Alarma de contaminación Acorde con la impaciencia e impulsividad de las sociedades contemporáneas, Hollywood cada vez deja pasar menos y menos tiempo entre el supuesto remate de una franquicia y su relanzamiento a toda pompa, tomemos de ejemplo Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City (Resident Evil: Welcome to Raccoon City, 2021), opus de Johannes Roberts, séptima entrega de una saga que comenzó con Resident Evil (2002), de Paul W.S. Anderson, y que se suponía había finiquitado con Resident Evil: Capítulo Final (Resident Evil: The Final Chapter, 2016), también de Anderson, señor que por cierto viene de dirigir la formalmente semejante Monster Hunter (2020), a su vez protagonizada por su esposa desde 2009, Milla Jovovich, estrella de toda la andanada de películas hasta el día de la fecha vía el rol de Alice, personaje creado para los films que no estaba en los míticos videojuegos originales de Capcom. El errático Roberts, director y guionista que aquí cae al nivel de la anterior Terror a 47 Metros: El Segundo Ataque (47 Meters Down: Uncaged, 2019) y no puede regresar al esquema retórico de las simpáticas A 47 Metros (47 Meters Down, 2017) y Los Extraños: Cacería Nocturna (The Strangers: Prey at Night, 2018), ésta una secuela muy tardía de Los Extraños (The Strangers, 2008), joya del slasher de Bryan Bertino, se propone dejar de lado el manto de cine de acción hiper delirante de Anderson, a quien sinceramente jamás le interesaron demasiado los videojuegos japoneses originales, y retomar aquella claustrofobia tradicional de las consolas y la atmósfera de terror asfixiante de supervivencia que caracterizó a la saga antes de su arribo al séptimo arte y la consiguiente metamorfosis. Proponiéndose redondear una especie de reboot que asimismo es precuela porque en esta oportunidad se narra la propagación en Raccoon City del infaltable virus creado y pulido por Umbrella, una compañía farmacéutica, en calidad de arma biológica que zombifica y genera mutaciones a diestra y siniestra, Roberts en primera instancia borra por completo el personaje de Jovovich y lo reemplaza de manera tácita por Claire Redfield, la protagonista original de los videojuegos que aquí cae en manos de la bella y eficaz Kaya Scodelario y que ya había tenido una generosa participación -aunque aún en términos de secundario- vía la anatomía de Ali Larter en Resident Evil 3: Extinción (Resident Evil: Extinction, 2007), de Russell Mulcahy, Resident Evil 4: La Resurrección (Resident Evil: Afterlife, 2010), otra de Anderson, y la mencionada Resident Evil: Capítulo Final, ese cierre narrativo que no fue tal ni mucho menos. La historia en sí es microscópica y se asemeja a un relato coral que pretende cubrir la suerte de una retahíla de sobrevivientes de la debacle zombie entre los que se destacan Redfield y su hermano mayor, el policía Chris (Robbie Amell), los cuales eventualmente deberán enfrentarse al máximo representante de Umbrella dentro de la lógica de la trama, el maquiavélico Doctor William Birkin (Neal McDonough), científico de índole frankensteiniana que ni se inmuta por la crueldad de sus experimentos en nombre de la corporación ni por el hecho de que utiliza a pobres huerfanitos en el hospicio de turno propiedad de la firma, sede de la acción como otros entornos clásicos de las consolas como la comisaría y la Mansión Spencer, ejes del segundo y primer videojuego, respectivamente. Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City, efectivamente, se mantiene mucho más cerca de la experiencia lúdica primigenia pero también deja en evidencia que ésta no se adapta del todo bien a un contexto cinematográfico que requiere mayor desarrollo porque aquí no hay jugadores que puedan participar en tercera persona de lo acontecido sino espectadores que dependen de los personajes en cuestión, los cuales sinceramente dejan bastante que desear y por supuesto el cansancio de la saga tampoco ayuda demasiado que digamos, todo ya visto hasta el hartazgo tanto en los productos de Capcom como en el ámbito del séptimo arte, aquí quedando muy en primer plano toda la cinefilia loable aunque redundante de un Roberts que retoma la contaminación y la destrucción final de El Regreso de los Muertos Vivos (The Return of the Living Dead, 1985), neoclásico de Dan O’Bannon, el diseño de criaturas y la algarabía espeluznante del Stuart Gordon circa Re-Animator (1985) y Desde el Más Allá (From Beyond, 1986) y especialmente el acecho meticuloso del John Carpenter de Asalto al Precinto 13 (Assault on Precinct 13, 1976), Halloween (1978), La Niebla (The Fog, 1980), Escape de Nueva York (Escape from New York, 1981), La Cosa (The Thing, 1982), El Príncipe de las Tinieblas (Prince of Darkness, 1987), Sobreviven (They Live, 1988), En la Boca del Miedo (In the Mouth of Madness, 1994) y Vampiros (Vampires, 1998), entre otras faenas que hicieron de la combinación de conspiraciones, agite horroroso y antihéroes extraídos del western su horizonte ideológico y razón de ser, mixtura que el amigo Johannes intenta copiar sin mayores logros a la vista que el gesto nostálgico en sí. Si nos limitamos a las comparaciones dentro de la misma saga, este flamante eslabón de la interminable cadena tampoco consigue acercarse en lo que atañe a entretenimiento hueco/ pasatista/ ultra tontuelo a la realización original del 2002 ni a sus dos corolarios iniciales, Resident Evil 2: Apocalipsis (Resident Evil: Apocalypse, 2004), de Alexander Witt, y la nombrada Resident Evil 3: Extinción, umbral de calidad que por cierto no es precisamente elevado si recordamos que el británico Anderson empezó su derrotero profesional con las cada día más lejanas Shopping (1994), Event Horizon (1997) y Soldier (1998), opus de lo más disfrutables dentro de su impronta trash con un presupuesto digno, y el propio Roberts hasta Terror a 47 Metros: El Segundo Ataque y Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City parecía haberse instalado en una sana Clase B paradójicamente mainstream gracias a Los Extraños: Cacería Nocturna y A 47 Metros, obras que nos llevaron a olvidar a conciencia sus calamitosos orígenes vía las muy fallidas F (2010), Roadkill (2011), Storage 24 (2012) y El Otro Lado de la Puerta (The Other Side of the Door, 2016). Si bien cuenta con una primera mitad de presentación de personajes más o menos decente, la verdad es que el resto del convite puede leerse como una enumeración bastante palurda de estereotipos de las hecatombes de muertos vivientes y mutantes varios de aquel inefable “survival horror” de antaño, hoy con un CGI que lejos está de conseguir emular en serio a los queridos practical effects de Gordon y con un periplo que cae muy por debajo tanto del cine de O’Bannon y Carpenter como de los acertijos, la exploración y las gloriosas carnicerías de las consolas…
Una nueva película de zombies llega a las salas de cine. Luego de la saga de Milla Jovovich, una adaptación en búsqueda de la fidelidad a los videojuegos y el amor de sus fans.
Sin duda es una franquicia rendidora que justifico seis películas en 14 años. Para la séptima el director y fanático Johannes Roberts decidió volver al origen- nada original- con el intento de revitalizar la zaga para una nueva generación de fans del terror. Con mucho de películas de zombies y un aire a Stranger Things, el acierto es ambientarla en 1998, sin celulares a mano, y apelar al terror, con una duración amigable, y la profundización necesaria en los personajes como para encariñarse un poco y lamentar mordidas fatales. Ahí reaparecen las verdades ocultas de la gigantesca industria farmacéutica Umbrella y esos experimentos que la protagonista recuerda de a ratos, en ese lugar donde creció como huérfana. De esos experimentos surge el mal con matices sangrientos y monstruosos. Y cuando termina el film, el team ganador está dispuesto a más.
Nueva aventura que una vez mas en el clásico juego del gato y el ratón dispara algunas reflexiones sobre la supervivencia, y que, tras la pandemia, resignifican su sentido, pero, no alcanza.
Este regreso a las bases del videojuego que dio origen a la saga Resident Evil no consigue apropiarse de aquel universo de culto sino que, en definitiva, queda atrapada en su propio origen. En efecto, la película encuentra su límite en esa pretensión de borrón y cuenta nueva: una historia de horror clásica con aires de bajo presupuesto, espacios del gótico, una sombría corporación farmacéutica con laboratorios subterráneos que ensayan peligrosos experimentos desemboca en un festín de cráneos vampíricos, zombis sedientos, mansiones con vitraux y una serie de monstruos viscosos diseñados en prolijo CGI. Todo el inventario resulta condimentado con la nostalgia retro de los 90, un humor algo torpe y los esperables golpes de efecto escalonados a medida que Racoon City se convierte en el sitio del apocalipsis. Ese relato desparejo y fragmentario que condujo a la franquicia cinematográfica patentada por Paul W. S. Anderson a lograr el fervor incondicional de sus fans se consagraba en la experiencia cinematográfica prometida, que sorteaba gracias al carisma de Milla Jovovich y a esa visión plástica de un mundo manejado por los tentáculos del dinero corporativo los altibajos argumentales y los necesarios estereotipos del género. Pero Johannes Roberts (A 47 metros) persigue un control que le quita audacia, se nota condicionado por la exigencia de anticipar la secuela y cuenta con un elenco sin demasiado magnetismo. Quedan sí algunas buenas escenas como la que incluye “Crush” de Jennifer Paige y la sensación de una oportunidad perdida.
Lo más increíble de la saga Resident Evil (versión cinematográfica de un video juego clásico), es que haya llegado a desarrollarse hasta llegar a tener este reboot cuando ninguna de las seis películas anteriores fueron importantes. Pero así están las cosas, en un nuevo capítulo del asunto que para sorpresa de muchos, no está nada mal. Racoon City es un pueblo que vive de y por una corporación, pero la empresa ha decidido que debe cerrar su operación y que la mejor forma de hacerlo es destruir al pueblo una madrugada y sepultar de esa manera los experimentos que estuvo realizando con seres humanos. En el comienzo hay un vistazo al pasado para mostrarnos a Claire Redfield (Kaya Scodelario) y a su hermano Chris (Robbie Amell) maltratados en un instituto para huérfanos, que claro, es uno de los principales proveedores para los experimentos de la Corporación Umbrella. Claire escapa de ese lugar siniestro, la película se saltea varios años y vemos a la muchacha volviendo a Raccoon City para encontrarse con su hermano que ahora es policía. En el camino ya hay un incidente que indica que está pasando algo raro en la zona. A partir de allí empieza la acción y todo lo que pasa es entretenido. Quizás haya puristas a los que la adaptación del director Johanes Roberts no les parezca adecuada, pero eso es para el nicho de los gamers, acá nos importa la película. En términos cinematográficos, la etapa anterior protagonizada por Milla Jovovich y su pareja Paul W. S. Anderson había terminado por desviarse del todo de lo que era la historia original creada por la empresa japonesa Capcorn. Ahora volvimos a los orígenes y el tono del relato remite a las películas clase B de épocas pasadas. El elenco es correcto pero no tiene mucho tiempo para lucirse, porque llegan los zombies y se los comen. También hay monstruos y perros (zombies), además de una escena post créditos que promete que van a desarrollar todo hacia las otras versiones del juego que existen. Hay sobrevivientes del desastre, así que casi seguro que el reboot va a ir para adelante. RESIDENT EVIL: BIENVENIDOS A RACCOON CITY Resident Evil: Welcome to Raccoon City. Estados Unidos/Canadá/Alemania, 2021. Dirección y Guión: Johannes Roberts. Intérpretes: Kaya Scodelario, Hannah John-Kamen, Neal McDonough, Tom Hopper, Robbie Amell, Donal Logue, Avan Jogia, Avaah Blackwell, Stephannie Hawkins, Lily Gao. Producción: Martin Moszkowicz, Robert Kulzer, James Harris y Hartley Gorenstein. Duración: 107 minutos.
Si hay una franquicia que no necesitaba un relanzamiento en este momento era Resident Evil, cuyas extenuantes películas previas con Milla Jovovich se encargaron de desgastar todo lo posible el concepto de esta propuesta. Tal vez porque era necesario dejar un tiempo en el freezer a los zombis de la compañía Umbrella o el estudio Sony no supo encontrar el realizador adecuado, en cualquiera de los casos la nueva película ofrece un espectáculo fallido. Pese a tener la buena intención de evocar con una mayor fidelidad los dos primeros juegos originales, el director Johannes Roberts decepciona con la producción más aburrida que se hizo en esta saga. Las piruetas locas de Milla y las secuencias de acción exageradas en esta oportunidad fueron reemplazadas por una obra insípida y tediosa que tarda una eternidad en establecer el conflicto que pretende narrar. Se nota que ni siquiera el estudio le tenía fe al proyecto ya que el destinaron un presupuesto muy inferior a los que tuvieron los episodios previos, a tal punto que parece una película de televisión del canal Scy- Fi. De esas malas que se podrían emitir en continuado con Jurassic Shark o Mega Shark Vs Giant Octopus. Salvo por el mínimo atractivo de centrarse en el concepto del juego clásico con los protagonistas cazando muertos vivos dentro de una mansión, la labor de Roberts en términos narrativos, tratamientos de los jump scares y las secuencias de acción ni siquiera presentan un producto de calidad. En el film abundan las típicas escenas mediocres de tiroteos donde no se entienden absolutamente nada de lo que se ve frente a la pantalla, debido al trabajo desastroso que hicieron con la iluminación y edición de esos momentos, Una adormecida Kaya Scodelario (Crawl), quien parece aburrida con el rol que le tocó, hace lo que puede por levantar un argumento que desaprovecha al resto del reparto, donde Hannah Jonh Kammen (la próxima Red Sonja) y Neal McDonough tampoco cuentan con el espacio para sobresalir. No importa todo el fan service que incluya para los gamers o si la trama es menos ridícula que las entregas anteriores, como producto cinematográfico brinda un espectáculo desapasionado con secuencias de acción horribles y un argumento aburrido que nunca genera entusiasmo por el relato que se presenta. Si el estudio tenía la intención de revivir la franquicia después de esto deberán dejar descansar a los zombis de Umbrella por diez años, cómo mínimo.
“Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City” (y al mismísimo infierno). Un nuevo inicio de esta saga, transposición de los populares videojuegos. Después de ver varios años a Milla Jovovich con ametralladora en mano, cazando humanos transformados en zombies y combatiendo a la farmacéutica Umbrella, surge una reversión cinematográfica dirigida por Johannes Roberts, y protagonizada por Robbie Amell, Kaya Scodelario, Hannah John-Kamen y Neal McDonough, entre otros. Sombría, de tonos sepias, aspirando a recrear un clima apocalíptico, quizá esta se asemeje conceptualmente más al videojuego. Acción por inercia, sin demasiado trasfondo respecto al perfil de los personajes, la cinta se acerca más al genero de horror. Dos hermanos huérfanos y un orfanato será el germen de esta historia anclada en un lugar maldito, manipulado por una corporación que experimenta con los seres humanos sin importar las monstruosas consecuencias. Pasan los años, y la joven regresa a la temida Raccoon City, para reencontrarse con un hermano herido en su orgullo por el abandono, y un lugar desolador. Muertes, sucesos extraños, gente devenida en zombie porque el agua del lugar está envenenada, y con el pasar del tiempo ha causado estragos en los cuerpos. El grupo que hace frente a esta situación deberá sobrevivir antes de que el lugar quede completamente en ruinas. Sentimientos encontrados con la nueva Resident Evil. Hay escenas que están muy logradas, pero el relato global se torna impreciso ante la coralidad de personajes e instancias donde la acción se pierde por los pasillos del orfanato. Básicamente, la trama no tiene espacio para desplegarse y los protagonistas quedan tan desdibujados como los zombies a los que combaten. Falta carisma, temperamento e identidad. Se extraña la rudeza de la Alice de Jovovich.
Es sabido que hacer una película basada en un videojuego trae de por sí la mirada crítica de sus fans, y ahora es el turno de la aclamada saga de juegos de Capcom, Resident Evil. Este videojuego es un éxito y marcó a una generación, derivando así en la realización de nada más ni nada menos que 6 films, los cuales fueron un éxito, aunque han contado con varias críticas. En esta oportunidad, el encargado de dirigir este «reset» que se basa en los dos primeros videojuegos es Johannes Roberts. Raccoon City fue creada por la corporación Umbrella que se especializa en la fabricación de medicamentos y vitaminas. Allí crecieron los hermanos Redfield. Chris (Robbie Amell) se quedó en ese lugar ejerciendo como policía y Claire (Kaya Scodelario) ahora vuelve nuevamente a esta ciudad para reencontrarse con su hermano, pero eso no es todo: fue con la intención de abrirle los ojos y decirle que algo anda mal en la ciudad. Instantáneamente, la gente que vivió tantos años allí comienza a cambiar y a tener sed de sangre. Las calles se llenan de puro terror y guerras por sobrevivir. Las actuaciones en general fueron justas, pero fue errado el cast de ciertos personajes. En el caso de la actriz principal Kaya Scodelario, es muy frío su personaje tanto que en los momentos de acción no transmite mucho. Podría decir que su actuación se salva gracias al resto del elenco, en el que Avan Jogia (quien personifica a Leon Kennedy) se destaca gracias a los toques de humor con los que anima un poco más el espíritu del film. Igualmente, un gran punto a favor es que han decidido darle más importancia al desarrollo de la historia en sí para poder diferenciarse de los films anteriores. Es decir, no se quedaron solamente con lo que funcionó de las primeras películas y eso se valora. En cuanto al CGI lamentablemente no fue acertado. Hubieron varias fallas en aspectos más que importantes como ser los zombies, quienes son los que realmente atraen al espectador. Con respecto a las escenas de pelea y acción estuvieron muy bien, hay buenos efectos que aclimatan en todo momento esas escenas. Sony apostó por el reinicio de esta franquicia, y es evidente que va por todo. Para quienes conocen la historia de esta nueva película, les van a dar mucho más ganas de seguirla, y para quienes no conocían absolutamente nada, se van a introducir de lleno en este terror tan atrapante (y seguramente a descargar todos los videojuegos).
La saga de videojuegos RESIDENT EVIL siempre se caracterizó por su estilo camp cargado de elementos del cine de horror clase B. La cámara fija y los gráficos poligonales colaboraban con la estética de terror que siempre pidió a gritos tener una chance REAL en el cine. En la década del 2000 tuvimos una saga cinematográfica libremente inspirada en la saga, dirigida por Paul W.S Anderson (no, no es el mismo que Paul Thomas Anderson, de hecho, ni siquiera cerca) y protagonizada por, actualmente su esposa, Mila Jovovich. Fue una franquicia exitosa de no se cuantas películas, cargadas de acción, gran presupuesto y efectos de primera linea … Pero todo muy alejado de lo que la saga de juegos buscaba transmitir. No puedo decir si fue una buena o mala franquicia ya que nunca le preste la atención suficiente por, justamente, irse muy por las ramas con respecto al material original, siempre vi pedazos sueltos de sus películas en canales de televisión al punto de nunca poder distinguir cual es cual. Ahora el estudio cambia de enfoque totalmente, haciendo un 2×1 adaptando los primeros dos jueguitos con un poco del tercero. johannes Roberts no solo dirige, sino que también escribe, haciendo que la película tenga mucha mas consistencia y tenga una aura mas de autor. Hasta el propio Anderson vuelve como productor ejecutivo. La historia sigue a Claire Redfield (Kaya Scodelario), quien regresa a su natal Raccon City a fin de sacar a la luz los chanchullos de la corporación Umbrella, una farmacéutica exageradamente perversa (lo cual queda GENIAL con el tono de la película) que está en pleno proceso de cerrar la ciudad tras haberla usado para sus experimentos. En la misma se recuentra con su hermano Chris (Robbie Amell), un policía que lidera un equipo integrado por Jill Valentine (Hannah John-Kamen), Albert Wesker (Tom Hopper) y el novato Leon S. Kennedy (Avan Jogia). Ese primero de Septiembre de 1998 un accidente en la mansión Spencer, donde reside el cabecillia de Umbrella, William Birkin (Neal McDonough) junto a su familia, lleva al team a presenciar como todo el lugar termina de ser envenenado al punto de convertirse en muertos vivientes. La cualidades de éste film son muchas. Como ADAPTACIÓN DE VIDEOJUEGO la película es un diez puntos, entiende la mitología y las mecánicas del mismo haciendo de la experiencia un placer para todo que sea fan del universo Biohazard. La puesta en escena es brillante, la estética y los detalles tienen un nivel de pulido excepcional, creativo y muy bien trabajado, todo sin salirse del estilo perturbador que intentar plasmar. Los infectados son de lo mejor, desde EXTERMINIO que no se ven Zombis tan bien hechos, las criaturas muestran su agonía en el proceso de conversión, logran modular, lo cual es realista dentro del demencial contexto que se nos presenta. Si bien hay algunas diferencias con respecto al tiempo en el que los juegos se llevan a cabo la historia logra fusionar las entregas de una forma prolija en la que los personajes van de punto A a punto B sin caer en secuencias que sobren. Tenemos fan service del bueno, vemos personajes como Lisa Trevor y locaciones como el tren de RESIDENT EVIL 3: NEMESIS que dan gusto y se adaptan a la historia sin forzar nada. Los sustos estan muy bien trabajados, quizas se hace mucho uso del efecto de sonido fuerte injustificado, pero al ser un homenaje al cine noventero de horror se deja pasar y hasta se entiende el recurso. Es perfecta? Para nada, hay algunos defectos. El primero es que se enfoca demasiado en la acción y no tanto en la tensión dramática. Ésto se debe a que algunas elecciones de cast son bastante erradas, como Avan Jogia o Robbie Amell, quienes son una versión diluida de los personajes originales. El guión hace mucho énfasis en la moda actual de Hollywood de que los personajes masculinos sean tontos y los femeninos sean fuertes y determinados. Las relaciones entre los personajes no terminan de entenderse, algunos de los diálogos casuales son incómodos de escuchar, dan medio verguenza ajena de la cantidad de cliches que tienen a cuestas. No obstante RESIDENT EVIL: WELCOME TO RACCOON CITY es una película completa que merece ser vista. Si son fanáticos de la franquicia de Jovovich sin haber consumido mucho de los videojuegos probablemente se encuentren con un proyecto mucho muy distinto al que imaginan, pero si conocen la obra previa les aseguro que van a salir bastante contentos. El director y guionista declaro que quiere hacer una secuela que fusione CODE: VERONICA y, el que yo considero uno de los mejores videojuegos de la historia, RESIDENT EVIL 4. No me importa ver a este cast de vuelta siempre y cuando Roberts sea el escritor y director de lo que se viene, espero que suceda. Calificación 7.5/10
Si hay una saga de videojuegos que ya es mítica, es la de Resident Evil, varios somos lo que amamos esta franquicia, y por eso mismo odiamos las películas protagonizadas por Mila Jovovich. Por eso nos entusiasmamos cuando se anunció una nueva adaptación a la gran pantalla, con la promesa de que esta vez si se iban a apegar a lo visto en las consolas ¿Alcanza eso para hacer un buen film? Veamos que tal es Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City. La trama sigue a Claire Redfield, quien vuelve a su ciudad natal, Racoon City, buscando a su hermano, Chris. Al mismo tiempo, el pueblo está casi abandonado, debido al éxodo de la compañía que lo sustentaba, Umbrella; todo, mientras en una mansión cercana al lugar, desaparecen unos policías. Como verán, la historia fusiona los acontecimientos de los dos primeros videojuegos; pero como solemos hacer en esta página, no vamos a juzgar el film como una adaptación (aunque le dedicaremos un párrafo final a eso), sino como película en sí, y si funciona por sus propios medios. Y la verdad tenemos que decir que no lo hace. Salvo por Claire, el resto de los personajes que se nos presentan como si fueran principales (al menos eso se nos da a entender con el tiempo que les dedican en pantalla) tienen cero construcción. Estoy seguro que si le pregunto alguna característica de los personajes a quienes hayan visto la cinta, poco podrán decir, e incluso de algunos ni se acordarán los nombres. Solo están ahí, porque de no estarlo, muchos fans iban a poner el grito en el cielo. A esto hay que sumarle que la película en varios momentos intenta recurrir al cgi, y la verdad que da un poco de vergüenza ajena. No sabemos si quisieron homenajear a los gráficos de la primera PlayStation, pero se ven muy feos, sobre todo, en contraposición a los prácticos. Porque si, Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City tienen bastantes efectos prácticos, que se ven super chafas, pero que, al mismo tiempo, al resultar tan cutres, le dan un tono a serie b que le termina favoreciendo a la historia de la película, que junto a los planos de la ciudad de noche y con lluvia, otorgan una identidad al film, desprendiéndose de la media de cintas de zombies que venimos viendo. Otra cosa a destacar, es que la película tiene varios guiños a los jugadores, con frases o escenas icónicas de las dos primeras entregas; que para el espectador casual no va a molestar, no notándose el fanservice, pero que a nosotros nos va a sacar una sonrisa. Lo que no va a agradar a nadie, es ver a quien eligieron como alivio cómico del film. No solo poque es uno de los personajes más queridos de la franquicia, sino que, además, para los que son ajenos a las consolas, los chistes en base a dicho personaje, van a causar más vergüenza ajena que otra cosa. En conclusión y para no estirarnos más de la cuenta con una película que no lo merece; Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City es mala. Puede ser medio entretenida para pasar el tiempo y ya, pero eso no quita sus personajes sin carisma, una trama llena de conveniencias, y para colmo, otra oportunidad desperdiciada de llevar un buen videojuego a la gran pantalla.
Huérfanos de pequeños, Claire (Kaya Scodelario) y Chris Redfield (Robbie Amell) se criaron juntos en el orfanato de Raccoon City, hasta que Claire huyó de la ciudad y cortó el contacto con su hermano durante años, pero luego ella decide regresar para investigar una denuncia preocupante contra la Corporación Umbrella. El gigante farmacéutico supo ser el alma de Raccoon City, hasta que decidió abandonar la ciudad y detrás suyo arrastró a casi toda la actividad económica que le daba de comer a sus habitantes. Hoy es prácticamente un pueblo fantasma donde solo quedan los últimos empleados que quedan desmantelando Umbrella y un puñado de residentes que no tienen la opción de marcharse. Buscar Alta Peli CRÍTICASResident Evil: Bienvenidos a Raccoon City (REVIEW) por Matías Seoane publicada el 02/12/2021 Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City. Crítica a Continuación. Huérfanos de pequeños, Claire (Kaya Scodelario) y Chris Redfield (Robbie Amell) se criaron juntos en el orfanato de Raccoon City, hasta que Claire huyó de la ciudad y cortó el contacto con su hermano durante años, pero luego ella decide regresar para investigar una denuncia preocupante contra la Corporación Umbrella. El gigante farmacéutico supo ser el alma de Raccoon City, hasta que decidió abandonar la ciudad y detrás suyo arrastró a casi toda la actividad económica que le daba de comer a sus habitantes. Hoy es prácticamente un pueblo fantasma donde solo quedan los últimos empleados que quedan desmantelando Umbrella y un puñado de residentes que no tienen la opción de marcharse. Entre ellos está Chris, miembro del grupo de policía de élite STARS junto con Jill Valentine (Hannah John-Kamen) y Albert Wesker (Tom Hopper), que ante la desaparición de dos policías son enviados a investigar una antigua mansión abandonada en las afueras de la ciudad, donde poco antes se denunció un asesinato. Al recibir una muy poco cálida bienvenida de su hermano, Claire se ve forzada a refugiarse en la comisaría junto al novato Leon Kennedy (Avan Jogia) cuando una horda comienza a atacarlos y la Corporación Umbrella cierra todas las salidas de la ciudad, sin temor de abrir fuego contra quienes insistan con marcharse. Ambos grupos intentarán sobrevivir cada uno por su lado mientras investigan lo que está sucediendo en Raccon City, un secreto que lleva décadas oculto en sus profundidades pero que ha comenzado a emerger. Buscar Alta Peli CRÍTICASResident Evil: Bienvenidos a Raccoon City (REVIEW) por Matías Seoane publicada el 02/12/2021 Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City. Crítica a Continuación. Huérfanos de pequeños, Claire (Kaya Scodelario) y Chris Redfield (Robbie Amell) se criaron juntos en el orfanato de Raccoon City, hasta que Claire huyó de la ciudad y cortó el contacto con su hermano durante años, pero luego ella decide regresar para investigar una denuncia preocupante contra la Corporación Umbrella. El gigante farmacéutico supo ser el alma de Raccoon City, hasta que decidió abandonar la ciudad y detrás suyo arrastró a casi toda la actividad económica que le daba de comer a sus habitantes. Hoy es prácticamente un pueblo fantasma donde solo quedan los últimos empleados que quedan desmantelando Umbrella y un puñado de residentes que no tienen la opción de marcharse. Entre ellos está Chris, miembro del grupo de policía de élite STARS junto con Jill Valentine (Hannah John-Kamen) y Albert Wesker (Tom Hopper), que ante la desaparición de dos policías son enviados a investigar una antigua mansión abandonada en las afueras de la ciudad, donde poco antes se denunció un asesinato. Al recibir una muy poco cálida bienvenida de su hermano, Claire se ve forzada a refugiarse en la comisaría junto al novato Leon Kennedy (Avan Jogia) cuando una horda comienza a atacarlos y la Corporación Umbrella cierra todas las salidas de la ciudad, sin temor de abrir fuego contra quienes insistan con marcharse. Ambos grupos intentarán sobrevivir cada uno por su lado mientras investigan lo que está sucediendo en Raccon City, un secreto que lleva décadas oculto en sus profundidades pero que ha comenzado a emerger. Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City A 25 años desde el lanzamiento del primer juego, el estreno de Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City llega con una tonelada de historias y personajes populares entre el público sobre sus espaldas, incluyendo una larga franquicia de películas que aunque supieron tener algo de éxito especialmente en sus inicios, pocas veces fueron consideradas como una adaptación fiel de los juegos. Esta nueva película retoma las historias de las dos primeras entregas y las entrelaza desarrollándolas en una misma noche, aunque fragmentada en dos grupos que operan con bastante independencia entre sí. Si bien ninguno tiene mucha profundidad, Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City se toma su tiempo para ir presentando a su larga lista de personajes mientras la amenaza latente se va desarrollando sin que ellos lo sepan: durante buena parte de la película solo nosotros sabemos que al amanecer la ciudad será arrasada por Umbrella para eliminar toda evidencia de sus experimentos. Buscar Alta Peli CRÍTICASResident Evil: Bienvenidos a Raccoon City (REVIEW) por Matías Seoane publicada el 02/12/2021 Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City. Crítica a Continuación. Huérfanos de pequeños, Claire (Kaya Scodelario) y Chris Redfield (Robbie Amell) se criaron juntos en el orfanato de Raccoon City, hasta que Claire huyó de la ciudad y cortó el contacto con su hermano durante años, pero luego ella decide regresar para investigar una denuncia preocupante contra la Corporación Umbrella. El gigante farmacéutico supo ser el alma de Raccoon City, hasta que decidió abandonar la ciudad y detrás suyo arrastró a casi toda la actividad económica que le daba de comer a sus habitantes. Hoy es prácticamente un pueblo fantasma donde solo quedan los últimos empleados que quedan desmantelando Umbrella y un puñado de residentes que no tienen la opción de marcharse. Entre ellos está Chris, miembro del grupo de policía de élite STARS junto con Jill Valentine (Hannah John-Kamen) y Albert Wesker (Tom Hopper), que ante la desaparición de dos policías son enviados a investigar una antigua mansión abandonada en las afueras de la ciudad, donde poco antes se denunció un asesinato. Al recibir una muy poco cálida bienvenida de su hermano, Claire se ve forzada a refugiarse en la comisaría junto al novato Leon Kennedy (Avan Jogia) cuando una horda comienza a atacarlos y la Corporación Umbrella cierra todas las salidas de la ciudad, sin temor de abrir fuego contra quienes insistan con marcharse. Ambos grupos intentarán sobrevivir cada uno por su lado mientras investigan lo que está sucediendo en Raccon City, un secreto que lleva décadas oculto en sus profundidades pero que ha comenzado a emerger. Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City A 25 años desde el lanzamiento del primer juego, el estreno de Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City llega con una tonelada de historias y personajes populares entre el público sobre sus espaldas, incluyendo una larga franquicia de películas que aunque supieron tener algo de éxito especialmente en sus inicios, pocas veces fueron consideradas como una adaptación fiel de los juegos. Esta nueva película retoma las historias de las dos primeras entregas y las entrelaza desarrollándolas en una misma noche, aunque fragmentada en dos grupos que operan con bastante independencia entre sí. Si bien ninguno tiene mucha profundidad, Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City se toma su tiempo para ir presentando a su larga lista de personajes mientras la amenaza latente se va desarrollando sin que ellos lo sepan: durante buena parte de la película solo nosotros sabemos que al amanecer la ciudad será arrasada por Umbrella para eliminar toda evidencia de sus experimentos. Con la clásica herramienta de mostrarnos algo que los personajes desconocen, Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City va construyendo la tensión poco a poco, poniendo el foco más en el suspenso que en la acción frenética y en el combate contra hordas de zombies mutantes. Su lucha no es exclusivamente por la supervivencia, hay un misterio a desentrañar que, poco casualmente, los empuja a meterse en el centro del peligro pero también los pone en el único camino hacia la seguridad. Aunque con varios aciertos, Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City tiene también varios problemas. Uno de los aciertos que los fans agradecerán es la cantidad de referencias, criaturas y personajes sacados directamente del canon del juego, con una fidelidad que quedará a juicio de cada quien, junto con cuánto de eso es relevante para convertir a Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City en una buena película. Como contrapartida, tantos personajes e historias paralelas fuerzan al guion en más de una ocasión a resolver demasiado rápido situaciones, abusando de la suerte o la coincidencia, llegando al punto de tomarse con humor autoconsciente uno de esos momentos donde sin ninguna lógica verosímil las cosas salen exacto como necesitan que salgan. Nunca nos pondríamos demasiado exigentes con el guion de un producto como Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City mientras sea entretenido, pero en general no compensa esas fallas con secuencias visualmente atractivas ni personajes particularmente carismáticos. En buena medida, producto de la suma de efectos especiales mediocres y un elenco televisivo de segunda o tercera línea que destaca a un “hermano de” como referente de sus protagónicos. Es un grupo que, encabezado por el director Johannes Roberts (A 47 Metros, Los Extraños: Cacería Nocturna) hace lo que puede con lo que tiene. No es demasiado, pero alcanza con lo justo para aprobar a Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City.
UN MUNDO INCONSISTENTE La saga de Resident evil es como una vaca lechera a la que nadie quiere dejar de ordeñar, lo cual no deja de tener su lógica: es una franquicia que no ha demandado presupuestos tan altos y que ha cosechado recaudaciones bastante consistentes. De ahí que no sea extraño que las compañías que poseen los derechos (Sony y Constantin Film entre ellas) intenten revivirla a pocos años del supuesto cierre que era Resident evil: capítulo final. Sin embargo, no deja de ser llamativo que lo hagan mediante una precuela que busca reescribir un poco la saga original, aunque no vaya a fondo en su propuesta. Resident evil: bienvenidos a Raccoon City está ambientada en 1998, en la ciudad que era la base de operaciones de la corporación Umbrella, que en ese momento está trasladando sus instalaciones principales y abandonando el lugar. Allí retorna, Claire Redfield (Kaya Scodelario), quien carga con un pasado infantil bastante traumático en relación con ese diminuto pueblo. Sus intenciones no son solo reunirse con su distante hermano Chris (Robbie Amell), sino también indagar en las acciones de la compañía, sobre la que le llegó rumores cuando menos inquietantes. La llegada de Claire se da justo en una noche donde todos los experimentos secretos de Umbrella terminan de salirse de control. A partir de ahí, la ciudad se convertirá en una trampa de la cual los hermanos protagonistas deberán huir antes del estallido definitivo junto con un pequeño grupo de compañeros y aliados circunstanciales. En la película escrita y dirigida por Johannes Roberts hay una intención de conectarse más con las tonalidades de horror de la serie de videojuegos que dio origen a la franquicia cinematográfica. De ahí que Resident evil: bienvenidos a Raccoon City, en especial en su primera mitad, sea más una película de terror que de acción, preocupada por generar climas de incertidumbre y suspenso antes que por el espectáculo explosivo. Pero, además, Roberts se plantea a sí mismo un referente claro, que es el cine de John Carpenter: el diseño de los títulos que van marcando el horario, la banda sonora, los diálogos secos entre algunos de los personajes y la estructura coral nos remiten a títulos como Asalto al Precinto 13, La niebla y Escape de Nueva York. Sin embargo, esas conexiones no van más allá del guiño superficial, ya que la puesta en escena no consigue darle verdadera entidad a los protagonistas y las relaciones que entablan. Hay un problema adicional, que es el hecho de que, para asimilar el verosímil narrativo que propone el film, hay que hacerse el distraído con una respetable cantidad de inconsistencias temporales y espaciales: personajes que tardan más de una hora en recorrer distancias que deberían tomarles no más de unos minutos; explosiones y tiroteos que no son escuchados a unas pocas decenas de metros; eventos que tienen lugar sin que nadie explique por qué, pero sin que tampoco nadie pregunte. Y, si bien es cierto que la película entrega algunas secuencias interesantes desde los climas generados o el impacto visual -la del comienzo en un orfanato, el vuelco de un camión frente a una comisaría, un helicóptero estrellándose-, no son más que chispazos de lucidez en un relato con demasiadas arbitrariedades como para ser creíble. La estructura narrativa y estética que sostiene a Resident evil: bienvenidos a Raccoon City es muy endeble y, aunque no termina de derrumbarse por completo, se nota que prevalece el apuro por sentar las bases para nuevas entregas por sobre la configuración de una mitología sólida a partir de personajes atractivos. Apenas si hay una suma de estereotipos, algunas ideas visuales aisladas y demasiados cabos sueltos.
Un nuevo comienzo Llegó a los cines Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City, una nueva película de la clásica saga de zombies, con nueva historia y nuevos personajes que siguen la misma línea de sus antecesoras. A lo largo de los años, tuvimos varias películas del mundo de Resident Evil, todas protagonizadas por Milla Jovovich. 6 largometrajes en donde Alice combatía zombies junto a sus compañeros pero que, en 2016, pudimos despedirnos de ella y su historia. Pero siempre estuvo el rumor de que ese mundo se expanda y no dependa 100% de la historia de Alice y es así que nace este reboot. Situada en 1998, Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City se nos presenta el lugar en donde va a suceder todo: Raccoon City, la ciudad sede de Umbrella, una corporación oscura que desparramó un virus letal en ese lugar. Allí está la clave de la película: debido que no pueden parar el avance de ese virus, se decide evacuar Raccoon City y exterminar la ciudad, sin importar la presencia de personas viviendo allí. Entre esas personas, hay gente de bajos recursos que no pudieron huir de la ciudad; y policías, que tienen que mantener el orden. Ese grupo de policías van a ser nuestros protagonistas: los más importantes van a ser Chris, Jill, Albert y Leon; pero la verdadera protagonista de la película (y la que toma el guante que Milla Jovovich dejó) es Claire, quien es hermana del policía Chris. A través de ellos cinco iremos viendo cómo va creciendo esa desesperación de poder salir de la ciudad e impedir que ese virus zombie los contagie a ellos, y también conocemos cómo la corporación Umbrella influyó en ese Apocalipsis, sin importarles las consecuencias. Quizás la película sea mucho más disfrutable si estás dentro del mundo de los videojuegos, porque está muy conectada con eso y las sorpresas planteadas logran sorprender mucho más a los que lo jugaron que a las personas que no tuvimos esa oportunidad. Hay algunos personajes que están desaprovechados o que no se termina de entender muy bien por que son protagonistas y que, en los juegos, tienen un papel mucho más importante que no se logra adaptar a la perfección. En cuanto a los momentos de tensión, están bien logrados y logra causar varios sustos, pero que se vuelven predecibles y que, si lees medio entre líneas, ya sabes que se vienen algunos ataques pero, en simples palabras, está bien. El concepto de tener que huir de Raccoon City a un horario determinado porque se viene el exterminio está bien: es como una especie de olla a presión de nervios en donde vemos los minutos pasar y que no están llegando a su objetivo. Debido a que está basada en los videojuegos, hay varias cosas que parecen mucha información: presentación de personajes y villanos que no terminan de cerrar del todo porque no nos dejan respirar un segundo, y se siente como demasiado irreal, pero es que fue mucho para adaptar todo el juego en una sola película. Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City es una película para mirarla y pasarla bien, si es el estilo que te gusta: acción, tiros, muertes de zombies y un grupo de personas comunes tratando de defenderse. La protagonizan Kaya Scodelario, Robbie Amell, Hannah John-Kamen, Tom Hooper y Avan Jogia y la encuentran en todos los cines de Argentina. *Review de Cecilia González
La serie Resident Evil, en general dirigida por el artesano loco de Paul W.S. Anderson y protagonizada por la estrella ídem Milla Jovovich siempre fue desaforada y, más allá de sus monstruos y sus zombies producto de la manipulación biológica de una corporación malvada, tenía humor de cómic desenfrenado. Era un placer, a veces culpable y siempre adolescente. Esta precuela-relanzamiento tiene sustos y tiene cierta estética de “shooter” (que es el material original: un videojuego de pegarle tiros a bichos) pero adolece de una falta de humor, aunque se mantenga fiel a la mitología de las consolas. Falta, sobre todo, Milla Jovovich que nunca se tomó nada demasiado en serio y siempre tuvo sonrisa irónica cuando pega una patada. A falta de ese elemento incluso heroico, hay oscuridad y saltos gracias a la iluminación. Sí, bueno, es lo que hay: clase B a alta velocidad.
La popular saga de horror regresa a la pantalla grande, ahora con un reboot que busca ser fiel al espíritu de los videojuegos. ¿De que va? Ambientada en 1998 en Raccoon City, aquella ciudad que alguna vez fue el hogar de la gigantesca farmacéutica Corporación Umbrella. Ahora se ha convertido en un pueblo agonizante en el Medio Oeste de los Estados Unidos. El éxodo de la compañía dejó a la ciudad desolada…con una gran fuerza maligna gestándose bajo la superficie. Cuando se desata esta maldad, un grupo de sobrevivientes debe trabajar unido para descubrir la verdad detrás de Umbrella y sobrevivir la noche. Resident Evil: The Final Chapter estaba en cines allá por Enero de 2017 cuando los estudios Sony Pictures y Screen Gems ya le estaban dando luz verde a un reinicio cinematográfico de la saga. Habiendo sido blanco de las críticas de los fanáticos acérrimos durante años por las aventuras de Alice (Milla Jovovich) – que no era lo mismo, que la fidelidad a la saga era un fiasco – los productores decidieron en ese mismo instante darles a los seguidores exactamente lo que ellos pensaban que necesitaban. Tengan cuidado con lo que desean, dice el dicho, porque para bien o para mal el resultado de ese ferviente deseo es Resident Evil: Welcome to Raccoon City, nuevo intento de apaciguar las aguas pero que se queda corto por razones obvias. Durante todos mis años formativos y aún hasta el día de la fecha, he comido y bebido todo lo que Capcom ha creado sobre la fatal corporación Umbrella, la ya mítica Raccoon City, el escuadrón S.T.A.R.S y todo aquel sobreviviente al apocalipsis zombie. Es una franquicia multimillonaria, y aún con sus altibajos, he sabido encontrarle esa astilla de bondad para con ella. Puedo decir entonces con conocimiento de causa, que la adaptación cinematográfica casi a cargo de Paul W.S. Anderson (Event Horizon, Mortal Kombat) fue uno de los entretenimientos de horror y acción clase B mas degustables que nos ha brindado el séptimo arte en los últimos años. La fuerza interpretativa de Milla de sacarle agua a las piedras magras de los últimos episodios de la serie la ha convertido en una verdadera heroína de acción, le pese a quien le pese. Separar a las películas de los videojuegos es una tarea ardua y, en mi caso particular, sigo un simple mantra: «Si quiero una adaptación al dedillo, para eso prendo la consola y juego a cualquier entrada de la saga.» Tan sencillo como eso. Pero el clamor popular quiso que tengamos un reinicio, pero a duras penas podemos decir que es un intento exitoso. El director Johannes Roberts viene de forjarse un nombre en el género con las entretenidas 47 Meters Down, su secuela Uncaged y la tardía secuela The Strangers: Prey at Night. Dirigir la nueva Resident Evil encaja perfectamente con la sensibilidad de horror comercial de segunda clase que desde la primera intro del videojuego la saga nos supo entregar. Pero que se sienta ideal para el trabajo no quiere decir que haya superado las expectativas, al contrario. El primer error, garrafal diría, es el de adaptar los inmortales dos primeros juegos de la saga y comprimir a sus historias y personajes en una sola noche. Durante décadas se han hablado de las misiones suicidas de Chris y Jill en la mansión Spencer y el encuentro fortuito de los desconocidos Leon y Claire en las destrozadas calles de Raccoon City. Lazo filial mediante, muy pocas veces todos los personajes han cruzado caminos en la linea narrativa, si es que alguna vez lo hicieron, por lo cual el remix rabioso de ambas tramas firmado de puño y letra por Roberts engatusa porque crea un universo completamente diferente pero dentro de los parámetros que conocemos, y por el otro agridulce porque desperdicia las historias individuales. ¿A qué voy con esto? Por mandato de producción, sin dudas, prefirieron sentar el precedente del origen de Umbrella en menos de dos horas,y por consiguiente, se pierden los matices que cada actor le pueda aportar a su personaje. Volviendo a lo mismo que explicaba al comienzo, de si quiero ver un calco para eso me pongo a videojuegar, la adaptación de Roberts tiene muchas cosas interesantes, a saber. Que Raccoon City sea una ciudad en ruinas por el éxodo de Umbrella me parece un excelente punto de partida, ya que refleja lo que le sucede a muchos pueblos chicos una vez que pierden su fuente de ingreso mas fuerte: se van marchitando y fenecen. Pero Umbrella no se va sin antes dejar un regalo en forma de una catastrófica enfermedad que se transmite a todos los ciudadanos mediante el suministro de agua. La heroína Claire Redfield (Kaya Scodelario) regresa a su pueblo natal para advertirle a su hermano Chris (Robbie Amell) al respecto. Pero Claire llega cuando el horno no está para bollos y todo se va al garete en menos de lo que canta un gallo. Junto a los hermanos se encuentran la aguerrida Jill Valentine (Hannah John-Kamen), el novato bueno para nada Leon S. Kennedy (Avan Jogia) y el duro pero misterioso Albert Wesker (Tom Hopper), todos encerrados en la ciudad moribunda tratando de sobrevivir. Las interacciones entre personajes que nunca se cruzan en los juegos genera interés, pero ninguno termina de lucirse porque tienen poco y nada con qué. Scodelario sorprendió en Crawl, pero le aporta escasa emoción a una Claire que se mueve de escenario en escenario sin mucho peso dramático de por medio. Jogia destaca como un Leon diametralmente opuesto a su contrapartida poligonal, mientras que nos dejan con ganas de mas Valentine y Redfield, al no tener casi aire para respirar. El gran problema de Welcome to Raccoon City es que tiene un muy buena primera parte, con el suspenso in crescendo de descubrir qué sucede en la ciudad, pero no lo compensa con acción. Los personajes se mueven de lugar en lugar coleccionando información, y los pocos destellos de acción se ven perjudicados por una iluminación pobrísima, culpa quizás de querer esconder el bajo presupuesto de la producción. Alguien confundió una fotografía oscura con suspense, y se nota. No esperaba ni de lejos el festín pirotécnico de las anteriores película, pero algo para ayudar al menos hubiese estado hermoso. Se menciona al pasar un incidente grande de Umbrella que los obliga a cercar la ciudad y disparar a matar a quien ose intentar escapar, se hace referencia implícita al virus T y explícita al virus G, pero la razón del brote final nunca queda clara, aún cuando la película intente explicarla pobremente. ¿Vieron el famoso meme de Leo DiCaprio señalando a la pantalla en Once Upon a Time in Hollywood? Bueno, Resident Evil es precisamente eso multiplicado por cien. Hay miles de referencias desperdigadas en el enésimo intento de fan service, pero caen en saco roto porque el cuadro narrativo apenas si puede sostener la cantidad de información y personas de dos historias entremezcladas en un solo producto. Hay puntales importantes como la aparición de ciertos gemelos malévolos y una misteriosa figura en la escena post-créditos que apunta hacia dónde irá la saga de sobrevivir a esta primera nueva entrega, pero la veo difícil. Roberts y compañía hicieron los deberes en cuanto a la caracterización de los personajes y escenarios que hicieron las delicias en las consolas, pero en el camino olvidaron que debían entretener a la audiencia que buscaba una historia en vez de un puñado de momentos coleccionables.
Una de cal y una de arena Con aciertos y resoluciones apuradas, Resident Evil: Welcome To Raccoon City adapta con mucho respeto los 2 primeros juegos de la franquicia. Las adaptaciones de videojuegos atraviesan un período bastante positivo, después de años de entregarnos producciones que se alejan de los niveles deseados. Sonic, Mortal Kombat y Arcane son algunas de las recientes producciones que elevaron con gracia la vara de las adaptaciones gamers, consiguiendo el difícil objetivo de contentar al grueso de los fans, y al mismo tiempo conseguir cautivar público ajeno a estas franquicias. Resident Evil: Welcome to Raccoon City corría desde el vamos con una ventaja: la anterior adaptación de la saga – con 6 películas distintas – lejos estuvo de mostrar la identidad del videojuego y decidió tomar una libertad creativa bastante considerable, incluso posicionando a Alice, un personaje 100% creado para las películas, como la protagonista central de estas producciones. El director Johannes Roberts con este reboot decidió borrar todo lo que hizo Paul W. S. Anderson (que acá oficia de productor ejecutivo) para adaptar en una sola película los acontecimientos de los 2 primeros juegos. Un desafío que en los papeles resultaba, a priori, más que complejo y esto se refleja en varios momentos de los 112 minutos que tiene de duración. El otro gran desafío que tenía Roberts en el desarrollo del guion era no volver tan predecible el argumento para que, los fanáticos que se saben los juegos de memoria, no anticiparan cada uno de los eventos de la trama, y en este aspecto el director se anota un pleno al combinar los eventos de ambos juegos de forma fresca y atractiva para ambos públicos. El problema de querer meter el contenido de dos juegos en una sola película comienza a reflejarse de forma más palpable en su último arco. Un desarrollo que se siente muy apresurado y que realmente no le encontraron la vuelta para terminarlo de forma elegante, porque hay una construcción bien pausada de personajes y elementos, para luego en un cuarto de hora final pisar el acelerador y llevarse puesto todo. Crítica Resident Evil: Welcome to Raccoon City Lo que en Resident Evil 1 y Resident Evil 2 ocurre con 3 meses de diferencia, el infierno acá se desata en una sola noche. La película no se detiene en hacer un doble clic en conceptos: presenta a Umbrella, manifiesta el poder que tiene sobre Raccoon City y cómo la empresa es la única responsable del desastre biológico de esta pequeña ciudad. Sin entrar en el terreno de los spoilers, el argumento de la película divide sus aguas en dos caminos: por un lado el Alpha Team de S.T.A.R.S. (Chris Redfield, Jill Valentine, Albert Wesker, Brad Vickers y la inclusión de Richard Aiken) investigando la desaparición de miembros del equipo Bravo en la Mansión Spencer, mientras que por otro lado tenemos a Leon S. Kennedy y Claire Redfield intentando sobrevivir encerrados en la comisaria mientras la ciudad empieza a tener las horas contadas. Ambos puntos narrativos están interconectados por flashbacks y principalmente por Umbrella y las investigaciones que hizo durante décadas en la ciudad (y sus habitantes). Crítica Resident Evil: Welcome to Raccoon City Resident Evil: Welcome To Raccoon City es una de cal y una de arena constante, que trazan el camino con la inclusión de numerosos elementos y personajes que para los que no están familiarizados con los juegos se les puede pasar desapercibidos. No faltarán momentos para el humor, que salvo alguno que otro descomprimen un poco la tensión que busca generar en su atmosfera, pero sí también tenemos momentos de acción trepidante, sangre y zombies. Los fanáticos de los juegos se sentirán en casi todo momento como el meme de Leonardo DiCaprio en Once Upon a Time in Hollywood, señalando la pantalla ante cada easter egg visual y sonoro que se cruce, porque los hay y de a montones. Algunos muy evidentes y otros bastante sutiles, pero que en ningún momento rompen con el clima que propone la película. Los que veían con ojos dubitativos el cgi durante los tráilers lanzados, pueden reconfirmar varias de sus sospechas, aunque con salvedades. ¿Vieron lo de la cal y la arena? Bueno, en esta arista es exactamente igual: mientras que los zombies tienen un trabajo más desarrollado, al resto de las armas biológicas le falta un golpe de horno importante, y no puedo dejar de mencionar una escena cerca del final de la película que levantó más de una carcajada durante la función por lo ridículamente mal que se ve. En conclusión, con sus aciertos y planteos cuestionable Resident Evil: Welcome To Raccoon City funciona de maravilla cuando no se toma en serio a sí misma e incluso se toma las licencias de tirar chistes en relación al material original, aunque siempre con el respeto correspondiente. Es una película disfrutable y como adaptación cumple, pero no le pidamos más que eso porque no tiene los recursos ni hubo una decisión desde el director para ir un paso más allá. El cast, menos Tom Hopper que da vida a Albert Wesker, ejecutan sus personajes mejor de lo que mostraban los tráilers y consigue varios momentos de tensión/terror, que se entremezclan entre las decenas y decenas de guiños y referencias a los videojuegos. Crítica Resident Evil: Welcome to Raccoon City ¿La anotamos en la lista de buenas adaptaciones de videojuegos? Por supuesto. Al igual que lo que hizo Mortal Kombat este año, la decisión de rebootear de cero y tomar libertades para el desarrollo de la trama tiene sus ventajas y contras, pero el resultado final termina como una producción que se sostiene por sí sola, dejando un buen sabor de boca en los fanáticos y también satisfecho a los agnósticos. Con un poco más de presupuesto para pulir algunas locaciones y mejorar el cgi, estaríamos hablando de una película mucho más sólida, pero las cuestiones de producción no son las únicas que pueden tirar para abajo el resultado final de la producción. Ni el cierre de la película ni la escena post-créditos están a la altura de lo que propuso el film durante todo su desarrollo. Aunque eso sí, hay un pequeño camino marcado para una posible secuela, algo que de cierta forma abriría la cancha a una segunda entrega con una adaptación ya de por sí mucho más libre, con el riesgo de terminar en el sin sentido que nos regaló Milla Jovovich y su esposo.
Resident Evil (1996) es uno de los más importantes videojuegos de la historia. Cuando en el 2002 se realizó la primera adaptación cinematográfica, dirigida por Paul W. S. Anderson y protagonizada por Milla Jovovich, la respuesta fue positiva, iniciando una saga que llega hasta hoy. Los films de Resident Evil conforman la más exitosa saga de films basados en videojuegos y su popularidad nació bien desde abajo, creciendo a lo largo de los films. Las películas varían en su calidad, pero la idea de base y su protagonista las hacían siempre atractivas y divertidas. En Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City (2021) es el comienzo de la historia y tiene todos los ingredientes que los seguidores de los juegos y las películas esperan. Su estética es menos inspirada que la que vimos en los films de Anderson, pero todo el conjunto se ve más cercano a los juegos, llegando a tener más respeto por esas formas de las que tal vez hayan tenidos todos los títulos anteriores. Se sabe limitada y de segunda línea, pero tampoco se derrumba en escenas inservibles. Es menos aburrida que algunos de los tanques más grandes de Hollywood, lo que no es poco. Aun estando lejos de ser una gran película, su estilo es puramente cinematográfico. La protagonista, Kaya Scodelario, mantiene la tradición de heroínas fuertes de la saga y es una gran actriz de cine de acción.
Reseña emitida al aire en la radio
Apenas han pasado 5 años y monedas del final de la saga cinematográfica de «Resident Evil» pergeñada por Paul W.S. Anderson y protagonizada por Milla Jovovich, la cual inició en 2002 y finalizó en 2016 con «Resident Evil: The Final Chapter». Como era de esperar y ante la falta de ideas originales en Hollywood no tardó en anunciarse un reboot en formato largometraje, que es la que aquí se nos presenta de la mano de Sony Pictures Entertainment, y en un futuro cercano una serie de televisión de la mano de Netflix que no guarda ningún tipo de relación con el film. Probablemente esto tenga que ver con la popularidad de los videojuegos de Capcom y la poca efectividad que se tuvo a nivel narrativo con su adaptación, y decimos narrativamente, ya que en la taquilla a la saga de Anderson le fue bastante bien. Por otro lado, siempre se le atribuyó a dicha saga la falencia de haberse alejado significativamente de la historia de los videojuegos tanto en lo que respecta a personajes como al tono más de aventuras y menos de horror que se les imprimió a las películas. «Resident Evil: Welcome to Raccoon City» busca justamente revertir esta cuestión para construir una especie de reboot donde se explique el origen de la saga, mediante el uso de su conocida galería de personajes y haciendo hincapié en la famosa Umbrella Corporation, una gigantesca corporación farmacéutica la cual es la responsable de que Racoon City sea un poblado agonizante que en algún momento se caracterizó por ser una ciudad próspera y floreciente. El éxodo de la compañía de la ciudad hizo que varios de sus habitantes perdieran sus trabajos, fomentando la migración de muchos de ellos a otros lugares. No conforme con eso, Umbrella siguió operativa de alguna manera, con experimentos peligrosos, gestándose debajo de la superficie. Cuando ese mal logra desatarse, un grupo de sobrevivientes deberá unirse para salvar a los que queden en pie y al mismo tiempo descubrir la verdad tras Umbrella. El director Johannes Roberts, responsable de «47 Meters Down» (2017) y su secuela de 2019, se pone tras las cámaras para dirigir este relato que logra ser de cierta forma bastante superior a las seis entregas previas de Anderson. Igualmente, siendo realistas, eso no es decir demasiado, ya que las películas protagonizadas por Jovovich resultan ser flojísimas en todos sus aspectos, y si bien esta relectura logra generar cierto interés, también termina siendo algo fallida. El hecho de querer ser más fiel al juego desemboca en una espada de doble filo que le juega tanto a favor como en contra. Si bien le sentó bien dirigirse más hacia el terreno del terror, y su sólido diseño de producción en conjunción con una correcta dirección de fotografía logran generar una atmósfera envolvente y siniestra para contextualizar el film, quizás el hecho de querer meter a la mayor cantidad de personajes icónicos de la saga en esta entrega hizo que el film pase a ser como una especie de relato coral donde no termina de profundizarse en todos los personajes y muchos de ellos carecen de dimensión. Probablemente la Claire Redfield, interpretada por Kaya Scodelario, resulte ser el único personaje atractivo de la historia, y los demás queden relegados a un segundo plano donde no nos interesa demasiado lo que pasa con ellos. El comienzo del largometraje, la presentación de personajes y el momento previo al que se desata la hecatombe se presenta como la parte más delinea y calculada del film, y con el correr de los minutos todo esto se diluye un poco para volverse más desprolija y apresurada. Es como si este relato buscase resolver o enmendar los errores de los films previos en sus 107 minutos de duración y quizás, cae justamente por su ambición. Por otro lado, el CGI de las criaturas y de varias de las secuencias más grandes de la película resultan algo anticuados y grotescos, viéndose por momentos bastante ridículos. «Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City» es una película regular que, a pesar de ser superior a las cintas de la saga anterior, tampoco logra llevar a buen puerto esta nueva propuesta. Seguramente los fans se deleiten con varios easter eggs y guiños para los que pudieron jugar a las diferentes entregas del videojuego, pero los que vayan con ganas de ver una sólida película de zombies quedarán defraudados. Probablemente, al igual que lo que vemos en la segunda mitad del film y lo que se puede anticipar con el corto periodo de tiempo entre la culminación de Anderson y este reboot, la vuelta a Racoon City terminó siendo algo apresurada.