La obra póstuma de Paul Walker resulta un aburrido y poco emotivo thriller dramático con un casi nulo manejo de la tensión. El 29 de Agosto del 2005 Nueva Orleans fue azotada por el huracán Katrina. En medio del caos y la desesperación Nolan Hayes (Paul Walker) llega a un hospital junto con su esposa Abigail (Genesis “Hija del Puma” Rodríguez) quien está tempranas labores de parto. Lo que debía ser un momento feliz en la vida de Nolan rápidamente se transforma en una lucha por la supervivencia. Abigail muere al dar a luz y, con el hospital evacuado y sin energía, a Nolan no le quedará más remedio que hacerse cargo de la vida de su prematura hija quien necesita de una incubadora eléctrica para sobrevivir. Padre Coraje El estreno de Horas Desesperadas en nuestro país sorprende tanto como la temprana muerte de su actor a finales del último año. El film supo transitar el camino de “directo a video” en gran parte del mundo, pero alguien pensó que sería una buena idea darle una oportunidad en los cines de Argentina. Quizás sea porque hay un verdadero mercado para films protagonizado por Paul Walker o quizás sea simple oportunismo. Pero más allá de las razones, lo cierto es que la película está lejos de ser el thriller dramático cargado de tensión que pretende ser. Eric Heisserer (guionista de las remakes de Pesadilla y La Cosa) hace su debut tras las cámaras con Horas Desesperadas, film que seguramente en los papeles sonaba mucho más interesante de lo que se ve en la pantalla. Heisserer le aplica un interesante trasfondo a la trama de este padre que debe mantener a su hija recién nacida con vida. El huracán Katrina fue desastre natural de grandes proporciones que, en muchos casos, sacó lo peor de la gente. Pero a pesar de tener estos y otros buenos elementos para enriquecer la historia, Heisserer difícilmente los utiliza a su favor. El hospital fue evacuado y Nolan Hayes (Paul Walker) fue dejado atrás, por lo que no le queda otra que hacerse cargo de la situación. Hayse debe girar de la manivela de un generador eléctrico cada tres minutos para darle suficiente energía a la defectuosa batería de la incubadora donde se encuentra su hija que nació prematuramente. Toda la trama gira alrededor de esto y las peripecias por las que debe pasar Walker para llegar a girar de esa manivela. De más está decir que esto comienza a aburrir pronto. ¿Cuántos problemas pueden tener un hombre solo en un hospital sin luz y con una niña recién nacida? Muchos, y de todo tipo. A pesar de esto Heisserer hace que Walker pasee de aquí para allá o intente mantener diálogos de una dirección con su beba. Estas escenas que pretenden generar un poco de simpatía nunca llegan a funcionar porque, seamos sinceros, Walker no es Dustin Hoffman en Kramer vs. Kramer. Horas Desesperadas se siente una película que está fuera del alcance actoral de Walker pero, al mismo tiempo, nunca intenta sacar provecho de lo que Walker mejor sabe hacer, que es ser un héroe de acción. Cuando Heisserer por fin decide crear algo de tensión, nuestro interés ya se perdió hace tiempo. La película si tiene algunos buenos momentos y gran parte de ellos provienen desde la dirección, ya que el guión no tiene demasiadas sorpresas. Algunos encuadres interesantes o un buen uso de la edición de sonido hacen algo más llevadero los 90 minutos de metraje. Conclusión Horas Desesperadas es un thriller dramático “clase B” que nunca termina de sacar provecho de su trama que prometía un poco más. Incluso con guión que no apuesta fuerte, Walker no se siente a la altura del material y falla en otorgarle la emotividad que tanto necesita. Todo eso, sumado a un pobre manejo de la tensión, hacen del el film una olvidable entrada en la filmografía del actor. - See more at: http://altapeli.com/review-horas-desesperadas/#sthash.FSH3uYPo.dpuf - See more at: http://altapeli.com/review-horas-desesperadas/#sthash.FSH3uYPo.dpuf
Yo, Frankestein es un film ridículo que se toma demasiado en serio para su propio bien. La película comienza donde termina la famosa novela de Mary Shelley. Segundos después de que el monstruo enterrara a Victor Frankestein (su creador) un par de demonios aparecen en escena para tomarlo prisionero. A pesar de su fuerza sobre-humana, el monstruo solo logra salir vivo gracias a la ayuda de dos gárgolas, quienes lo lleva su guarida, le dan un nombre (¡Adam!), y lo ponen al día con lo que está ocurriendo: Los demonios son reales forman parte del ejército del Diablo. Dios también existe y las gárgolas son su ejército. De esta forma Adam queda atrapado en una batalla milenaria entre el bien y el mal que se termina extendiendo hasta nuestros días y donde los demonios buscan dar con el monstruo para poder llevar a cabo un plan que podría cambiar el curso de la guerra y, peor aún, acabar con la humanidad. Enchúlame el monstruo En lo personal, me gusta dejar pasar un par de días a la hora de escribir una crítica. Esto hace que, por lo menos en mi caso, las ideas se acomoden mejor en mi cabeza. Generalmente en puntaje no suele cambiar, pero con Yo, Frankestein ocurrió algo extraño: cada día que pasaba y recordaba algo específico de la película el puntaje bajaba más y más. Desde que salí de la sala tenía en claro que la película no me había gustado, pero rememorar en mi mente escenas y diálogos hizo que encuentre la verdadera razón detrás de esto. Yo, Frankestein es una película que parte de una premisa ridícula y a lo largo de su historia se las arregla para aplicarle una nueva e importante dosis de ridiculez que, desgraciada, es inintencionada. Transportar a la creación de Victor Frankestein a nuestros días no es tarea fácil, y mucho menos es convertirlo en héroe de acción. El crédito de que nada saliera como lo esperado tranquilamente puede ser otorgado al director Stuart Beattie (quien también formó parte de la escritura del guión) y a los productores, que quisieron hacer con este film algo (demasiado) similar a la saga de Inframundo (de la cuales también son responsables). Los problemas de Yo, Frankestein son muchos y todos por culpa guión, el cual ya dijimos que parte de una premisa bastante cuestionable y poco hace para desarrollarla de manera satisfactoria. Como si eso no fuera suficiente, los diálogos son verdaderamente horrendos y en muchos casos hasta risibles. El desarrollo de la historia es casi nulo, con Adam vagando por la ciudad, siendo capturado, liberándose, luchando y no mucho más que eso. En definitiva, la película se toma demasiado en serio a sí misma como para nosotros como espectadores podamos comenzar a disfrutarla. La trama pide a gritos dosis de humor para poder digerir con mayor facilidad las incoherencias y ridiculeces de la historia, pero eso nunca sucede…. Al menos no de manera voluntaria. Quizás se hayan percatado del “error” que hay en el titulo. Si conocen la historia original de Mary Shelley, entonces sabrán que Frankestein es el apellido del científico y todos se refieren al monstruo como tal o como la criatura. Este “error” del título no es tan así, tiene una explicación… aunque luego de conocerla hubiéramos preferido que si se trate de un error. Si bien lo siguiente no arruina para nada la experiencia de la película, quienes quieran dejarse “sorprender” por esta explicación pueden NO leer lo siguiente: El monstruo de Frankestein, a quien las gárgolas renombran como Adam, tiene daddy-issues o problemas de padre ausente. Si bien esto pretende ser una parte crucial de la historia el desarrollo es casi nulo, pero durante los últimos segundos, antes de fundir a negro pero luego de Adam comprenda que si está vivo es gracias a su creador, por fin acepta su verdadera identidad y lanza el dialogo al que hace referencia el título: Yo, Frankestein. Aaron Eckhart interpreta a la criatura más fachera y en mejor forma desde que tengo memoria, algo así como un súper-modelo dentro de la famosa galería de monstruos existentes en el mundo del cine. A pesar de tener 200 años de edad y estar construido con diferentes partes de diferentes cadáveres lleva un físico perfectamente marcado y con unas pocas cicatrices. Eckhart, en mi opinión, es un gran actor (basta con ver Gracias por Fumar) pero aquí pasa vergüenza. Es una verdadera lástima que su primer gran protagónico absoluto en una superproducción hollywoodense haya sido con este film. Al pobre de Eckhart lo acompaña Yvonne Strahovski (Hannah, de la finalizada serie Dexter) como la científica menos creíble de la historia del cine. Quizás quien mejor parado sale de todo este lio es el gran Bill Nighy (Realmente Amor, Cuestion de Tiempo), quien interpreta al villano del film y con sus pocas escenas le agrega algo de credibilidad a la historia. Pero no todas son pálidas en Yo, Frankestein. Si bien en el plano artístico fracasa rotundamente, técnicamente es otra cosa. El diseño de producción a cargo de Michelle McGahey es un gran logro, ya que transformó las locaciones australianas en una hermosa metrópolis gótica. Las peleas están muy bien logradas y los efectos especiales, en su mayoría, son de primera línea. También vale la pena mencionar el buen uso que se le dio al formato 3D, ya que lograron una interesante profundidad de campo y las escenas en cámara lenta son, como diría un compañero de Alta Peli, un caramelo visual. Conclusión Aun esperando poco y nada de ella, Yo, Frankestein decepciona. La historia es verdaderamente ridícula y su ejecución aun peor. Ni siquiera talentos como Aaron Eckhart o Bill Nighy pueden salvarla. Aburrida e involuntariamente graciosa, lo mejor del film está en sus logros técnicos que lejos están de ser algo revolucionario para la industria. - See more at: http://altapeli.com/review-yo-frankestein/#sthash.FmJti3dQ.dpuf
A primera vista, juntar a Stallone y De Niro en una comedia sobre boxeo parece una buena idea. Pero un guión poco elaborado, que ni siquiera intenta escaparle al cliché, pone en riesgo lo que debería haber sido un grato y divertido momento. Tres décadas atrás Billy "The Kid" McDonnen (De Niro) y Henry "Razor" Sharp (Stallone) eran grandes rivales y dos de las mayores atracciones del boxeo mundial. Luego de una victoria para McDonnen y otra para Sharp, tenían todo listo para una tercera y última pelea cuando, sin previo aviso, Sharp decide retirarse del boxeo profesional. En la actualidad las cosas no podrían ser mas diferentes, mientras McDonnen vive con comodidad administrando su bar y agencia de autos, Sharp trabaja en una fábrica y con algunas deudas por pagar. Una oportunidad se presenta cuando Dante Slate Jr. (Kevin Hart), hijo de un importante promotor de boxeo, les ofrece una buena suma de dinero por grabar la voz y movimientos de ambos para lugar utilizarlos en un videojuego, a lo que Sharp acepta con una sola condición: no cruzarse a Billy "The Kid" McDonnenm... pero las cosas no salen como estaban planeadas. En medio de una gran pelea, Sharp y McDonnen destrozan el estudio de grabación y el video del incidente no tarda en volverse viral e invadir las redes sociales. Sharp y McDonnen son nuevamente una sensación y la oferta por concluir esa tercer y última pelea entre ambos no tarda en llegar. Madura el K.O. Algunos años atrás Sylvester Stallone estrenó Rocky Balboa, sexta entrega de la saga que lo hizo famoso. Desde su anuncio, la sola idea de que Stallone volviera a encarnar al boxeador a sus ya 60 años fue ridiculizada en cuanto medio se imaginen. Pero para sorpresa de muchos el film resultó un verdadero acierto, que incluso se puede posicionar fácilmente entre los mejores de la franquicia. La película trazaba un interesante paralelismo con la carrera de Stallone en ese momento (venida a menos y con estrenos directo a DVD) y por sobre todas las cosas demostraba, una vez mas, que la calidad que pueda carecer como actor la compensaba tranquilamente como director. Son muchas las razones por las cuales Rocky Balboa funcionó, pero quizás la primera y principal es que era una película con mucho corazón y amor propio. Ustedes se preguntarán ¿por que estoy hablando tanto de ese film? Básicamente porque Ajuste de Cuentas es, en planos generales, la misma película. 34 años después de Toro Salvaje (!) y 38 años después de la Rocky original (!¡), De Niro y Stallone se suben una vez mas al ring para demostrar que viejos son los trapos. Tal como mencioné antes, Ajuste de Cuentas es, a rasgos generales, como una remake de Rocky Balboa que divide los conflictos de dicho film entre los dos personajes de este. Problemas familiares y económicos, el amor propio y ajeno, las segundas oportunidades y las chances de redención... Ajuste de Cuentas es una comedia familiar con pocas cosas nuevas para contar. La historia arranca de manera ágil y con un rápido montaje nos ponemos al día, pero los problemas comienzan cuando concluye el primer acto y la película pareciera no tener idea como construir de manera original los conflictos que abrió minutos atrás. En su lugar, el director Peter Segal (quien supo conocer tiempos mejores con La Pistola Desnuda 33⅓), decide rellenar el espacio con innumerables guiños a Rocky y Toro Salvaje y cuanto chistes sobre la edad de sus protagonistas se imaginen. Los guiños son divertidos de ver y los chistes en mayor o menor medida funcionan, pero difícilmente sean suficientes para sostener los 113 minutos de duración. Todo el elenco, en su mayoría, hace un buen trabajo. Stallone no hace nada muy alejado de lo que ya demostró en su saga de Rocky y De Niro pareciera, por momentos, divertirse con el material. Alan Arkin (Little Miss Sunshine) demuestra todo su oficio para la comedia y Kim Basinger es un digno interés romántico. Jon Bernthal (Shane de The Walking Dead) interpreta con soltura y carisma al hijo y entrenador de De Niro, pero es el comediante Kevin Hart quien mas desentona a lo largo del film. Algunos de sus chistes o "punch-lines" funcionan, pero su personaje termina sintiéndose desaprovechado y, por momentos, insoportable. Conclusión Ajuste de Cuentas es una comedia familiar, con todo lo bueno y lo malo que aquello implica. Va siempre a lo seguro, ofreciendo pocas sorpresas con chistes y guiños que se repiten una y otra vez. Sus buenos momentos son casi tantos como los malos y uno solo puede lamentarse por la oportunidad desaprovechada. O juzgando por el resultado final, agradecer que las cosas no salieron peor. En términos boxísticos: lejos del K.O, la película gana por apenas un punto en decisión dividida.
La nueva entrega de la famosa saga “found footage” poco hace para diferenciarse de sus antecesoras. Jesse es un joven de descendencia latina que acaba de graduarse del secundario y vive junto a su familia en los suburbios de Los Ángeles. Poco a poco Jesse comienza a experimentar extraños cambios en su vida, mientras que en un comienzo parece contar con interesantes poderes, muy pronto se volverán una verdadera pesadilla. De esta manera Jesse terminará descubriendo que es uno de “los marcados” y está siendo poseido por una extraña y diabólica fuerza sobrenatural. Un poco de historia paranormal A todo amante del cine le encanta odiar a la saga de Actividad Paranormal. No los culpo, hay muchas razones para hacerlo. Pero antes de juzgar uno debe tener en cuenta como comenzó todo: El primer film de la saga Actividad Paranormal se filmó y tuvo su estreno en distintos festivales en el año 2007. La película fue hecha de manera independiente por el director Oren Peli y por tan solo $15mil dólares. Durante más de 1 año recorrió cuanto festival de terror se les ocurra y, gracias a excelentes críticas por parte de los espectadores y un importante boca en boca, llegó a los oídos de Hollywood. Entonces, acá tenemos una película diseñada pura y exclusivamente para el circuito festivalero que, de repente, se encuentra bajo el ala del Sr. Steven Spielberg. A esta altura de la vida todos sabemos que Spielberg no tiene ni un pelo de tonto, así que con un nuevo final recomendado por el director de Tiburón y una interesantísima campaña de marketing Actividad Paranormal llegó a un puñado de cines a finales del 2009. Habiéndose estrenado en tan solo 12 salas, a las pocas semanas el film se expandió por todo Estados Unidos y luego el mundo, desprendiendo secuelas y ganando el odio de gran parte los espectadores a lo largo de los años. Fantasmas y demonios con acento latino Esta nueva entrega de la saga Actividad Paranormal poco tiene que ver con sus antecesoras. Sí, hay una conexión con los anteriores films, pero aquí se intenta contar una nueva historia que pretende sacarle jugo a la franquicia con una vuelta de tuercas “latina”. Para ser sinceros, esta vuelta de tuercas no funciona en lo más mínimo. Mi interés en la saga se perdió con el segundo film y, aunque los que vinieron no me parecieron del todo horrorosos (algunos más, algunos menos), todos tenían poco interés en explorar nuevos territorios. Aquí se presentó una interesante oportunidad, ya que la cultura latina (léase centro-americana) está plagada de historias sobre muerte y demonios que podían ser utilizadas para revivir la franquicia, pero no fue el caso. Los productores y realizadores decidieron contar una historia casi similar, con alguna que otra idea interesante y que el único provecho que saca de esta cultura latina son sus personajes. No lleva mucho tiempo para que la película empiece a aburrir. La historia avanza de forma lenta pero algo interesante con escenas que recuerdan a la reciente Poder Sin Límites (aquella película que exploraba de manera “realista” y en tono de material encontrado el mundo de los superhéroes y villanos). De ahí en adelante comienza el descenso al infierno, tanto para los personajes del film como para los espectadores. Todo lo que viene después ya lo vimos, los mismos sustos y las mismas sorpresas, poco hay de novedad aquí. Al estar frente a un film de la saga Actividad Paranormal, hay que encontrar la forma de relacionarlo con las otras películas, aunque esa forma no tenga ningún tipo de sentido alguno. Es por cosas como esta que lo llevan a uno a pensar (y creer fervientemente) que todo hubiera tenido un mayor sentido si se limitaban a contar la historia de Los Marcados en forma independiente de la saga, de la cual solo lleva el nombre para sacarle dinero a los espectadores que aun la siguen. Conclusión Quienes le saquen mayor provecho a Actividad Paranormal: Los Marcados sin duda serán los seguidores de la saga, ya que si disfrutaron de los cuatro films anteriores (cinco contando la spin-off japonés) difícilmente no disfruten este, el cual vuelve a repetir la misma fórmula que los convirtió en un éxito. Pero, si como yo, nunca lograron ir más allá de la segunda película o ni siquiera disfrutaron de la primera, no se molesten, no hay nada nuevo ni interesante por aquí. - See more at: http://altapeli.com/review-actividad-paranormal-los-marcados/#sthash.B2sviTcm.dpuf
Un film que se mantiene sobre los hombros de su cuarteto protagónico. Billy (Michael Douglas), Paddy (Robert De Niro), Archie (Morgan Freeman) y Sam (Kevin Kline) son mejores desde la infancia. Cuando Billy, el último soltero del grupo, decide por fin contraer matrimonio con una joven varios años menor que él, los cuatro amigos se dirigirán a Las Vegas para revivir sus años de gloria y organizar una inolvidables despedida. Pero a su llegada, los cuatro amigos descubren que el paso del tiempo transformó completamente a la ciudad y esto pondrá a prueba la amistad del grupo en formas que no imaginan. Senilidad y Locura en Las Vegas Ultimo Viaje a Las Vegas es el nuevo trabajo del director Jon Turteltaub, un hombre conocido por films como Fenómeno con John Travolta, la comedia de John Candy Jamaica Bajo Cero y la saga de La Leyenda del Tesoro Perdido que protagonizó Nicolas Cage entre otras. Este nueva película no se aleja demasiado del resto de su filmografía ya que, una vez más, logra un producto entretenido y bien actuado pero sin demasiada profundidad ni complejidad. No es que el guión de Ultimo Viaje a Las Vegas carezca de sentido o alguna que otra buena idea, pero en todo momento da la sensación de que la historia es una mera excusa para reunir al gran cuarteto protagónico encarnado por Michael Douglas, Robert De Niro, Morgan Freeman y Kevin Kline. La trama se apoya fuertemente en chistes sobre la edad de sus actores y difícilmente deja de explorarlos durante todo el film. Si la película nunca llega a aburrir es por dos sencillas razones: el buen pulso de su director y, en mayor medida, su elenco, que se completa con una inspirada Mary Steenburgen (Clara Clayton de Volver al Futuro III). Antes y last-vegasdespués de su estreno Ultimo Viaje a Las Vegas tuvo una buena cuota de comparaciones con Que Pasó Ayer?, y aunque comparten el escenario y algunos detalles de la trama, este film apunta a una diversión un tanto más familiar, cosa que termina quedando (muy) en claro en su tercer acto, cuando no puede evitar enviar un mensaje moralista y llevar la historia a un terreno sentimentaloide. Sin dudas el gran atractivo de Ultimo Viaje a Las Vegas está en su elenco de grandes figuras. Michael Douglas interpreta a Billy, soltero rico del grupo que está a pocos días de casarse con su novia treintañera. De Niro es Paddy, quien luego de la muerte de su mujer (también parte del grupo cuando eran chicos) se volvió una especie de ermitaño malhumorado. Morgan Freeman y Kevin Kline son Archie y Sam, uno divorciado en varias ocasiones y de salud frágil y el otro (in)felizmente casado y viviendo en Florida en una comunidad conformada por otra gente de la tercera edad. Todos interpretan sus respectivos papeles a la perfección aunque sin demasiado esfuerzo ya que el guión nunca les exige verdaderamente. Aunque son ellos la gran razón de que el film funcione, da la sensaciones de hicieron su trabajo en modo “piloto automático”. Por último, Mary Steenburgen interpreta a Diana, una ex contadora que hoy pasa sus días cantando en un casino de mala muerte. Steenburgen hace un gran trabajo como la mujer que llega para causar algo de problema entre los amigos y entrega una de sus interpretaciones más encantadoras. Conclusión Ultimo Viaje a Las Vegas es una comedia liviana e inofensiva que el poco impacto que causa es gracias a sus protagonistas. A pesar de algunas buenas ideas y aunque difícilmente aburre durante sus 100 minutos de duración, los chistes parecen ir siempre por el lado de la edad, lo que termina ocasionando que las risas vayan disminuyendo a medida que las bromas comienzan a repetirse. Recomendada para aquellos espectadores que busquen algo para matar el rato y sin demasiadas pretensiones.
Sylvester Stallone y el legendario Walter Hill unen fuerzas para traernos Bullet to the Head (o El Ejecutor, en nuestros pagos) un policial de acción con toques de comedia y cargado de testosterona que nos remota a las películas hechas durante los años 80. La nostalgia y la diversión van de la mano en una de las más gratas sorpresas que dio el cine de género en lo que va del 2013. LA VENGANZA FUNCIONA James Bonomo, también conocido como Jimmy Bobo (Stallone) es un experimentado asesino a sueldo con una sola regla: no matar ni mujer ni niños. Pero luego de encargarse de su último trabajo, un policía corrupto retirado, su contacto lo traiciona y su compañero es asesinado. Así Bobo comenzará una alianza con el Detective Taylor Kwon (Sung Kang), ex compañero de su última víctima, quien desea encontrar a los responsables de contratar a Bobo y saber porque su compañero fue asesinado. A pesar de las diferencias, Bobo y Kwon deberán aprender a trabajar juntos rápidamente, porque quien sea que haya querido asesinar a sus respectivos compañeros está ahora tras ellos. EJECUCION CASI PERFECTA Luego de un parate de más de 10 años, el director Walter Hill regresa al cine que mejor hacer, el policial de acción, y de la mano de ni más ni menos que de Sylvester Stallone. La carrera de este último no podría ser más parecida a la de uno de sus personajes más queridos. Cuando uno pensaba que nunca se iba a recuperar de fracasos como El Implacable o D-Tox y habiendo estrenado el fallido film Avenging Angelo directo a DVD, Stallone se despachó con una más que digna película que dio por concluida la saga de Rocky Balboa. La última película de Rambo no hizo demasiado por mí a pesar de su violencia desmedida. Pero luego vendrían los éxitos de Los Indestructibles y su secuela, que devolvería a Sly a las grandes ligas. El Ejecutor es un proyecto basado en la novela grafica francesa Du Plomb Dans La Tete, pero pareciera ser un guión original hecho a medida de Stallone y Hill. Cada uno de ellos es experto en su campo y la dupla no hizo más que potenciar el resultado final. Hill pone toda su experiencia a servicio de la película y logra un film por demás de entretenido. Las parejas desparejas son una de las especialidades de este director que en el pasado nos supo juntar a Arnold Schwarzenegger y James Belushi en Infierno Rojo o a Eddie Murphy y Nick Nolte en 48 Horas. Aquí Stallone hace pareja con Sung Kang (el japonés de Rápido y Furioso) y el dúo funciona fantásticamente. No solamente se lucen en las escenas de acción (como podemos esperar por sus respectivos curriculums) sino que lo que más sorprende es el “timing” que tienen para la comedia. Hill guarda especial cuidado en los detalles, tanto de la historia como de los personajes, lo cual termia haciendo que El Ejecutor se sienta una películas más autentica. El film tiene una importante cuota de nostalgia. Hay piñas, tiros y explosiones, incluso una original pelea con hachas y al igual que lo que ocurrió este año con la remake de Evil Dead, no hay ni un efecto especial generado por computadora en toda la película. Definitivamente un buen cambio de aire de todas las superproducciones de acción que veníamos viendo. Stallone, gracias al buen ojo de Hill y un personaje bien delineado por el guionista Alessandro Camon, nos da quizás su mejor y más sincera actuación desde Rocky Balboa. Pero no todos son elogios para El Ejecutor, el film también tiene sus problemas. El primero y principal está en la elección del actor Sung Kang para el otro papel protagónico de la película. Este papel originalmente iba a ser interpretado por Thomas Jane (The Punisher), pero el productor Joel Silver lo despidió alegando que un actor de otra etnia atraería mas público (no, no es joda esto). Nunca sabremos que tal hubiera estado Jane en el papel, aunque puedo suponerlo. Aquí el problema es que Sung Kang no tiene presencia. Junto con Stallone el actor hace un buen trabajo y esto es gracias a que el ex Rocky Balboa le permite entrar en su juego, pero cuando le toca el turno de llevar una escena por sí solo, Sung Kang derrapa. No porque sea un mal actor, sino porque simplemente no tiene ningún peso en pantalla. El resto de las actuaciones no desentonan. Incluso hay espacio para Christian Slater en la película, siendo esta la primera que estrena en cines desde el 2005 (ya era socio del club de “directo a DVD”). Jason Momoa, quien actuó en la horripilante nueva versión de Conan y supo interpretar a Khal Drogo en Game of Thrones, encarna aceptablemente al villano del film y se da el lujo de tener un emocionante y original mano a mano con Stallone sobre el final. Como suele ocurrir con este tipo de films, el guión pierde fuerza pasada la mitad de la película. Entra en un terreno sentimental que no hace más que jugarle en contra la historia, pero por suerte para el espectador no le lleva mucho tiempo a Hill volver a encontrar el camino correcto. CONCLUSIÓN Quienes aman el policial de acción de los años 80 y comienzos de los 90 definitivamente no pueden dejar pasar la oportunidad de ver El Ejecutor. Incluso si no sos un seguidor de dicho genero, la película entrega una buena dosis de entretenimiento y adrenalina acompañada de una historia que aunque pueda sonar un tanto genérica, se las arregla para traernos algunas cuantas sorpresas. Gracias al buen ojo de Walter Hill, el resultado final está un paso por encima de las propuestas del cine de acción actual.
Jackass vuelve al cine con el humor de siempre pero con un formato un tanto distinto. Irving Zisman es un octogenario de esos a los que usualmente nos referimos como “viejos verdes”. Aunque acaba de enviudar, lejos está de sentirse devastado por la muerte de su esposa y lo ve como el momento perfecto para disfrutar la vida a pleno con todos y cada uno de los excesos que podamos imaginar. Al mismo tiempo su hija, una adicta a la drogas, es enviada a prisión, razón por la cual Irving deberá hacerse cargo de su nieto Billy, a quien apenas conoce. Sin ninguna intención de quedar al cuidado de chico, ambos comienzan un vieja a través del país para dar con su padre, un hombre que solo acepta cuidarlo para cobrar una pensión. Hola, Johnny Knoxville y bienvenidos a Jackass Guste o no, Jackass supo hacerse un lugar entre los programas más divertidos y exitosos dentro de los primeros años de este nuevo siglo. Durante tres temporadas en TV y tres películas (una de ellas en 3D), poco podíamos imaginar que en esta nueva oportunidad dejarían de lado el formato que los hizo famosos (aunque sea un poco) para probar suerte con uno nuevo, un tanto más difícil de encasillar. El Abuelo Sinvergüenza es una especie de experimento que se debate entre largo cinematográfico y programa de cámaras ocultas. Lo primero que se nos viene a la mente durante los minutos iniciales de El Abuelo Sinvergüenza es Borat, aquella película protagonizada por Sacha Baron Cohen sobre un periodista de Kazajistán que recorría Estados Unidos en busca de experiencias. Si bien la comparación no es del todo errada, había una búsqueda y un tratamiento detrás de Borat que se encuentra ausente en este nuevo trabajo de los muchachos de Jackass (Que en este caso son tan solo el actor Johnny Knoxville, el director Jeff Tremaine y el guionista y productor Spike Jonze). Mientras que Borat desparramaba situaciones delirantes y mal gusto con el afán de posar su ojo crítico sobre la sociedad norteamericana, El Abuelo Sinvergüenza solo se limita a hacer reír, y vaya que lo consigue. Llegó el momento de sincerarse: Me encanta Jackass. Siempre me resultó una gran diversión descerebrada que podía disfrutar una y otra vez y difícilmente cansarme. El Abuelo Sinvergüenza sigue la misma línea de humor físico y escatológico que hizo famosa a la serie, aunque aquí es dentro de un contexto que, por momentos, se aleja de su hilo conductor. El film trata de seguir una historia por demás de simple pero que rara vez se preocupa por avanzar. Knoxville y compañía están más interesados en buscar que el espectador se ría sin parar en lugar de contar una historia como es debido. El Abuelo Sinvergüenza tiene momentos verdaderamente graciosos y otros pocos que no funcionan tan bien como se hubiera querido, pero así y todo me encontré riendo durante gran parte del metraje. Knoxville usa todo su arsenal de bromas y expande al personaje de Irving Zisman a un nivel que no habíamos visto ni en la serie ni en los anteriores films. Pero la verdadera estrella de la película termina siendo Jackson Nicoll, quien interpreta a Billy, y se roba unas cuantas escenas sobre todo en los últimos minutos. Conclusión El grado de disfrute de El Abuelo Sinvergüenza depende de la búsqueda de cada espectador. Si buscas una comedia crítica como Borat, este no es tu lugar. Si esperas que te cuenten una historia bien estructurada y que se vaya desenvolviendo escena tras escena, tampoco lo vas a encontrar acá. Lo que sí vas a encontrar son bromas, en clave de cámara oculta, que pretenden divertir siguiendo un vago hilo conductor. Eso es lo que se propuso El Abuelo Sinvergüenza y lo logra, y quienes vayan con ganas de reírse y sin pretensiones, seguramente puedan disfrutarla. - See more at: http://altapeli.com/review-jackass-el-abuelo-sinverguenza/#sthash.A2wygwRX.dpuf
A pesar de su talentoso elenco, Un Lugar para el Amor nunca termina por despegar. El veterano escritor Bill Borgens (Greg Kinnear) lleva tres años divorciado de su esposa Erica (Jennifer Connelly) y todavía no puede olvidarla. Pasa sus noches espiándola a través de la ventana de su nueva casa donde convive con su nuevo novio. Su única conexión con el mundo es a través de una vecina (Kristen Bell) con quien tiene relaciones ocasionales y a su vez discuten sobre la vida y el futuro. Los hijos de Bill y Erica tampoco andan muy bien con sus relaciones amorosas. Samantha (Lily Collins), una universitaria que acaba de publicar su primer libro, también disfruta de la relaciones de una noche y busca a toda costa evitar enamorarse, pero esta filosofía de vida comienza a temblar cuando conoce al simpático Louis (Logan Lerman). Por su parte, el hijo menor Rusty (Nat Wolff), aun lucha por encontrar su verdadero yo, tanto como escritor y como inesperado novio de la chica de sus sueños (Liana Liberato), quien tiene más problemas de los que podría imaginar. El amor después del amor Un Lugar para el Amor es una de esas películas que cuando uno la termia de ver siente que, quizás, hubiera funcionado mejor algunos años atrás. En los últimos tiempos hubo un “boom” en lo que al cine “independiente” norteamericano respecta (independiente entre comillas, ya que los grandes estudios siempre están presentes de alguna u otra manera), y los temas que pretende tratar este simpático film ya fueron tratados una y otra vez. Claro está que como dice Tarantino: “Ya no hay nada nuevo bajo el sol de Hollywood”, pero de vez en cuando llega un cineasta que le encuentra una vuelta de tuercas a estos temas examinados hasta el hartazgo. Esto no ocurre en Un Lugar para el Amor, que decide examinar el primer amor y las segundas oportunidades a través de los ojos personajes ya vistos y otros poco agraciados y desaprovechados. La historia se desenvuelve de una forma muy orgánica, tanto que desde que se crea el conflicto ya podemos hacernos una buena idea de cómo se va a resolver. Al no ser una de esas películas que nos tienen adivinando el final, poco importa que ya conozcamos de memoria el destino de nuestros personajes, pero uno espera al menos una sorpresa por parte del guión o del director durante este viaje que, lamentablemente, nunca llega. Capture16La trama está adornada con algunos personajes simpáticos y otros no tanto. Greg Kinnear, como de costumbre, hace un más que aceptable trabajo como el novelista que quiere reconquistar a su ex esposa y Jennifer Connelly acompaña como es debido. Quizás el punto más flojo entre los personajes principales esté en Samantha, la hija de la pareja interpretada por Lily Collins, quien desentona con una actuación unidimensional de una chica que se cree demasiado buena para enamorarse. Quizás el problema aquí no caiga todo sobre los hombros de Collins y su incapacidad para demostrar los sentimientos, los problemas de Samantha ya comienzan en el mismo guión que poco hace para presentárnosla como algo más que una estudiante y escritora pedante y herida por el divorcio de sus padres. En los papeles secundarios se destacan Logan Lerman como el pretendiente de Samantha y Kristen Bell como la vecina de Bill. Esta última comparte unas cuantas escenas con Kinnear que resultan muy divertidas, pero el guión nunca termina por sacarles provecho. Conclusión No hay nada nuevo ni original en Un Lugar para el Amor, aunque quizás sea suficiente para satisfacer a esos espectadores en busca de una historia simple y con algunos (pocos) momentos divertidos y románticos. - See more at: http://altapeli.com/review-un-lugar-para-el-amor/#sthash.liUvdVOH.dpuf
Un documental con pinceladas de ficción que indaga en las razones detrás del matrimonio mas allá de nuestro sexo. Yo… me quiero casar? Y usted? En vísperas de la aprobación del matrimonio igualitario, Maximiliano Pelosi comienza a cuestionarse una posibilidad que nunca se le había ocurrido: ¿Por qué casarse? Maximiliano vive con su pareja David desde hace algunos años, con quien tiene una estupenda relación y formaron un hogar, pero nunca antes de la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario tuvo que plantearse la posibilidad de casarse con David. Y ahora llegó el momento de poder legalizar ese vinculo ¿Es algo que realmente quiera hacer? Para responderse esa pregunta Maximiliano emprende un viaje que lo hará entrevistar tanto a parejas homosexuales como heterosexuales y que pretende echar algo de luz sobre el tema y, al mismo tiempo, sobre su decisión. Una Familia Gay resulta un documental sumamente informativo y, por momentos, divertido y hasta emotivo. Pelosi se para delante y detrás de la cámara y entrevista desde sus hermanas heterosexuales (casadas y con hijos) hasta parejas del mismo sexo que impulsaron la Ley de Matrimonio Igualitario. Si bien el film sirve para familiarizarnos con esta ley, su máximo acierto está en trascender la barrera de la comunidad homosexual y que todos terminemos cuestionándonos el porque de casarnos, o mejor dicho, las razones de casarnos. Pelosi hace todas las preguntas correctas y arma un abanico de respuestas y 540740_244592735681212_599745209_nposibilidades entrevistando a sus familiares, parejas del mismo sexo e incluso a miembros de la iglesia. Todos y cada uno de ellos tienen distintas opiniones, algunos anteponen el amor y otros los derechos de su comunidad, pero todas son validas y ayudan a construir en el espectador una opinión que quizás, antes, no había contemplado. Si bien como documental Una Familia Gay funciona de manera excelente, su verdadero problema está cuando decide “ficcionalizar” algunas situaciones con el afán de dar el pie al director y asi abrir un nuevo tema a ser tratado. Aunque como idea es buena y suele ser una herramienta útil a la hora de construir un relato documental, estas escenas se sienten sobreactuadas hasta el punto de distraer al espectador y, en algunos casos, sacarlo del relato. Pelosi, con la intención de retratar al máximo su pareja y relación (supongo yo), decide también mostrar momentos íntimos que, como ocurrió durante la proyección, pondrán incómodo a más de uno y llevaron a otros a cuestionarse si realmente era necesario mostrarlo (como también ocurrió durante la proyección). Conclusión Aun con su corta duración (roza los 70 minutos), el verdadero acierto de Una Familia Gay está indagar lo suficiente en el tema para elevar la pregunta de por qué casarnos al espectador y darle un abanico de opiniones necesarias para que cada uno, sin importar su sexo, pueda respondérselas y terminar sacando sus propias conclusiones. - See more at: http://altapeli.com/review-una-familia-gay/#sthash.cXSUPZpx.dpuf
El nuevo trabajo del director Denis Villeneuve (quien logró una nominación a Mejor Película Extranjera por Incendies) resulta un film complejo y potente, brillantemente ejecutado y soberbiamente actuado. Es el día de Acción de Gracias y la familia Dover se dispone a celebrarlo junto a unos amigos, pero todo cambia en un segundo cuando la pequeña hija de la familia y una amiga son secuestradas, al parecer, por un extraño en una casa rodante. La policía, liderada por el Detective Loki (Jake Gyllenhaal), no tardará en dar con el vehículo y arrestar a un sospechoso, Alex Jones (Paul Dano), un joven de casi treinta años con el coeficiente intelectual de un niño de diez y al cuidado de su tía viuda (Melissa Leo). Con la policía siendo incapaz de encontrar suficientes pruebas para mantener a Alex bajo custodia se ven obligados a liberarlo, cosa que no hará más que traer sufrimiento e impotencia a las familias de las víctimas. Es por esta razón que Keller Dover (Hugh Jackman), padre de una de las niñas desaparecidas, decide secuestrar a Alex Jones y hacer todo lo necesario para que confiese el horrible crimen. Los límites de la moral La Sospecha (o Prisoners en su idioma original) parte de un guión que anda dando vueltas por Hollywood desde hace rato y fue incluido en la infame Black List (compuesta por los mejores guiones sin producir) del año 2009. Muchos actores y directores desfilaron frente al proyecto con serias intenciones de llevarlo a la pantalla grande. Quizás los más notorios fueron Mark Wahlberg y Christian Bale, quienes iban a trabajar bajo las órdenes de Bryan Singer (Los Sospechosos de Siempre) antes de decidirse a filmar El Ganador (The Fighter) en su lugar, que les terminó valiendo unas cuantas nominaciones al Oscar, incluyendo una victoria como Mejor Actor de Reparto para Bale. Finalmente, la dirección terminó recayendo en el canadiense Denis Villeneuve, máximo responsable de la galardonada Incendies, y los papeles principales fueron otorgados a Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal. La Sospecha es un film difícil de ver. No solo porque su metraje ronda las dos horas y media, sino que también trata una temática incomoda y decide exponerla de una forma cruda y visceral. No soy un gran conocedor del cine de Villeneuve, pero extrañamente me resulta imposible imaginar que sería de la película si hubiera caído en otras manos. El guión de Aaron Guzikowski toma como excusa la desaparición de dos niñas para explorar las decisiones éticas de los protagonistas. El verdadero acierto aquí está en la capacidad de Villeneuve a la hora de retratar los hechos que llevan al personaje de Hugh Jackman a cometer un acto igual de repudiable que el propio secuestro de su hija. Esto nos lleva a cuestionarnos quienes son realmente los “prisioneros” a los que hace referencia el titulo original. ¿Son las dos niñas desaparecidas? ¿Es Alex Jones, el único sospechoso, a merced de Keller? ¿O será el propio Keller quien es prisionero de sus actos y, tarde o temprano, deberá responder por lo que hizo? El guión de Guzikowski también logra elevar la pregunta moral de qué haríamos nosotros si estuviéramos en lugar de Jackman, algo difícil de ignorar. A pesar de sus dos horas y media de duración, La Sospecha resulta un film ágil que difícilmente aburre y no desperdicia ni un minuto contando algo que no sume a la trama o a los personajes. La historia se debate entre el drama y el thriller y logra una mezcla perfecta de ambos géneros. Todos y cada uno de los actores brillan en sus respectivos papeles. Ya no resulta una novedad la capacidad actoral de Jackman quien, al parecer, logra destacarse en cada género en los que incursiona. Aunque no tan potente como la performance de Jackman, Jake Gyllenhaal interpreta magistralmente al detective Loki, un agente implacable sin ningún tipo de vida social (¿Prisionero de su trabajo?). Otro que se luce es Paul Dano (Petróleo Sangriento), quien demuestra una vez más que es una de las mejores jóvenes promesas que tiene el cine norteamericano actual. En los papeles secundarios Melissa Leo (ganadora del Oscar por El Ganador), Maria Bello, Viola Davis y Terrence Howard tienen su espacio para lucirse. Párrafo aparte merece el final, que seguramente dividirá las aguas. Si bien en lo personal debo decir que me gustó, no faltará quienes lo critiquen con justa razón. A diferencia de lo que ocurrió con, por ejemplo, el desenlace de Tesis Sobre un Homicidio, que se sintió abrupto y mal ejecutado, aquí hay una decisión consciente por parte de Villeneuve y el guionista Guzikowski de cortar la historia en determinado momento. Luego de procesarlo (lo cual me llevó una buena cantidad de horas) y analizar todos y cada uno de los desenlaces posibles, ninguno se sentía correcto. El final con el que decidieron ir Villeneuve y compañía termina sintiéndose como una decisión valiente y arriesgada, y que a la vez es sumamente perturbadora. Conclusión La Sospecha es una de las mejores películas del año, resulta un film incómodo, atrapante y de una riqueza visual indiscutible. Una mezcla perfecta de drama, thriller y policial, con una sensibilidad que Hollywood no suele mostrar. Gracias a una precisa y elegante dirección de Villeneuve, un guión inteligente que explora de la mejor manera la historia y sus personajes, y actuaciones sobresalientes por parte de todo su elenco, la transforman en un film obligado para cualquier amante del cine. - See more at: http://altapeli.com/review-la-sospecha/#sthash.HjHH8oJL.dpuf