Reflejo Congelado Ruso. Crítica de “La Reina de las Nieves en la Tierra de los Espejos” de Robert Lence y Aleksey Ante la vuelta del helado suceso de “Frozen”, la animación rusa sale a dar batalla con su propia adaptación del clásico literario. Por Bruno Calabrese. En el año 2012 la animación rusa realizó una admirable adaptación del cuento clásico de Hans Christian Andersen (famoso escritor de clásicos como “El Patito Feo”, “Pulgarcito” y “La Sirenita”), llamada “La Reina de las Nieves”. Debido al éxito dentro del circuito del país, a esa primer película la precedieron dos más “La Reina de las Nieves; El Espejo Encantado” y “La Reina de las Nieves: Fuego y Hielo”. Obviamente esa primera producción se vió opacada por el rotundo éxito de la adaptación realizada en el 2013 por Disney del mismo cuento, “Frozen”, la cual rompió taquillas e hizo que el clásico tema “Let it go” sea escuchado hasta el hartazgo. Previo al lanzamiento en enero de la secuela de “Frozen”, la productora Wizart Animation, ni lenta ni perezosa decide ganarle de mano al estudio norteamericano y estrenar la cuarta parte del dibujo animado. Esta vez veremos que Gerda vive feliz junto a su hermano Kai y sus padres magos en el interior de una tierra próspera donde reina el rey Harald, un científico y genio inventor. Este, más partidario de las nuevas tecnologías que de los hechizos, ordena que todos los magos del Mundo de los Espejos se exilien a un lugar de donde no puedan escapar. Gerda es la única que puede salvar a su familia, aunque para ello deberá unir sus fuerzas con su antigua enemiga, la Reina de las Nieves. Si el espectador no es conocedor de la tradición de animación rusa, en especial aquella que tomó, en respuesta a la imperialista y capitalista Disney, los cuentos de hadas como material de inspiración, se sorprenderá ante la belleza y la maravillosa perfección de este film. La animación y el detalle de los paisajes en las escenas de acción están muy bien construidos, sin nada que envidiarle a las grandes productoras norteamericanas. La película se hace fuerte cuando explora la lucha entre la ciencia y la magia. Cuando se acerca a los temores del rey ante el supuesto peligro que significa para su hijo la magia. Si uno sigue el desarrollo de los personajes a través de las distintas películas, podrá entender que ese temor se suscita por las circustancias que se van sucediendo. Así como también se vuelve interesante la transformación de la antigua enemiga de Gerda, la Reina de las Nieves, quien se convertirá en una especie de Maléfica y colaborará con ella para rescatar a su familia. Quizás su principal falencia es por el lado de los personajes secundarios, más allá de alguno que otro gag de los personajes principales, no hay uno que concentre ese espacio de humor que toda película animada suele tener. Si se marca eso es porque la película hace el intento de con la mascota de Gerda y con los bebes trolls, pero el resultado no es satisfactorio y las escenas donde ellos aparecen se esfuman sin pena ni gloria. Igualmente, “La Reina de las Nieves en la Tierra de los Espejos” es una alternativa interesante para aquellos que quieren salir de los productos disney, cuyas canciones se van a reproducir hasta el hartazgo, y quieren disfrutar de un relato de aventuras sólido y exquisito visualmente. Puntaje: 70/100.
El film de origen ruso puede resultar algo confuso al principio, ya que proviene de una serie, que aquí nadie conoce, o al menos, yo, no conocía. Pero no es díficil de entender. El Rey Harald está furioso con la Reina de las Nieves y quiere erradicar de su Reino a todos los Magos al Spiegelland, aunque su hijo Anders, un niño sensible, no esté de acuerdo con su padre. Para eso, los va citando y los hace pasar a través de un espejo, ellos entran al mundo donde se encuentra la Reina de las Nieves y nunca más pueden volver a sus hogares. El Rey también detesta a los Trolls, así que quiere deshacerse de ellos. Gerda, una niña encantadora, pertenece a una familia de Magos, compuesta pos sus padres, su hermano Kai y ella, todos tienen poderes, menos ella, así que los mencionados se presenta ante el Rey, mientras ella se queda cuidando el negocio familiar, hasta que se entera de su desaparición y emprende un plan junto a sus amigos, entre los que se encuentra la pirata Alfida, para salvar a todos. Dirigida por Robert Lence el film apunta a las niñas, pero puede ser disfrutada por toda la familia. Y la villana no es tan mala, cosa que se agradece, porque no asusta tanto a los más chicos. Un film realmente interesante, con bellos paisajes, buenos efectos visuales, barcos voladores y, como dijimos, aunque sea la cuarta parte de una serie de películas animadas, se puede ver sin haber visto las anteriores. Se basó libremente en el cuento de hadas de Hans Christian Andersen "Die Schneekönigin" que intenta descubrir si tiene poderes mágicos para liberar a su familia del Rey y de la Reina de las Nieves. ---> https://www.youtube.com/watch?v=WtPUlfhTkJo TITULO ORIGINAL: Snezhnaya koroleva. Zazerkale TITULO ALTERNATIVO: La Reina de las nieves en la Tierra de los espejos DIRECCIÓN: Robert Lence, Aleksey Tsitsilin. GUION: Andrey Korenkov. MÚSICA: Fabrizio Mancinelli. GENERO: Animación . ORIGEN: Rusia. DURACION: 87 Minutos CALIFICACION: Apta todo público DISTRIBUIDORA: Diamond Films FORMATOS: 2D. ESTRENO: 05 de Diciembre de 2019
Frozen no es la única. Las obras de Hans Christian Andersen tuvieron grandes adaptaciones a través del tiempo. Así como en los 90s el boom fue La sirenita, hoy lo es La reina de las nieves. Lo que muchos conocen como Frozen por parte de Disney, la obra difiere del material original. Sin embargo, los rusos encontraron ello a favor y lograron en 2012 hacer su propia versión más apegada a los libros. La reina de las nieves (para los entendidos, Elsa) en los libros es una villana y los rusos supieron adaptar con certeza esa primera versión en aquel entonces. El éxito fue tal que, hasta la fecha, vemos la cuarta entrega, contra la venidera segunda de Disney. Esta nueva entrega se centra en la lucha entre la ciencia y la magia, contando con La reina de las nieves… acercándose más a ser una heroína, que a la clásica villana que nos tenía acostumbrados en los filmes previos. Debo decir, que hay que dejar de lado el factor Disney para poder disfrutar el filme, ya que hacer una comparación a nivel visual sería injusto, debido a la diferencia de los presupuestos. Dicho eso, la película es brillante en los aspectos visuales y argumentales. La historia funciona muy bien como alternativa para lo que siempre se muestra en el cine. Tal vez deba objetar que el foco está tan puesto en los personajes principales que los secundarios ni siquiera lo son y sus aportes no resultan en gracia como tal vez se había concebido. En definitiva, La reina de las nieves en la tierra de los espejos, es un filme que se disfruta con los más chicos y que funciona bien para correrse de lo masivo.
Una reina que tiene el poder de congelar todo y a todos es considerada un peligro hasta que se descubre que tiene buenas intenciones. Que esto suene parecido a otra película animada bastante más famosa no es el problema principal: más llamativo es el compilado de personajes vistos mil veces y la confusa ensalada de mensajes. La democratización del CGI hizo que sea más fácil crear una película de animación que se vea bien, como sucede con este film de Robert Lence y Aleksey Tsitsilin. Pero aún no hay ningún avance tecnológico que pueda reemplazar a un guion que construya con solidez un universo, lo pueble de personajes atractivos y cuente una buena historia.
El robo del siglo Aparentemente, La reina de las nieves en la tierra de los espejos (Snezhnaya koroleva, Zazerkale, 2018), de Robert Lence y Aleksey Tsitsilin, fue imaginada tiempo antes que Frozen, una aventura congelada (Frozen, 2013), y el estudio ruso decidió guardar la idea de producir un relato de aventuras enmarcado en un universo en donde el hielo podría ser un factor desencadenante de temas y acciones para más adelante. Así hablan en el lejano país, mencionan que pospusieron todo para evitar, como generalmente pasa, que películas con una trama similar compitan entre sí por el mejor postor, o por los espectadores en la sala, aun sabiendo que se podía construir algo completamente diferente, como finalmente sucedió. La reina de las nieves en la tierra de los espejos es un pastiche que empasta historias, temas, diseños, ya vistos con anterioridad en una infinidad de producciones de diferente tipo. Si el miedo era la posibilidad de acercarse remotamente a Frozen, una aventura congelada, la confirmación de su cercanía con Cómo entrenar a tu dragón, Transformers, Shrek, y muchas más es desesperante. En un mundo en donde la magia es algo negativo la joven Gerda verá como su vida cambia de un momento a otro por una decisión estratégica del rey de aislar a y neutralizar en otro mundo a aquellos que poseen poderes “fuera de lo normal”. Así entre la búsqueda de un estadio de normalización, y la rebeldía de la joven que deberá asumir riesgos para poder seguir adelante y salvar a los suyos, Robert Lence y Aleksey Tsitsilin construyen un híbrido con canciones, colores, magia, elfos, villanos, villanas y todo aquello que una producción animada creería que debe tener, pero que en el conjunto resiente a la propuesta. El principal problema es que en La reina de las nieves en la tierra de los espejos la proliferación de ideas, el empaste de una sobre otra, la multiplicación de líneas de acción, no sólo genera que los espectadores más jóvenes puedan perderse, sino que, principalmente, se termina por subvertir el sentido con que cada una de esas ideas fueron ubicadas en el relato. La magia atenta al orden que se quiere imponer, la disciplina es a fuerza de reiteración de ideas que se subrayan durante toda la narración, con dibujos simples, sencillos que lamentablemente se asemejan a viejas producciones televisivas de bajo presupuesto, sin vuelo. Hacia el final todo se precipita, el camino del héroe atravesado por ideas que una vez más suman características cada vez más inverosímiles a los protagonistas, al punto de, por ejemplo que exista un duelo de robots y dragones en el medio de la transformación de la reina de las nieves. Olvidable producto que llega antes que el fenómeno de Frozen 2 (2019) arrase en las salas, aunque, viendo el resultado, ni siquiera la trama que toca a la reina del hielo sirve como parámetro para comparar.
La Reina de las nieves es la cuarta entrega de uno de los fenómenos comerciales recientes de la animación rusa. Un país que ya había adaptado el gran clásico homónimo de Hans Cristian Andersen en esa obra maestra de Lev Atamanov, de 1957. La película que definió nada menos que la carrera de Haya Miyazaki. Lo cierto es que en el 2012 (antes que surgiera Frozen), un grupo de artistas rusos que provenían del campo de los video juegos crearon la productora Wizart Animation y con apenas siete millones de dólares desarrollaron una nueva adaptación de este clásico de la literatura. La película sorprendió por su calidad de realización pese al bajo presupuesto y resultó un inesperado suceso comercial en el mercado europeo. Desde entonces se estrenaron otras tres continuaciones y ya se anunció la quinta entrega para el 2021. En lo personal me encanta esta franquicia porque tiene más corazón y creatividad que todas las continuaciones insípidas de los títulos famosos de Disney. Como adaptación de La Reina de las nieves esta serie es completamente superior a Frozen por el desarrollo que tuvieron los personajes y el modo en que trabaja el género de aventuras. Tampoco está contaminada por la corrección política de la actualidad y presentan personajes que nunca podríamos ver en el cine norteamericano, como la niña pirata Alfida, que dispara armas de fuego. Un aspecto interesante de estos filmes es que construye su propia mitología de la obra de Andersen y con el transcurso de las secuelas nunca salieron a copiar lo que se había hecho en Frozen. Los rusos fueron por otro camino y se enfocaron más en el género de aventuras y la fantasía. En materia de realización esta cuarta entrega es la mejor de la saga y se nota la ayudita económica que tuvo la productora Wizart de los capitales chinos. La calidad de la animación no tiene nada que envidiarle a lo que se hace en general en Hollywood y es de una calidad muy digna. En esta ocasión inclusive adicionaron elementos del género Steampunk y del cómic de superhéroes que conforman un combo bastante curioso. El problema con este estreno es que los niños que vayan al cine y los adultos que acompañen se quedarán afuera de la historia si no conocen los tres capítulos previos. Es como empezar a ver Cómo entrenar a tu dragón o Kung Fu Panda (por poner unos ejemplos) por la última entrega. En este caso la relación de Gerda con la Reina de las nieves y el vínculo de su familia con la magia carece de sentido si el espectador no siguió el desarrollo de la serie. Por eso resulta incompresible el estreno del film en este momento. La película es una muy buena propuesta de fantasía para chicos pero es necesario conocer la historia completa para disfrutarla en su integridad.
Es la cuarta entrega de esta franquicia animada rusa, que está basada en uno de los cuentos más famosos del legendario Hans Christian Andersen de l844. Fue adaptado a la televisión, videojuegos y películas de animación rusas, antes de la llegada de Frozen en el 2013 que tuvo un enorme éxito de público, y que tiene una segunda entrega muy pronto. En este film en un reino donde el soberano solo respeta a la ciencia y está dispuesto a terminar con la magia en su territorio. Por eso convoca a todos los magos de la comarca a una reunión que en realidad es una trampa, los hace pasar por un portal del que no pueden salir, donde está atrapada la reina de las nieves. Sola una niña que está preocupada por no poseer poderes mágicos, como el resto de los suyos podrá ser la heroína más inesperada. Con muchas aventuras y una animación bien lograda, llena de colorido y con aventuras y principio de amores preadolescentes, el envío viene bien para los más chicos.
Texto publicado en edición impresa.
Hans Christian Andersen, escritor danés de famosas obras como "Pulgarcito" y "La Sirenita" que tuvieron grandes adaptaciones a través del tiempo, publicó en 1844 "La reina de las nieves"popularizada y vuelta en fenómeno de taquilla, premios y merchandising extraordinario por la factoría Disney en el 2013 con Frozen, difiriendo del material original pero con una animación impecable, canciones pegajosas y un logrado desarrollo de la historia y personajes que consiguieron otorgarle atractivo y éxito avasallador. Sin embargo, un año antes del estreno del film de Disney los rusos hicieron su propia versión más apegada a los libros llamada La Reina de las Nieves y el éxito fue tal que tuvo hasta la fecha dos secuelas mas -La Reina de las Nieves: El Espejo Encantado y La Reina de las Nieves: Fuego y Hielo- y esta nueva cuarta entrega llamada La Reina de las Nieves en la tierra de los espejos. Con una lograda animación, que sorprende con los bellos paisajes y una interesante estética steampunk en cuanto ambientación, esta nueva entrega acierta argumentalmente poniendo el foco en la lucha entre la ciencia y la magia y alejando a La reina de las nieves de la clásica villana que era en los filmes previos para redimirla y convertirla casi en heroína. En esta nueva aventura Gerda vive feliz junto a su hermano Kaiy sus padres magos en el interior de una tierra próspera donde reina el rey Harald, un científico y genio inventor. Este, más partidario de las nuevas tecnologías que de los hechizos, ordena que todos los magos del Mundo de los Espejos se exilien a un lugar de donde no puedan escapar y la única que puede salvar a su familia es Gerda pero para ello deberá unir sus fuerzas con su antigua enemiga, la Reina de las Nieves. Si bien se agradece la interesante y original propuesta temática -considerando el publico al que esta dirigido el film-, en donde se plantea la lucha entre el progreso científico y la magia como superficie que esconde el autoritarismo y la intolerancia a la diversidad que llevo a grandes tragedias del siglo XX, el relato va desplegando varios subtemas que dejan algunos cabos sueltos imposibles de enmendar entre medio de la acción y otros muy interesantes como reflexión pero fuera del alcance comprensivo de los niños. El film hace foco en los dos personajes principales y los secundarios apenas cumplen la función de acompañantes en el clásico camino a la aventura del héroe. Sus aportes no resultan en gracia como tal vez se había concebido y más allá de alguno que otro gag ni el simpático hurón blanco mascota de Gerda, ni los bebes trolls -las escenas donde ellos aparecen se esfuman sin pena ni gloria-, son aprovechados para concentrar ese espacio de humor que toda película animada debe tener. Mas allá de las comparaciones con la factoría Disney y su estudios de animación adquiridos, que sería injusto debido a la diferencia de presupuestos e intereses, La Reina de las Nieves en la Tierra de los Espejos es una alternativa interesante con un relato de aventuras entretenido, visualmente bello y una temática original e interesante que se disfruta en familia tanto por sus valores como por lo que representan los personajes.
Allá por 2012, una naciente productora rusa (Wizard Animation) quiso animarse a abordar una clásica historia de Hans Christian Andersen, a su manera. En cierta forma, es una historia parecida a "Frozen", pero más apegada a la original, con otro espíritu y posibilidades distintas. La peli ("La reina de las nieves") fue un éxito de crítica y para su estandar local, duplicó en ganancias la inversión. Sus productores se entusiasmaron y desde allí hasta acá, comenzaron una saga basada en las historias de esa princesa (vinieron, "El rey de la nieve", "Fuego y hielo", capítulos 2 y 3) que llega a nuestro país, en su cuarta entrega, "Mirrorlands". La pregunta que surge frente a este escenario, es evidente: ¿hay dificultad para entender el hilo de la historia siendo que es la entrega 4 de la saga? No, si tu idea es disfrutar del film, creo que no. Habiendo visto superficialmente las anteriores, quizás algunos vínculos entre secundarios, puedan preveerse y resignificarse, pero... realmente pueden verla sin problemas. ¿Que van a encontrar en esta "Reina de las neves en la tierra de los espejos"? Buena animación. Energía y color. Cierta atmósfera "clásica" en la historia y algunos pasajes que llaman la atención. No es tan familiar como las tradicionales cintas de Disney, tiene sus cosas. También hay un cross over de cuestiones más profundas que se presentan en la cinta (el tema del totalitarismo, el cambio en los paradigmas de la ciencia, el abordaje de tragedias, etc) que funcionan bien, haciendo que la peli trabaje sobre los ejes correctos. Es decir, estamos frente a una peli entretenida. Gerda es una nena que tiene una familia normal, excepto que sus padres son magos. Cierto día, el rey Harald decide que todos los magos del mundo de los espejos sea enviados a un lugar donde no puedan volver. Esto significa una potente restricción y Gerda, se opondrá a eso para proteger a su familia. Lo que implicará que tenga que buscar y pactar con una vieja enemiga (de ahí lo que nos perdimos de conocer en entregas anteriores), la Reina de las Nieves, para lograrlo. Robert Lence y Aleksey Tsitsilin (los responsables del film) usan todos sus recursos e ideas para que el film no decaiga, pero como todo producto infantil en estos tiempos, tiene sus desniveles. Hay personajes secundarios con diálogos no tan consistentes y quizás lo que si le juega en contra es que hay demasiadas cosas en la cinta, que distraen del nudo del relato. Ese enfoque, el de dotar de mucho estímulo lo visual y bombardear al espectador, no le sienta bien a una historia que es simple, y se la presenta como un universo de emociones, quizás demasiado recargado. Quizás menos es más, y esta cinta podría haber seguido esa línea. Más allá de eso, si sus peques son fans de "Frozen" esta es un buen aperitivo mientras se espera el retorno del título fuerte de Disney para nuestro verano porteño.
Dentro del mundillo de productos hechos para el público infantil hay de todo. Buenos, malos, regulares, excelente y mediocres. Viendo el afiche de “La reina de las nieves en la tierra de los espejos” se puede afirmar, más allá de la calificación correspondiente, que éste estreno es oportunista teniendo en cuenta la parafernalia de “Frozen II”, a cuya impronta intenta emular desde todos los puntos de vista. Y claro, sale mal la cosa. Ya de por sí es insólita la llegada de la tercera entrega de esta saga de origen ruso sin haberse estrenado las dos primeras, o siquiera haberlas pasado por el cable como para poder ampararse en algún tipo de popularidad. No obstante, esta burda imitación del mayor éxito de Disney en su historia, está aquí, por suerte para no quedarse. Al tratarse de un argumento empezado hace dos películas, el espectador no podrá evitar preguntarse por qué tal o cual personaje hace tal o cual cosa, de donde vienen algunas situaciones, y así por el estilo. En definitiva, por qué todo está tan dado por entendido aquí, y es que el guión de Andrey Korenkov, Robert Lence, Vladimir Nikolaev, Aleksey Tsitsilin, y Aleksey Zamyslov se toma apenas algunas molestias caprichosas para explicar algo de lo anterior. No es que la historia en sí no sobreviva, es el universo contextual de la saga lo que conspira contra la justificación argumental, y al no entender de qué la va, el camino hacia el aburrimiento es inexorable. Un resumen válido sería que una familia de magos vive contenta en el reino de un tal Harald que anda chocho con la tecnología en desmedro de la magia, así que echa a toda persona que corresponda a ese metié y los manda a donde no da el sol. Acá vendría el alegato a favor de la ciencia y todo eso, pero es burdo el guión como para transformar eso en mensaje. El punto de vista es el de Gerda, hermana de Kai y, aparentemente, la heroína de las anteriores entregas. Ella deberá hacer las paces con la Reina de las Nieves; con quien parece que se peleó antes, o no se llevaban bien. En fin, total que ha de aceptarse (o sino, a levantarse de la butaca) que ésta Gerda es la que va a sacar las papas del fuego, acciones variadas de por medio. Hay un par de canciones más o menos aceptables, y acaso un diseño sonoro interesante, pero todo el resto es tan remanido en sus diálogos, la animación es tan dura en sus movimientos (bajo presupuesto con pretensiones de Pixar), y los personajes tan rayados en lo esquemático, que a “La reina de las nieves en la tierra de los espejos” lo único que queda por agradecerle es que precisamente, no se hayan estrenado las anteriores.