Rajko Grlic es un veterano director nacido en la vieja Yugoslavia, allá por 1947. Traigo su edad a referencia, porque es interesante la visión que tiene de la familia burguesa del Este, en los tiempos que corren. No todos los nacidos en generaciones anteriores tienen la plasticidad para abordar la compleja trama que se da en las parejas en crisis en la postmodernidad. Todo ha cambiado. Los paradigmas de la responsabilidad, la fidelidad, el placer y la paternidad, son otros. No son (que quede claro), ni buenos, ni malos, simplemente son distintos y en esa vuelta, la mirada de Grlic es bastante fresca, porque aporta algunos elementos interesantes que hay que reconocerle. "Todo queda en familia" es una película coral (en cierta manera), donde conoceremos la historia de dos hermanos, Nikola (Miki Manojlovic) y Braco (Bojan Navojec) y sus respectivas esposa y ex, Anamarija (Daria Lorenci) y Marta (Ksenija Marinkovic). Todo comienza en el funeral de su padre, cuando ellos se juntan a charlar y decidir el destino de algunas cosas... Se llevan bien (comparten el uso del atelier, a veces -su progenitor era pintor), pero son hombres cuya libido es a tener en cuenta. Y mucho filtro no tienen para vincularse, la verdad. Ambos tienen amantes y a la vez, sostienen (o intentan) los lazos que los unen con sus primeras mujeres, quienes atraviesan también, circunstancias particulares (una la adicción a los jovencitos, la otra, el deseo de ser madre a cualquier precio). Nikola es el hombre a seguir. La tiene bastante complicada ya que debe lidiar, por un lado, con su esposa, quien demanda su presencia para concebir un hijo a través de un vitro, y por el otro, con su amante, en otra localidad, con quien vive recluído y le implora, poder salir al almacén juntos (cosa que él niega para no ser descubierto en su doble vida), llamada de atención que define el escenario... Braco es más simple, pero...es profesor universitario, se acuesta con sus alumnas y no termina de definir su situación con su ex (Anamarija): la quiere, la busca, pero se lleva realmente mal con ella, y también, con su hija adolescente. Algo sucede al principio de la película muy importante, que no vamos a revelar, pero que es de peso en la trama y en la resolución de la historia, así que no dejen de prestar atención a todos los detalles. Estos dos hermanos tendrán un recorrido de casanovas, saltando de cama en cama y tratando de pactar soluciones paliativas con cada mujer que se vinculan, de manera pintoresca y colorida. Hay una mirada muy ácida hacia las relaciones familiares y los roles paternos al que hay que prestar atención. Grlic explora (a veces con aciertos, otras no) los deseos y las motivaciones de sus personajes y los muestra queribles y cercanos. Esa proximidad es la que ayuda al film a sobrellevar algunos momentos poco felices (demasiadas vueltas y contravueltas y quizás, algunos encuentros amorosos prescindibles, me atrevería a decir) sin perder la dirección. Si, debemos reconocer que hay confusión por recargar ciertas subtramas y eso le resta puntos a la evaluación final. En síntesis, "Todo queda en familia" (festivalera a más no poder), intenta un acercamiento a las familias de estos tiempos, enclavadas en la nueva Europa del Este. Pone el lente en los deseos y no se guarda ninguna idea a la hora de graficarlo. Bien por eso. Tal vez algo más de equilibrio hubiese elevado el nivel general de la propuesta, pero igual, nos gustó.
Cada tanto, el periodismo me regala instantes mágicos, como el vivido durante la presentación de este película ayer, jueves, en el Gaumont. Como en muchas oportunidades, aparezco por sala sin mucha información de prensa y en esta oportunidad, me tocó vivir un emotivo acto de presentación de este documental, en el que se mezclaron muchas emociones: Nicaragua es una geografía muy especial para mí y su revolución sandinista un hecho histórico que aún conmueve por el momento en que se desarrolló. Este registro es una suerte de homenaje a esos hombres que creyeron en un cambio político de envergadura y fueron capaces de llevarlo adelante, contra toda adversidad. Nicaragua tuvo un familia que se erigió como autoridad durante muchas décadas, amparados en un sistema corrupto (y financiado por EEUU) que le permitió crecer económicamente a unos pocos y sumergir a la población en la pobreza y el analfabetismo más absoluto. Campesinos nucleados bajo el Frente Sandinista (nombre que tomaron del revolucionario que fue símbolo de la resistencia contra la dictadura y fuera asesinado en 1934) lograron derrocar al régimen en 1979. Este documental de Roberto Persano y Santiago Nacif Cabrera aborda la reconstrucción de ese período de consolidación de ese cambio a través del relato de exilados argentinos que formaron parte de dicha gesta. No era un destino cómodo, Nicaragua, pero eran años difìciles y muchos locales (dada la grave situación en nuestro país a principios de los 70') decidieron unirse a la causa más trascendente en ese tiempo y partir a luchar contra Somoza (el dictador). Pero así como sucedió con Cuba, la desigualdad reinnate, convocó la lucha de revolucionarios de todas partes de América Latina para dar batalla. La lente de los directores se centra en un grupo de hombres y mujeres que narran su experiencia en esos días de tanta movilización. La seguridad, la campaña de alfabetización, la lucha a brazo partido con los "Contras" (brigadas pro régimen que contaban con apoyo estratégico y dinero del gran país del Norte), son ejes en los que se apoya el relato y que van delineando un recorrido rico, lleno de matices ideológicos notables, que funciona como documento que retrata una época central en la historia de nuestra región. Un gran montaje, excelente material de archivo y relatos cargados de imágenes bellas se van sucediendo a medida que la composición se profundiza. Emociona ver incluso la caída de los sandinistas (el neoliberalismo al final se impuso en los 90' con Violeta Chamorro como abanderada) y la hidalguía de sus líderes (con su actual presidente a la cabeza, Daniel Ortega) a la hora de reflexionar sobre los ideales que impulsaron la lucha y el desarrollo de esos eventos. En síntesis, un gran documental para aquellos que conocen sobre el tema y una gran oportunidad para los que no. "Nicaragua, el sueño de una generación" logra conmover, sin dudas y llega en estos días, cuando se cumplen nada menos que 33 años de aquella gesta heroica (ese país fue el primero que vio a un dictador ser derrocado por fuerzas populares). Un solo horario en un solo cine quizás no sea cómodo pero... Vale la pena.
Es imposible que un crítico se desprende de sus influencias, de las cosas que forman parte de su matriz de aprendizaje. Si bien, durante la mayor parte del tiempo esto es posible, lo cierto es que en algunos momentos, uno entra en zona de turbulencia, porque le toca presenciar una película en la que los protagonistas formaron parte de su infancia y entonces... eso hace ruido. Si tuviera que evaluar, como producto, a "Soledad y Larguirucho" (en versito!), seguramente no sería una review favorable. Es una película que tiene muchísimas falencias evidentes, pero tiene dos puntos a favor que hay que considerar. El primero es que Soledad, tiene carisma. Si bien no luce bien maquillada y en algunas escenas (por ejemplo, la pelea con Cachavacha en el callejón) queda descolocada, lo cierto es que es una gran cantante, muy dulce y tiene llegada con el público. Su oficio para los clips musicales está intacto y luce bastante durante la pelicula. Es cierto, no me gustó la selección de canciones pero... La Sole canta hasta Nirvana y le sale bien. Eso si, cuidado los productores, que asumen que ella está identificadísima con el público infantil, y al menos en Capital, los chicos tienen más contacto hoy en día con la repuesta Floricienta o Panam que con ella. Muchos pequeños en la sala no la conocían a ella pero si a los dibujitos que ven en la tele cada mañana... Manuel García Ferré creó personajes maravillosos y todos recordamos a Hijitus y su banda, allá por 1967, lanzamiento que significó un hito para la televisión argentina. Fue la primera serie de dibujos animados en nuestro país y la más famosa en latinoamérica, en su tiempo. Nos acompañó durante la infancia y lleno muchas horas desde ese entonces, basada en la ternura de sus protagonistas y la simpleza de sus historias. Los malos, eran malos, pero queribles. Esa esencia, se mantiene en esta nueva producción de Ferré. No hay mucha historia que contar. La bruja Cachavacha está celosa de las habilidades del canto que tiene la Sole y junto a Neurus, Pucho y Serrucho, conspiran para sabotear una gira que ella hace por San Luis. En cada escala (ciudad) donde se presente la cantante, los dibujitos tratarán de hacersela difícil, sin mucho éxito, desde ya. Narra los hechos (y participa con el canto también), Larguirucho, en un rol que entra y sale de la trama de manera poco clara El film tiene una enorme cantidad de cameos de gente importante (Carlitos Balá, el Chaqueño Palavecino, Diego Capussotto, Pablo Codevilla -?-, etc) y una guión donde se ponen en relieve las bondades turísticas de la provincia de San Luis como marco de la historia. No hay consistencia ni mucha cohesión en el libro y los cuadros se van sucediendo con mejor o peor suerte a medida que avanza el metraje. La animación es flojísima. Sin embargo, no creo que sea una catástrofe para el cine nacional. Los personajes de Garcìa Ferré son demasiado grandes e importantes para perder su lugar en la historia por un film errático. Soledad seguirá teniendo su público, que no son en su niños en su mayoría, y seguirá siendo popular... Y San Luis atraerá muchos turistas ya que es una hermosa tierra para descansar y pasar lindas vacaciones... Nada de eso se perderá. La verdad, es que no amalgaman para nada en el film y lo hacen apenas, un producto mediocre. Sólo elegible por el público menudo y nostálgico (como yo) que ama a estos entrañables personajes de García Ferré...
Esperaba con entusiasmo este debut en la dirección de Jennifer Westfeldt. Reconozco que me había llamado la atención su promisorio guión en "Kissing Jessica Stein", cinta que amé (y que ella protagonizó) así que luego de "Ira & Abby" (que también escribió y protagonizó), estaba preparado para recibir su opera prima de la mejor manera posible. Y no me defraudó. La pasé realmente bien con "Friends with kids". Es de esos films que de tanto en tanto aparecen y uno disfruta desde el primer al último minuto. Sin dudas, una gran comedia romántica, inteligente, reflexiva y por sobre todas las cosas, a la vez, tradicional y respetuosa de los cánones del género. Westfeldt tiende históricamente a posicionarse en subrayar la importancia de no dejarnos llevar por los prejuicios y mostrarnos a personajes que eligen vivir historias donde transgresoras, dentro de una clase social acomodada. Su mirada, como cineasta, responde a esa línea: sus temáticas son, ligeramente controversiales, agudas y presentan conflictos con los que es fácil identificarse. Pero sus personajes, siempre van más allá. Destilan ironía y ternura, así como igual dosis de acidez, en sus enfoques pero con sobrada elegancia. Muchos dicen que la directora tiene un estilo inspirado en Woody Allen y si bien no arriesgo tanto, quienes sigan su cine se sentirán, muy cómodos. ason (Adam Scott) y Julie (Westfeld) son amigos desde la universidad. Viven en el mismo edificio en Manhattan. Están grandes, son solteros, y todos sus amigos están casados: Leslie y Alex (Maya Rudolph y Chris O'Dowd) y Ben y Missy (Jon Hamm y Kristen Wiig) y tienen hijos. Ellos ven que los pequeños, han alterado bastante el humor de esas parejas y no están muy convencidos de encarar un matrimonio que los instale allí. Sin embargo, desean ser padres. Es así que después de un par de charlas vagas sobre el tema, deciden encararlo en serio y plantearse que pueden tener un hijo, y hacerse cargo la mitad del tiempo de su cuidado. El resto del tiempo, les quedará libre para seguir su vida como prefieran. Como se conocen, y hay mucha confianza, qué mejor opción que esa? Así es que, en poco tiempo, Julie queda embarazada y ellos comenzarán una relación parental (no romántica) que moverá mucho la estantería del resto de sus amigos... Sobre todo porque vivirán este "compromiso", como un "no-compromiso Ya les dije, "Plan perfecto -Friends with kids", es muy divertida. Y cuando no lo es, trasmite una calidez, llamativa para ser un producto americano. Esta es una comedia ideal para las parejas de más de 30 quienes entenderán mucho más que los jóvenes, la naturaleza de los conflictos que se juegan. Y si bien el final es demasiado convencional y la última parte del film pierde algo de fuerza cuando intenta "encajar" en los cánones de la rom com clásica, eso no le quita mérito al recorrido previo. De lo más entretenido en el género que ví este año.
En general, uno ya sabe que esperar de una película de Disney donde sabemos que hay una princesa. Lo cual, no es ni bueno ni malo pero... es ciertamente convencional. Cuando entré a sala a ver "Brave", tenía la secreta esperanza de que ver algo original y... transgresor. Afortunadamente, eso sucedió. Alejado del estereotipo de las mujeres que encabezan reinos, esta heroína da un perfil más interesante y rompe con muchas de las estructuras que ya conocemos en films infantiles / familiares. Desde ya, una apuesta para destacar de la productora, es la primera vez que el personaje central de un film de Pixar es una mujer, para ir empezando! Brenda Chapman ("The prince of Egypt") se nutrió de las ideas de Mark Andrews (quien participó de la fallida "John Carter") sobre una princesa guerrera y rebelde en tierras escocesas para crear una historia que terminó de moldearse con dos guionistas más: Steve Purcell y Irene Mecchi. Por qué ponemos la mirada en ellos? Simple: hicieron un trabajo destacable, se plantearon que podía haber un film de Disney donde no hubiera trama romántica y en el que la protagonista, luzca despeinada en su máxima expresión. Quizás les parezca poco, pero les digo, había que animarse a tanto en la industria! "Valiente" arranca con la presentación de Mérida (en la versión inglesa, Kelly McDonald), una indómita princesa pelirroja en las salvajes tierras del norte de las islas británicas. Tiene tres hermanitos muy traviesos y una relación de confianza y confidencia con su padre, Fergus (Billy Connolly), sólida: son dos guerreros simpáticos preocupados por la acción y los desafíos. El problema, lo tiene con su madre, Elinor (Emma Thompson), quien es todo lo que una reina debe ser: correcta, amable, exigente en el protocolo real, respetuosa de los códigos que deben llevarse desde la posición de liderazgo que ocupa su familia. Esto afecta a Mérida, quien discute con ella bastante. Mucho más cuando, en el contexto de sostener la paz entre los diferentes clanes de la zona, Elinor tiene la idea de utilizar a su hija como prenda de negociación. Es decir, invita a los jefes de cada tribu para que ella elija un candidato y se case, garantizando la tranquilidad de todos. Desde ya, la idea de comprometerse, a Mérida no le gusta para nada. En cuanto los ejércitos amigos lleguen al lugar a reclamar para cada vástago una prometida, deberá buscar una solución rápida y efectiva al acoso que sufre. Sus diferencias con su madre aumentan a tal punto que ella que parte buscando ayuda en el lugar equivocado: da con una bruja que le ofrece un hechizo que podría solucionar el tema... o empeorarlo! De ahí en más, "Valiente" estalla y se instala un conflicto diferente, que no vamos a anticipar aquí (pero tengan en mente que la desgastada relación madre-hija puede tener que ver...) "Brave", en definitiva, es otra maravilla de la animación a la que Pixar nos tiene acostumbrados. Con sólo ver el cabello de Mérida moverse cuando corre, pueden darse cuenta del trabajo del equipo técnico, como siempre, de excelencia. La propuesta, en cuanto a lo narrativo, es muy buena, y si bien para mi gusto, hay quizás menos acción y romance de lo esperable, lo cierto es que la película se disfruta bastante. La banda de sonido guarda muchas sorpresas y redondea un gran producto de la firma, en el nivel que nos tiene acostumbrados, y un poco más. Lo único que hay que tener en cuenta es que los más pequeños de la familia pueden tener algún problema a la hora de abordar las escenas más oscuras del film, así que ir advertidos que la edad ideal debería ser de 7 años para arriba (desde ya que esto es sólo una variable, en algunos casos puede ser innecesaria). Una apuesta arriesgada que rompe la tradición de las clásicas princesas de Disney, ya con ese atributo, es de visión obligada.
Ví "Whisky" en su momento (el debut del uruguayo Pablo Stoll junto a Juan Pablo Rebella en el 2004), y no la sentí una gran película, más allá de que reconozco que era pintoresca, estaba bien actuada y su escenario era magnífico. Su debut como equipo se había producido con la auspiciosa "25 watts", ya clásico de culto en la filmografía de nuestros vecinos y en cierta manera, ya a mediados de la década pasada, ellos se instalaban como referentes de su tierra, renovando la alicaída escena local. Desgraciadamente, Rebella falleció en 2006 y a Stoll le llevó un tiempo reposicionarse, de la pérdida de su amigo y socio. Siguió trabajando ("Hiroshima" en 2009) y se encontró con fondos para filmar en 35 mm, cosa realmente extraña para films independientes en estos días, un nuevo proyecto. Rearmó un guión que tenía hace tiempo e instaló nuevamente 3 personajes (su número es la tríada, sin dudas, siempre hay tres protagonistas centrales en todos sus films) en una situación de desestructura (o reconstrucción?), en la que, a diferencia de sus trabajos anteriores, se encuentran vestigios de emotividad no tan melancólicas y si, mucha más energía cinética y muchos más guiños cómplices. En cierta manera, sus personajes comenzaron a mostrar que pueden ser felices, aunque sea por pequeños tramos, y eso, quizás marque la diferencia con los trazos de sus trabajos anteriores. A mí en lo personal, me parece más cercano al público y creo que es, definitivamente, más interesante. Veamos, "Tres" cuenta la historia de Rodolfo (Humberto de Vargas, legendario actor televisivo de la vecina orilla), quien es odontólogo, quien parece buen tipo, aunque tiene sus cosas, le gusta sabotear su propio trabajo a veces y tiene algunas obsesiones que le cuesta manejar, como su amor por el fulbito y el cuidado de las plantas. Está separado hace un tiempo de Graciela (Sara Bessio), su primera esposa, taquígrafa que pasa por un momento difícil. Una tía (Beba), muy mayor está enferma e internada en terapia intensiva y ella dedica su tiempo libre a cuidarla, lo cual desbalancea su descanso. Para completar el centro en "Tres", tenemos también a Ana (Anaclara Ferreyra Palfy, excelente debut), la hija adolescente de ambos que está en la secundaria, es buena alumna, juega al handball pero...es una colgada y está a punto de quedar libre por faltas. Tiene novio y está en la etapa del descubrimiento sexual, lo cual hace que su eje esté bastante corrido y no encuentre manera de conectarse con su familia (tiene su mundo privado herético, típico de la edad) lo cual de alguna manera puede afectar a su cierre de ciclo lectivo Los tres, van a sufrir, inclinaciones y encuentros con espacios y personas (Graciela conocerá a alguien y Rodolfo tendrá súbitos impulsos de hacer algo con su familia anterior, ya que está casado por segunda vez), que los harán repensar su realidad y buscar transformarla, rudimentariamente, en un proceso contenido pero no exento de matices. Stoll compone una película de pocos escenarios, con un registro un poco menos sutil que sus anteriores (la manera de subrayar con la banda de sonido lo marca) donde pone la mirada en tres personas que fueron una familia y que quizás, de alguna manera, intenten serlo otra vez, o al menos revincularse en un estado en el que son conmovidos por la influencia del medio. Eso, se logra. No hay estridencias, pero si una puesta cuidada, rica en detalles que permite que el espectador saque bastante la ficha de todo lo que se juega por detrás de cámara. No es una comedia de registro fuerte, no, para nada. Tampoco es puramente un drama familiar. Es un ensamble propio, único, que se disfruta si la idea es el descubrimiento y no vamos con grandes expectativas. Ya saben que estuvo este año en Cannes, en una sección paralela y eso la hace singular, pero no olviden que ir a verla implica aceptar el estilo de Stoll para narrar y las convenciones de su mirada, de lo contrario, puede que les parezca, una película sin relieve, cuando en realidad, es bastante más rica de lo que se ve superficialmente.
Todos los colegas habían hablado bien de "Pompeya". Nos pasamos de la función de prensa y fuimos a sala (lo cual nos permitió percibir algunas cosas que después contaremos) a comprobar sus valores "in situ". La verdad, nos sorprendió. Tuvo que pasar mucho tiempo para estar en presencia de una película nacional que nos sacuda, fuerte, con violencia extrema (y toques de "gore"), enmarcada dentro de otro relato, lo cual la hacen particularmente singular. Un director y un guionista discuten sobre la dirección de un libro que están preparando para un film. Tenemos al que intenta reversionar algún clásico, el que piensa que hay que apostar a lo comercial y un tercero que es un aprendiz, tratando de hacer sus primeros pasos. Discuten sobre personajes, tramas y enfoques y eso mismo, comienza a desarrollarse frente a los ojos del espectador. Lo que tenemos, es entonces una propuesta donde partimos de un grupo de marginales, en el medio de una guerra declarada entre coreanos y rusos, en los bajos fondos de Pompeya. La historia alterna secuencias del encuadre, que señalan las discusiones que orientan las acciones que los personajes viven, con la trama policial en sí, en la cual hay una interesante multiplicadad de criminales de diverso rango, cuya principal ocupación es lastimar, disparar, estafar. No es una peli al estilo de Kitano, To ni Guy Ritchie pero... tiene lo suyo. Hay suficiente acción y tensión para que el espectador corriente se sumerja en la propuesta sin mayores dificultades. Si bien al principio, uno no le saca "la ficha" a "Pompeya", con el correr de los minutos, la cuestión se pone interesante y nos subimos a los vericuentos y recorridos de Dylan (José Luciano González) y todos sus amigos y enemigos, quienes se van masacrando por tandas, de manera bastante particular. Pero eso no es todo. Hay vueltas de tuerca en los dos niveles (el encuadre y en la trama mafiosa en sí) y el film se va tiñiendo de un rojo que le queda, bien, sin dudas. Opera prima (en realidad, segundo trabajo- "Upa! Una película nacional" fue la primera), esta vez en solitario de Tamae Garateguy y la verdad, queremos más. Gran trabajo que todos deberíamos ver. Advertencia: en sala, muchas personas mayores se retiraban promediando la función, ir convencidos de que van a presenciar un film fuerte y quizás más subido de tono en cuanto a violencia que lo que nuestro cine habitualmente trae.
Leo las notas de prensa y veo como a muchos colegas no les gustó la triología de Sam Raimi con Tobey Maguire a la cabeza del elenco. A mí, en lo personal, me encantaron todas y cada una. Reconozco que hay que tener un carisma especial para encarnar a Peter Parker, y por eso, en cuanto comenzó la proyección de este nueva Spider Man, me dí cuenta que aquí lo central era ver el desempeño de Andrew Garfield para ver si valía la pena el reset. Si, claro, y además, si había química con su co-protagonista, la delicada Emma Stone. Eso en mi juicio era central para definir la suerte del film. Y les digo, ellos dos justifican el precio de la entrada apenas la historia avanza... no es que el guión y los efectos especiales no contaran pero...esto va detrás, la suerte de "The Amazing SpiderMan", se decidió cuando esta pareja se incorporó al cast. Con eso sólo, el film garantiza público a raudales. Muchos se preguntarán, pero... son tan importantes? En cualquier producción de los grandes estudios hoy en día hay una manera de producir que está pensada para impactar a la audiencia. Ya saben, son costosas, su duración varias veces supera las dos horas veinte, hay un despliegue visual infernal... Eso, está presente inexorablemente en todos los tanques que Hollywood trae. Lo que hace la diferencia, para mí, en este caso, es la elección de la pareja central y el lugar que se le da al romance en esta primera entrega de la nueva franquicia: estos chicos son muy buenos y tan queribles que levantan al público de la butaca sin problemas. Encima su director, Marc Webb, es el mismo de "500 days of summer"... gran manejo de la imagen y el travelling, percepción para transmitir emociones y encuentros de a dos...Hombre de los videoclips con experiencia en la mirada adolescente y juvenil... La historia tiene alguna variación con la que ya conocés pero también comparte algunos elementos. Arrancamos conociendo como al pobre Peter (Garfield), lo abandonan sus padres y queda a cuidado de sus tíos. Esto afecta su personalidad y cuando, con el correr de los años crece, trata de remarla en la escuela secundaria -preparatoria, pero cada tanto sufre el acoso de Flash, quien lo tiene alquilado y se burla de su incapacidad para relacionarse con el medio. Cierto día, Peter encuentra un maletín con notas de su padre que lo relacionan con un laboratorio llamado Oscorp y con un nombre para investigar: el doctor Curtis Connors (Rhys Ifans). La cosa es que el joven se escabulle en el lugar, da con una sala donde se experimenta con arañas y... ya se imaginarán. Una vez que la picadura comienza a hacer efecto, Parker tendrá que adaptarse a su nueva condición, al principio de manera muy torpe y divertida, así como también manejar este poder que tiene que afecta su vida de manera dramática. No queremos contar más, pero Connors será el eje sobre el que se basará la rivalidad del naciente SpiderMan cuando se transforme (por eventos que no vamos a detallar) en The Lizard. La novia del arácnido, Gwen (Stone) jugará un gran papel en la historia, porque no será sólo un soporte eventual, sino que la manera de relacionarse con su novio, regalarán a la audiencia la cuota de romance adolescente y bien planteado que este film necesitaba para no ser sólo un gigantesco videoclip. Aspectos técnicos, sobresalientes, como en los grandes tanques de la industria, aventura, acción y esta vez, mucho romance. Fórmula exitosa. No voy a decir que me fascinó, pero está muy bien hecha y es absolutamente disfrutable. Para la familia, una apuesta ideal.
"El gran río" es un registro documental que cuenta la historia de David Bangoura (Black Doh), joven rapero africano, quien buscando nuevos rumbos, decide viajar escondido en el hueco del timón de un barco de carga dede Guinea, su patria, hasta cualquier lugar al que arribe, probando su suerte. Llega a Rosario, ciudad que será su nuevo hogar y allí, será descubierto por Ruben Plataneo, un cineasta que quedará fascinado con su historia de vida y armará una estructura para contar su adaptación del extranjero a nuestra tierra. En cierta manera, es una historia de inmigración, actual. David, trabaja artesanías y también es músico. Tiene talento, sin dudas, pero su mayor atributo es su carisma. Plataneo lo sigue con su camara en diferentes escenarios, en los cuales él va reconstruyendo su pasado, la relación que tenía con su familia, sus costumbres, ideales, etc... Habrá también espacio para la música y la charla con amigos, donde presenciaremos interesantes debates sobre como se ven las idiosincracias de los distintos pueblos y su peso, a la hora de enfrentar un territorio nuevo y además (por el mismo precio) nos admiraremos de conocer a los amigos raperos de Conakry, en Africa. En líneas generales, el film está bien hecho, estructura bien su relato y quizás su punto más fuerte sea la música, a todas luces. Es interesante también el hecho de que no hay mucha inmigración africana (en comparación con la de otras latitudes) y esta propuesta abre un espacio para conocer su cultura y su ideología, a traves de un sujeto poco corriente, lo cual le da relieve a la construcción. Si hay que decir que quizas "El gran río", es una película de universo restringido y que no todos los públicos disfrutarán si el tópico no es de su interés. A su favor, creemos que ofrece una honesta visión sobre el fenómeno de la inmigración y la inserción cultural de ciudadanos africanos en Argentina.
Ya dije en muchas oportunidades que soy un cronista que ve muchos documentales. "Tierra de los padres", de Nicolás Pridivera, venía precedida de elogiosos comentarios, y mucho más, cuando fue la apertura de la I Semana del Cine Documental Argentino, hace unos días. Segundo opus del director, esta propuesta es presentada como ensayo dispuesto a transitar por caminos poco convencionales dentro del género. El resultado, un film original, con mucho material para el debate y en el que si no aceptás las convenciones del encuadre, es sin dudas de dificil aprehensión para el espectador corriente. La película tiene su epicentro en el cementerio de la Recoleta. Toda nación necesita un gran lugar para conservar a sus muertos ilustres y ese es nuestro espacio. En caso de que no lo conozcan, está enclavado en una zona acomodada de Buenos Aires y su estructura arquitectónica se asemeja a una ciudad. Allí están los restos mortales de próceres, caudillos, presidentes y figuras claves de nuestra historia. El recorrido que hace este documental se da en sus callecitas estrechas, frente a los mausoleos y tumbas, donde distintos lectores pondrán voz a las palabras de Mitre, Sarmiento, Roca, Alberdi, Evita, etc... La técnica elegida no da mucho espacio para el movimiento, se propone como una escucha relajada en un ambiente especial. Hay algunas fragmentos de la vida de los empleados dentro del cementerio (breves), pero el film se compone enteramente de sujetos sentados frente a las tumbas, leyendo textos (muy bien seleccionados) de personalidades en la vida nacional. La fotografía es luminosa y la elección de cada fragmento que es leído es interesante pero lo que arranca como muy atractivo en su inicio, con el correr de los minutos tiende a decaer. Preso de su encuadre, el film sigue su recorrido trayendo reflexiones valiosas que van perdiendo fuerza a lo largo de su extensión por ser presentadas de la misma manera. Para destacar, dos grandes escenas, la de apertura y la de cierre, panorámicas, impactantes y estupendamente filmadas (la primera sobre el cementerio y la segunda, una toma área brillante) que son muestra de la calidad del equipo técnico que trabajó el film. Sin embargo, entre esos dos hitos, no hay mucho relieve en el relato para atraer al público. Entendemos la propuesta y la intención del director a la hora de diseñar su película, pero nos vemos obligados a reconocer, desde la butaca, que el resultado está lejos de lo esperado y quizás alterar el ritmo que va generando el film con otros dispositivos (por ejemplo, actores interactuando escenas históricas) hubiese dado un mayor vuelo a este documental. Solo para eruditos y amantes de la lectura y la historia. Más una tesis en formato fílmico que una propuesta cinematográfica convencional, ir advertidos.