendas, aquí es pronunciada por Emma Stone como un chiste explicitado, que pone distancia de toda crueldad hacia los perros posible. Aquí los perros tienen un lugar especial que evidencia que los ideales y costumbres han cambiado. En sintonía con lo mencionado anteriormente, hay que por fin mencionar cual es el problema entonces de Cruella a pesar de resultar una película muy entretenida que supera nuestras expectativas iniciales. La paradoja es que Cruella es una película de génesis sobre la villana, pero donde ella no es la malvada de la narración. La villana en Cruella es La Baronesa (Thompson), quien sí ha nacido mala y sin justificación aparente. Porque parece que en el cine actual hay una tendencia constante a justificar el accionar maligno de los personajes, cuya maldad radica o en una historia traumática previa o en la sociedad que los vulnera y empuja a eso. Esto es justamente lo que se construye de Estella/Cruella en esta película, al igual que se lo hizo previamente en Maléfica (Maleficent, 2014), incluso desde el diseño de los posters promocionales de ambas películas en donde preponderan el blanco, el negro y un poco de rojo. En consecuencia, parece que hay una tendencia de los Disney Studios de volver “buenas” a sus villanas más legendarias. Finalmente, otra cuestión que se considera desafortunada de la película es la evidente y predecible utilización de las canciones de su soundtrack. Si bien son excelentes canciones que están colocadas acorde con los momentos que se desea enaltecer, este recurso constante resulta muy evidente. Incluso la poca originalidad al utilizar el tema “Smile” que es leitmotiv de Joker (2019) lo cual a estas alturas resulta en un cliché. En conclusión,Cruella es una película recreativa y dinámica, con un gran despliegue visual en donde sobre todo se destaca el vestuario diseñado por Jenny Beavan (Mad Max: Fury Road, Anna and the King, Sense and Sensibility,Gosford Park, A Room with a View). Al respecto hay que mencionar que algunas prendas utilizadas por el personaje de La Baronesa remiten a atuendos que ha vestido Glenn Close en las dos versiones live action que protagonizó. Por último, atención espectadores en el desenlace, porque hay una escena extra en los créditos finales que funciona como gag, pero quizás también como enlace hacia una próxima entrega. Posiblemente por esta misma razón, la películade forma injustificada no termina de explotar el potencial maligno de la protagonista, que termina por dejar al filme como una carta de presentación de un personaje.
Pinocho, de padres a hijos Después de ver interrumpida su distribución debido a la pandemia, la nueva versión de Pinocho se estrenó en los cines argentinos. El largometraje de Matteo Garrone, uno de los directores italianos más respetados del cine actual, posee dos nominaciones a los premios Oscars en las ternas Mejor diseño de vestuario y Mejor Maquillaje y Peinado. La entrega Nº93 de los premios de la Academia se llevará a cabo el próximo domingo 25 de abril Por Denise Pieniazek Después de Dogman (2008), el guionista y director Matteo Garrone vuelve al género fantástico con el que nos había deslumbrado mediante el largometraje de Il racconto dei racconti (2015), inspirado en los cuentos de hadas de Giambattista Basile. En esta ocasión, Garrone realiza una transposición de otro “relato de hadas”, protagonizado por uno de los personajes más célebres de la literatura infantil, Pinocho (2019). Dicho personaje fue creado en Italia por Carlo Collodi (Carlo Lorenzini) en 1882, año en que se publicó de forma serializada en el diario Giornale per I Bambini bajo el título de “Le avventure di Pinocchio” (“Las aventuras de Pinocho”). Como es de público conocimiento, una de sus adaptaciones más famosas es el clásico animado de Disney titulado Pinocho (Pinocchio,1940) que ha alcanzado a varias generaciones y popularizado el relato italiano. En contraposición a la animación de Disney, la película que nos presenta Garrone posee una mirada más adulta y profunda, puesto que, al igual que el texto literario, se dirige tanto a chicos como grandes, en todo su rango etario, ya que retoma la crudeza del texto de Collodi. Antes de adentrarse en el análisis de Pinocho (2019) hay que recordar que hay varias versiones espectaculares del texto. En la década del ´70 se realizó Las aventuras de Pinocho, en la cual Nino Manfredi interpretaba a Gepetto y Gina Lollobrigida al Hada. Pero la transposición que no se puede dejar de mencionar es Pinocho (Pinocchio, 2002), escrita (junto con Vicenzo Cerami), dirigida y protagonizada por Roberto Benigni, quien llamativamente interpretó a Pinocho. Resulta pertinente mencionarlo, puesto que en la versión que nos atañe Benigni interpreta, más apropiadamente con su physique du role, a Gepetto. La versión de Benigni si bien estéticamente sobresale tiene la particularidad de cambiar el tono narrativo hacia la comicidad. Sin embargo, su problema y falta de verosimilitud era el resultado de que él mismo intérprete al “niño” en cuestión, porque un relato aleccionador de niños sin niños, resulta extraño. Ahora sí, retomando la actual transposición de Garrone, lo primero que merece ser destacado, es lo bella que es Pinocho para la contemplación visual, así como también el excelente trabajo de maquillaje FX y el vestuario. El maquillaje de la película posee un gran trabajo en cuanto al realismo y texturas de los personajes, sin abusar de los efectos especiales digitales, que nos permiten adentrarnos de lleno en ese universo diegético. En este sentido, la película reivindica el trabajo artesanal, tanto dentro del relato a través del personaje de Gepetto, como desde la realización. Al igual que en Il racconto dei racconti, en Pinocho, la ambientación sobresaliente de época posee reminiscencias al medioevo y al barroco. En cuanto al texto predecesor, la película en cuestión respeta fidedignamente el orden de secuencias y peripecias que padece Pinocho en lo que podría denominarse como una Bildungsroman (novela de aprendizaje), puesto que en este “viaje” Pinocho atravesará diversas pruebas que determinarán su autoconocimiento y su crecimiento moral de la niñez a la madurez. Al igual que el cuento de “Caperucita Roja”, Pinocho es un relato con moralejas para la pedagogía infantil. Asimismo, se mantiene la secuencia del “pez grande” que como es sabido mantiene una relación intertextual con el relato bíblico de Jonás (Ioná). Honestamente, Pinocho resulta algo extensa, quizás carece un poco de dinamismo o síntesis narrativa, y poco parece aportar novedosamente. A pesar de ello, hay que remarcar también que los paisajes de la Italia campestre, su clima de época y el retrato sobre la humildad y la pobreza dotan de realismo a esta transposición, que sin dudas se distancia de la superficialidad de las actuales versiones live-action de los Walt Disney Studios. Por ejemplo, en la escena inicial se observa al carpintero Gepetto pidiendo por trabajo, y posteriormente parece que el resto de los personajes recurren a toda clase de artimañas por sobrevivir. Por último, el largometraje en cuestión profundiza sobre el vínculo padre-hijo, que, incluso leyéndolo desde la óptica actual, hay que destacar la potencia del texto literario en proponer un modelo de familia no tradicional. Todo un adelanto para su época, incluso si se piensa en una posible metáfora de otras formas de concebir un hijo, por como Pinocho cobra vida y Gepetto logra “traerlo al mundo”. La película profundizará sobre ese vínculo y el crecimiento espiritual de Pinocho, quien pasa de ser una marioneta con la “cabeza hueca” a un joven lleno de aprendizajes, obtenidos empíricamente gracias a la conducción del Hada madrina y del viejo grillo, quien representa simbólicamente su conciencia y la sabiduría. Cálidamente, el relato culmina circularmente la tesis sobre el vínculo padres-hijos, con el ciclo “natural” de la vida, pues es ahora Pinocho quien deberá cuidar de Gepetto.
"Los pequeños detalles, entre la transgresión y lo ineficaz" Por Denise Pieniazek Pequeños Secretos (The Little Things, 2021) es una película perteneciente al género policial, escrita y dirigida por John Lee Hancock, quien ya había incursionado en la temática criminal como guionista de Un mundo perfecto (A perfect world,1993) y Medianoche en el jardín del bien y del mal (Midnight in the garden of Goof and Evil,1997). También Hancock lo había hecho como director de la bien lograda The Highwaymen (2019), la cual reconstruía originalmente desde la óptica policial, el caso de los célebres criminales Bonnie and Clyde. En esta ocasión, en Pequeños Secretos la investigación policial se centra en un asesino serial de mujeres, lo que actualmente se llamaría un femicida. La película funciona a través de un triángulo en el sistema de personajes compuesto por un experimentado alguacil que está de paso -interpretado por el siempre sobresaliente y convincente Denzel Washington-, un detective en asenso y el favorito de la institución policial de turno (Rami Malek) y el presunto criminal (Jared Leto). El modo en que el asesino serial opera al colocar a sus víctimas como una gran puesta en escena y la investigación a cargo de un contrastado dueto policial, que difiere en edades, métodos de trabajo, clase social y etnia cultural, remite automáticamente a dos películas del género que se han destacado en la década del ´90, justamente en la misma época en que se ambienta el largometraje en cuestión, nos referimos a Siete pecados capitales (Seven, 1995) y El coleccionista de huesos (The Bone Collector, 1999), esta última también protagonizada por Denzel Washington. En las tres películas los duetos policiales son compuestos por blancos y negros, y por el contraste entre policías experimentados y jóvenes novatos. Pero la diferencia respecto con Pequeños Secretos es que una vez avanzado el relato de este thriller policial, comenzará a operar la figura del espejo entre el personaje de Joe Deacon (Washington) y Jim Baxter (Malek). En ese contraste entre la “vieja escuela” y la “nueva escuela” conforme avance la investigación se darán cuenta que tienen más en común de lo que creen, porque aquello que no es resuelto en el pasado tiene consecuencias en el futuro. En dicho sentido está muy bien dosificada la información que va obteniendo el espectador respecto del pasado del oficial Deacon y lo que se esconde detrás de esa sensibilidad que muestra, a diferencia de los otros policías, cada vez que aparece una nueva víctima. La película posee algunos problemas en el desenlace y en cuanto a la poca eficacia interpretativa de dos de sus protagonistas. Respecto a Rami Malek, quien, si bien nos había deslumbrado antes con su interpretación de Freddie Mercury, aquí sus gestos son sobreactuados y su trabajo resulta poco verosímil. Asimismo, Jared Leto privilegia la transformación física mediante la prótesis de maquillaje y el tono corporal por sobre la acción interna del personaje, lo cual también perjudica al guión a la hora de convencer al espectador en su totalidad, incluso resulta incrédulo que obtuviera una nominación a los premios Golden Globes. Sin embargo, a pesar de estos elementos negativos como resultante el filme es turbio, intrigante y entretenido, como en aquellos policiales en que el espectador sigue de cerca en complicidad con los detectives y va armando teorías mientras contempla. Finalmente, lo más destacable de Pequeños Secretos, que quizás es a su vez el problema que produce la falta de satisfacción total en el desenlace, es que realiza dos transgresiones al género policial tradicional. Por un lado, mediante una fuerte crítica a la institución de seguridad representando hombres de la fuerza que flagelan, que son vulnerables y se corrompen. En dicha película se construyen policías “rotos” por un sistema, como sucedía en En la cuerda floja (Tightrope, 1984) protagonizada por Clint Eastwood, salvando las distancias. En Pequeños Secretos hasta el más correcto de los policías puede desmoronarse mediante la impotencia simbólica que genera el mundo criminal. En adición, la fuerte crítica del filme también expresa como la institución policial no cambia, no se preocupa por la estabilidad emocional de sus agentes. Simplemente cuando no son funcionales a ese sistema se los aparta, porque se olvida que ante todo los policías son humanos. Por último, el giro inesperado del desenlace cuyo riesgo se agradece por otro lado termina dejando satisfecho al espectador porque no da respuesta a lo esbozado anteriormente. Aquella premisa que se repite durante el filme y que da título al mismo (en su idioma original) pronunciada por el personaje de Deacon (Washington): “…The Little things make you caught” (“Las pequeñas cosas son las que te delatan/hacen que te atrapen”), desafortunadamente queda desdibujada.
Para las mujeres que ya no están, las que están y las que vendrán Ha llegado a las salas de cine argentinas la película Hermosa Venganza (2020) la cual posee cinco nominaciones a los galardones de la Academia en las ternas Mejor película, Mejor actriz protagónica, Mejor dirección, Mejor guion original y Mejor edición. Dicho sea de paso, la entrega Nº93 de los premios Oscars se realizará el próximo 25 de abril. Por Denise Pieniazek Hermosa Venganza (Promising Young Woman, 2020) es la ópera prima de la actriz Emerald Fennell, quien además de dirigir, es guionista de la película que posee conscientemente perspectiva de género. En dicho largometraje la joven Cassandra conocida por sus allegados como “Cassie” -interpretada verosímil y eficazmente por Carey Mulligan- es una joven que enmarca una especie de doble vida, en donde pasado y presente parecen un continuum debido a un acontecimiento traumático remoto. En relación a esto último, es muy inteligente la forma en que el relato va dosificando la información sobre la protagonista y su microcosmos y, la repercusión actual de lo ocurrido siete años atrás. Por eso Cassie es representada como ambigua constantemente, con ternura y también con agresividad, con una máscara o disfraz constante en el que ella misma se pierde. Porque a diferencia del cine clásico y de la ideología hegemónica patriarcal, la personalidad de Cassie no puede encuadrarse en el tradicional binomio de “santa o puta” su codificación es mucho más real que eso y está lejos de un estereotipo canónico de mujer. Incluso, Hermosa Venganza rompe también con la tradicional figura del doble femenino del cine clásico, Nina la amiga de Cassie a la que el relato alude, no está visualmente presente prácticamente en ningún momento, solo hay un plano fugaz de una fotografía y queda literal y metafóricamente un corazón roto con su nombre. La doble vida de Cassie consiste en camufladamente por las noches torturar a hombres que se abusan sexualmente de mujeres vulnerables, poniéndole ella misma el cuerpo a la situación de riesgo. Sin embargo, poco a poco esa apariencia violenta que creemos ver en Cassie se va desdibujando y aparece más bien una intención aleccionadora o pedagógica hacia el sexo masculino, como así también la piedad y las segundas oportunidades. No es azaroso, que paradójicamente la protagonista en cuestión se llame Cassandra. Este es un nombre de origen griego, Casandra era la princesa de Troya, hermana de Héctor y Paris. El nombre literalmente significa “hermana de los hombres” y se le ha otorgado simbólicamente la condición de “protectora de los hombres”. Inversamente en el relato Cassie se preocupa más bien por darles una lección o intentar corregir su comportamiento, porque ella como su nombre indica, es la defensora de los más débiles y posee un carácter humanitario y social. Al igual que la Casandra de la antigüedad griega, en el pasado a ella y a su amiga nadie les creyó sus “profecías” y por eso busca justicia. La hipótesis de lectura sobre Promising Young Woman que este análisis propone es que es una reescritura del subgénero cinematográfico del Rape and revenge, cuyo uno de sus principales exponentes es Day of the Woman /I Spit on Your Grave (1978). Dicho subgénero que se enmarca dentro del exploitation, tal como su nombre lo indica, generalmente posee una protagonista femenina víctima de una violación que luego buscará venganza sobre el abusivo. En esta ocasión no es la protagonista, quien ha padecido el abuso, sino su mejor amiga Nina, quien ya no vive para justiciarlo. Otra ruptura para con este género es el cambio a nivel estructural dividido en tres actos que consistían esquemáticamente en la violación a una mujer a la cual muchas veces se daba por muerta, seguida de su supervivencia y recuperación y un desenlace en el que la mujer se venga asesinando al violador o los violadores. En oposición en Hermosa Venganza la narración puede dividirse principalmente en un prólogo y cinco segmentos, que rompen con el esquema tradicional, así como también difiere al elegir no representar la violación. Este hecho ha sucedido en el pasado y no es mostrado por la diégesis, sino solo mencionada verbalmente. Y esto es una evidencia más de la consciencia de feminismo que tiene la película porque si bien en las películas del Rape and revenge lo abusadores obtenían un castigo simbólico en el relato, muchas veces las escenas de violación eran representadas una desde la óptica patriarcal, es decir en función de un voyeur masculino erotizando la escena y cosificando el cuerpo mujeril. Por ende, se cree pertinente aquí pensar en una reescritura, puesto que no es casual debido al contexto de producción actual en el que la nueva ola feminista es incorporada, y no de forma superflua como en otros productos del mainstream hollywoodense. En consecuencia, claramente el contexto cultural está en relación con la reaparición de dicho subgénero en los últimos años. La película también difiere del anterior Rape and revenge, ya que, mediante su punto de vista feminista, no considera necesaria la violencia explícita ni figurada para desmadrar “la venganza”. Al respecto, se considera quizás fallida la elección del título en español Hermosa venganza, porque la película no es sobre la venganza, es mucho más que eso, es un pedido de escucha, de protección, es un decir “basta” a la conducta patriarcal del abuso, la violación y el femicidio, en un mundo en el que tanto hombres como mujeres deben cambiar ciertas conductas. Afortunadamente, el film ha generado debates a nivel internacional, y esto sin dudas significa que la película invita a la reflexión y a repensar ciertas cuestiones. Aunque muchos críticos norteamericanos le han objetado ser “suave” o “políticamente correcta” desde aquí se disiente con ellos, y con uso consciente del ellos porque la mayoría que ha objetado frente al filme son críticos hombres. Al contrario, en este análisis se considera que la película posee una reescritura más realista de las cuestiones que lamentablemente las mujeres padecen más allá de su país, su etnia o clase social, debido a la desigualdad de la tradición patriarcal. A diferencia del Rape and revenge canónico, aquí no es una mujer acosada por “hombres brutos” sino que cualquier clase y tipo de hombre puede ser un abusivo, incluso el más aparentemente encantador o amable. Justamente la venganza física y violenta por parte de la mujer no es representada en el relato, porque con una mirada realista, profunda y honesta se enuncia que ésta no es posible y la justicia brilla por su ausencia. Del mismo modo, el relato critica a toda esa sociedad, tanto a hombres como mujeres, ejemplo de ello son los personajes de la decana de la universidad y la ex compañera de clase. Ambas podrían enmarcarse en lo que la cineasta Agnès Vardasolía llamar “falsos hombres”, es decir mujeres que reafirman el orden patriarcal tanto como los machistas. La película no es sólo una crítica a cierto tipo de hombres, sino también a todo un sistema y sus complicidades. En consecuencia, Promising Young Woman polemiza, desde su inicio invita a reflexionar con una escena inicial donde un grupo de hombres anónimos bailando en un boliche es mostrado mediante un plano que encuadra sus cinturas y partes genitales, cosificando al igual que lo hace generalmente la mirada patriarcal. Pero en este caso, invirtiendo de un voyeur masculino a uno femenino que tiene por objetivo no cosificar sino producir un choque de sentido que invita a recapacitar. Para reforzar ello, la película se sirve en varias ocasiones de la literalidad de la elección de las canciones de la banda sonora interpretadas por voces femeninas. En el caso de la escena recién citada enfatiza el sentido con “I was busy thinking about boys” (“Estaba ocupadx pensando en chicos”) perteneciente a la canción “Boys” de Charli XCX, mediante la ironía, puesto que Cassie no piensa en hombres constantemente desde el enamoramiento, sino desde la “venganza pedagógica”. Asimismo, en otras secuencias sonaran versiones de populares temas musicales como “It´s raining men” de The Weather Girls, “Toxic” de Britney Spears y “Angel of the morning” de Juice Newton. Así como también se refiere intertextualmente mediante la tapa de un libro que lee Cassie titulado “Careful How you Go” cuyo título pertenece realmente al cortometraje del 2018 de Emerald Fennell, dividido en tres segmentos sobre mujeres malévolas. Finalmente, por otro lado, puede criticársele negativamente a Hermosa Venganza algunos detalles del raccord o elipsis que quedan algo forzadas en la resolución y el hecho de que también podría haber sido más efusiva en el cierre. Para concluir, si bien es cierto que en algunas secuencias parece ser que Cassie es representada como una mártir justiciera, lo que puede interpretarse allí, es lo potente que resulta el desenlace, en el cual no se puede profundizar para no realizar ningún spoiler. Lo que se desprende del final va más allá del concepto de sacrificio, es no ir por el camino obvio de la violencia física y, la denuncia a las instituciones sociales que reaccionan cuando ya es demasiado tarde. Cuando a la mujer ya le ha sido arrebatado su futuro, por eso parafraseando al filme el pedido de protección “es ahora”. En consecuencia, puede pensarse que hay un doble sentido en el título de la película Promising Young Woman, que refiere a las jóvenes que son prometedoras, pero cuyo futuro es arrebatado por la violencia machista. En adición a la sumatoria metafórica del título en relación al desenlace como un deseo de protección y empoderamiento para las próximas generaciones, esas jóvenes enaltecidas que vendrán.
Mujer Maravilla 1984, cuando "la verdad es suficiente" Mujer Maravilla 1984 (Wonder Woman 1984, 2020) como secuela deMujer Maravilla (Wonder Woman, 2017)retoma los acontecimientos y la vida de la poderosa heroína de DC Comics varias décadas después ambientándose como su título indica en la década del `80. Recordemos brevemente que el personaje de la Mujer Maravilla había tenido su debut live-action en la serie televisiva interpretada por Lynda Carter (la cual abarcó desde 1975 a 1979), quizás como efecto colateral del movimiento feminista norteamericano de los ´70 que utilizó al personaje femenino de DC Comics para la tapa del primer ejemplar de la revista Ms.Magazine.En 2016 a modo de presentación de lo que sería el universo en cuestión, fue interpretada por primera vez en la pantalla grande por Gal Gadot, para luego dar paso a su película singular en 2017. Resulta pertinente reflexionar si las transposiciones televisiva y cinematográfica de dicho personaje mujeril, estuvieron o no estrechamente vinculadas a las olas feministas de cada contexto de producción respectivamente. Recordemos que el comic de la Mujer Maravilla fue creado en 1941 por William M. Marston con el objetivo de otorgarle a las nuevas generaciones un nuevo modelo de mujer que se oponga al tipo de mujer canónico de la época. Ahora sí, retomando el presente estreno del film Mujer Maravilla 1984, escrito y dirigido nuevamente por la óptica femenina de Patty Jenkins, quiendivide estructuralmente y de forma tradicional el relato en tres partes concernientes al inicio con la presentación de los personajes, el conflicto y su respectivo desenlace. Aunque hay que distinguir en la primera parte de la estructura un pequeño prólogo producto de un flashback (la primera película de Wonder Woman también comenzaba con un flashback), que sitúa la acción en Themyscira, la isla en donde viven las Amazonas (mujeres guerreras) y de donde es originaria nuestra protagonista Diana Prince/Mujer Maravilla, interpretada por la actriz israelí Gal Gadot. Algo que sostengo desde Mujer Maravilla (2017) es que lo más interesante de estas nuevas transposiciones cinematográficas es la representación del universo de Themyscira, que en este caso nos lleva rápidamente a la niñez de Wonder Woman, en una competencia olímpica en un escenario que remite al antiguo coliseo romano. Mientras que en la primera entrega ese escenario duraba casi la mitad de la película, en este caso es tan sólo un breve prólogo lo cual es una lástima porque condensa la potencia feminista que genera gran emoción...
Nuevo contexto, nuevos Tom y Jerry Tom y Jerry (Tom and Jerry, 2021) es un largometraje basado en los personajes creados en los años 40 por los legendarios William Hanna y Joseph Barbera y producidos por el estudio Metro Goldwyn Meyer (MGM), protagonistas de cortos animados que formaron parte del período clásico de Hollywood. En esta oportunidad la nueva versión propone una mezcla visual de animación clásica e intérpretes y escenarios reales. Dicho recurso estético no es novedoso y ya ha sido utilizado en películas como Anchors Aweigh (1945), Mary Poppins (1964), Bedknobs and Broomsticks (1971), Pete´s Dragon (1977), Who Framed Roger Rabbit (1988), la cual sin dudas es la mejor lograda en este aspecto y resiste bien el paso del tiempo, Cool World (1992), Space Jam (1996), que pronto tendrá su secuela intitulada Space Jam: A New Legacy y protagonizada por LeBron James, y por último las fallidas Scooby-Doo (2002/ 2004), Garfield (2004/ 2006) y Los Pitufos (2011). Evidentemente hay desde los 90 un retorno de los clásicos animados. En el caso de Tom y Jerry, si bien cuentan con varios largometrajes, es la primera vez que se mezcla la animación con el live action. Los personajes de Tom y Jerry, y sus respectivas y numerosas producciones a lo largo de tantos años, han ido variando en diversas cuestiones temáticas y de acuerdo con los ideales del contexto. La violencia inicial extrema de las producciones que oscilaron entre 1940 y 1958 se ha ido atenuando a lo largo de los años, incluso debemos recordar el maltrato animal por parte de la “dueña” de Tom, quien además era una mujer negra de gran contextura física, por ende, sumado al posible mensaje violento de las caricaturas, podría hablarse incluso de racismo. En 1960 la producción animada de estos emblemáticos personajes del reino animal ha caído en manos de Rembrandt Films, en donde fue fundamental el aporte del director Gene Deitch, quien lamentablemente falleció a los 95 años el pasado 16 de abril del 2020. Luego Tom y Jerry pasaron por numerosos estudios regresando a Hanna-Barbera de 1975 a 1993, con algunas interrupciones, y sus cortos han ganado siete premios Oscars. Retomando el estreno de Tom y Jerry, si bien en líneas generales no es una película inteligente y la mayor parte de las actuaciones de su elenco son estereotipadas y exageradas, hay que reconocerle algunos aciertos y distinguir que el tráiler no la promociona de forma correcta. A pesar de no ser una película brillante, su avance publicitario es peor y en él parece que el recurso de lo animado con lo real no tiene contundencia. Respecto a los aciertos de la película que recién se mencionaban, tienen que ver con el cambio en el mensaje que ya era notable en el largometraje animado y musical Tom y Jerry (1992), el cual se encuentra disponible en Netflix. En la tierna producción de 1992, cuya historia tenía elementos de Cenicienta, los personajes de Tom y Jerry se unían para ayudar a una niña en problemas. Es en una de las pocas ocasiones donde el gato y el ratón hablan, es decir, en aquel film son más humanos y pacíficos que en el pasado. En relación a Tom y Jerry (2021), este mensaje de trabajo en equipo a pesar de la rivalidad entre ambos personajes se mantiene, pero hay una vuelta al origen en cuanto a una escena de violencia (pero es una sola y bastante tenue en comparación con las de antaño), y asimismo en esta ocasión Tom y Jerry no hablan, sólo emiten sonidos. En Tom y Jerry el híbrido entre la animación y lo real es justificado narrativamente sólo con el hecho de que todos los integrantes del reino animal son caricaturas y los humanos no. Este es el consenso que propone la película, por momentos parece funcionar mejor que en otros, pero resulta verosímil. En adición, es destacable que en cuanto al estilo de animación hayan mantenido y respetado la estética del original de Hanna-Barbera, permitiendo acercar este clásico a nuevas generaciones. Negativamente hay al menos dos ocasiones en las que la lógica del film se desvanece, una alevosa es al colocar a Jerry en una celda cuyos espacios podría atravesar perfectamente por su pequeñez, y la otra los “diálogos” estrechos que Jerry mantiene con la protagonista humana (Chloë Grace Moretz), en donde ella podría atraparlo y sería el fin del conflicto inicial. Finalmente, en cuanto a este retorno de algunos elementos de la animación germinal de Tom y Jerry, el uso preponderante de la música también está aquí presente, en esta ocasión a través de un hip hop constante. Para concluir, en esta película, que es para ver en familia, habrá que reflexionar en materia de la polémica en torno a si su mensaje es o no violento por algunas escenas particulares. Se considera que el límite más endeble está en dos secuencias en las que el “maltrato” es desde los humanos hacia los animales, aunque honestamente me parece que aquí el mensaje que se quiere transmitir es otro, y así como en el relato los humanos “educan” a Tom y Jerry, la corrección política actual quiere modificar el mensaje de violencia hacia uno más pacífico, lo cual es positivo si pensamos en las repercusiones que han tenido los entrañables Tom y Jerry en otras adaptaciones.
En la primera semana de reapertura de los cines en Bs.As, se ha estrenado #tenet , escrita y dirigida por Christopher Nolan (Memento, Batman Inicia, El Gran Truco, El Origen, Dunkerque). TENET mediante su juego verbal como una palabra palíndroma que funciona en espejo, Nolan propone un universo en donde el tiempo no es lineal (cuyas ideas se acercan a las complejas reflexiones del filósofo Paul Ricoeur) sino simultáneamente invertido. En consecuencia, de forma similar a El Origen, la narración propone una división estructural compleja pero entendible que se va explicando a sí misma según avanza el relato. TENET fusiona los géneros acción y ciencia ficción, logrando mantener intrigado al espectador en todo momento. El protagonista (también llamado así literalmente por la diégesis) interpretado correctamente por J. D. Washington, es un espía que debe resolver el enigma temporal y atrapar a quien está desde el futuro manipulando peligrosamente el tiempo. En varias ocasiones su contraseña es "vivimos en un mundo crepuscular", vuelve a aparecer el doble sentido y lo circular en el relato, puesto que se anticipa que el mundo está por "oscurecer", como metáfora del peligro destructivo que se avecina. Retomando la cuestión de explicitar cuestiones narrativas, como por ejemplo cuando el principal intérprete se autoenuncia como "soy el protagonista", y " protagonista de la operación" y mencionar a los antagonistas, se evidencia también el recurso metadiscursivo del relato. Un nuevo anagrama entre el protagonista (héroe) y el antagonista (villano), interpretado este último por K. Branagh. Todo el tipo de análisis básico del esquema actancial puede aplicarse aquí, por ejemplo R. Pattinson sería un ayudante. Para concluir, el consenso que propone el film al espectador es muy sencillo: "No intententes entenderlo, sentilo". Si logramos suspenderdernos y dejarnos llevar por el universo diegético la propuesta nos resultará muy entretenida. Aunque también hay que admitir que no parece ser una obra que vaya a perdurar a lo largo del tiempo, que su planteo es más simple de lo que parece y que varias de sus actuaciones son algo estereotipadas y menos convincentes.
El silencio que lastima En La Fiesta Silenciosa (2019) desde el inicio del relato, y posteriormente mediante la acumulación que es propia del espectador cinematográfico, entendemos que algo no anda bien, hay una tensión latente que mantendrá intrigado al público de principio a fin, como es propio del género del thriller. En dicho largometraje lo que se supone es un momento de celebración en la estancia familiar, debido al futuro casamiento entre una pareja de jóvenes, Laura -interpretada con excelencia por Jazmín Stuart- y Daniel (Esteban Bigliardi), devendrá en tragedia. Tal como plantea la superstición popular, el novio nunca debe ver el vestido mujeril antes de la boda, porque trae “mala suerte”. Desde el comienzo la pareja en cuestión se plantea como poco sólida en algunas cuestiones, con recursos sutiles pero claros, a través de ciertos gestos y parlamentos de los personajes. Al igual que el vínculo peculiar de la joven Laura con su padre, personificado verosímilmente por Gerardo Romano, quien posee un gran cambio en materia de su “physique du rol” a través del gran trabajo de maquillaje FX. El patriarca en cuestión es representado como un hombre grandilocuente y con algunas costumbres excéntricas, y un tanto iracundo. En varios momentos se hace hincapié en el carácter impredecible de Laura, y a su vez en las similitudes de ella con su padre. Por supuesto, pues cada sujeto se ve afectado por su crianza. El personaje de Laura resulta muy interesante porque no es femeninamente estereotipado, por el contrario, es ambiguo, débil y fuerte a la vez, según la circunstancia. El segundo grupo de personajes del relato está compuesto por un grupo de jóvenes que decide también realizar una fiesta en otra estancia cercana en la que se inmiscuye Laura, en busca de liberar la tensión previa a su boda. Ambos espacios se conectarán a través del follaje y será allí donde surja el conflicto, entre los preparativos de un casamiento y una fiesta que ya ha comenzado. A lo largo de todo el relato, el título del film se resignifica una y otra vez, principalmente en tres sentidos: el casamiento que aún no es y del que sólo está presente su mobiliario, la fiesta de los jóvenes que bailan con los auriculares puestos y por ende es en apariencia “silenciosa”. Al respecto, el tercer sentido está dado por el hecho de que lo que es considerado una “fiesta” por determinada persona, puede ser un silencio tortuoso y paralizante para otra. En conclusión, se considera que La Fiesta Silenciosa no avala ni justifica el comportamiento violento de ninguno de los personajes, mantiene la distancia respecto de los mismos, y no hay ninguno de ellos que no obtenga un castigo simbólico en el relato. No se apoya la justicia por mano propia, y también se esboza una sutil crítica hacia la juventud alienada tecnológicamente, que parece no involucrarse. Por ende, la película dejará pensante al espectador, que ha sido testigo de una vorágine de violencia que se retroalimenta a sí misma, una y otra vez. Al respecto, hay que destacar que la película selecciona muy bien qué escenas mostrar directamente vía la cámara y cuáles sugerir, es decir, no abusa de la violencia explícita. Por último, puede considerarse que La Fiesta Silenciosa tiene elementos del subgénero cinematográfico del “rape and revenge”. Dicho subgénero, tal como su nombre lo indica, generalmente posee una protagonista femenina víctima de una violación que luego buscará venganza sobre el abusivo. Se plantea que La Fiesta Silenciosa posee algunos elementos, porque no sigue todas las reglas principales de este subgénero, sino más bien comparte algunas cuestiones temáticas. Por ende, si bien es novedoso para el cine nacional, hay que recordar que en el ámbito mundial actual hay muchas películas con dicha temática, que ha retornado después de su aparición en los 70. En consecuencia, debido a su constante suspenso y el excelente manejo de la intriga, La Fiesta Silenciosa es muy entretenida para el espectador que se sienta a gusto con este tipo de géneros.
El Maestro es una película argentina dirigida por Cristina Tamagnini y Julián Dabien (ópera prima de ambos), fue estrenada el pasado 14 de mayo en Cine Ar TV y a partir de hoy, 28 de mayo, pueden verla en Cine Ar ESTRENOS, con un costo de tan sólo $30, que les aseguro vale la pena. El Maestro es una historia costumbrista argentina, que nos recuerda una vez más el dicho popular "Pueblo chico, infierno grande", puesto que en ese pequeño pueblo en donde todos se conocen, pocos saben y muchos hablan. El largometraje narra la historia de Natalio, interpretado cálida y verosimilmente por Diego Velazquez, un dedicado maestro de escuela primaria, cuyas enseñanzas intentan ir más allá de un plan de estudio, él se preocupa además por el bienestar emocional de sus estudiantes. Aún así debido a la llegada de un ajeno al pueblo, Juani un par de Natalio, todo se agitará en esa comunidad, donde los rumores y la violencia por parte de terceros emergerán. Dichos rumores son cuestionamientos, no hacía la labor de tan correcto maestro, sino hacia las conductas de su vida privada, lo cual por supuesto no deberían ser del interés de nadie, ni mucho menos repercutir en su calificación como profesional. Salvando las distancias, el filme remite por su argumento a The Man Without a Face (1993) protagonizada por Mel Gibson, cuyo personaje era acusado injustamente de pedofilia, tán solo por ser un hombre solitario y tener una cicatriz en su rostro, cuando en verdad el futuro académico de Charles fue posible gracias a este gran maestro. En esta ocasión, El maestro muestra qué sucede cuando algo sale de la "norma", cuando aquello que estaba latente sale a la superficie y se manifiesta pacificamente. El prejucio social en ese microcosmos dominado por los "machos", quienes son los realmente violentos, harán que aflore como efecto "dominó" la injusticia. Mediante una fuerte crítica hacia los mandatos sociales, los estereotipos de género y de sexualidad, El Maestro expresa que todo vale la pena si el verdadero mensaje llega al menos al alma de un niño, Miguel. Evidencia de ello es que dicho filme está inspirado en la historia de Eric Sattler, que fue maestro de Cristina Tamagnini en la escuela primaria, a quien ella reconoce como "un gran hacedor de la cultura en su pueblo natal". Por último, no es casual que la relación intertextual que atraviesa todo el relato sea El principito (1943), puesto que al igual que en Hamlet de Shakespeare, en El Maestro hay una obra de teatro por llevarse a cabo dentro de la representación y ésta es una adaptación de El principito por Natalio, interpretada por Miguel. Recordemos que El principito posee una fuerte crítica de la adultez y varios planeteos existencialistas, lo cual cobra significancia en El Maestro porque justamente es el pequeño Miguel, el alumno, el único que ve realmente la esencia de Natalio y el ser más puro libre de tabúes sociales del pueblo, el único que parece entender que "sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos".
El nuevo largometraje animado de los estudios Pixar, Unidos fusiona el universo fantástico de la mitología nórdica y de la mitología persa, como por ejemplo la figura de la mantícora, con un mundo contemporaneo con celulares, y autos, pero con viviendas con forma de hongo en donde viven los protagonistas que son dos hermanos elfos: Ian (Tom Holland) y Barley (Chris Pratt). El contraste de sus personalidades es marcado no solo desde su apriencia física sino tambien desde su personalidad, mientras que Ian, el menor de ellos es más introvertido y racional, Barley es como un "torbellino" impulsivo. El conflicto se presenta cuando su madre (Julia Dreyfus) al otrorgarle un significativo regalo de cumpleaños a Ian que ha dejado preparado su difunto padre puede mediante un hechizo y un báculo con una piedra, ambos fuente de magia traer de vuelta al mundo por un día la presencia de su añorado padre. El problema es que este espíritu regresa solo hasta la cintura y ambos hermanos emprenderán una aventura para poder completar el hechizo y así lograr compartir al menos un día con su padre. En esta especie de roadmovie animada, entenderemos que esto es una excusa que plantea el filme para realmente profundizar sobre el significado de la hermandad, la paternidad y sobre todo lo que implica tener alguien en nuestras vidas que nos guie, acompañe nuestro crecimiento y crea en nosotros. Este aspecto es el toque emotivo con el que los filmes de Pixar siempre saben llegarnos al corazón. A su vez, la película resulta muy entretenida, y todos sus chistes realmente son eficaces, generando gran divertimento en el público. Además de enaltecer el valor de la familia y la fraternidad, Unidos propone una vuelta a los orígenes, a lo "salvaje" lo cual se ve bien encarnado en la mantícora (Octavia Spencer), a través de los elementos mitológicos pero también con varias relaciones intertextuales hacia los juegoscomo Magic The Gathering que ya forman parte de la cultura nerd. Si bien Onward está a la altura de las producciones de Pixar y supera nuestras expectativas (pues no se guien por el trailer) no estará en los primeros puestos de mis favoritas de Pixar, pero es muy atractiva y merece ser vista por grandes y chicos.