Antes del frío invierno (Avant l’hiver) es la nueva película de Philippe Claudel (Il y a longtemps que je t’aime), un drama con tintes de thriller protagonizado por Daniel Auteuil y Kristin Scott Thomas. Boquitas pintadas de rojo carmesí Paul (Daniel Auteuil) es un adinerado neurocirujano y está casado con Lucie (Kristin Scott Thomas). Ella es jardinera y ha organizado su vida en función de su marido para acompañarlo. Tienen un matrimonio estable, pero desgastado, hecho que se hace evidente cuando llega una joven a la vida de Paul. La joven en cuestión se llama Lou (Leïla Bekhti), trabaja en un bar y allí aborda a Paul diciéndole que ella su paciente hace muchos años. Él no le presta mucha atención a este comentario, pero más tarde se encuentra con ramos de rosas rojas en su consultorio médico y en su casa, regalo que se repetirá una y otra vez. De aquí en más, Paul entabla una extraña relación con Lou y empieza a comportarse de manera rara, lo que preocupa mucho a Lucie. Boquitas azules, violáceas, negras La premisa inicial funciona, sobre todo porque en la primera escena de la película lo tenemos a Paul respondiendo preguntas sobre una joven, en lo que parece ser una comisaría. Claramente, esta joven es Lou, y le pasó algo. Pareciera que el drama le deja su lugar al thriller, pero se queda a mitad de camino, sin profundizar en los aspectos más interesantes. El manejo del triángulo “amoroso” no se sostiene muy bien, hay escenas que no llevan a ningún lado y poco aportan al film. A su vez, es poco verosímil el comportamiento del personaje de Daniel Auteuil, pasa del enojo por las docenas y docenas de rosas que le regala Lou, a pasarse una tarde entera hablando con ella, sin indagar en el porqué de dichos regalos, que más que halagar, asustan. Entonces se vuelve muy difícil identificarse con Paul (no descarto que esa sea la intención de la película). A nivel actoral, no hay nada que achacarle, Daniel Auteuil (que cada día está más parecido a Tom Wilkinson), Kristin Scott Thomas y Leïla Bekhti están correctos en pantalla y son el sostén de la película. Por un momento pensé que iban a buscar una excusa en la trama para que Kristin Scott Thomas hablara en inglés (como pasa con Gabriel Byrne en El tiempo de los amantes), por suerte no sucedió. Conclusión Antes del frío invierno es un drama soporífero, que no profundiza demasiado en lo más rico de las emociones de los personajes y maneja a duras penas el supuesto triángulo amoroso. A su vez coquetea con el thriller, pero no se le anima. La película se sostiene por las actuaciones de los protagonistas y por el planteo inicial. Lamentablemente, Antes del frío invierno pasa sin pena ni gloria.
La venezolana Pelo Malo, dirigida por Mariana Rondón y ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián de 2013, es una película sobre la iniciación y las heridas surgidas de la falta de amor entre una madre y un hijo. Un peluquero a la derecha por favor Junior (Samuel Lange Zambrano) es un niño de 9 años que se ha obsesionado con alisarse su ensortijado y rebelde cabello, para lucirlo en la foto escolar. Marta, su madre (Samantha Castillo), es viuda y se ha quedado sin su empleo de guardia de seguridad, tiene a su cargo a Junior y a su hermanito bebé y está bastante sola en la vida. Viven en un barrio humilde de Caracas y mientras ella insiste en recuperar su trabajo, tiene que hacer malabares para ver quién le hace el favor de cuidarle a sus hijos, ya que no tiene dinero para pagarle a una niñera. Junior sólo piensa en verse como sus cantantes favoritos y alisarse su pelo para esa foto. Lo que para él es una búsqueda de identidad, para su madre es un capricho y la posibilidad de que su hijo sea un “desviado”, lo cual la aterroriza. A su vez, la suegra de Marta y abuela de Junior, le ofrece dinero a cambio de criar al niño, y de paso consentir su pedido de alisarse el cabello. Rapado ¿Puede una madre no querer a su hijo? Mariana Rondón trata con mucha sensibilidad este tema, sin caer en golpes bajos ni sensiblería barata. Afortunadamente, elude el lugar común de la mirada sobre la pobreza latinoamericana, tan explícita y desagradable como suele ser. Pero a la vez, retrata a partir de fragmentos (una noticia en la televisión, el paisaje urbano) una Caracas polarizada y poco inclusiva, donde pareciera que sólo existen dos modelos a seguir: el de Miss Venezuela para las niñas y el de militar para los niños. Lo mejor de esta película está en cómo capta el vínculo de los protagonistas. Una madre siempre crispaday homofóbica, que no ha aprendido a querer a su hijo y no entiende cómo acercársele, y Junior que -como él dice en un momento- lo ve todo, percibe la falta de amor y busca refugio en su abuela. Conclusión Pelo Malo es una historia pequeña, bien contada, que también deja ver con un guión prolijo que esquiva los lugares comunes y muestra la incomprensión de una madre con su hijo, la falta de amor y las heridas que eso genera. Las actuaciones de los protagonistas constituyen el aspecto más destacable de esta película, como también la decisión de eludir ciertos lugares comunes del cine latinoamericano
La nueva película de Martín Rejtman (Silvia Prieto, Los guantes mágicos) despliega un universo de situaciones absurdas y personajes por demás especiales. Tres por tres Mariano (Rafael Federman) llega a su casa, se mete en la pileta, corta el césped del patio y encuentra una pistola. Dispara el arma dos veces, una contra su sien y otra contra su estómago. El perro de la familia, probablemente asustado por los disparos, se escapa de la casa. Asombrosamente Mariano sobrevive y a los pocos días se encuentra de vuelta en su casa. Susana (Susana Pampín), su madre, esconde todos los cuchillos de la casa y la pistola, le da un celular a Mariano para que esté siempre ubicable y lo manda a vivir con su hermano mayor, Ezequiel (Benjamín Coelho). De ahí en más la narración se expande y nos adentramos en distintas historias. Mariano forma parte de un cuarteto de flautas dulces, y la bala que quedó alojada en su estómago le produce un sonido extraño al tocar el instrumento, lo cual causa irritación en el grupo. Por su parte, Ezequiel conoce a Ana (Camila Fabbri), una empleada de una casa de comidas rápidas, que se está separando de su novio “hace dos años”. Mientras tanto, Susana alquila el cuarto de Mariano y se hace amiga de su profesora de flauta. Ruidos molestos Dos disparos comienza como un drama, pero rápidamente adquiere tono de comedia, con el humor que caracteriza a las películas de Rejtman. La película despliega un universo repleto de situaciones absurdas y personajes que no se quedan atrás, los diálogos son ajustados y rápidos. Partimos de Mariano y sus dos disparos y la narración se expande y ramifica hasta llegar a las desventuras de Susana y otras dos mujeres, momento en el que prácticamente nos olvidamos de Mariano y Ezequiel. No obstante, todas las historias están íntimamente relacionadas. Tiene un elenco impecable: Susana Pampín (a quien ya vimos en Silvia Prieto), Walter Jakob, Manuela Martelli y Laura Paredes, y el gran debut cinematográfico de Camila Fabbri, Benjamín Coelho y Rafael Federman. Los personajes, por angustia o ansiedad, buscan llenar con palabras ese vacío que los rodea, al igual que Susana que entierra en el patio los cuchillos y el arma, como si eso sirviera para que su hijo se aferre a la vida. Y los ruidos de los objetos también están muy presentes. El celular viejo que no para de sonar, la pistola, el extraño sonido de Mariano. Todo se esconde y se guarda lejos para que no moleste. Conclusión Dos disparos es una gran comedia con un humor sutil pero disparatado, con los rasgos distintivos de la obra de Martín Rejtman. Toma riesgos desde lo narrativo y abre un universo de historias fascinantes, donde no faltan los encuentros y desencuentros, las aventuras y angustias de sus personajes. Una comedia inusual sobre una familia y su reacción frente a estos dos disparos. Rejtman lo hizo de nuevo.
Atlántida es la ópera prima de Inés Barrionuevo sobre el despertar sexual de dos hermanas adolescentes en un pueblo de Córdoba. La Colmena La historia se sitúa en un pueblo de Córdoba, a fines de la década del 80. Es un día de verano agobiante, y la tormenta se acerca. Lucía (Melissa Romero) y Elena (Florencia Decall) son dos hermanas adolescentes, sus padres tuvieron que viajar para asistir a un velorio y se han quedado solas en su casa. Lucía es la mayor de las hermanas y estudia para ingresar a la Universidad de Buenos Aires. Elena tiene la pierna enyesada y no hace más que mirar televisión y molestar a su hermana con pedidos y caprichos. En la pileta del club, los amigos de Elena comentan lo sucedido la noche anterior, quiénes se besaron y demás chismes. Fuera del pueblo, en la zona rural, Andrés, un joven apicultor, busca colmenas con sus hermanos pequeños. Lucía se encuentra con Ana (Sol Zavala), una amiga de su hermana, y pasan la tarde juntas en las afueras del pueblo. Elena, cansada de hacer reposo, acompaña a Ignacio (Guillermo Pfening), el médico que la atiende, en su recorrido de trabajo. Será una tarde especial para las hermanas, con los sentimientos a flor de piel. El Deseo El relato comienza con el joven apicultor trabajando con las abejas (a quien no le vemos el rostro), para luego pasar a Lucía yendo a sumergirse a la pileta del club (y tardamos un buen rato en ver su cara). De ahí nos vamos a la casa de las hermanas, las peleas y los berrinches de Elena son cada vez más intensos, la situación es insostenible para Lucía y se va de la casa. Aquí se bifurca el relato y se enrarece el aire. La tormenta se acerca, el deseo está a flor de piel en estos adolescentes, la tensión sexual es tal, que prácticamente se puede ver. Los padres están fuera de cuadro, y las abejas atraviesan estas historias. María Inés Barrionuevo tiene muy bien ojo para mostrar esos sentimientos y situaciones tan inasibles del despertar sexual adolescente. El montaje funciona muy bien, sobre todo en el paso de una historia a otra, y el tono de la película es muy interesante. Las jóvenes actrices entregan muy buenas interpretaciones y Guillermo Pfening también está correcto en su papel. Conclusión Atlántida entrega una mirada muy sensible y original, no es una película más sobre la iniciación. Se luce cuando muestra lo inestable y sutil del despertar sexual adolescente con mucha sencillez, tanto en un grupo de adolescentes como en un nivel más íntimo, en el caso de las hermanas.
Dos vidas (Zwei Leben) es el séptimo largometraje de Georg Maas (NeuFundLand, Pfadfinder), que sigue la historia de una de las "hijas de la guerra" en Noruega. Suéltame pasado dos vidasEstamos en el año 1990, el muro de Berlín cayó y Alemania vuelve a ser una sola.. Una mujer se baja de un avión y en el baño del aeropuerto se cambia la ropa y se pone una peluca. Luego va a lo que supo ser un orfanato y disimuladamente destruye parte de sus registros. Vuelve, se cambia y se sube a un avión para regresar a su casa en un pequeño pueblo de Noruega. Esta mujer es Katrine Evensen (Juliane Köhler), una de las llamadas "hijas de la guerra": nació durante la Segunda Guerra Mundial, hija de una mujer noruega (Liv Ullman) y un soldado alemán. Ahora Katrine aparenta llevar una vida tranquila junto a su marido, su hija y su nieta bebé. Pero algo no termina de cerrar cuando ella se rehúsa a dar su testimonio en un juicio sobre los "hijos de la guerra". Así empieza Dos vidas, y no quiero decir mucho para no arruinar la trama de la película. Dos vidas, una familia Es un thriller con elementos de drama muy bien equilibrado, es conciso y dinámico, no le sobra un minuto. Se enfoca más que nada en el drama familiar de una mujer, característico de un lugar y momento históricos. En ese sentido me hace acordar a La vida de los otros, de Florian Henckel von Donnersmarck, que si no la vieron, háganlo. Esta es una historia en particular de las tantas que debe haber de la Segunda Guerra Mundial, interesante y no tan común. Juliane Köhler -tal vez la recuerden de La caída en el papel de Eva Braun- hace un buen trabajo, como Liv Ullman y el resto del elenco. Visualmente es floja, no están muy aprovechados los recursos cinematográficos y por momentos parece una película hecha para televisión. Conclusión Dos vidas no es un producto novedoso, pero es efectiva y concisa en lo que busca contar. Georg Maas maneja muy bien el suspenso y el drama y no es para nada pretenciosa. El elenco hace un buen trabajo, sobre todo su protagonista. Es una película que parte una historia particular para ilustrar un hecho histórico poco conocido, quizá no sea la historia más rica en contenido y matices, sin embargo es bastante original.
Tras su paso por el Festival de Sundance, llega a los cines El Cerrajero, segundo largometraje de Natalia Smirnoff (Rompecabezas) protagonizado por Esteban Lamothe y Erica Rivas. Oportuncrisis Abril de 2008, mes recordado por el humo que se apoderó de la ciudad de Buenos Aires y alrededores. Sebastián (Esteban Lamothe) es cerrajero, no cree en las relaciones a largo plazo y en sus ratos libres construye cajas musicales con partes de cerraduras. Lleva unos meses saliendo con Mónica (Erica Rivas), quien le comunica que quedó embarazada -probablemente de él- y que no está segura de qué quiere hacer. Paralelamente a esto, Sebastián empieza a tener algo así como “visiones” sobre sus clientes cuando arregla sus cerraduras: les dice frases o consejos relacionados con sus vidas, que ni él sabe de dónde salen. En una de estas visiones le aconseja a Daisy (Yosiria Huaripata), una joven peruana que trabaja como empleada doméstica de una casa, que deje a su novio. Acto seguido, Daisy deja su trabajo y va en busca de Sebastián, esperando que se siga manifestando su “don” y que le diga qué hacer. Cajita musical Como es de esperarse, Erica Rivas hace un buen trabajo, pero la gran revelación de esta película es Yosiria Huaripata en el papel de Daisy. No sé qué pensar de Esteban Lamothe, no está mal, pero Roque de El estudiante y Sebastián parecen la misma persona, no tiene un rango muy amplio de interpretaciones. Es el caso contrario al de Germán De Silva, a quien vimos este año en Marea Baja, Relatos Salvajes y El cerrajero, y da la impresión de que fueran tres personas distintas. Sin embargo, Lamothe tiene sus buenos momentos en esta película, que nos hacen olvidar de Roque. Natalia Smirnoff cuenta con mucha sensibilidad a la hora de mostrar las crisis de los personajes, los estallidos, la tristeza compartida. El tema del humo me pareció un poco traído de los pelos. Quizá resulte un poco exagerada la reacción de los personajes frente a este tema, creo que busca crear un clima enrarecido, de misterio y se queda a mitad de camino. Las visiones de Sebastián incomodan un poco al comienzo, pero es interesante el giro que toman. Conclusión El cerrajero es una película que no me convence en su totalidad, pero cuenta entre sus aciertos la construcción de los personajes y cómo viven sus crisis. La situación del humo en Buenos Aires queda como algo agregado, sin contribuir al clima de la película. En palabras del compañero Federico Cobreros, ni linda que encanta, ni fea que espanta.
Malka, una chica de la Zwi Migdal, ópera prima de Walter Tejblum, rescata la historia de un personaje poco conocido en la comunidad judía argentina, Malka Abraham. La Polaca Malka Abraham era una judía polaca que fue traída a la Argentina en la década del 30 por la Zwi Migdal, una organización de polacos que traía mujeres de Europa a Buenos Aires y las obligaba a prostituirse (dicho más corto, una organización de trata de personas). Afortunadamente, logró escaparse de la Zwi Migdal y se estableció en Tucumán. Allí se desempeñó como prostituta, lo que causó que nunca fuera del todo aceptada en la comunidad judía. Con los años, Malka cosechó una gran fortuna que decidió donar a la comunidad judía de Tucumán, a cambio de ser enterrada en el cementerio judío. Walter Tejblum viaja a Tucumán para investigar sobre la historia de vida de Malka, de la que se sabe muy poco, y cuestiona la postura de la comunidad judía en esa época. Un documental de gente que no mira documentales Es una desilusión tremenda que de una historia interesante y repleta de misterio se haya hecho un documental tan flojo. Las formas dejan mucho que desear, me da la impresión de que es un documental que está hecho por personas que no miran documentales. Malka aburre, es poco clara a la hora de plantear la información y desaprovecha lo interesante del personaje y los hechos históricos. Tampoco me parece un acierto que Walter Tejblum tenga tanta presencia delante de la cámara. Está bien, es una película sobre su búsqueda de la historia de Malka Abraham, pero aporta poco y nada verlo hacer llamados telefónicos y hablar con los comerciantes de un mercado, por citar un ejemplo. Se vuelve muy autorreferencial y no se sostiene para nada, porque no es su historia la que se está contando y tampoco él tiene una relación particular con el personaje histórico (a diferencia de La chica del sur, donde tiene muchísimo sentido la presencia de José Luis García en su propio documental). Otro aspecto que quizá parezca un detalle, pero que a mi parecer tiene mucha importancia en películas independientes, es el poster de la película. Si estoy en el Gaumont decidiendo qué película mirar y veo este poster (sin saber de qué trata Malka), automáticamente la descarto como opción. Conclusión Malka, una chica de la Zwi Migdal es un documental que no hace más que desaprovechar su contenido. Es muy poco interesante desde lo formal, no engancha al espectador y no parece tener mucho trabajo detrás. Es una propuesta válida para quien quiere conocer la historia de esta mujer, pero no tiene mucho más para ofrecer.
Seré Millones es el primer proyecto en conjunto de Omar Neri, Fernando Krichmar y Mónica Simoncini -tres cineastas dedicados a realizar documentales con fuerte contenido político- que trata del gran robo del ERP al Banco Nacional de Desarrollo (BANADE) en 1972. Vida Bandida La noche del 29 de enero de 1972, los jóvenes Oscar Serrano y Ángel “el Turco” Abus, junto con sus compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) asaltaron el Banco Nacional del Desarrollo (BANADE). Ataron a los guardias de seguridad, entraron al tesoro, robaron 450 millones de pesos (11 millones de dólares en ese entonces), que más tarde utilizarían para financiar las acciones del grupo guerrillero. El robo/expropiación del BANADE fue un gran golpe a las finanzas de la dictadura militar del General Lanusse. Oscar y el Turco trabajaban desde hacía un tiempo en el banco, Oscar como sereno (y además era taxista), y el Turco como ascensorista, y fueron una pieza clave para la puesta en marcha de este ambicioso plan. 42 años después, un grupo de realizadores convoca a Oscar, el Turco y a un grupo de actores que se pondrán en la piel de los protagonistas para recrear la historia del gran robo. Volveré y seré millones Seré millones empieza con un casting. Los realizadores les hacen algunas preguntas a los actores y les cuentan más o menos de qué va el proyecto. De repente nos damos cuenta que los dos señores mayores que parecen formar parte del equipo de filmación son los mismísimos protagonistas del robo. Ya empezamos bien. La sola participación de Oscar Serrano y el Turco Abus hace interesantísima a la película. No obstante, lo más rescatable de esta película es el abordaje, que no es para nada solemne. En cambio, usa un tono fresco y vivaz, pero sin caer en una simplificación del tratamiento del tema. La película juega con la mezcla de géneros, alterna entre el documental y la ficción, incluye fragmentos de Espartaco, de Stanley Kubrick y de los noticieros obreros de Raymundo Gleyzer. Las escenas que recrean los actores se realizan de manera despojada, con pocos elementos, y funciona bien. Lo único que me atrevo a achacarle a Seré millones es por momentos se aleja de las formas cinematográficas y parece un documental televisivo, más que nada en la música utilizada cuando visitan el banco y el esbozo de cámara oculta que no aporta nada a la película. Conclusión Seré millones es una película valiosa por su forma, que no sólo mezcla el documental y la ficción, sino que además pone cara a cara a los protagonistas del robo con los actores que los interpretan. Vale la pena ya de por sí por el hecho de ver en pantalla a Oscar Serrano y a Ángel Abus contar su historia. Además, no sólo que no es solemne sino que utiliza un tono muy fresco para abordar los hechos de la dictadura de Lanusse y la militancia de Oscar y el Turco en el ERP, lo cual le suma mucho a la película.
A los 82 años y a 20 años de la muerte de Federico Fellini, Ettore Scola (Celos estilo italiano, La noche de Varennes) volvió a sentarse en la silla de director y como resultado tenemos Qué extraño llamarse Federico, un homenaje a su amigo y colega. Qué extraño llamarse Federico Ettore Scola y Federico Fellini se conocieron de jóvenes cuando colaboraban en el periódico humorístico Marc’Aurelio. Scola conocía el trabajo de Fellini, porque desde pequeño le leía los chistes de Marc’Aurelio a su abuelo, que había quedado ciego. Forjaron una fuerte amistad que duró hasta la muerte de Fellini, en 1993. Solían visitar los sets de filmación de las películas del otro para verse, también daban largos paseos en auto por la noche romana. Distintos episodios que recrean la vida de Fellini se alternan con material de archivo. Vemos las anécdotas, conversaciones y vivencias que inspiraron la obra y fueron construyendo el universo tan característico del realizador. Retrato de recuerdos Qué extraño llamarse Federico es un registro sensible de los recuerdos y emociones de Scola, y como tal, se percibe el carácter fragmentario y no-lineal de la memoria. Pasamos de ver a Fellini y Scola hablando de sus primeros pasos en el cine, a los dos cineastas ya mayores, paseando en auto por Roma mientras escuchan las historias que cuenta una prostituta. Un recuerdo dispara una imagen, una anécdota. Un narrador que mira a cámara nos lleva de un lado a otro y funciona como hilo conductor del relato. En lo personal, la etapa de Fellini como dibujante me parece de lo mejor de la película. Conocer estas anécdotas y acontecimientos ayuda a comprender el proceso creativo y amplía la mirada que tenemos sobre el cineasta. Scola hace una narración autoconciente, nos muestra el artificio del cine, nos hace saber que estos episodios de la vida de Fellini fueron rodados dentro del Estudio 5 de Cinecittà, donde el mismo Fellini supo construir todo tipo de mundos. Visualmente es impecable, tiene imágenes muy pregnantes, es un hermoso paseo por el cine y la vida del realizador nacido en Rimini. Conclusión Qué extraño llamarse Federico no es una simple película biográfica. Scola nos cuenta a Federico Fellini de una manera muy particular y sensible. La película trasciende el homenaje, es un retrato sentido y muy cariñoso de un amigo a otro que refresca y amplía la mirada que tenemos sobre este gran cineasta.
Historias de Cronopios y de Famas es el quinto largometraje de Julio Ludueña (Alianza para el progreso, La civilización está haciendo masa y no deja oir) que recrea en forma de collage animado los cuentos fantásticos del libro de Julio Cortázar. Instrucciones para entender tres pinturas famosas El largometraje está formado por diez cortometrajes, basados en los cuentos del libro de Julio Cortázar, Historias de Cronopios y de Famas. Cada cuento fue ilustrado por un artista visual distinto, y luego animado. Participaron Luis Felipe Noé, Carlos Alonso, Daniel Santoro, Antonio Seguí, Patricio Bonta, Crist, Ricardo Espósito, Magdalena Pagano, Luciana Sáez y Ana Tarsia. Los Famas hacen su baile y cantan, una Cronopia aprieta un tubo de pasta dental y sale una larga cinta rosa, un científico descubre que la virtud es un microbio lleno de patas, un Cronopio decreta que todos los textos, avisos y canciones deben ser traducidos al rumano, entre otras historias. Lo particular y lo universal Como se trata de un largometraje formado por cortos realizados por distintos artistas, es bastante desparejo el resultado. Hay historias impecables y otras muy flojas. A mi parecer, los mejores son los ilustrados por Luis Felipe Noé, Carlos Alonso y Antonio Seguí, sumado a que funciona muy bien la animación de esas imágenes. Por otro lado hay cortos que no parecen funcionar mejor como imágenes en movimiento, la animación se ve bastante limitada. Da la impresión de que se lucirían más como imágenes fijas sin animar (lo que claramente no es el espíritu de la película). Más allá de eso, hay un hilo conductor dentro de la película, y se nota que hay una especie de diálogo entre los cortometrajes. Conclusión Historias de Cronopios y de Famas aborda una propuesta original y más que ambiciosa, y dentro de todo se sale con la suya. Los diez cortometrajes tienen un nivel desparejo, con algunos impecables y otros muy flojos, ya sea por cómo los artistas adaptaron a imágenes los cuentos, y en otros casos por cómo están animados. Sin embargo, todos los cortos dialogan entre ellos y la película mantiene una unidad desde su tono. Es una oportunidad para ver los trabajos de artistas enormes como Luis Felipe Noé y Carlos Alonso desde otra perspectiva y de interiorizarse con los cuentos de Cortázar para quienes no conozcan su obra.