Enamoramiento juvenil After: Aquí Empieza Todo (After, 2019) es una película de drama y romance dirigida por Jenny Gage y escrita por Susan McMartin. Basada en el fanfiction best seller de Anna Todd, que primero fue subido a Wattpad y luego se convirtió en una serie de cinco libros, el filme está protagonizado por Josephine Langford y Hero Fiennes Tiffin. Ella es la hermana menor de Katherine Langford, actriz de Por Trece Razones, y él es el sobrino de Ralph Fiennes, el cual tuvo el papel de Voldemort en la saga de Harry Potter (por su parecido físico con su tío, Tiffin fue elegido para dar vida a Voldemort de joven). El reparto se completa con Selma Blair, Dylan Arnold, Shane Paul McGhie, Meadow Williams, Pia Mia, Inanna Sarkis, entre otros. La historia se centra en Tessa Young (Josephine Langford), una adolescente que está por empezar la carrera de Economía en la universidad. Luego de librarse de su sobreprotectora madre y de su novio Noah (Dylan Arnold), la organizada Tessa comenzará a vivir en el campus y, bajo la insistencia de su compañera de cuarto, los primeros días asistirá a una fiesta nocturna. En medio de un atrevido juego de verdad o reto, la joven conocerá a Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin), hijo del rector. Enigmático, creído y con varios tatuajes, Tessa no podrá resistirse a pasar más y más tiempo con este chico que no cree en el amor. Cargada de situaciones inverosímiles y clichés tan obvios que causan gracia, el peor aspecto de After se basa en su falta de contenido. La fórmula de chico conoce a chica, se enamoran y comienzan a vivir su historia de amor ya se vio cientos de veces en la pantalla grande y, si está bien hecha, podría seguir funcionando ya que es indudable que el género romántico nunca va a morir. Sin embargo aquí todo es demasiado plano e insulso, haciendo parecer que lo único que importa es mostrar que los protagonistas son lindos y que con eso alcanza. Nos quieren vender que Hardin es un “chico malo”, sin embargo el adolescente solo es “rebelde” por usar una chaqueta negra y tener varios tatuajes. Cuando llega el momento para que los dos puedan explayarse sobre sus respectivos pasados familiares y así poder generar empatía con el espectador, la guionista decide tocar el tema muy por arriba y pasar a otra cosa. Los personajes secundarios están demasiado estereotipados y el abuso de la cámara lenta así como del soundtrack pop a todo volumen llega a cansar. Por otro lado, resulta notorio que los productores quisieron hacer la cinta apta para mayores de 13 años, por lo que las escenas sexuales están súper cuidadas y, salvo una secuencia en el lago, lo demás no consigue transmitirnos nada. Josephine Langford hace lo mejor que puede con el pobre guión que le dieron, no pasa lo mismo con Hero Fiennes Tiffin: pareciera que el actor solo tiene una expresión facial durante toda la película. Está perfecto que se haya decidido sacarle a Hardin toda la toxicidad que tenía el personaje en el libro (si se lo hubieran dejado, el filme sería aún más criticado), no obstante Tiffin logra que este chico fan de usar remeras de Los Ramones sea la nada misma personificada. La trama de After: Aquí Empieza Todo podría caber en un videoclip y seguramente hubiese sido más satisfactoria en ese formato, ya que lo que sucede en el film puede explicarse en menos de dos minutos. Dirigida a un público femenino preadolescente, para los demás la única forma de que esta película sea pasable será cuando la den en un canal de cable.
La película basada en el best-seller de Anna Todd llegó al cine...Tessa (la muy linda Josphine Langford) ha pasado toda la vida con su madre (Selma Blair)ya que su padre las ha abandonado. Tiene a su novio desde siempre llamado Noah (Dylan Arnold) y está comenzando la carrera de Economía en la Universidad, hecho que modifica toda la vida familiar (aunque sean sólo ella y su madre), ya que es muy estructurada e inocente. Todo eso irá cambiando cuando le toca una compañera de cuarto muy libre, con amigos como Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin) un joven tan lindo como oscuro. En una fiesta a la que Tessa no quería asistir, pero a la que finalmente va ante la insistencia de su compañera se conocen, juegan el famoso “verdad o reto” y surgen rispideces y rechazo entre ambos, aunque después, vendrá la atracción, el romance y los conflictos. No esperen profundidad en los conflictos, es una historia de romance como tantas de chico rebelde- conoce- a- chica-linda-...y listo...no hay un guión con un buen sustento. Sólo para chicas adolescentes o pre-adolescentes. ---> https://www.youtube.com/watch?v=8UZNokWWkQ0 ACTORES: Josephine Langford, Hero Fiennes Tiffin. Jennifer Beals, Selma Blair, Peter Gallagher. GENERO: Romance , Drama . DIRECCION: Jenny Gage. ORIGEN: Estados Unidos. DURACION: 106 Minutos CALIFICACION: Apta mayores de 13 años FECHA DE ESTRENO: 11 de Abril de 2019 FORMATOS: 2D.
After, aquí empieza todo: La remasterización del amor adolescente. Basada en la famosa saga escrita por Anna Todd, se estrena este film que banaliza el amor de una pareja adolescente en épocas de universidad, siendo una más del montón. “After” se presenta como una historia de sexo, poder y violencia en el tráiler, pero los 106 minutos quedan lejos de esas premisas, brindando una película sumamente liviana y apenas entretenida. Tessa Young (Josephine Langford) es una estudiante ejemplar, una hija responsable y una novia fiel. La joven ingresa esperanzada a su primer año de universidad, pero su mundo cambia cuando, en su despertar sexual, conoce al oscuro y misterioso Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin). Se trata de la adaptación cinematográfica de la exitosa saga de novelas escritas por Anna Todd, conformada por “Aquí empieza todo”, “En mil pedazos”, “Almas perdidas”, “Amor infinito” y “Antes de ella”. Esta primera entrega promete ser una locura entre los adolescentes que están ansiosos esperando su estreno. Como sucedió con “50 sombras de Grey”, este tipo de historia, acá mucho más naif, convoca lectores mediante la ruptura de los tabúes. El sexo sigue siendo un tema incómodo al narrar la historia, todos quieren leerlo pero a escondidas, que no se sepa. Igualmente, la comparación que se hace referida a la saga de E. L. James no es en cuanto a lo sexual sino a la relación de poder entre hombre y mujer. Las jóvenes lectoras afirman que desean un Hardin en sus vidas y ven la historia como el modelo romántico del amor. Pero no nos detendremos en la crítica literaria. Dirige la estadounidense Jenny Gage (“Lenny”, “All This Panic”). La cinta cuenta en su reparto con Josephine Langford (“Wish Upon”) como Tessa y Hero Fiennes Tiffin (“Private Peaceful”) como Hardin, además de Selma Blair (“The Sweetest Thing”), Jennifer Beals (“The Book of Eli”), Peter Gallagher (“American Beauty”) y Meadow Williams (“Den of Thieves”). Josephine Langford y Hero Fiennes Tiffin están desfasados en cuanto a época. Quizás hace 10 ó 15 años aun se veía como normal ese tipo de personaje que “deja todo por amor”, incluso su misma esencia. Ambos en sus polaridades podrían haber sido más naturales y eso haber definido una identificación del espectador con la historia. Pero el chico traumado mirando a la nada queriendo estar solo quedó antiguo y la jovencita recién salida del cascarón sin saber lo que es el amor romántico y sexual, también. Selma Blair queda exagerada y casi ridícula (y muy rubia) en el papel de madre soltera sobreprotectora que se entromete ferozmente en la vida de su hija que quiere desplegar alas y comenzar a vivir. Haberla disfrutado en otros trabajos hace que sea difícil hacerlo en este personaje. “After” es un conjunto de reminiscencias que parecen copias exactas de varias pelis del género. Entre ellas podemos citar a “Grease”, la chica buena que intenta cambiar al chico malo pero que termina dejando que la cambien a ella. Eso sí, sin las coreos pegadizas, sin vestuario de cuero y sin la presencia emblemática de John Travolta. “50 sombras de Grey”, el hombre maduro, sexy y adinerado que conquista, a cualquier precio, a la chica inocente e introvertida. Le enseña lo que es el placer sexual, el sentirse deseadas por primera vez y el abanico de posibilidades de regocijo en lo supuestamente tabú del sexo. En cuanto a “Crepúsculo”, el chico oscuro, solitario y con unos cuantos traumas que se siente “flechado” por la chica nueva, agradable y tímida. Él vistiendo siempre de negro, ella de blanco. Él con la mirada perdida, la de ella enternecida y cegada por el amor. Sobre este film hay una copia fiel a la conocida escena en la que Edward lleva a Bella a su lugar preferido en el medio del bosque, como un secreto entre ellos, el primero de muchos. Dicho todo esto, queda claro que se podrían hacer películas románticas adolescentes buenas, tocando temas profundos de agenda y con algo de originalidad en sus guiones, pero no. “After” prefiere quedarse en la comodidad de los millones de libros vendidos, en el sabido éxito de taquilla que será y ya. No se esfuerza ni un poco en generar sentimientos en el espectador que parece sumamente desvalorizado por su rango etario.
La película está basada en la novela homónima de Anna Todd, de 2013; a la cual le continuaron 4 libros más. Como podemos ver en la sinopsis, se trata de una historia donde el romance y el drama, van de la mano.
Una precuela para adolescentes de Cincuentas Sombras de Grey El primer volumen de la exitosa saga, escrita por Anna Todd, llega a la pantalla grande este jueves 11 de abril del 2019, cuenta el despertar sexual de una joven enamorada de un chico rebelde. La escritora describió su novela como una historia “Dramática y romántica”, inspirada en su propia experiencia, ya que se casó con su novio al mes de graduarse de la universidad y así logro un contrato en donde la saga seguiría con otros cuatro libros más. After: En mil pedazos; After: Almas perdidas; After: Amor infinito y After: antes de ella. Esta saga ha sido lanzada en más de 30 países, en el que se ha traducido a más de 15 idiomas y ha vendido más de 15 millones de ejemplares en todo el mundo. Sin lugar a dudas, su libro llego a ser el best seller por varios años, en el que además se realizó una aplicación llamada: After, para los celulares, accediendo a contenido exclusivo a todos aquellos fans que sean capaces de adivinar palabras secretas que hay escondidas en los libros y que, a partir de unas pistas, el usuario las ha de descubrir. Así como After tiene millones de fans, se llevarán una decepción cuando vean el film ya que conforme avanzaba la historia, la trama pierde intensidad, suspenso y hasta se vuelve larga y pesada. La historia se basa en Tessa (Josephine Langford), una adolescente que saca buenas notas y tiene un novio de toda la vida pero que al llegar a la universidad su mundo cambia de la noche a la mañana. Allí es donde conoce a Hardin (Hero Fiennes-Tiffin) un chico rebelde y sombrío. Al principio se odian ya que pertenecen a dos mundos, totalmente, diferentes, pero como dice el refrán: “los que se odian, se aman”, luego de una serie de actos pasan a estar juntos y enamorarse. Como sabemos no es lo mismo leer un libro que ver una película basada en el mismo ya que nos encontramos con escenas que no están y hasta los diálogos pueden ser diferentes, pero After: aquí comienza todo, en la pantalla grande falla no solo con su historia, sino que las mismas actuaciones de los protagonistas y de los personajes secundarios, son una burla para el espectador. Sin lugar a dudas, el film está hecho para un público adolescente en el que sus actuaciones son tan bizarras como la historia que pareciera un cliché basado en una precuela de Cincuenta sombras de Grey.
Los fanfic o fanfiction son ficciones originales basadas en personajes, situaciones o lugares que provienen de una historia plasmada en libros, series o películas. Es decir, que se toma algún elemento ya conocido de la cultura pop para insertarlo en una trama totalmente distinta. Dentro de los fanfic existe una categoría que utiliza a las celebridades para crear historias. Es allí donde se enmarca “After”, la novela de la escritora Anna Todd, quien publicó sus capítulos en la plataforma Wattpad en 2014. La misma se centra en Tessa Young, una inocente joven que se involucra con un chico malo, representado por la figura de Harry Styles, uno de los miembros de la banda One Direction, plasmado como un estudiante de la Washington State University. Rápidamente “After” se convirtió en un éxito en la web (los fanáticos consumían más rápido los capítulos de lo que la autora podía escribirlos) con 5 millones de lectores, pudiendo publicar posteriormente la historia en papel. Como los libros siempre fueron una inspiración para la industria cinematográfica (sobre todo aquellos considerados bestsellers), ahora “After” pasa del papel (o la pantalla de la computadora) al cine para seguir la historia de Tessa Young, una joven que se muda a la universidad, dejando atrás a su madre y a su novio de toda la vida que todavía asiste a la secundaria. Allí conocerá a Hardin Scott (se cambió el nombre de Harry Styles por una cuestión de derechos), un joven problemático con el cual comenzará un vínculo intenso. A pesar de su éxito literario, el traspaso de “After” a la pantalla grande trae consigo una historia adolescente bien de fórmula repleta de clichés, los cuales pudimos ver en otras tantas películas de este estilo. Es la típica trama de la chica buena que cambia de ámbito y conoce al chico malo, el cual la llevará por un camino incorrecto y le enseñará todo lo que no vivió hasta ese momento, haciendo que la protagonista deje atrás su antigua y “aburrida” vida, decepcionando a todos aquellos que siempre estuvieron con ella. Su relación los transforma para bien o para mal. Tenemos las típicas idas y vueltas, traiciones y reconciliaciones. Esto provoca que la historia se vuelva predecible durante todo el relato, incluso los giros narrativos que deberían ser sorprendentes resultan previsibles, porque son una copia de otras tramas similares. Lamentablemente no nos encontramos con nada innovador dentro del género. Por el lado interpretativo podemos destacar la frescura de un elenco poco conocido, pero cuyos nombres sonarán populares por las familias que integran. Josephine Langford (hermana de la protagonista de “13 Reasons Why”) es la encargada de retratar a Tessa, otorgándonos credibilidad a la hora de llevar adelante sus dudas y conflicto interior. Su partener es Hero Fiennes – Tiffin (sobrino de Ralph y Joseph Fiennes, y quien en su infancia formó parte de “Harry Potter” poniéndose en la piel de Tom Riddle), quien compone a este joven conflictuado y cerrado al amor y que cambiará a partir de la llegada de la protagonista al campus. También forma parte del film Selma Blair (quien recientemente dio a conocer públicamente que padece de esclerosis múltiple) como la madre de Tessa. Todo el elenco realiza una buena labor con estos personajes estereotipados, que encarnan a los roles ya conocidos en otras películas de este estilo, adaptándolos solamente a una actualidad mucho más liberal. En cuanto a los aspectos técnicos, la película está realizada correctamente, priorizando los colores fuertes en su fotografía y las canciones pop y melódicas dentro de la banda sonora, que acompañan cada momento que transita la protagonista. Sin haber leído previamente las novelas y sin juzgar la fidelidad de la adaptación, solo dejándonos llevar por lo visto en pantalla, “After” es una película poco innovadora a la hora de presentar una historia de adolescentes similar a otras tantas que pasaron por el cine. Cae en clichés, presenta personajes estereotipados y se vuelve predecible al conocer este tipo de tramas. Dentro de esto, podemos destacar las actuaciones de su elenco y la química de sus protagonistas, como también los aspectos técnicos del film. Pero lamentablemente no nos encontramos con nada nuevo bajo el sol.
Tessa vacía su habitación, está lista para empezar una nueva etapa y ansiosa por ir a la universidad, pero el cambio será más grande de lo que esperaba. After es el nuevo drama adolescente basado en una novela que salió de la comunidad de lectores y escritores Wattpad, una película vacía, mal escrita y que perpetúa actitudes tóxicas mostrándolas como románticas.
Me animo a decir, con total seguridad, que After es una de las peores películas que vi en mi vida, y que nunca había experimentado tanta vergüenza ajena en una sala de cine. Entiendo que no soy público target, y que habrá quienes disfruten de esta producción: los fans del best seller. Pero el resto del público, que es la mayoría, se expondrá a una experiencia que le hará doler los sentidos. Lo único que puede llegar a suceder para un pseudo disfrute, es que muchas veces la cinta da la vuelta entera, o sea, es tan mala que hace reír, y se convierte en un consumo irónico. Pero la intención no era esa. Aquí se intentó plantear una historia de amor, y como tal, no solo hace ruido por todos lados, sino que es más que ridícula y repele a cualquiera. Para entender un poco más, hay que hacer una breve explicación sobre cómo este engendro llego a ser tal. Resulta que es un fan fic escrito por Anna Todd que utiliza a los integrantes de la banda One Direction, que por temas legales hubo que cambiarle los nombres, que se mezcla con Cincuenta Sombras de Grey. Lo curioso es que esta última (también llevada al cine) era también una fan fic, pero de la saga Crepúsculo. O sea, After es fan fic inspirado a su vez en otro fan fic. Pero ¿Qué es un fan fic? Es la abreviatura de fan fiction, es decir, ficción hecha por fans basándose en algo ya existente, donde cambian cosas y crean historias alternativas. Por ejemplo, un universo en el cual Harry y Hermione son pareja. La web está llena de estos ensayos y videos de Youtube, algunos con grandes producciones, tal como sucede con videos de Star Wars. En fin, aquí se llevó algo al cine que no tendría que haber sucedido, solo pasó por gran popularidad. Porque queda claro que no se trata de una historia escrita por un profesional, sino más bien alguien amateur. No voy a entrar en detalles sobre lo ridículo de la trama y sus protagonistas, porque hay demasiados, lo que si voy a resaltar es la incoherencia del Hollywood actual feminista que produzca algo sobre una relación muy tóxica, y pésimo ejemplo para su público target. La directora Jenny Gage no merece ser juzgada por este trabajo, el material era imposible. Y está claro que parece un telefilm, porque no se podía aspirar hacia algo cinematográfico. Lo único que rescato un poco es a Josephine Langford, creo que esconde cierto potencial. Le dio algo de vida a un personaje insufrible. Distinto es el caso de Hero Fiennes Tiffin, cuyo rol es vergonzante. Da gracia cada vez que habla. Los secundarios no existen, ni siquiera Selma Blair, que da pena verla es este film, si tenemos en cuenta su delicado estado de salud actual. After es un insulto al cine, un insulto al género romántico e incluso, un insulto a las sagas populares adolescentes. Esta aberración de película solo podrá ser defendida y disfrutada por hardcore fans del libro.
Siguiendo los pasos de sagas juveniles como Crepúsculo, After: Aquí empieza todo, escrita por la estadounidense Anna Todd en 2013, se convirtió en un fenómeno literario en la plataforma Wattpad y luego en best-seller. La historia, basada en el primer libro, dirigida por la debutante Jenny Page está planteada como un romance casi imposible entre opuestos y se desarrolla en el ámbito universitario. Tess -Josephine Lanford- es una chica inocente que llega a la universidad en compañía de su madre y su novio mientras que Hardin -Hero Fiennes-Tiffin, sobrino de Ralph y Joseph Fiennes- es el muchacho popular y rebelde que no es rechazado por nadie y esconde un oscuro pasado. Pronto sus caminos se cruzan por el azar del juego y quedan flechados para sorpresa de todo su entorno pero Tess recibe la advertencia sobre esta nueva relación. Con esta base, el relato se pasea por un lago y un museo acuático que va mostrando como se afianza la relación entre ambos, entre la rivalidad y los celos de las compañeras de cuarto. La chica virginal y el chico de mirada penetrante atraviesan situaciones que poco aportan a una trama edulcorada, apoyada por la buena banda sonora, en la que el disparador se torna demasiado débil como para sostener el interés de toda la propuesta. En el elenco aparecen Peter Gallagher y Jennifer Beals -Flashdance- como el padre del joven y su prometida, y la madre sobreprotectora de Tess, interpretada por Selma Blair. Autodescubrimiento, despertar sexual y nuevas experiencias que, en esta primera entrega y a esta altura, lucen de manual y desapasionadas.
Tessa Young es una chica de pueblo, proveniente de una familia bastante conservadora, que llega a la universidad con todas las ganas de triunfar. A medida que va haciéndose amigos, conoce a Hardin, un joven misterioso y con aire de rebelde, que de pronto la irá llevando hacia el lado del deseo, al nivel que Tessa deja a su novio y casi se olvida de sus estudios. Pero no todo es tan de cuento de hadas como parece. Hoy nos toca hablarles de After: aquí empieza todo, película que adapta la primera entrega de la saga de libros escritos por Anna Todd, y que este redactor intento leer y no pudo pasar de las primeras treinta paginas; así que solo nos limitaremos a hablar del film como tal. Sin dar demasiadas vueltas, vamos a afirmar que estamos ante una de las peores películas en lo que vamos de este 2019. Y no lo decimos porque odiamos el sub genero de films románticos adolescentes; sino porque sus valores cinematográficos son casi nulos. Comencemos por las actuaciones. After: aquí empieza todo está protagonizada por Josephine Lanford, quien hace lo que puede con un papel planísimo, que ya lo vimos mil veces en el cine. Pero quien si se lleva todos los piedrazos, es Hero Fiennes Tiffin, sobrino de Ralph y Joseph Finnes, y quien al parecer ni heredó no un ápice de talento de sus tíos, ya que a lo largo de la película tiene siempre la misma cara. El resto de los personajes apenas tienen construcción y no sabemos nada de ellos, de hecho, lo más probable es que nadie recuerde como se llamaban A esto debemos sumarle que la película es casi calcada a Juegos Sexuales, aquel film de los 90 que contaba con Reese Whiterspoon y Selma Blair (quien no sabemos si su presencia en este proyecto es por la similitud de ambos o fue pura casualidad). Así que todos los que ya pasamos los treinta, nada de lo que veremos nos va a sorprender. Todo este desastre es acompañado por una banda sonora que va a volver insulinico dependiente a más de uno; ya que, si de por si algunas secuencias pecan de demasiado melosas y con poco desarrollo de trama, la música solo agrega más azúcar. Aparte de durar apenas hora y media, poco podemos decir a favor de After: aquí empieza todo. Mal actuada, dirigida de forma genérica, y con una historia que nos recuerda a varias películas ya existentes; solo esperamos que no estemos ante un suceso desmedido e injustificado como fue la adaptación de 50 Sombras de Gray.
ENTRE BESOS Y TIROS ¿Qué hace la joven Tessa Young acostada pero despierta en la cama mientras su amiga de cuarto juguetea a pocos metros con una novia pasajera? A lo mejor no todo pasa por el sexo, pero ella sabe que no estaría de más probar. Noah, su novio a kilómetros de distancia, la quiere ver feliz, virgen y lejos de los condimentos esenciales de la vida (cuando Tessa lo llama desde una fiesta pone el grito en el cielo o, traducido en bites de información, pone el énfasis para que las palabras por WhatsApp se sientan heridas). Es que Noah es menos una pareja que el cuidador de una especie en peligro de extinción. Tal vez sea culpa de los ojos color celeste frágil que, al entrar en el campus de la universidad, lucen asustados y vulnerables (hay otros alrededores menos académicos como reuniones intensas en fraternidades donde abundan el alcohol y la ansiedad maligna de enemigas inmediatas). Carol, su madre, también parece vigilar todo desde las sombras (al fin y al cabo es ella quien paga la educación de la hija) y la presencia puede llegar a ser amenazante. Pero no todo es control en After: Aquí comienza todo (basada en la primera de cinco novelas escritas por Anna Todd). La revolución (sexual solo por momentos) tiene nombre y apellido: Hardin Scott. Rebelde, perturbado, ¿y lector de Austen y Brontë? En uno de sus primeros cruces, dos posturas se enfrentan: ¿existe el amor o solo el deseo que se enciende y se apaga de acuerdo a las intenciones salvajes del momento? Las chispas entre Tessa y Hardin quedan suspendidas luego del combate inusual en la primera clase de literatura. Sin embargo, ella (la australiana Josephine Langford, hermana de Katherine, la protagonista de 13 Reasons Why) no cree en el poder de las letras, por eso estudia Economía y su visión del amor es tan chata y aburrida como la aplicación de Bolsa en iPhone; él (Hero Fiennes-Tiffin, sobrino de Ralph y Joseph Fiennes) es un inglés incómodo en el nuevo continente: las luces ordinarias de neón de los barsuchos besan la frialdad del rostro e dejan ver la escarcha que recubre la piel. No tardará demasiado para que ambos entiendan que sus diferencias en la literatura inglesa es apenas un problema que se resuelve con un té de por medio. Luego de un viaje espontáneo a un lago escondido, el cortejo dará lugar al contacto. Lamentablemente After: Aquí comienza todo apenas logra mover el amperímetro de la seducción. “¿Por qué te detuviste?” le pregunta ella –recién salida del lago y de espaldas y desprotegida–; él le responde que ya tendrá tiempo para acariciarla con pasión. ¡Y vaya que hablaba en serio! El film, que promete una dosis alta de sexo (y peligro, porque siempre hay un elemento conservador en estas historias sobre ser libre y feliz), es flácido en el interés que nos produce. Hardin se acerca a Tessa con caricias y besos mientras los pantalones de ambos están a punto de estallar, y así, y así. La secuencia en la que After: Aquí comienza todo retrata “El Momento” es incómoda, un poco torpe, pero bastante efectiva (de pronto un envoltorio de preservativos negro y dorado aparece en la pantalla y las manos masculinas lo abren con una velocidad que evidencia la experiencia de él, la seguridad de ella y la expectativa de esos segundos), es una reproducción sincera de un instante trascendental. Pero esto pasa muy tarde. Al final, ¿de qué se trata esta película? Genérica en su estructura y aburrida en su temática, After: Aquí comienza todo hace malabares con plumas. Si tan solo las adaptaciones de las novelas que apuntan a jóvenes adultos se concentrasen en retratar las gotas de realidad en vez del río de lágrimas, estos films serían más sinceros y accesibles. Hay momentos momentos bellísimos para descubrir. En una secuencia, la madre de Tessa la descubre en la cama junto a Hardin (él sin una de las tantas remeras de Ramones que ostenta, como un recordatorio estúpido de su rebeldía). Todo un problema. Minutos más tarde, la cámara los muestra entrar al monoambiente lujoso que comparten en un plano general de ellos besándose. Nada novedoso hasta que la mano de ella –como una extensión de la consciencia que le recuerda el trago amargo del encuentro con la madre y que la directora no necesita detallar visualmente– tantea la traba de la puerta y cierra la oportunidad de visitas odiosas. “No puedo creer que sos mía”, le dice Hardin. “No me vengas con eso otra vez”, lo cachetea ella. “Nada va a cambiar lo que siento por vos”, responde él. ¿Meloso? Ahora imaginen esta escena en un acuario, con tiburones ballena, rayas imponentes y otras criaturas marinas, testigos branquiales de la patita de ella levantándose luego de un beso. After: Aquí empieza todo no es una buena película, pero a veces puede hipnotizarnos con lo imposible; a veces también el amor, aunque la prueba carnal tarde en llegar, es así.
En varios pasajes de After: aquí empieza todo, los protagonistas leen, citan y conversan sobre las novelas Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, y Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. Dos clásicos de la literatura que el guion, de manera bastante poco sutil, insinúa que fueron modelos para la historia de amor entre Hardin (Hero Fiennes Tiffin) y Tessa (Josephine Langford). Lo cierto es que la película está más cerca de Crepúsculo que de la perfecta comedia de modales de Austen o la tragedia romántica de Brontë. Al igual que aquella fantasía de vampiros adolescentes, After adapta una serie de populares libros dedicados a los jóvenes adultos y su origen no es lo único que tienen en común. Los personajes principales parecen versiones igual de intensas, pero menos fantásticas de Edward y Bella. Aquí Hardin, interpretado sin demasiada expresión ni matices por Fiennes Tiffin, es un universitario taciturno, cubierto de tatuajes y con acento británico que se cruza en el camino de Tessa-la muy fotogénica Langford-, una inocente estudiante que tiene toda su vida planificada con precisión. El encuentro resulta en un romance de supuestos opuestos que se atraen a pesar de la oposición de la madre de ella (Selma Blair) y la desconfianza de los amigos de él. Y, sobre todo, de los traumas del pasado y los secretos que esconde el protagonista. Esos que lo llevan a pasar muchas noches mirando al vacío subido al techo de su casa. Solo le faltan los colmillos.
La película viene precedida por el éxito escrito por Anna Todd, que se convirtió en el mayor fenómeno de la historia del sitio Wattpad, con más de mil millones de visitas. Cuando la autora comenzó con su obra, la escribió como una fanfiction inspirada en la banda inglesa One Direction, en particular en uno de sus miembros más famosos Harry Styles. El destino hollywoodense fue el habitual, seguir el negocio en la industria. Con un elenco donde eligieron cuidadosamente a la pareja protagónica formada por Hero Finnes Tiffin y Josephine Langord, de buena química, acompañados por nombres tan famosos como Jennifer Beals, Peter Gallagher, Selma Blair y siguen los nombres. La dirección se la confiaron a Jenny Gage, en su opera prima de ficción, que eligió el lenguaje típico de las películas románticas dedicadas al público adolescente, con muchos momentos románticos, algunas audacias sexuales, y mucho clima de videoclip. Una love story que ya tiene un público cautivo y seguramente tendrá su éxito asegurado.
El problema de After no es sólo que narra una historia ya contada mil veces -la chica buena e inocente que vive su despertar sexual con el chico malo y rebelde, y los obstáculos que la pareja encuentra en el camino-, sino que además aburre, es timorata, se regodea en sus lugares comunes y está mal actuada. Lo único interesante de este producto para preadolescentes (decir que es para adolescentes es sobreestimarla) es su origen. Todo empezó en Wattpad, una plataforma literaria en la que los usuarios comparten material propio -cuentos, poemas, novelas, artículos- y reciben las reacciones de otros usuarios. La plataforma presenta como anzuelo la posibilidad de que los textos más populares lleguen a ser publicados en papel y se conviertan en guiones para adaptaciones de cine o televisión. After vendría a ser un caso testigo de éxito. Su autora, Anna Todd, empezó a escribir esta tetralogía a los 24 años: como Cincuenta sombras de Grey, sus novelas se enmarcan en el cenagoso universo de las fanfiction (las ficciones escritas por fans, que giran en torno a alguna celebridad o a alguna célebre obra previa). Todd se montó sobre el furor por One Direction e imaginó a uno de los miembros del grupo juvenil -Harry Styles- como protagonista de su historia, y a los otros cuatro como personajes secundarios. Y la pegó: sus libros son un fenómeno de ventas que hace cuatro años incluso la trajeron a la Feria del Libro de Buenos Aires. Por cuestiones legales, en la película los nombres fueron modificados. Harry Styles es ahora Hardin Scott, pero mantiene los clisés del chico malo: se viste de negro, anda en un viejo auto deportivo negro, es cínico, irónico y ligeramente maltratador. Pero este torturado héroe romántico es duro por fuera y blando por dentro. Ella es su contracara: ingenua, inocente, anticuada. Ambos son caricaturas de personaje de dos de las novelas a las que se hace mención explícita, Sensatez y sentimientos o Cumbres borrascosas. Una pátina de alta literatura que no alcanza para contrarrestar la banalidad e insustancialidad de After.
Chica modosita, estudiosa y virginal, encuentra rebelde sin causa y se descubre a sí misma. Dejemos de lado que el cuento de encontrar al loquito para sacar a la liberada que hay dentro es un poco machista; dejemos de lado que ese cuento fue destrozado por una gran comedia que justo cumple 30 años (Heathers, con Winona Ryder, de Michael Lehmann). La película es una antigualla que disfraza de cool un conservadurismo atroz, pero su principal problema es que es tan aburrida que incluso adormece las ganas de analizarla.
Orgullo y prejuicio adolescente. La directora Jenny Gage se pone al mando de su primer largometraje de ficción con After: Aquí empieza todo, una película protagonizada por Josephine Langford y Hero Fiennes Tiffin basada en la saga escrita por Anna Todd. After… es una película hecha para adolescentes. Si hace un tiempo que pasaste esa fase, ya has visto esta película. ¿Entonces qué aporta esta película? Quizás una estética visual más moderna. La tan popular en redes sociales aberración cromática se utiliza (sin resultar exagerada) en muchos planos del film. La historia la conocemos: chica buena conoce a chico malote. La paleta de color y ambientación ayudan exageradamente a recrear el tópico. Ropa clara y virginal para ella; cuero, tatuaje y negros para él. Por momentos parece que Tessa Young (Josephine Langford) se marcará “un Sandy” (Grease) o un “Miley Cyrus”, y dejará de lado su aspecto inocente para convertirse en la chica rebelde. Pero ese es probablemente el único cliché que no sigue esta película. La trama parece estar creada por un algoritmo de referencias de éxito entre los adolescentes. Ninguna escena sorprende y hasta pueden hacerte resoplar de cursilería. No falta la patita de ella alzándose para darle un beso, un “no te merezco”, lluvia para enfatizar los momentos tristes, un puñetazo entre gallitos por proteger a la inocente y bella protagonista… Él hasta le enseña su “lugar secreto”, ese sitio donde cuando las cosas le van mal, le gusta ir para escuchar… [pausa dramática] el silencio. La relación se forja desde el interés común por la literatura, casi como una afición marginal que los distingue y sitúa a otro nivel del resto de jóvenes de su entorno. La película menciona continuamente “Orgullo y Prejuicio”, un clásico donde se plantea el enamoramiento de una pareja de diferente estrato social. Me preocupa precisamente que algunos de esos tópicos mencionados refuerzan comportamientos con los que tanto empeño se lucha hoy en día por eliminar. Las expectativas de protección del hombre en una relación, la violencia como recurso para marcar territorio, o la indefensión de la mujer ante el sexo masculino, son los más claros ejemplos. La libertad sexual está presente con orgullo y naturalidad, al igual que el mensaje de “no hay que precipitarlo, surgirá cuando sea el momento”. Si el libro plantea las escenas sexuales al detalle, la película no es explícita en el tema y parece más que fueran rellenando tiempo entre secuencias, llegándose a hacer excesivo y algo incómodo. La interpretación de los personajes no es muy remarcable ni consigue crear un sentimiento de química entre ellos. El personaje de Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin) se desarrolla desde la seriedad y misterio, y se apoya mucho en su mirada. La mayor sorpresa la he encontrado en la compañera de habitación de Tessa, interpretado por Khadijha Red Thunder. Aunque su papel es secundario, me gustaría verla en otra película como actriz protagónica. La escena más memorable es sin ninguna duda la de la pareja en el lago. Una estética muy cuidada con unos planos de absoluta belleza, que se ve apoyada por una realización muy dinámica pero sencilla. After... es una historia que nos traslada a la tan idealizada primera vez. A esa relación que marcará un antes y un después; que nos parecerá un todo y nos hará volar. Planteémoslo de la siguiente manera: imagina la saga Crepúsculo. Y ahora quítale todo lo que se podría considerar sobrenatural. Si esa esencia es la que buscas a la hora de ponerte en frente de la gran pantalla, tienes que ver After…, especialmente si has sido fan de la saga de libros.
MONTAÑA RUSA UN CUARTO DE SIGLO DESPUÉS Una de las creaciones que marcó mi infancia/adolescencia fue Montaña rusa, aquella telenovela con Nancy Dupláa y Gastón Pauls de los tiempos en los que todavía la televisión abierta marcaba la agenda de las ficciones. Vista a la distancia, es una serie que envejeció bastante mal, con elementos formales y narrativos insostenibles, pero que puede apreciarse con algo de simpatía irónica teniendo en cuenta que en el medio pasaron veinticinco años y que buena parte de las ficciones nacionales no fueron mucho más allá. Bueno, After: aquí empieza todo es como un capítulo malo de Montaña rusa, hecho en el presente. El film (si es que eso que aparece en pantalla puede calificarse como cine) de Jenny Gage está basado en un bestseller de Anna Todd y se centra en Tessa, una introvertida joven recién llegada a la Universidad que, pobrecita, tiene una madre que no puede más de cuida y que se horroriza cuando ve a alguien fumando marihuana; un novio que todavía está en la secundaria y que le reprocha que vaya a una fiesta; y que encima tiene planes de seguir una carrera en economía o negocios, pero va a clases de…literatura. Tessa es una víctima, pero no de su familia, su pareja o el sistema educativo, sino del relato del cual es protagonista, que además la somete al padecimiento de enamorarse perdidamente de Hardin, un joven en pose constante de torturado por la vida, con un pasado supuestamente oscuro –pero luego apenas mencionado- y que se la pasa recitando o citando párrafos de clásicas novelas románticas, mientras dice descreer del amor. Todo esto pasa en los primeros quince minutos, ya queda claro que todo es inverosímil, subrayado, aburrido y va rumbo a ser un desastre absoluto…y todavía faltan casi noventa minutos. Esa hora y media restante es un compendio de melodrama barato e intrascendente, porque por más que la película quiera forzar cada escena para cargarla de conflictividad y trascendencia, no hay un conflicto mínimamente relevante, a lo que hay que sumar que las actuaciones son paupérrimas (lo de Hero Fiennes Tiffin como Hardin es hasta preocupante). Tenemos los coqueteos banales con paisajes lindos de fondo; las escenas de amor filmadas como si fueran una publicidad de shampoo (y de los anti-caspa); los enredos y peleas inexplicables –Tessa lamentándose luego de cortar con su novio de la secundaria porque “perdí a mi mejor amigo” es casi una secuencia de humor involuntario-; las discusiones supuestamente serias pero cargadas de obviedad sobre Orgullo y prejuicio –menos mal que se les olvidó otro lugar común como es Romeo y Julieta-; los amigos de Hardin, que hacen cosas “re peligrosas” como el juego de verdad o reto, o tomar alcohol; y un largo e insoportable etcétera. También una revelación cerca del final al estilo Relaciones peligrosas pero sin ningún impacto dramático y un final que reivindica el poder del amor porque bueno, al fin y al cabo esto es como Montaña rusa, y todos sabemos que Mariana y Alejandro terminaban juntos, ¿no? Eso sí, After: aquí empieza todo al menos sirve como ejemplo paradigmático de lo que podría decirse que es el momento preciso en que todos nos damos cuenta que se acabó una carrera artística. En este caso, hablamos de Selma Blair y Jennifer Beals, que supo tener una trayectoria prometedora a partir de films como Hellboy o La cosa más dulce, pero terminó acá, haciendo de madre de la protagonista, en un papel irremontable. Chau Selma, te quisimos mucho, pero estás en el horno.
After transporta al espectador a lo que muchos conocen como “un mundo de dolor”, no por el intento de adaptar una historia de pésima forma a la pantalla grande sino por demostrar que a veces mucho de estos reconocidos autores no merecen estar en un pedestal. Encontramos a dos protagonistas que tratan de vivir un “romance” pero éste es simplemente un capricho por falta de experiencias de vida. Tessa (Josephine Langford) es una mocosa que su único problema en toda la película es cuando su madre le dice “te cortamos el flujo de dinero”, así de simple; lo que la gente comúnmente refiere como pendejada sucede en After. Al mismo tiempo Hardin, la otra cara de la moneda, es presentado como un monstruo misogino cuando toda la cuestión es por inexperiencia en general; el galán de novela en lo simple y claro, es un simple salame con tatuajes. After de revolucionaria no tiene nada. Estamos ante una película que no presenta una historia competente que logre enganchar al público y sacuda las emociones a aquellos románticos que esperaban algo. Aquí simplemente no hay nada y las circunstancias se tornan aburridas. Para colmo y en defensa de lo indefendible: Twilight (2008) tenía vampiros que brillaban y hombres lobo – por lo menos era original y la gente sabía que se iba a encontrar con algo diferente, por más malo que sea, era diferente… – Christ, parece imposible, pero ésto es cierto!. En esa multitud de ideas posibles Anna Todd fue lista; esta joven autora creo un universo nuevo, de personas que viven, pero no lo valoran, no se arriesgan y no consiguen ver que las decisiones que toman no significan nada, simplemente son personas aburridas, egocéntricas que merecen vivir penurias – y las merecen – por el simple hecho de que aún no saben nada de la vida. Anna Todd ahora tiene dinero y fama… miren lo lista que fue al crear After. After intenta convencer a la gente de que se va a encontrar con algo inolvidable – por un lado lo logra – pero no de la manera en lo que se busca; After es inolvidable en su pésima realización, así mismo actuaciones, edición y casi todo lo que la rodea. ¿Algo positivo? Bueno, estamos ante el retorno musical de Avril Lavigne en pantalla grande, eso llama la atención, pero el resto… el resto es inolvidablemente malo y es una mancha profesional.
Anna Renee Todd nació en Ohio, y era una escritora aficionada. Escribía en la plataforma online Wattpad, historias relacionadas con su banda favorita, los One Direction. Más específicamente, decidió escribir una ficción con Harry Styles, del grupo, como protagonista. Sus textos fueron un hit y de allí saltaron al papel. Anna firmó contrato con un importante grupo editorial y desde allí realizó cuatro lanzamientos para "After", la obra que nos convoca. De ellos, cuatro son el recorrido puro, y hay un último libro que narra la historia desde el punto de vista del protagonista. Es, muy parecida a la historia de "50 shades of Grey". Incluso con este detalle del final. Con un presupuesto discreto (alrededor de 14 millones de dólares), y bajo la dirección de Jenny Gage, "After" es la primera (y tal vez, si la taquilla no acompaña, la única) de las entregas de una historia de amor, entre dos jóvenes en sus primeros años de universidad. Es, la historia soñada por cualquier adolescente (quizás no, y eso es un cliché), de dos personajes unidos por un fuerte lazo sexual y amoroso, enfrentados a problemas que no deberían ser tan graves, pero a la luz de las posibilidades y los niveles de aprendizaje de los miembros de la pareja, pueden ser infranqueables. Tenemos a Tessa (la bella Josephine Langford), una estudiante de facultad que siempre vivió en una caja de cristal. Es conservadora, recatada, y tiene su vida ordenada en forma metódica. Parece fría, pero no lo es. Simplemente, no encontró alguien que la encienda. Eso sucede cuando aparece Hardin (Hero Fiennes Tiffin), un británico que es el típico modelo de rebelde del que la gran mayoría de las chicas se enamora: tatuajes, vehículos, actitud desprejuiciada. Y encima es lector de obras clásicas!! ¿Qué más se le puede pedir al chico? Con eso, más que suficiente. Pero claro, hay temas familiares, padres molestos o incapaces de avanzar con una vinculación sana (ahí anotame a Peter Gallager, Jennifer Beals -rescatada del olvido, Selma Blair...) y todos los pormenores de un romance que tiene todos los condimientos esperables. Menos uno. Es una cinta que promete sexo (convencionalmente cinematográfico), y que ofrece poco. Hay demasiado cuidado en lo que se exhibe y eso le resta energía para hacer fluir un relato, en el que, como en "50 shades..." no sucede demasiado. Es decir, lo central es su proceso de enamoramiento. Y ahí es donde, más allá de todo, hay flaquezas de estilo, resueltas como es habitual en la cultura del video clip, con mucha sugerencia, velocidad y recato. No me parece ni bien ni mal, si creo que es algo para señalar. Desde el punto de vista del conflicto en sí, entiendo que Tiffin podría dar más de lo que da, siendo que es el rol más comprometido de los dos (ya verán porqué). Pero hay cierta química con Langford (no demasiada), y algunas notas de color en los padres, que son secundarios de trayectoria y están aquí para ver si se prenden a una franquicia naciente. Discreta. Sí, desde ya, para el público adolescente, esta es una propuesta que quizás interese, pero no ofrece gran interés dramático ni ningún rasgo que la destaque del resto. Es simplemente, una historia de amor adolescente convencional.
Rebelde y confundida Renegar con el inevitable sub genero de películas enmarcadas en chicaconocechico, es quedarse en el siglo pasado esperando un cambio que muta y suma adeptos, como en el caso de After: Aquí empieza todo (After, 2019), adaptación del bestseller del mismo nombre y que fue un fenómeno de ventas. Centrada en Tessa (Josephine Langford), una niña en la que su madre (Selma Blair) y su novio de toda la vida (Dylan Arnold) han depositado un sinfín de expectativas, la historia cambia cuando ella ingresa a la vida universitaria. Rápidamente el film tomará recursos de varias historias del estilo en las que la transformación de la protagonista se debe a la llegada de un otro (Hero Fiennes Tiffin) que la deslumbrará por contraste. El crush rápidamente se convertirá en posibilidad y mientras Tessa comienza a descubrirse como ser deseante, un oscuro secreto de Hardin (Fiennes Tiffin) hará mella en la pareja, que deberá afrontar algunos contratiempos para poder volver a estar juntos, incluyendo la obsesiva mirada de la madre de Tessa que desconfía de todos, incluyendo de su hija. Jenny Gage (All This Panic) adapta literalmente la historia de Anna Todd, potenciando el misterio de Hardin y la inocencia de Tessa, pero suma algunos aditamentos que hasta ahora el cine romántico teen aún no había transitado, como la posibilidad del sexo seguro, la pasión y relaciones sexuales. Si bien aquí el acto sexual propiamente dicho no se muestra, escenas de masturbación, juegos entre los protagonistas, y hasta la decisión de incluir en la previa del debut de Tessa un preservativo, hacen que su inocente espíritu de drama romántico pueda dejar de lado la aséptica concepción que hasta el momento este tipo de films tiene sobre el sexo. Hay convenciones, claro, como la exagerada utilización de recursos musicales para avanzar escenas claves y generar emociones, o en el exceso de la utilización de cámaras lentas y ralentíes para subrayar momentos de conexión y contacto entre los protagonistas, pero también hay un interés por despegarse de series anodinas de los sistemas de streaming que han favorecido lo visual por sobre la temática. Y en ese buscar algo diferente, Jenny Gage decide profundizar más en los personajes, ofreciendo un relieve que escapa a la unidimensionalidad con la que generalmente se presenta a los personajes, y aún en la decisión de, por ejemplo, vestirlo a él con ropa oscura para darle mayor sentido a su “rebeldía”, y a ella con ropa en tonalidades claras y colores pastel, se permite anclar aún más los conflictos convirtiendo a After: Aquí empieza todo en el film ideal para un público adolescente y fanático de la saga literaria.
Si bien estos dos actores tienen poca presencia en el mundo cinematográfico, con este film van a lograr hacerse notar. Es un trabajo aprobado, ya que no deben realizar un gran despliegue actoral contando esta historia. Una historia de puro romanticismo juvenil que transmite la esencia del libro en su justa medida. Podríamos decir que la saga completa ya está asegurada en la pantalla grande para los próximos años.
Cómo naturalizar lo tóxico de una forma romántica El melodrama basado en una novela "fan fiction" esconde, de inicio a fin, conceptos erróneos sobre las relaciones de amor y la vida en general. Tessa Young (Josephine Langford) es una chica, sobreprotegida por su madre (Selma Blair), que al entrar a la universidad se enamora del chico malo (Hero Fiennes Tiffin) que no le conviene. Obviamente de allí nacen los problemas para este romance impensado pero inevitable. Hasta ahí una historia simple, ya conocida en mil filmes adolescentes. Pero su falta de originalidad no es lo que más se destaca -negativamente- en “After”. El principal problema es que desde inicio a fin, todo lo que vemos en pantalla, si bien es muy lindo y amable, esconde conceptos erróneos sobre las relaciones y la vida en general. De alguna manera, el cuentito dramático y feliz se las arregla para poner de cabeza todo: lo que podría ser bueno se plantea como malo, y lo que es nocivo, incluso sumamente tóxico, se representa como normal en la construcción del amor. Situaciones de violencia, de control, y de manipulación son pasadas a la ligera. No existe una reflexión al respecto en todo el metraje, lo que da una sensación de cotidianeidad, como si todo debiera ser parte de la vida. Basada en una novela "fan fiction". Tanto en lo narrativo como en el resultado, podría ser tranquilamente comparada a “50 sombras de Grey”, pero quizás aquí sea más peligroso, porque el público al que va dirigido es adolescente. Pero no todo es culpa de la directora Jenny Gage, porque ella sólo adapta, sin cambiar demasiado la historia original que es una famosa saga, best seller juvenil, de mismo nombre. Allí hay otro punto en común con la saga de Grey, y por ello una apuesta grande: traducir el éxito ya conseguido en librerías, en cifras de taquilla. La novela comenzó como una fan fiction del grupo One Direction, aunque el grupo solo haya sido una inspiración general para alguna “directioner”, sin que nada de lo que se cuenta esté relacionado directamente a sus integrantes o canciones. Otra semejanza entre “After” Y “50 sombras...” es que en ambas, las protagonistas aman la literatura pero su sueño no es escribir un libro, sino trabajar en una editorial. Es decir, el costado más comercial del arte. Adrede o no, esa premisa resume demasiado. No importa qué vendas, sino que lo vendas, y masivamente. Así se publicaron los libros, así llegan a la pantalla grande.
Hace pocas semanas se estreno en estas playas el filme “A dos metros de tí”, al que mi colega, que no voy a nombrar, la califico como regular, dando por terminada una relación de amistad de varios años. Este Filme, previsible en todo sentido, ya desde el titulo, aclarando que esto no es culpa inherente ya que el agregado de AQUÍ EMPIEZA TODO da por sentado qué vamos a ver antes de adquirir las entradas, solo con ver el afiche. El punto es que compite con el filme antes mencionado, es tan arduo el trabajo de suponer cual de las dos prevalecerá, que se torna sumamente incómodo. La que nos convoca narra la historia de chica buena conoce chico malo, original por donde se la lea, es además un catalogo de lugares comunes, que se regodea sobre los mismos, en un dejo de autocomplacencia pretenciosa. El principio de la película, se presenta como el fin de la historia, por lo que seremos testigos de un relato contado por la protagonista. Tessa Young (Josephine Langford) es una adolescente en su primer día de universidad, atrás quedo la casa materna y un novio de secundaria. Un mundo nuevo se le aparece a la ingenua joven. Su compañera de habitación es una experimentada estudiante, cuya composición pone en alerta roja a Carol (Selma Blair) la madre de Tessa. Ya que estamos debo mencionar que Selma maduró como un excelente vino añejado en roble. En los primeros días de esa nueva vida su compañera de cuarto le presenta a Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin), con quien se rechaza de inmediato (UF!!!) No bastando con eso, los personajes están construidos como sendas caricaturas de textos escritos en siglos anteriores, y por si no quedara claro, los títulos de los mismos son “recitados” por los protagonistas (no creo que los hayan leído ni siquiera los conozcan) “Cumbres Borrascosas” de Emily Bronte y “Orgullo y Prejuicio” de Jane Austen. Si a esto se le suma un diseño de arte puesto al servicio de la nada absoluta, fotografía cálida, por supuesto con tonos pasteles claro y una banda de sonido empalagosa, que no crea climas solo redunda sobre la imagen. Tampoco ayuda la muy mala performance de los actores, ella con cara inexpresiva, sin matices, él con dos gestos, cara de malo asumido o cara de bueno, víctima de las circunstancias familiares por antonomasia. Presentada como un filme para adolescentes, o preadolescentes, ¿Este es un nuevo género cinematográfico? Ambas películas, esta y la nombrada al principio compiten por lo peor del año, mi ex amigo justificó la calificación pues “rescato” las actuaciones, acá no hay perro San Bernardo con barril de brandy que la salve.
Evitemos el párrafo inicial que nos cuenta todo el fenómeno previo a la realización de After. Si bien eso explica el éxito y el interés por la película, lo único que tenemos realmente para analizar es lo que se ve en la pantalla. Si fuera un film interesante, también sería interesante describir todo lo que abarca. Si se trata de un fenómeno de época o no, no se discute, pero siendo tan mala película, su valor cinematográfico es casi nulo. Hardin es una chica de vida ordenada y estable que al comenzar la universidad conoce a un chico rebelde de pasado oscuro. Comienzan un romance de manual, donde la chica buena se enamora del chico malo. La historia más antigua en el cine romántico, la misma que ha dado obras maestras y bodrios innombrables. Si acaso este es un film para gente más joven, lo que sorprende es que está tan mal filmada como una película de hace treinta años atrás, ni en eso hay algo nuevo.
Una nueva película romántica inspirada en una saga de novelas en este caso para adolescentes, llega a la pantalla buscando ser la nueva Twilight, pero sin factores sobrenaturales.
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