SIDNEY, LA MUJER INMORTAL El retorno de Wes Craven a la dirección de una nueva cinta de la saga de "Scream", aunque no es la mejor de la serie, es una satisfactoria representación del éxito de las primeras entregas, con los suficientes giros narrativos y los condimentos sangrientos que caracterizaron a las películas pasadas. Sidney Prescott decidió, luego de diez años de los traumatizantes acontecimientos, regresar a Woodsboro para reencontrarse con su vida y publicar un libro de auto-ayuda sobre la manera en la que ella logró superar el pasado. Al mismo tiempo que lo hace, Ghostface vuelve a aparecer, intentando nuevamente asesinar a la víctima original de los hechos. La película se introduce de una manera muy original y haciendo referencia pura al tono paródico y auto-crítico que caracteriza a la saga, dando alusión a las múltiples e innecesarias secuelas que Hollywood realiza de las cintas de terror (parece poco serio que ésto lo diga una saga que volvió a tocarse por falta de ideas, luego de 11 años y con una cuarta parte), sin duda alguna los mejores momentos de esta propuesta. Luego de ésto, se van presentando a los nuevos personajes, sus ambiciones y personalidades, mientras que también, a quienes vuelven a aparecer y sobrevivieron en las películas pasadas. Es en estos momentos cuando se van planteando las diferentes pistas que ayudarán al espectador a encontrar al autor de los asesinatos con rapidez, o a desarrollar una imprevisibilidad que no arruine la experiencia. El guión es lo suficientemente ingenioso como para guardar las sorpresas hasta el final. Es así como la cinta se remata, como en las demás entregas, de manera inteligente y con un despliegue visual plagado por los cuchillazos, algunos disparos y por supuesto, por chorros abundantes de sangre. Las referencias a otras películas del género están presentes, al igual que algunos nombres cruzados de los personajes y una parodia ingeniosa, pero algo sobre expuesta, al cine de terror (todos, absolutamente todos, hablan de películas de terror aquí, hasta el policía que está vigilando la casa de Prescott, quien aparece muy poco, tiene claros los movimientos y los clichés del género). Esta exageración y autorreferencia produce dos cuestiones totalmente opuestas: por un lado incrementan el disfrute de la cinta. El comienzo y cada una de las charlas que se van escuchando entre los personajes principales respecto a este tema son muy divertidas y presentan chispas y señales que lograrán identificar quienes hayan visto la innumerable cantidad de cintas que aquí se nombran. Pero también, produce que la película entre en un bache que le es muy difícil de salir. Las razones que se explican al final sobre el porqué del accionar de la persona detrás de la máscara le restan originalidad y creatividad a la historia, en especial porque se hace referencia mucho a la primera película y se repiten bastantes situaciones que sucedieron muy similarmente en el film original. Las actuaciones son otro factor que por momentos no van de la mano de la historia. Neve Campbell (Sidney) interpreta a la duro de matar femenina, que se recupera automáticamente de los golpes. Ella está correcta en su rol, mantiene el mismo grado de inexpresividad que caracterizó a su personaje en las pasadas películas. David Arquette (Dewey) aparece poco, pero está correcto, mientras que Courteney Cox (Gale) también está bien en su personaje. El problema aparece en las nuevas caras, en especial Emma Roberts, quien tiene un papel muy complejo y difícil y quedó a mitad de camino al no transmitir los matices necesarios de su rol. Wes Craven sabe filmar historias de terror, sabe atraer la atención de su público y mantenerla intacta hasta el final (aunque el mismo sea una decepción). "Scream 4" es una enroscada, sangrienta y divertida cuarta parte de una saga que necesita un cambio para continuar. Una película que satisfacerá a los seguidores del director y de la serie, pero una que dejará un sabor amargo a quienes vayan a buscar la originalidad perdida de la primera parte. UNA ESCENA A DESTACAR: comienzo.
EL DIOS DEL TRUENO LLEGO A LA TIERRA Y QUIERE QUEDARSE Basada en las historietas de Marvel, que a la vez fueron basadas en la mitología nórdica, esta película es una buena propuesta cinematográfica que presenta, además de muy buenos efectos especiales, actuaciones que acompañan muy bien la historia y una fidelidad con los escritos originales que le aportan dinamismo y calidad a la introducción del personaje. Thor está a punto de ser proclamado Rey de Asgard, pero la histórica disputa entre razas va a ocasionar que su padre, Odín, le quite los poderes y sea desterrado de su mundo. Es así como llega a la Tierra, donde va a intentar encontrar a su poderosa arma y volver a su reino para derrotar a su vengativo hermano. Como toda primera parte de las películas de superhéroes, aunque aquí sean Dioses, la misma se centra en contar el origen del protagonista, en este caso Thor, y, sin caer en las excesivas explicaciones ni en los largos testimonios que concluyen con el surgimiento del personaje, se lo introduce siempre manteniendo un interés narrativo muy atrapante, jugando con diferentes estilo visuales y argumentales y siempre manteniendo un suspenso que se va renovando mientras se van cerrando los diferentes conflictos. Es así como esta película continuamente muestra un nivel de entretenimiento muy destacable y siempre se va guardando alguna novedad o sorpresa para escenas posteriores. Muy fiel a los comics originales, al diseño de los personajes, a sus movimientos y a sus ataques, la película triunfa al contar un relato interesante, acompañado de efectos especiales que asombran en muchas oportunidades, y un diseño de arte que, con belleza, detallismo y ambición, recrea un mundo divino extravagante. Junto con las dos primeras partes de "Spiderman" y el inicio de "Iron Man", esta película forma parte de las mejores cintas de Marvel, principalmente al relatar con respeto la narración de las historietas y sin demasiadas, aunque las hay, referencias al presente. Los efectos especiales son muy buenos (batalla con los gigantes y esa pelea en la Tierra con el Destructor); la fotografía acompaña muy bien cada uno de los pasajes argumentales, jugando con los diferentes encuadres y los movimientos de cámara; con una edición de sonido y un soundtrack muy correcto; y con un guión que se relaciona directamente con las otras películas de la productora, en especial con "Iron Man", y que deja las suficientes puertas abiertas para una secuela. Las actuaciones son buenas, en especial las de los roles secundarios. Natalie Portman y Anthony Hopkins le aportan calidad a la imagen. La mujer que está desesperada por conseguir alguna prueba de algo que la catapulte al triunfo, y el Dios de los Dioses, ambos están muy bien en sus personajes, les aportan humor (en el caso de Portman), y seriedad y grandeza (en el caso de Hopkins). Chris Hemsworth, en el rol protagónico, está bien, aunque nunca se lo ve mostrando matices muy diferentes a otros personajes de este tipo de películas (se ve algo forzada en algunas escenas esa dualidad que tiene en el desconocimiento de las costumbres terrestres y lo bien que las va mimetizando en ciertos momentos). Con una fiel historia, con efectos especiales asombrosos, con un utilización del 3D muy satisfactoria y con correctas actuaciones, "Thor" es una muy buena adaptación de los comics, que se disfruta en familia y que no defraudará a los fanáticos. Una buena introducción al personaje y uno de los más rescatables y ricos films de la productora Marvel. UNA ESCENA A DESTACAR: lucha con los gigantes
AMOR DE MADRES Documental que lleva el sello de Disney Nature y que, sin ser el mejor de la productora, es el que respeta y hace alusión más fuertemente al estilo narrativo y al tipo de historias que la misma desarrolla, convirtiéndolo en un film muy entretenido y hermoso visualmente. El relato se centra en contar las diferentes etapas de la vida de dos grupos de felinos: los leones y los guepardos, centralizándose en la tarea de las madres al enseñarle a sus crías los peligros de la vida y el sobrevivir. Una de las características que primero llaman la atención al ver esta película, y que la diferencia de las otras realizaciones de la productora, es que aquí se cuenta una historia, muy al estilo Disney, que va relatando cada una de las acciones de los animales. Esta característica, muy similar a la de "La Marcha de los Pingüinos", pero sin la utilización de voces en los animales, le aporta mucho entretenimiento y entendimiento a la película, en especial porque no se dejan situaciones a la libre interpretación del espectador y el guión sirve como compañía de toda la narración; pero también es el principal punto débil de esta propuesta, ya que son muchas las palabras que se dicen y bastantes los momentos en los que dichos guiones están de más y aportan aclaraciones innecesarias para el disfrute. Pese a este problema, "Felinos de África" triunfa en ser una propuesta con un realismo indiscutible, que está aderezada con una historia que, al estilo "El Rey León", emociona y divierte. Inmediatamente después de la introducción del logo de la productora, aparece una cualidad que, al igual que en los pasados documentales, maravilla y sorprende. La fotografía que aquí se desarrolla es puramente descriptiva y cuenta una historia de supervivencia de grandes magnitudes que supera todo guión ficcional que acompaña la imagen. Se juega mucho con los colores cálidos (esa toma final es hermosa), con la iluminación, con los contrastes y con las velocidades de las filmaciones (cada momento en el que se ve algún paisaje en cámara rápida y esas escenas de caza en cámara lenta, le aportan estilos visuales diferentes, que enriquecen la experiencia y permiten ver la porción de la realidad mostrada desde diferentes puntos de vista.) Se invita al espectador a formar parte de un mundo salvaje, con historias que, pese a la humanización que hay de los animales, están llenas de sorpresas y de peligros. Aquí la imagen habla por sí sola y lo hace con belleza, delicadeza y mucha calidad. "Felinos de África" es una película que encantará a los más chicos, en especial porque tiene muchos momentos de ternura y por la historia que tiene un mensaje, aparte de natural, muy real, y que enamorará a los grandes con la bella fotografía y los diferentes puntos de vista que aquí se muestran de un mismo hábitat. Un documental muy recomendable para toda la familia. UNA ESCENA A DESTACAR: la toma final.
DESTRUYENDO UN CUENTO CLASICO Mezclando la historia clásica de "La Caperucita Roja" con la estética de "Crepúsculo", esta propuesta de suspenso es una fallida película que desarrolla una historia que desaprovecha talentos como el de Amanda Seyfried y Gary Oldman, que deja de lado todas las sorpresas, e invoca una serie de clichés y personajes estereotipos que molestan y destruyen todo intento de originalidad. Valerie es una muchacha que vive en una aldea medieval y que, repentinamente, va a ser acechada por un hombre lobo que no se intimida y comienza a matar a parte de su familia. A su vez, se va a ver enredada en una problemática amorosa cuando ella se entera que tiene su matrimonio arreglado con un hombre muy distinto al que ella ama. De alguna manera va a tener que encontrar la forma de poder lidiar con sus problemas personales y con la feroz criatura. La cinta desarrolla una historia que es muy fiel a la idea principal desarrollada en el clásico cuento infantil, por lo que solo cuesta ponerse a pensar quienes son cada uno de los roles originales del relato para descubrir, ni bien empieza, quién es el asesino. En términos argumentales, esta propuesta tiene mucha fuerza cerca del final, cuando todo concluye, pero con un desarrollo muy flojo y desinteresado en la introducción y en su planteo medio. Son varias las características que hacen de esta película una propuesta desacertada y mal encaminada: Primero que nada, antes de introducir al lobo, a la caperuza y hasta la casita de la abuela, se toma el tiempo para planear un triángulo amoroso, que al mismo modo que en "Crepúsculo", es el centro principal de la historia. No se usan los minutos para desarrollar las personalidades de los roles, se va directamente al grano presentando a los dos candidatos en la vida de la protagonista. Esto demuestra el camino por el cual la narración va a transitar. Luego, hay bastantes problemas de ambientación y personificación que perjudican y entorpecen la credibilidad de la historia. Supuestamente el relato sucede en una aldea medieval, ya que las herramientas de trabajo, la manera en la que viven, las chozas, el uso del agua y la vestimenta lo dan a entender, pero la forma en la que hablan, las palabras que usan, el acento, la relación romántica y pegajosa entre los personajes, los peinados de los hombres y, principalmente, la banda sonora utilizada para ambientar cada uno de los pasajes (en una parte están festejando la muerte de un lobo con música tecno) son totalmente contemporáneos. Esta incoherencia perjudica muchísimo el entendimiento y, en especial, impide que el espectador pueda sumergirse y formar parte de la historia. Nada es creíble y, dejando de lado la vestimenta y la fotografía, todo lo que rodea el accionar de los personajes está mal dirigido. Catherine Hardwicke, la directora, muestra una espantosa utilización de la belleza como principal fuente narrativa. No faltan los planos en los que se puede ver por unos cuantos segundos los rostros inexpresivos de los protagonistas masculinos para que la platea femenina grite, y se juega bastante con el romance, la desconfianza y la reconciliación entre personajes. Las actuaciones son muy regulares. Amanda Seyfried es quien mejor está dentro del elenco, no solo por darle fuerza a su personaje, sino por bancar y hacer todo lo posible para que su rol se aleje un poco de los problemas del guión. Gary Oldman está muy descolocado en la historia, es como una luz de talento que siempre trata de prenderse, pero cuando lo intenta pasa algo que lo frena y tiene que volver a empezar. Es el único actor de todo el reparto que le da un acento diferente al habla de su rol. Shiloh Fernandez y Max Irons, los hombres que se disputan el amor de Valerie, están muy sobreactuados en casi todos los momentos en los que aparecen. "Red Riding Hood" es una película muy desacertada. Una mezcla muy heterogénea entre "Caperucita" y el éxito de "Crepúsculo". Mal dirigida, con un guión que entra en los lugares más comunes del suspenso (los pocos sustos están mal logrados, no son repentinos. Es más, la pantalla negra los anuncia) y con actuaciones regulares. Una película superficial y pasajera. UNA ESCENA A DESTACAR: los descubrimientos en la casa de la abuela. La escena de "¡Que grandes ojos que tenés!... Son para verte mejor..." da vergüenza ajena.
VOLVER AL PASADO Película dirigida por Carlos Sorín ("La Película del Rey" e "Historias Mínimas", entre otras), que mimetiza un género extraño para el realizador, pero por eso no menos arriesgado e interesante. Con un guión que deja algunas puertas abiertas a la libre interpretación del espectador y con un trabajo actoral soberbio por parte de sus intérpretes, una cinta crítica y para pensar. La historia da comienzo con una escena muy bien manejada por el director y que cuenta con una clara y precisa descripción de los problemas neurológicos de un paciente que está siendo dado de alta y que se ha recuperado por completo. Su mujer, Beatriz, lo va a buscar al Instituto, preocupada por la salud de su esposo, pero alegre por volver a tenerlo al lado. Rápidamente la psicosis de Luis va a entrar en la vida de la mujer, quien se va a sentir perseguida por los fantasmas del pasado y por las extrañas actitudes que ella dice ver en su "nuevo" marido. La calidad que Sorín le aportó a la película se puede apreciar en cada una de las tomas que muestran las sensaciones y sentimientos de los personajes. Esta es una historia con un ritmo lento, pero atrapante y muy interesante. Se describe minuciosamente a los personajes, se los introduce, desarrolla y remata de tal manera que el espectador pueda sentir el dolor y la paranoia de la mujer, y la inocencia y esa nueva paz que rodea al marido. La historia es sencilla, explica todo lo necesario para que la misma pueda entenderse y deja algunas cuestiones abiertas para que el espectador pueda imaginárselas e interpretarlas de la manera más personal y subjetiva posible (sueños del pasado). El final no es inesperado, pero es el más acorde para rematar la historia y, en especial, es el punto de reflexión y crítica a la sociedad burócrata más importante y directa de toda la película. Aquí la historia se ve desde el punto de vista de la mujer, la esposa de Luis, lo que le aporta un visionado mucho más interesante y rebuscado al relato. Se introducen personajes secundarios que le brindan más sentido y suspenso a la paranoia que ella tiene (amigos, la familia, alumnos de Luis y el gato que tienen como mascota) y, principalmente, se presentan actuaciones protagónicas que van de la mano de una perfecta fotografía y elección de planos. Luis Luque está muy bien en su rol, ya que con diferentes matices (le aporta humor, seriedad y una desconfianza que siempre está latente) logra confundir al público y ser la sombra de ese pasado perturbador que la esposa de su personaje comienza a revivir. Beatriz Spelzini es desgarradora en cada una de las escenas en la que aparece. Su rostro es muy expresivo, en especial la mirada sufrida y lastimosa que aquí desarrolla. Ella logra que su personaje se sienta, que el espectador pueda ver por sus ojos y vivir lo que ella está viviendo, y, por sobre todas las cosas, interpreta de una manera muy ingeniosa y fuerte su paranoia e inseguridad. Una actuación soberbia y perfecta para la historia. Se mezclan géneros, hay algunos toques de comedia que están muy bien implementados, escenas de suspenso muy fuertes, golpes de sonido que asustan, y momentos de terror que le dan un espíritu mucho más realista al relato (segundo sueño). Todo ésto está mostrado con ingenio y mucha audacia, con una fotografía que le brinda profundidad y sentimiento a la imagen (ese cambio lento que hay en cierto momento del plano medio a un primer plano del rostro de Luque es maravilloso). También con una banda de sonido que acompaña y ambienta muy bien cada uno de los pasajes argumentales. Con una dirección de actores que muestra el talento de los intérpretes y la habilidad del director; con una historia que homogeniza variados géneros; con una fotografía y una banda sonora que intensifican el drama y permiten que el espectador se sienta en el relato; y con un ritmo atrapante, "El Gato Desaparece" es una película de calidad, para reflexionar, pensar y sentirse, por lo menos, perturbado con la interpretación de Beatriz Spelzini en el rol principal. Una muy buena propuesta de suspenso. UNA ESCENA A DESTACAR: segundo sueño y el primer plano de Luque.
LA MENTIRA TIENE PATAS CORTAS Comedia protagonizada por Adam Sandler y Jennifer Aniston que, si bien tiene sus momentos bien logrados en cuanto a las escenas de humor; desarrolla una historia carente de sorpresas, de situaciones que causen gracia por la inteligencia del guión y no por discriminar, por golpes o insultos; y con actuaciones que no aportan nada nuevo a la carrera de los intérpretes. Danny es un exitoso cirujano plástico que queda perdidamente enamorado de una muchacha en una fiesta. Para poder conquistarla y para poder lidiar con una serie interminable de mentiras que le dijo cuando la conoció, le va a pedir a su secretaria, Katherine, que finja ser su esposa y que trate de convencerla de que ellos se están por separar. Muchos enredos de personajes van a aparecer cuando, inesperadamente, tienen que viajar al Caribe para poder conocerse mejor. La película se introduce con una escena lamentable que tiene el sello del Sandler visto en "No te metas con Zohan", haciendo hincapié en la discriminación y en el burdo estereotipo del significado de la belleza. Luego de esto (si tenés una nariz grande, según esta película, la solución es operártela para así poder vivir tranquilo y con la cantidad de mujeres que quieras), la película comienza a entrar en terrenos que ya se vieron muchas veces en el género y, sin aportar sorpresas ni situaciones delirantes, se mantiene un ritmo entretenido, pero poco original e interesante. La química lograda entre Sandler y Aniston está muy bien, pero está desaprovechada. Se introduce un humor lastimoso y vergonzoso por momentos, basado en golpes, caídas, malentendidos, malas palabras y en una supuesta crítica a la cirugía plástica que no se entiende y no se ve clara en pantalla. A su vez, hay una falta de respeto importante a la figura médica, ubicada principalmente en dos escenas: la mujer con la ceja más arriba de lo normal, y la que tiene un busto más grande que el otro. Está sobreentendido que esta es una comedia y que el propósito es que el espectador se ría, y lo logra, pero el humor es de mal gusto. Las actuaciones son muy correctas. Adam Sandler y Jennifer Aniston logran crear una pareja con buena vibra en pantalla, pero lamentablemente las similitudes que hay entre estos personajes y otros que los mismos actores interpretaron en el pasado, le resta divertimento y matices a sus actuaciones, en especial la protagonista de "The Bounty Hunter". En los papeles secundarios, Nicole Kidman (le da una chisma de calidad a las escenas en las que aparece, pero se derrumba rápidamente producto del poco interesante guión), Nick Swardson y Brooklyn Decker son quienes más se destacan. Bien fotografiada, con un humor algo desparejo, con un desarrollo poco sorpresivo y lleno de lugares comunes y de escenas que fueron realizadas de la misma manera en muchas otras producciones (el final se vio miles de veces) y con correctas actuaciones, "Just Go with It" es una cinta que disfrutarán los seguidores del humor de Sandler, pero en definitiva es otra de sus producciones que no logran destacarse y que desperdician tecnicismo e intérpretes. UNA ESCENA A DESTACAR: el inicio, el primer y principal error de la película.
MARZIANOS TERRESTRES Drama nacional con toques de comedia que tiene sus similitudes con los otros trabajos realizados por la directora, en especial con "El juego de la silla", que logra destacarse por el muy buen trabajo de sus intérpretes al captar la humanidad de sus roles y, principalmente, por crear una emoción realista y pura sin llamar a los lugares comunes ni a los golpes bajos. Luis es un hombre que vive junto a su controladora esposa en un country de la ciudad de Buenos Aires. Él, mientras recorría el campo de golf, se cae en un pozo, situación que lo obsesiona y que, si bien no tuvo mayores daños que una fractura en un brazo, va a hacer todo lo posible por encontrar al responsable del hecho. Por otro lado, está su hermano, Juan, que viene desde Misiones para que le hagan unos estudios neurológicos porque perdió repentinamente la capacidad para leer. Los dos se odian, se deben favores y no pueden ni escucharse hablar. El cumpleaños de una sobrina puede ser el momento para que ambos puedan reencontrarse. Si bien la película tiene muchos momentos muy sutiles de humor, el rumbo que toma, gracias al carácter de los personajes y a la cálida ambientación de la directora le proporcionó a cada uno de los ambientes donde suceden los hechos, el drama aquí prevalece y se destaca mucho más en el relato. Esta es una historia sobre los problemas de las familias, sobre la desconfianza, sobre el amor y, principalmente, sobre la reflexión. Cada uno de estos temas están muy bien planteados y llevados adelante con lucidez gracias al tono tranquilo y serio que siempre se tiene presente y a la muy bien desarrollada fotografía que pinta las sensaciones y sentimientos de los personajes. Dividida en los dos puntos de vista importantes sobre un mismo hecho, o sea sobre la enfrentada relación entre los hermanos, la cinta se da lugar a entrar en otras situaciones paralelas que le brindan mucho más sentido a los personajes y los perfila muy bien para que cada uno de los sentimientos y actitudes que van teniendo se entiendan. Se toma el tiempo necesario para describir con detalle a los roles, ya sea mostrando sus puntos débiles y sus fortalezas, y siempre se mantiene un mismo ritmo que, acompañado de una música que sirve como transición e indicador de los cambios de ánimo, es muy destacable. Es aquí donde el trabajo realizado por los actores al encarnar cada uno de los personajes es muy valioso, ya que las emociones que se van presentando se ven claras y están muy bien llevadas adelante. Guillermo Francella le da vida a Juan y lo hace maravillosamente bien. Muestra su carácter inocente y frágil, lo dota de un humor repentino y cuidado y, sobre todas las cosas, crea un aura impecable de soledad que aparece en cada una de las escenas. Arturo Puig, al mismo tiempo, capta la obsesión de su personaje y la hace visible. Cada uno de los momentos en los que cree ver algo a lo lejos y ese maravilloso final cara a cara con Francella, son los mejores momentos de la cinta. Rita Cortese es quien desarrolla la faceta humorística, o mejor dicho, la que más humor le pone a los problemas que la rodean, está muy bien. Mercedes Morán, como una mujer controladora y protestona, está muy correcta (escena de la pileta). Clara en sus intenciones; no juega con los sentimientos del espectador; con un desarrollo tranquilo y pausado, procurando describir cada uno de los pasajes con profundidad y reflexión; con una economía de recursos impecable (se aprovecharon mucho los lugares físicos, que son pocos, pero que muestran, en cierta manera, la forma de vida de los personajes y como ellos se mimetizan con su entorno); con un humor delicado; con actuaciones que van de la mano de las necesidades del guión (Francella y Cortese son quienes más se destacan); con un muy buen trabajo de cámaras, de fotografía e iluminación y, en especial, con una emoción que se introduce con originalidad y mucho sentimiento, "Los Marziano" es una película muy humana, entretenida y bien hecha. Un paso adelante de la comedia dramática comercial argentina. UNA ESCENA A DESTACAR: final
SUPERAR LOS GOLPES DE LA VIDA Cinta que relata una fuerte historia de superación y aceptación que se destaca por el muy bien logrado trabajo de sus intérpretes, por la suavidad y el ritmo tranquilo con el que se cuentan los hechos y, en especial y pese a los errores, por ser simple y directa en sus mensajes. Bennett Brewer muere en un accidente de tránsito, en el cual estaba también su novia Rose, quien solo sufrió una fractura en uno de sus brazos. Los padres del adolescente se van a sentir muy conmocionados por la pérdida y les va a ser muy complicado poder superar el momento de dolor. La madre, una mujer que no puede olvidar un hecho que le sucedió años atrás, se va a sentir perjudicada directamente cuando, luego de tres meses del accidente, Rose se aparece en su casa y le comenta sobre su embarazo y sobre la paternidad de su hijo. La película se introduce con una dulce escena romántica que sirve como principal eje narrativo durante todo el transcurso de la historia. Se va y viene en el tiempo, desde el punto de vista de Rose, para contar las experiencias vividas con su novio y cómo fue que se conocieron. Estos momentos son de los mejores de la película, ya que le aportan un sentido mucho más tranquilo y profundo al relato y un espíritu clásico que choca con el sufrimiento y el dolor de las escenas del presente. La superación de la pérdida de un hijo, un hermano o un novio, dependiendo del punto de vista de cada uno de los personajes que aquí aparecen, es el principal conflicto del film, el cual está muy bien tratado desde un comienzo, presentando muy bien las identidades de los personajes, describiendo su entorno laboral y social, y mostrando cada una de las características actitudinales que los diferencian entre sí: la madre que sufre y no puede aceptar la realidad; el padre que le pasa algo muy parecido, pero oculta en mayor medida sus sentimientos; la novia que poco conoció al adolescente y está tratando de saber un poco más de él; y el hermano menor, quien no soporta el protagonismo que Bennett está teniendo. Todas las identidades se justifican y se van desarrollando muy correctamente durante el paso de los minutos. Ahora bien, el error que aparece y que perjudica el entendimiento y el realismo que siempre la película intenta recrear, es la transición que los personajes hacen para llegar a los sentimientos extremistas del final. Los cambios repentinos e injustificados que cada uno de los roles hacen en la conclusión carecen de verosimilitud y le restan mucha fuerza y seriedad al tema. Las identidades bien perfiladas al comienzo se ven derrumbadas al final. Pese a esto, la cinta logra transmitir su mensaje y emocionar. La fotografía es muy bella en muchas oportunidades, en especial al aprovechar los recursos naturales que los paisajes y las diferentes locaciones le brindaron al relato. La banda sonora acompaña muy bien la historia y las actuaciones (Pierce Brosnan, Susan Sarandon y Carey Mulligan) siempre están correctas y logran mimetizar las necesidades del guión (salvo al final). "The Greatest" es una cinta para reflexionar y emocionarse, tranquila en su ritmo y bien actuada. Con incoherencias cerca del rmat, pero con una sencillez que satisface y logra crear sentimientos puros y reales de la vida. Recomendada, pese a los errores. UNA ESCENA A DESTACAR: ola, padre gritando; y la charla de la madre con el hombre.
LA LIBERTAD ANIMAL Película de Carlos Saldanha, el director de la trilogía de "La Era del Hielo", que recrea el ámbito y el fervor festivo propio de Rio de Janeiro en la época de carnavales, con un despliegue visual muy colorido y bello, con una historia sencilla, pero satisfactoria, y con un humor que entretendrá a grandes y chicos. Blu es un guacamayo azul que vive tranquilo en con su dueña en Minnesota, Estados Unidos. Un día, se entera que es el último ave macho de su especie vivo y que tiene que viajar hacia Rio de Janeiro para poder encontrarse con la hembra, para así perpetuar su exótica especie. En el camino se va a encontrar con un gran festín por los carnavales y con otros animales que lo van a ayudar a cumplir con su objetivo. La primera característica que sobresale de "Rio" es el aspecto visual y el muy bien provecho que se hace de las locaciones propias de la gran ciudad. Utilizando colores saturados y vivos, con una calidez ambiental siempre presente y con una detallista recreación de los paisajes y de los plumajes de los animales, cada una de las escenas de esta película es un espectáculo visual muy bien logrado y con una animación perfecta. La introducción, haciendo uso de la tecnología en tres dimensiones con precisión, y los momentos de vuelo, que son varios, son muy suaves y están muy bien logrados, indudablemente lo mejor de esta propuesta. La historia es sencilla, pero está aderezada de personajes secundarios que le aportan mucho divertimento al relato. No hay demasiadas sorpresas ni situaciones que llamen a la emoción, se cuenta una historia de liberación con mensajes bien desarrollados y un espíritu humano, cerca del final, correctamente logrado. El humor está basado en los gags, que son muy divertidos y le aportan lucidez y originalidad a la narración: el perro Luis es el mejor personaje de la historia y justamente el que menos tiempo tiene en pantalla, pero el que cuando aparece tiene algo delirante o absurdo para aportar. Dentro de lo que es la maravillosa animación, el muy bien logrado uso de los colores y la recreación festiva de los carnavales, "Rio" presenta algunas características que ponen en duda algunos de los planteamientos principales de la cinta: Primero que nada el villano no tiene la intensidad como para poner en riesgo o para crear una duda en el espectador sobre lo que está por pasar. El ave "mala" es introducida con un musical muy al estilo Disney, que está muy descolocada en la historia. La película tiene algunas escenas musicales, pero todas, excepto ésta, tienen un fin en común que es entretener y servir de fondo para que los personajes bailen o la pasen bien. En cambio, el momento en el que se presenta a Nigel es el único en el que la música cuenta una historia, por lo que es necesario prestar atención a la letra para entender las actitudes del villano. Un estilo totalmente innecesario y mal impuesto dentro del relato. A su vez, en todo momento y en especial cuando se hacen unos viajes secuenciales por la ciudad, se respira un aire de publicidad, que retratan a esas situaciones como postales turísticas dirigidas al espectador (escuchar la primera y la última canción). Por último, una cuestión superficial y casi sin importancia, el conflicto se resuelve demasiado rápido al final, ocasionando que los villanos humanos no tengan la oportunidad para poder lucirse y mostrar algo más que lo que hicieron hasta dichos momentos. "Rio", pese a los problemas, es una cinta que se disfruta, que entretiene y que tiene un espíritu festivo muy bien logrado. Con música pegadiza, con mensajes que llegan, pero no conmueven y con una animación bella, detallista y colorida. Una propuesta para toda la familia. UNA ESCENA A DESTACAR: carnaval.
¿EL ALUMNO SUPERA AL MAESTRO? Remake del film homónimo de 1972, dirigido por Michael Winner y protagonizado por Charles Bronson, esta propuesta, que presenta una vez más a uno de los actuales actores que en términos de acción más se destaca y se luce, Jason Stratham, es una correcta película si se tiene solo en cuenta el ritmo y las escenas de acción, pero que por el lado argumental se queda a mitad de camino, ya que invita a la previsibilidad y al poco realismo de muchos de los planteos que se introducen. La historia se centra en un exitoso asesino a sueldo, un hombre muy cuidadoso con su trabajo, que nunca impide el desarrollo de alguna misión y siempre trata de cumplir con su objetivo. Luego de terminar uno de los pedidos, matar a un empresario discapacitado, él va a contratar al hijo de dicho hombre y va a comenzar a enseñarle el arte de su labor. Pero los descuidos del aprendiz y el secreto que Arthur esconde sobre la muerte del padre, van a hacer que su relación y su trabajo se pongan en riesgo. Entre asesinatos son ellos ahora los que están enfrentados. La película se introduce con una escena con mucha adrenalina y mostrando un pequeño anticipo de lo que en las próximas tomas se está por ver, funcionando como la típica introducción en la que se ve al protagonista desplegando sus habilidades en el matar cautelosamente. Luego de esto, la cinta se desarrolla describiendo muy correctamente la identidad del protagonista, que no se aleja mucho de los tantos personajes que Stratham encarnó en películas pasadas, acentuando la áspera voz del actor y la seriedad que lo hace misterioso y temible. Es así como la historia no avanza demasiado en términos de conflicto y de interés, se ve cómo él va matando a algunas personalidades polémicas más, con la ayuda de su aprendiz o solo, y luego se invoca a los típicos giros argumentales que aportan poco y que profundizan la previsibilidad de la película. Todo lo que al comienzo se supone que va a pasar y por cuestiones de suspenso no sucede, ocurre al final. Una historia muy sencilla, que no trata nunca de reinventar o de mostrar cosas diferentes a las ya vistas y que, si bien es acorde a la desarrollada en la cinta original, no presenta sorpresas ni un conflicto que no caiga en lo simple e innecesario. Pero, y pese a los problemas del guión, hay un aspecto que vale la pena destacar y que es la acción aquí planteada. Las variadas escenas que tienen a los dos personajes principales armando cada uno de las misiones y luego efectuándolas están muy bien logradas desde lo visual, con primeros planos que aportan mucha emoción y con efectos especiales, principalmente en dar la sensación de vértigo en muchas oportunidades y en los tiros, muertes y explosiones, muy buenos; desde lo dramático, con una escena que ocurre detrás de un espejo muy bien planteada y con un muy buen uso de los silencios; y con el carisma y la adrenalina que Jason Stratham le aporta a cada una de las películas en las que participa. Es por eso que por el lado del entretenimiento, "The Mechanic", aunque no muestra nada que no se haya visto antes, satisface. La actuación protagónica del intérprete de "El Transportador" es correcta. Él sabe como encarnar a sus personajes, y pese a que casi todos los que hizo presentan características muy similares (seriedad, no abusa de su voz, habla siempre como en voz baja, guarda secretos, es misterioso y le encanta la sangre), está bien y satisfacerá a sus seguidores. Ben Foster, también está bien, en especial al darle ese toque de ira y locura a su rol. Quienes lo acompañan poco aparecen en escena y poco desarrollan con lucidez sus papeles, en especial porque el guión no les dio la oportunidad de poder diferenciarse y que se los perfile correctamente, por ejemplo el villano, encarnado por Tony Goldwyn, un personaje que nunca muestra potencial de misterio o emoción. "The Mechanic" es una cinta que tiene escenas de acción que no se caracterizan por ser exageradas ni demasiado inverosímiles (aunque los personajes tienen una invisibilidad y pasan desapercibidos de manera extraordinaria, lo que destruye muchos buenos momentos), y que se destacan por desarrollar correctamente el suspenso y el drama necesario en cada una de ellas, pero que falla al no presentar una historia que atrape y que tenga un desarrollo cronológico que vaya más allá de lo común y de lo previsible. Una cinta que gustará a los seguidores del actor, pero que desilusionará a quienes vayan en busca de una película con buenas escenas de acción y un guión que las acompañe, les dé sentido y las profundice. UNA ESCENA A DESTACAR: espejo.