Estar vivo es necesario El nombre de Palo Pandolfo para aquellos que no lo ubican se relaciona intrínsecamente con el de Rock y Arte. La extraña paradoja de muchos músicos que meten un par de hits, ganan posiciones en los charts o ránkings locales y sin quererlo desaparecen de los circuitos comerciales, ecos que traen rápidamente a los memoriosos el recuerdo de Don Cornelio y La Zona con dos himnos ochentosos como Ella vendrá o Tasas de té chino. Tras ese fugaz éxito, los inconformistas 90′ lo encuentran en una nueva aventura desde lo musical con la anómala banda Los Visitantes. Si hay algo que no puede dejarse de mencionar es que el compositor y músico siempre volcó sus procesos artísticos a su obra, lejos de los códigos impuestos por una música mucho más estandarizada, hueca y reiterativa. Fiel a una idea integradora, donde la melodía, las entregas corporales y esa mística que brotaba de su voz -y sus letras- sus shows se trasladen a cualquier tipo de público convocado en sus presentaciones. Transformación es un documental que funciona como pretexto de un reencuentro entre su director Iván Wolovik y uno de sus artistas preferidos, referentes de lo que se conoce como rock nacional, Palo Pandolfo, durante el proceso creativo de su nuevo trabajo musical. La singularidad de este proyecto de Pandolfo implicaba grabar en vivo y en una toma su nuevo disco con la banda La Hermandad integrada por: Mariano Mieres, Alito Spina, Gerardo Faréz, Carlos Fernández, a quienes se sumaron Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu, Los Tipitos, como invitados. En ese sentido la presencia de la cámara de Wolovik en cada etapa de la gestación genera cierta empatía con el proceso, con las pruebas de matices musicales y con un Palo Pandolfo muy concentrado en el resultado de la experiencia. También hay tiempo para charlas y el repaso desde la propia mirada del creador de Los Visitantes; de cómo entiende el contacto con la música y el público en una búsqueda constante, en la que la importancia de la fluidez es vital para avanzar por territorios desconocidos. El artista que hace consciente su proceso de transformación se disocia de aquel que muta de pieles, que vive el momento de su performance en un estudio con la sensibilidad y todos los poros de su piel al palo. La idea de jugar con esta frase no es original pero resume ese derrotero lúdico propio de los creativos cuando lo importante solamente es estar vivo.
El poder de la música La ópera prima del realizador argentino Iván Wolovik es un documental que se adentra en la intimidad del proceso de grabación y creación de Transformación, el último disco de estudio de Roberto Andrés “Palo” Pandolfo, cantante y guitarrista de Don Cornelio y la Zona y Los Visitantes, bandas míticas del rock nacional del regreso a la vida democrática de los años ochenta y noventa. Ya sea a través de entrevistas radiofónicas o en las conversaciones en el estudio entre Pandolfo, el director y algunos invitados como Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu, los integrantes de la banda marplatense Los Tipitos, Daniel Gorostegui, Víctor Carrión, Marcelo Garófalo y los integrantes de La Hermandad, el documental narra la búsqueda del músico de un sonido intenso a través de la grabación en vivo, en un intento por crear un disco espontáneo que dé cuenta de la etapa orientalista en la que Palo se encuentra. Utilizando el mismo nombre del disco de Pandolfo, Transformación (2016), Wolovik logra captar los ejes del proceso creativo del músico, su creencia en el poder de la música, su visión del éxito comercial y su mirada sobre la relación con el público, la vida de las canciones y el rol del músico en nuestra sociedad. La filosofía oriental que impregna las letras de Transformación, el disco de Pandolfo y La Hermandad, editado a mitad del 2016 aparece en una clase de yoga en medio de las sesiones de grabación en el estudio, creencias sobre la fuerza dinámica del karma y un enfoque premonitorio sobre las canciones, que parecen predecir algunos de los acontecimientos del futuro cercano de la vida del músico. Entre charlas y ensayos, el documental también hace lugar a algunas de las doce canciones que componen el disco escritas por Pandolfo junto a Alito Spina y Mariano Mieres. Desde el rock trovador a la neo psicodelia, las canciones transitan un camino que combina la potencia de su trabajo anterior de 2013 junto a La Hermandad, Esto es un Abrazo, también editado por el sello S-Music, con una gran energía vital y un sonido heterodoxo, tamizado por unas letras fantásticas, místicas y surrealistas producto de esta nueva etapa creativa del músico. De esta forma, Wolovik se adentra en uno de los mejores discos del 2016 y tal vez uno de los más logrados de la carrera de Pandolfo para dialogar sobre la esencia de la música y su devenir, que una vez editada recorre su propio camino hasta un público al que Palo busca llevar hacia el éxtasis en lugar de hacia un placer pasivo burgués. Así, el documental le aporta al disco una nueva dimensión de análisis para disfrutar, cantar y bailar con temas como Morel, Niña de Metal o Un Reflejo, melodías de gran ímpetu y letras que hablan de la vacuidad del presente y la necesidad de recuperar los sueños y la fantasía como motores del futuro.
Él volverá En Transformación (2016) el novel Ivan Wolovik aborda el proceso creativo de un disco de rock. En este caso el de Transformación, último trabajo de estudio de Palo Pandolfo. El subgénero rockumental, un desprendimiento del documental para denominar aquellos que trabajan sobre algún tópico del rock, tuvo a lo largo de los últimos años un crecimiento notable, aunque muchas veces, ante la ausencia de un autor, no logró desprenderse del mero backstage donde se ponía una cámara para filmar un detrás de escena sin ningún tipo de planteo estético y narrativo. Y esto es lo que hace diferente a Transformación. Ivan Wolovik sigue durante un año todo el proceso creativo del nuevo trabajo de Palo Pandolfo, Un proyecto ambicioso con su banda “La Hermandad”: grabar un quinteto en vivo, todos juntos, en un mismo estudio. La cámara se volverá invisible para captar el alma creativa de un artista ante el desafío de un nuevo reto. Lo más trascendental de Transformación es que no solo logra retratar en algo más de una hora la creación de un nuevo trabajo musical conceptualmente diferente, sino también que pone en evidencia la transformación de un artista que necesita reinventarse a sí mismo y la de un género musical que busca volver al podio. En sintesis, Transformación es el espejo cinematográfico de una transformación tan personal como musical.
La película documental de Iván Wolovik nos permite un lujo absolutamente inusual, estar en la intimidad del acto creativo, la grabación de los temas, los argumentos que apuntalan la decisión artística del reciente trabajo de Palo Pandolfo. Se trata de su último disco, que se lanza en estos días, con su banda “La hermandad”. Y poder asistir a cada momento, con la banda, con los invitados y sus valiosos aportes, medir entusiasmos y reacciones, escuchar los temas en crudo y luego terminados es, en cada momento, descubrir un mundo inaccesible para el común de la gente. Toda la idea es un acierto. Aparecen con sus definiciones, entusiasmos, juicios y colaboraciones al trabajo Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu, Los Tipitos, Daniel Gorostegui y Víctor Carrión. Interesante y curiosa aún para aquellos que no sean fans de Palo Pandolfo o frecuenten poco su obra.
Valioso rockumental sobre el proceso creativo y la trayectoria artística de Palo Pandolfo. El mítico músico Palo Pandolfo se propuso un proyecto ambicioso con su nueva banda La hermandad: grabar los sonidos del quinteto en vivo, todos juntos, en un mismo estudio. El detrás de escena de ese proceso es retratado por el cordobés Iván Wolovik en Transformación. Estrenado en el Festival de Mar del Plata, el film se inscribe en el efervescente panorama de rockumentales argentinos poniendo su cámara al servicio de un artista para registrar los pormenores de un trabajo tanto individual como colectivo, a la vez que abre una puerta hacia el pasado del líder de Los Visitantes revisitando, a través de su testimonio, su trayectoria profesional y personal. Transformación cuenta con participaciones de cantantes de la talla de Ricardo Mollo e Hilda Lizarazu. Junto a Pandolfo dan cuenta de una voluntad creativa que los obliga a saltar constantemente al vacío para ampliar sus horizontes artísticos. Transformación (disco y documental) es, pues, el resultado de la unión de varias voluntades transformadoras.
Ivan Wolowik debuta en el cine, tras años de experiencia como realizador de videoclips, con la puesta en escena del detrás de escena de la preparación, grabación y presentación de un disco del mítico Palo Pandolfo. Si bien por momentos el material parece el bonus de algún DVD, encuentra su ritmo y cadencia gracias al protagonista, quien intenta, en todo momento, ofrecer al espectador algo nuevo con que sorprenderse. Ajustada y precisa.
En buena medida, los documentales dedicados a la grabación de un disco o a la trayectoria de una banda o un solista tienen características similares: un solemne tono de falsa objetividad que esconde un afán puramente publicitario. Por fortuna, no es el caso de esta película, que toma como punto de partida el proceso de gestación del último disco de Palo Pandolfo, exlíder de Don Cornelio y Los Visitantes, con su banda actual, La Hermandad (Alito Espina, Mariano Mieres, Carlos Fernández, Gerarde Farez) y se va expandiendo en múltiples direcciones. Iván Wolovik se convierte en testigo mudo, pero muy atento de la interna de la producción del álbum y consigue un retrato íntimo de la deriva de un proceso creativo al que se sumaron Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu y Los Tipitos, entre otros colegas. Pero también logra revelar la singular personalidad de Palo a través de reflexiones sobre su oficio, memorias de su derrotero vital e incluso anécdotas curiosas y muy simpáticas, como un encuentro casual con Graciela Borges al que recuerda con gracia y un especial cariño. "Me gusta cantar y entrar en éxtasis. Envolver a todos los que escuchan en ese éxtasis", dice Palo en medio de una conversación informal que Wolovik recorta con inteligencia, quedándose con la sustancia del discurso del artista, con aquello que lo define, más allá de las poses y los mandatos del marketing.
Transformación, de Iván Wolovik Por Gustavo Castagna Suerte de rockumental sobre un creador, letrista, cantante y personaje de la música como Palo Pandolfo, Transformación escarba en los días de grabación del grupo La Hermandad, liderada por la voz y presencia del ex Don Cornelio y la Zona y Los Visitantes. También suerte de confesionario a cámara, donde Pandolfo habla de su pasado, los temas que le gustaban o no, la admiración hacia Led Zeppelin IV, opianando sobre música, las voces líderes, los cambios, la producción y pos de un disco. Pero ojo, Transformación es un documental de trabajo de un grupo de trabajo: la voz reconocible de Palo toma la palabra pero otros tienen su espacio, su lugar de discusión, su zona de debate sobre la gestación y puesta al día de un disco a punto de parir. Por allí, en breves apariciones, también aportan lo suyo Ricardo Mollo e Hilda Lizarazu. Ocurre que la hora y diez de la película dirigida por Iván Wolovik se entromete en el momento de creación de un músico y de sus músicos, pero también, en las ideas que se relacionan con la posproducción del material. En ese punto, Transformación bebe de la veta genérica inaugurada allá en los 60 por dos films esenciales de la música en su faz creativa: One Plus One / Sympathy for the Devil (1968) de Jean Luc-Godard (primero, antes que el resto, otra vez,) y Let it Be de Michael Lindsay Hogg. El caos musical y político de JLG con los Stones y la anarquía y odio entre los cuatro (o más) culminada en otra (nueva) genialidad de Los Beatles. El trabajo de Wolovik, en cambio, apuesta a la calma, la reflexión, la palabra justa, el grito-voz a cappella desgarrador de Palo al final. Si hasta en un momento se da lugar a una sesión de ejercicios de yoga con especialista incluido dentro del estudio de grabación. Los tiempos cambian.. TRANSFORMACIÓN Transformación. Argentina, 2017. Dirección: Iván Wolovik. Con Palo Pandolfo e intervenciones de Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu, Los Tipitos, Daniel Gorostegui, Víctor Carrión. Duración: 69 minutos.
Monjes que parecen emitir cantos gregorianos, los protagonistas van subiendo literalmente las escaleras hacia Romaphonic ex Circo Beat, para comenzar a grabar en vivo su último disco: Transformación. Homónimo de este documental, primer largometrajedel cordobés Iván Wolovik, quien va a registrar con su cámara los 12 temas de “La Hermandad”, el quinteto liderado por el mítico Roberto –Palo- Pandolfo. El realismo facilita e instiga la empatía en este documental musical donde el espectador pasa a transformarse en el sexto integrante del conjunto. La idea de Palo Pandolfo es compartir al mismo tiempo esa energía que fluye entre los 5, convencido, de que el hecho de grabar en vivo intensifica la expresión artística, incluso como hecho antropológico. Y lo hace sin la intención de comunicar un éxito, sino un éxtasis, cuyas “…canciones van diciendo lo que va a pasar...“ Proceso que lo obliga a reinventarse desde un retorno a sus orígenes eléctricos, pasando por el Punk de los geniales “Sex Pistols” a los fines de los años 70. Se incluye además una sesión de yoga en plena sala, la participación de Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu y Los Tipitos como un modo de mirar hacia el futuro del rock, y al final una sesión de fotos. Tranformación es un disco imperdible, sin un solo tema de relleno, asombroso en su conjunto… un grito de alarma, una sirena. Un disco que se presenta con otra impronta, que se propone modificar la potencia e ir hacia la meditación. Que viene desde lo musical, desde la melodía, que es sin duda el alma de la música. Con todo lo que implica ver qué armonía sugiere determinada línea melódica. Sumada a la dura tarea del letrista, que se complica a la hora de trabajar improvisadamente, con estructuras más libres, sin un retorno. Y todo esto en 12 historias, que son como 12 cuentos, donde El Juego es rock, Drácula es dark, El niño de metal, pop rock…Un reflejo, -que es el leitmotiv del film- una balada psicodélica. La fuga un pop o un candombe futurista… una aparente mixtura donde cada tema encaja en el siguiente. Un trabajo documental que refleja el proceso creativo de un músico que se reinventa para reubicarse en la cima del rock argentino a la vez que posiciona a su director, quien transmite algo de la especificidad y la unicidad de este momento histórico, que sigue siendo una representación, privada, quizá, hacia la búsqueda de sí mismo.
El documental TransformacIón del director cordobés Iván Wolovik registra el momento de grabación del último disco, denominado también Transformación, del cantante y compositor Roberto “Palo” Pandolfo. En este trabajo discográfico, Pandolfo pone el énfasis en la grabación en vivo donde, según el músico, puede notarse el verdadero valor artístico. Una nota de color es que participan Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu y Los Tipitos como invitados. En el film se ven distintos momentos del proceso creativo del músico, acompañado por la banda La Hermandad, integrada por Mariano Mieres (guitarra y coros), Alito Spina (bajo y coros), Carlos Fernández (batería y coros) y Gerardo Farez (teclados), en los cuales está presente la filosofía oriental que pregona Pandolfo. Algo que se explicita mostrando a un profesor de yoga dando una clase a los músicos en el medio del set de grabación. El documental, que podría inscribirse en el subgénero de rockumental, intenta ser un registro espontáneo de la producción de un disco, pero dicha intención no se refleja en la pantalla. Se abusa de los primeros planos del músico dejando fuera de campo el trabajo artístico del resto de la banda. Además, se ven diálogos telefónicos forzados; se lo muestra a Pandolfo haciendo un top five de sus discos preferidos frente a una cámara, quedando esto descontextualizado de la grabación del álbum en cuestión; o también, contando que en sus inicios trabajó como cadete apelando a generar una complicidad con el espectador, ya que el músico también vivió las mismas situaciones que el común de la gente. El producto final termina siendo una impostura en la que se explicita la intención artística en lugar de mostrar de forma natural con imagen y sonido la grabación del disco en vivo, no alcanzando así la premisa también explicitada al inicio de la película de que se viera la magia de la creación artística.
Palo Pandolfo es un ícono del rock vernáculo. Quizás no sea tan conocido por la gente joven, pero yo, que estoy acercándome a los 50, recuerdo tremendos recitales de Don Cornelio y la Zona, allá por los ochenta, donde presencié el talento vivo de este músico que, como muchos intérpretes locales, ha ido reinventándose a lo largo de los años con singular éxito. Luego de Don Cornelio vinieron los Visitantes (en los 90', una banda terrible), y ya más cercanos en el tiempo, sus bandas La Fuerza Suave y La Hermandad. Palo en 2016 lanza un nuevo trabajo llamado Transformación, y en ese proceso de preparación y armado del material, es acompañado y registrado por el director Ivan Wolovik, quien orquesta un seguimiento sutil del proceso de edición de ese gran disco, en esta que es su ópera prima. Asi es como "Transformación" no sólo es un larga duración, sino también un documental. Compartiremos sesiones con los músicos, charlas informales con popes de la escena local (Ricardo Mollo, imperdible en la escena donde discuten que sucede con los temas una vez que se han vuelto masivos) que colaboraron en las canciones ("Sonido plateado y "El conquistador", si necesitan esa información), reflexiones de café de gente de la industria, y la atmósfera pura, sin filtro, del invisible proceso creador del artista. Desde ya que se sentirán cómodos en la estructura de la cinta y en ella, habrá mucho espacio para desgranar el recorrido musical de Pandolfo y cómo enfrentó las mutaciones a lo largo del tiempo en su carrera. Todos sabemos que Palo Pandolfo suena increíble, pero encontrarlo en su intimidad de músico, estableciendo ideas y narrando cómo llegó a ser quien es, tiene una llegada potente, incluso para quienes no son sus seguidores tradicionales. "Transformación" es un registro prolijo, intenso, sobre cómo un artista avanza sobre un material y lo modifica hasta dotarlo de esa singularidad que lo hace explosivo. Ofrece una mirada de observación curiosa, amena, sobre todo lo que implica hacer un gran disco de rock.
El back del back de Pandolfo. La música, como todo proceso creativo, tiene sus momentos de brillo, sus bloqueos, sus deconstrucciones y sus revelaciones. El músico Palo Pandolfo decidió confiar en Iván Wolovik para registrar la grabación de su más reciente disco Transformación, de ahí el título del documental que pasó por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Transformación no nos propone una estructura documental clásica, no nos explica qué estamos viendo, quiénes son las personas involucradas ni a qué se dedican. Es tarea del espectador ir desmembrando estos retazos de momentos registrados en cámara mientras Pandolfo mantiene interminables charlas con su productor, cranea ideas y ensaya en el estudio junto a su banda La Hermandad, entre otras intimidades de su proceso creativo. La mencionada falta de una estructura que ordene el relato se vuelve un arma de doble filo. Si bien por un lado demanda un rol activo por parte del espectador en pos de averiguar de qué va la cosa, por otro lado corre el riesgo de dejar afuera a aquellos que desconocen el trabajo del músico o no son tan versados en el métier de la producción musical discográfica. En ningún momento Pandolfo se presenta a sí mismo o introduce a sus colegas, tampoco lo hace una voz en off o un graph esclarecedor. Las participaciones de Ricardo Mollo e Hilda Lizarazu como colaboradores del álbum en proceso tampoco son desarrolladas más allá de lo que registra la cámara de Wolovik, dejando escapar la posibilidad de introducirlos propiamente ante un potencial público joven que tal vez no los reconozca. Los 69 minutos de duración llegan con lo justo para dar a esta obra el mote de largometraje, pese a que en todo momento se siente más como un ejercicio ensayístico que como un registro documental. El objetivo aquí no es informar o compartir una experiencia que deje algo un poco más conciso a los espectadores. Se trata, en cambio, de una propuesta de nicho que difícilmente guarde mayor atractivo para lo menos interesados en el microuniverso pandolfiano.
Transformación: Una aproximación acertada a la intimidad del arte. Un documental que recorre la intimidad de la grabación del nuevo disco de Palo Pandolfo. No es un backstage. Es una conversación creativa entre músico y el director Iván Wolovik. Estamos frente al rockumental del director Iván Wolovik que acompañó la gestación del último disco de Palo Pandolfo:Transformación. La obra trasciende, desde una mirada panóptica, las diversas capas que conllevan el proceso de trabajo creativo de su grabación: producción, pre y post. Wolovik se distancia de la puesta en escena con que inició como realizador y productor de videoclips para abordar el off the record desde el backstage y el happening. En esta ocasión, establece mediante el correcto uso de cámara en mano una conversación musical entre artista y director a partir de recortes (diálogos y planos) que minuto a minuto se fusionan para acompañar y proyectar la cocina del rock. De esta manera, su capacidad intuitiva y experiencia en rodaje imprimen un montaje eclíptico entre universos artísticos que logran transmitir de manera genuina cercanía e intimidad entre músico-espectador. Al unísono, la trama inscribe al personaje en persona. El guión desaparece y el horizonte entre el aquí y ahora del artista se mimetiza con la visión del director como si fuesen la misma psiquis. Aparecen en primer plano las relaciones humanas. Se ve cómo Palo Pandolfo debate con colegas de su banda La Hermandad y amigos como por ejemplo: Ricardo Mollo, Walter de Los Tipitos e Hilda Lizarazu cómo surge la mística del rock. La esencia queda al desnudo y lo aleja del personaje público. Vemos un emblemático encuentro entre el ex Don Cornelio y ex Sumo que pone en evidencia cómo aquella energía traspasa las paredes del estudio, rodea su universo y deviene en canción. En este sentido, es crucial cómo Wolovik circunscribe al relato diálogos donde debaten sobre el concepto de éxito y fracaso, creación, orden de los temas en frases como por ejemplo “Las canciones son como los hijos. Los gestas y cuando salen de casa no sabes qué va a pasar. Ya no son tuyas, no dependen más de vos. Las cuidas pero son del público. Con suerte crecen y no sabes cuándo ni cómo vuelven.”; asegura Mollo. Este marco de mirada invisible de cámara que también se regodea con recortes sobre el rol de la discográfica, cuanto sale producir y la burbuja del interior del estudio cuando improvisan temas son detalles que acercan al espectador a la sintonía Palo (Don Cornelio y Los Visitantes) y permite que palpite el armado del tempo y climas en todo su esplendor. Transformación logra en tiempo presente que el mito y leitmotiv del rock “Mañana es mejor” que decía el flaco Luis Alberto Spinetta quede suspendido en un aquí y ahora de gran impacto. La forma en que Wolovik registra la esencia de la música permite que el público comprenda la vibra Palo. Todo, o casi – a excepción de la toma en el auto- transcurre en el estudio de grabación como locación sine qua non. Allí ocurre la magia y hasta incluso la comicidad y distanciamiento entre diversos registros de cameos. Tal es el caso donde se ve como en una entrevista con Vorterix Palo Pandolfo parece un muñeco, casi títere, que aguarda instrucciones del periodista y camarógrafo para accionar ante cámara. Situación de la que Wolovik se opone y distancia al 100% para capturar su esencia e intimidad. Es un hecho, Transformación, construye con soltura la cercanía entre músico-público. La ópera prima de Wolovik que tuvo su estreno en el 31 Festival Internacional de Mar del Plata llegó a sala Gaumont para vibrar y dejar de lado la estructura musical (los solos de voz, bata, bajo y guitarras) para poner el foco en la mística que mejor define este último disco: el costado sublime y poético. Al margen que el espectador sienta empatía, o no, con el know how del estilo Palo Pandolfo; tendrá una aproximación acertada a la intimidad de la grabación del disco. Y, en el mejor de los casos, la curiosidad por escucharlo. Iván Wolovik: ¡Misión cumplida!
EL REGISTRO DEL ARTE DE LA CREACIÓN Palo Pandolfo ocupa un espacio bien definido en la historia rockera argentina, su aportes es relevante y atraviesa por lo menos en las últimas tres décadas. Don Cornelio y la zona, Los Visitantes, su etapa solista que es su presente; lo suyo es la búsqueda constante, subvertir lenguajes y ofrecer todo lo que tiene en cada etapa. La cámara testigo de Iván Wolovik se comporta como el registro de un etólogo musical; las criaturas que conforman el universo de Pandolfo se alinean en la creación de un disco y se comportan en consecuencia. Es mucho lo que el cantante deja registrar y a su vez entendemos que hay algo que no se nos muestra, igual lo interesante está ahí: métodos de trabajo, criterios de búsqueda, momentos de distención y hasta una clase se yoga; todo forma parte del proceso creativo. Aparecen algunos músicos famosos en el medio del proceso, Ricardo Mollo, Los Tipitos, Hilda Lizarazu; siempre los vemos lanzados a la creación, discutiendo el oficio de músico y también demostrando lo que saben. Por lo demás, Pandolfo es un personaje entrañable, risueño y magnético; a su alrededor se genera una mística claramente reconocible para los que trabajan con él. Y la película de Wolovick acierta porque logra transmitir esa mística.
En varias ocasiones estuvimos en presencia de artistas que desafiaron las normas lógicas de la exposición pública y el éxito cuando estaban en su máximo esplendor. No por ser rebeldes, y añadir una cuota de misterio extra a su vida, sino, porque en la mayoría de los casos no pudieron soportar lo que la obra que interpretaban, provocaban en el público que los seguía. Por ese motivo algunos desaparecían y abandonaban todo, otros caían en una serie imparable de adicciones, y el resto, como es el caso del personaje que trata este documental dirigido por Ivan Wolovick, se corrían del foco de la popularidad y de la vorágine que traía aparejada la notoriedad. Roberto “Palo” Pandolfo fue uno de ellos. Durante la denominada “primavera alfonsinista” era el líder de una de las bandas icónicas del rock nacional. Sus canciones sonaban en todas las radios y lideraban los rankings de ventas de discos, pero, por su filosofía de vida, no lo podía asimilar y sacar provecho de eso. Se dio cuenta que la masividad no era lo suyo y se corrió hacia lugares más tranquilos. Por eso, durante este film, podemos apreciar que su lugar dentro del ambiente lo conserva, el reconocimiento de sus colegas es sincero. Pero esta realización no es un homenaje, sino que el protagonista nos permite inmiscuirnos en su territorio, su sagrado ámbito laboral que es un estudio de grabación, donde vemos el proceso que significa grabar un nuevo disco. Porque las canciones fueron compuestas, pero la producción del álbúm es un hecho creativo aparte. La selección de los temas, el ritmo, el valor conceptual, los arreglos instrumentales, etc., son elementos que se charlan y debaten para lograr el mejor producto posible. La película transcurre prácticamente en su totalidad en dejarnos observar el trabajo de los músicos. La cámara es testigo preferencial y nosotros podemos espiar esos momentos que son reservados para unos pocos privilegiados. El director no pregunta, los deja hacer, no los interrumpe en sus charlas, es como un amigo silencioso, que todo lo ve y escucha, pero no opina. “Palo” Pandolfo disfruta de todo. Cuando oye cada una de las canciones que recientemente grabaron entra en éxtasis, parece volar. Porque es un apasionado de lo que hace, y no reniega de la decisión que tomó. De algún modo, como dice en una de sus canciones, se reinventó para seguir siendo músico y poder continuar tocando lo que le hacía feliz, y de esa manera logró ser fiel a sí mismo.
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Transformación se muestra como parte orgánica del disco homónimo de Palo Pandolfo y la Hermandad. El director cordobés, Iván Wolovik, explora la figura del músico/poeta en el momento mismo (íntimo) de la grabación de lo que hasta ahora es su último trabajo sonoro. “con un resto de lucidez se reinventó”. El Reflejo, Palo Pandolfo y La Hermandad Palo Pandolfo es esa clase de artista que arrastra un reconocimiento intrínseco. Podés no saber quién es pero te suena. Y si sabés quién es, que acompañes o no en gusto y forma, no quita la coherencia que pareciera envolverlo. Transformación es la clase de documental que reafirma para el fanático, presenta de modo suficiente para el ocasional espectador y casi que podría resultar innecesario para el que duda: el mito (el culto) se humaniza y detrás de eso resta encontrar arte o, simplemente, el abismo de la sobreproyección. Justamente, eso que ocurre por detrás es puesto en primer plano en Transformación: asistimos a ese momento vivo, confuso, pasional, en el que las cosas importantes se debaten con ruido de fondo y entre tintineos de vasos de birra o en ronda de mates, como la primera vez. Ese momento donde todo lo que se dice parece ya hablado pero se aproxima, por fin, a su resolución definitiva. Hay un carácter universalizante en ese estadío creativo que Iván Wolovik logra reflejar. Y lo hace usando el tema El reflejo, como leitmotiv. Tema que se discute y se vuelve ese momento en el que la creación tiene que ser finalmente plasmada: el instante clave en el que ya todo deja de ser modificable o se modifica por última vez. Palo Pandolfo sabe exponerse en ese drama. Palo Pandolfo escucha su música, se acepta, se lee y se analiza a la distancia, con periodos de autocondescendencia y renegando de algo que no sabemos si busca. Cierra los ojos y deja que la música actúe, que la música lo requiera, lo lleve al éxtasis de entenderse a partir de. Transformación deja clara constancia de un Palo Pandolfo que posee perspectiva, que busca su mejor versión, con honestidad. Sin embargo mucho queda como registro acertado (la construcción del personaje “productor” y las postas de Mollo, sin ir más lejos) pero sin un conflicto superior que nos ayude a dimensionar dentro del drama: el concepto de banda (incluso de disco) queda rápidamente relegado para que nos adentremos en un artista que tiene una visión genuina de sí, que avanza con emoción y se muestra convencido de su proceso: Roberto Palo Pandolfo no se transforma, es transformado por la música.