El reto. Reneé ha transitado por distintos tipos de comedias, dramáticas, musicales y las denominadas “screwball”, con versatilidad, logró cautivar a un público por su espontaneidad y dulzura, una “niña bien”, de aspecto siempre jovial, de hacer muecas y gestos ridiculizados, hasta llegar al pico de los relatos feministas con El Diario de Bridget Jones. Transitar por el género de terror parece haber sido su nueva ocurrencia, decisión aprobada por poca oferta laborar, por mantenerse en cartelera o vaya uno a saber por que. Reneé interpreta a una asistente social llamada Emily Jenkins, de vinculación a niños que sufren ejemplos de violencia familiar, es la encargada de mediar, de advertirlos y conciliar con padres e hijos mediante conversaciones esclarecedoras. Es soltera, no ha pasado por la experiencia de tener hijos propios y tiene un novio que la presiona con la idea de vivir juntos. Un dia, sobre su escritorio, reposaban 38 carpetas, 38 niños, sobre ellos uno nuevo se posó, el de una niña tímida, que ha bajado la calificación de notas escolares bruscamente. Advertencia para la cual, Emily pondrá atención frente a las señales recogidas. La pequeña se encariña con la asistente, determinador sucesos y melosidad mediante, Emily acepta la tenencia de la menor y comienzan a convivir juntas. El caso, no sólo invoca a films como El Exorcista, La Huérfana y Sexto Sentido. Existe violencia gráfica, recursos intencionados abruptamente para generar un salto en la audiencia, y hasta mas de una escena de sobreexplotación de efectos visuales, no creibles. Emily era una experta en su trabajo hasta que conoció a la niña, al igual que los espectadores, estafada por otro de los casos en que todo lo que creíamos puede ser de otra manera, una invitación a desconfiar. Dentro de los secundarios tenemos a Ian McShane, como un policia / detective amigo que está siempre dispuesto a recibir llamados a la madrugada y salir corriendo a asistir a Emily. Confesor por momentos, absurdo en sus conclusiones, es apenas, el único personaje presentado que genera la sensación de haberse insertado en su rol. Dos mujeres rubias y el horror. El resultado de la incursión de Renée (actriz ganadora de un Oscar) es olvidable, lastimosa, desentonada. Ahora, la otra rubia, más marginal, a mi pesar una muy mala actriz, sin embargo, consigue impactar, cambiar radicalmente su perfil y convertir placentera la visión de un film que si bien contiene muchas fallas funciona en gran parte debido a su tarea, pero esa es otra historia, esperen al estreno de La Caja Mortal.
Interrogantes del redactor al iniciar una crítica sobre el film a desarrollar, Dos Hermanos. ¿Iniciar la crítica mencionando a Daniel Burman, su director; Graciela Borges o Antonio Gasalla, protagonistas ambos, o hacer referencia al Nuevo Cine Nacional? Debido a que el film engloba la interacción de los mencionados vitalmente, y su director es considerado como uno de los iniciadores del movimiento anteriormente destacado, mi interrogante se solucionará intentando no mencionar en ésta crítica absolutamente a ninguno de los que aquí he destacado, de ésta manera, restamos complicidades, comparaciones con trabajos previos, actuaciones “a medida” y un rol dramático con resabios apartados de un capo cómico. Preferiblemente, como habría de ocurrirme mientras miraba el film, de gran nostalgia, parto el inicio de éste relato con mención a Elena Lucena, actriz con más de noventa años, interpreta roles duales, según mi parecer, los que crean los mejores momentos del film, como madre de los hermanos del título y tía de los mismos, utilizando la herramienta cinematográfica de constituir dos mujeres de rasgos similares, generan las disfunciones, excesos, remordimientos, avatares, carencias y eventuales comportamientos en sus ya crecidos hijos. Con poca duración en pantalla, sus roles son tan significativos que acompañan a las acciones concientemente de todo lo acahecido en el film, es por ellas que sus hijos son como son. Hijo. retraído, abusado psicológicamente por su hermana, pintón de joven, defensor de valores familiares, atento y respetuoso de los mayores, decidió suplantar su vida de viajes y destrezas teatrales, por vivir a cuestas de su madre, atendiéndola aún cuando ésta no estaba enferma, vivir bajo la sombra de sus polleras, remembranzas a Edipo, obra de importancia en el film y destacada. Una persona cuya necesidad de vivir ha aparecido tardíamente, ha sido feliz esporádicamente según sus palabras, pero con duraciones mínimas. Hija. Mentirosa, embustera, aristócrata, estafadora, relacionada laboralmente al ambito inmobiliario, se lleva el mundo por delante sin importar a quien deja o pisa en el camino, sin importar si éstos son cercanos, familiares, enemigos, amigos, para ella, todos son iguales. De exhuberante elegancia, confabuladora, elige sus negocios como presas de una cacería, carente de abilidades salvo para las trampas. La atención de su madre la delega a su hermano, a quien no puede ver ni dejar triunfar ya que no hay espacio para dos ganadores en la misma familia. Hechas las menciones. Ahora el film. Dos Hermanos es un largo que evoca a la nostalgia principalmente, la melancolía generada por la vejez, las personas que viven a través de otros sin darse cuenta que el tiempo pasa y rápido. Son numerosas las menciones al programa televisivo de almuerzos que realiza Mirtha Legrand, una diva, estrella de la época de oro del cine nacional, cuando contábamos con una industria cinematográfica importante en nuestro país. Muchas personas, al igual que los hermanos, en gran parte se enteran de lo que ocurre diariamente en su ambiente, país y sociedad, gracias a tan frívolas acotaciones realizadas en el programa de TV. Las palabras de Mirtha son sagradas. Un acontecimiento penoso para la diva recae en ellos como si ellos mismos lo vivieran y palparan. El fallecimiento de la madre, deviene en la venta de la propiedad familiar, donde Marcos, su hijo, convivía. Una nueva propiedad, situada en Uruguay, por el simple hecho de que Susana, su hermana, habia señado como característico en ella, traslada a Marcos a una región desconocida para él, tranquila, donde gracias a empeñarse positivamente a hacer algo, conoce un taller de teatro donde estarían iniciando los preparativos para llevar Edipo Rey a las tablas (¡!). Uno tras otro suceso, mejorar y desmejoran constantemente la relación entre hermanos, arbitrariamente similares y distintos a la vez, desconectados uno del otro, emprendiendo un largo y tardío inicio de reconocimiento entre ambos. El film rota entre escenas como lo es su comienzo, al igual que en El Nido Vacío, con una vitalidad fenomenal, encuadrada en primeros planos de los involucrados, la discusión de Martinez en aquella es similar a la de una reunión de consorcios donde se esbozan los comportamientos de los protagonistas, con eficaz y mordaz efectividad. En contrapunto con esas escenas memorables, Dos Hermanos, rota constantemente entre géneros, quiere imponer señales de comedia abruptamente donde no hay lugar para las mismas, el planteo del film es muy triste, cerrado y sofocador como para dar lugar a aquellas fugaces reacciones del capo cómico. Si bien es algo menor, no queda claro, salvo por escenas donde vemos a la pareja tomar una embarcación, si estos residen en su pais natal o en su nueva propiedad en Villa Laura. Los rubros técnicos son muy cuidados, asi como la personificación, vestimenta y maquillaje de la hermana. Contamos con una coreografía en titulos finales, innecesaria, escasa de climas, que, solamente es valor agregado y ayuda a considerar si es factible que el director tenga pendiente concretar a futuro un proyecto musical. Un director cuyos proyectos, por lo taquilleros que han logrado ser, los valores culturales, religiosos y temáticas que han abarcado, han tenido aval asegurado al momento de poder ser ideados.
El cine francés ha deleitado a la comunidad cinéfila mundial con comedias muy particulares a lo largo del tiempo, imposible de copiarlas, sus remakes jamás han logrado superarse. El caso de La Gran Fiesta de Coco, reivindica que existen ciertos proyectos de cine francés, de género cómico, popular, vulgar y…de desastroso resultado. Gad Elmaleh, quien habría impresionado con su labor en Mujer de Lujo junto a Audrey Tatou, con una interpretación sobria y cuidada, aquí, bajo el titulo de director, guionista y actor principal, nos convida un poco de su mal gusto, lo peor de Benigni o Francella en una comedia con tan pocos gags efectivos, tan poca ironía y vaguedad que no invita a una platea a sumergirse siquiera unos pocos minutos en tan incongruente relato. Elmaleh es Coco, un empresario francés de origen judío que ha llegado a ser exitoso y multimillonario gracias a la invención de una bebida vigorizante de amplias ventas. Condecorado por altas gemas del gobierno francés, Coco, al enterarse con su médico de cardiología (Gérard Depardie, en uno de sus lastimosos y olvidables secundarios) que no tiene mucho tiempo de vida, decide organizar la más grande de todas las fiestas en honor a la celebración del bar mitzva de su hijo. Coco es un extremado fanfarrón, se regozija de su riqueza, tiene colaboradores y empleados que lo adulan, lo admiran, una hermana tediosa que continúa tratándolo como a un niño, una esposa que ha dejado su carrera por la experiencia de salir todas las tardes a comprar zapatos, viste a la moda y todo en su hogar tiene un toque kitsch. Un adversario que hará la misma celebración para su hijo en el mismo dia escogido por Coco, plantea el único obstáculo frente a las ocurrencias del magnate. Las vagas ideas de guión desmerecen por completo a un film del que hemos vistos muchos similares, pero graciosos y atractivos, Coco no tiene nada de ello, va hacia otro lado, continuando en la verborragia y alarde de lo que se tiene o puede tener, contratar a Madonna para hacer un show, Spielberg como camarografo de la fiesta, etc, algunos de los planteos. Excesos por doquier. El film no logra adecuarse a un genero, por momentos ronda el drama con algunos aspectos familiares derivados de su relación como padre y marido, la desatención de su clan debido a la organización de una fiesta sin reparos de quien el sólo interés reside en Coco y de la cual no veremos nada por que no hemos sido invitados, ni siquiera como espectadores.
Distintas clases de cinefilia Martin Scorsese es uno de los maestros directores de estos tiempos, no solo se ha involucrado en la enseñanza de cine en distintas modalidades (brinda clases y seminarios en prestigiosas escuelas), así como en la restauración y preservación de joyas del séptimo arte (hace mas de una década descripto en el articulo “Save the Reels”, periodo donde notó el deplorable estado irreparable de clásicos como Las Zapatillas Rojas, y en la actualidad con The Lovemaid presentada en el BAFICI 2009), a su vez, lejos de una mirada cinéfila, él se encarga de estudiar al cine, en si; estudiarlo y, amarlo, con igual devoción. El primer director que llega a mi mente al querer emparentar alguno que sea tan apasionado o merezca mención sobre su amor al cine, seria Tarantino, una distinta especie de cinéfilo, mas avocado a los géneros, backstage, memorabilia y constantes homenajes a personajes y directores, en gran parte de su filmografía. Resucitador de olvidados talentos. Scorsese y Tarantino, agradable seria poder encasillarlos como maestro y alumno en una clase de cine. Ya que estamos en la vereda de imaginar por que no la dupla educacional Jacques Torneur – Scorsese , Samuel L. Fuller – Scorsese o el mismísimo Hitchcock – Scorsese (cierto, esta dupla ya esta reservada a Truffaut, un digno aprendiz). Hablando de duplas, también podemos mencionar las duplas director – actor. Scorsese ha tenido este especie de romance anteriormente con diversos actores en su carrera, comenzando por el joven Harvey Keitel, seguido por Robert De Niro y actualmente con Leonardo Di Caprio. Este último, si bien es un excelente actor y según dicen, se lleva de maravillas con el maestro, entendimiento a solo mirada, por su joven fisonomía, no ha llegado al momento de concretar un trabajo soberbio como los ha hecho con De Niro. Pandillas de Nueva York fue un film olvidable, El Aviador demostró la gran dote directorial. Trabajos realizados, de gran manera, con una impronta necesidad de adquirir un Oscar; lográndolo con la aceptable remake de Infernal Affairs, titulada Los Infiltrados. Una isla, un detective, un manicomio En el viaje por barca emprendido, se avista un pasajero un tanto descompuesto, mojando su cabellera, enfermo del mar, el oleaje, el movimiento. Junto a él, su co equiper, principiante delegado al acompañamiento del oficial. La misión: esclarecer la desaparición de una paciente internada en el instituto para insanos mentales, ubicado en una isla alejada, inhóspita, siniestra. Una manera de llegada y salida o escape, por medio de la embarcación. En el film divisamos las ya aplicadas y conocidas tomas oblicuas, con movimientos bruscos pero armónicos que suele utilizar Scorsese, en los comienzos, y una vez adentrada la acción olvidadas completamente en el relato. He allí el quiebre donde Scorsese se embarca al igual que Di Caprio en una tarea absorbente, demandante, lunática, opresiva y con un acertado juego con la psiquis del espectador. En La Isla Siniestra o Shutter Island, nada es lo que parece. Pasados misteriosos, internos que han sobrevivido a la 2da Guerra Mundial, con recuerdos hostiles, memorias de sucesos que han dejado marcas, brutales asesinatos, psicoanalistas con oscuro pasado y vinculaciones al nazismo, nuevas practicas de sanar. El film también presenta ambigüedad entre los personajes principales. No todos los héroes son buenos ni todos los villanos tan malos, si es que los hay. Las melodías abrumadoras al internarse en la institución recuerdan a los mejores y más punzantes acordes de partituras de Herrmann, presentes en toda la duración. Dentro del elenco contamos con el veterano Max Von Sidow, en un rol que no solo le queda pequeño; es presentado con el valor que merece este gran actor. Ben Kingsley es correcto, así como creo Mark Ruffalo, no presenta desafío alguno. Ciertos acontecimientos de la trama se dejan preveer. Scorsese por momentos escapa al relato original, con sueños, pesadillas, recuerdos. He aquí donde creo el film hace agua, esas escenas, si bien magníficamente filmadas, ayudan a dar demasiada información que podría haber quedado latente para la personal digestión del espectador. Cinefilia pura, amor y estudio por el cine, cada decenas de narrativas clásicas hollywoodenses al fin llega un film para poder apreciar y amigarse con el cine, que es otra materia completamente distinta a lo que suele llegar a nuestras carteleras.
El cine de Tim Burton se ha caracterizado en gran parte por demostrar un reflejo de los estados de ánimo del director, así como su pasión por el cine de oscuras historias, clásicos de terror y motivos circenses. Es notable su crecimiento a nivel profesional, el desarrollo de su talento latente en sus principios, y sus relaciones amorosas, al igual que sus oscuros momentos, son expuestos en cada fragmento de celuloide. Desde sus comienzos, este efecto de espejo se reflejó en cortos como Vincent: su homenaje al gran maestro del terror Vincent Price, uno de sus referentes a quien eligió para interpretar al padre del mejor de todos los personajes que supo concebir dentro de sus films hasta el momento, Edward, el joven con manos de tijeras. Vincent era un niño solitario –al igual que Burton-, incomprendido, un genio en su propio mundo. Frankenweenie, constituyó un experimento macabro, filmado para Disney –motivo por el cual fue despedido también, y de la cual se espera un largometraje a futuro, actualmente en etapa de pre-producción–, la historia de un perro muy particular, muerto y resucitado con electrodos. Un Frankenstein canino que no entra en los standares de tal empresa destinada a un público infantil y familiar. Su evidente talento no pasó desapercibido. Con La Gran Aventura de Pee Wee –distribuida por Warner–, Burton mostró su costado circense. Pee Wee Herman (el personaje de Paul Reubens que tuvo programa de TV propio), un grotesco presentador cómico amanerado, es “distinto” del resto; aquí es donde Burton comienza a evidenciar un tema recurrente en sus films: los "distintos" son aquellos que triunfan gracias a sus aptitudes, por más humillaciones que tengan a cuestas. Sic Burton. En 1988, llega su gran éxito también para Warner, Beetlejuice, con un Michael Keaton en auge y una Winona Ryder apenas descubierta, una comedia negra sobre los recientemente fallecidos que deben aprender sobre su viaje a la otra vida. Sátira, donde sus diseños y dirección de arte comenzaron a tener aún más importancia y actos musicales de por medio. Convertido en una franquicia que ante el eventual boom de fanatismo Burton, terminó convirtiendo al personaje en una animación televisiva. Con la llegada de Batman, Burton se dió a conocer a las grandes audiencias, un personaje popular, con una explosión de las características anteriormente mencionadas. Sin via libre en elección de cast por ultima vez. Como siempre ocurre, ya habiendo entrado en la Power List, convertido en un director clase A, Burton tiene rienda libre a hacer lo que quiere con sus proyectos, tal fue el caso que logra su mejor y más personal film, El Joven Manos de Tijera, donde conoce a Johnny Depp, una conjunción inseparable hasta la actualidad, una dupla que supo afianzar con el actor al igual que con el musicalizador Danny Elfman, presente en la mayoría de sus proyectos, salvo tras una peleíta que quedó en el olvido. Tras el éxito multimillonario de Batman, su secuela no podía hacerse esperar. Batman Vuelve no colmó las expectativas de la audiencia, un film tan sombrío que asustó a las cadenas de comidas rápidas de los arcos dorados a incorporar juguetes, figuras de los personajes principales en sus cajitas de comidas rápidas. Reacción que tuvo un peso inesperado sobre la decisión de llamarlo para una segunda secuela. Batman Regresa constituyó una secuela por excelencia, es el ejemplo marcado de cuando a una persona le brindan un cheque en blanco para gastar sin reparos. En sus siguientes, Ed Wood, filmada en B&N, homenajeó al considerado peor director de cine de todos los tiempos y, ya con fama, consiguió relacionarse con una bella mujer, Lisa Marie, donde despierta una nueva costumbre, la de incorporar a sus parejas en roles de sus films. Marte Ataca! evidenció que, en un año dentro del cual se estrenó simultáneamente Día de la Independencia, extra terrestres, en éste caso marcianos bien coloridos, no compiten con nosotros, los humanos, en la efectividad de autodestruirnos.. La Leyenda del Hombre sin Cabeza, retomó su via hacia lo oscuro nuevamente. En el 2001, conoce a Richard Zanuck, hijo del legendario mogul de la Fox, quien le propone trabajar sobre una remake innecesaria y quizás uno de sus peores films, El Planeta de los Simios. Allí conoce a la casteada Helena Bonham Carter. La relación entre productor-director continuó con El Gran Pez, una fábula donde se vislumbra una gran necesidad de Burton por contar una historia de padres e hijos, padre e hijo en éste caso, en referencia al reciente fallecimiento de su padre. Con El Planeta de los Simios, Burton adquirió otra costumbre, la de hacer remakes. Tal fue el caso de Charlie y la Fábrica de Chocolates, nuevamente innecesaria. El Cadáver de la Novia, fue su respuesta a Henry Selick, animador de stop motion con quien habría trabajado para relucir el ya convertido en clásico El Extraño Mundo de Jack. Yo también puedo lograrlo! La respuesta fue rotundamente negativa. ¿Por qué no incursionar en el musical? La respuesta: Sweeney Todd. Y ahora, otra más… (Nota: se hace mención a resoluciones del argumento) Alicia en el País de las Maravillas. El clásico de Lewis Carroll aplicando las nuevas tecnologías del 3D. El film combina dos obras de Carroll, Alicia… y Alicia a través del Espejo, donde Alicia, deja de ser una simple niña, a punto de comprometerse con un Lord a quien cercanamente desprecia, su huída de la situación –un agasajo en una mansión victoriana- culmina introduciéndola en un arbolado lugar donde termina cayendo por un hueco. Decenas de metros bajo tierra, allí la aventura comienza. Wonderland. Aquí se encuentra con personajes de los más variados y exóticos, un posible sueño o producto de su imaginación, un gato que tiene la particularidad de poder esfumarse, dos hermanos gorditos gemelos sin muchas luces, una oruga demasiado sabia y el famoso sombrerero (Johnny Depp), un tipo al que todos tildan de loco. Existe un duelo entre una Reina Roja (Helena Bonham Carter) y una Blanca (Anne Hathaway), hermanas enfrentadas, una muy cabezona y maldita, frente a otra con bondades y ansia por retornar a su trono, cual le fuera usurpado. Explosiones de color por todos lados, los diseños habituales de films de Burton, autorreferenciales y autohomenajeándose. El uso de los efectos generados por ordenadores al día con la nuevas tecnologías y la utilización de un 3D que no termina de convencer, distinguimos fondos, lejanías y diversos planos, pero sin vinculación alguna del 3D a la historia, sin ser invasivo, sólo dos situaciones en las que algún objeto pueda sentirse con cercanía en la visión. Si bien los diseños son hermosos, como en todo film de Burton, los siento repetitivos, desde su poster original vemos las tipografías que ya llevan su firma, excesos de colorido que en el film no se ven como tal, hay grandes espaciados, producto de algún wiz en animación. Esto sólo provoca en mi, añorar la época de los mate paintings, donde los estudios contrataban a artistas para generar decorados, recordar films de Terry Gilliam (no El Increíble Mundo del Doctor Parnassus), inclusive hasta Scorsese los ha utilizado en la recreación de épocas en films como La Edad de La Inocencia. Daban otra sensación, otra magnitud, un acercamiento a la realidad mucho más convincente y cinematográfica. En Alicia…todo parece estar muy cuidado, tan cuidado que hasta los diálogos no se escapan de ser políticamente correctos, siento que Burton ha estado una de dos, o limitado por la Disney o simplemente se haya convertido en uno de los tantos directores que han perdido la magia y entusiasmo que solían tener. No me conforma ver un film apenas correcto, que no intrigue, ni desate suspenso en un libro tan original y vasto como es el de Alicia… Conformarnos con animales creados digitalmente, perfectos, cada uno por separado, casi sin interacción entre ellos mismos, brinda la sensación de ser un trabajo en que cada animador ha diseñado un personaje y en algun momento les han pedido incorporarlos a una escena determinada. Siquiera el sombrerero, con mayor protagónico que en la novela logra establecerse como un personaje convincente ni plasmado a las necesidades de Alicia en Wonderland, sirve simplemente como un guía. Ida y Vuelta La vuelta de Alicia a la sociedad, marca una resolución sufrible, editada con rapidez, cual si una niña pudiese en su travesía, haber madurado todos sus temas en escasos minutos, realiza una recorrida y esboza “en sus rostros” (familiares, madre, cuñado) todo lo que tiene para decir a cada uno de ellos con una suerte de revitalización personal. Conclusión Extraño. Extraño al Burton desopilante y encolerizado de sus primeros y mejores trabajos, es sabido que una persona cuando pasa de una etapa a otra, esto involucra un cambio. Ojalá llegue el momento en que un punto de quiebre vuelva a ocurrir en su carrera, esos momentos donde uno reflexiona y se juega, esté Disney, Warner o la productora que sea detrás de su proyecto. Cansado Cansado de las interpretaciones repetitivas de Johnny Depp, un gran actor que junto a Burton, considero ya no puede crecer más, ya han cumplido una etapa juntos, Depp tranzó y se convirtió en el pirata Sparrow, ha dejado de ser el actor rebelde de Hollywood. Salvo su labor en Sweeney Todd que ha presentado en cierto punto un nuevo reto o desafío en su carrera por tener que tratar con un musical, Wonka y el Sombrerero son apenas rezagos del talento que tiene latente.
El apodado Tetsuo Lumière, compone con esta continuación a TL1: Mi Reino por un Platillo Volador, un film constituido por un sin fin de recursos cinematograficos en una producción de muy bajo presupuesto pero con originalidad y dosis de disparatadas situaciones, escatològicas. TL2 representa a ese “otro tipo” de cine que se realiza en Argentina, amateur, independiente, sin la posibilidad de llegar a un público en salas por el escaso compromiso de productoras en mostrar éste tipo de films, en formatos de video, que encuentran anualmente a su audiencia gracias a la existencia de Internet, festivales como el BARS y muestras alrededor del pais. En ésta ocasión presentada en el MALBA. TL2 trata sobre el repetido y cansador ensaño de TL por conseguir filmar su primer película de ciencia ficción, para ello, desarrolla sus vivencias con un relato que las une gracias al documentado de uno de sus mejores amigos. Un triangulo amoroso, idas y venidas, TL utiliza recursos inimaginables a la hora de poder insertarlos en su film, incluyendo una filmación de una Monster Walk realizada oportunamente en Buenos Aires. Es referencial su amor por los films mudos, Chaplin, Buster Keaton… Una de las mas gratas sorpresas del Festival. Actualización: Ganadora del Premio a Mejor Largometraje en Competencia Argentina 24ºFestival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Su paso por Hollywood denotó placenteras experiencias frente a nuevos documentales que reivindicarían su naturaleza de viajar, explorar e interiorizarse en distintas culturas (Grizzly Man, Encounters at the End of the World), y una decepción frente al film Rescue Dawn, un drama bélico con un final inentendiblemente pro yankee, no estrenado en carteleras porteñas. El hecho de que Nicolas Cage esté frente al proyecto como productor, hace cerrar más la idea, Cage necesita salir un poco de la gama de films para las que es llamado, poner su rostro frente a proyectos banales, fracasos. Con Un Maldito Policía en Nueva Orleans, Cage rompe esa brecha que lo limitaba actoralmente de esos fracasos, quizás hace una labor similar, mismas muecas, mismos gestos, pero, bajo un guión sólido, con un gran cineasta delante de cámaras. Las diferencias entre éste y el film de Ferrara, son abismales, casi sin relación, salvo por tener en común a un detective policíaco muy particular, sacado de sus cabales, no respetando la ley, y utilizando el pequeño poder que le confiere ser un oficial, para provecho propio. El film comienza con un Terence McDonagh (Nicolas Cage) que se preocupa por el prójimo, recientemente tras el paso del huracán Katrina, ensucia su cara camisa y vestimenta por sacar a un tipo atrapado en una celda llena agua, es consciente de sus actos, tiene valores. Un acontecimiento que involucra una muerte, encamina a Terence hacia la investigación y búsqueda de un sospechoso, sus métodos no creo que sean aprobados por ninguna institución de Derechos Humanos, su conducta frente al desarrollo del film se va tornando a cada instante más acomplejada, sórdida y oscura. El film entrega momentos fascinantes, dignos de jolgorio entre la audiencia, a los conocedores del cine de Herzog se nos brindan pasajes metafóricos ridiculos y a la vez graciosos, por demasía. Se afrontan subtramas que a la larga convergen con el resultado final del film, podremos dar un pantallazo a la corrupción policial, a la vida de juegos y apuestas, las maniobras de un jugador de Basquet, el poder de políticos y sus hijos descarriados, las prostitutas, las mafias, el tráfico de drogas, rehabilitaciones y enfermedades, delirios que Terence vivirá en escasas semanas, que lo vincularán a actos extremos, cayendo cada vez más en un pozo muy difícil de escapar. Dentro del magnífico cast de secundarios, Eva Mendes, como una profesional que ama a Terence. Val Kilmer como su co detective, sin mucha participación ni importancia. Fairuza Balk en una pequeña pero lograda muestra de que continúa siendo una de las “¿chicas?” malas del cine. La genial Jennifer Coolidge, una actriz a quien sus años no le juegan en contra a la hora de querer bastardearse actoralmente y permitir reirse y desvalorarse de sí misma, cuestión que con los pocos proyectos en los que se la ha visto, sirvieron y han sido los necesarios como para acaparar la atención. Otras pequeñas de Brad Dourif, como un oficinista policial que toma apuestas y Vondie Curtis-Hall como el teniente en jefe de Terence. Tambien se incluye a Michael Shannon, Shawn Hatosy, o el veterano Tom Bower.
Atrayente film con abundante mezcla de géneros, deambulando por el musical, comedia, drama y documental. La historia se centra en los integrantes de un grupo musical popular y sus presentaciones a lo largo de diferentes regiones de Portugal, particularmente en Arganil, padre, hija y sobrino. Recorridos zonales, con intermisiones musicales, apartados frente a un esquema de raro y falso documental. Por momentos la cámara se escapa de las historias que van fluyendo para mostrarnos los detrás de escena del equipo técnico involucrado en el rodaje del film, y sus derivados inconvenientes. Herramienta utilizada en diversos films (La Rosa Púrpura del Cairo, El Ultimo Gran Heroe), con diferentes resultados, sin ir más lejos la anteriormente comedia romántica presentada en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, V.O.S. de Cest Gay. Esa frontera entre ficción y realidad es constantemente eludida, hasta llegar a un desconcierto narrativo que con justa razón es lo que le brinda el mayor atractivo a ésta original propuesta. Hay entrelazos amorosos y un muy eficiente duelo argumental entre personajes siempre con un trasfondo musical como conjunción. El rodaje del film peligra frente a la interacción entre los integrantes del film y técnicos encargados en la producción del mismo film que estamos viendo. Miguel Gomes presenta una paleta de situaciones que se va reinventando con el correr de los minutos, puede desorientar hasta cuadrar en el film éstos géneros cinematográficos anteriormente descriptos, el resultado sin embargo es satisfactorio a una experiencia no habitual en parámetros del pobre cine actual. Su dirección asombra por cómo simples situaciones son reflejadas con complejidad y de manera armoniosa. Ganadora del premio a Mejor Largometraje en la Competencia Internacional del 11ºBAFICI auspiciado por Hoyts Cines y la distribuidora Zeta Films cuyo premio consistió en la eventual distribución del film en salas argentinas.
El ex detective de homicidios Craven (Mel Gibson) y su única hija (Bojana Novakovic) tras años de no verse ni casi hablarse, distantes, se reencuentran. Luego de un inusual malestar en ella, salen al pórtico del hogar donde desde una camioneta la jóven es asesinada de un escopetazo, con poca visión nocturna al grito de: -¡Craven!. De aquí en más, fuerzas policíacas y detectives de Boston quieren encargarse de una investigación de la cual su padre, experto en el tema, no ha de perderse. El inicia sin cautela, violentamente la búsqueda e interpretación, ante el incierto desconocimiento sobre a quién de ellos estaba dirigido tal ajuste de cuentas. El resultado, un nuevo thriller de suspenso involucrando a corporaciones multinacionales, la seguridad nacional de los Estados Unidos, la corrupción policíaca, temas siempre vigentes, siempre tenidos en cuenta a la hora de elegir algún villano de turno. Mel Gibson afronta un reto menor en su carrera, mantenerse como un héroe de acción, violento luego de 8 años de ausencia delante de la cámara, con notable cambio en su tono de voz y rasgos faciales característicos de su edad. Una especie de reivindicación light a Revancha, Craven es perseguido, espiado, odiado, actúa violentamente a modo de venganza y por el mero motivo de esclarecer el crímen de su hija, poder entender, saber. Algunos indicios lo llevan a abrir una caja de Pandora, involucrarse aún más, usar todas sus herramientas, su fuerza y poder “policial” para amenazar, dar lección y hasta torturar. Dos actores que ya han trabajado juntos en un excelente western no estrenado en la cartelera porteña, The Proposition, son parte del cast de secundarios. Ray Winstone, un actor que desde su aparición en la genial Sexy Beast, no deja de ser llamado para secundar a grandes figuras, un apoyo a Jack Nicholson en Los Infiltrados, a Harrison Ford en Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, y ahora junto a Gibson. En ésta ocasión su rol, le permite sentarse y esbozar un diálogo mientras disfruta de un puro, con seriedad característica, un “arreglador”, un hombre contratado para armar y desarmar sucesos de tal manera que terminen siendo vistos como a él le plazca. Tambien lo tenemos a Danny Huston (hijo del célebre director John Huston), en una mínima aparición, rol habitual. Martin Campbell resucita ésta historia que ya había sido un proyecto en televisión, con formato de miniserie y dirigida por él mismo. Un director con altibajos, que si bien supo concretar dos films de la saga de James Bond y revitalizarla gracias a Casino Royale, tambien ha sabido aburrir con las grandielocuentes adaptaciones de El Zorro.
Michael Stuhlbarg, tambien visto en éste festival en el film Cold Souls, interpreta a Larry, sobriamente, el padre de familia, el “hombre serio” al que todos los pilares en los que habia creido y enarbolaba, han caído, de ocupación: profesor, irrisoriamente, segunda ocupación: ser de religión judía, quizás una de las tareas que mayor tiempo le reparan. Su esposa lo engaña, sus hijos son entes y un hermano habita su hogar, convive, todo el dia reposando en un sillón, como si esto fuera poco, un alumno intenta sobornarlo para que apruebe un examen, de lo contrario entablaria una demanda por la recepción del sobre con la coima. De los Hnos.Coen conocemos que ya han entregado numerosos y exitosos films, la crítica ha discrepado sobre las temáticas, resultados y hasta llegar a considerarlos una farsa en sentido cinematográfico. Sus films son dispares, sus guiones alocados, distantes de la linealidad y uno puede o no estar satisfecho con la experiencia que significa ver uno de sus films. Algo, creo, inobjetable es que han sabido sacudir a la opinión del mundo cinéfilo, se han diferenciado del resto, aun pudiendo considerar, haber creado un lenguaje propio en sus trabajos. Un Hombre Serio los tiene esta vez mostrándonos un mundo intimista de un hombre por demás correcto, “normal” si es que existe una linea divisoria que limite lo correcto de lo que no lo está, las diferencias entre la honestidad, y todas aquellas imposiciones de la sociedad hacia sus integrantes. El tema principal del film es la fé, la fé enarbolada en este hombre y su alrededor, la creencia religiosa de origen judío que tiene a su familia arraigada a muchos valores y costumbrismos, una mirada sobre un mundo moderno donde ciertos pilares van cayendo. El no creer y el dejar de hacerlo. Como es característico en films de los Hnos. Coen, vemos incesantes situaciones extremas, el apoyo del tercero en discordia hacia Larry, el hombre que ha sido engañado por su esposa, el desinterés general de las nuevas generaciones, el empleo del dinero para corromper inclusive en un ambito escolar. Un Hombre Serio es un film adulto, distinto en su filmografía, en éste los Coen no tienen obstáculos al momento de criticar y evidenciar nocivamente una postura, sin crear controversia, sin el afán de querernos provocar inocentemente sino fehacientemente y con la adultez necesaria para dejarnos uno a uno concientizar, ver la otra cara, metiéndonos bien el dedo en la llaga.