"Los 4 fantásticos" no le hacen honor a su nombre "Los 4 Fantásticos" debutaron en los cómics en noviembre de 1961, en The Fantastic Four #1. Básicamente la trama consistía en que cuatro personas eran expuestas a rayos cósmicos durante una misión científica en el espacio exterior y obtenían superpoderes. El grupo estaba conformado por Reed Richards (el Sr. Fantástico), que podía estirar su cuerpo como quería; Sue Storm (la Mujer Invisible), que puede generar campos de fuerza y hacerse invisible; Ben Grimm (La Mole), que posee fuerza sobrehumana debido a que está hecho de roca; y por último Johnny Storm (la Antorcha Humana), hermano menor de Sue que puede envolver su cuerpo en llamas y también volar. Los 4 Fantásticos fue el primer equipo de superhéroes creado por Stan Lee y Jack Kirby y pertenecen a la llamada Edad de Plata de los Cómics, cuando se introdujeron muchos recursos de ciencia ficción en los orígenes, poderes o aventuras de los personajes. La creación de este grupo le trajo muchas alegrías a Marvel Comics, ya que fue uno de los títulos que ayudó a que la compañía pasara a ser una pequeña división de una editorial al monstruo que es ahora. El cómic fue adaptado varias veces: tuvo cuatro series animadas (1967, 1978, 1994 y 2006), y cuatro películas (1994, 2005, 2007 y la que nos compete). Y como alguien que carga con una maldición a cuestas, esta nueva adaptación de uno de los grupos más exitosos y lucrativos que tuvo y tiene el Noveno Arte vuelve a fracasar en su intento de conquistar la pantalla grande. El film comienza presentándonos a un muy joven Reed Richards que, con elementos de su propia casa ha sido capaz de construir un teletransportador. Esto lo logró con la ayuda de su amiguito Ben Grimm. Los dos niños logran transportar cosas inanimadas, pero no traerlas de vuelta. Siete años más tarde, Reed (Miles Teller) y Ben (Jamie Bell) lo han logrado, lo que ellos no saben es que mandan los objetos a otra dimensión. Esta información se las da Dr. Franklin Storm (Reg E. Cathey) y su hija adoptada Sue (Kate Mara). Reed recibirá financiación para perfeccionar su invención, y contará también con la ayuda de Johnny -hijo de sangre de Storm-, capaz de construir lo que le pidan; y Victor Von Doom (Toby Kebbell), un genio científico que tenía un proyecto similar al de él. El grupo logra su objetivo y mandan un chimpancé a otra dimensión y lo traen de vuelta. Los muchachos hacen el mismo viaje pero un accidente hace que adquieran superpoderes (los que ya explicamos) y Victor queda perdido en esa dimensión. Un año más tarde, Reed, Sue, Johnny y Ben deberán trabajar en equipo para detenerlo cuando retorne para acabar con este mundo. El director Josh Trank, que llegó a dirigir este film gracias a la sorprendente Poder sin Límites (Chronicle, 2012), nos entrega una película, sosa, pesada, que durante una hora trata de construir algo que no llega a ser ni original ni novedoso. El guión, producto del mismo Trank, Simon Kinberg y Jeremy Slater, es aburrido, poco interesante y ni siquiera tiene una pizca de humor, tan característica de las películas de superhéroes. El elenco es bueno, basta repasar sus carreras, pero el material que tienen para construir sus personajes es casi nulo: no tienen mucho vuelo dramático ni algo interesante para explorar en ellos. Lamentablemente, el relanzamiento de este grupo no es de la mejor manera. Nuevamente sucumben en la pantalla grande. Lo único "fantástico" que pueden demostrar es si, después de este bodrio, hacen la secuela anunciada para 2017. Si eso sucede, que Dios y Stan Lee se lo demanden.
"Misión Imposible: Nación secreta", el gran regreso del héroe Hace poco más de un año, cuando se estrenaba "Al Filo del Mañana", comentábamos cómo el bueno de Tom Cruise se había convertido en uno de los mejores héroes de acción de la actualidad. Cruise tiene carisma, talento y la pantalla lo ama; es por eso que habría que reprocharle que sólo deleite al público estrenando una sola película por año. Eso no se hace, Tom. Es que el bueno de Maverick -atentos fanáticos que ya confirmaron la segunda parte de "Top Gun: Reto a la Gloria" (1986)- no elige al azar lo que hace y le dedica el tiempo necesario a los proyectos que encara, a veces incluso como productor. De ahí el motivo de que cada largometraje en que pone su carita sea casi siempre un éxito de taquilla y críticas. Y "Misión: Imposible - Nación Secreta", no es la excepción. En la escena final de "Misión: Imposible - Protocolo Fantasma" se menciona brevemente al Sindicato. Esta organización, que en la serie original de 1966 era la antagonista de la FMI (Fuerza de Misiones Imposibles), es una red conformada por agentes especiales de distintas agencias y partes del mundo, presumiblemente muertos o perdidos en acción. Su fin: crear un nuevo orden mundial mediante ataques terroristas. Ethan Hunt (Tom Cruise) está tras sus pasos y dispuesto a acabar con ella, pero tiene dos graves problemas. La FMI fue disuelta y todos sus agentes y recursos pasaron a manos de la CIA, gracias a la presión de su jefe, Hunley (Alec Baldwin). En segundo lugar, el Sindicato sabe quién es Hunt y, si decide intervenir para detenerlos, comenzará una serie de atentados. Seis meses después de ser advertido, Ethan se encuentra solo. Brandt (Jeremy Renner) está trabajando bajo las órdenes de Hunley, Luther (Ving Rhames) renunció y Benji (Simon Pegg) se encuentra confinado tras un escritorio. Aunque tenga al Sindicato amenazándolo y a la CIA buscándolo por todo el mundo, Ethan se las arregla para reunir nuevamente a su equipo para tratar de detener a esta poderosa y misteriosa organización. Tendrá también la ayuda de Ilsa Faust (Rebeca Ferguson), una agente británica que podría o no estar trabajando para el enemigo. Quinta entrega de esta saga, quinto realizador que debuta en ella. Brian De Palma, John Woo, J.J. Abrams y Brad Bird fueron los anteriores y ahora es el turno del talentoso Christopher McQuarrie, que además escribió el guión. Cruise quedó encantado con él desde "Jack Reacher", y se entiende porque conoce al dedillo el género. En este film tiene varios aciertos, el principal es que les da más protagonismo a los otros personajes. Dosis justas a cada uno, y eso le saca presión y peso al principal. Otro acierto es Rebecca Ferguson, la mejor fémina que estuvo en esta franquicia hasta el momento. Le da belleza, glamour, sobriedad, letalidad, distinción, todo junto. Cada gadget y artilugio utilizado, cada pelea o persecución, está realmente bien planificada y pensada (la escena de la ópera en Viena es suprema). Como en toda película de Misión Imposible, la escena que abre es tremenda. En el trailer se la ve y es Ethan Hunt colgado de un avión mientras despega. La respuesta es sí: Tom Cruise la hizo sin utilizar dobles ni efectos especiales, quedando colgado a 1,5 km de altura. Ovación general, por favor. En un año en que se vieron -y se van a ver- tantas películas de agentes y espías secretos se celebra que Misión Imposible haya aportado lo suyo. Su misión, Sr. Hunt, si decide aceptarla, es volver a deleitarnos con una sexta película. Se lo pedimos por favor…
Píxeles: al rescate de los ochenta Hace muchos años (tantos que parecen siglos), los niños y adolescentes se juntaban es lugares conocidos como "los videos" o "los fichines". Allí había consolas de juegos y flippers en donde los púberes gastaban horas y horas jugando. En cada ciudad de nuestro país había un lugar así, y hasta se convirtieron en un clásico de las vacaciones de verano que hasta el día de hoy se pueden encontrar. El auge de los fichines habrá durado dos décadas hasta que cedió su lugar a los "ciber" y las PC hogareñas, y más tarde estas tendencias le cedieron su lugar a las consolas familiares. Así, un ritual que tenía su encanto se perdió en la comodidad y soledad del hogar. Dentro del legado que nos dejó existen videojuegos que hoy se recuerdan con cariño: Tetris, Galaga, Centipede, Arkanoid, Frogger, Donkey Kohng y el inefable Pac-Man, entre otros. Todos ellos son rescatados del tiempo -y algunos del olvido- por la nueva comedia de Adam Sandler: Pixeles (Pixels, 2015). Es el año 1982, pleno auge de los videojuegos. La NASA lanza al espacio una cápsula del tiempo con imágenes, música y objetos que muestren la cultura y la existencia de inteligencia en nuestro planeta. Entre todo lo que envían se encuentran los novedosos y revolucionarios juegos de arcade. La cápsula hace contacto con vida extraterrestre, el problema es que el mensaje es malinterpretado y tres décadas más tarde los alienígenas se hacen presentes para invadir el planeta usando tropas de asalto modeladas al estilo de esos antiguos videojuegos. El Presidente Cooper (Kevin James) decide que lo mejor que puede hacer es reunir a los campeones de esos juegos de la década del ochenta para enfrentar la amenaza: su mejor amigo Sam Brenner (Adam Sandler), el "niño maravilla" Ludlow Lamonsoff (Josh Gad) y Eddie "Lanzallamas" Plant (Peter Dinklage). A ellos se les sumará la bella teniente coronel Violet Van Patten (Michelle Monaghan), que les proveerá armas especiales para combatir. Este grupo deberá reflotar sus obsoletas e inútiles -hasta ahora- habilidades como jugadores para poder salvar al mundo. La idea de este film nace del corto homónimo del año 2010 dirigido por el francés Patrick Jean en el que la ciudad de Nueva York es atacada por los personajes más famosos de los videojuegos de 8-bits (pueden buscarlo en YouTube y verlo en HD). No cabe ninguna duda de que causa cierto impacto -para todo aquel que vivió esa época- ver a aquellos inolvidables videojuegos cobrando vida en pantalla grande y en tres dimensiones. Los efectos especiales están muy bien logrados, así como también los visuales que logran situar al espectador en el medio del "campo de batalla". Mucho de esto es gracias al trabajo del director Chris Columbus, un experto en esta materia. Como toda comedia en la que Adam Sandler produce, no faltan los buenos chistes y un elenco de actores que saben desenvolverse muy bien a su lado. Como toda comedia en la que Adam Sandler actúa, el film se va desinflando y por momentos se vuelve aburrida, predecible y bastante inocente. Se entiende que es un largometraje destinado a los más pequeños, pero también los querubines van a entender poco y nada de lo que significa(ba) Pac-Man o Donkey Kong. Y es porque el punto está puesto para los nostálgicos de los años ochenta. La película en sí entretiene y les va a sacar más de una sonrisa a los niños. Seguramente a los grandes les sacará algunas más. En estas vacaciones de invierno pueden apostar una ficha por este film. No van a perder ninguna vida y, quién dice, tal vez sus hijos la adoren y logren un obtener un "high score" en sus corazones.
Ant-man: un gran insecto Stan Lee creó cientos de personajes para Marvel, entre ellos "Ant-Man" (Hombre Hormiga). Apareció en "Tales to Astonish" #27 en enero de 1962, y su historia tenía que ver con el brillante científico Hank Pym que inventaba una sustancia que le permitía cambiar de tamaño. Además, podía comunicarse con insectos, especialmente con las hormigas. Ant-Man y su pareja Wasp (Avispa) fueron parte de los miembros fundadores de Los Vengadores, es por eso que a los fanáticos les extrañó que no estuvieran en la película del grupo de superhéroes. Lo cierto es que Marvel tenía otros planes para él: presentarlo con su propia película y que cierre la Fase 2 del Universo Cinematográfico de Marvel -la Fase 3 la abrirá Capitán América: Guerra Civil )-. A decir verdad, desde finales de la década del 80 que se viene desarrollando un filme sobre este minúsculo superhéroe. Lee escribió una pequeña presentación para New Line Entertainment, pero la productora encontró la premisa demasiado similar a "Querida, Encogí a los Niños". Durante más de dos décadas el proyecto durmió el sueño de los justos hasta que en 2003 el director Edgar Wrigth le propuso a Marvel hacerla. Desde ese año desarrolló el filme, hizo el guión, eligió y contrató al elenco, pero en 2014 abandonó todo debido a diferencias creativas con Disney, dueña desde 2012 de Marvel Studios. El realizador Peyton Reed, otro fanático de los cómics, tomó la posta y "voilá", se despachó con este hermoso filme que es muy entretenido de principio a fin. Scott Lang (Paul Rudd) es un ladrón que acaba de salir de la cárcel. Después de ser liberado lo único que quiere es recuperar el tiempo perdido con su hija Cassie (Abby Ryder Fortson). Pero claro, no es fácil conseguir trabajo para un ex convicto, incluso aunque tenga una maestría en Ingeniería Electrónica. No tarda en aceptar el encargo de un robo y, junto a su grupo de amigos, ingresa en una casa y se lleva lo que encuentra dentro de la caja fuerte: un extraño traje. En realidad, todo fue planificado por Hank Pym (Michael Douglas), un brillante científico y ex-agente de S.H.I.E.L.D., que inventó la tecnología (el traje) para reducir su tamaño. Pym necesita de Scott para entrenarlo, convertirlo en el nuevo Ant-Man y que se enfrente a Darren Cross, su antiguo protegido que se apoderó de su compañía y, a través de experimentos peligrosos, crea una versión avanzada y moderna del traje de Hank, al que llama Yellowjacket. Scott, Hank, y su hija Hope (Evangeline Lilly) tratarán de detenerlo antes de que sea demasiado tarde. Era una apuesta difícil la de Ant-Man, principalmente por dos motivos: no es un personaje tan conocido y el público está medio hastiado de tanta película de superhéroes. Digamos la verdad, a la segunda parte de "Los Vengadores" no le fue muy bien. Este filme sortea esos problemas. Desde "El Hombre Increíble" para adelante que las películas sobre "reducción de tamaño" atraen, por decirlo de alguna manera. La elección de Paul Rudd, un actor muy identificado con la comedia y que levantó polvareda al principio, resultó un acierto. Le da fluidez y el tono justo a su personaje, además de aportarle la comicidad necesaria a la historia. Otro que destaca es Corey Stoll, que compone un villano a medida. Hay dos escenas después de terminar la película: una en la mitad de los créditos y otra al final, la última que le da el pie al próximo film de Marvel. Guarden sus insecticidas y disfruten a pleno de esta película.
"Terminator Génesis", un viaje confuso Hace 31 años, de la mano del director James Cameron, se estrenaba "Terminator" (1984). El filme exponía los temores que existían en esos años respecto de los avances en la tecnología y la creación de máquinas inteligentes. Esta película dio lugar a una saga que continuó con "Terminator 2: El Juicio Final" (1991), "Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas" (2003) y "Terminator: La Salvación" (2009). Incluso podemos contar la serie "Terminator: The Sarah Connor Chronicles" (2008-2009). Lo cierto es que para la gente, en general, la primera y la segunda son las únicas que valen la pena. "Terminator Génesis" (2015) intenta valerse de estas dos para conformar su relato y brindar algo novedoso. Fracasa estrepitosamente en su intento. Este largometraje comienza con un prólogo de Kyle Reese (Jai Courtney) que cuenta cómo el 29 de octubre de 1997 Skynet, la poderosa inteligencia artificial creada por el hombre, tomó conciencia de sí misma y dio lugar al Día del Juicio Final, dando como resultado la muerte de tres mil millones de personas y el control del mundo por parte de las máquinas. Reese continúa contando cómo conoció a John Connor (Jason Clarke), el líder de la resistencia, y explicando que tres décadas más tarde Skynet está a punto de perder la batalla final contra los humanos. La ofensiva resulta un éxito, pero los rebeldes descubren que Skynet poseía una última carta: una máquina del tiempo. Connor manda a Reese a 1984 a proteger a Sarah (Emilia Clarke), su madre, de un Terminator que fue enviado para asesinarla. Cuando Kyle se introduce en la máquina y está a punto de viajar logra ver cómo John es atacado por un enemigo infiltrado (Matt Smith). Apenas llega a su destino, Reese descubre asombrado que las cosas no son lo que esperaba: es atacado casi inmediatamente por un T-1000 (Byung-hun Lee) y lo salva Sarah, que esperaba su llegada. Y para agregarle más confusión al asunto, ella tiene como protector y ángel guardián a un viejo T-800 (Arnold Schwarzenegger) que la cuida desde los 9 años. "Teminator Génesis" intenta lucrar, básicamente, con dos cosas: los viajes en el tiempo y los personajes creados por Cameron. En todo el primer acto coquetea con el espectador y le muestra hechos que conoce perfectamente, para después proponerle otras variables. Pero el guión de Laeta Kalogridis y Patrick Lussier se torna confuso y, en algunos puntos, demasiado explicativo. También omite algunas explicaciones necesarias para que -se supone- el público vea la serie que se está desarrollando y las dos secuelas que la distribuidora Paramount planea hacer. Por el lado del elenco, lamentablemente ni Emilia Clarke ni Jai Courtney están a la altura de los personajes que nos regalaron Linda Hamilton y Michael Biehn. Sencillamente no pueden contra esos fantasmas. Los únicos puntos favorables del filme son las actuaciones de J.K. Simmons y Arnold Schwarzenegger, que se ríe bastante de sí mismo durante todo el largometraje. Por el lado de la acción, algún día los realizadores van a entender que romper más cosas, hacer explotar otras tantas y disparar a mansalva no hacen que la acción sea mejor. Agotan y aturden. Hay escena postcréditos, así que no se levanten de sus asientos. Hubiese sido preferible una remake o un relanzamiento de la saga a este pobre intento de lucrar nuevamente con una franquicia ya agotada. De todas las frases emblemáticas que nos regalaron los filmes, la que me mejor le cuadra a éste es: "Hasta la vista, baby". Lástima que no se vaya a cumplir.
"Minions": amor amarillo En casi todas las películas animadas -más allá de la trama y los protagonistas- siempre se trata de tener personajes secundarios atractivos, cuyas apariciones o intervenciones sean graciosas. Los que más llegada tuvieron y enamoraron al público en los últimos años salieron de dos películas: "Madagascar" y "Mi Villano Favorito". En enero de este año, Skipper, Kowalski, Rico y Cabo estrenaron su propia película con "Los Pingüinos de Madagascar" , y ahora les llega el turno a los ayudantes de Gru, esos pequeños, ruidosos, adorables y queridos "chizitos" amarillos con "Minions". El filme sigue la historia de los Minions, desde que eran organismos amarillos unicelulares y cómo fueron evolucionando a través de los tiempos. Desde siempre, estas criaturas fueron buscando a los más despreciables y poderosos villanos que pisaran el planeta para servirlos. El T-Rex, Drácula, Napoleón, y muchos más han sido sus amos, pero por alguna u otra razón (básicamente, por su culpa) cada uno de ellos ha caído en desgraciada. Ahora, sin tener a quién más servir, se refugian en la Antártida y construyen su propio hogar. Pero, al cabo de un tiempo, caen en una profunda depresión porque se quedaron sin propósito en la vida. La esperanza llega con una idea que se le ocurre a un minion llamado Kevin: ir a buscar un nuevo amo, al más malvado que pueda encontrar, y ofrecerle sus servicios. Con la ayuda de otros dos (el adolescente rebelde Stuart y el pequeño y cariñoso Bob), el trío se embarcará en esta aventura que los llevará hasta la mayor convención de villanos del mundo. Allí conocerán a Scarlett Overkill (Sandra Bullock), la primera súper villana del mundo que está en busca de secuaces que la ayuden a robar las joyas de la reina de Inglaterra. No cabe ninguna duda de que los minions son muy graciosos. Sólo con verlos causan risa, y causan más carcajadas cuando hablan en ese lenguaje ininteligible. La comicidad del film se basa en el "slapstick" -humor físico- que tanto los caracteriza, pero por otro lado también nos encontramos con chistes políticamente incorrectos, como por ejemplo los que hacen con la Reina, que sorprenden bastante. El filme está situado en 1968, así que también se nutren bastante de ese período histórico para los gags. En "Mi Villano Favorito" y su secuela Pierre Coffin y Chris Renaud estaban detrás de cámaras. Renaud, que ahora oficia de productor, le deja su lugar a Kyle Balda, otro realizador con experiencia en películas animadas. No caben dudas de que Coffin conoce muchísimo a los personajes y sabe cómo sacarles el jugo para hacer reír a la audiencia. Astutamente, los tres protagonistas son parecidos o tienen cualidades que recuerdan a Margo, Agnes y Edith, las hijas de Gru. Un guiño sutil. Y hablando del villano, hace una aparición junto a su madre y el Dr. Nefario. Si llevan a sus hijos a ver la película, en la versión doblada Thalía y Ricky Martin ponen sus voces para Scarlett Overkill y su esposo inventor Herb. Por si se lo preguntaron alguna vez, hay 899 minions y el director Pierre Coffin es quien hace sus voces. Ah, quédense hasta el final de los créditos que hay una sorpresa musical. No lo duden ni un minuto: busquen hijos, sobrinos o vecinitos pequeños y úsenlos como excusa para llevarlos a ver esta película porque la van a pasar muy bien. Una muy buena apuesta para estas vacaciones de invierno.
"Dos locas en fuga": ¿Y si las dejan ir? Las buddy movies son aquellas películas en la que dos amigos, colegas, o compañeros del momento se juntan para vivir una aventura. Por dar algunos ejemplo: "Arma Mortal", "Tango & Cash" o nuestra "Tiempo de Valientes". La particularidad es que se han hecho en todos los géneros y casi siempre funcionan. No todas son con protagonistas masculinos. En los últimos años se dio el caso de "Chicas armadas y peligrosas" que cambió un poco las cosas. Y siguiendo este lineamiento de féminas que que se lanzan a vivir una experiencia nueva y extrema nos llega Dos "Locas en Fuga", un largometraje que dice ser una comedia y eso sí ya es un buen chiste. Desde que era bebé la oficial Cooper (Reese Witherspoon) estuvo ligada con la fuerza policial. Es que su papá, un oficial de policía, la llevaba siempre en el asiento de atrás de su patrullero. Así, por ejemplo, fue aprendiendo todos los códigos de los delitos o cómo hacer ejercer la ley con mano firme. Claro que el aprendizaje fue un tanto excesivo, y ya ejerciendo su profesión se ganó estar confinada detrás de un escritorio en el cuarto de evidencias. Es que Cooper, por un mal entendido, usó su taser sobre una persona de forma "desmedida". Ahora le llega la chance de terminar con su castigo: tiene que acompañar a un detective a escoltar a un narcotraficante y su esposa que están a punto de entrar al programa de protección de testigos, ya que el maleante está por delatar al capo de un cartel. Por supuesto que todo sale mal y el detective y el narcotraficante arrepentido terminan muertos cuando son atacados por unos asesinos. Cooper debe proteger a Daniella (Sofía Vergara), la reciente viuda, de estos sicarios y también de policías corruptos que quieren acabar con ambas. Las dos mujeres se embarcan en un viaje a través de todo Texas para poder ponerse a salvo y que Daniella llegue a testificar a tiempo contra el mafioso. Hay tantas cosas mal en esta película que es difícil empezar por algún lugar. Es que, en principio, cuando venden una comedia protagonizada por Reese Witherspoon y Sofía Vergara las expectativas son grandes. La rubia tiene sobrada experiencia en el género; y la colombiana la viene rompiendo con la serie "Modern Family". Pero este largometraje acaba con toda posibilidad de que le saque alguna carcajada a nadie. Está lejos de eso. En principio ambos personajes terminan siendo irritables. Lo que primero puede oficiar de un "defecto" gracioso en Cooper o Daniella termina sobrecargando al personaje de tanto insistir con el chiste. Las situaciones son previsibles, los gags son poco originales, hasta la trama aburre y no despierta interés. Pretender que alguien se ría de la latina malhablada o la mujer poco femenina atrasa, al menos, 20 años. Es extraño que dos actrices de esta calidad hayan accedido a hacer algo tan "berreta", a falta de una mejor palabra. La directora Anne Fletcher, que hizo cosas como "27 bodas" o "La propuesta", películas pasajeras pero divertidas, tampoco puede hacer mucho con este bodoque que le tiraron. Lo único gracioso que tiene esta película son los errores de filmación que pasan al final con los créditos. No pierdan tiempo con este filme que da vergüenza ajena. A estas dos fugitivas deberían dejarlas escapar y, si es posible, permitirles que crucen la frontera tranquilas.
Intensa-Mente: lo mejor de Pixar Ya pasaron veinte años del estreno de "Toy Story", ese filme que cambió para siempre el mundo de la animación y la forma de ver películas para chicos (y grandes). " Intensa-Mente" es la película número 15 de la compañía y podemos decir que estamos ante uno de los mejores largometrajes que nos haya dado en toda su historia. Riley (Kaitlyn Dias) es una niña de 11 años que tiene una vida soñada: vive muy tranquila en Minnesota, tiene unos padres súper cariñosos (Diane Lane y Kyle MacLachlan), las mejores amigas que uno pueda tener, pertenece a un gran equipo de hockey sobre hielo. No puede pedir nada más. Todo lo que le ocurre tiene mucho que ver con 5 personajes que desde el Cuartel General, un centro de control dentro de la mente de Riley, la ayudan con su vida diaria. Ellas son sus emociones: Alegría (Amy Poehler), la que comanda absolutamente todo y la que siempre se asegura de que sea feliz. Temor (Bill Hader), cuyo trabajo consiste en mantenerla a salvo, buscando constantemente los posibles peligros, dificultades y riesgos. También está Furia (Lewis Black), que como su nombre lo indica es el que tiene poca paciencia y reacciona cuando las cosas no marchan como es debido. Está Desagrado (Mindy Kaling), cuya tarea es muy importante, ya que previene que Riley se intoxique, tanto física como socialmente. Y por último tenemos a Tristeza (Phyllis Smith), que nadie sabe muy bien para qué puede servir. Todas estas emociones tendrán un arduo trabajo cuando la familia se mude a San Francisco y absolutamente todo en la cotidianeidad de Riley se vea afectado. Para colmo de males, Alegría y Tristeza, por un pequeño inconveniente, son enviadas a los confines de la mente de la niña, llevándose con ellas recuerdos primarios que conforman su personalidad. Ahora ellas deberán hacer lo posible para volver al Cuartel General y emprenderán una aventura que las llevará por sitios como la Memoria a Largo Plazo, Imaginalandia, Pensamiento Abstracto y Producciones de Ensueño. Tendrán que apurarse antes de que Riley colapse. Cinco años estuvo involucrada la gente de Pixar en este proyecto, y cuando hay tanto trabajo y esfuerzo se nota muchísimo. La profundidad y psicología de los personajes, la pulcritud del guión, el ritmo narrativo, la sabiduría para elegir cuándo poner los momentos cómicos y cuándo los emotivos, la conceptualización del entorno, todo confluye perfectamente en este largometraje. Esta película parte de un conocimiento profundo del tema de lo que se quiere contar y cómo se quiere hacer. Todos los ingredientes están perfectamente mezclados en esta receta. Intensa-Mente es una película para padres, contada del punto de vista de ellos (Alegría es, en cierto sentido, como la mamá de Riley y hace todo lo que está a su alcance para hacerla feliz). El largometraje intenta mostrarnos -y lo hace muy bien- lo difícil que es para un niño crecer. La gente de Pixar sabe qué fibra tocar y cuando hacerlo, así que si sienten ganas de llorar en algún punto, háganlo tranquilos. Dos cosas para resaltar: el corto Lava que se proyecta antes del filme es, sencillamente, supremo. Y dos, la secuencia de escenas tras los títulos del final es de lo más gracioso que se vio en los últimos tiempos. Esta la puerta abierta para una secuela. ¿Habrá? Los realizadores dijeron que no pensaron en hacer una segunda parte, pero esperamos ansiosos en unos años tenerla. "Intensa-Mente" es una película que va a calar hondo en el espectador y va a dejar sus sentimientos a flor de piel. Y eso es lo más importante.
"Jurassic World": la espera valió la pena El maestro de los maestros, el gran genio de Steven Spielberg le regaló al mundo la espectacular "Jurassic Park". Para que se den cuenta de lo influyente que fue esa película, tras el estreno se creó un interés mundial por los dinosaurios y los museos, y en nuestro país, por ejemplo, se multiplicó exponencialmente la cantidad de alumnos que se anotaron en la carrera de Paleontología en la Universidad de La Plata. A ese film le siguieron "El Mundo Perdido: Jurassic Park" y "Jurassic Park III", que nunca alcanzaron el status de culto ni el nivel de la primera. Durante los últimos años se vino hablando de una cuarta parte que nunca se terminaba de concretar hasta que en la Comic-Con de San Diego del año 2011 Spielberg -que acá oficia de productor ejecutivo, además de aportar con varias ideas para el filme- anunció que se estaba desarrollando y que seguramente se estrenaría en los próximos 2 o 3 años la tan ansiada secuela. Y es así que hoy estamos frente al estreno de "Jurassic World - Mundo Jurásico", un largometraje que paga con creces todo lo que nos hizo esperar. Han pasado veintidós años del fracaso del primer parque de atracciones de dinosaurios que soñara el excéntrico y millonario John Hammond (Richard Attenborough). La Isla Nublar ahora se convirtió en un complejo turístico plagado de dinosaurios (terrestres, voladores y hasta acuáticos) que funciona a pleno. Todo esto fue posible gracias a Simon Masrani (Irrfan Khan), el empresario que continuó con el legado de Hammond. El lugar es regenteado por Claire Dearing (Bryce Dallas Howard), una muy eficiente, práctica y bastante fría jefa de operaciones, que recibe la difícil tarea de lidiar con la visita de sus sobrinos Gray (Ty Simpkins) y Zach (Nick Robinson). En Jurassic World también se llevan a cabo experimentos, como el de tratar de que un grupo de velociraptores siga comandos de órdenes. El encargado de esto es Owen Grady (Chris Pratt), un ex-militar y miembro del equipo del parque. Como todo gran espacio de entretenimiento, para mantener el interés del público hay que ofrecerle nuevas, mejores y más grandes atracciones. Y en Jurassic World eso significa la creación de un nuevo dinosaurio híbrido, el Indominus Rex, genéticamente modificado combinando el ADN de varias especies. Es el carnívoro más letal, sangriento, grande e inteligente del complejo y, como no podía ser de otra manera, logra escapar de su prisión. El director Colin Trevorrow es responsable de varias cosas: no incluir a ningún actor de las anteriores entregas, tomar este largometraje como una secuela directa de la primera sin tener en cuenta la segunda y tercera y, por sobre todas las cosas, rescatar el espíritu de la franquicia. Hizo todo bien. Este largometraje es dinámico, la acción es la justa y los toques de humor son efectivos y tienen el timing justo. La película además funciona como un claro homenaje a la primera, y podrán apreciar varios -muchos- guiños y referencias. El elenco principal también está a la altura de esta propuesta, con una Bryce Dallas Howard impecable. Chris Pratt demuestra con este personaje que está en su mejor momento y tiene todo lo necesario para convertirse en el nuevo Indiana Jones, si así lo deciden. El film deja la puerta abierta para una posible secuela y es muy probable que esto suceda, ya que este largometraje promete convertirse en un éxito de crítica y taquilla. Los dinosaurios han vuelto y prometen reinar nuevamente sobre la Tierra. Bienvenidos sean.
"Chappie": otro robot adorable ¿Qué pasaría si mezcláramos tres películas como "Cortocircuito ", "RoboCop" y "Sector 9"? La respuesta: nos encontraríamos con "Chappie". Es el año 2016 y el crimen en Johanesburgo es casi incontrolable. La policía decide comprarle a la empresa Teravaal, fabricante de armas, robots para tratar de paliar la situación, que resultan todo un éxito. El inventor de estos androides, Deon Wilson (Dev Patel), va más allá y está intentando crear un prototipo de inteligencia artificial que pueda sentir emociones. Deon lo logra, pero la directora de la compañía (Sigourney Weaver) le niega la posibilidad de probarla en uno de los robots policías. El inventor se roba a uno que quedó muy dañado tras una redada -el Número 22-, que está a punto de ser destruido, para llevarlo a su casa y probar si su creación funciona. Por otro lado tenemos a un trío de delincuentes muy particular que necesita muchísimo dinero para saldar una deuda y necesitan dar un golpe. El problema es que los robots policías son muy efectivos y se hace casi imposible delinquir. No tienen mejor idea que secuestrar a Deon para que les invente un "control remoto" para apagarlos, pero se encuentran con el Número 22. Ninja (Ninja), Yolandi (Yo-Landi Visser) y Amerika (Jose Pablo Cantillo), el grupito de malhechores, le piden entonces que lo programe para que los ayude a robar. Y así "nace" Chappie (Sharlto Copley), el primer robot inteligente de la historia capaz de sentir y expresar emociones. Y, como cualquier chico, Chappie absorberá de este mundo todo lo que lo rodea a su entorno, lo bueno y lo malo. Es una característica en el cine de Neill Blomkamp tratar el tema de las castas sociales, sus diferencias, la marginación, el surgimiento de un individuo que cambia el status quo establecido: lo demostró con su ópera prima Sector 9 -filme que le sirvió a él y al actor Sharlto Copley para aterrizar en Hollywood-, continuó su mensaje con "Elysium" y lo volvió a ratificar con ésta. Pero, particularmente en "Chappie", Blomkamp va un poco más allá. El miedo al diferente, el acoso, el aprovechamiento del sujeto por parte de los demás para su propio beneficio, la falta de humanidad; estos tópicos están como demasiado exacerbados. Y el resultado final, la resolución, es como muy "volado", por decirlo de alguna manera. Es como si el largometraje perdiera el rumbo al final y se convirtiera en otra cosa. Blomkamp también tiene a personajes como el de Weaver o Hugh Jackman, que personifica a un ingeniero rival al que no le dejan utilizar su robot de ataque Moose (casi una réplica del ED-209 de Robocop), muy poco desarrollados. Es como si el director sólo se focalizara en que nos encante Chappie -que lo logra- y todo lo demás le importara poco, salvo la maldad y discriminación que lo rodea. Tampoco se entiende mucho los personajes de Ninja y Yolandi, que en la vida real forman parte de la banda de música Die Antwoord, que prácticamente terminan haciendo de ellos mismos, auto referenciándose. Si tienen dudas sobre el "homenaje", por ejemplo, a Robocop, la voz de los robots policías al comienzo de la película es la del actor Peter Weller. Ah, y sin son curiosos, busquen los cortos Tetra Vaal ) y Tempboot , dirigidos por Blomkamp, en la que ya se pueden ver los diseños de los robots policías. R2-D2, Robby, WALL·E, C-3PO, Johnny 5… Bienvenido Chappie al panteón de los robots adorables, tu lugar en esta hermosa lista está asegurado y perdurarás para siempre en el recuerdo. No podemos decir lo mismo de tu película.