Este film que participa de la Semana de Avant-Premieres de cine francés 2017 nos trae una historia pequeña pero que desde un relato casi paródico nos invita a reflexionar sobre las relaciones humanas. Los Mars son una familia en la cual sus integrantes tienen entre ellos vínculos complejos. Philippe Mars es un ingeniero informático que a duras penas puede con ese entorno familiar. Está separado y tiene dos hijos adolescentes con los que le cuesta relacionarse. Es esquemático y rutinario. La aparición de un personaje poco común en apuros provocará cambios en su vida. El título en francés Des nouvelles de la planete Mars, nos vincula con el planteo de la película, una familia, un mundo, los Mars, el planeta Marte, la metáfora del sueño del astronauta y su búsqueda. La necesidad del desequilibrio para lograr el equilibrio, el borde entre lo normal y lo que no lo es, entre lo que se espera socialmente y los deseos. La película dirigida por Dominik Moll transita ese delicado hilo que va desde lo grotesco a lo costumbrista con una historia rayana a la locura y la irrealidad, con personajes queribles por lo patéticos. Los actores encarnan con soltura esos seres que buscan el amor y la comprensión, sin desbordes histriónicos. Muchos temas de la realidad van apareciendo a lo largo de la historia. Las relaciones laborales, los medios y el manejo de la información, la amistad, el compromiso, la moda del vegetarianismo y la incomunicación, entre muchos otros. La fotografía de tonos apagados, y la música, apoyan esta propuesta que sale airosa del desafío de la mezcla de géneros que propone esta comedia dramática de tono oscuro y humor denso. Recomendada para pasar un buen momento y seguir conversando en una charla de café.
Eficiente comedia a pesar de algunos tropiezos en su ritmo. El conformismo es y será un tema en boga en el cine. El dilema de lo que somos contrastado con lo que queríamos ser es algo que no pocas veces nos quita el sueño. Sobra decir que si bien el drama ha ilustrado con eficiencia este concepto, donde ha producido sus mejores resultados es en conjunto con la comedia. Noticias de la Familia Mars se inscribe dentro de este grupo, con iguales dosis de aciertos y tropiezos. París, tenemos un problema: Phillipe Mars es un ingeniero informático que alguna vez soñó con ser astronauta, pero la realidad lo encuentra divorciado y padre de dos hijos con los que no tiene una buena relación. Su hija mayor está obsesionada con ser exitosa (una ambición motivada por no repetir la historia de su padre más que otra cosa), mientras que su hijo menor descubrió el vegetarianismo. Esta vida tediosa se dará vuelta cuando un compañero de trabajo tenga una crisis nerviosa (que daña físicamente a Phillipe), se escape del neuropsiquiatrico y pida quedarse en su casa. Una convivencia que producirá no pocos cambios en el hogar familiar. Si bien Noticias de la Familia Mars tiene un tema claro (los ideales de la juventud: perdidos, sostenidos, recuperables) y una estructura narrativa clara (la vida laboral y la vida familiar), le toma tiempo introducirlos formalmente y eso le puede costar el enganche del espectador con la historia, al menos de forma inmediata. No obstante, saben compensar esta demora con momentos de comedia muy efectivos. Si hay un error en concreto que no se puede pasar por alto es su intento forzado de introducir el realismo mágico en la historia. Está introducido muy esporádica y convenientemente a lo largo de la historia para compensar los tiempos muertos, y toma un rol en el desenlace que no condice con la lógica interna del universo de la película. Una decisión que, dependiendo del ojo de quien mira, puede afectar a su apreciación global de la misma. Francois Damiens se lleva eficientemente al hombro la película, pero sus momentos más logrados son en compañía de Vincent Macaigne, quien interpreta a su perturbado colega. Los actores que dan vida a los hijos del personaje tampoco se quedan atrás, pero el punto concreto es que la química entre todos ellos si bien no es excelente, es lo suficientemente creíble para sostener la mayoría del relato. Noticias de la Familia Mars es una película bastante prolija, sin mucho rebusque. Si bien cuenta con momentos de plano-contraplano en algunas ocasiones, la gran mayoría del film sostiene hasta donde puede planos sin cortes, pero sin llegar al plano secuencia; lo que beneficia y mucho al lucimiento de los actores. Conclusión: Noticias de la Familia Mars como comedia es cumplidora con personajes queribles que se pueden ganar la simpatía del espectador, a pesar de padecer algún que otro tropiezo en su ritmo. Si a esto sumamos las decentes labores actorales y la sobria puesta técnica, traen como resultado una propuesta aceptable.
La inercia paternal Si bien gran parte de los films franceses que llegan a estrenarse en Argentina responden a esa vertiente melosa y/ o tragicómica que los galos producen desde siempre y que apunta en primer lugar -y por lo general, de manera exclusiva- al mercado europeo, de vez en cuando podemos encontrar alguna anomalía que quiebra un poco esta especie de acuerdo tácito entre los distribuidores argentinos y el público que consume una y otra vez el mismo formato de película. Así las cosas, la simpática Noticias de la Familia Mars (Des Nouvelles de la Planète Mars, 2016) no es precisamente una maravilla del séptimo arte pero funciona como un digno representante de lo que podríamos denominar el esquema alternativo al andamiaje mainstream anteriormente mencionado: aquí tenemos un relato símil Hollywood de “personajes opuestos” y detalles surrealistas que nos reenvían a comienzos del siglo XX. Como si se tratase de una nota al pie de la extraordinaria El Nuevísimo Testamento (Le Tout Nouveau Testament, 2015) de Jaco Van Dormael o de una versión conservadora y mucho más coherente de la rama más mundana de la carrera de Michel Gondry, esa orientada al retrato del “hombre común” desde un costumbrismo empardado con el lenguaje onírico, hoy la última propuesta del inquieto Dominik Moll, director responsable de las interesantes Harry, un Amigo que te Quiere Bien (Harry, un Ami qui vous Veut du Bien, 2000) y Lemming (2005), ataca sutilmente a uno de los objetivos/ blancos predilectos del cine europeo en general, el burgués cuarentón y aburrido que cree en la perfección de su vida y en esencia decide obviar que cada una de sus supuestas conquistas (en el campo del trabajo, la familia, las amistades, etc.) pende de un hilo delgado que está a punto de deshilacharse. La historia toma por eje la monótona existencia de Philippe Mars (François Damiens) y esa suerte de amistad que entabla con el desequilibrado Jerôme (Vincent Macaigne), primero un colega de la oficina (que no llega a comprender del todo), luego autor material de lo que podría haber sido la muerte de Philippe (en función de un episodio de violencia en el trabajo que deriva en una oreja cercenada) y finalmente compañero de convivencia cuando se aparece en su hogar (para colmo enamorado de una mujer que conoció en la clínica psiquiátrica). El guión de Gilles Marchand y el propio Moll nos pasea por la personalidad de cada uno de los secundarios (los hijos de Philippe, su hermana, sus padres muertos, etc.) para construir una exégesis poco original pero bien cáustica de la familia Mars y su cabeza principal, un hombre inerte que no sabe decir “no” a la gama de neuróticos que lo rodean. Por supuesto que los problemas del inicio entre Philippe y Jerôme rápidamente mutan en una complicidad algo bizarra, en especial por las salidas taciturnas del segundo, un freak con todas las letras aunque no tan peligroso como parece. Como señalábamos antes, los inserts fantásticos vinculados a la ensoñación o los espectros de seres queridos condimentan inteligentemente el relato, el cual asigna el tiempo justo y necesario a la dinámica de un cohabitar símil mixtura entre comedia negra y buddy movie, siempre utilizando al humor absurdo y/ o familiar como elemento unificador del sentir de los personajes. Quizás en el tramo final del metraje, cuando llega el momento de la esperada “explosión” de Philippe, Moll se queda un poco corto en el terreno anímico y abusa de su moderación, aun así la película es un pantallazo adorable en torno a la necesidad de amor en todas sus variantes…
Familia disfuncional Noticias de la familia Mars (Des nouvelles de la planéte Mars) es una comedia francesa-belga escrita y dirigida por Dominik Moll. Philippe Mars (François Damiens) es el padre de Sarah (Jeanne Guittet) y Grégoire (Tom Rivoire). La hija de diecisiete años tiene la cabeza únicamente en los exámenes de la escuela y en su novio. Por otra parte, el varón, de la noche a la mañana se hace vegetariano, con una muy buena base argumentativa en la que prioriza la vida de los animales. Philippe es un hombre divorciado que intenta mantener buena relación con la madre de sus hijos. También trabaja en una oficina como ingeniero informático. Desde todos los puntos de vista posibles, la vida del protagonista se desborda. Sueña con ser astronauta. Se le aparecen sus padres recientemente fallecidos. Su hijo además de proteger los derechos de los animales, con doce años tiene raras conversaciones sexuales con una "compañerita" de la escuela. Su ex esposa le deja siempre a los hijos, no se hace cargo de ellos. Pero todo esto no era nada hasta que su colega Jérome (Vincent Macaigne) tiene un brote psicótico y es enviado a un hospital psiquiátrico. Jérome logra escapar de dicho hospital y se refugia en el departamento de los Mars (sin el consentimiento de Philippe). Esto lleva a muchas situaciones poco agradables para el protagonista pero muy graciosas para el público. Es una comedia constante, el guion está escrito para que desde el minuto uno logre la primer carcajada y de ahí no puedas parar de sonreír. Logra bien los momentos "dramáticos" y sobre todo los silencios, que es algo fundamental para poder hacer reír
Transcurrida buena parte de Noticias de la familia Mars, a quienes siguen regularmente la cartelera local les resultará inevitable asociarla con Graduación, película rumana estrenada hace un par de semanas. En ambos films uno no puede menos que pedir piedad con sus protagonistas, víctimas de una andanada de difucultades que se les van presentado sin solución de continuidad. Pero si en la película de Cristian Mungiu las penurias de su personaje principal responden a un envileciminto social, la propuesta de la francesa Dominik Moll ya roza el ensañamiento gratuito.
Tras su paso por la Berlinale 2016, se estrena en diez salas de CABA, GBA, La Plata y Rosario esta lograda incursión en la comedia absurda del director de Harry, un amigo que te quiere bien y Lemming con François Damiens y Vincent Macaigne como protagonistas. Moll narra la historia de un loser lleno de buenas intenciones, al que todo parece salirle mal. François Damiens encarna a Philippe Mars, un programador de computadoras divorciado y con dos hijos adolescentes al que la ex mujer le deja a los "chicos" para irse a trabajar por un tiempo al exterior, lo ponen a controlar a Jerôme (Vincent Macaigne), un colega laboral bastante desquiciado y, para colmo, tiene que soportar las locuras de su hermana y las particulares personalidades de sus niños. El trata de hacer siempre “lo correcto” pero tiene el “no” difícil y da la impresión de que la realidad se lo va a llevar puesto. Estas penurias de Mars –que encima tiene sueños extraños con sus padres que murieron hace poco– se irán sumando cuando su colega termine hiriéndolo accidentalmente en el trabajo y, encima, mudándose a su casa, lo cual conlleva una serie de incomodidades. No sólo porque Jeròme es un personaje bastante abrumador (y abrumado), sino porque además termina haciéndose amigo de su hijo, sumando a la escena a su aún más peculiar novia y enganchando a los Mars en complicadas y potencialmente peligrosas aventuras. Más allá de algún pequeño toque dramático la película apuesta a la comedia absurda. Y el tono se sostiene y funciona la mayor parte del tiempo, logrando combinar situaciones en extremo delirantes con una honestidad emocional bastante llamativa tomando en cuenta los momentos casi ridículos que le toca vivir a Philippe. El director de Harry, un amigo que te quiere bien consigue que buenos gags y personajes (con dos actores magníficos para interpretarlos) confluyan efectivamente entregando una película que, además de momentos muy graciosos, tiene un sincero aunque extrañado realismo dramático que hace que uno jamás pierda de vista las confundidas emociones de un personaje que quiere hacer las cosas bien pero a quien le sale todo mal… hasta que las circunstancias lo llevan a convertirse en otra cosa. Una simpática y bienvenida sorpresa.
Seres de otro planeta Noticias de la familia Mars (Des nouvelles de la planète Mars, 2017), película franco-belga dirigida por Dominik Moll, es una comedia desmedida e irreverente que literalmente se construye sobre lo inconexo, la sorpresa. Paradójicamente tiene un ritmo mesurado que la hace atrapante y atractiva, pues lo sintético y bien delineado del guion gira alrededor de un personaje cautivante que sirve de llave para adentrarse a otros seres aún más divertidos y conmovedores. Phillipe Mars (François Damiens) es un programador de computación divorciado apaciguado y tranquilo, gris y ordinario, que debido a un viaje laboral de su ex esposa se queda a cargo de sus hijos adolescentes que resultan ser de lo más particulares: una hija que solo se preocupa por estudiar para un examen además de su situación sentimental, y un hijo menor que se ha vuelto vegetariano en una lucha por defender a los animales y a la vez, poco preocupado por su educación sexual. Pero no solo queda ahí, Phillipe también tendrá que hacerse cargo de Jerome (Vincent Macaigne), un compañero de trabajo que ha sufrido un ataque de locura y ha sido llevado a un psiquiátrico del cual escapa junto con su novia. Sin duda Phillipe es una especie de loser que debe hacerse cargo de todos como un padre o jefe de tribu, pero a la vez es la historia de la explosión de un personaje que no sabe negarse a nada. Lo disparatado de las acciones y la construcción de los personajes son lo mejor que tiene la película. Desde el inicio, Phillipe, de vida rutinaria, sueña todos los días que es un astronauta, pero que recorre su casa como si hubiera descendido en otro planeta, a la vez que se le aparecen sus padres ancianos y felices de estar en el mundo de la muerte. Cabe señalar que su apellido Mars en francés quiere decir “Marte” como si fuera la familia del planeta rojo y sobre ese hecho vuelve más cautivo lo disparatado. Es una colección interesante de personajes raros, obsesivos y alejados de la realidad, pero a la vez ordinarios, próximos y que pueden plagar nuestro mundo cotidiano. Un gran trabajo actoral que demuestra que en una comedia los personajes son la base de todo, siendo la fuerza de su protagonista el sostén de las acciones que se desencadenan. Una gran propuesta sobre el absurdo, sobre la creación dramática desde la ausencia evidente de conexión alguna, pero a la vez una manera de alcanzar distintos matices poéticos y sobre todo, gags divertidos que generen la empatía suficiente para que el espectador no se pierda frente a la rareza. Noticias de la familia Mars tiene el aire europeo, el mundo cartesiano de los franceses, fundado sobre la estructura y la vida laboral esquemática llevada a la desintegración, pero sin perder su pulso musical lleno de romanticismo poético que hará que uno se encuentre con un film emotivo y lleno de gracia.
Noticias de la familia Mars Fallida comedia que termina por desatender sus premisas para convertirse en un oscuro relato sobre la paternidad, el mundo laboral actual y personajes que por el delirio con el que se los intenta construir terminan por generar fisuras en la historia. Dominik Moll dirige la narración en dos caminos, uno que apunta a reforzar la linealidad y otra que en detalles de color (el esperar que la ex mujer diga pepino en una transmisión en directo en la TV) sólo generan risa pero no pueden superar el tedio del relato en general.
Es una comedia simpática sobre la crisis de un hombre de alrededor de 40 años que todo lo soporta, en su trabajo y en su familia y que no puede decir que no a nadie. Ni a su esposa abusiva, una periodista sin horarios y con viajes frecuentes, ni a sus malhumorados hijos, la chica obsesionada por el éxito que lo critica sin piedad, un hijo que se hace vegetariano y defensor de los animales, ni a un compañero enloquecido que lo ataca y que cuando huye del neuropsiquiátrico va a vivir a su casa. Ni siquiera a su hermana que le deja de prepo el cuidado de un perro. Con estos ingredientes el director Domenik Moll que escribió en guión con Guilles Marchant y buenos actores logra un film agradable, que por momentos decae y crece hacia el final que conforma a todos a seguir viviendo en una sociedad que no los entiende. La mirada de un hombre en crisis en una sociedad opulenta, que sueña con ser astronauta y que aprende a comprender que el olvido de los ideales nos hunde en una rutina sin salida. Un entretenimiento agradable que se deja ver.
UN EXTRAÑO EN LA FAMILIA En la nueva película de Dominik Moll, Noticias de la familia Mars, el protagonista es Philippe, un hombre de 49 años, divorciado, que tendrá que cuidar a sus hijos mientras la ex esposa hace un trabajo en Bélgica. En ese preciso momento, le ocurre algo particular: en la empresa en la que trabaja le harán vigilar a un compañero que luego de un ataque psicótico le corta una oreja. Internado en un psiquiátrico, escapará para pedirle a Philippe que lo esconda en su departamento por un tiempo. Moll muestra las relaciones que se dan dentro del grupo que se forma, personajes totalmente queribles y que, cada uno con sus problemas a cuesta, le irán dando una personalidad extraña a esta comedia. El humor en el film funciona a partir de la sinceridad de muchos de sus diálogos, como por ejemplo aquel en el que padre e hijo hablan de relaciones sexuales, luego que el primero descubra un mensaje en el teléfono del segundo. Como en muchas de las películas del director, la llegada de alguien por fuera del entorno familiar será el motor para que se trastoque todo lo que sucede en ese ámbito. Tanto en el suspenso como en la comedia, Moll demuestra que es uno de los directores más interesantes de la actualidad.
Mucho más que una pareja despareja. Aun dentro de una estructura algo repetitiva, la película consigue partir de un esquema conocido para desembarcar en un absurdo llevado al paroxismo. Buena parte de su efectividad se apoya en el trabajo de sus protagonistas, François Damiens y Vincent Macaigne. Casualmente o no, Noticias de la familia Mars (el “planeta” del original fue innecesariamente reemplazado) remite directa o indirectamente a la ópera prima del franco-germano Dominik Moll. Si en Harry, un amigo que te quiere bien (2000) el reencuentro de un hombre con un compañero de la secundaria disparaba la más insensata e inquietante de las convivencias, aquí la relación que el señor Mars establece con un colega de trabajo marca el casillero uno de un tablero que se parece a una suerte de infierno cotidiano y sin fin a la vista. Construido desde un primer momento como comedia con pinceladas excéntricas (con ese astronauta soñado cayendo lentamente desde el espacio hacia la luminosa París), el guión de Moll y Gilles Marchand se toma el tiempo justo para hacer chocar de frente a la pareja de opuestos que lo protagoniza. Philippe Mars, bajo la piel del belga François Damiens es un hombre que atraviesa la crisis de la mediana edad con un estoicismo demasiado parecido a la terquedad: separado de su mujer, con dos hijos adolescentes y un trabajo de un par de décadas en una empresa de informática, su vida se asemeja –en palabras de un personaje secundario– a la de un mono enjaulado que se aleja de las barras para simular una imposible libertad. Si el physique du rôle de Damiens resulta ideal, el de Jérôme no lo es en menor medida: Vincent Macaigne parece pintado para su treintañero tardío con serios problemas de depresión, que lo hacen caer cada tanto en ataques de ira incontenibles. Durante uno de esos paroxismos psicóticos Jérôme –tras destruir media oficina– termina lanzando un cuchillo por los aires y cercenando la mitad de una oreja de Philippe. Desde ese momento, el absurdo será elevado a varias potencias. La bondad intrínseca y corrección ética del señor Mars, unidas a un sentido de la empatía que no hace más que traerle problemas, desembocan en la presencia constante del nuevo inquilino en la casa de su ex esposa, en una semana complicada: la mujer, periodista, se encuentra en Bélgica cubriendo una cumbre política, y Philippe ha quedado a cargo de sus hijos. Lo de Jérôme, más que una presencia, es una intrusión profunda, absoluta, casi una invasión, punto de arranque para que el concepto de “pareja despareja” que late en el interior de Noticias... permita que esa relación sea el centro de irradiación del humor como del crecimiento personal del protagonista de apellido “marciano”. Lo más estimulante y/o divertido del film no es tanto su estructura general –por momentos algo repetitiva y previsible–, sino los apuntes tragicómicos de algunas de sus mejores instancias que, a pesar de una comicidad jugada en gran medida al gag, no abandona el aire tristón que el protagonista lleva puesto casi como una máscara. Que el enfrentamiento generacional entre padres e hijos pueda potenciarse por las diferencias de opinión acerca de la producción de alimentos de origen animal y que, a su vez, esa obsesión vegana sea para un tercero apenas otro nombre para la fobia emocional y sexual (y el disparador del ecoterrorismo absurdo de los últimos tramos) es uno de los mejores ejemplos de las pequeñas incorrecciones políticas que atraviesan Noticias de la familia Mars.
Delicias de la vida cotidiana Después de algún tiempo de silencio cinematográfico que se habrá hecho demasiado prolongado para los que guardaban el buen recuerdo de Harry, un amigo que nos quiere bien, Dominik Moll vuelve a exhibir dotes para la comedia en esta Noticias de la familia Mars que no le deja a su protagonista, que tiene el sí fácil, mucho margen para el descanso. que es lo que precisamente él fue a buscar. No hay mucha posibilidad de encontrarlo si se observa a quienes lo rodean ahora que su mujer se ha ido a trabajar lejos y lo ha dejado al cuidado de los chicos (adolescentes y cada uno con sus mañas). Y por si eso fuera poco, se encuentra con otros regalos inesperados: el peor, un antiguo compañero de trabajo que un buen día se escapa de la clínica psiquiátrica a la que fue a parar por muy justificables razones aparece y se instala en su casa. A los que se suman el insoportable perrito gritón que le endilgó una amiga y sus dos padres, ya finados (toque sobrenatural), venidos del más allá a repartir consejos. En fin, todo un festival de desequilibrados. Que son, por lo visto, la especialidad de Moll. No es para morirse de risa, pero tiene originalidad, entretiene y divierte.
Noticias de la familia Mars marca el gran retorno de Dominik Moll a los cines argentinos luego del notable thriller Harry, un amigo que te quiere bien. Las dos películas tienen el mismo principio narrativo tomado de Teorema, de Pasolini: una familia es repentinamente sacudida por la intrusión de un misterioso hombre que revela sus frustraciones y propone una forma de renacimiento. La locura del extraño que pone en evidencia el malestar de la sociedad contemporánea toma en esta ocasión la forma de una comedia disparatada, exuberante y poco convencional cuya frescura irreverente se impone con la aparición de lo insólito en el corazón de la normalidad. Philippe Mars es un ingeniero de sistemas divorciado con una vida profesional aburrida y repetitiva, que vive con su gato y dos hijos adolescentes recién aterrizados. El hombre es soporífero, medido y temeroso. Sus días transcurren en ambientes deprimentes, desde un departamento demasiado estándar hasta una oficina iluminada como una carnicería. La monotonía de la vida cotidiana es una fuente inagotable para la comedia. La película se construye de a poco: cada nuevo elemento desacomoda a Philippe de su rutina. Su hija le da lecciones, su hijo se convierte en un vegetariano militante, su hermana pinta el retrato de sus padres muertos desnudos e hipersexuados. El viaje delirante se completa con el tempestuoso Jerome, el gran elemento perturbador: un verdadero huracán cómico que genera caos por donde pasa y pone al planeta Mars fuera de control. Dominik Moll se atreve con una comedia absurda, existencial y festiva en la que conviven la fantasía onírica y ciertas imágenes poéticas. La película comienza con un sueño en el que Philippe, vestido como astronauta, flota a kilómetros de su departamento. La imagen será recurrente: un hombre fuera de su propia vida tratando de volver. Estas secuencias fantásticas dinamitan la continuidad realista y potencian, en el mismo movimiento, una atmósfera de creciente confusión. La parte final de la película es la más libre y conmovedora. En un mundo paralelo de inspiración lyncheana, en el que los padres difuntos del protagonista le dan consejos y esbozan una sonrisa extrañamente congelada, Philippe abandona su reserva y comienza a actuar para vengarse de su propia vida.
La nueva película de Dominik Moll, Noticias de la familia Mars, es una extraña comedia de humor negro sobre un hombre de familia recién divorciado. François Damiens es Philippe, un hombre recientemente divorciado con un trabajo rutinario en informática. Su monótona existencia comienza de a poco a evaporarse. Porque al poco tiempo de modificarse su estado civil, en el trabajo lo cambian de puesto y le asignan como compañero a un excéntrico programador, Jerome (Vincent Macaigne). Mientras tanto, en su casa, sus hijos apenas lo escuchan y su ex mujer desaparece constantemente a causa de su trabajo como reportera, dejándolo al cuidado de los chicos. Un día, Jerome estalla en medio de una crisis neurótica y sin querer le arroja un hacha que le termina cortando una oreja. A partir de ese momento los sucesos seguirán tornándose cada vez más raros e impredecibles, especialmente cuando su agresor termina instalándose en su casa. La imposibilidad de Philippe de decir “no”, sumada a la relación que el huésped tendrá con sus hijos -aquella que él mismo ansía pero no logra conseguir- los lleva a vivir juntos más tiempo del que esperaban. Una de las formas que encuentra su protagonista de sobrellevar estas situaciones es a por medio de conversaciones que tiene con sus padres fallecidos a través de los sueños. El realismo mágico, con Philippe viéndose a sí mismo como un astronauta, se introduce a cuentagotas. En esa casa todo se convierte en caos. No obstante, al principio, los problemas no parecen ser tan graves: más que nada basados en el orden y la limpieza o en un hijo que quiere ser vegetariano, hasta que Jerome decide invitar a una joven de la cual cree estar enamorado, alguien que tiene una situación mental parecida a la suya. Todo esto de a poco va creciendo hasta llegar a situaciones extremas que los ponen en peligro. La vida de Philippe se siente desbordada y espera llegar a un punto límite, algo necesario, quizás para poder replantearse ciertas prioridades. Algo va a tener que estallar.
Noticias de la familia Mars, de Dominik Moll Por Mariana Zabaleta La dualidad del grotesco se hace presente en esta propuesta. La tragedia y la comedia son dos caras que, extrañamente, suelen manifestar una escena naturalista. Dominik Moll logra, con un reparto de actores muy bien dirigido, retratar las peripecias tragicómicas de un padre del siglo XX. Cierta melancolía inunda a Phillipe Mars, la muerte de sus padres, su divorcio y una rutina de oficina que lo arroja continuamente a una postal gris. Conviviendo repentinamente con sus hijos adolescentes, los momentos de desencuentro y tensión dominan las escenas. Sin ser un drama, la naturalidad en que se desarrollan y complejizan estos personajes es un espectáculo digno de ver. Disimiles, dispares, cada uno de los satélites que giran alrededor del Sr.Mars exhiben sus neurosis. Sus hijos: una adolescente obsesionada por el estudio y su hermano, encarnado militante del vegetarianismo. Una experiencia próxima a la muerte arroja al Sr. Mars a un torbellino de aventuras, donde su propio victimario se convierte en su amigo. Jerome (compañero de trabajo de Phillipe) sufre un brote, extrañamente este punto de quiebre es el comienzo de una relación. El absurdo no permite la cristalización de las relaciones en un registro determinado, lo cual convierte a la propuesta en una escena lúdica realmente entretenida. Los gasgs funcionan, bajo un registro que ante las tragedias de la vida postmoderna apuesta por la inocencia y la antigua figura de los padres, eternos fantasmas. Son estas “presencias” quienes suavizan la crueldad de los desencuentros; generaciones en choque que en la superficie muestran sus tensiones. Un redondo final, donde cada personaje encaja perfecto en la escena, deja al espectador (seguramente) enternecido y satisfecho. NOTICIAS DE LA FAMILIA MARS Des nouvelles de la planète Mars. Francia/Bélgica, 2016. Dirección: Dominik Moll. Intérpretes: François Damiens, Vincent Macaigne y Veerle Baetens. Guión: Dominik Moll y Gilles Marchand. Fotografía: Jean-François Hensgens. Música: Adrian Johnston. Duración: 101 minutos.
El protagonista Philippe Mars es un programador de computadoras, padre de dos hijos adolescentes y divorciado. Su ex lo deja a cargo a sus hijos porque ella debe irse para trabajar al exterior por algunos días. Su vida se complica demasiado ya que no conoce mucho las actividades de sus hijos, su hermana le aparece con un pedido muy especial y su compañero de trabajo Jerôme (Vincent Macaigne, “Las inocentes”), está algo trastornado psicológicamente y se le instala en su casa. Pero todo no termina ahí; Mars no logra relacionarse con sus hijos no los conoce demasiado y estos logran conectarse con Jerôme quien les mete en su casa a su novia que conoció en la clínica psiquiátrica. Mars es servicial, sensible, amable, bonachón y le cuesta decir que no a las cosas. Además él se siente algo perturbado porque aun sueña con sus padres fallecidos y sueños no concretados. Surgen una serie de enredos, momentos graciosos, emotivos, absurdos, con buenos toques de la comedia bien negra.
Las pesadillas de un oficinista ordinario Esta delirante comedia franco-belga es una de esas películas más raras que eficaces, aunque hay que reconocer que tiene sus momentos divertidos y es bastante entretenida. El planteo es gracioso, ya que el protagonista es un oficinista divorciado con dos hijos adolescentes que vive abrumado por dejar que, tanto en su vida personal como laboral, e inclusive hasta con sus vecinos, todos se aprovechen de él de distintas maneras. Pero eso que empieza por carriles más o menos normales, va derivando paulatinamente en una oreja cortada, dos escapados del manicomio asilados en su casa con un cajón de explosivos debajo de la cama y un ejército de ranas en el balcón. El director Dominik Moll, conocido por la extraña "Harry, un amigo que te quiere bien", da su visión casi alucinatoria sobre la vida cotidiana y aumenta la locura de a pequeñas dosis hasta llegar a un disparate total, y para que eso se sostenga se vale de las excelentes actuaciones de François Damiens y Vincent Macaigne como el oficinista abrumado y su compañero del trabajo respectivamente, luego internado en un psiquiátrico. "Estas ´Noticias...´ tal vez no sean del todo parejas, pero sin duda pueden hacer pasar un buen rato.
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Philippe Mars es un buenazo. Tan buen tipo, tan tranquilo, que termina recogiendo la caca del perro ajeno, cuidando al de la hermana y aceptando a los chicos cuando no le toca porque la ex, periodista televisiva, tiene que viajar de apuro. Al hombre le cuesta decir que no. Atemperado, rey del sentido común, contesta con modos gentiles los ataques de sus dos adolescentes y soporta estoico al nuevo compañero de trabajo, rudo y desmañado, hasta que el tipo tiene un brote violento y termina internado. Esta comedia excéntrica, absurda y tremendamente simpática parte de un planteo interesante: la relación con ese colega empieza a partir de su locura. Que es casi lo que le faltaba al bueno de Philippe para que las cosas, por mucha onda que les ponga, sigan saliéndole tan torcidas. Es virtud del guión, y de la dirección del alemán Dominik Moll, en este film francófono, sobrevolar a sus personajes rozando temas y registros de emoción diversa, sin caer en estereotipos ni grotescos, sin sentimentalismos pero con una emoción genuina que crece con el relato. Siempre desde el tono de comedia agridulce, rica en sorpresas y vuelo: literalmente, porque Philippe sueña que es un astronauta flotando sobre la tierra, y si el sueño es deseo como enseñó Freud, imposible no comprenderlo. Por el camino, además, Noticias de la familia Mars regala unos cuantos momentos absolutamente desopilantes.
Adaptarse o no, ¿esa es la cuestión? Los Mars son una familia disfuncional: padres separados y dos hijos adolescentes medio freaky que no respetan al padre. Philippe tiene 49 años y un buen trabajo, es paciente y comprensivo. Hasta que los chicos, un compañero de trabajo psicótico y una amiga sociópata le dicen que su vida es un desastre, y ese desastre consiste en que está sobreadaptado: cumple con responsabilidad con todos sus deberes cívicos y familiares. Ese zoológico -sus dos hijos, la pareja (el hombre en un momento le corta una oreja con un hacha y Philippe lo disculpa), más el perro de su hermana y las ranas que rescata el hijo de la escuela- se instalan en su casa. Cree que puede mantener todo bajo control, hasta que comprende que tal vez no sea posible. El director Dominik Moll, también autor del guión, describe con fluidez y en tono de comedia provocativa el conflicto generacional de un padre “anclado en el siglo XX”, como le dice su hija en referencia a sus valores heredados de una generación anterior -respeto, solidaridad, esfuerzo- e hijos con necesidades satisfechas y otros intereses que van del vegetarianismo hasta el esfuerzo, pero para “no tener que limpiar el propio piso”.
Comedia sencilla, ingeniosa, cálida y divertida Algunas personas tienen la capacidad innata de poder resolver problemas propios y ajenos sin inconvenientes. Saben nadar en las aguas turbulentas que presenta día a día la vida, salen a flote, y se sienten cómodos en ese lugar. Pero hay otras que no saben cómo hacer, ni están preparadas u orientadas y tienen que improvisar, como es el caso de Philippe (François Damiens), quien después de trabajar en la oficina, pensaba pasar una noche tranquila, solo, en la madrugada de su cumpleaños, cuando imprevistamente su ex mujer, una movilera de un noticiero, le deja en custodia a sus dos hijos adolescentes, porque tiene que ir a cubrir una nota distabte y se va a ausentar durante varios días. Su hija Sarah (Jeanne Guittet) es una autoexigente estudiante que no acepta a su padre como es y lo tilda de fracasado. Su hijo Grégoire (Tom Rivoire) es un chico de 12 años, vegetariano fundamentalista y, a pesar de su cota edad, ya tiene problemas con las mujeres y se lo traslada a su padre. Para colmo de males al protagonista en el trabajo le hacen vigilar a un empleado, Jérôme (Vincent Macaigne), que, aunque haga bien su actividad, es demasiado díscolo y disperso, hasta que sufre una gran crisis y termina internado en un psiquiátrico. Los inconvenientes que sufre Philippe se suceden sin descanso, la mala racha se acrecienta, con sus hijos, con Jérôme que se escapa del manicomio, con un vecino, con la novia de su compañero de trabajo, y sigue la lista. Articular todos esos conflictos, que resulten entretenidos, eficaces y con ritmo, es mérito del director Dominik Moll, que en esta comedia expone una amplia paleta de situaciones absurdas, rayanas a lo ridículo e inverosímiles, que padece el padre de familia y con una infinita paciencia intenta tener todo bajo control, mientras fantasea en sus sueños con ser un astronauta. Es una película bien contada, con muchas escenas graciosas, donde cada personaje cumple un papel bien marcado y preponderante para que fluya la historia y nos identifiquemos claramente con el pobre y desesperado Philippe, quien está abrumado por los problemas e intentará resolverlos como pueda.
Un padre de otro planeta Los más avispados o memoriosos recordarán Harry, un amigo que te quiere bien (2000), la irrupción del franco-germano Dominik Moll en la cartelera local, una comedia incómoda sobre un hombre que se reencontraba con un compañero de colegio oscuramente afectuoso. Moll regresa a los cines argentinos casi dos décadas después con Noticias de la familia Mars (en el medio filmó El monje y Lemming), un retrato de crisis de mediana edad más agridulce que inquietante en el que los vínculos cercanos y desestabilizadores vuelven a ser claves. François Damiens es el atribulado jefe de familia disfuncional Philippe Mars (su apellido significa “Marte”, lo que explica el título original del filme, “Noticias del planeta Marte”, y la representación del personaje como un astronauta que mira a la Tierra con obnubilada extrañeza), cuyos 49 años recién cumplidos acentúan su condición ridícula y marginal: se dedica a la programación informática en una oficina mediocre que le merece el adjetivo de loser (“perdedor”) por parte de sus hijos, una adolescente que estudia con el único objetivo de ganar plata (Jeanne Guittet) y un niño que asiste a sus primeros escarceos sexuales a la vez que defiende el veganismo (Tom Rivoire). A su alrededor también desfilan su exmujer que aparece sólo en los televisores como periodista, sus padres muertos que le hablan con cariño, su excéntrica hermana artista y su perrito y un compañero de trabajo que se volverá decisivo. Jérôme (Vincent Macaigne) es el gran complemento actoral de la cinta, un tipo con aires de psicótico que le rebana una oreja a Philippe en una redada laboral y que más tarde se instalará impunemente en el hogar del herido. El anexo de Chloé (Veerle Baetens), una joven fóbica de quien Jérôme se enamora, completa la troupe de marcianos desheredados de la sociedad, esa urbe silenciosa que respira en el horizonte nocturno de calles y balcones. Tal poética de madrugada –el tiempo en que ocurren los problemas, los insomnios y los milagros– es la clave de Noticias de la familia Mars, el lapso frágil, sensible y absurdo en que los sueños se funden con la vida extraña del nuevo milenio.