Volvió uno de los dúos más divertidos de Hollywood para redoblar la apuesta en esta secuela repleta de acción y risas. Ryan Reynolds, Samuel Jackson son las grandes estrellas de esta saga, pero en esta oportunidad también los acompañan Salma Hayek, Antonio Banderas y el mismísimo Morgan Freeman. Aún sin licencia y bajo la lupa de la INTERPOL, Bryce (Ryan Reynolds) es forzado a tomar cartas en el asunto por Sonia Kincaid (Salma Hayek), para salvar a su esposo Darius (Samuel Jackson). Mientras Bryce es llevado al límite por sus dos protegidos más peligrosos, el trío es hostigado por una loco y vengador griego (Antonio Banderas) que desea destruir Europa. La propuesta de su director Patrick Hugheses la misma que en su película predecesora. Mucha acción que se traslada en diferentes locaciones, tramas entrelazadas entre las relaciones de los personajes y un gran enemigo a vencer. Esa es la fórmula con la que consiguió el éxito en 2017 y con la que seguirá apostando si es que existen más secuelas. Salma Hayek tiene vital importancia en esta historia. La actriz toma las riendas de su personaje y se convierte en el eslabón principal de esta película, entregándonos momentos de acción total, chistes muy ocurrentes y algunos insultos en español. Antonio Banderas por su parte construye un personaje malévolo e intrigante. Morgan Freeman nunca decepciona. Nuestros protagonistas, Ryan y Samuel, logran esa química irrevocable que conocimos en la primera entrega, pero en esta oportunidad no tienen tantos momentos donde se luzcan juntos. Lo más impresionante y atrayente es la producción general. Las locaciones, los efectos especiales, las persecuciones y el uso efusivo de explosivos de diferente calibre. Todo lo que necesita visualmente una película de acción, esta lo tiene. Si bien es interesante su concepción, no logra despegarse del resto de películas del género. Siento que se estanca en ser una más del montón. Esto hace que sea olvidable e incluso que pase desapercibida en la cartelera de cine. Concluyendo esta review puedo decir que “DURO DE CUIDAR 2” es una película divertida, con mucha acción pero que no supo encontrar un distintivo particular. Mezcla géneros diferentes e incluso referencia grandes y reconocidas producciones, pero no llega a transmitir ese diferencial que la haría brillar. Es una típica película para disfrutar un domingo por la tarde mientras palpitas la llegada del lunes. Por Leandro Gioia
Volvió el grupo de bandidos más irreverente de DC, pero con aires nuevos y con diferentes versiones de sus personajes más reconocidos. Con James Gunn a la cabeza este grupo llegó para redimir lo hecho en 2016 con la película “Suicide Squad” dirigida por David Ayer, un film que fue muy bastardeado por la crítica especializada. En principio puedo decir que “THE SUICIDE SQUAD” es una aventura sin igual. James Gunn elevó su ingenio a la enésima potencia y les entregó a estos personajes de DC la identidad que se merecían. Vivenciar esta película es disfrutar de un sinfín de carcajadas, escenas violentas que rozan lo gore y momentos bizarros que entran perfectamente en el código de estos alocados personajes. Los escenarios son auténticos, el humor es ácido y cada personaje tiene características muy marcadas que los diferencian de otros. Me animo a decir que está entre las mejores producciones que DC llevó a la pantalla grande en los últimos años. Las actuaciones son excelentes. Para destacar tengo a 3 personajes. Harley Quinn encontró al fin una película que la merezca. Margot Robbie había hecho malabares para hacer destacar su capacidad actoral en guiones que no la ayudaban del todo. En esta oportunidad ella toma vital importancia y lograron capturar a la perfección la esencia de la arlequina. John Cena me sorprendió gratamente, su personaje Peacemaker tiene ciertos matices que lo hacen especial. Por último, quiero destacar a Daniela Metchior como “Ratcatcher 2”, un personaje encantador que nos entrega los momentos más emotivos del film. Nombro a ellos porque son los que más llamaron mi atención, pero cada uno de los personajes tiene detrás a un actor o actriz que los supo representar al máximo. Las estéticas son muy similares a las de “Guardianes de la Galaxia”. La historia en sí, desde su base, tiene similitudes con aquel grupo perteneciente a Marvel. Un grupo de bandidos con diferentes características en una aventura bizarra repleta de momentos graciosos, parece ser que James Gunn es ideal para tramas de este calibre. Los guiños a personajes históricos de las historietas, como, por ejemplo, la inclusión de Starro me parecen puntos muy positivos para el universo cinematográfico de DC. En conclusión, no encuentro puntos estrictamente negativos. Es una película muy completa dentro de su género. La duración es de 2 horas, pero sinceramente me fue muy esporádica la experiencia. Puede generar cierta disparidad de opiniones en los espectadores porque todo lo que sucede es llevado al extremo y esto hace que gente alejada de este género bizarro, gore y cómico no quede convencida con este film. En lo personal me encantó y creo que es la manera indicada de abordar a estos personajes en la gran pantalla. Por Leandro Gioia
Luego de 25 años de espera, regresaron los LOONEY TUNES a la gran pantalla. Esta vez llegan junto a la superestrella de la NBA, el mismísimo LeBron James. No hace falta aclarar que esta producción de Warner Bros apunta a los chicos y a los nostálgicos que disfrutamos de aquella primera entrega con Michael Jordan como protagonista. LeBron James se une a la simpática banda de los Looney Tunes para derrotar en un partido de basquetbol al Goon Squad, liderado por el malvado Al-G Rhythm (Don Cheadle). Todo esto tiene como objetivo salvar al hijo de LeBron y evitar la extinción de los Looney ́ s. Warner nuevamente apuesta por realizar una superproducción acorde a lo que merecen estos míticos personajes. Es muy complejo desapegarse de lo que fue la película original, creo que lograron hacerlo y traer una trama similar a la actualidad. El principal objetivo de este film es acercar a las nuevas generaciones estos personajes que quedaron un poco olvidados con el avance de las tecnologías. Es por eso que optaron por traer la temática “Videojuegos” a la cinta, porque así lograrán atraer a la generación actual de niños. Me gustó que haya un enfoque que apunte directamente a este público. Lo interesante es que además de seducir a nuevos espectadores, también apelaron a la nostalgia de los viejos con grandes referencias a la primera producción y a los años 90'. El máximo poder que tiene esta película es el de referenciar muchas de las producciones pertenecientes a Warner y a HBO. Podemos encontrar varios guiños a las grandes franquicias que poseen estos estudios. Como por ejemplo: Game Of Thrones, DC, Harry Potter, películas clásicas y series actuales como Rick Y Morty. Esto me gustó pero también trae algunas contras. Como espectador me sentí distraído por encontrar todas las referencias que sucedían en la trama y eso hace que la historia se me haya vuelto dispersa, porque hay una sobreinformación de cosas externas al hilo de la historia principal. En cuanto a las actuaciones no hay mucho que decir. LeBron estuvo muy correcto, teniendo en cuenta que no es actor, siento que lo hizo bastante bien. Don Cheadle construye un enemigo un poco verborrágico pero que es funcional a esta historia infantil. La estética es interesante, con los colores típicos que siempre rodearon a Space Jam pero con el agregado de estar enfocados en una ambientación más tecnológica y computarizada que aquella primera entrega. Las texturas que logran con los personajes animados dan cuenta de una innovación necesaria para renovar y actualizar a estos personajes. Las cuotas de humor son buenas. A una película donde aparecen los Looney Tunes no le podía faltar el humor característico de las caricaturas, y además logra ser genuinamente divertida. Teniendo en cuenta que su predecesora es parte de la historia cinematográfica y esta segunda entrega tenía la vara muy alta, siento que estuvo bastante aceptable en muchos aspectos. Por partes quisieron abarcar demasiado para superar a la original y eso le jugó en contra. Además, agregar tantas referencias hace que el espectador se sienta en una gran publicidad del estudio. De todos modos y a nivel general, este film funciona por el simple hecho de que está armada pura y exclusivamente para el disfrute auténtico de ver a los Looney´s y sus locuras. Es entretenida, divertida y llamativa a la vista, ideal para ver en familia y/o para rememorar grandes momentos de aquella Space Jam protagonizada por el gran Michael Jordan. Por Leandro Gioia
¡VOLVIÓ LA VILLANA MÁS EXCÉNTRICA DE DISNEY! En la vorágine de la compañía por realizar remakes, precuelas y live action de películas que ya vimos, la semana pasada llegó una nueva versión de Cruella de Vil protagonizada por Emma Stone y dirigida por Craig Gillespie. Estella es una joven huérfana que desea triunfar en el mundo de la moda. Para lograr sus objetivos hará todo lo posible por estudiar y trabajar con la Baronesa (Emma Thompson). Allí descubre su pasión y también la verdad sobre su pasado. Este film funciona como precuela de la Cruella que interpretó Glenn Close en los años ´90. Lo primero que hay que destacar de esta nueva película de Disney es que el diseño de producción es extraordinario. Desde los maquillajes hasta los vestuarios, todo es excelente. Se utiliza una gama de colores sumamente particular, con una selección de tonalidad que condice muy bien con la época en que está ambientada la historia (años ‘60). Cada vez que aparece el personaje de Cruella en escena todos los ambientes se modifican, dando a entender que ella llega con lo último de la moda y con una predisposición total de mirar hacia el futuro. Nuevamente Emma Stone logra interpretar un papel grandioso, incluso medianamente entrañable (dependiendo de cada espectador). No me parecería justo que se la compare con la antigua interpretación de Glenn Close ya que aquella quedó en la historia grande del cine infantil. Lo que me costó mucho es relacionar aquel personaje de Cruella con esta nueva versión, no encuentro grandes hilos conductores más allá de alguna sutil e interesante referencia. El resto del cast cumple con sus roles correctamente. Emma Thompson jamás decepciona y eleva la acción con su oficio y humor. La historia es sumamente dinámica. Son muy pocos los momentos donde la trama deja de avanzar, hay diferentes planos secuencia, pasos del tiempo que suman ligereza e incluso los personajes progresan en sus personalidades a un ritmo adecuado. Me gustó mucho este rasgo de la película ya que aporta al espectador cierto placer de ver y estar atento a lo que está sucediendo en pantalla. El mayor problema es el aspecto visual de los efectos especiales. Por momentos ver a los perros con un CGI tan abrupto genera que le prestes mucha atención a ello y te saca de la historia, creo que en este punto se podría haber apelado a la vieja usanza, con perros más realistas. La musicalización tiene su encanto. Una de las mejores cosas de la película es el soundtrack “Call Me Cruella” de Florence + The Machine, es realmente una exquisitez, muy pegadiza y sumamente recordable. Sin embargo, esto tiene un contrapunto, porque creo que ha sido desaprovechado. Cuando una producción tan importante encuentra un soundtrack de esta envergadura debería usarlo en más pasajes de la historia. Concluyendo esta review podría decir que es una película muy entretenida, que cumple con las expectativas de lo que prometía. Siento que es una de las mejores live action de Disney del último tiempo, pero me cuesta hacerla encajar en el mismo mundo que “101 Dálmatas” y eso le resta mucho porque se supone que es una historia de origen de aquella Cruella de Glenn Close, pero nos encontramos con un personaje completamente diferente. Es intrépida y me sorprendió, pero tiene algunas cuestiones inverosímiles. De todos modos, es una gran producción, con condimentos sumamente interesantes. Por Leandro Gioia
“Mortal Kombat”, la franquicia de videojuegos de lucha más grande del mundo, se traslada nuevamente a la gran pantalla (ya lo hizo en 1995) pero esta vez con una apuesta mucho más ambiciosa y sus clásicos personajes como protagonistas. El mundo exterior liderado por Shang Tsu desea dominar La Tierra. Los campeones del planeta deberán luchar en un “Mortal Kombat” para que este no sea dominado por las fuerzas malignas. ¿Podrán estos héroes evitar la dominación? La película dirigida por Simon McQuoid es sumamente fiel a la esencia del videojuego. En todo momento se hacen claras referencias a él. Las coreografías de lucha, los efectos especiales, incluso los diseños de personajes son fascinantes. La música típica del arcade acompaña perfectamente todo lo nombrado anteriormente. Esto hace que cada uno de los espectadores se teletransporte a un momento de su infancia. Las generaciones que disfrutamos del juego en los arcades y las que también lo disfrutamos en calidad excelsa y realista, podremos contemplar a unos personajes que fueron construidos desde el seno de su particular esencia. Esto es un punto muy a favor de este film que está hecho por y para fanáticos de Mortal Kombat. El largometraje convive con lo sangriento y mítico que conlleva este universo de luchadores fantasiosos, respetando en todo momento la naturaleza de la franquicia. Sin embargo, los personajes se quedan un poco cortos en cuanto a la construcción de la historia de cada uno de ellos. La duración de 1h y 50 min parece no alcanzar en este sentido. La trama fluye y por momentos vuela, se hace muy dinámica pero poco explicativa de los orígenes de estos universos y sus respectivos habitantes. Esto hace que un espectador desconocedor de este mundo mitológico y fantástico se pierda de algunos elementos fundamentales. Lo positivo de la cinta es que deja la puerta abierta hacia una secuela, permitiendo que en algún momento podamos conocer más. Esto serviría de segunda oportunidad para el público que no llegue a entender algunas concepciones de este voraz mundo de luchadores. En conclusión, el film funciona sumamente bien. Nos muestra a grandes personajes que nos acompañaron durante nuestra niñez, adolescencia y adultez, respetando la esencia principal de cada uno de ellos. Aunque esto parezca simple, es muy difícil que se dé y es por eso que valoro mucho esta producción. Mortal Kombat Movie wins, finish him! Por Leandro Gioia
Warner Bros apuesta por un policial negro con actores estelares y una puesta en escena que de entrada es sumamente interesante. Rami Malek, Denzel Washington y Jared Leto protagonizan esta producción dirigida por John Lee Hancock. Un detective (Rami Malek) recién llegado a la ciudad debe atrapar a un asesino en serie. Para esto acudirá a la ayuda de un policía (Denzel Washington) casi retirado que tiene mucha experiencia en estos crímenes. La película se encasilla en el género policial negro, con ambientes muy oscuros y personajes afectados por su pasado oculto. Tiene un estilo que fue utilizado con frecuencia en los años noventa, en producciones como “Seven” y “El Coleccionista de Huesos” donde incluso Denzel Washington interpreta un papel muy similar al que vemos en “Pequeños Secretos”. El film empieza bien, con este estilo clásico que mencioné, pero luego de la primera mitad se derrumba todo aquello construido. Desde el guion se intenta dar una vuelta de rosca que haga a la historia diferente al resto, pero no funciona, se hace intensa y por momentos no atrae lo que estamos viendo. El resultado de esta mezcla de estilos entre algo clásico y algo innovador hace que el largometraje se quede a medio camino en una nebulosa difícil de reparar. Las actuaciones son lo más destacado de la película. El papel que interpreta Rami Malek es muy correcto, lo mismo para Washington. Todas las luces quedan puestas en Jared Leto que realiza un trabajo espectacular, dándole vida a un personaje misterioso y sumamente perturbador. La música y dirección están correctas, incluso algunas escenas de tensión están muy bien construidas, el principal problema se encuentra en el guion. Es interesante lo que se intentó construir, con una premisa muy atractiva, con una vuelta de rosca que intenta mostrar las consecuencias de ser detective y un elenco extraordinario, pero lamentablemente se queda a medio camino. Por Leandro Gioia
Nuestro pequeño amigo de madera regresa a los cines luego de 60 años. Esta vez con una película live action que promete encantar a niños y adultos. Gepetto (Roberto Benigni) es un pobre carpintero que desea construir una marioneta de madera para realizar shows y ganarse la vida entreteniendo a la gente. El destino de su vida cambiará cuando esta marioneta se convierte en el hijo que nunca pudo tener: Pinocchio. El film dirigido por Matteo Garrone tiene aspectos muy atractivos que se podrían encasillar en el neorrealismo italiano, con ciertos aspectos en el estilo visual pertenecientes al barroco. Una gama de colores que oscilan entre los marrones, rojos y grises hacen que la imagen sea sumamente oscura. Esto tiene la intención de mostrar la pobreza y ciertos aspectos tristes que pueden hacer miserable a la vida humana. El director optó por adaptar a la perfección el cuento original que relata las aventuras de Pinocchio. Logró con creces captar su esencia, ya que durante toda la película podemos ver todos los aspectos sombríos, turbios e intimidantes que se describen en el primer libro sobre la marioneta de madera. Las actuaciones son destacadas, sobre todo la de Roberto Benigni que vuelve a interpretar a un padre humilde, tierno y gracioso, como ya lo había hecho en “La Vida Es Bella”. La adaptación que logró realizar Garrone tiene mucho corazón e incluso un estilo muy marcado que hace que los espectadores no se olviden fácilmente de esta película. Esto lo veo como un aspecto muy positivo, sobre todo en nuestras épocas, donde el consumo para luego olvidar es moneda corriente en todos los aspectos del arte. El diseño de producción es magnífico, todos los vestuarios son dignos de admirar. Les recuerdo que esta producción está merecidamente nominada a 2 premios Oscar (2021) por “Mejor Maquillaje y Peluquería” y “Mejor Vestuario”. Este diseño acompaña a la construcción de los personajes, que tiene un estilo muy particular y por momentos algo tenebroso, sobre todo, por citar un ejemplo, el aspecto de “Pepe Grillo”. La trama por momentos se hace un poco extensa, sobre todo porque es un poco episódica la aparición de los sucesos. Es como si el largometraje estuviese dividido en pequeños capítulos muy marcados y eso hace que el relato no sea del todo fluido a la hora de apreciar la historia. Destaco mucho que existan obras como esta, porque a pesar de que puedan gustar o no, nos demuestran que la creatividad sigue existiendo y que se pueden hacer producciones de un mismo personaje con enfoques muy diferentes. Es muy conmovedora, emotiva y reflexiva. Además, que la película sea italiana le da un valor agregado especial, sobre todo en los aspectos visuales y sonoros. Es una muy buena opción para conocer a Pinocchio desde un enfoque más realista pero sin quitarle los códigos del género fantástico. Por Leandro Gioia
Nuevamente una película que revela una realidad social, política e histórica vuelve a estar postulada a los Premios Oscar. “Judas y el Mesías Negro” está nominada a 6 categorías: "Mejor Película", "Mejor Actor de Reparto", "Mejor Guion Original", "Mejor Fotografía" y "Mejor Canción Original". Bill O'Neal (Lakeith Stanfield) debe saldar deudas con la ley y para ello se infiltra en el partido social y político "Panteras Negras" donde deberá espiar a su líder Fred Hampton (Daniel Kaluuya) para enviarle información al FBI. La historia refleja a la perfección las desigualdades sociales, políticas y la discriminación racial que existía en Estados Unidos a finales de los años '60. El guion y la dirección (Shaka King) se encargan de tratar estos temas con sumo cuidado, respetando aquel proceso histórico. Todo el trabajo interpretativo es excelente. El cast estuvo perfectamente estudiado, la elección de estos actores y actrices (Lakeith Stanfield, Daniel Kaluuya y Dominique Fishback) es sumamente precisa en cuanto a sus parecidos con los verdaderos personajes históricos que protagonizaron esta historia. Quiero hacer un apartado para destacar la actuación de Daniel Kaluuya que logró captar la esencia del joven revolucionario Fred Hampton y gracias a ello su interpretación se encuentra entre las más destacadas del año. La fotografía es muy correcta. Sin sobresalir demasiado, logra recuadrar de manera calcada algunos acontecimientos que marcaron un antes y un después en la historia estadounidense. La película logra todo lo que se propone, da a conocer una historia contando detalladamente los sucesos y contextualizando al espectador, a través de las ambientaciones, en los alocados años '60. Si existe una manera ideal de realizar un film basado en hechos reales, es esta. Nos empapa de contexto histórico y nos refleja las injusticias que rondaban en aquellos años y que lamentablemente hoy siguen latentes. Por Leandro Gioia
¡VOLVIERON LOS TITANES! Estos terroríficos pero amigables monstruos regresaron para romper taquillas en plena pandemia. Luego de los sucesos de “Godzilla 2”, el temible monstruo japonés vuelve a atacar y esto enciende las alarmas de las fuerzas armadas estadounidenses ¿Podrá King Kong ser la solución a este gran problema? “Godzilla vs Kong” es la cuarta entrega del universo cinematográfico que construyó Warner en conjunto con Legendary en estos últimos años. Luego de “Godzilla” (2014), Kong: La Isla Calavera” (2017) y “Godzilla II: Rey de los monstruos” (2019) llega esta entrega definitiva donde ambos personajes se enfrentarán en un duelo extraordinario. El film es sumamente simple, no da rodeos sobre tramas complicadas y constantemente avanza hacia un punto específico. Esto hace que el espectador no se distraiga ni saque la atención que debe darle a los dos personajes principales que son, sin dudas, la apuesta definitiva de los creadores de la saga. La producción nos entrega todo lo que esperábamos, mucha acción, tremendas imágenes de lucha, edificios derribados y unos efectos especiales muy bien logrados. Todo esto es acompañado por una musicalización épica y con unos personajes humanos que tienen su cuota correcta en pantalla. Los puntos más importantes de esta historia nunca fueron los grandes diálogos ni las tramas sorpresivas o exuberantes. Lo importante siempre fue que Godzilla y King Kong se luzcan, que sean protagonistas estelares y puedan explotar todo su potencial en pantalla. Esto se logra muy bien. La película entretiene mucho, está en constante movimiento y no deja respiros. La dirección de Adam Wingard es buena, aunque no es una historia a la que haya que exigirle demasiado, ya que está construida alrededor de unos personajes mitológicos, que, a pesar de su destrucción, generan mucho fanatismo en los espectadores. Es por esto que, a grandes rasgos, me parece una producción excelente con una historia correcta que está a la altura de lo que se esperaba. Ideal para ver en una pantalla gigante junto a un abundante balde de pochoclos. Por Leandro Gioia
Volvió el dibujo animado que más fronteras etarias rompió a lo largo de la historia de la televisión, pero esta vez llegó en forma de largometraje adaptado al estilo híbrido que existe entre la animación y el live action. Esto ya lo vimos en otras películas tales como “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” (Robert Zemeckis) y “Space Jam” (Joe Pytka). Tom y Jerry trasladan sus aventuras a la ciudad de Nueva York, en donde conocen a Kayla (Chloe Grace Moretz), una trabajadora oportunista que los utilizará para mantener su nuevo puesto laboral en un prestigioso hotel céntrico. El film está dirigido por Tim Story (Los Cuatros Fantásticos) y protagonizado por Chloe Grace Moretz, Colin Jost, Pallavi Sharda y Michael Peña, además de (obviamente) los simpáticos Tom y Jerry. Como punto a favor, la película está repleta de referencias hacia otras producciones de Warner Bros. Además, es muy destacable que la esencia de los personajes siga vigente, teniendo en cuenta que han pasado ochenta años desde su creación. La cinta tiene problemas en el guion. Los conflictos a resolver están en constante cambio y movimiento, pero no tienen un objetivo claro, esto hace que la trama sea inconsistente o no siga un hilo conductor que sea interesante para el espectador. En ocasiones da la sensación de que el relato es una sucesión de episodios superpuestos unos sobre otros. La animación cumple, pero también debo decir que me traslada a los años noventa. No existen demasiadas mejoras visuales con respecto a, por ejemplo, Space Jam (1996). Esto puede ser visto como algo bueno, por mantener esa esencia o como algo malo por no haber usado más recursos que mejoren a estos personajes. A mí no me convencen del todo. En cuanto a los personajes de Tom y Jerry, no tienen el protagonismo que se merecen. La película lleva sus nombres en el título, pero los verdaderos protagonistas son siempre los actores humanos. Esto hace que uno se quede con la sensación de que, por momentos, el gato y el ratón pasen a un plano secundario dentro de la historia. La narración maneja códigos sumamente infantiles. Divierte de manera dispersa, con chistes típicos de caricaturas, por lo que es pura y exclusivamente para niños. Puede resultar una buena opción para volver al cine en familia. Por Leandro Gioia