Mike y Dave, los busca novias: Buscadores de historias Quien vaya a ver Mike y Dave: Los busca novias (2016) buscando la sorpresa va a toparse con una comedia más del repertorio de Zac Efron, quien en los últimos años cayó en la comedia exagerada donde el sexo y el alcohol son lo único presente. Pero lo que muchos no saben y tal vez sea el atractivo es que la película se basa en una historia real desde su premisa: Dos hermanos deben buscar a dos citas ideales para ir al casamiento de su hermana.
Comedia cruda... y dura Un fallido exponente de la (ya no tan) Nueva Comedia Americana. Sólo para "militantes". Fui a ver esta película inmediatamente después de haber sufrido el bodrio de Ben-Hur. Además, había leído en Twitter a un par de exégetas de la Nueva Comedia Americana decir que era “la película del año”. Más cauto, me dije: “Si tiene un puñado de buenos gags ya habrá valido la pena después de la solemnidad y el sermón de Ben-Hur”. Pero no: no sólo no es ni por asomo “la película del año” sino que tampoco tiene ese puñado de momentos genuinamente graciosos que esperaba con ansias como “purificación”. Profunda decepción y penoso doblete para aquellos que creen que ser crítico de cine es una de las profesiones más fáciles y relajadas del mundo. Introducción personal aparte, esta película rodada por el debutante Jake Szymanski (prolífico director de TV e Internet cuyos principales antecedentes eran aportes a Saturday Night Live y Funny or Die) y escrita por los guionistas de la saga de Buenos vecinos se pretende una comedia cruda y desaforada. El problema no son en sí la exageración, los gritos, los diálogos básicos, los chistes burdos, el ritmo desatado sino que todo eso junto nunca funciona bien. La narración no fluye, los comediantes no se lucen y los minutos sin carcajadas (diría casi sin sonrisas) se acumulan de forma peligrosa. En el cuarteto principal hay tres intérpretes (Zac Efron, Anna Kendrick y Aubrey Plaza) que, si bien están muy por debajo de sus potenciales, por lo menos salen medianamente airosos del mal trance, pero lo de Adam Devine es un cúmulo de gesticulación y estridencia más propia de una comedia ya perimida (su sobreactuación parece salida de una película argentina de la década de 1970). La trama -”inspirada en hechos reales” y en las “memorias” que estos dos ineptos escribieron- es tan tonta como el título: dos hermanos, Mike y Dave Stangle (Devine y Efron), viven de joda en Nueva York y se ganan la vida vendiendo bebidas alcohólicas. Sus padres llegan a la casa angustiados porque suelen arruinar todas las fiestas familiares con bromas pesadas o torpezas varias y ahora Jeanie (Sugar Lyn Beard), la única hija (la hermana de ellos), está por casarse en Hawaii. Les piden, entonces, que vayan a la boda con dos chicas “presentables”. El dúo publica un aviso en Internet, sale en TV (en The Wendy Williams Show) y termina decidiéndose -de manera aparentemente casual- por Alice (Kendrick) y Tatiana (Plaza),, quienes se hacen pasar por muchachas “de su casa” cuando en realidad son tan o más parranderas que los protagonistas. Todo, claro, por ganarse unos días en un resort de Honolulu. Un concepto servido para una comedia de enredos que no tiene casi ninguna idea demasiado elaborada o ingeniosa. Las comparaciones que muchos críticos le prodigaron con la franquicia de National Lampoon parecen más una expresión de deseo que algo que pueda tomarse en serio. Otros prefirieron análisis más profundos hablando de la angustia del hombre contemporáneo. Para ensayos sociológicos mejor buscar por otros lados. El slapstick (uno de los fuertes de la NCA) es mediocre y el humor de inodoro (otra de sus marcas constitutivas) tampoco resulta demasiado provocativo. Ni un atisbo de Judd Apatow ni Richard Linklater ni Gregg Mottola ni Adam McKay ni los hermanos Farrelly. Nada. Para colmo, las múltiples referencias cinéfilas también son de vuelo bajo (muy rasante) y el principal homenaje es a... Wedding Crashers (Los rompebodas). Todo dicho. PD: Lo mejor del film es un masaje erótico que da Kumail Nanjiani, uno de los intérpretes de esa joya del humor que es Silicon Valley. Si quieren ver una buena comedia, mejor busquen la serie de HBO.
Una comedia más y van… Ante la enorme y continua oferta de comedias norteamericanas, no sería erróneo suponer que existe en algún lugar -secreto, claro, para evitar su inmediata destrucción- una fábrica de películas, la cual de seguro cuenta con algunas máquinas preseteadas con todo aquello que no debe faltar, como por ejemplo chistes sobre sexo y alcohol, Zac Efron, cuerpos desnudos, verano, actores del momento, banda de sonido emulando un videoclip eterno, Zac Efron (para estar seguros) y no mucho más. Esta es la premisa que sigue Mike y Dave, los Busca Novias (Mike and Dave Need Wedding Dates, 2016), adaptación del libro Mike y Dave necesitan una cita para la boda, el cual cuenta la historia verdadera de estos dos hermanos, dos jóvenes adictos a las fiestas y especialistas en arruinar momentos debido al continuo descontrol en el que viven y -desde ya- a una inmadurez prolongada. Llega el casamiento de su hermana menor, y los padres les imponen a ambos el requisito de una pareja para poder asistir a la boda, con lo cual Mike (Adam Devine) y Dave (Efron) publican un anuncio buscando dos chicas que los acompañen a Hawaii, esperando poder comportarse por una vez y no ser motivo de vergüenza para su familia. Por supuesto que las mujeres que aplican son mucho peor que ellos, y fingiendo ser chicas de bien, logran seducirlos y así los cuatro emprenden el viaje hacia el evento en cuestión. En línea con lo mencionado inicialmente, los momentos de comedia -pocos y simples- obedecen a chistes demasiado básicos, se hace énfasis en todo aquello chabacano y no hay asomo de una mínima sutileza. Si bien de una comedia de este estilo no puede esperarse mucho más, la premisa argumental no es mala y el elenco elegido coincide con comediantes que han sabido lucirse en films anteriores (Anna Kendrick y Adam Devine, entre otros), pero aquí quedan atrapados en un guión que nada pide de ellos y poco deja para el disfrute. Así es como queda un híbrido que no termina de definirse entre una comedia grotesca o una comedia con mayores sutilezas y humor inteligente y sarcástico: estamos apenas ante un compendio de escenas bizarras que no logran ninguna empatía con el espectador, ni con el cine en sí.
La fiesta en la que casi nadie se divierte. Variante más ligera y básica de la Nueva Comedia Americana, Mike y Dave, los busca novias, primer paso cinematográfico del especialista en televisión Jake Szymanski, nunca consigue ir más lejos que sus propias intenciones. Que por otra parte no son demasiado complejas ni originales. De hecho, el recurso de la pareja protagónica de solteros que por el motivo que fuera se ven enfrentados a la obligación de concretar una cita seria tiene de por sí el regusto de ya haber sido probado. Y si algo no le falta a la NCA son historias de solteros en situación de descontrol. En este caso se trata de Mike y Dave, dos hermanos de pocas luces pero dueños de un espíritu dado naturalmente a la juerga, que son emplazados por sus padres a conseguir un par de chicas serias para que los acompañen al casamiento de su hermana menor. Es que la familia está harta de que, de manera invariable, los chicos acaben desmadrando cualquier fiesta, desde el día de Acción de Gracias al cumpleaños del abuelo, chamuyándose a todas las invitadas (solteras o no) y armando bardos épicos que nunca terminan bien. Algo que pese al esfuerzo de los hermanitos, también acabará ocurriendo esta vez. Si bien la película sabe qué quiere contar y en qué tono, no muchas veces consigue generar situaciones de gracia genuina. Y eso a pesar del esfuerzo de sus cuatro intérpretes, todos ellos jóvenes comediantes que han demostrado manejarse con solvencia dentro del género. Pero a Mike y Dave, los busca novias no le alcanza con la presencia de Zac Efron y Adam Devine en el rol de esos hermanos tontos pero buenos, ni el contrapunto femenino que establecen Anna Kendrick y, sobre todo, la extraordinaria Aubrey Plaza, capaz de hacer cualquier cosa con cara de nada y causar gracia, aunque este no sea el caso. Porque los cuatro actores terminan obligados a abundar en morisquetas y a extenderse sobre situaciones en las que el ridículo aparece no como una búsqueda conciente sino como efecto colateral de la sobreactuación. Ahí, en el manejo eficiente del descontrol absurdo a lo Todd Phillips (véase aparte), es donde falla Szymanski. Algo que sin embargo este director novato había realizado con éxito en su falso documental para televisión 7 Days in Hell, sobre dos estrellas del tenis que en 2001 se enfrentan en una tragicómica final de Wimbledon que acaba durando una semana completa, merced a los traumas y debilidades mentales de sus protagonistas. Como se ve, con una sinopsis de apenas tres líneas de aquel trabajo ya suena más entretenido que esta película.
La fiesta inolvidable El comienzo del film, con los hermanos Mike (Zac Efron) y Dave (Adam DeVine) obligados por sus padres a comportarse en la boda de su hermana (Sugar Lyn Bearde), no sugiere ningún indicio de la comedia romántica que continúa -sin perder su costado más guarro y bizarro- a la secuencia, con un humor cargado de múltiples referencias a la cultura popular. Mike y Dave Los busca novias (Mike and Dave Need Wedding Dates, 2016), mezcla Los Rompebodas (Wedding Crashers, 2005) con Tonto y retonto (Dumb and Dumber, 1995), y aggiorna el humor propio de las corrosivas comedias de los hermanos Farrelly. Los hermanos deciden lanzar una convocatoria por internet para conseguir las parejas ideales en el viaje hacia Hawaii en donde se realiza la boda. Si hasta el momento el film de Jake Szymanski privilegiaba la construcción de las personalidades de los hermanos, repleta de incorrección política y buen gusto, cuando la convocatoria por la web explota (con múltiples referencias a la efímera fama que las redes sociales generan), el director redobla su apuesta para presentar a las damas de compañía, quienes sacaran provecho de la ingenuidad de los jóvenes. Así, por un lado tendremos a Mike y Dave, los dos “arruina eventos”, y por el otro las dos jóvenes irresponsables (Anna Kendrick y Aubrey Plaza), impresentables y borders, que simulan ser las compañeras perfectas con el objetivo de ser las “citas” de ellos en la boda y así ganarse un viaje al paraíso. Mientras Alice (Anna Kendrick), dice ser una especialista financiera “buena” de Wall Street, Tatiana (Aubrey Plaza) se presenta como una maestra de niños, que con frases hechas y lugares comunes sobre la educación, seducen a ambos y los convencen de ser la mejor opción para poder ir al viaje. Ya en Hawaii la confusión se apodera de la historia, con una serie de idas y venidas que explotan el lado más escatológico de los personajes, enfrentándolos a escenas de sexo, obstáculos y la verdadera identidad de cada uno de los protagonistas. Mike y Dave Los busca novias comienza bien arriba, y por momentos decae en algunos lugares comunes.Igualmente, el guión, con el punchline como inspiración, introduce algunos parlamentos interesantes que básicamente hacen lucir a Aubrey Plaza y Zac Efron, pero que le juegan en contra a Anna Kendrick, quien no puede sacarse su papel de chica ideal de films anteriores, ni siquiera mostrándose desnuda, drogada y tapándose con un caballo. La película cumple con aquello que promete: una comedia ligera, potente por momentos, y con una clara inspiración en la sitcom (la secuencia de títulos es ejemplo de esto) pero sin proponer una vuelta de tuerca a lo ya visto.
DOS HERMANOS ROMPEFIESTAS Comedia livianita donde dos hermanos son acusados por su familia de arruinar todas las fiestas familiares de manera desastrosa, por eso, para la boda de la menor de la familia les sugieren que vengan acompañados por virtuosas jóvenes para que los contengan. Los muchachos ( Zac Efrom y Adam Devine) recurren a Internet y finalmente se unen a las nada inocentes Anna Kendric y Aubrey Plaza. Un argumento rutinario con desastres, condimentos supuestamente picantes, alguna emoción y nada original. Solo entretiene a medias.
Rumbo a Hawaii Esta comedia que dice ser sobre dos hermanos inmaduros y desaforados comienza con el enésimo montaje de fiestas de la comedia hollywoodense reciente. El "fiestismo" como narrativa abusada y como montaje prefabricado es a estas alturas una estandarización, un lugar común, que se puede plasmar con más o menos gracia pero que parte de imágenes gastadas, casi transparentes. Sin embargo, luego de esa secuencia de apertura esta ópera prima cinematográfica del director televisivo Szymanski procede a desarmar con astucia la lógica de la fiesta. Con forma de cine, esa de ir más allá de la superficie, aunque sea mediante imágenes "de Internet" que vemos lo que quedó afuera del montaje fiestero. Mike y Dave: los busca novias apuesta al humor basado en referencias sexuales, drogas y piruetas descerebradas diversas, y oscila constantemente entre la euforia y los riesgos constantes de fracaso, tanto en sus temas como en sus formas. Los dos hermanos, por imposición y hartazgo familiar, están obligados a llevar dos chicas "presentables" a la boda de su hermana en Hawaii. Por supuesto, las chicas que van son dignas oponentes. El fantasma de Los rompebodas está, y se intenta conjurar con una mención clara. Pero si esa película con Owen Wilson y Vince Vaughn tenía una estructura más parecida a lo que supimos conocer como comedia cinematográfica (aún con la renovación acaecida en los noventa), aquí la narrativa es más laxa y notoriamente despareja, y no parece importarle demasiado diluir chispazos de genialidad en timing con frenos -el clásico de no desnudar al cuarteto protagonista- o con música redundante. Los chistes que funcionan no se ven venir, no se adivinan: provienen de alguna salvajada bien planteada, algún hallazgo situacional, algún gesto que se desmadra, alguna deformidad actoral que encaja por osadía gestual. Y los que no funcionan se diluyen en una liviandad que a veces se ve traicionada por algún sentimentalismo que acecha pero que, como todo aquí, es de tranco corto y fantochesco. El cuarteto protagonista integrado por Aubrey Plaza, Anna Kendrick, Zac Efron y Adam Devine juega a una actuación nada sólida, pero esto no se señala como un error: sus personajes no tienen ninguna posibilidad de ostentar personalidades memorables. El film se anima a proponer seres de ficción apenas por encima -o incluso por debajo- de una línea de flotación intelectual media: los personajes no responden nunca de manera brillante. De hecho, suelen dialogar de manera bastante idiota. Estas criaturas ficcionales están en un nivel de realidad más palpable que -por ejemplo- los personajes de Anchorman, ejemplo de humor sublime a partir de la idiotez, pero con lunáticos artificiales. Hay algo, quizás, de verdad generacional con estos jóvenes que no saben ni siquiera cómo ser snobs a pesar de tener grandes oportunidades para serlo. Y hay algo de mentira en el título de esta comedia con averías pero singular: los protagonistas no son los hombres. La fuerza, la decisión, el motor, son las mujeres. Y también son ellas las que profieren los mejores diálogos sexuales.
El pistoletazo de largada de Mike and Dave Need Wedding Dates lo da el anuncio real de dos hermanos fiesteros, que publicitan en el infame sitio Craigslist una cita doble para asistir al casamiento de su hermana Jeanie y no hacer pasar vergüenza a toda la familia. Es una idea algo fresca y, por sobre todo, apunta a ser entretenida. Y durante gran parte de su trama lo es, pero lejos está de ser una luminaria dentro de la Nueva Comedia Americana. Es ligera y terriblemente pasatista, con algunas situaciones muy inspiradas y otras que dejan que desear. Zac Efron y Adam DeVine, como los hermanos que son el alma de todas las fiestas familiares, hacen un gran dúo con mucha química entre sí, pero están a punto de conocer a feroces enemigos en la piel de las amigas desempleadas de Anna Kendrick y Aubrey Plaza. El cuarteto es imparable y es el núcleo central de la propuesta, que no tendrá el mejor guión del mundo ni sus valores en claro, pero para pasar el rato no hay mejor desmadre que el que crean cuando se reúnen. Efron sigue levantando apuestas en comedia como nadie, ansioso por borrarse la etiqueta Disney que siempre cargó en su espalda, mientras que a DeVine si se lo descuida se vuelve un Kevin Hart caucásico, con sus gritos y manierismos. Aubrey desde Parks and Recreation continúa su ascenso al estrellato con un sinfín de situaciones cómicas y una actitud temeraria frente al resto, mientras que Kendrick es la única que está a contramano de todos los papeles que le tocaron en suerte y a veces se siente descolocada del resto, pero es una luchadora nata frente al talento de otros comediantes. Sí es una pena que el debut de Jake Szymanski como director traiga aparejado una historia que no tenga moraleja -no es que la necesite con urgencia- pero tampoco protagonistas del todo agradables. Cuando la comedia lo necesita, ahí están todos, pero cuando las aristas románticas empiezan a asomar y se adueñan de la trama, la cuota de humor comienza a descender y lo que empezó con un nivel alto de hilaridad termina tranquilo, para nada desbocado. No sirve tampoco si los homenajes son tan geniales como el de Jurassic Park o tristes como el de Wedding Crashers, una película que todas las comedias de enredos y bodas deberían evitar de acá a 30 años. Mike and Dave Need Wedding Dates no pasará a la historia como una comedia para demayarse de risa, pero al menos es ligeramente superior al bodrio de Efron, Plaza y Robert DeNiro en Bad Grandpa. Tiene momentos geniales y otros no tanto, pero se deja disfrutar a pleno.
Crítica emitida por radio.
Jake Szymanski, quien de a poquito se está metido en el mundo del cine pero ya está dentro del de la comedia hace rato (con algunos capítulos de series dirigidos e incluso la película hecha para televisión con Andy Samberg, 7 days in hell), dirige esta comedia norteamericana que apela a los recursos más básicos pero con la menor gracia. Hablemos primero de los protagonistas. Zac Efron es más que un cuerpo moldeado, pero no siempre le permiten que pueda demostrarlo; bueno, acá estamos ante uno de esos casos. Anna Kendrick y Aubrey Plaza son dos actrices lindas y cool; bueno, acá son lindas pero son un desastre, no sólo por ser dos personajes que, como en realidad los cuatro protagonistas, no han encontrado aún qué quieren ser y no han podido convertirse en los adultos maduros que se supone que todos algún día tenemos que ser, sino que además de interpretar a personajes poco agradables lo hacen desde un costado innecesariamente exagerado, sin un atisbo de esa naturalidad o frescura que las caracteriza. Y por último, Adam Devine, el que menos se luce, y menos tiene con que (y no hablo a nivel apariencia física, sino de talento actoral), gesticulando hasta el extremo la mayor parte del film. Hablemos ahora de la trama. Está basada en hechos reales. Bueno, está basada en un hecho real. Bueno, está basada principalmente en una anécdota. Dos jóvenes solteros deciden poner un anuncio en internet para encontrar cada uno una pareja a quien llevar para el casamiento de su hermana. Lo curioso es que el anuncio se viraliza y ellos consiguen sus cinco minutos de fama. Bueno, este detalle que genera la idea para esta película no se queda más que en eso, en un detalle. El guión no se aprovecha para nada de esto y gracias si le dedica también unos cinco minutos. En cambio, la idea termina girando alrededor de estos dos hermanos que en las fiestas suelen ser un desastre y arruinándolo todo, siendo forzados por sus padres para que lleven una pareja decente con la esperanza de que este casamiento pueda salir bien. Y claro, no va a salir nada bien. Hablemos entonces del guión. De chistes que no funcionan y no van a funcionar no importa cuánto nos los quieran imponer. De líneas de diálogos sin gracia. De vueltas de tuerca predecibles. De escenas sin sentido que no aportan nada ni a la historia ni a la comedia. Porque lo cierto es que hay que decirlo, si bien es bastante básica no logra hacer reír tanto como uno esperaría. Y allí radica el peor de sus problemas. Lamentablemente, Mike and Dave es una película que intenta ser provocadora pero se queda más bien sólo en lo vulgar y lo bizarro, lo cual no estaría mal si tuviera algo más que ofrecer. Su ritmo frenético ayuda a que se pase rápido pero el resultado es más bien una comedia floja y olvidable, que no logra acercarse por ejemplo a Los Rompebodas, a la cual refieren, o a Buenos Vecinos, la primera, en donde Zac Efron sí pudo mostrar su torso pero también que cuando quiere y cuenta con un guión a favor, puede ser memorable.
Lamentable plaga de estupideces que trata de pasar por una comedia. Albert Einstein dijo una vez “Hay dos cosas que son infinitas: el universo y la estupidez humana, y del universo no estoy muy seguro”. Mike y Dave, Los Busca Novias es un universo de estupidez sólo finito por la duración de su metraje. Una lamentable vergüenza que detallaré a continuación. Mike y Dave necesitan un guión: Mike y Dave Los BuscanoviasLos hermanos Mike y Dave Stengle son el alma de las fiestas familiares, pero lo que tienen de divertido lo tienen también de descontrolados. Así que cuando la hija menor de la familia anuncia su casamiento, ella les impone a sus fiesteros hermanos la exigencia de traer a dos “chicas decentes” que los mantengan a raya. Tras una búsqueda extensa, dan por “accidente” con Tatiana y Alicia, que aparentemente son lo que recetó el médico, hasta que llegan a Hawaii con motivo de la boda y resultan ser tan o más descontroladas que los dos hermanos. Estamos ante un guión que pasada la introducción del conflicto principal, no es sólo una concatenación de estupideces, sino un universo. Estamos ante la peor malinterpretación de lo que es el humor chabacano, ya que los protagonistas no son estúpidos de una forma querible, sino que te da ganas de darles con un caño, y los secundarios no se quedan atrás ya que incurren en estupideces e infantiladas similares o peores que las de los protagonistas. Son todos caricaturas; no hay nadie serio que obre como contraparte del protagonista. Tiene que haber una diferencia entre personajes, sino no sirve. No se hicieron ningún favor poniendo el “basado en una historia real” porque el hecho de gente tan estúpida exista en la vida real alarma más de lo que identifica. La comedia chabacana no molesta a nadie, pero ante la falta de seriedad en la verdadera definición de su concepto, no se la puede defender. Tiene que haber algo más que un festival de drogas, flatulencias, sexo, y fluidos varios. Todo esto por no decir que el concepto de llevar a las dos chicas de viaje es algo que a medida que evoluciona la “trama” bordea cada vez más en la inverosimilitud, sólo para que al final del metraje se saquen de la galera una motivación emocional que nunca estuvo ahí en primer lugar. Ninguno de los actores queda bien parado. Ninguno. De Adam Devine, Aubrey Plaza y Zac Efron no esperaba ninguna genialidad, pero Anna Kendrick, que bajo ha caído; es triste ver a una actriz de su enorme talento prestarse a una interpretación tan tarada. Rompieron una de las reglas cardinales de la comedia: El único que tiene que pasarla bien es el espectador; si el personaje no sufre, la comedia pasa a ser un despropósito. Conclusión: Mike y Dave, Los Busca Novias es un título que no causa ni p*ta gracia, un ejercicio lamentable que es todo lo malo que el humor chabacano tiene para ofrecer. Los que la hicieron parece que se divirtieron. Lamentablemente de este lado, no puedo evitar preguntar “¿Y la diversión dónde está?” lo pregunto porque dudo seriamente que un estudio desembolse 33 millones para que los actores y los técnicos se diviertan, y no el espectador con el resultado.
Basada en hechos reales. Un film del debutante Szymanski y de los guionistas Andrew Jay Cohen, Brendan O'Brien (de la saga “Buenos vecinos”). La trama resulta bastante disparatada, chistes sonsos y mediocres, lleno de bromas pesadas, chabacanas y vulgares, quienes se destacan un poco más: Zac Efron, Anna Kendrick y Aubrey Plaza. Poco para apreciar y algunos gags efectivos.
Los busca novias Se ve que en Hollywood hace un tiempo largo que se quedaron sin ideas y por eso deciden que hacer películas repetitivas en donde se les cambia dos o tres cosas en un argumento parece una gran idea. Esto es lo que pasó con Mike y Dave: Los busca novias, otra película más de enredos familiares y situaciones sexuales que no se pueden explicar fácilmente. Si a hay que decir algo bueno de este film es que la pareja masculina protagonista puede andar bien en una comedia más elaborada, sobre todo Zac Efreon, que viene demostrando que en la comedia se la banca como cuando canta. Actores y Actrices: Zac Effron: como dije antes, Effron puede andar bien haciendo comedia, pero tiene que empezar a buscar mejores papeles como en Buenos vecinos. Adam Devine: a este actor no lo termino de comprender, por momentos es gracioso y hay otros en que exagera de más y exaspera. Aubrey Plaza: esta hermosa actriz tiene una performance normal pero sobreactuada, su cuerpo vende, su cara vende, su comicidad no está a la altura. Anna Kendrick: otra actriz que tiene que buscar mejores papeles, es una buena actriz que ha bajado su nivel actoral.
Delirio que hará reír a los amantes de lo “incorrecto” Esta comedia tonta y zarpada hace reír mucho, y sería memorable si en un momento el argumento no se convirtiera en un calco de la saga de "¿Qué paso ayer?". Increíblemente se supone este delirio está inspirado en la historia real de dos hermanos juerguistas y bastante tontos que luego de años de arruinar cualquier evento familiar por acosar a todas las chicas, pelearse con su prima lesbiana y provocar la muerte de su abuelito por tirar petardos por todos lados, reciben un ultimátum de su padre: al casamiento de su hermana menor deben ir acompañados por chicas decentes, de buena familia, que los tengan cortitos e impidan que hagan lío. Como la boda es en Hawái y el trato incluye pagarles el viaje a las chicas, el dúo hasta sale en la TV buscando buenas chicas, pero entre las prostitutas, drogadictas y travestis que aparecen no hay candidatas decentes. Dos chicas borrachas, drogonas, sin trabajo ni estudios, aficionadas a masturbarse juntas mirando porno, se hacen pasar por señoritas serias y resultan las elegidas. El desastre nupcial está asegurado en gags muy graciosos que incluyen todo tipo de guarradas tanto en diálogos como en imágenes explícitas de masajes hawaianos hechos con las nalgas. Zac Efron y Adam Devine son un poco más descerebrados de lo que hace falta, pero las que justifican el precio de la entrada son las increíblemente dementes Anna Kendrick y Aubrey Plaza, dos excelentes comediantes que le dan un bienvenido toque femenino a este tipo de humor políticamente incorrecto.
Mike & Dave son dos hermanos que vienen estirando la adolescencia a pura desidia y broma pesada. Así que frente al casamiento de su hermana en Hawaii, la familia les pide, como intento de evitar desastres, que lleven a dos buenas chicas como parejas. Desorientados, los hermanos ponen un aviso que se viraliza, hasta que dos chicas fumonas y bastante salvajes se quedan con el viaje, haciéndose pasar por decentes señoritas. Es lástima que esta comedia rara no haya sacado más jugo de estos personajes averiados -sobre todo los femeninos-, irreverentes e imprevisibles. O haya desperdiciado una de sus líneas más interesantes: la exploración de lo parecida que es la amistad al amor. En cambio, el guión insiste en acumular chistes, más o menos groseros, de dudosa eficacia, y la fiesta a punto de desmadrar deriva hacia los caminos más previsibles. De todas formas, todo lo que sobresale de ese corsé, regala buenas carcajadas.
La comedia de Jake Szymanski resulta un compendio de situaciones grotescas y sin gracia. Ni siquiera Zac Efron se luce como podría. Basada en hechos reales, esta comedia no encuentra ningún sustento. Su vulgaridad, en lugar de incomodar, aburre estrepitosamente. Un detalle pone en perspectiva el asunto: durante los créditos finales pasan los bloopers del rodaje. Equivocaciones en las líneas, risas no contenidas, tropezones, muecas, etcétera. Este anacronismo de estudiantina hace que la misma película no se tome en serio. Los bloopers, más que un apéndice, se transforman en una indirecta: filmar esto fue un traspié, un descuido millonario que deberá ponerse en evidencia cuanto antes. Mike y Dave: los buscanovias, está basada en hechos reales. Dos hermanos fiesteros son obligados a asistir a la boda de su hermana en Hawaii con mujeres distinguidas y educadas. Para encontrar a las candidatas, realizan una convocatoria web que se viraliza. Hasta aquí la anécdota verídica, abusivamente machista, luego hay que pensar cómo estructurar una narrativa con una premisa tan vaga, y si valía la pena el intento. El no es rotundo: este filme carece de propósito, es un compendio de situaciones grotescas y sin gracia, un raspón para la comedia popular yanqui, esa de la que Judd Apatow puede dar cátedra. Los problemas son globales, desde la inverosimilitud dramática hasta el timing impreciso de los chistes, estirando siempre el remate. Las actuaciones nunca se complementan, son chillonas y les falta ese magnetismo físico fundamental para el género. La irreverencia no supera la inmadurez escatológica. Los constantes “fucks” o “shits”, para quien vea la película en idioma original, son muletillas vacías, tan exasperantes como los reiterados planos paradisíacos de Hawaii. El desenlace apela a un facilismo sentimental aberrante y pone a bailar, literalmente, a todo el elenco. Quien surfea como un mínimo de elegancia este alud de mal gusto es Zac Efron, a quien la producción encima desaprovecha teniéndolo todo el tiempo con una remera puesta cuando la mitad de la historia transcurre en la playa.
PERDIENDO LA FORMA Cada tanto se impone esa idea (apolillada) de sobrevalorar humoristas que no usan malas palabras en su discurso cómico, lo que se conoce popularmente como “humor blanco”, como si la no recurrencia a groserías fuera un valor en sí mismo. Si miramos detenidamente, aquellos comediantes del cine que han logrado cierto consenso a su alrededor, son habitantes del universo del “humor blanco” o al menos no han caído reiteradamente en la escatología. Se podría rescatar a un tipo como John Waters, pero bien es cierto que bajo su figura se erige un aspecto contracultural, rupturista, que avala en cierta medida su nivel de ordinariez como una forma de la comedia política. Lo otro, el humor genital, escatológico, soez, enmarcado en el contexto de comedias que sostienen cierta idea de status quo social, es siempre condenado. Mike y Dave. Los busca novias es otra de esas películas que al trabajar sobre el terreno de lo grosero, impiden que su interesante reflexión sobre los roles femeninos y masculinos en la comedia contemporánea norteamericana sobresalga, y sólo se destaque su catarata de chistes estúpidos y ordinarios. Así de mal le ha ido con la crítica. Hay en Mike y Dave. Los busca novias muchas ideas, algunas formales y otras temáticas. Entre las formales, se impone esa noción de diversión contra cierto orden establecido, a la que apelan una y otra vez por los personajes, en situaciones que se acumulan, pero también por la película misma. El film de Jake Szymanski elude la fluidez narrativa de la comedia mainstream clásica con una estructura fragmentaria (algo de esto intentaba con suerte dispar Adam Sandler en Son como niños), que se despreocupa del arco dramático y que incluso rompe en ocasiones con los típicos giros de caída y redención de los protagonistas: ahí tenemos el epílogo, donde la idea de pedido de disculpas de los hermanos Stangle (Zac Efron y Adam Devine, muy divertidos) es no sólo aumentado y exagerado, sino además satirizado desde adentro mismo del relato. Pero no estamos aquí ante un realizador que se preocupe demasiado en la forma, como pueden ser otros comediógrafos talentosos del presente como Nicholas Stoller, Adam McKay o Paul Feig, sino más bien ante un tipo que prefiere hiperbolizar el sentido y lo simbólico. Por eso que Mike y Dave. Los busca novias pueda resultar algo enmarañada y desprolija, y seguramente muy imperfecta. Desde lo temático, lo interesante está dado en la composición de sus personajes. Los hermanos Stangle son instados a llevar al casamiento de su hermana a dos chicas presentables. Y ahí aparecen Tatiana (Aubrey Plaza) y Alice (una forzada Anna Kendrick). Si en la comedia -especialmente en la sexual- los personajes masculinos son los que tienen carretera libre para la mentira y la manipulación, aquí son ellas las que se abusan de la tontería y la ingenuidad de los muchachos. Y no hay en esto un simple reemplazo genérico (no se trata de chicas haciendo cosas de chicos), sino de una mirada moderna que saber que los roles y los espacios tradicionales que cada uno ocupa se han movilizado. En eso, Mike y Dave… se parece bastante a Damas en guerra. Con la diferencia de que si en aquella la mirada masculina estaba lateralizada y hasta puesta en un espacio off, aquí está centralizada y en constante fricción con lo femenino, lo que deja aún más en evidencia su dosis de patetismo y ridículo. Los guionistas de Mike y Dave. Los busca novias son Andrew Jay Cohen y Brendan O’Brien, los mismos de las dos Buenos vecinos, detalle que no es para nada menor si observamos la manera en que en esa franquicia se deconstruyen los discursos de sus protagonistas masculinos, especialmente en la segunda parte donde el punto de vista femenino tomaba un importante primer plano. Hay aquí algo parecido, con la diferencia de que el film de Szymanski prefiere no verbalizar el asunto y ponerlo en movimiento, hacerlo material cinematográfico: aquí las chicas no sólo son las que la tienen más clara, sino las que modifican las acciones y hasta las que se solidarizan a pesar de las distancias iniciales que puedan existir entre ellas. Y su película brilla tanto en el humor verbal como en un par de secuencias de humor físico gloriosas (la escena del masaje, la del cuatriciclo), que evidencian también cierta violencia contenida que el humor salvaje ha demorado siempre hasta castrarse. Y lo último para destacar es Efron, quien desde 17 otra vez ha venido abriéndose camino en la comedia, y que a partir de Buenos vecinos parece haber encontrado un lugar de privilegio y clarividencia cómica, incluso aprovechando su propio físico y hasta burlándose de su rol de sex-symbol adolescente que alguna vez ocupó. Claro, es un camino que definitivamente lo relegará de los premios, pero que como a Mike, Dave, Tatiana, Alice y esta comedia los llevará a la felicidad de hacer la que se les canta, siempre y a todo momento, y con perdón por las groserías.
Hay desigualdad en esta página. Desigualdad y un vil aprovechamiento de los viajes por parte de algún colega, quien seguramente vio los estrenos de esta semana y se fugó a miles de kilómetros para evitar tener que sentarse a escribir sobre algunos de ellos. Esto es cobardía pura. Voy a hacer la estadística para ver la calidad de calificaciones del año a ver a quién le tocó ver mejor cine y escribir un comentario. Cuando nada podía empeorar el hecho de haber visto en la misma semana “Márama-Rombai: el viaje” y “Mi papá es un gato” llegó a nuestros ojos “Mike Dave: los busca novias”. El horror no se hace esperar ni un segundo aquí. Ya los primeros diálogos dan cuenta del nivel intelectual con el cual los guionistas Andrew Jay Cohen y Brendan O'Brien han decidido vapulear los oídos. Al comienzo de la película conocemos a Mike (Adam Devine) y Dave (Zac Efron). Hermanos ellos, de pocas luces pero con una facha impresionante de testosterona heterosexual, apoyada en ese tipo de tomas a lo “Top Gun” (Tony Scott, 1986). A estos dos los espera el casamiento de su hermana en Hawai, para el cual se les solicita que vayan acompañados de buena gente. Como ambos hacen de idiotas acá, deciden publicar un aviso para conseguir las mejores candidatas. Van 15 minutos. A partir de ahí se termina el guión y lo que sigue es una seguidilla de situaciones forzadas, estupideces, y verdadero empeño en contar malos chistes: algunos racistas y otros de mentalidad precámbrica respecto de la mujer, el lugar que ocupa y lo que representa para la sociedad y para el hombre. Las dos elegidas por éste par de imbéciles (como personajes también dejan sentado claramente el prototipo anquilosado, esquemático y ridículo de lo que debería ser el heterosexual en este siglo) son Alice (Anna Kendrick) y Tatiana (Aubrey Plaza). Dos actrices que aún dentro de este tipo de registro, ofrecen de los peores trabajos femeninos vistos en el año. No es necesario ahondar en los detalles de por qué Mike y Dave son “victimas” de estas dos chicas porque, como ya dijimos, son idiotas. Si la dirección de Jake Szymanski podía ser peor, preste atención, si tiene la desgracia de entrar al cine a ver esto, al montaje del “reviente” o a los primeros diálogos que tienen cuando las parejas se conocen por primera vez. Lejos de lo peor de la comedia americana sin contenido, vacía, sin alma, y apuntada a un público al que se lo subestima desde el primer fotograma, y desde el primer gag, especulando que con un par de torpezas, puteadas o tetas, alcanza para sacarle una carcajada al público. Permiso, voy a revisar las estadísticas y elevar una queja formal al editor.
Escuchá el audio haciendo clic en "ver crítica original". Los domingos de 21 a 24 hs. por Radio AM750. Con las voces de Fernando Juan Lima y Sergio Napoli.
La hermana de Mike (Adam DeVine) y Dave (Zac Efron) se va a casar. Los padres llegan hasta la casa de ellos para pedirles -rogarles- que encarrilen sus vidas y no arruinen la fiesta. Entonces los jóvenes, muy obedientes, se ponen en campaña para conseguir sus parejas. En una racha de escasez de chicas dignas de ser presentadas a su familia, los hermanos no tienen mejor idea que poner un aviso en las redes, en el cual explican que las elegidas se irán de viaje con ellos a Hawaii. Y si de internet hablamos, entendemos por qué esa solicitada se viraliza y empiezan a llegarles cientos de mensajes, pero cuando conocen a las mujeres, copas de por medio, ninguna da con el perfil necesario -y están bastante lejos de eso. Ya desesperanzados, Mike y Dave se van del bar y, por algo que simula ser una obra del destino, conocen a Alice (Anna Kendrick) y Tatiana (Aubrey Plaza), quienes terminarán siendo sus compañeras de viaje.