Tiene una muy buena presentación, con efectos especiales, el diseño de producción logrado, la ciudad es esplendida (me hizo recordar a “Zootopia”), con buen ritmo, llena de guiños y con pinceladas del policial negro a través del que vamos disfrutando esa convivencia entre humanos y estos personajes. Contiene buenos toques de humor, momentos tiernos, logra esos ambientes de misterio y de detectives, con algunas sorpresas y termina siendo una aventura ideal para fanáticos y entretiene a otros que no son tan seguidores, aunque sus actuaciones resultan flojas, una trama muy sencilla y predecible, los admiradores irán reservando su butaca.
La trama es fascinante y digna de contar, basada en hechos reales en la Inglaterra de finales del siglo XIX, para contarnos la creación de uno de los diccionarios más importantes de la lengua inglesa, impresionante relato de estos dos hombres: el Doctor W.C. Minor (Sean Penn) y el profesor James Murray (Mel Gibson). Las actuaciones de Sean Penn y Mel Gibson son extraordinarias, también acompaña muy bien Natalie Dormer, en un relato apasionante, con imágenes impactantes que logran retratar la locura y la sabiduría. Refleja correctamente la relación de estos seres, con momentos oscuros, con varias metáforas, hay muchísimos mensajes, su desarrollo contiene un gran diseño de producción, pero uno de los problemas es su duración y que no logra mantener el ritmo.
Este documental es ideal para los fanáticos de este club y tuvo su preestreno el lunes en su estadio con varias sorpresas. En este se aborda la historia del Club Atlético River Plate, con imágenes de toda su historia, material blanco y negro y color, todo apunta a recordar y emocionarse. Repasa partidos y distintas vivencias con sus figuras, jugadas, jugadores (escuchando la palabra de: Ariel Ortega, Ramón Díaz, Fernando Cavenaghi, entre otros), triunfos y logros. Incluye imágenes de la victoria en la Copa Libertadores de 2018. Este film marca el debut en la dirección del empresario Luis Alberto Scalella, el productor y docente Marcelo Altmark y el cineasta Mariano Mucci ("Motivos para no enamorarse").
Gran parte del documental está relacionado y es un homenaje a la loba o Luperca que según la mitología amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de Roma, cuando tanto estos, como así también sus seres queridos fueron mandados a matar por el rey Amulio. De esta forma la directora, guionista y productora Zeising simboliza sus deseos, miedos y todo lo relacionado con la maternidad. Por momentos tiene varias situaciones reflexivas, como el hecho de seguir adelante enfrentando las adversidades. La película va transcurriendo entre testimonios y entrevistas a: amigas, profesionales y familiares, hay imágenes de tv y cine mostrando el mundo femenino. Además están sus aventuras, sus viajes a Roma, pasando por Noruega y donde se reencuentra con sus orígenes, familiares y su cultura.
Todo va girando en torno a la relación de estos dos hermanos adolescentes, ellos deben cumplir el deseo de su madre fallecida, en una estadía que se prolonga inesperadamente y en la que reaparecen viejos conflictos. Se van generando momentos relacionados con lo psicológico a través de imágenes, gestos y acotados diálogos. Entre ellos surge: el redescubrirse, liberar miedos, mandatos, asperezas, hasta su búsqueda sexual y el duelo entre otras situaciones. La historia se encuentra llena de símbolos, con cierto toque melancólico y de humor, de estos jóvenes que ya no son niños pero tampoco adultos y donde todo se encuentra envuelto bajo un marco despoblado (en un lugar fuera de temporada), que marca tristeza, entre sus grises y el vacio que sienten estos personajes.
Todo va transitando entre los afectos, el regreso y los deseos de encontrarte con tu primer amor, sin dejar de lado, el pasado, el presente y el futuro. Aquí se intenta reflejar los sentimientos a través de los personajes que van construyendo los actores: Juan Sasiaín, Rufino Martínez, Amanda Tronconis, Guadalupe Docampo y Candela Curletto. La trama es sencilla y endeble pero se destaca su belleza natural, sus pobladores y se rinde un homenaje a los artistas ambulantes, un reconocimiento a los maestros rurales y a los titiriteros, en especial al actor titiritero Rufino Martínez, quien falleció antes del estreno de este film. Además a lo largo de su relato se encuentran presentes: las relaciones humanas, el amor, el perdón, la amistad y el reencontrarse con uno mismo.
El cineasta Sebastián Schindel, en esta ocasión estrena su segundo largometraje en Argentina y vuelve a convocar al actor Joaquín Furriel con quien ya trabajaron juntos en la premiada "El patrón, radiografía de un crimen" (2014). Ahora el guión es de Leonel D'Agostino y Guillermo Martínez, basado en la novela corta "Una madre protectora" de éste último. Lorenzo (Furriel, en una gran interpretación; está pasando su mejor momento entre esta película y en el teatro con “Hamlet”), es un artista en las artes que desea rearmar su vida y su carrera, a través del flashback (porque el relato se va mezclando entre el pasado y el presente en varios momentos), conocemos más de él, con un pasado que no fue el mejor y en el que pasó por las adicciones y su esposa anterior terminó llevándose a sus hijas a Canadá , perdiendo todo tipo de contacto. Ahora se casa con Sigrid (la actriz noruega Heidi Toini), una bióloga extranjera, pero todo se torna oscuro y extraño cuando queda embarazada y se instala con ellos una mujer como niñera, Grüdum (un buen trabajo de villana, Regina Lamm), ellas se conocen muy bien, se pasan hablando en su idioma y juntas criarán al bebé, con un estilo algo extraño y a él no lo dejan participar. Su desarrollo en todo momento resulta inquietante, turbulento, transformándose en un thriller psicológico, con un ser rodeado de pesadillas, angustias, con buenos toques de terror, suspenso y policial. Va siendo perturbadora, te da cierta incomodidad, se van creando buenas atmósferas y climas, no solo con estos tres personajes sino también desde la casa bastante siniestra y hasta le podemos encontrar unas pinceladas del cine de Darren Aronofsky y Roman Polanski. Pero además existen personajes secundarios muy bien construidos: una ex novia, alumna y ahora amiga, la abogada Julieta (Martina Gusmán) y el esposo de ella y amigo Renato (Luciano Cáceres) pese a todo son amigos incondicionales. Atrapa al espectador que la elija, lo deja pensando, con buenos giros y al final cada uno le dará su lectura (muchas cosas están fuera de campo), un elenco que se destaca, muy bien puesta la cámara y estupenda dirección de actores a cargo de Sebastián Schindel.
Nos encontramos ante un thriller fuerte, intenso y con una gran carga dramática; esta es la ópera prima danesa del director sueco Gustav Möller, todo su desarrollo se limita a un solo espacio, una oficina de Copenhague, que con el correr de los minutos y las situaciones que vive el protagonista es muy asfixiante y hasta claustrofóbico, donde se va generando un clima angustiante, te mantiene alerta, expectante e incómodo. Se maneja bien la cámara, con buenos planos, pero uno en especial, el plano corto y detalle. Con el gran trabajo interpretativo de Jakob Cedergren, en cada gesto, miradas, silencio, traspiración, porque todo su desarrollo va a través de este personaje, el sonido y las voces del otro lado de la línea; tiene sus momentos lentos aunque otros resultan ágiles.
Todo esto arrancó con Iron Man en el 2008, concluye con esta la número veintitrés, y como casi todos aquellos que venimos siguiendo estas historias a lo largo de los años llegamos con gran expectativa al desenlace final. Su desarrollo nos va dando sorpresas, varias referencias, homenajes y frases de otras películas. El despliegue es impresionante y contaron con un presupuesto de aproximadamente 400 millones de dólares (indudablemente fue muy importante contar con ese dinero ya que abre todas las puertas y allana todos los caminos). Con la dirección de: Anthony Russo y Joe Russo, logran un films de superhéroes inteligentes y bajo el increíble y muy sólido guión de Christopher Markus y Stephen McFeely, la historia nos va llevando por distintos momentos, nos habla de las relaciones humanas, del amor, la amistad, de la lealtad y del amor entre padres e hijos, entre otros. Vamos transitando distintos estados de ánimo: Te hace reír a carcajadas, emocionarte, tener nudos en la garganta, saltar en la butaca, aplaudir y hasta querer abrazar a todos los que hicieron posible esta película. Viajamos en el tiempo utilizando una estupenda paleta de colores, música y fotografía. Se encuentra llena de momentos gloriosos, posee un gran gasto de producción y un gran elenco, está llena de nostalgia, acción constante, es entretenida, bien épica, visualmente te deja boquiabierto, todos los rubros técnicos se destacan, impresionante las tres horas, para aplaudir de principio a fin, no tiene escenas post créditos porque no las necesita. Igual te vas a quedar para ver el sin fin de figuras de primer nivel que trabajaron en el film.
El film ingresa en el universo Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni, más conocido en español como Miguel Ángel, fue arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista, considerado uno de los más grandes artistas de la historia, por sus esculturas, sus pinturas y obra arquitectónica, nació en Florencia en 1475, donde vivió hasta su muerte en 1564. Aquí se va mezclando la ficción y el documental. En ciertos pasajes Enrico Lo Verso encarna a Michelangelo y el caso Giorgio Vasari, encarnado por Ivano Marescotti. Cuenta con una fotografía y recreación sublime. El espectador que la elija podrá ver de manera paciente y detallada parte de sus obras que jamás morirán la de este gran artista, puede disfrutar y ver sus trabajos.