El amor en tiempos de cáncer "The fault in our stars" es una película romántica con toques de adolescencia y modernidad que la hace parecer más copada de lo que realmente es. ¡Ojo! Con esto no estoy diciendo que sea mala, pero tampoco es la gran historia de amor del año. No apela a los golpes bajos como la mayoría de los films en los que uno de los dos protagonistas está muriendo de alguna enfermedad terminal, esto es algo para resaltar, pero más allá de esto y algunos elementos interesantes del guión, no es ni tan profunda ni tan trascendente como he leído por ahí. Por momentos se esfuerza demasiado y queda un tanto forzada. Para situarse un poco en contexto, la historia trata sobre Hazel Grace (Shailene Woodley) y Gus (Ansel Elgort), dos lindos e inteligentes jóvenes con enfermedades terminales, que por esas casualidades benevolentes de la vida, se conocen y entablan una relación amorosa de esas que todas las chicas envidiarían. Cuando comienza la película nuestra protagonista femenina nos habla con ironía sobre las historias edulcoradas que Hollywood suele presentar como realidades de la relaciones amorosas actuales y nos dice que la suya no será así. Bueno... esto en realidad se da en algunos puntos, pero en otros termina cayendo en el almíbar más potente que se puede encontrar en el género de los dramas/comedias románticas. Un ejemplo de esto es la escena del velorio en vida. Algunos puntos a resaltar son la buena química y la empatía que generan ambos protagonistas con el público. Son medios freakis, nerds, inteligentes, lindos, cercanos y poco estirados, lo que genera que al espectador le caigan muy bien. Esto es importante, porque si vamos a ver un entretenimiento en el que a la pareja principal le va a pasar muchas cosas, algunas de ellas tristes, es necesario que nos sintamos comprometidos con lo que están viviendo, de otra manera sería un fracaso. Otro elemento bueno es la forma de abordar la temática de la muerte inminente de un enfermo terminal. El director Josh Boone ("Stuck in love") mantiene los golpes bajos al mínimo y dota de buena comedia a situaciones sobre las que no estamos acostumbrados a reírnos. Esto está muy bien porque desestructura y permite ver algo fuera de los clichés, aunque en algunos momentos cae en algunos de ellos. Personalmente la disfruté pero no me pareció la gran cosa, ya que por momentos se jacta de ser distinta a las demás historias del tipo pero termina teniendo algunos elementos de ellas, disfrazados, pero ahí están. Los más románticos seguro le perdonarán estas falencias y la disfrutarán mucho más.
A la trascendencia se la olvidaron en la casa... "Transcendence" es de esas decepciones dobles por las altas expectativas que había generado durante su tiempo de promoción. El trailer parecía muy prometedor y el cast reunido era más que atractivo. Johnny Depp junto a Morgan Freeman en un entretenimiento tecnológico con críticas sociales y un gran presupuesto... ¿qué podría salir mal? Al parecer, varias cosas. En primer lugar y ya lo habrán leído por ahí en Internet, la interpretación de Depp como el Dr. Will Caster fue bastante pobre y chata. Parece que el actor hubiera aceptado el rol a regañadientes para cumplir contrato o totalmente desganado, ya que sus gestos y energía en pantalla fueron tan débiles como un puente de papel. Inexpresivo y plano, esos serían los dos adjetivos que mejor describen la actitud del famoso actor para con este film. Si uno de los protagonistas máximos, en este caso el villano (esto no es spoiler, ya desde el trailer sabemos que así será), no logra conectar con el espectador, ya de base hay un gran problema. Los demás actores hicieron un papel correcto y profesional, pero ninguno logró volar la peluca y dejar al público encantado. Diría que Rebecca Hall y Morgan Freeman fueron de lo mejorcito. Otro gran problema tuvo que ver con la torpeza con la que se planteó el dilema moral acerca del uso de la tecnología para curar enfermedades y mejorar la genética de los cuerpos humanos. La premisa resultaba interesante, pero en la práctica se perdió el drama moral en pos de hacer un despliegue de efectos visuales y exponer con mucha redundancia la postura de los productores y director (en contra) sobre uso de la tecnología para la genética. Me parece que lo más inteligente es dejar que el espectador juegue con esas ideas acerca de lo ético y moral y saque sus propias conclusiones en lugar de que le estén imponiendo todo el tiempo como debe pensar. Se nota que el director debutante, Wally Pfister, tuvo buenas intenciones y lo que quiso exponer con este entretenimiento era ambicioso, pero las circunstancias lo superaron y no supo darle realismo y potencia al guión. Esa ambición con la que encaró el film por momentos se volvió exageración, al peor estilo Hollywood clicheroso y con exceso de uso de CGI. En general diría que no es una película recomendable, aunque los más fanáticos del sci-fi y los grandes casts puede que le encuentren más elementos interesantes de los que pude encontrarle yo. Mi impresión final es la de un producto que de lejos se ve muy bien, pero cuando uno se acerca un poco más, se da cuenta de todos los defectos que presenta.
Un entretenimiento que se anima a más La película "Cómo entrenar a tu dragón 2" de DreamWorks sigue las aventuras de Hiccup y Toothless ya un tanto más crecidos y encontrando su lugar el mundo, ese conflicto existencial que fue central en la trama de la primera entrega. En esta ocasión se topan con un villano que vuelve a la carga, luego de haber estado formando durante años en secreto un ejército de dragones, para destruir a los vikingos, algo que va en total contramano con la nueva vida que han sabido establecer en Isla de Berk hombres y bestias luego de los hechos derivados de la primera peli. El director Dean DeBlois, el mismo de "Lilo & Stitch" (notar similitudes en los diseños de los dragones con las bestias de Lilo) y "Cómo entrenar a tu dragón", nos vuelve a ofrecer un mundo mágico de colores y con aún más dragones, en el que los conflictos no tienen miedo de abordar algunos temas "difíciles" para películas dirigidas a niños y adolescentes como pueden ser las discapacidades físicas, la muerte y el entendimiento/aceptación de las fuerzas de la naturaleza. Por la valentía de adentrarse en estas temáticas aplaudo a este producto de DreamWorks y creo que gran parte de su éxito radica en ella. No es simple poner en pantalla un protagonista al que le falta un pie y ciertamente tampoco es fácil transmitir un mensaje sobre la esencia de la naturaleza usando como móvil la muerte. Por otro lado, los conflictos que presenta la trama son interesantes y maduros, algo que también hace la propuesta más atractiva para las audiencias no tan infantiles. Quizás aquí también está lo más flojo del film, no por el guión planteado sino por la forma de manejar la narración del mismo, con algunas introducciones torpes, como fue la aparición de la madre de Hiccup y su retome de relación, y algunas resoluciones demasiado rápidas que quitaron credibilidad a los momentos. Se presentan varias subtramas que por cuestiones de tiempo no se pueden desarrollar en mayor profundidad y esto hace que personajes que podrían haber resultado más interesantes queden a mitad a del camino narrativo, como es el caso de Eret (Kit Harington) o el mismísimo villano, Drago (Djimon Hounsou). Hay también en el film un mensaje acerca de la paz y la guerra que puede resultar un tanto irritante para algunos espectadores, sobretodo aquellos que relacionan la producción con la cultura y mentalidad del país de donde proviene. Que Estados Unidos envíe un mensaje de paz aludiendo a su poderío bélico, no es de lo más coherente que se puede ver en pantalla. ¿A qué me refiero con esto? A la frase final de la cinta que cierra hablando de que "ellos" podrán tener su acero y armamento, pero "nosotros" tenemos a nuestros dragones... no es el cierre más feliz que podrían haber hecho para un film que supuestamente pregona la paz. Haciendo a un lado las cuestiones políticas que podría inferir la cinta, es en general un buen producto de entretenimiento que además tiene la virtud de abordar temas maduros y sensibles, algo que no se ve muy seguido en el cine comercial.
Riéndose de la adultez Nueva comedia zarpada de uno de los directores protegidos de Judd Apatow, Nicholas Stoller ("The Five-Year Engagement"). La verdad que no fui con muchas expectativas al cine, ya que otros productos de la onda me habían decepcionado bastante, como por ejemplo "The Hangover" (2 y 3) o "The change-up", pero terminé pasándola muy bien y riéndome mucho. Es verdad que el film tiene algunos gags un tanto trillados y hasta descerebrados por momentos, pero si nos ponemos a comparar con por ejemplo las películas citadas anteriormente, "Neighbours" es bastante superior, sobretodo por su capacidad de presentar situaciones políticamente incorrectas y hacerlas ver de manera inocente y hasta bien intencionadas. La pareja conformada por Seth Rogen ("Ligeramente embarazada") y Rose Byrne ("Damas de honor") hace un muy buen trabajo humorístico como padres primerizos que se debaten entre aceptar su condición de adultos o seguir de joda como sus nuevos vecinos, los jóvenes de una fraternidad universitaria que llegaron para llevar a cabo las fiestas más salvajes. A partir de su esfuerzo por tratar de ser vecinos "cool" y a la vez cumplir con sus responsabilidades, se desata una guerra con la fraternidad que incluirá peleas físicas, manipulaciones y traiciones varias manejadas de una manera muy dinámica y divertida. Debo admitir que el niño lindo, Zac Efron ("High School Musical"), hace un buen trabajo también en el plano humorístico, componiendo un personaje que resulta atractivo por su mezcla de estupidez y a la vez inocencia. Lo mejor de la propuesta se apoya en la satirización de situaciones tan cercanas como el ser padres por primera vez, la cuarentena luego del embarazo para volver tener sexo, la incomodidad de tener vecinos ruidosos y aceptar la adultez entre otras cosas. Es una comedia dirigida claramente a un público más bien adulto, de 25 años a 40 años aproximadamente, que son los que se pueden sentir más identificados. El humor físico también toma buen vuelo, sobre todo con secuencias como las que involucran los airbags del auto de Rogen. Son salvajemente entretenidas, es lo único que voy a decir al respecto. En general no es la comedia más inteligente del año ni la más original, pero es tremendamente efectiva en lo que a diversión se refiere. El juego entre chistes super incorrectos y el mensaje bien intencionado es una fórmula que, bien utilizada como en este caso, logra un combo explosivo de risas que no hace sentir tan incómodo al espectador como puede pasar con un "The Change-Up" por ejemplo. Un verdadero gol de la nueva camada de directores humorísticos.
Laberinto de la psiquis "Enemy" es una película compleja basada en el libro del escritor portugués, José Saramago, "El hombre duplicado". ¿Por qué digo compleja? Porque este nuevo film del director Denis Villeneuve ("Incendies", "La Sospecha") es de esos trabajos que le exigen al espectador no sólo estar muy atento a los acontecimientos por la carga simbólica que tienen, sino que explora cuestiones de la psiquis humana como la depresión y la demencia, elementos que la mayoría no va a buscar a una sala de cine. Debo decir que el tipo de narración casi no tiene fisuras, es original y sumamente atrapante, aunque por momentos se torna un poco densa de más. Personalmente, se me hizo difícil entender todo y estar bien atento la primera vez que la vi (sí, la vi dos veces), en gran parte porque no sabía bien con qué tipo de película me iba a encontrar y no estaba del todo predispuesto a usar el cerebro en un 100%. Luego, cuando reflexioné por unos días lo que había vivido y volví a verla, me di cuenta de varias cuestiones que había pasado por alto y pude sacar algunas conclusiones importantes para la tranquilidad de mi psiquis. Vamos por parte. En primer lugar, "Enemy" no es una película convencional, es decir, tiene un ritmo de narración pausado, alienante y que combina elementos surrealistas. La idea es transmitir las sensaciones que vive el personaje principal y la verdad que lo logra. Uno se siente abatido y asfixiado gran parte del metraje. Esto es algo que a muchos espectadores les va a costar. Ni hablar de los que no son muy tolerantes... Les puede llegar a pasar como un amigo que fue a ver "El árbol de la vida" de Malick esperando ver a Brad Pitt hacer la gran "Leyendas de pasión" y se encontró con reflexiones sobre el universo con dinosaurios incluidos... Se quería morir. Acá uno debe saber de antemano a qué se enfrenta. Referencias kafkianas, hitchcockianas y psicología profunda son parte del menú. El ritmo es lento, lo que hace que el camino sea un poco más gris, pero para suerte de muchos la película sólo dura 90 minutos. No van a encontrar respuesta expresa a los interrogantes que les va a plantear el film, interrogantes que no van a ser pocos. Acá es donde entran las ganas de cada uno para ponerse a pensar sobre lo que ha visto. Si no hay un análisis posterior, dudo que la experiencia sea placentera en algún nivel y directamente la tildarán de "bodrio". Es tan compleja que requiere en la mayoría de los casos, volver a verla para entenderla mejor. Esto es una contra. Para que se den una idea, Jake Gyllenhaal interpreta a un profesor de historia llamado Adam que se da cuenta que hay una persona que es idéntica a él, el actor de cine Anthony, también interpretado por Gyllenhaal. Decide, casi por un impulso enfermizo, conocerlo y encontrarse con él para sacarse algunas dudas. El encuentro no sale como esperaban y ambos se ven envueltos en un juego de suspenso y amenazas que los lleva de a poco a la ruina. En el medio de todo esto, se encuentran Mary (Mélanie Laurent) y Helen (Sarah Gadon), respectivas parejas de los protagonistas, la madre de Adam (Isabella Rossellini) y los medios de él mismo materializados en arañas gigantes. Una experiencia para probarla por sí mismos. A mi me pareció un viaje interesante, pero no lo suficientemente entretenido como para ir más allá de las 3 estrellas. Un thriller/drama que te dejará reflexionando, y eso siempre es bueno.
La nueva farsa de Sandler Se repite la fórmula del chiste fácil y verborragia humorística a la que nos tiene acostumbrados Adam Sandler. Por un momento pensé que al volver en dupla con Drew Barrymore ("50 first dates", "Duplex") la cosa iba a subir un poquito de nivel, pero no, fui muy inocente. Es extraño, pero muy de vez en cuando algunos de sus chistes logran causarme gracia como en "Just go with it" o "50 first dates", que tampoco eran una cosa de locos pero a las 3 estrellitas llegaban, pero definitivamente "Blended" no es el caso. Para empezar hay una desfachatez total con respecto al timing de los gags. Hay chistes muy tirados de los pelos y escenas creadas solamente para dar sentido a algunos de ellos, sin importar demasiado la dinámica del guión. Creo que durante los 117 minutos que dura el film me debo haber reído unas 2 o 3 veces de manera tímida. En mi barrio eso no es una buena comedia. Y si seguimos hablando de fórmulas trilladas, van a ver que no faltarán las clicherosas referencias a la raíces judías de Sandler, las cuasi miradas cómplices del actor a la cámara, su "ternura" bruta para con sus hijos, las situaciones forzadas y mal actuadas... y así podría seguir por al menos 3 renglones más. Algo que me había atraído un poco al principio fue el hecho de que la acción se trasladara al continente africano, pero la verdad es que termina siendo una cuestión meramente accesoria que no cumple para nada con su función de contexto. De hecho se centraron mucho más en filmar en un hotel que en la naturaleza que puede ofrecer una locación maravillosa como es Sudáfrica, y eso es un pecado. El grupo musical con el que quisieron evocar al de "Loco por Mary" y que va acompañando algunas de las situaciones que les toca vivir, es realmente paupérrimo y lo pone a Terry Crews en un rol más ridículo del que acostumbra. No hay mucho más que decir... una comedia más de Adam Sandler pensada para su público captivo que, ponga lo que ponga en pantalla, lo sigue bancando. Yo no lo banco más.
Sci-fy for Dummies Linda sorpresa nos llevamos la mayoría con este film del director Doug Liman ("Mr. and Mrs. Smith", "Fair Game") ya que por la temática y su promoción previa, no parecía ser un producto de gran calidad. "Edge of tomorrow" es un muy buen exponente de la ciencia ficción que toma varios elementos de otros productos y los combina de manera ordenada y entretenida. No inventó nada nuevo para el género, pero se las supo arreglar para poner en pantalla un producto muy bien narrado y con un buen trabajo audiovisual. A diferencia de muchas películas que vemos habitualmente, aquí los efectos especiales están subordinados a la historia y no al revés, un error bastante común en este tipo de films. Más allá de lo polémico que puede resultar fuera de cámara el actor Tom Cruise, es innegable que en lo que a cine se refiere, casi todo lo que toca se convierte en oro. Siempre es muy profesional y aporta una cuota de carisma muy grande en sus proyectos cinematográficos. "Edge of tomorrow" no es la excepción y nos muestra a un Tom embebido en su salsa, tratando de resolver el problema con gran intensidad y pateando traseros al por mayor. Acompaña la cada vez más versátil Emily Blunt en un rol que si bien no se destaca tanto, complementa bien al protagonista. En esta ocasión, la trama nos presenta un mundo futurista en el cual la humanidad está en guerra con organismos extraterrestres que tienen el poder de manipular el tiempo para aprender de sus errores y derrotarnos, al menos su líder, el Omega. En este contexto, sólo dos soldados (Cruise y Blunt) pueden darse cuenta de esto porque al ser asesinados por el Alfa, otro organismo extraterrestre de un rango menor que el Omega, contraen también la habilidad de volver y aprender de sus errores. La película tiene una mezcla de "Hechizo del tiempo" con Bill Murray, "Starship Troopers" de Verhoeven y hasta algunos toques de "Aliens" de Cameron. A priori un pastiche de este tipo puede dar la sensación de que el resultado final podría haber sido malo, pero la verdad es que se logró estructurarlo de tal manera que todos los elementos se alinearon a una buena historia, inteligente y con un gran ritmo en pantalla. La parte técnica es también muy correcta, sobre todo la que tiene que ver con recursos narrativos, planos y efectos especiales aplicados. Se podría decir que es un pequeño manual de cómo hacer una verdadera aventura sci-fy y no hundirse en el intento. Tome nota señor Bay. Son 113 minutos que se pasan bastante rápidos y dejan con ganas de conocer más en profundidad la historia de trasfondo. ¿Precuela en puerta?
El hada que fue engañada "Maleficent" es la nueva película de acción real de Disney que recientemente está retomando historias clásicas de la factoría y les hace una vuelta de rosca importante en la trama para refrescarla y seguir ofreciendo heroínas en la línea de "mujeres fuertes y justas". Los últimos trabajos de Disney claramente apelan a la fortaleza de las mujeres en un mundo que pretende socavarlas y mantenerlas en las sombras. Ejemplos de esta mecánica pueden ser la reciente "Frozen", "Valiente", "Tangled" y "Alicia en el país de las maravillas". Aquí también se retoma la dinámica por la cual un personaje bueno, inocente y justo se termina convirtiendo en uno de los villanos más importante de la factoría. Notar como sucede esto también en "Oz, the great and powerful", la suerte de precuela de "The Wizard of Oz". Por esta iniciativa de ahondar en las sendas oscuras que convierten a una persona a priori buena en un villano, aplaudo a Disney. Puntualmente con "Maléfica" me pasó algo similar a "Oz, the great and powerful" sólo que esta nueva versión de "La Bella Durmiente" me resultó más atractiva a nivel trama y a su vez me pareció menos infantil. En primer lugar voy a decir que la vuelta de tuerca a la historia me pareció original. No se si fue totalmente acertada, pero es innegable que ver una faceta distinta de una de las villanas más famosas de Disney siempre resulta atractivo. Por otro lado, la labor de Angelina Jolie como Maléfica calza como anillo al dedo, volcando toda su belleza, emotividad y misterio en el personaje. Entiendo a los que criticaron su casting, quizás se imaginaron a una actriz más sombría llevando adelante el personaje, pero para la trama planteada está bien seleccionado. De última es una cuestión de gustos personales que van más allá del talento de Angelina, que en definitiva es indiscutible. Los efectos audiovisuales son sencillamente magníficos con excepción de algunos excesos de CGI que entorpecieron un tanto las secuencias. Los elementos más negativos y de peso tienen que ver con la narración que por momentos se torna bastante chata y hasta lenta. Hay poco desarrollo de algunos aspectos importantes como la profundidad de personajes como el rey Stefan (Sharlto Copley) y la mismísima Aurora (Elle Fanning). Hay momentos que se podrían haber hecho un poco más dramáticos, más emocionantes y más oscuros dándole mayor dimensión al guión, pero en vez de esto se hizo hincapié en otros menos relevantes. Un ejemplo muy bueno de esto es la secuencia de la traición por parte del amante a Maléfica, que realmente estuvo muy bien dotado de dramatismo, algo que casi no se vuelve a repetir durante el resto del metraje. Algo que definitivamente no me me gustó fue como personificaron a las 3 hadas madrinas... Si bien en el clásico de animación eran torpes y medio dispersas, en esta nueva versión directamente se las retrata como inútiles y tontas. Podrían no haber sido incluidas y no hubiera cambiado mucho, lo cual deja en evidencia una carencia en este sentido. En general se puede decir que el balance es más positivo que negativo ya que el film entretiene, nos lleva de vuelta a la infancia y nos presenta un mundo mágico que resulta muy lindo a la vista, aunque se nota que faltó madurar más el guión y darle más profundidad.
La vuelta gloriosa de Singer Esperadísima secuela de la factoría Marvel sobre los mutantes y su lucha por convivir en paz con los seres humanos. Personalmente soy un gran fan de los X-Men, tanto sus cómics, como sus dibujos animados, con los que pasé buena parte de mi adolescencia, y también me han gustado bastante las películas que se han llevado a la gran pantalla, tanto por Bryan Singer como por Matthew Vaughn, siendo este último mi favorito. Realmente cuando confirmaron que volvería Singer a la dirección no estaba muy contento, no porque no me hayan gustado sus films anteriores, sino porque lo de Vaughn me había parecido magnífico y fue por la senda en la que me imaginaba la evolución de la saga. Debo reconocer que Bryan Singer supo captar bastante bien la visión de Vaughn y la combinó con lo mejor de su expertise en el cine de acción y aventuras. Se nota que hay una evolución en su manera de ver a los X-Men, pero a la vez mantuvo la magnificencia y la carga emotiva que fueron su sello en las dos primeras películas, sobre todo en la segunda, "X2". En esta ocasión, de manera muy inteligente, nos ofrecen una historia que cruza ambos universos de la franquicia, uno situado en un futuro no muy lejano en el que los X-Men de Singer están siendo exterminados por unos futuristas y despiadados centinelas y el otro ubicado temporalmente en los años setentas cuando muchos de nuestros protagonistas estaban definiendo su bando y su carácter. Singer se inspira en la compleja "Days of future past", 2 capítulos de la serie X-Men Uncanny que están dentro de los cómics más queridos por los fans. La película es super dinámica, con un comienzo que quita el aliento y ya predispone al espectador a la avalancha de batallas y emociones por venir. Como personaje puente de ambos universos está el infaltable Wolverine, interpretado por Hugh Jackman, que deberá incentivar a un joven y vencido Charles Xavier y a su vez deberá convencer a inminentes villanos como Magneto y Mystique para trabajar en conjunto y evitar un futuro apocalíptico. La trama es bien interesante y más que compleja resulta ser bastante abarcadora. Esta cuestión suele ser un inconveniente para los directores ya que se les complica a la hora de unir todos los cables y cerrar la historia, pero para el ya veterano Singer la cosa pareció resultó más sencilla y pudo cumplir con las expectativas generadas. La acción, la emotividad y el humor vuelven a conformar un trío exitoso que hacen que las más de 2 horas que dura el film se pasen volando y nos dejen con ganas de ver más, sedientos de más aventuras mutantes. El punto más bajo pasa por la cantidad de personajes de gran potencial que quedan relegados a un segundo plano, casi de relleno incluso en algunos momentos. Este es el caso por ejemplo de Bishop, Coloso, Havok o el mismísimo Quicksilver, que luego de algunas intervenciones realmente entretenidas, desaparece para dar lugar al reparto de más peso. Más allá de esta cuestión, la trama resulta verdaderamente atrapante y la acción propuesta es gigantesca sin ser exagerada o grotesca. Un verdadero blockbuster de alta calidad que vale la pena disfrutar, sobre todo si sos un fanático de las películas de superhéroes.
La vuelta de una clásico Bastante dividida fue la respuesta hacia este nuevo reboot sobre uno de los monstruos más famosos del cine. "Godzilla" ha sido una película que al público en general le ha gustado bastante, con la desviación lógica que suele haber para este tipo de films, pero que en general fue bien recibida por la mayoría de los espectadores. De parte de los más cinéfilos, incluyendo críticos de cine y fans de la película original, la respuesta no fue tan auspiciosa. En mi opinión, ambos tienen un poco de razón, tanto los que están contentos con el resultado final como los que están un tanto desilusionados. Por el lado de las cuestiones positivas, podemos resaltar una trama que se pone más seria que en los últimos trabajos que se hicieron y que se aleja del tono medio humorístico que tuvo, por ejemplo, el film del estruendoso Roland Emmerich en 1998. En esta sintonía podemos encontrar una buena labor de Bryan Cranston ("Breaking Bad") y Juliette Binoche ("El paciente inglés") como padres del protagonista, Aaron Taylor-Johnson ("Kick Ass"), que más allá de nos haber hecho un rol memorable, se la banca como personaje principal del film. Otra cuestión muy grosa es el avance de los efectos audiovisuales que realmente le imprimen a la producción un aura gigantesco. Los monstruos (sí, no está solo Godzilla en esta entrega) son más majestuosos, épicos y destilan mucha coolness. Hay un buen manejo del suspenso y de la anticipación de las grandes secuencias, algo que impacta bien en la percepción del espectador. Ahora, hay ciertas cuestiones negativas que dan la razón a sus detractores, como por ejemplo el hecho de que Godzilla no aparece prácticamente hasta la última media hora... Entiendo el recurso de que querer generar expectativas, pero hacerlo salir en la última parte de la peli es un poco trucho. Otra cuestión que no estuvo buena tuvo que ver con algunos diálogos, innecesarios y por momentos medio tontos. Militares que quieren atacar con armamento nuclear a monstruos que desde que empieza la película nos explican que se alimentan de la energía nuclear... Eso sencillamente fue poco pensado, además, ¿no se les puede ocurrir otra alternativa para destruir una amenaza que no sea el uso de bombas nucleares? Vamos muchachos, se supone que son la industria con más recursos creativos y personas especializadas en cine. Otra cuestión que estuvo floja fue el tema que quisieron instaurar sobre el "balance natural", en el cual el mítico monstruo ¿se pone del lado de la humanidad para devolver el equilibrio natural del planeta? Es algo medio rebuscado y cuyos cabos sueltos no fueron atados del todo antes de lanzar el estreno. En general, es un buen entretenimiento, con buenos actores, grandes secuencias de peleas colosales y acción infartante, pero se nota que hubo baches que no pudieron subsanar para que el producto fuera realmente de alto vuelo, de todas maneras es bastante mejor que su predecesora.