El joven realizador Juan Martín Hsu se traslada a Taiwán para reencontrarse con su madre y el resto de su familia con el propósito de reconstruir su historia. Mediante un relato colmado de naturalidad y pureza, que se refleja en cada una de las imágenes, en interiores en casa de su madre o recorriendo la ciudad. Filmado con el cuidado necesario, para no perder detalle, tanto de la escenografía del lugar, así como de los diálogos que surgen de modo genuino y transparente.
Los espacios cerrados son los lugares ideales para la construcción de un relato de suspenso y miedo. En este sentido, si a ese sitio absolutamente hermético se le agrega el plus de un transporte aéreo que viaja a miles de metros de altura, la claustrofobia debido a la dificultad para escapar aumenta. El espectador intensifica sus expectativas y el terror se duplica.
La cuarta película de Maximiliano Schonfeld (Germania, 2012; La helada negra, 2015; La siesta del tigre, 2016) se presenta en la edición número 36 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en el marco de la Competencia Latinoamericana. En un pueblo de zona rural alejado de los cascos urbanos, donde los jóvenes sueñan con emigrar hacia otros lugares, Abel, un muchacho introvertido y de pocas palabras parece signado por la repentina muerte de su primo Jesús López. Con la pantalla en negro durante la presentación de los títulos se advierten, en fuera de campo, a un grupo de amigos que parecen haber tomado algunas de cerveza de más, entre esos diálogos alguien le insiste a Jesús para que no conduzca la moto en ese estado. La siguiente escena es un breve primer plano del motociclista marchando sobre la ruta, para luego cortar y saltar a otro primer plano, esta vez de la cara de Abel bajo un lluvia torrencial. De esta manera, en pocos minutos y con gran técnica, el director introduce al espectador en el relato. Aquí, se inicia una exploración sobre una comunidad golpeada por la tragedia y la lucha de los padres de Jesús por superar el dolor, quienes en busca de sobreponerse invitan a su sobrino a quedarse unos días con ellos. De a poco, Abel se irá transformando. Ocupando el lugar de ese otro, completando ese vacío que tanto padres como tíos y amigos se niegan a asumir. Usando su ropa, conduciendo su moto y su auto de carrera. Un giro inesperado se produce en la película cuando esta transformación se traslada ya no solo por gestos y actitudes sino por su cambio físico. A partir de ahora Jesús habita en cuerpo y espíritu la figura de Abel. De esta manera, bajo una pictórica fotografía de atardeceres campestres y una banda sonora que refuerza el drama de una situación que la mente difícilmente pueda superar, se desarrolla la segunda parte del film, en donde una atmósfera de ensueño recae sobre la psicología de los personajes que se balancean entre la fantasía y la realidad en su permanente búsqueda de reconstrucción interior.
“La vida dormida” de Natalia Labaké. Crítica. Mujeres marcadas por la tensión del poder político en el ceno familiar. La opera prima de Natalia Labaké narra mediante grabaciones caseras, momentos de su vida, como así también, la de sus padres y abuelos. Una radiografía intima de una familia ligada a la política, más precisamente al peronismo, en donde los hombres discuten ideas y las mujeres de la familia acompañan. Corren los años `90 y el boom de las cámaras filmadoras para uso domestico está en auge. La abuela de Natalia filma todo lo que pasa a su alrededor, su cámara es su “chiche nuevo”. De esta manera registra y acompaña el ascenso en la carrera política de su marido, Juan Gabriel Labaké. Quien respaldó la campaña del ex presidente Carlos Saúl Menem y ofició de abogado de Isabel Perón y Zulema Yoma. Imágenes fílmicas de un lejano pasado se alternan con grabaciones más recientes, que la realizadora ensambla con un montaje hábil, sin necesidad de puntualizar a qué momento pertenecen. Con solo notar la calidad en la imagen, el espectador concibe y viaja en el tiempo, del pasado al presente y viceversa durante todo el film. Un documental que centra el relato, en el progreso de Juan Labaké, la figura política de la familia, para sin embargo recaer y destacar el desempeño de las mujeres que lo rodean: tres generaciones en el rol de escoltas y testigos silenciosas de los hechos, en un mundo y en una época donde el poder parece ser solo de hombres. Por lo tanto, una película cargada de recuerdos, que se transforman en un espejo del presente, ese reflejo invertido, que cuestiona el rol de las mujeres y los hombres, en las sociedades patriarcales. Para considerar después de muchos años y en una coyuntura actual, el aumento del cupo femenino en cargos políticos.
Llega a los cines una nueva película de terror del joven guionista y director ruso Svyatoslav Podgaevskiy. Cineasta que retorna con su flamante film, en busca de otorgar un salto de calidad al género de miedo en su país. “Boda negra” tendrá su estreno el próximo jueves 20 de enero. Cuando el amor deja de ser correspondido hay ciertas personas, que recurren a brujas depositando en estas la ilusión de recuperar del otro aquel sentimiento perdido. Estás hechiceras se disponen a actuar a través de magia negra y la convocatoria de espíritus poderosos, con el propósito de manipular el sentir de ese ser que parece haber cambiado. Pero claro, estos rituales tienen sus riesgos y como ya se ha visto en otras historias dentro del cine, las consecuencias pueden resultar verdaderamente peligrosas. La joven madre Evgenia (Yana Yenzhayeva) no puede tolerar que su novio y padre de su hija Polonia, la haya abandonado. Para recuperarlo busca ayuda en una bruja, quién le enseñará la forma de recobrar el amor de su prometido, Kirill (Konstantin Beloshapka), mediante un hechizo que debe ser consumado en medio de una boda. En este sentido, los esfuerzos de la protagonista por cumplir al pie de la letra las órdenes de la hechicera para hacer efectivo el ritual, no serán suficientes para impedir las consecuencias oscuras que esto conlleva. Atrayendo el despertar de una irreconocible personalidad en su ex novio. Conducido por la liberación de espíritus que parecen enojados ante una convocatoria, que evidentemente no ha sido manifestada de manera perfecta. En consecuencia, el relato se desencadena involucrando tanto a culpables como inocentes, que aunque en un principio permanecen incrédulos de lo sucedido deciden ayudar a pesar del riesgo que esto implica. Así, entre personas que no pueden continuar con su vida cotidiana, pesadillas que se confunden con la realidad, espíritus enérgicos y fuerzas malignas, la historia progresa ubicada siempre sobre el mismo eje, insinuando tejer nuevas subtramas para exponer un giro original e inesperado, que el público amante del cine de terror, de brujerías y hechizos espera con ansias, aunque en esta ocasión, en vano. En definitiva, “Boda negra” es una película con una historia sencilla y ya consabida en otros films, que se sigue con facilidad a pesar de la diversidad de sus personajes. Con una buena cuota de escenas de miedo y suspenso, con protagonistas interesantes y una considerable fotografía, pero que no consigue sorprender, cayendo en una trama repetitiva y anunciada, al mejor estilo de las últimas producciones del género de terror hollywoodense, en cuanto a guion y forma narrativa.
Crítica de “A un click de distancia” de Natalie Morales La virtualidad como espacio de interacción en tiempos de pandemia El primer largometraje de la actriz y directora estadounidense Natalie Morales, que trabaja a partir de un guión propio, junto con el productor ejecutivo Mark Duplass, tendrá su estreno el próximo jueves 30 de diciembre. El film se desarrolla íntegramente a través de conversaciones mediante una plataforma de videoconferencia. Su inicio se ofrece, sin prólogos y con una sorpresa, Cariño (Natalie Morales) ha sido contratada en secreto por un hombre llamado Will (Desean Terry) para enseñar español a su esposo Adam (Mark Duplass). Cien lecciones impartidas en línea, que son básicamente dos años de clases semanales. Adam, es un hombre adinerado, de unos cuarenta años, que vive en Oakland, en una hermosa casona con una enorme piscina, sauna y hasta un acuario. Cariño, es una docente nacida en Cuba y criada en parte en Miami, que ahora vive en Costa Rica. La situación económica de ambos es un claro contraste que la película deja flotar desde el comienzo de la historia. Al poco tiempo de darse inicio a las clases de español, un inesperado suceso transforma la relación entre alumno y docente. Dando lugar a un vínculo más íntimo que comienza a formarse entre los protagonistas. De esta manera, los encuentros por videoconferencia empiezan a ser cada vez más personales dejando de lado el propósito principal de las clases. Es aquí donde un espacio de confianza y amistad parece abrirse entre ambos, a pesar de la distancia y el poco tiempo que llevan de conocerse. “A un click de distancia” (Language Lessons) es una historia de amor en tiempos de virtualidad, que tiene su punto más alto en la química que trasmiten los protagonistas. Si bien, no tiene una gran producción en cuanto al lenguaje cinematográfico, vale destacar el difícil trabajo realizado para que el relato llegue al espectador, generando sensibilidad y empatía hacia ambos personajes. Una película, que se desarrolla sentando las bases en el lenguaje universal del afecto y el lazo emocional, situación que se produce cuando dos personas parecen encontrar una conexión particular, creando espacios personales, para de esta forma entregarse mediante respeto y admiración mutua a cuestiones esenciales que surgen de la intimidad.
Crítica de “La sombra del gato” Una película de José María Cicala Ricardo De Luca Hace 4 días 0 108 El film Protagonizado por Danny Trejo, Maite Lanata, Guillermo Zapata y un gran elenco compuesto por Monica Antonópulos, Miguel Angel Solá, Rita Cortese, Griselda Sánchez, Roberto Peloni, Candelaria Molfese y Luis Machin tendrá su estreno el próximo jueves 23 de diciembre en cines. La película abre con un primer plano de la joven Emma (Maite Lanata) subida a una bicicleta. La imagen de su pelo al aire parece indicar que va a alta velocidad, su cara denota un gesto de libertad como si escapara de algún encierro. Sin embargo cuando el plano se abre para tomar a la protagonista en un plano entero, se descubre que esa bicicleta es fija y que Emma ha estado pedaleando, pero para llegar a ningún sitio. Un inicio de historia, que es todo un símbolo de lo que se verá luego. Emma vive con su padre, Gato (Guillermo Zapata) en una granja alejada del pueblo, sin conexión a internet, ni televisión, aislada por completo del mundo real. Con ellos también viven dos mujeres y un hombre que en un principio aparentan ser familia. Un día, la joven protagonista consigue escapar y llegar al pueblo. Lugar al que temía ir, a pesar de su potente curiosidad debido a las palabras que su padre manifesta induciendo pavor, para mantenerla encerrada. El pueblo será para Emma un sitio de descubrimiento, en donde por casualidad, se topa con un teléfono celular, que dará comienzo a una segunda parte de la historia, en la cual un pasado oculto verá la luz tanto para la protagonista como para el espectador, que inician un camino hacia la verdad, prácticamente de la mano.
Una coproducción entre Argentina y República Dominicana que tendrá su presentación en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en el marco de la Competencia Latinoamericana. Sara, una adolescente de familia rica y su niñera Yarisa han construido, durante el paso de los años, una relación de confidencia y amistad, estableciendo un vínculo en donde el afecto que se brindan ambas, parece suplantar a una madre poco afectuosa y a la vez crear en la niñera una fantasía que la evade de su difícil situación económica. Un accidente de auto al estilo “La mujer sin cabeza” (2008) de la cineasta Lucrecia Martel, en el cual las imágenes del momento confunden lo sucedido, tanto para la protagonista como para el mismo espectador, será el detonante que da inicio al conflicto principal de la trama. De esta manera es que progresa el relato, en donde la culpabilidad e impunidad se ubican en el eje central del mismo, para exponer la desigualdad social en República Dominicana, aunque también de forma universal, pero además para plasmar las miserias de la clase alta. Un retrato crudo sobre la división social, que recuerda a la película surcoreana “Parásitos” (2019) del director Bong Joon-ho, en donde una situación extrema transforma la vida de los personajes reflejando la pasividad de algunos ante la cólera incontenible de otros. En conclusión, un film visualmente muy atractivo, que cuenta con secuencias de gran virtuosismo técnico y con sublimes interpretaciones, que dan lugar a un sólido e inquietante drama social.
“Ilse Fuskova”, el documental dirigido por Liliana Furió y Lucas Santa Ana tendrá su estreno en la Competencia Argentina de Largometrajes de la octava edición del Festival Asterisco, con una función en el Malba, el domingo 31 de octubre a las 20hs. Por otra parte, su estreno comercial está programado para el próximo 11 de noviembre. Además se proyectará como función de clausura de Espacio Queer, festival de cine LGBT de La Plata, en la Sala Select del Pasaje Dardo Rocha (calle 50 entre 7 y 6) en La Plata, el domingo 7 de noviembre a las 22hs. Ilse hace su ingreso al exitoso programa “Almorzando con Mirtha Legrand”. Corrían los años noventa en una sociedad Argentina conservadora. Vestida para la ocasión, con pantalón negro, suéter amarillo y una atrayente bufanda violeta. Se sentó a la mesa de la reconocida conductora, segura y convencida. El dolor de tener una vida dividida entre lo que se muestra y la intimidad debía terminar, para ella y para todas las mujeres que así lo sentían. Aquel programa superó los 36 puntos de rating y una lluvia de cartas y llamados a Ilse fue la reacción a ese acontecimiento que cambiaría la historia derivando en convocatorias, reuniones y organizaciones. Sin embargo, esa no será la única escena mediática que hoy y a más de 30 años se le presentará difícil de creer al espectador. Ilse es, sin dudas una mujer valiente y es por eso que condujo su lucha no solo frente a la famosa señora Mirtha Legrand sino también exponiéndose ante una opinión pública que la señalaba de rara y enferma. El documental narrado, por razón de una estructura clásica, con testimonios de mujeres que se sintieron influenciadas y memorias de amigos, se produce de modo interactivo entre uno de sus directores, Liliana Furió y los entrevistados, construyendo la historia mediante la búsqueda de datos y generando situaciones, que se entrelazan a su vez con imágenes de archivo junto a la propia voz de la protagonista. De esta forma, con un montaje estructurado y causal se despliega durante 90 minutos, de manera directa y cronológica las vivencias de Ilse Fuskova, desde el momento en que se conocieron sus padres pasando por su trabajo de azafata en Scandinavian Airlines y sus inicios como periodista y fotógrafa artística. Un relato revelador, emotivo y auténtico de una mujer que es un icono del LGBT. Un documental cautivante desde el minuto inicial, que se introduce de forma minuciosa, tanto en la obra como en la intensidad de una vida plena y audaz. En definitiva, la historia de una persona que no ha dejado de moverse a pesar de sus 92 años, encauzando sus días, siempre de manera clara y convincente hacia su principal objetivo: la libertad.
Asia (Alena Yiv) y Vika (Shira Haas) son madre e hija, inmigrantes rusas que viven en Israel. Asia es una madre soltera de 35 años, que trabaja de enfermera. Por las noches busca refugio en algún bar cercano del hospital, para ahogar sus pesares en el alcohol. Mientras que Vika es una adolescente, hija única, que pasa sus días rodeada de amigos en una pista de skater.