En una escena de Cásate conmigo, protagonizada por JLO, Owen Wilson y Maluma, tras consumar la pareja, los dos primeros, López aparece con una camisa del buen hombre, comiendo una manzana. Cuando creíamos haber superado años y años de metáforas, metonimias y otras yerbas, absurdas, Cásate conmigo vuelve con pesadas herencias de Hollywood, mucho plagio a clásicas comedias románticas de antaño, y más cercanas, y un obsceno mecanismo de publicidades y extensos números musicales que sólo sirven para que JLO y Maluma presenten sus nuevas canciones. Pero ¿y el cine? hay algunas ideas que atraviesan la propuesta, como el recuperar ese contraste entre “humano” y “estrella”, que Notting Hill supo regalarnos, o que, en otra línea, El guardaespaldas, insinuaba, con esa figura inalcanzable y enorme que fuera Whitney Houston, enamorada, sorpresivamente, de su cuidador, Kevin Costner. Acá, en diálogo con la época imperante, donde un line y las views, importan mucho más que los vínculos y reflexiones, una estrella de la música (López) descubre minutos antes de casarse que prometido (Maluma) la engaña, en un espectáculo en vivo, que será visto por 20 millones de personas alrededor del mundo, y en el que decide, intempestivamente, casarse con un desconocido (Wilson). Lo demás, conocido, tejes y manejes de la industria publicitaria, que entiende que en ese vínculo entre una estrella, y un profesor de matemáticas, todo puede funcionar y potenciar la fama. Así, mientras Kate se jacta que las mujeres “ahora eligen”, ese mismo personaje se desmorona ante la infidelidad, y se despacha el guion con una serie de lugares comunes de chica conoce a chico, y viceversa, que resienten la larga duración de la propuesta. Wilson, con oficio, y carisma, sí, y profesionalismo, se entrega al juego, sabiendo que la estrella, en esta oportunidad, es López, filmada como en las redes, con los filtros más precisos, con todo el arsenal que ella cuenta en la vida real, pero en la pantalla. El resto, un frío cuento de hadas, visto en otras oportunidades, y que no logra, aun con buenas intenciones, contar una historia, que atrasa, que plantea viejas instituciones como la Iglesia, el matrimonio, la fidelidad, como fecundas, para transitar el amor en tiempos de redes sociales. POR QUE NO: » Frío cuento de hadas, visto en otras oportunidades, y que no logra, aun con buenas intenciones, contar una historia «
Jennifer López, Maluma y una buena química actoral La idea, o en todo caso la esperanza (que al final resultó ser vana) de ver una comedia sencilla en manos de una actriz como es Jennifer López, que intercala con su presencia como cantante y bailarina, se transforma en una regular performance y tan solo apoyada por una simpatía personal que parece ser innata. Bueno, como adelanté en el párrafo anterior, Cásate conmigo no da ni siquiera la mitad de lo que pretende. Y no es la mía una mirada de pretensión intelectual. Me recuerda esto al meme que últimamente ha “relanzado” la figura de Osvaldo Laport, el que agrega a la imagen de plantilla la frase “Necesito ver una comedia boluda”. Ver comedias, boludas o no, está perfecto. Hasta lo disfruto. Pero esto que vi es lamentablemente un desastre. Un desastre de falta de química entre los integrantes del elenco, Owen Wilson incluido; una falla tras otra en el guion; una construcción de situaciones que se parecen a una gelatina, para colmo, sin sabor. Ni siquiera, o por lo menos eso creo, lleva interés la presencia de Maluma para quienes gustan de ese tipo de artistas y de música. Bueno, tal vez lo disfruten. Al menos alguien gozará algo en esta recontra frustrante intento de comedia que más parece una forma poco sutil y a la vez oportunista de parte de López que apunta a realizar una gran vuelta de marketing de cara al thriller que estrenará pronto en Netflix, plataforma que será también receptora del documental de la ahora también productora. Bastante similar al que su personaje de ficción registra en Cásate conmigo. Por si no les quedan dudas, no les recomiendo este experimento para nada.
Hay que sincerarse, últimamente las comedias románticas han sido muy bastardeadas por el público. Y con razón, porque en estos años algunas son bastante olvidables. Sin embargo, llega una artista como Jennifer Lopez que sabe sacarles el jugo y logra ponerse al frente de films como Cásate Conmigo, uno de los estrenos de cine de la semana. En una especie de homenaje a Notting Hill (salvando las grandes diferencias), Kat Valdez (Jennifer Lopez) es una cantante muy exitosa que va a casarse con su pareja arriba del escenario, el igual de famoso Bastian (Maluma), con quien tiene una canción -apropiadamente llamada Cásate Conmigo-. El caos ocurre cuando él es descubierto infraganti con la asistente de ella y decide, en el momento, contraer matrimonio con Charlie (Owen Wilson), un padre soltero y profesor de matemáticas que fue al recital solamente para acompañar a su mejor amiga y a su hija. Lo que hace entretenida a esta película, basada en la novela gráfica de Bobby Crosby es el elenco, empezando por Jennifer Lopez y Owen Wilson, cuya química, sentido del humor y buena onda de ambos traspasa la pantalla. A esto hay que agregarle la comicidad de Sarah Silverman, Stephen Wallem y, es necesario decirlo, el perro -un bulldog inglés que causará mucha ternura en los espectadores-. Las canciones originales se mantienen fiel al estilo de la cantante y, por eso, no decepcionan. Lo mismo ocurre con Maluma, quien aporta dos o tres temas a la banda sonora. Todas aptas para seguir bailando y escuchando después de la función. Es hora de empezar a reivindicar a las comedias románticas. No ganarán premios tan seguido, pero sí saben entretener. Cásate Conmigo es un largometraje simple, que logra su objetivo. Apto para fans del género, y de Jennifer Lopez.
Una comedia romántica que llega a los cines en busca del “sí” de los espectadores. “Marry Me”, protagonizada por un trío inusual, nos abre la puerta al mes más romántico de todos.
Cásate conmigo es una comedia romántica sobre las complejidades de la fama y la persistente fe en el amor, etcétera. Pero, más que nada, es un entretenimiento audiovisual pop, con un anclaje fuera del cine. Tiene partes de video musical y partes de infomercial para una marca de licuadoras preferida por los famosos de Hollywood; con un ¿solapado? ajuste de cuentas con célebres novios infieles (hola Alex Rodríguez) y miembros de las academias que dan premios (hola votantes del Oscar que no supieron reconocer el magnífico trabajo de la actriz en Estafadoras de Wall Street). Sobre todo, es la celebración de la figura pop que JLo construyó para sí misma. La película dirigida por Kat Coiro ofrece poco más que esos relatos azucarados producidos por un canal de cable y ahora también por las plataformas de streaming. Lo que los diferencia son dos elementos esenciales, unidos de forma inextricable: mayores recursos de producción y el protagonismo súper carismático de Lopez. Nadie más en el mundo podría interpretar a Kat Valdez, una cantante cuya vida está expuesta al mundo, a través de los medios y de las redes sociales, donde casi todo está esponsoreado. Si alguien sabe de qué se trata todo eso, con divorcios y relaciones complicadas vividas en público incluidos, es JLo. Y quiso aportar su perspectiva de ese universo en una película producida por ella misma, ¿quién puede culparla? El espectador que esté dispuesto a no pedirle demasiado a una trama sencilla, sin ninguna sorpresa, podrá disfrutar de otros aspectos de la película, que comienza cuando Kat está a punto de casarse con su novio Bastian, encarnado sin mucho brillo por Maluma, en uno de muchos guiños al público latino. En pleno mega show/casamiento público, la cantante se entera de que su novio la engañó y elige a un fan de la audiencia para casarse con él en ese mismo momento. El elegido es un amable, aunque algo aburrido, profesor de matemática, interpretado con encanto por Owen Wilson, que fue arrastrado al concierto por su mejor amiga y su hija. Ambos llegan a un acuerdo para salvar la imagen de Kat, presentándose juntos en entrevistas y eventos. Pronto surgen sentimientos detrás de la fachada, como cualquiera que haya visto una comedia romántica en su vida podrá adivinar. Lopez y Wilson se ven bien juntos en la pantalla, jugando con la diferencia entre los niveles de glamour de sus personajes. Pero el romance resulta tibio y sufre por una subtrama de película familiar, que incluye un baile del colegio y una competencia de matemáticas. Sin embargo, Cásate conmigo tiene otras virtudes. Uno de los grandes aciertos es la elección de los actores secundarios, como Sarah Silverman, que logra momentos de comedia afilados, y Michelle Buteau, quien desde Quizás para siempre se perfila como una buena compañía para protagonistas de comedias románticas. Ellas y el resto del elenco crean una especie de ruido festivo que distrae de las limitaciones de la trama y de una puesta en escena estándar. El diseño de producción también se luce. En especial, el vestuario, trabajado con una idea sencilla: increíbles vestidos y looks de diseñador para la imagen pública de Kat; divinos sueters de colores en la gama de los rosas para la Kat íntima, verdadera. Cásate conmigo tiene una cantidad exhorbitante de publicidad de productos integrada a la trama y escenas que funcionan como videoclips para “vender” una canción. Algunas escenas son una versión menos sofisticada de otra película exitosa; las comparaciones con Notting Hill son inevitables. Pero mientras en aquella película suena un tema de soul clásico y Hugh Grant no puede escapar a la imagen de Julia Roberts en el cine, aquí la propia Lopez canta una canción olvidable y su imagen aparece en la vidriera de un negocio de productos para el hogar, promocionando la bendita licuadora. Pero esos mismos tropiezos, una desvergonzada inclinación por lo cursi y el carisma de los protagonistas hacen que sea divertido ver la película. Y hay que admirar a Lopez por saber lo que sus fans esperan de ella y coquetear con su vida real, para ofrecerles el entretenimiento que buscan sin preocuparse por satisfacer a otros públicos. Es un excelente negocio, claro, pero sobre todo es otra página en la narrativa que la productora Lopez escribió para su alter ego en la vida real: JLo, la estrella pop.
Si el amor a primera vista existe -y juro que sí-, Kate Valdez (Jennifer Lopez) y Charlie (Owen Wilson) deberían darse cuenta de inmediato que se aman, y quieren estar el uno con el otro para siempre. OK, las circunstancias en las que la superestrella de la música (Kate, no Jennifer) cruza sus ojos almendra con los azules de Charlie son particulares. No solamente porque están a varios metros, ella sobre un escenario, y él, en la platea, sosteniendo un cartel que dice “Cásate conmigo”, pero que le dieron de prepo, y no lo escribió él. Kate iba a casarse en ese mismo concierto (“Marry Me” era el título del show) en el Madison Square Garden en Nueva York con otra estrella del pop, Bastian (el colombiano Maluma), pero justo, justo ¿eh?, cuando está por aceptar, un video viral de su novio besándose con una asistente hace desistir a Kate, que elige a cualquiera del público. Bueno, a cualquiera, no. A Charlie que como ya dijimos es Owen Wilson. Algo bobalicona Cásate conmigo es una comedia romántica bobalicona, que casi siempre transcurre en las esferas acomodadas de gente rica, como el personaje que interpreta Jennifer Lopez, no tanto el de Owen Wilson. La situación, que puede ser tildada de absurda, de disparatada, de ridícula y de todos los adjetivos que se les ocurran, da pie a pasos de comedia ya recontra transitados. Pero es la famosa química entre los protagonistas lo que hace que las casi dos horas se pasen, si no rápida, llevaderamente. Sí, puede verse o entenderse como una crítica al modo de vida de la clase alta o más pudiente estadounidense. O a la locura que desata el fanatismo -ser fan siempre termina en excesos fuera de cualquier lógica-. O puede no verse nada de todo esto y seguir a los protagonistas como si fuera una comedia, que es lo que es. Los personajes satélites de Kate y Charlie (el de Bastian es bastante esquemático, el del arquetípico mujeriego, y no porque lo interprete el astro colombiano) están allí para levantar la puntería cuando los chistes entre las estrellas aflojan. De un lado está Colin, el representante de Kate, interpretado por John Bradley (Samwell Tarly en Game of Thrones, la semana pasada estrenó Moonfall), y del otro, Lou, la hija de Charlie, que encarna Chloe Coleman, la niña de Grandes espías y a quien veremos próximamente en Calabozos y dragones y Avatar 2. Todo sigue más o menos como en la novela gráfica en la que se basa. Y si funciona la idea, tal vez en un par de años veamos la secuela. O no.
La película comienza presentándonos la noticia del multitudinario recital que darán dos estrellas de la música: Kat Valdez (Jennifer López) y Bastian (Maluma), dos cantantes que parecen la pareja perfecta, los cuales, al final del concierto se casarán ante millones de fans. Sin embargo, segundos antes de este gran suceso, la mujer se entera de que Bastian le es infiel con su asistente, por lo que decide no casarse con él y viéndose sola arriba del escenario, comete una decisión drástica. Entre la audiencia se encuentra Charlie (Owen Wilson), un profesor de matemática quien acompaña a su hija y a su amiga en el show. El hombre se encuentra en el público con un cartel con la leyenda «Cásate conmigo». La estrella Kat Valdez lo distingue y pronuncia la palabra «sí», invitando a Charlie al escenario para casarse con ella. Este hecho revoluciona las noticias y las redes sociales, como ya había sucedido en el principio. Las noticias, la repercusión mediática, las redes sociales, la publicidad, son temas que se tocarán a lo largo de la película. Muestra el mundo de una estrella, en este caso centrado en el personaje de Kat Valdez, demostrando que una figura de la música en la actualidad ya no se centra solo en su tarea, sino que es una herramienta publicitaria, la cual debe mostrar las 24 horas de su vida ante sus millones de fans mediante las redes sociales donde la intimidad ya no es posible. «Cásate conmigo» toma elementos que el público reconocerá de innumerables comedias románticas por lo que no aporta novedades, pero sí indaga en estos nuevos fenómenos de la música y en sus estilos de vida. En este caso Kat Valdez aprenderá lo que es tener una vida comúnmente llamada «normal» a través de su nueva relación con Charlie, con quien en un principio su vínculo parece extraño, pero luego del paso de los días el espectador será testigo si nace o no una historia de amor entre dos personas totalmente diferentes. Además del romanticismo también hay otro elemento que se hace presente, como los momentos musicales, donde son presentadas canciones originales para la película, interpretadas por Jennifer López y Maluma. En resumen, «Cásate conmigo» es una película que no aporta ningún nuevo elemento a estas historias románticas que se vieron en el cine, sin embargo, es entretenida y será disfrutada por el público seguidor de este género que reconoce todas estas características. La película se centra principalmente en las redes sociales, en la forma de vida de las estrellas de la música que tienen millones de seguidores y en su constante exposición.
Una idea pensada para el marketing perfecto, un feat con Maluma y Jennifer López que ya es un éxito y una historia donde incluir al famoso intérprete que de actor tiene muy poco. Pareja de cantantes que planea casarse en público para una audiencia global, videíto que se filtra, minutos antes del “si”, con una infidelidad de él y una resolución a último momento que unirá a Jennifer con el probado para la comedia Owen Wilson. Entre esa cantante famosa, que de paso estrena otros temas, igual que Maluma, y el profesor de matemáticas sencillo y “perdedor” se arma una fórmula que ya vimos mucho, pero la química entre la estrella y el “anónimo” funciona a pesar de que el film no se ahorra lugar común por visitar. Los tiene todos, bailecito, momento íntimo, fórmula para que la hija bloqueada supere su “pánico escénico”, el momento simpático, el momento triste, la brochette completa. Jennifer López luce un vestuario increíble que hará las delicias de sus fans, canta varios temas y a la hora de actuar es efectiva. Wilson como el eterno señor común con muchas dudas, construye una relación con buenos momentos aunque la originalidad falte. Como un teleteatro lujoso.
"Marry Me" (ó Cásate conmigo) es una comedia romántica musical que tiene un solo imán: sus protagonistas 👉Jennifer Lopez (también productora), Owen Wilson y el ascendente cantante Maluma en su debut para la pantalla grande. Dirigida por Kat Coiro, la historia es tan simple como inverosímil. Kat Valdez (Lopez) es una estrella de la canción que está a punto de casarse frente a 20 millones de personas que asisten a su concierto, con su novio Bastian (Maluma), otra celebridad. Segundos antes de salir al escenario, le muestran a la diva, pruebas de la infidelidad de su prometido y -sin pensarlo- elige entre el público al profesor de matemáticas Charlie Gilbert (Wilson) para casarse ante el cartel de "Cásate Conmigo" que éste sostenía, (y que no le pertenecía). Ante la permanente duda de si una súper-estrella puede mantener una relación estable, Kat continúa con el matrimonio intentando equilibrarlo con su innumerable cantidad de compromisos. A partir de allí se suscitan situaciones simpáticas aunque poco probables. Al elenco principal que es correcto, se suman John Bradley (Collin) como el agente de Kat y Sarah Silverman (Parker) como la mejor amiga de Charlie, además de un cameo a Jimmy Fallon. Jennifer López, en cada aparición, se muestra "perfecta", casi como salida de los filtros de cualquier red social. "Cásate Conmigo" tiene un Soundtrack que ya está disponible en todas las plataformas digitales con nueve canciones inéditas de JLo y Maluma que son lo mejor de la película, al igual que el diseño de vestuario. Una más...
Hoy se estrenó en las salas de cine argentinas la comedia romántica Cásate conmigo protagonizada por la actriz y cantante Jennifer López y el simpático Owen Wilson, basada en la novela gráfica homónima de Bobby Crosby. No es casual su estreno en estas fechas, puesto que comercialmente la película apunta a ser disfrutada en vísperas al Día de San Valentín, razón por la cual su lanzamiento se postergó debido a la pandemia desde febrero de 2021. Mientras que sus temas musicales, como "Pa' ti", comenzaron a ser difundidos en el 2020. En Cásate conmigo Jlo interpreta a Kat Valdez una estrella del pop mundial que tras haber aprovechado su vida personal para el marketing de su nueva canción "Marry me", el destino le jugará una mala pasada. El día que con el show de dicha canción en curso, junto a su prometido Bastian (personificado por Maluma que "actúa" de si mismo), se entera mediaticamente que él le es infiel. Tras verse presionada por el escrutiño y el público resuelve casarse con un hombre del público, Charlie (Wilson). A partir de allí, debido al vínculo de mujer-estrella y hombre-común será inevitable pensar en las similitudes con la inolvidable Notting Hill (1999) o incluso se utilizan frases trilladas de otras películas del género como "we left smart X weeks ago". Es evidente que la realidad de Jlo como actriz y cantante estelar, enfatiza su texto-estrella en la película, mediante el paralelismo entre persona y personaje. Al respecto, es importante remarcar la realización en conjunto del soundtrack y del filme, entre Jlo (quien además produce la película) y Maluma, lo cual funciona como un claro ejemplo del funcionamiento de la industria cultural popular. A pesar de que tanto Lopez como Wilson logran sacar a flote un básico guión gracias a su oficio y carisma, hay que admitir que el largometraje aunque es entretenido, resulta absolutamente predecible y por ende, poco sorprendente. Sin embargo, es una propuesta honesta, no pretende ser más de lo que es "cine shampoo", pasatista pero necesario de vez en cuando.
Hoy llega a nuestros cines Cásate Conmigo, una comedia romántica protagonizada por Jennifer López y Owen Wilson, acompañan al elenco el cantante Maluma, Sarah Silverman, Chloe Coleman y John Bradley. La cinta es dirigida por Kat Koiro quien se hará cargo de la serie She-Hulk del universo Marvel. Cásate Conmigo sigue la historia de Kat Valdez y Charlie Gilbert, Kat es una mega estrella del pop latino y Charlie es un profesor de matemáticas, divorciado y padre sobreprotector, el destino unirá a estos dos personajes en una intrincada historia de amor. Cásate Conmigo es una comedia romántica basada en la novela gráfica de Bobby Crosby, y debemos admitir que estamos dentro de un buen producto dentro del género. Cásate Conmigo juega con la fantasía de que una estrella mediática tenga una relación romántica con una persona común, es así como Kat y Charlie se van conociendo y encontrando puntos en común. Si bien Jennifer López y Owen Wilson son los protagonistas de la película están muy bien acompañados por los personajes secundarios, casi todo el peso cómico recae sobre el personaje de Sarah Silverman, la pequeña Chloe Coleman, quien personifica a la hija de Charlie tiene un papel de engranaje que mueve el film. Tanto Maluma como Jennifer López hacen prácticamente de ellos mismos y ambos se sienten cómodos en sus papeles, por otro lado, Owen Wilson parece actuar por inercia. Sin embargo, los papeles están bien escritos por lo cual se notan los estereotipos, pero no molestan. Cásate Conmigo tiene un uso de las redes sociales agobiante y esto ayuda a la película, esa exposición constante a las redes y a lo efímero de las mismas. Otro punto a favor es que hay un recorrido sobre las relaciones de pareja, que, a diferencia de muchas otras comedias románticas, acá hay un intento no forzado de mostrar cierta toxicidad que va “sanando” a medida que avanza la cinta. Por último, hay que decir que Cásate Conmigo tiene mucho de musical, algo obvio teniendo en cuenta la presencia de Maluma, esto es algo que a muchos puede encantarles y a otros no tanto. En fin, Cásate Conmigo es una buena opción para ir al cine si te gustan las comedias románticas y la música pop latina. Es una historia con buen ritmo y que incluso te llega a emocionar.
La comedia romántica con estrellas parece un género olvidado. Durante la década del noventa hubo un furor no del todo estudiado donde estas películas eran una presencia constante en la cartelera de los cines. Hoy la calidad parece haber bajado tanto que ni la taquilla les presta atención. Silenciosamente se ha vuelto un género de segunda línea, aunque como suele ocurrir, siempre está listo para renacer. ¿Será algo generacional? ¿Se pueden hacer comedias románticas hoy en día sin estar abrumados por la agenda ideológica? Si tomamos en cuenta Cásate conmigo la respuesta es sí. Inesperadamente este 2022 tiene una comedia romántica de la vieja escuela. Pero no por nada sus protagonistas, Jennifer Lopez y Owen Wilson, tienen más de cincuenta años, lo parezcan o no. Las superestrellas de la música Kat Valdez (Jennifer Lopez) y Bastian (Maluma) se casarán ante una audiencia global de fanáticos en pleno recital. Pero justo antes de salir al escenario aparece un video de él siéndole infiel. Delante de todo el mundo toma una decisión urgente, decide casarse con cualquier persona que esté en el público. El azar ha llevado hasta allí a Charlie (Owen Wilson) un profesor de matemática que junto a su hija y una amiga ha ido al recital a último momento. Cuando Kat mira al público lo ve a Charlie con un cartel que dice “Cásate conmigo” que ni siquiera es de él, se lo ha dado su amiga un minuto antes para poder ella grabar el momento. Kat lo hace subir al escenario y allí arranca el núcleo de la historia. Esta versión de cuento de hadas con roles cambiados y actualizaciones varias muestra perfectamente que la comedia romántica está viva y lista para reclamar su lugar. Cásate conmigo está muy lejos de los clásicos del género, pero al mismo tiempo está tan sola en el cine actual que se destaca muy por encima de sus posibilidades. El miedo al romanticismo del cine y sobre todo de las series actuales ha puesto a un costado esta clase de historias. Ya van a regresar, por ahora Cásate conmigo sirve para valorar esta clase de películas.
Creo que las comedias románticas son un género subvalorado. De hecho, la Academia que está por entregar los premios en unos días, siempre ha preferido dramas como sus cintas ganadoras. La audiencia, hoy en día, se enfervoriza con cada lanzamiento de Marvel y DC, mostrando que el cine de aventuras y superhéroes, retribuye muy bien cualquier inversión. Y así podría seguir con muchos ejemplos, para hipotetizar que las «rom com» son un placer culposo. Mucha gente las ve, pero desconoce su importancia en la industria. Pero no, es un género fuerte, que requiere modesta inversión y provee mayores márgenes de ganancia, cuando el producto es de calidad. De hecho, cualquiera de nosotros sabe líneas de «Love, actually», o canta con soltura «Save a little prayer» de «My best friend’s wedding» y no las olvida a pesar de los años transcurridos… Están instaladas en la cultura popular y extrañamente, por la pandemia, apenas un puñado de ellas están llegando a las salas de todo el mundo (exceptuando las que llegan vía streaming a las plataformas digitales, por supuesto). De ellas, la que nos toca analizar hoy en día es «Marry me». Una propuesta bastante tradicional, instalada en el mundo de la música pop con grandes estrellas que encabezan elenco: Jennifer Lopez y Maluma. Hay que decir primero que J-Lo tiene un recorrido en el género, numeroso, como lo demuestran «Second Act», «Maid in Manhattan»,»The wedding planner», «The back-up plan» y más. Son las cintas donde mejor ha funcionado ella como intérprete y donde se siente más cómoda. «Marry me», la nueva cinta de la ascendente Kat Coiro, propone algo sencillo, directo y vistoso: combinar la enorme popularidad de los cantantes y bailarines que encabezan el cast, para traer una nueva versión del clásico cuento de hadas «chico pobre-chica rica y famosa» a la pantalla grande. Entiendo que el proyecto se afirma en el talento musical y carisma de la pareja de cantantes y ese es el punto de partida de la historia, una trama modesta en la cual veremos a Kat (Lopez), tomar una decisión mediática y de vida fuerte, en un momento incómodo. A punto de casarse con Bastian (Maluma) ante un gran auditorio, conoce la noticia que se han filtrado imágenes de su novio con su asistente y han generado un gran escándalo en las redes. Parada en el escenario, elige un hombre al azar de los que portaba carteles con la frase «Marry me» (que era el leiv-motiv del evento) y lo invita a casarse ante el estupor de toda la audiencia. Ese hombre es Charlie (Owen Wilson), un apagado profesor de matemáticos, divorciado y padre de una hija muy ocurrente, Lou (Chloe Coleman, gran acierto del cast), que ha ido al concierto de casamiento, sólo por accidente. En pocos minutos se encuentra casado, aturdido y sin comprender qué sucedió y porqué contrajo matrimonio con una desconocida que es una de las estrellas pop más conocidas del mundo. De ahí en más, veremos una liviana comedia de enredos y descubrimiento, bastante convencional pero que se luce en los cuadros musicales. En lo personal, creo que Wilson tiene poca química con cualquier actriz y J-Lo, no es la excepción. Coiro trabaja muy bien la repercusión mediática y busca rememorar en el público esta cuestión que Julia Robert mostró muy bien haciendo de Anna Smith en «Notting Hill»: cómo no ser devorada por el sistema, cuando se está encumbrada y tan expuesta. Lopez tiene menos recursos pero canta, y lo hace muy bien. Maluma acompaña con soltura, sin problemas y como en toda rom com, el peso también se apoya en los secundarios: John Bradley y Sarah Silverman hacen lo suyo con oficio y aportan algún color necesario para sostener el interés en la trama. Creo que no van a encontrar nada novedoso aquí, tampoco una pareja protagónica explosiva y sí, un film sencillo y discreto que evoca, en cierta manera, aquellas clásicas comedias románticas de los 90′ donde todo lo imposible, se hacía realidad. Si no es tu género favorito, quizás recomendaría que pases de él.
Hay dos cosas interesantes en esta película que cuenta cómo una estrella, en un momento de crisis (está a punto de casarse en vivo con otra estrella, en streaming, en vivo, cuando descubre que su futuro marido la engaña) se casa con un tipo común, por puro reflejo. Claro que hay una película parecida, Notting Hill, pero vamos a lo interesante. Primero, el film lidia con la inmediatez, con el universo digital donde se confunde lo público con lo privado de un modo vertiginoso. Tomar un esquema conocido para actualizarlo no deja de ser un acierto, no porque la película sea extraordinaria sino por ese mundo que la rodea. Segundo: Maluma podrá atraer a muchas personas, pero es de madera. Lo demás es bastante convencional, Owen Wilson está simpático y López conoce -es actriz antes que cantante, algo no menor- cómo funciona el asunto.
ANTROPOLOGÍA DE LA COMEDIA ROMÁNTICA Como si alguien hubiera encontrado alguna de esas cápsulas del tiempo que se enterraban para recordarle a un hipotético habitante del futuro cómo eran las cosas muchos años antes, Cásate conmigo irrumpe en los cines de 2022 para demostrar cómo eran las comedias románticas hace más de veinte años. La película es de 2022 porque las historias de Instagram se integran a la narración como quien quiere darle un aire de contemporaneidad al asunto, pero en lo concreto esta película de Kat Coiro huele a cosa vieja, no en un sentido negativo sino como elemento didáctico hacia las nuevas generaciones: así eran las comedias románticas antes de que la deconstrucción y la culpa progre obligaran a repensar uno de los géneros más asentados en el imaginario popular. En todo caso no sé si Coiro y su equipo de guionistas son del todo conscientes de la operación nostálgica y cultural que propone la película, pero si tenemos en cuenta los antecedentes de Tami Sagher (Muñeca rusa, Girls, Inside Amy Schumer, How I met your mother, Bored to death, MADtv), una de las escritoras, podemos llegar a pensar que hay algo adrede. Jennifer López, que fue la última heroína del género antes que pasara a mejor vida (el género, no la JL), interpreta a una célebre cantante pop que está por casarse arriba del escenario con otro cantante famoso (el también cantante Maluma), pero sufre un desengaño y un poco por despecho y otro tanto por la vergüenza que pasó ante cientos de miles de fan’s, termina relacionándose con un don nadie que está en la platea (Owen Wilson). Un poco como en Un lugar llamado Notting Hill, pero en la era de las redes sociales y la fama de cartulina, el film de Coiro trabaja sobre la idea de cómo una celebridad puede vincularse con alguien común y corriente; cómo ese ego puede ser lastimado pero también cómo el tipo mundano, con su inseguridad, sobrevive a una exposición infrecuente. Cásate conmigo tiene muchas arbitrariedades, y está bien; también una apuesta por suspender el cinismo contemporáneo y comprometerse con personajes enamoradizos y románticos a más no poder, algo que luce un poco artificial. Pero también sobrevive por el carisma de sus protagonistas, especialmente por Wilson a quien le quedan perfectos estos personajes de padres entre compinches y severos a los que las situaciones los superan (Marley y yo, Extraordinario). Cásate conmigo amaga por momentos con algún comentario contemporáneo sobre los nuevos roles de hombres y mujeres, pero lo hace con pereza y sin demasiada convicción. Porque en definitiva lo que le interesa es contar el viejo cuento del chico conoce chica, amontonar lugares comunes, crear comic relief con peso dentro del relato, y hacernos creer que ese mundo edulcorado es posible. Y por suerte elige las canciones pop para poner en palabras los sentimientos de los personajes, herramienta que aquí resulta muy conveniente. Si el film de Coiro no es mejor, es en definitiva porque sus materiales no son del todo sofisticados, es menos graciosa de lo que asume y -por qué negarlo- porque las comedias románticas de los 90’s, salvo enormes y recordables excepciones, tampoco eran una maravilla.
Reseña emitida al aire en la radio.
El género comedia romántica es de esos en los que un director no puede fallar; más cuando la música predomina en todo momento. En este caso, quien estuvo bajo la dirección del film es Kat Coiro (quien además fue la elegida para dirgir la serie de Disney+ «She hulk»). Kat Valdez (Jennifer López) es una estrella de la música a nivel mundial que está en su mejor momento, tanto personal como artístico. A punto de casarse con el cantante Bastian (Maluma) se entera que la había engañado. Esto provocó en Kat el impulso de elegir a alguien de su público y casarse ante miles de personas. ¿Habrá sido impulso o amor a primera vista? El cast es realmente llamativo. En primer lugar, Jennifer López demostró de lo que es capaz. Sabemos que da cátedra en el canto y el baile, pero esta vez sumó sus dotes actorales, y el resultado fue bueno. Logró impactar desde el primero minuto. Viendo que predomina la música latina, además de JLO faltaba otro representante y ahí es cuando entra Maluma, cuyo trabajo fue básicamente hacer lo que hace en sus shows o videoclip, nada para destacar. Y por último lo tenemos a Owen Wilson (a quién ya se lo extrañaba en la pantalla grande) con un papel que no requería trabajo, el cual, creo, le resultó cómodo. Si hay un aspecto que vale la pena destacar de la película es el de las canciones, se nota que hubo mucho trabajo en ello y que fueron escritas principalmente para captar la atención y enganchar al público, no para que sea sólo una música de fondo. La historia en sí es predecible, porque no hay un giro distinto en su desarrollo. Entretiene, sin dudas – si tenemos a Wilson el entretenimiento no podía faltar, además de que la película es una comedia clásica. Definitivamente, «Cásate Conmigo» es una comedia romántica que tiene todo lo que tiene que tener para cumplir, en base a la historia que se plantea. Siempre es bueno volver a ver a Jennifer en estos papeles porque lo da todo y lo transmite. Quienes vayan a ver el film, quedarán encantados con ella.
Sin ponernos pretenciosos, Cásate Conmigo respeta los cánones de la comedia romántica, pero no tiene el humor, ni está a la altura de clásicos como Nothing Hill, u otras películas con la misma temática como la reciente The Long Shot con Charlize Theron y Seth Rogen. Lo compensa apostando al carisma de Owen Wilson, los números musicales de Jennifer López y Maluma y una catarata de hits que seguramente sonarán hasta el hartazgo.
Jennifer Lopez lo da todo, pero Marry Me es pura fórmula made in Hollywood.