Furia adolescente Lidiar con un vecino complicado puede Lidiar con un vecino complicado puede llegar a ser una de las peores experiencias de la vida y es justamente en esta problemática tan común pero inquietante, en la que se sumerge “Buenos vecinos 2”. La película protagonizada por el comediante Seth Rogen, Rose Byrne y los ídolos adolescentes Zac Efron y Chloë Grace Moretz, es básicamente una disputa entre una familia conformada por un matrimonio y su pequeña hija y una fraternidad de adolescentes. Mientras la familia quiere mantener la calma para poder vender la casa, las chicas de la fraternidad sólo quieren divertirse. La guerra no tendrá tregua: desde fiestas interminables, pasando por episodios de robos y venta de drogas, y planes de último minuto. Todo será válido a la hora de defender el objetivo personal. Al mismo tiempo, el relato muestra las singularidades de la idiosincrasia norteamericana con la familia como bien preciado. Por momentos, el filme dirigido por Nicholas Stoller, sorprende por la crudeza de sus chistes sobre sexo y religión, divierte y entretiene con sus gags. Sin embargo no llega a ser más que eso, una película pasatista para entregarse a la risa y disfrutar con un pochoclo extra large.
Venganza y traición Multigénero, densa y por momentos, muy pero muy bizarra. Es imposible encasillar a "El poder de la moda" en un sólo género: romántica, thriller, drama, las opciones son infinitas. Y es lo mismo que desconcierta, lo que seduce, porque cuando todo amenaza con sumergirse en un drama denso sin un ápice de alegría, aparece una anciana comiendo unos brownies con marihuana o mejor aún, un policía que ama acariciar plumas de pavo. Así de extraño y satírico es este filme situado en un pueblo australiano en la década del 50, donde todo parece funcionar armoniosamente. Con la gran Kate Winslet a la cabeza, la película abre el abanico a temáticas tan variadas como profundas: la maldición, el olvido, la demencia, el abandono, la soledad, la hipocresía, los mandatos familiares, el romance, la venganza y por supuesto, la moda. "Tilly" regresa a su pueblo natal para reencontrarse con su madre que está muy enferma (excelente trabajo de Judy Davis) y allí comienza a desentrañar años de mentiras que la involucran en un asesinato. Y se reencuentra con un viejo amor, interpretado por Liam Hemsworth, el futuro esposo de Miley Cyrus en la vida real, que le aporta una buena dosis de sensualidad a esta película que, muy sutilmente, conduce un viaje hacia la liberación y la transmutación interior.
Martina Stoessel cerró el ciclo de su personaje más popular con "Tini, el gran cambio de Violetta", un filme que demuestra claramente el posicionamiento internacional de la cantante y actriz argentina pero que no llega a sorprender ni a conmover. Todo lo contrario: la película resulta fría, superficial y vacía de contenido. La gran falla radica en el guión, que resulta pobre y empalagoso, repleto de clichés y lugares comunes. El galán que llega a caballo, el pajarito que aparece cual musa para inspirar a la artista, los amigos estereotipados: la hueca, la sensible, el freaky, el soñador. Toda la película, de principio a fin es un continuo relato sobreactuado e inverosímil. ¿Los aciertos? Definitivamente las locaciones en las que se rodó que incluyen las playas paradisíacas de Sicilia en Italia. La película relata la transición de Violetta en "Tini" de una manera casi "mágica", si bien toca los conflictos amorosos de la artista, no indaga en cuestiones más profundas y todo parece estar perfecto de un minuto al otro, como si los procesos fuesen tan rápidos. Es innegable el éxito de Stoessel, que ya lleva vendidos más de tres millones de discos, y es inminente su futura carrera internacional con su verdadero nombre. Pero por ahora habrá que esperar más para verla "brillar", como dice su último hit.
Revolución cerebral Con un argumento sólido y prometedor, "Mente Implacable" trae a la pantalla grande una historia de acción que fusiona elementos del cine de acción clásico con recursos del cine contemporáneo. Con Kevin Costner a la cabeza y un reparto de lujo en el que desfilan Ryan Reynolds, Gary Oldman y Tommy Lee Jones, el filme cuenta una historia intrigante propia de un thriller psicológico pero con escenas de acción que le aportan dinamismo de principio a fin. La trama se focaliza en Jericho (Costner), un convicto condenado en una prisión de máxima seguridad por su comportamiento violento contra toda la humanidad, pero tiene una característica particular en su cráneo para recibir un transplante de mente. Así, Jericho es elegido para recibir la mente de un agente de la CIA que falleció y dejó en la mitad su misión: detener a un terrorista cibernético que planea un ataque mortal. Una película de mucha acción, escenas de persecuciones interminables y con una cuota de comicidad que aporta Costner con sus frases rematadoras. El acierto del filme, que recuerda a otras del género, como "Robocop", es cómo logra entrelazar elementos de la ciencia ficción, la biotecnología y el drama en su máxima expresión.
El peso de la historia El universo de los superhéroes es tan magno como alucinante. Esta vez, la oscuridad volvió para sembrar el caos y la destrucción en el mundo moderno bajo el nombre del dios Apocalypse, surgido en el Antiguo Egipto, quien renace en esta tercera parte de la trilogía precuela de los X-Men para provocar el fin del mundo. Pero el profesor Charles Xavier (James McAvoy), Magneto y los mutantes lucharán contra el denso pasado de la historia para evitar que los cimientos de la nueva era se derrumben. Así, el filme entrelaza la segunda guerra mundial, el campo de concentración de Auschwitz y el peso de la historia con la actualidad (que para la película son los años ochenta). Resulta imposible destacar algo de esta historia cuando todos los condimentos encajan perfectamente a través de la tensión, el conflicto y la pasión, generando así un relato consistente y brillante. Con respecto a la espectacularidad de los efectos especiales, y esto es sumamente relevante, cada tiro, cada golpe y cada latigazo es preciso y afín al relato, por lo que el director no abusa de ningún recurso (que sucede en la mayoría de las películas de acción). El poder de la psiquis, del cuerpo y del espíritu se aúnan en este filme poderoso y entretenido de principio a fin. Aplausos para su director Bryan Singer y para el elenco que sabe combinar la dosis perfecta de acción y emotividad en cada escena.
Romance en picada Cuando el amor irrumpe de manera inesperada sólo quedan dos opciones: huir o amar. Y es en esta disyuntiva en la que entran Julia (Muriel Santa Ana) y Alejandro (Peto Menahem), los protagonistas de esta comedia romántica atípica dirigida por Néstor Sánchez Sotelo ("Testigos ocultos", "Los nadies"). La historia comienza por un hecho disparatado: Julia cae -literalmente- desde el piso de arriba en el patio de Alejandro y a partir de este accidente, la vida de estos vecinos que pisan los 40 empiezan a cobrar sentido. Ambos están transitando una crisis existencial, mientras que ella está desocupada y recién separada de su ex pareja, él tiene una vida solitaria, chata y vacía, por lo que este "accidente" los sacude de su zona de confort. Algunos de los puntos más fuertes del filme son la interpretación de sus protagonistas -que logran gran empatía con el espectador- y el imperio de su cruda y triste realidad, sin forzar a que las escenas parezcan de "película", sino más bien escenas muy pequeñas. Aunque la debilidad de la película radica en la pobreza de su guión, que por momentos tambalea, confunde y se queda a medio camino sin lograr momentos de intensidad.
En la cocina de Hollywood Satírica y coral. Sarcástica y heterogénea. La nueva película de los hermanos Joel y Ethan Coen continúa con el humor negro que caracteriza a los directores de “Fargo”, “El gran Lebowski” y “Quémese antes de leerse”, entre otras. A través de un relato desordenado, “Salve César” se sumerge en el universo de los estudios de Hollywood, con todo lo que ello significa: la decadencia de sus estrellas, la vanidad de los grandes, la frivolidad y la carrera incansable por el éxito. La acción se ubica en la década del 50, en el estudio Capitol Films, donde se están rodando varias películas en simultáneo. El protagonista es Mannix (Josh Brolin) un productor que se encarga de solucionar los conflictos de las estrellas del estudio en medio de los sets de filmación más bizarros. Desde un western protagonizado por el galán Hobie Doyle, (gran interpretación de Alden Ehrenreich), que tiene serias limitaciones a la hora de decir sus líneas, pasando por un musical de marineros protagonizado por Channing Tatum, hasta otro con coreografías acuáticas liderado por la diva Scarlett Johansson. Pero el plato fuerte de esta productora es “¡Salve, César!”, un filme épico de romanos protagonizado por Baird Whitlock, un chistoso George Clooney, que es secuestrado por un grupo de guionistas comunistas con sed de venganza contra la industria cinematográfica. Un filme simpático para los fanáticos de los Coen en plan de comedia coral.
Tensión en el sótano Un robo, un banco y un túnel suelen ser herramientas muy visitadas en la cinematografía nacional, sin embargo en “Al final del túnel”, estos elementos se resignifican dando lugar a un thriller poderoso que renueva el género. Se trata del tercer largometraje del director rosarino Rodrigo Grande (Rosarigasinos” y “Cuestión de principios”) protagonizado Leonardo Sbaraglia, Pablo Echarri, la española Clara Lago, que viene de protagonizar “Ocho apellidos vascos”, la película más taquillera de la historia española. El filme cuenta la historia de Joaquín (Sbaraglia), un hombre que está en silla de ruedas y vive encerrado en su lúgubre casa. De repente, Berta (Lago), una bailarina de striptease, toca la puerta de su casa con su hija Betty pidiendo alquilar una habitación. Su presencia cambia la realidad de este hombre ermitaño que se olvidó de vivir. Una noche, mientras trabaja en su sótano, Joaquín escucha un ruido y se da cuenta que un grupo de ladrones, liderado por Galereto (Echarri) está construyendo un túnel que pasa bajo su casa para robar un banco cercano. A partir de ese momento, y casi como un rompecabezas que encaja sus piezas a la perfección, el filme desarrolla una trama intensa y enigmática que mantiene la tensión hasta el final. Una coproducción argentina española que marca un gran salto cualitativo en la carrera del director rosarino.
El poder de un clásico A casi 50 años del filme de Disney, la nueva versión de “El libro de la selva” llega como un llamado de la naturaleza para recordarnos el valor de los clásicos. Con la dirección de Jon Favreau (“Iron Man”), la película se destaca por su historia, claro, y por las nuevas tecnologías que hacen que todos los animales parezcan reales, mientras que el único real es su protagonista Mowgli (Neel Sethi). Esta historia de aventuras creada por el novelista indio Rudyard Kipling, ganador del Premio Nobel de Literatura, cuenta la historia de un niño criado en la selva por unos lobos, y que con la ayuda de un oso y una pantera debe tratar de sobrevivir al acecho de un tigre. Esta vez, Mowgli se enfrenta a desafiar sus propio poder, ese que lo hace tan humano. En sus manos está destruirlo todo, si así quisiera, sin embargo este niño invita a discernir entre el bien y el mal, la lealtad y el engaño, generando una gran empatía con el espectador. Definitivamente, es de esas películas que dejan una sensación de aprendizaje, una de esas películas que no significan dos horas perdidas en el rol de espectador. De esas películas poderosas que transmiten el valor de la naturaleza y la calidez de los paisajes selváticos. Esta nueva versión cinematográfica del clásico infantil es una cita obligada para disfrutar en familia -o solo porqué no- y redescubrir este relato que nunca pasa de moda.
Las trampas del nazismo Enigmática, inquietante y con gran brillantez narrativa, “Remember”, la nueva película del cineasta armenio Atom Egoyan protagonizada por el ganador del Oscar Christopher Plummer se consolida como una de esas obras que hay que saber apreciar. El filme que se presentó en los Festivales de Cine de Venecia, Toronto, Londres y Mar del Plata, donde obtuvo excelentes críticas, se destaca por su sutileza y precisión. El filme narra la búsqueda de venganza de un sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, logrando un relato lacrimógeno de principio a fin. Y, tal como su título lo indica, invita a recordar quiénes somos detrás de las máscaras y a reflexionar acerca de los estragos que puede causar el trauma en el cerebro. “¿Ruth? ¿Ruth?”, dice Zev Guttman –excelente interpretación de Plummer– cuando se despierta y llama a su esposa sin recordar que falleció unos días atrás, allí, en el mismo asilo en el que pasó junto a él sus últimos años. Zev sufre el avance de una demencia senil que no le impedirá salir a impartir justicia: ahí afuera, en algún punto de Norteamérica, está el guardia nazi que setenta años atrás asesinó a su familia, perversamente escondido bajo el alias Rudy Kolander. Una vez fugado, Zev se debatirá entre la justicia y la venganza, decidido a cumplir su misión y develando cómo el tiempo y el trauma se reflejan a través de las generaciones. Contada en un presente constante, con el pasado latiendo en paralelo, “Remember” es un inteligente thriller en el que las sorpresas, al igual que la tensión, ponen al espectador en jaque constantemente.