Magda se prepara para su casamiento, uno de los grandes eventos en el pequeño pueblo del interior en el que vive. Se casará con el Gringo, empresario agrícola que a todas luces es un gran partido. Y sin embargo, es la gente a su alrededor la que parece más entusiasmada. Ella transita un estado de apatía preocupante, que se agrava a medida que se aproxima el día de la boda. Especialmente cuando se producen a su alrededor una serie de acontecimientos graves; balas que caen cerca y que se perciben como señales de una mala decisión en camino.
Es interesante el camino que se ha recorrido para llegar a Hobbs & Shaw. Un desprendimiento de Fast & Furious, está encabezada por dos personajes que se incorporaron a la franquicia como enemigos de la familia Toretto, que con el paso de las películas fueron acercándose al interior del círculo de confianza. Dwayne Johnson se sumó en Fast Five, sin lugar a dudas la mejor de todas las entregas, e inyectó una dosis de adrenalina a la vez que se pivoteó hacia otro rumbo, menos enfocados en los autos rápidos y más orientados hacia el equipo como una suerte de agentes internacionales dispuestos a salvar a la humanidad. El caso de Jason Statham es algo más complejo, dado que su Deckard Shaw literalmente mató a uno de los héroes, el Han de Sung Kang.
La mejor película posible de cocodrilos en un huracán. A casi una década de agitar las tranquilas aguas de un lago para lo que fue su mejor película, Piranha 3D, el director Alexandre Aja se sumerge otra vez con Crawl, que con comodidad se ubica entre los grandes trabajos de su carrera.
Después de una década de trabajo como guionista en proyectos de terror, especialmente a lo largo del último lustro, Gary Dauberman eligió con inteligencia su debut como director. Digamos que tras la primera entrega de Annabelle, en el 2014, la vara quedó demasiado baja. David F. Sandberg hizo mucho por la muñeca maldita con la lograda Annabelle: Creation, con lo que el novel realizador la tuvo más fácil a la hora de encarar Annabelle Comes Home. Sin ser superior a la mencionada segunda parte, es claramente mejor que la primera, y ofrece un digno divertimento a lo largo de sus 106 minutos.
“Te van a criticar, pero vos sonreí. Te van a criticar, pero yo te felicito”.
Rassvet es un nuevo exponente del cine de terror ruso que esporádicamente llega a nuestra pantalla, uno que no puede escapar a cierta lógica mercantil, más propia de lo que se hace en Estados Unidos, y que acaba por disminuir su evidente calidad en pos de un confort no solicitado.
Hay química entre los dos. Jonathan Levine y Seth Rogen se entienden, y su tercera película juntos lo confirma. A pesar de que sean más los aciertos que las pifias, al director no se lo puede considerar una garantía total de calidad. Pero en su nueva colaboración junto al actor ratifica que ahí está lo mejor de su carrera. 50/50 ya daba cuenta de una buena capacidad para el humor en tópicos delicados. Una segunda mirada a The Night Before me indicó que estaba en presencia de una destacada comedia navideña que vale la pena revisitar, algo de lo que no me di cuenta en una primera aproximación. Long Shot constata la madurez del realizador y de su protagonista, consolidado como el mejor exponente de lo que es la Nueva Comedia Americana. Y en esta ocasión se suma a la destacada Charlize Theron, a quien su facilidad para el humor, belleza y elegancia convierten en la candidata perfecta para la ocasión. Eso para su director, pero resulta fundamental que haya piel con su compañero de fórmula, cosa que por suerte hay de sobra. Hay química entre los tres.
Es un caso interesante el de Eduardo Meneghelli, que tras una larga trayectoria teatral decidió incursionar en el cine con una prolificidad pocas veces vista. Con las dificultades de filmar en Argentina, se despachó tres películas en un año. Una suerte de trilogía en el terreno del policial, con Gabriel Peralta como el protagonista absoluto. Blindado es una apuesta ambiciosa, con una digna producción y un importante equipo de talentos para comandarla, pero adolece de gruesos problemas que ya se notaban en Román y que esmerilan lo que podría haber sido un absorbente thriller psicológico.
Laura aguarda junto a la cama de hospital de su padrastro, que segundos después da su último suspiro. La pérdida de un padre para ella es el puntapié para adentrarnos en Cuando Dejes de Quererme, la historia de la pérdida y hallazgo de su progenitor. Una carta moviliza el recuerdo de lo vivido 15 años atrás, en el 2002 –período en el que transcurre casi en su totalidad-, cuando un llamado desde España le informa que han aparecido los restos de su padre. El hombre que creía la había abandonado, a ella y a su madre, llevaba enterrado 30 años, víctima de un homicidio. El descubrimiento no es suficiente para movilizar a la joven, que creció resintiéndolo, pero su papá del corazón la alienta a cruzar el charco para el postergado velorio. La inutilidad o desinterés de la fuerza policial será el motor de una investigación para descubrir qué es lo que realmente sucedió, con un misterio enrevesado que mantiene permanentemente el interés, con un buen manejo del tono que lleva a que la propuesta se disfrute.
Tania, Daniela y Pedro se despiertan, cada uno en su departamento, cada uno con su propia melancolía. Hay una pesadumbre en sus miradas, contemplando hacia la nada, hacia otro lugar, sentir acentuado con el piano de Diego Vainer (Dos Disparos, Vaquero). La cámara de Santiago Loza los sigue, los rodea, se acerca de a poco. Hasta que se aleja desde el balcón de Pedro, tanto como le es posible, para dar un fenomenal plano general largo de un edificio en plena Capital Federal, uno entre tantos, con su protagonista perdido en su entorno. Así empieza esta Breve Historia del Planeta Verde.