El pintoresco y descontrolado Pedro Almodóvar regresa a la pantalla grande con una de las mejores películas que ha dirigido en los últimos años. “Julieta” no es solo un placer para la vista por sus colores y planos, sino también un sentido y doloroso relato sobre la maternidad.
James Wan se ha convertido en una de las pocas mentes maestras que el terror posee en la actualidad. Sus comienzos en el primer film de la saga "Saw" ("El Juego del Miedo"), daban a entender que allí residía una imaginación diferente a la tradicional. Los dos primeros films de "Insidious" subrayaron dicho talento, pero no fue hasta el 2013 con el estreno de "El Conjuro" que los espectadores pudimos disfrutar y sufrir de todo su potencial como creador de pesadillas. Uno podría pensar que es una tarea imposible tratar de igualar lo logrado en aquella propuesta de terror, pero lo imposible para algunos es cuestión de trabajo, talento y dedicación para otros. James Wan lo volvió a hacer y le regala a su público una experiencia aterradora en "El Conjuro 2".
Luego de que Tim Burton se sumergiera en el mundo de Lewis Carroll con cuestionables resultados, James Bobin decidió sentarse en la silla de director para su secuela: una propuesta visualmente impresionante, pero con una historia que peca por ser demasiado sencilla, carente de emoción y, en especial, sin la locura del material original.
La animación es uno de esos géneros en los que se permite sin miedo al ridículo explotar una idea comercial para comenzar o seguir vendiendo productos que nunca fueron creados con la intención de llegar al cine. "Trolls", "Monopoly", "Emojis" y tantas otras películas estrenaron y fueron anunciadas con estos motivos. Cuando se presentó "Angry Birds" era dificil no ver las intenciones de marketing de fondo, pero, al igual que sucedió con el filme de "Lego", el resultado es satisfactorio. Esta propuesta basada en el popular videojuego tiene más aciertos que problemas y regala un buen entretenimiento para los más chicos. Red es un ave que vive enojada y los demás pájaros de la isla se lo hacen saber. Pero, cuando el hogar se ve en problemas todos se van a dar cuenta que él tenía mucha razón y lo necesitarán para derrotar a unos hambrientos cerdos que solo quieren sus huevos.
Este es el claro ejemplo de lo que es presentar una muy buena idea pero no saber cómo aprovecharla al máximo. “Before I Wake” es una película que empieza muy bien, pero que nunca se decide a qué género pertenecer, ni sabe cómo sacarle jugo a su interesante premisa. Luego de la muerte de su único hijo, un matrimonio decide adoptar un niño. Es así como Cody llega a la familia. El chico tiene un poderoso y peligroso poder: materializa sus sueños. Sus nuevos padres, asombrados por la habilidad, empiezan a jugar con ella, pero sin darse cuenta que también en la misma se esconde un temible y mortal secreto.
Luego de una interesante "Capitán América: El Soldado de Invierno" los hermanos Russo vuelven a las sillas de director para una secuela que tranquilamente podría formar parte de "Los Vengadores" y que es ampliamente mejor que aquellos dos films de Joss Whedon. Luego de muerte de personas inocentes en distintas partes del mundo, los vengadores son catalogados como una amenaza para la sociedad y son obligados a firmar un acuerdo para restringir el uso de sus poderes. Capitán América es uno de los que no está a favor y comienza una pelea interna con Iron Man. Al mismo tiempo, un misterioso hombre está comenzando un peligroso plan para destruirlos. Marvel sabe cómo hacer sus películas y aquí desarrolla una de las mejores propuestas que su Universo Cinematográfico nos ha regalado. Los directores mantienen la calidad de "Winter Soldier", lograron nivelar de una manera correcta las escenas de acción con aquellas en las que las palabras cobran más protagonismo. Está claro también que los personajes de Marvel son mucho más ricos e interesantes cuando están peleando que cuando están charlando y lamentándose por cómo el mundo los ve y aquí, pese a que hay muchas secuencias de diálogos, las escenas de acción son formidables. Con un prólogo ambientado en 1991 en Rusia y con un comienzo a toda velocidad, esta propuesta posee muchos guiños para quienes hayan leído la historia original de los cómics, al igual que algunos gags bien logrados y humor divertido. Las secuencias de acción, en especial aquella en el aeropuerto, son de un espectáculo visual envidiable y muy entretenido. Son tantos personajes juntos que es inevitable pensar que es imposible hacer algo bien sin perder el control en medio de tanta enormidad, pero el trabajo de los hermanos Russo está a la altura y les da su momento de brillo a cada uno.
En un fascinante y absurdo tour por el detrás de escena del mundo cinematográfico, los hermanos Coen vuelven a deleitarnos con una comedia disparatada e irónica con suficientes referencias para los amantes del cine y buen humor para el espectador casual. Otro acierto en sus filmografías.
En 1999 M. Night Shyamalan dirigió "Six Sense" ("El Sexto Sentido"), película de terror en la que un niño tenía la habilidad de ver gente muerta que lo ayudaban a resolver un crimen pasado. Pese a que tampoco fue una idea original, la cinta funcionó como fuente de inspiración para una incontable cantidad de guionistas. "Backtrack", lamentablemente, se asemeja demasiado a dicho film y posee muchos giros narrativos que fueron explorados en otras mejores oportunidades.
Kevin Greutert, director que ha dedicado su filmografía al terror ("Saw 6", "Saw 3D" y "Jessabelle"), vuelve a estrenar una película de similares características y, lamentablemente, posee todos los mismos problemas que sus anteriores films. "Visions" es una propuesta insípida y demasiado dependiente de sus últimos quince minutos.
Uno de los estrenos familiares del 2016. Una película entretenida, colorida, bien actuada por parte de Neel Sethi y bella visualmente. El abuso de los efectos especiales, a diferencia de tantas películas parecidas, no cansa ni abruma. Un espectáculo de calidad para toda la familia. Una remake que vale la pena disfrutar en pantalla grande.