El texto parece querer dar por tierra esa falsa máxima que postula a los pobres como buenas y solidarias personas por el hecho de ser pobres. Estructurado en tres partes definidas hasta con subtítulos, la primera es la presentación de la pareja protagónica, la única que atraviesa los tres espacios, él es un modelo publicitario, ella además una “influencer” que gana mas dinero que él. La discusión entre ambos durante la cena que cierra esa primera parte, posiblemente sea lo mejor del filme. El mismo abre con una escena que intenta degradar el mundo del modelaje, ya lo había realizado con gracia y acertada manera Ben Stiller en “Zoolander” (2001). Para luego continuar bastardeando esa nueva figura social de los “influencer”, sin merito alguno en su mayoría, casi un catalogo de imagen vacía de contenido. Carl (Harris Dickinson)
A Irene (Maeve Jinkinsg) le ofrecen un trato, albergar y ocultar a Miguel (Cesar Bordon) un argentino narcotraficante de heroína y adicto a la misma. Para tal fin debe suplantar a su padre por este personaje, por lo cual lo incinera en uno de los hornos de carbón. La estructura del filme es casi un calco de “Testigo en Peligro” (1985), salvando las distancias y las diferencias. En principio la presentación, construcción y desarrollo de los personajes es muy endeble, lo cual hace efecto en las acciones de los mismos y en el relato propiamente dicho. La sumisión de la mujer que acepta la
En pos de réditos pecuniarios, la empresa Marvel, no tiene prurito en destrozar un personaje, bien construido, que entró a ese universo por la puerta grande. Scott Lang (Paul Rud) y Hope Van Dyne (Evangeline Lilly), junto con los padres de ella, el Dr. Hank Pyme (Michael Douglas), Janet Van Dyne, (Michelle Pfeiffer) y la hija de Lang, Cassie (Kathryn Newton), se embarcan en una nueva aventura explorando el “Reino Cuantico” que supera sus límites y los enfrenta contra Kang el Conquistador (Jonathan Majors) Entonces tenemos a un Vengador y ex delincuente menor con un traje que le permite encogerse o crecer en escala mientras aumenta su fuerza. Después de los eventos de Avengers: Engame (2019), Lang se ha convertido en una celebridad muy conocida para el público, así como en el autor de un libro autobiográfico titulado “Look Out for the Little Guy”, que cuenta una versión diferente de cómo ayudó a
Podría decirse que hay una cuestión “filosófica” a dirimir, ¿Puede una película de muy buena construcción, atrapante pero agobiante, gustar? Casi en el mismo orden de “Amour” (2012) o “Bailarina en la Oscuridad” (2000), solo como ejemplos. El filme abre con los créditos finales, de manera discordante, como si la película fuese un retorno, la construcción implica esas dos primeras escenas tengan una posibilidad de re-lectura, revirtiendo lo establecido en un principio. Se presenta como rompiendo códigos pre- establecidos, en un itinerario que sin prescindir de la elegancia visual, nos introduce en el mundo del arte musical, pero haciendo visible los egos que la conforman. Al igual que "Cisne Negro” (2010), un estudio psicológico pero de un personaje más intenso, posiblemente, encuadrado en un escenario incluso rimbombante,
Cuenta la historia de dos mujeres en un contexto de extremada pobreza y escases (escasez en realidad) de recursos, dos mujeres embarazadas y la construcción de un vínculo de sororidad entre ellas. Tal la síntesis argumental. El filme en realidad no presenta un conflicto determinado ni desarrolla, lo que podría haber sido se transforma en escenas salteadas en las que ambas involucradas vivencian el desprecio del “otro”, la cuestión de la sororidad (neologismo que nada significa en realidad) queda destruido al ser dos médicas las que las dejan desamparadas, en distintos centros de salud. Carla (Marina Merlino) esta embarazada de 37 semanas, Juana (Ailin Salas esta cursando la trigésimo tercera semana, ambas con historias de violencia. Ninguna de las dos es madre primeriza. Por lo que mucho de su accionar queda en el orden de lo inverosímil, Marian Merlino compone muy bien su personaje, lo sostiene, es creíble, demuestra interesantes herramientas histriónicas, lo contrario sucede con
Un filme tan de formula que a los 10 minutos se sabe todo lo que sucederá, no solo por la previsibilidad del relato sobre una historia conocida. Sino por las formas que utiliza la directora para construirlo. Digamos esto, El filme retrata, o intenta, la vida de Whitney Elizabeth Houston, (Naomie Ackie), siempre apoyada e incentivada por su madre, la también cantante Cissy Houston(Tamara Tunie). Hasta que una noche en la que Cissy va a realizar su show, descubre entre el publico a Clive Davis (Stanley Tucci) un famoso promotor, productor discográfico, es cuando impulsa a su hija a que deje el coro, y la reemplace en la primer canción, que cante sin decirle quien estaba en la sala. Aquí termina cualquier tipo de imprevisto o sorpresa del relato, entonces se podría decir que, todo se adecúa a una joven es descubierta por un importante ejecutivo musical. El hará lo necesario para que la “joya”,
Ayaka Ichijo (Fuka Koshiba) es retada por un famoso médium conocido como Kenshin, ella en principio se apoya en la explicación científica. Las personas que ven un video maldito mueren repentinamente. Estas muertes tienen lugar en todo Japón. Ayaka Ichijo es una estudiante graduada extremadamente inteligente con un coeficiente intelectual de 200. Cuando su hermana menor ve el vídeo por diversión, Ayaka Ichijo intentará revelar el misterio del vídeo maldito y de esa manera salvarle la vida. Para que resuelva el misterio del “vídeo de la maldición” que ya no te mata en 7 días, sino que ahora mata en 24 horas. Así, en su investigación la estudiante se unirá al autoproclamado adivino Oji Maeda para profundizar en la historia de la espeluznante Sadako. De principio a fin el filme es un catalogo de lugares comunes, plagado de clises
El director Jorge Gaggero construye un filme en el que a priori la intención es reclamar justicia por lo fallecidos en el incendio, los familiares de estos y los sobrevivientes. Demuestra a lo largo del largometraje, la intencionalidad del incendio, ya comprobada y todavía sin resultado desde la justicia. Tres aristas de construcción posee el texto fílmico. 1) La variable de las víctimas, el recorrido Tortuoso de los familiares reclamando justicia y la falta de cuidado sobre los sobrevivientes. 2) La investigación y denuncia sobre la empresa Iron Mountain, a nivel local y mundial, responsable del incendio, lo que se quiso ocultar. 3) La utilización política tanto de los hechos, de la investigación, como de la realización.Es clara la postura de involucrar a determinado grupo de poder en el momento del siniestro y con anterioridad, el PRO de Mauricio Macri , quien ejercía el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Tercera entrega de esta franquicia, desconcertante secuela trata de cubrir tanto las aristas occidentales como las chinas, intenta arrojar la conveniente acción dispersa para mantener a todos el público al que apunta. No siempre lo logra. Bodi esta en contra de los programas de televisión, “caza talentos”, pues sus concursantes, según su opinión, toman atajos solo para hacerse famosos, la música queda en segundo plano.
Durante unas vacaciones en una cabaña en un bosque alejada de todo, una chica y sus padres se convierten en rehenes de cuatro desconocidos armados que obligan a la familia a tomar una decisión imposible para evitar el apocalipsis. Con acceso limitado al mundo exterior, la familia deberá decidir qué creer antes de que todo esté perdido. Llaman a la puerta (Knock at the Cabin) está basada en la novela publicada en 2018 The Cabin at the End of the World, de Paul Tremblay, cuenta con las actuaciones de Dave Bautista, Jonathan Groff, Ben Aldrige, Rupert Grint, Abby Quinn y Kristen Cui. El filme tiene la misma estructura de “Horas Desesperadas” (1955) de William Wyler, un grupo de personas, cuatro en este caso, irrumpen en la cabaña donde una familia esta vacacionando. Pero como estamos en la tercer década del siglo XXI, la familia esta compuesta por